Snow White ~~~[Naru~Hina]~~~ [One~shot]
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Snow White ~~~[Naru~Hina]~~~ [One~shot]
¡Hola chicos! Bien aquí vengo con otro One-shot. Si como ven en el titulo es otro crossover. Blanca Nieves, aunque realmente es la historia de la Condesa Blancanieves, la verdadera historia de el príncipe Felipe II que se enamoro de la Condesa Margarethe. ¡Me agrado bastante esta historia! Y quizá pasarla a un NaruHina, ya que fue lo que más me concordó. Esta es una real…
Disclamier: PERSONAJES NO ME PERTENECEN.
Titulo: Snow White
Autor: Hinaluna
Género: Romance/Fantasía.
Tipo: One-shot.
Summario: En el pastizal de una bella ciudad. Entre el invierno socavarte de sus miradas. Ocultas de los deseos reales crece un amor que fue envenenado por el incierto desvelo de dos corazones.
~~ Snow White ~~
“Mira a tu lado…
Blanca fuiste desde que te vi
Entre la nieve te confundí
No se si fue que me enamore de tus labios
O de tu cabello negro sin fin
Era tu belleza la aliada de tu desvelo
Y era mi desvelo orador de tu belleza”
La noche había hecho que el parque se encontrara tan blanco como un saco de cal. Todos los árboles blanquecinos por los copos de nieves que habían cubierto todo en su parcialidad.
Él por su parte lo único que pudo hacer fue caminar entre las hileras del parque, mientras sus botas de cuero habrían paso en el los montones de nieve que se acumulaban entre el piso.
El paisaje era elido, el ambiente frío. Todo había sido acaparado por la bella y blanca nieve, entre la nubosidad espesa y una brisa helada.
Quiso caminar solo por la misma y mera enfermedad, no entendía por que a sus 17 años ya había quedado viudo, de una mujer que lo comprometieron desde que era un infante. Anko de Portugal era su prima, y ahora difunta solo se le podía decir como su ex-esposa.
En su mente no cabían aun las reglas reales. Y es que su monótona vida cubierta de lujos pronto empezó a hacerlo sentirse extrañamente ridículo.
Pero mientras como idiota se congelaba del frío entre las calles poco concurridas de un parque en Monschau, no solo lo hacía sentir aun más solo y desamparado.
Había recorrido toda Europa en busca de una esposa, que acordé a su corazón y su gusto al fin podría enamorarse.
Se sentó al borde de un banco de madera mientras el viento sopló de nuevo entre un hálito frío del noroeste, sintió de nuevo que su cuerpo se estremeció; pero cuando se levantó para retirarse a la taberna pudo ver algo que realmente le llamo la atención.
Una fila de pequeños niños, exactamente siete diminutos infantes que caminaban gritando con improvistas ropas, que al parecer no los salvaba del frío.
Pudo ver como saltaban y bailaban mientras gritaban cualquier cosa que viniese en mente, Naruto sonrió de medio lado; pero pronto fue borrada esa sonrisa dándose cuenta de la terrible similitud.
Esos niños no eran nada más y nada menos que los pequeños que trabajaban en las minas de la familia Hyuuga. Envejecidos por los trabajos duros, cuando sus caritas blancas y sonrojadas eran más bien suplidas por una pequeña manchas de hollín y polvo, sus manos dolidas y cortadas por el duro proceder del pico. Mientras sus espaldas se encorvaban pequeñamente por estar todo el día en la misma posición.
Sintió pena, una pena tan enorme que lo dejo sin respiración. Y tuvo que mirar a otro lado dándose cuenta que ni en Alemania se vivía tranquilamente.
Un mundo que le pareció tan encantado, por ser el país natal de su padre. Era tan inhumano como donde el vivía.
Los pequeños por su parte corrieron a todos lados sin darle mucha importancia a la figura que meditaba bajo la sombra de un árbol escuálido y congelado por el invierno.
--------------------------------------------------------
Su mirada vago por los confines de una tierra que nunca exploro, más allá entre los verdes pastizales que solo evidenciaban una débil capa de nieve del antiguo invierno. Le hicieron loar con más detalle el bosque vecino que se había tupido de colores inimaginables.
Y allí fue cuando vio una figura celestial que venia de la mano de un pequeño niño.
Sus instintos fueron mirar por la ventana sin decir más, y es que tanta belleza le había socavado.
Su cabello negro tórrido le caía en forma de cascada por sus hombros mientras su piel alba y tersa la había confundido como cuan copo de nieve en invierno, su cuerpo diminutamente especial le había encantado en sobre manera.
¡Estaba hechizado! Se dijo a si mismo, por que mujer tan bella solo podía existir en los sueños, pero cuando quiso hacer el intento de salir al encuentro de jovencita tan especial.
Ella miró a todos lados mientras agarraba una manzana roja cereza y salía corriendo mientras reía al son del pequeño niño.
Desvelarse, tal vez esa palabras siempre le había encantado en sobre manera. Él era un hombre muy constante, y la perseverancia no se le iba tan fácilmente.
Se había prometido conquistar a tan bella señorita que le había robado sus suspiros.
Y es que belleza sin par solo debía pertenecerle a él.
Allá estaba sentada entre las flores, nombrando cada una entre sus memorias, tomaba un ejemplar lo miraba eternamente y luego lo soltaba para que la brisa se lo llevase lejos.
Suspiró de nuevo ella, hasta que su cabeza se movió y pudo ver dos botas de cuero muy cerca de sus pies, alzó la mirada anonadada y pudo verlo.
Él le sonrió con la más benevolencia que contuvo y se agachó lentamente, digno de un príncipe.
Ella aun no podía creerlo, y es que estaba choqueada, sentía los nervios en el estomago y el estomago en los nervios.
– Soy Naruto II –contestó el joven dejándose admirar por completo por la muchacha. Quien solo se perdió en cuales ojos son sus luceros, aquel azul bellísimo que se formaba más bien como el cielo primaveral.
– Hinata –informó la chica temerosa- Hinata Hyuuga.
Él sonrío, al fin podía conocerla. Finalmente podía ella ser suya.
– Entendedlo vuestro señor –susurró Kakashi a los oídos de su majestad- La familia real no dejara que esto pase a casamiento.
– ¿Al altar? –Naruto miró extrañado a su alrededor- ¿Por qué? si la amo
– Ellos no le interesa eso –Kakashi bajo la mirada- Juro que no les interesa para nada eso.
– ¿Entonces que pretendes que haga fiel ciervo? –concordó el príncipe.
– La envenenaran –musitó dolido- lo he oído. Debes huir con ella, o dejarla ir.
– ¿Huir con ella? –Naruto bajo la mirada- No puedo, ¡¿Y el pueblo?!
– Como su humilde ciervo –Kakashi se arrodillo- Solo debía informarle esto mi señor.
La habitación quedo en silencio y es que un aliento elido se dejo escapar por la pura controversia de la muerte de un amor.
Hinata miró en silencio el paisaje, cada día oculta bajo esa choza le habían dedicado ciertos meses a la escritura y lectura.
Y ahora a mediados de la primavera, entre las flores renaciendo y los árboles tupiéndose de colores gualdos.
Sintió de nuevo el mismo deseo de siempre.
Estar junto a él, pasase lo que pasase.
Llevo su mano al vientre en donde crecía un hijo ilegitimo, de un amor que incondicionalmente se había formado.
La puerta se movió lentamente dejando pasar la figura gallarda de la majestad. Que la miró a ella perdida entre las sombras que regalaban los árboles.
Él por su parte trago saliva, se había enamorado de lo prohibido. Pero aun así no se arrepentía de tales decisiones que habían dado un fruto marchito, que para ellos era lo más hermoso que sus ojos podrían alguna vez loar.
Y entre esos pensamientos Hinata volvió su vista a su amado, no sin antes sonreírle.
Una primavera completa con él a su lado.
Disclamier: PERSONAJES NO ME PERTENECEN.
Titulo: Snow White
Autor: Hinaluna
Género: Romance/Fantasía.
Tipo: One-shot.
Summario: En el pastizal de una bella ciudad. Entre el invierno socavarte de sus miradas. Ocultas de los deseos reales crece un amor que fue envenenado por el incierto desvelo de dos corazones.
~~ Snow White ~~
“Mira a tu lado…
Blanca fuiste desde que te vi
Entre la nieve te confundí
No se si fue que me enamore de tus labios
O de tu cabello negro sin fin
Era tu belleza la aliada de tu desvelo
Y era mi desvelo orador de tu belleza”
La noche había hecho que el parque se encontrara tan blanco como un saco de cal. Todos los árboles blanquecinos por los copos de nieves que habían cubierto todo en su parcialidad.
Él por su parte lo único que pudo hacer fue caminar entre las hileras del parque, mientras sus botas de cuero habrían paso en el los montones de nieve que se acumulaban entre el piso.
El paisaje era elido, el ambiente frío. Todo había sido acaparado por la bella y blanca nieve, entre la nubosidad espesa y una brisa helada.
Quiso caminar solo por la misma y mera enfermedad, no entendía por que a sus 17 años ya había quedado viudo, de una mujer que lo comprometieron desde que era un infante. Anko de Portugal era su prima, y ahora difunta solo se le podía decir como su ex-esposa.
En su mente no cabían aun las reglas reales. Y es que su monótona vida cubierta de lujos pronto empezó a hacerlo sentirse extrañamente ridículo.
Pero mientras como idiota se congelaba del frío entre las calles poco concurridas de un parque en Monschau, no solo lo hacía sentir aun más solo y desamparado.
Había recorrido toda Europa en busca de una esposa, que acordé a su corazón y su gusto al fin podría enamorarse.
Se sentó al borde de un banco de madera mientras el viento sopló de nuevo entre un hálito frío del noroeste, sintió de nuevo que su cuerpo se estremeció; pero cuando se levantó para retirarse a la taberna pudo ver algo que realmente le llamo la atención.
Una fila de pequeños niños, exactamente siete diminutos infantes que caminaban gritando con improvistas ropas, que al parecer no los salvaba del frío.
Pudo ver como saltaban y bailaban mientras gritaban cualquier cosa que viniese en mente, Naruto sonrió de medio lado; pero pronto fue borrada esa sonrisa dándose cuenta de la terrible similitud.
Esos niños no eran nada más y nada menos que los pequeños que trabajaban en las minas de la familia Hyuuga. Envejecidos por los trabajos duros, cuando sus caritas blancas y sonrojadas eran más bien suplidas por una pequeña manchas de hollín y polvo, sus manos dolidas y cortadas por el duro proceder del pico. Mientras sus espaldas se encorvaban pequeñamente por estar todo el día en la misma posición.
Sintió pena, una pena tan enorme que lo dejo sin respiración. Y tuvo que mirar a otro lado dándose cuenta que ni en Alemania se vivía tranquilamente.
Un mundo que le pareció tan encantado, por ser el país natal de su padre. Era tan inhumano como donde el vivía.
Los pequeños por su parte corrieron a todos lados sin darle mucha importancia a la figura que meditaba bajo la sombra de un árbol escuálido y congelado por el invierno.
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Su mirada vago por los confines de una tierra que nunca exploro, más allá entre los verdes pastizales que solo evidenciaban una débil capa de nieve del antiguo invierno. Le hicieron loar con más detalle el bosque vecino que se había tupido de colores inimaginables.
Y allí fue cuando vio una figura celestial que venia de la mano de un pequeño niño.
Sus instintos fueron mirar por la ventana sin decir más, y es que tanta belleza le había socavado.
Su cabello negro tórrido le caía en forma de cascada por sus hombros mientras su piel alba y tersa la había confundido como cuan copo de nieve en invierno, su cuerpo diminutamente especial le había encantado en sobre manera.
¡Estaba hechizado! Se dijo a si mismo, por que mujer tan bella solo podía existir en los sueños, pero cuando quiso hacer el intento de salir al encuentro de jovencita tan especial.
Ella miró a todos lados mientras agarraba una manzana roja cereza y salía corriendo mientras reía al son del pequeño niño.
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Desvelarse, tal vez esa palabras siempre le había encantado en sobre manera. Él era un hombre muy constante, y la perseverancia no se le iba tan fácilmente.
Se había prometido conquistar a tan bella señorita que le había robado sus suspiros.
Y es que belleza sin par solo debía pertenecerle a él.
Allá estaba sentada entre las flores, nombrando cada una entre sus memorias, tomaba un ejemplar lo miraba eternamente y luego lo soltaba para que la brisa se lo llevase lejos.
Suspiró de nuevo ella, hasta que su cabeza se movió y pudo ver dos botas de cuero muy cerca de sus pies, alzó la mirada anonadada y pudo verlo.
Él le sonrió con la más benevolencia que contuvo y se agachó lentamente, digno de un príncipe.
Ella aun no podía creerlo, y es que estaba choqueada, sentía los nervios en el estomago y el estomago en los nervios.
– Soy Naruto II –contestó el joven dejándose admirar por completo por la muchacha. Quien solo se perdió en cuales ojos son sus luceros, aquel azul bellísimo que se formaba más bien como el cielo primaveral.
– Hinata –informó la chica temerosa- Hinata Hyuuga.
Él sonrío, al fin podía conocerla. Finalmente podía ella ser suya.
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– Entendedlo vuestro señor –susurró Kakashi a los oídos de su majestad- La familia real no dejara que esto pase a casamiento.
– ¿Al altar? –Naruto miró extrañado a su alrededor- ¿Por qué? si la amo
– Ellos no le interesa eso –Kakashi bajo la mirada- Juro que no les interesa para nada eso.
– ¿Entonces que pretendes que haga fiel ciervo? –concordó el príncipe.
– La envenenaran –musitó dolido- lo he oído. Debes huir con ella, o dejarla ir.
– ¿Huir con ella? –Naruto bajo la mirada- No puedo, ¡¿Y el pueblo?!
– Como su humilde ciervo –Kakashi se arrodillo- Solo debía informarle esto mi señor.
La habitación quedo en silencio y es que un aliento elido se dejo escapar por la pura controversia de la muerte de un amor.
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Hinata miró en silencio el paisaje, cada día oculta bajo esa choza le habían dedicado ciertos meses a la escritura y lectura.
Y ahora a mediados de la primavera, entre las flores renaciendo y los árboles tupiéndose de colores gualdos.
Sintió de nuevo el mismo deseo de siempre.
Estar junto a él, pasase lo que pasase.
Llevo su mano al vientre en donde crecía un hijo ilegitimo, de un amor que incondicionalmente se había formado.
La puerta se movió lentamente dejando pasar la figura gallarda de la majestad. Que la miró a ella perdida entre las sombras que regalaban los árboles.
Él por su parte trago saliva, se había enamorado de lo prohibido. Pero aun así no se arrepentía de tales decisiones que habían dado un fruto marchito, que para ellos era lo más hermoso que sus ojos podrían alguna vez loar.
Y entre esos pensamientos Hinata volvió su vista a su amado, no sin antes sonreírle.
Una primavera completa con él a su lado.
~Hinaluna~Nuev@ - Cumbres Borrascosas~
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28/09/2010
Naru/Hina~~ Sasu/Saku~~ Neji/Ten~~Gaa/Matsu~~Sasu/Naru
Naruto~ Hana yori Dango~ Inuyasha~ Ranma 1/2~ Death Note ~
5 円
Joder a todos, digo :B! Ser feliz
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