EDAD MEDIA GUERRA Y PAZ CAPITULO 2

Por favor antes de leer vean algunas palabras les eh puesto significado por que no se entenderan

Palabras usadas en la epoca medieval con respecto al uso del tiempo:

Tercia: las 9 de la mañana ( usado en la edad media)

Sexta: Medio dia ( usado en la edad media)

Nona: las 3 de la tarde ( usado en la edad media)

Punto: 10 momentos ( usado en la edad media)

Momento: un minuto y medio ( usado en la edad media)

déjeuner: Almuerzo en francés o la hora del amuerzo.






CAPITULO 1

Tic tac tic tac- Solo falta 1punto - Tic tac Tic Tac – Solo 5 momentos mas- Tic tac Tic Tac- un momento…- pensaba al mirar las manecillas del sofisticado reloj.

Se escucho el sonido de las cuatro campanadas resonando por cada rincón del palacio, anunciando que eran la hora Nona, si, era la nona.

- ¡Por fin! -

Se dijo para sus adentros una muchacha de cabellos rosados que se encontraba sentada leyendo o casi leyendo La Orestiada, un clásico de la literatura griega escrito por Esquilo, en el escritorio repleto de una ruma de libros de otros clásicos griegos, en una gran biblioteca, con estanterías tan altas que solo podías llegar a la cima de estas con una escalera, con aparatos sofisticados que eran la ultima innovación en ciencia, con cuadros de los antiguos hombres que alguna vez gobernaron ese pequeño reino, y ahí se encontraba ella ya cansada, agotada de tantas horas de estudio y es que Madanne Shizune era una tutora muy estricta. La muchacha se consideraba y es muy inteligente y todos notaban claramente eso, hasta la misma Shizune sabía que era así, pero de verdad necesitaba un descanso y es que estar todos los días desde la hora Tercia hasta la Sexta, que era el mediodía y por lo tanto hora del déjeuner, y seguir con el estudio, no es algo que toda persona pueda soportar… En fin, Madanne Shizune decía que era necesario, tratándose de la princesa y algún día futura reina.
¡La educación es lo primordial!

Le decía cuando ella trataba de obtener sin resultado positivo alguno aunque sea un rato de distracción. A veces deseaba ser una simple plebeya e ir a correr libremente por los prados, ver el espectacular atardecer, jugar en el lago, reunir flores y sobre todo escuchar las dulces melodías que salen del violín y en especial las melodías que toca Hinata, aquellas melodías le provoca soñar despierta y es que uno de sus pasatiempos preferidos era ese, escuchar las melodías del violín.
Cerro el grueso libro, rápidamente lo puso encima de la pila con los otros libros griegos, se levanto del cómodo asiento aterciopelado, hizo una reverencia a Madanne Shizune se dio la vuelta y antes de dar si quiera unos pasos hacia la salida, la escucho decir…

-La vi muy distraída hoy princesa, sabe usted bien que es su deber con el reino y con su madre formarse en una buena dama digna de su titulo, por favor recuerde eso.- la regaño Madame Shizune.

-Lo sé, solo es que a veces pienso ¿No es demasiado?, también necesito descansar y respirar aire fresco- especto.

- Si quiere ser algún día una buena reina; créame que esto no es nada a comparación del tiempo, concentración, esfuerzo y sobre todo responsabilidad que requiere ser reina. Un reino esta bajo su cargo, no es cualquier cosa aunque este reino no sea tan grande, no es un juego.- dijo con una voz muy seria Madanne Shizune.

- Entiendo- dijo a baja voz -prometo poner más empeño mañana, ahora me retiro a mi habitación, con permiso- hizo de nuevo una reverencia y se retiro del lugar.

Sus pequeños tacos sonaban en el frio piso de mármol del pasillo, que estaba como siempre tan pulcro, tan limpio con los finos candelabros en las paredes y jarrones de cerámico enormes con hermosas flores que se veían entre cada ventana y solo iva ella y sus pensamientos.

- ¿Sera que algún día habrá emoción en mi vida? Quisiera que mi vida sea como uno de esos clásicos… Bueno no tanto así- se retracto al recordar el trágico final de Edipo - pero al menos los personajes hacen otras cosas además de estar encerrados la mitad del día en una biblioteca.-
Una melena rubia se perdía en la intersección con otro pasillo.

-¡Ino!- no pudo evitar gritar, sabía que no debía pues no era lo correcto para una dama, mucho menos para ella.

– Esa voz- dijo. Ino paro y volteo para ver a la otra muchacha ahí presente - Sakura – dijo también emocionada pero obviamente sin gritar. Sakura corrió a lo todo que pudo, pues era uno de esos días en lo que ocasionalmente podía ver a su amiga en palacio, dado que las otras ocasiones en que podían juntarse era en la mansión de esta y solo para poder observar al detalle cómo era que hacían los arreglos florares más bellos de todo el reino, pues la familia de Ino poseía uno de los negocios más grande del reino y no decir del continente pues justamente el reino del cual Sakura era princesa se mantenia con su economía concentrada en la venta de flores a otros reinos, que no solo el reino comerciaba si no también otras familias pertenecientes a este reino, pues las flores en aquella región eran de las más raras y bellas y no decir que abundaban pues además de encontrarlas en los prados tenían mucho viveros en los cuales las ayudaban a crecer.

- Que bueno verte, hace mucho que ya no vienes a visitarme Sakura , ¿Qué paso?, no me digas que madame Shizune sigue como siempre de estricta, no se la verdad de que te puede servir leer tanto, dudo que cuando seas reina tengas que escribir algún párrafo de la Odisea en algun documento…-se noto la molestia en las palabras de Ino.

- Es que según Shizune es que es mi deber leer sobre eso, debo tener alguna idea de cómo eran las civilizaciones más antiguas y como procedían los reyes y reinas a las diversas situaciones -

- Si, si, como sea, bueno como te digo no creo que eso te ayude a ser una buena reina mucho menos para encontrar un buen ES- PO-SO – dijo Ino poniéndole énfasis a lo del esposo y golpeándola con su dedo al mencionar cada silaba de esta palabra.

- Ino, porque te pones así sabes que eso lo decidirá mi madre, siempre es así- dijo con un deje de resignación.

- Claro la gran reina Tsunade, ya me imagino que marido te pondrá- En su mente se podía imaginar un hombre igual de estricto y rigido que la reina ah y sobre todo poco paciente- A veces pienso que ser tú debe ser tan aburridor, bueno no lo pienso, lo veo y lo creo.- dijo mirándola de pies a cabeza.

- Bueno Ino , no hay nada que pueda hacer al respecto, ¿no sé por qué últimamente estas tan obsesionada con el tema del casamiento, será que acaso… ¿ hay algo que no me has dicho?- le dijo esto último con un tono de ¡Te pille!. A lo que Ino reacciono con un leve rubor en sus mejillas y una chispa de brillo en los ojos.

-Sakura estoy muy feliz, no te lo mencione antes porque te lo diría justo cuando lo confirmara, y hoy lo confirme- la abrazo cuando dijo esto luego se separo y vio los ojos de sakura todos sorprendidos a la espera de una respuesta.- Y bueno…- dijo Sakura.

-No, por ahora no lo sabrás, te lo diré cuando Hinata esté presente, ¿Qué te parece una salida al lago?- pregunto Ino con mucha emoción.

- hmmm, de acuerdo pero ¿Prometes que lo contaras cuando este Hinata?-

- Por supuesto que sí, ven vamos- diciendo esto la tomo de la muñeca y la llevo por los pasillos muy rápidamente, Sakura no entendía adonde ivan pero reconoció obviamente a donde se dirigían.

- Espera Ino- dijo Sakura un poco jadeante por la velocidad a la que ivan corriendo.

- ¿Que sucede?- pregunto- ¿Acaso ya no te gusta el lago? Si es uno de tus lugares favoritos-

-Sí, si me gusta mucho, lo que sucede es que, ¿por qué tanta prisa? Ino cálmate… además no me has dicho ni siquiera que haces en el palacio, y se a donde nos dirigimos y creeme que si no tenemos una buena excusa saldremos regañadas, bueno saldré regañada, sabes como es mi madre, no le gusta que la interrumpan cuando se encuentra en su sala de reuniones.-

-Eso lo sé muy bien Sakura, ah claro olvide decirte que vine con mi padre porque al parecer ocurrió algo con la comercialización de las flores, la verdad no recuerdo que era.- Obviamente Ino no sabría que era, ella siempre no le intereso el tema de economía o lo que respectara a la comercialización de las flores, solo le gustaba las flores, solo las flores. Sabía todo sobre ellas, absolutamente todo, hasta la misma Sakura se sorprendía por lo mucho que sabía Ino acerca de estas, claro además de hacer unos arreglos increíbles, sobre todo muy elegantes como ella pues lo que sabía de flores lo tenia de vanidosa.

- Además, sé que tenemos que pedir permiso a la reina para que puedas salir o te quiero recordar la última vez que salimos sin su permiso- dijo Ino mirando a Sakura detenidamente.

Esto le hizo recordar que hace no más de tres meses salieron las tres juntas: Sakura, Ino y Hinata. Fueron a ver los nuevos vestidos que llegaron a la tienda o más bien costureria de Madane Claire, no era malo al parecer, una visita a una costureria, ver nuevos vestidos nada fuera de lo normal. El problema era ese, los vestidos, pues ahora se venía una nueva tendencia de vestidos con los escotes que no dejaban mucho a la imaginación de cualquier caballero, Sakura e Ino se probaron algunos y precisamente en el momento en que se miraban al espejo y Madane Claire le daba el visto bueno diciendo que se veian extremadamente bellas y elegantes, llego Madame Shizune a la tienda y las vio. Inmediatamente tapo a Sakura con una de las mantas de seda que se encontraban en el lugar y la dirigio a la habitación donde se encontraban los demás vestidos y donde se cambiaban los atuendos. Regaño a Madanne Claire por permitir que la princesa se probara aquellos trajes provocadores que no tenían nada de bueno para una dama como ella.

Todo iva mal, ese día la salida que al parecer se veía perfecta se arruino completamente, Madane Shizune además de ser la tutora de Sakura era la asesora de reina Tsunade y este incidente obviamente que la reina no sería ajena en no saberlo, y bueno lo que empezó como una salida amena termino en un castigo terrible, un mes sin salir de palacio y mucho menos podía ver a sus amigas.

-Claro que lo recuerdo, desde esa vez mi madre se volvió más estricta que antes lo mismo que con Madane Shizune, pero bueno no creo que nos deje salir al lago ¿no te parece?, recuerda lo que dice ella: “Las salidas de la princesa solo deben de ser a lugares donde pueda enriquecer sus conocimientos acerca de su reino y sus habitantes” por eso últimamente solo nos vemos para los arreglos de flores.- esto ultimo lo dijo con tristeza.

- Lo sé Sakura pero no creo que ella sea tan dura con mi padre ahí presente, ya verás no perderemos nada intentando- se lo dijo tratando de animarla pues últimamente estos meses han sido muy aburridos y no solo por los horarios de estudio riguroso, si no, por no poder compartir el tiempo con sus amigas.

-Está bien- Sakura se dirigió a tocar la puerta. –Adelante- escucho la voz dura de su madre. Pasaron a la gran sala de reuniones de la reina Tsunade, esta sala era enorme tapizado totalmente con una alfombra de rojo carmín, con una mesa de cedro al centro con varias sillas y estanterías con varios libros pero no tantos como la biblioteca de palacio y una gran ventana al fondo del salón, se podía ver el sol aun resplandecer con todo lo que puede dando a entender que estaban en verano.

En la mesa se podía ver dos cabelleras rubias una era la de su madre, atada en un moño y con la clásica corona de reina en su cabeza, la otra cabellera rubia era la del padre de Ino tan largo como el de ella. Sakura e Ino hicieron una reverencia a la reina al entrar, entonces Ino articulo.

- Disculpen la molestia, reina, padre, pero quisiera saber si su majestad daría su consentimiento para que la princesa y yo salieramos solo unos breves momentos a los prados, pues tengo una noticia muy importante que le deseo hacer saber- gesticulo

La reina se quedo mirando fijamente a las dos, podía notar el nerviosismo de Sakura por su respuesta, luego dirigió su mirada a Yuroichi el padre de Ino el que le respondió con una sonrisa y luego procedió a intervenir.
-Si me permite, su majestad mi hija está muy emocionada con este asunto que desea comentar a la princesa le ruego y le conceda su permiso-

-De acuerdo- dijo la Reina Tsunade. Sakura sonrio mucho y le tomo la mano a Ino de la emoción, Ino igual que ella sonrio.- pero serán acompañadas con unos guardias, tu seguridad es muy importante Sakura -
- Lo sé madre , le agradesco su gentileza-

-Bueno pueden irse.-