Sonrisas [Drabble] [Terminado]

Ella ya no sonreía y a ellos… les arrebataron la sonrisa.

Se le habían acabado las sonrisas.

En toda su vida había visto todo tipo de sonrisas, las falsas, las alegres y sinceras, las tristes y llenas de dolor, las de odio y venganza. De alguna forma se parecían, pero no eran iguales.

Recordaba perfectamente como sonreía su amigo, su confidente y de alguna forma su novio.
Yahiko se llamaba, él sonreía siempre, de una manera alegre y sincera; le daba fuerzas, le hacía creer que todo iba a estar bien, y ella, sólo le hacía caso.

Le gustaba también como sonreía Nagato, una sonrisa débil y sutil, pero sonrisa al fin y al cabo. Algo insegura, la sonrisa de Nagato era igual que él, algo insegura pero indicada para ayudarte. Él le decía que la iba a proteger, y ella, sólo le creía.

Las de ellas no eran tan especiales, eran unas sonrisas vagas y sin sentido, sonrisas de una niña cansada de todo lo que le pasaba, pero agradecida que lo pasara junto a ellos.

Pero siempre hay alguien, algo, que no te deja vivir.
Sus sueños, sus esperanzas, todas y cada una de ellas le fueron arrebatadas.
A Yahiko, a su amigo, a su hermano, y, a lo que tal vez hubiera sido su novio, aquella persona que amaba, y sigue amando.

Y de ahí, los Huérfanos de la lluvia dejaron de existir.
Akatsuki, la verdad y leal Akatsuki, también desapareció.
Y Nagato y ella, también con ellas.

Por que ellos seguían teniendo cuerpo, pero solo eran como los caminos de Nagato.
Ya no tenían mente, corazón y sus sueños habían sido robados y ensuciados.

Ya no podía sonreír, ya no tenía motivo por el cual hacerlo.
Nagato tampoco lo hacía; ella sabía que Nagato estaba ahí, pero no como ella quería, no cómo él era. Se había olvidado de su motivo de vida, se había olvidado de alguna forma, de quién era él.
Y, aunque veía el rostro de Yahiko, él no sonreía, jamás lo hacía. Ya no tenía voluntad propia, porque ese Yahiko, no era Yahiko, era Pein y Pein, para ella, no era nadie.

Se le habían acabado las sonrisas.

Y se le habían acabado, porque se las habían arrebatado.
Al igual que sus amigos, su vida y sus sueños.

Ella sabía, que existían todo tipo de sonrisas, pero las de ellos no eran absolutamente nada.

Y la nada simplemente no sonreía.