雪 (Yuki) [Drabble]

Autor: Bloody-Rose-chan97
Géneros: WAFF, ¿shonen ai?, reflexión.
Advertencias: -.
Extensión: Drabble.


Nieve.

A penas le había dado tiempo de alzar el rostro cuando una pequeña gota congelada, casi imperceptible, se posó en su nariz mientras él trataba de vislumbrar el cielo entre aquellas nubes que se movían poco a poco con la brisa. Nieve. Había empezado a nevar.

Era temprano, más que de costumbre, aquella noche el sueño le había resultado ligero por alguna extraña razón, así que en su insomnio, había decidido salir un poco antes, a pesar de que sabía que no habría nadie esperándolo hasta pasadas un par de horas, quizás más tarde. Siempre era más tarde. Al menos esa mañana, su habitual compañera de toda la vida, Sakura Haruno, no lo regañaría por no cumplir el horario establecido. Sonrió ante la idea de sorprenderla.

Volvió la vista al frente, ¿estaría abierto el puesto de ramen a esas horas? No perdía nada por comprobarlo, o al menos eso pensó, así que echó a caminar en aquella dirección, guardando las manos congeladas en los bolsillos. Hacía frío. Nieve. Blanca, gélida, tratando de opacar la luz del sol entre las nubes. Por alguna razón, sus pensamientos volaron hacia la lejanía, hacia el lugar donde él se encontrara mostrando aquella frialdad e indiferencia, tal como la nieve.

—Sasuke... —un ligero murmullo. Apretó los puños.

El frío del invierno le recordaba a Sasuke, era una estación de añoranza, más que el otoño incluso. ¿No era irónico? Se preguntaba qué estaría haciendo, y dónde, ¿alguna locura? ¿Acaso no era él el de la locuras? Quién hubiera pensado cuando lo conoció que acabaría volviéndose alguien tan importante para él. Alguien que podía comparar con la fatalidad del invierno.

Su cuerpo se detuvo al sentir algo impactando contra su cabeza. Algo duro y frío, tan frío que al tocar la piel de su cuello habría jurado que le quemaba. Nieve.

No.
Sasuke no era como la nieve.

La nieve era fría, inerte, silenciosa y, sobretodo, frágil. A penas un poco de calor podía extingirla en poco tiempo. Por el contrario, Sasuke Uchiha podía verse como la nieve, pero si tratabas de alcanzarlo, su gelidez se disipaba y podías sentir las llamas de un volcán abrasándote. Se hacía pasar por un tranquilo invierno, y sin embargo, era una tormenta de fuego.

Se rió al darse cuenta de su descubrimiento. ¡Qué estúpido había sido al hacer tal comparación! Se agachó sin perder la sonrisa hasta el suelo, donde el pedazo de la bola de nieve que le había golpeado aún permanecía destrozado y lo moldeó para hacer otra bola.

—¡Sigues siendo pésimo para esconderte, Konohamaru! —gritó antes de lanzarla contra una de las paredes de aquella calle en la que se encontraba.

La pared se movió dejando ver al chico menor que él con cara de decepción, todo manchado por la nieve. Gritó algo, un desafío. Y por supuesto, Naruto lo aceptó echando a correr tras él, después de todo, aún quedaba tiempo antes de que llegara la hora, además, se había puesto de buen humor. Tenía ganas de reír, reír mientras guardaba en secreto —aunque lo pregonara a viva voz— la esperanza de que ese torbellino de viento en el que se había convertido lograse dominar el fuego al que perseguía.

Algún día podría tirarle una bola de nieve.