--Yo también quiero ser feliz--

Saben, la vida no es color de rosa y yo soy un claro ejemplo de lo que digo, aun no me he presentado que tonta, me llamo Hinata, Hyuga Hinata y tengo 18 años, en este momento estoy a punto de presentarme a unas pruebas para entrar al club de danza, estoy terriblemente nerviosa y no es por que crea que no puedo hacerlo si no… por quien tiene sus ojos puestos en mi… mi padre Hiashi Hyuga, desde que tengo uso de razón siempre e estado en el punto de mira de mi padre, cuando ago cualquier cosa mal no duda en ponerme en evidencia delante de todos, y me trata como si no fuera digna de llevar mi apellido.

Pues por mi puede quedarse con mi apellido si quiere, el ser de una de las familias mas ricas de konoha no me a hecho ningún bien, todo lo contrario, apenas tengo amigos, solo conozco a los profesores particulares y no son muy amigables, tengo que asistir a una escuela privada de señoritas la cual me agobia mucho, allí todas se creen mejores que nadie.

---Señorita Hyuga es su turno--- desde detrás de bambalinas me llamo mi maestro de danza, ahora era el momento de lucir todo lo que e aprendido.

Me aproximo algo nerviosa al escenario, desando terminar de una vez, entonces escucho la melodía que tantas veces durante mi practica he escuchado y mi cuerpo empieza a moverse al compás de la música, la verdad es que yo disfrutaba bailando, era una de las cosas que mas me gustaba hacer, aun recuerdo cuando de niña mi madre me miraba con una dulce sonrisa cada vez que bailaba para ella, incluso mi padre me sonreía, por aquel entonces el me decía que tenia mucho talento, que seria igual que mi madre, pero… después del accidente de mi madre… mi padre no ha vuelto hacer el mismo.

La música llego a su fin y con ello vino un maratón de aplausos y elogios, yo estaba contenta por la reacción del publico, sin embargo cuando mis ojos se toparon con los de mi padre solo veía tristeza, ni una pizca de emoción y orgullo hacia mi persona, eso fue…

---Todo mi gozo en un pozo---susurre al salir del escenario y dirigirme hacia mi camerino. Entonces llamaron a la puerta y cuando la abrí me encontré con unos emocionados ojos verdes y una sonrisa sincera.

---Hola, me llamo Sakura, por fin te conozco Hinata, veras soy una gran admiradora tuya, me gustaría mucho aprender a bailar pero la escuela de baile es demasiado cara---la muchacha de pelo rosado no paraba de hablar, ami me empezó a resultar divertida por como me describía su situación económica así que la hice pasar al camerino.

---Así que tu nombre es Sakura Haruno, pareces una chica bastante feliz---le dije con una sonrisa.

---Bueno no puedo quejarme, aunque no sea tan rica como tu me esfuerzo al máximo en conseguir lo que quiero, por ejemplo para poder venir a verte e tenido que camuflarme ante los guardias que cuidaban la puerta principal y no ha sido nada fácil---me dijo mientras se pasaba una mano por detrás de su cabeza y me miraba con una cara infantil y culpable por lo que acababa de hacer. A mi todo eso me pareció muy divertido y solo pude reír y ella por su parte también rió.

---Yo tengo algo que decirte Sakura---ahora me puse seria---el dinero no me a hecho para nada feliz, mi padre me ignora y soy constantemente el ojo de mira de muchos periodistas, esperando que meta la pata para hacer un articulo en contra de los Hyuga, apenas tengo amigos y no tengo tiempo para disfrutar de mi misma, no me dejan salir de mi casa, solo a la academia privada y de la cual me traen y me recogen, es como si estuviera en… en… “no quería reconocerlo pero ya era demasiado tarde” ¡¡UNA CARCEL!!---dije esto ultimo gritando y con unas lagrimas recorriendo mi mejilla, yo mire a Sakura y ella se había quedado sin habla, lo que yo no sabia era el por que le contaba todo esto a una desconocida, quizás es por que ya no podía aguantar todo este dolor en mi pecho---SOLO QUIERO SER NORMAL, ¿POR QUE NO PUEDO SER COMO LAS OTRAS?,¿ POR QUE MI PADRE NO ME QUIERE?, ¿POR QUE EXISTO?… SAKURA---yo no paraba de llorar y no se cuando sentí unos dulces brazos rodearme con mucho cariño, puedo decir que incluso ella estaba llorando por mi.

---No sabia que eras tan desgraciada Hinata, pero esto se va a acabar tu te vienes conmigo ahora---yo levante la cabeza de su pecho y la mire con los ojos llorosos, no podía creer en lo que me decía.

---No sabes lo que dices Sakura, aunque logre salir contigo me encontraran, además seguro que te meterías en problemas---le dije volviendo a bajar la mirada.

---No te preocupes por mi, somos amigas ¿no? Te sacare de aquí Hinata, te librare de tu cárcel, aunque no creo que vayas a vivir tan cómodamente, yo vivo en una residencia de estudiantes, así que te presentaras a mi escuela, y para despistar a tu padre te cambiaremos de apellido y te aras pasar por mi hermana--- eso fue lo que me dijo, yo no podía creer en lo que me decía, pero al decir que era mi amiga y que aria todo eso por mi no dude un momento y le dije que si.

Salir del auditorio fue fácil, Sakura me esperaba por la puerta de atrás con su sonrisa, esa sonrisa que me dio el valor de no mirar atrás y coger su mano hacia mi nueva vida, una vida llena de temores pero encarando el futuro con la ilusión de una niña a la que la vida sorprende una vez mas, aunque esta vez sea lo que fuere lo que la vida me tenga guardado… lucharé.