Prohibido quererme. Naruto & Hinata

*-._.-*-._.-*-._.-*

Prohibido quererme

Desafíame

El sabor del vodka en su paladar no era lo suficiente fuerte como para poder borrar de su boca ese amargo sabor de la humillación.

Debía de tener un plan.

Un plan que le garantizara su triunfo.

Ya no lo podría seguir soportando, cada vez que ella lo rechazaba, le decía no o simplemente le ignoraba, le estaba cansando y obviamente, agotando las ideas para hacerla caer.

Era demasiado terco como para dejar un reto como ese. Le atraía.

No era como las mujeres que siempre frecuentaba; ella tenía algo que le llamaba la atención, y mucho.

Pero más de una vez le había mostrado que ella no caería.

Sin embargo, no le haría caso y seguiría hasta poder tener lo que quería.

Y era ella.

La dulce asistente personal de su hermano gemelo.

Hyūga Hinata.

Solo debía de encontrar la manera en que ella tuviese que acercarse a él, de poder engatusarla y ¡Zas!, tenerla entre sus brazos.

—¿Pero cómo? –se preguntó, jugando el vaso de vidrio y mirando entretenidamente la luna que se lograba visualizar desde el ventanal de su departamento.

Sabía que con palabras bonitas no la podría hacer caer, ni mucho menos con sus invitaciones. Ahora debía de pensar seriamente, si quería que ella amaneciera en su cama, debía de hacerlo.

Una sonrisa maliciosa adorno sus labios al tener una idea, un plan que estaba plenamente seguro que no podría fallar.

Pero necesitaba ayuda, y de alguien que él no le agradaba mucho, pero si la quería, debía de hacerlo.

Dejó el vaso con el vodka a un lado, tomando su móvil que descansaba en uno de los muebles de su casa. Solo necesitaba llamarle y convencerlo, aunque sabía que eso era una tarea realmente difícil cuando su hermano era igual o más orgulloso que él mismo, pero no dudaba de los dones de manipulación y persuasión que tenía.

Sin más dudas, marcó el número y espero que su hermano contestara, y esperaba que lo hiciera, porque no le gustaba esperar ya que no tenía mucha paciencia.

Lo primero que escuchó al otro lado una vez que ya había contestado su hermano al otro lado, fue un gruñido de su parte, lo que le hizo sonreír al creer que había estropeado uno de sus momentos con su llamada.

—¿No sabía que te causará mucha alegría que te llamara?

—Cierra la boca. ¿Qué quieres ahora?

—Oye, ¿y esos modales?, recuerda que soy tu hermano mayor y deberías tratarme con respeto.

—Deja las clases de moral a un lado y contesta la pregunta: ¿Qué quieres ahora?

—¿Podemos vernos? –cuestionó, mirando la hora en su reloj de oro, escuchando asi otro gruñido de parte de su hermano.

—¿Es importante? –pregunto.

—Lo es para mí. Y tal vez para ti también lo sea –contesto recargándose en la barra del mini bar que poseía, esperando que su hermano aceptará, ya que no lo dejaría en paz hasta que lo ayudará; su cabello era rubio y alborotado, ojos color azul como el mismo cielo y piel ligeramente morena con tres marcas en cada una de sus mejillas.

—Tsk, está bien. En el lugar de siempre –contesto y el rubio sonrió nuevamente —. Pero escucha bien Naruto, si es una tontería, te quebraré todos los dientes.

—¿Interrumpí algo importante, no es asi?

—Demasiado –contesto para luego colgarle, a lo que él simplemente sonrió satisfecho de obtener lo que quería de su hermano.

Ya tenía todo a su favor.

Y nada podía salir mal.

¿O sí?

*-._.-*-._.-*-._.-*

Cortaba rápidamente los vegetales y la tabla no dejaba de temblar por la fuerza que ejercía.

Se encontraba demasiado molesta y tenía que encontrar una manera de como desquitarse. Los problemas que tenía eran algo que siempre la estaban presionando, ya fuese a donde ella iba siempre había problemas.

Pero el principal de todos, lo cual era una verdadera molestia para ella, era el hermano de su jefe.

Apretó sus manos de tan solo recordarlo.

Era un granuja, un canalla, un mujeriego, egocéntrico, papanatas… y lo que le seguía.

Tan solo recordarlo provocaba que su estómago se retorciera. Ese tipo de hombres para ella no era nada más que basura.

Y no quería tener que mezclarse con ellos.

Con ninguno de ellos.

Ya no.

—¡Hinata! ¡La cena se está quemando! –reaccionó de inmediato ante el grito de su mejor amiga y la que consideraba una hermana.

Miro con horror como el estofado se quemaba, incluso el humo se hizo presente. Por lo que fue rápidamente para sacar la cazuela y ver que la cena se había estropeado.

Y todo por culpa de ese.

¡Ni hasta de sus pensamientos lo podía sacar!

—¿Hinata, estas bien? –pregunto, abriendo un poco la ventana para que asi el humo saliese y no se quedara impregnado en la casa. Se giró para ver a su amiga que asentía ante su pregunta, pero por la manera en la que se encontraba y por habérsele quemado la cena, algo que no era común, presentía que ella no se encontraba bien.

Bueno, no del todo.

—¿De verdad? –siguió, caminando hacia ella, escuchando de parte de la susodicha un suspiro cansado.

—Matsuri…

—¿Dime?

—¡Lo odio! –masculló, dejándose resbalara hasta quedar sentada y apoyada con la estufa, con su cabeza escondida entre sus brazos. Su amiga imito sus pasos y quedo a su lado, colocándole una mano en su hombre en muestra de apoyo y dándole a entender que se encontraba ahí y que podría sacar todo —. Es un… idiota. ¿Por qué no puede ser como Menma-san?, él por lo menos no me ha visto con esos ojos ni ha intentado nada. ¡Ah pero su hermano!... me tiene harta. De verdad que sí.

—Vamos, no te pongas asi. Solo sigue ignorándolo y ya verás que se aburrirá y te dejará en paz –le mostró una linda sonrisa, tratando de animarla y que dejará de pensar asi.

—Eso espero Matsuri. O sino, créeme que me volveré loca –suspiro y miro a su amiga, sonriendo levemente de ver que trataba de animarla y hacerla olvidar, por lo menos, unas horas sus problemas, en especial con Namikaze Naruto, el hermano gemelo de su jefe y el heredero de la empresa Namikaze; su cabello era negro y largo, con destellos azulados, ojos color perla como la misma luna y piel clara.

—No dejes que eso suceda; se paciente, esos hombres siempre se cansan al ver que no podrán obtener lo que quieren –dijo con sabiduría, y más por todas las cosas que la ojiperla le había contado de su vida. Sus consejos habían servido y ella más de una vez se había salvado de situaciones que sin duda le hubiese dejado una herida en el corazón; su cabello era castaño y corto, ojos color negro como la misma tinta de escribir y piel clara —. Pero… ¿asi de canalla es?

—Ni te lo imaginas –murmuro Hinata, mirando al techo —. En las revistas de sociales siempre ha salido sobre sus amoríos, es un completo mujeriego que cree que podrá conseguir lo que desea con tan solo un chasquido de dedos. Pero se equivocó conmigo –apretó sus manos —. Porque yo no voy a caer en su juego.

Nunca.

*-._.-*-._.-*-._.-*

Con disgusto más que nada, entro al bar que era uno de sus preferidos. La verdad habría preferido quedarse en la casa de esa mujer que había conocido esa misma noche, disfrutando algún divertido juego en su apartamento.

Pero no.

Por culpa de su hermano se encontraba ahí. Y más le valía que fuese importando o sino, solamente él sería hijo único.

De inmediato la música de jazz llego a sus oídos, al igual que el bullicio de las personas que se encontraban en lugar, pasando un momento agradable acompañados. A lo lejos, o mejor dicho, sentado en la barra, vio a Naruto, que se encontraba bebiendo algo.

Negó con su cabeza al ser algo típico.

—¿Y bien? –pregunto una vez que se sentó al lado del rubio. Le hizo una señal al barman que le trajera lo mismo que Naruto —. ¿Qué es eso tan importante que quieres hablar conmigo?

—Necesito un favor de tu parte –habló al terminarse por completo el contenido de su vaso, dejándolo vacío. Naruto miro a su hermano, que detuvo su vaso a medio camino antes de darle el primer trago si quiera.

—¿Un favor? ¿Yo?

—Asi es. Solamente tú puedes hacerlo.

—Aja… me siento honrado… –masculló desviando su mirada de Naruto y tomando un tragó. La verdad se sorprendió de lo que Naruto acababa de decirle.

¿Naruto pidiéndole un favor?, eso era algo nuevo. Conocía a Naruto, no por nada eran hermanos a pesar de que Naruto fuese mayor; era demasiado terco y orgulloso como para pedirle un favor a menos que fuese algo que necesitaba con urgencia y que él precisamente, fuese su salida de rescate.

—¿Y de que se trata? –pregunto tomando otra vez del vaso; su cabello era negro y alborotado, ojo color azul como el zafiro y piel ligeramente morena con tres marcas en cada una de sus mejillas.

—Quiero ser yo quien vaya a Paris.

Al escuchar las palabras de Naruto, se sorprendió tanto que termino atragantándose con el trago.

¿Qué había dicho?

—… cof… cof… –se dio unos golpecitos en su pecho para mirar a Naruto, que se mantenía en la misma posición, más entretenido en jugar con el vaso que verlo —. ¿Q-Que dijiste?

—Que quiero ser yo quien vaya en tu lugar a Paris…

—¿Y se puede saber porque?, a ti no te ha gustado el trabajo de ser quien convence a los socios de seguir invirtiendo en la empresa –expreso Menma con desconfianza y mirando con una ceja alzada al rubio, que suspiro ante de mirarlo.

—No hagas preguntas, solo contesta.

—No, tú contesta la mía. No me gusta repetir lo que digo: ¿Por qué?

Gruñó de ver que Menma era igual de cabezotas que él, por lo que no tuvo otro remedio que tener que confesarle el motivo de su inesperada decisión.

—Tú asistente. Hyūga Hinata –Menma enarcó una ceja.

—Sí, ¿Qué hay con ella? –Naruto le miro, dándole a entender lo que no quería decir, no por lo menos en voz alta —. Oh… –el peli negro lo entendió, por lo que no pudo evitar sonreír de manera burlona de ver el gran interés de su hermano sobre la dulce ojiperla que era su asistente —. No sabía que te gustará demasiado.

—¿Bromeas? ¿Acaso no las has visto? –pregunto un poco sorprendido. Y más sorprendido de ver que Menma no estaba interesado en la ojiperla, cosa que en verdad agradecía y suspiraba de alivio, pero también le extrañaba.

Y demasiado.

—Esa mujer tiene un cuerpo de Diosa, más de uno de los empleados que trabaja no le quitan el ojo de encima.

—Eso no lo voy a negar, pero hay cosas más importantes que uno debe ver que el cuerpo de una mujer. Además –Menma sonrió con arrogancia —, no podrías nada con ella.

Le miro con el ceño fruncido. ¿Qué no podía con ella? ¿Cómo estaba tan seguro?

—¿Y porque no?

—Naruto, Naruto, Naruto… a pesar de que digas que ya eres un adulto sigues siendo el mismo idiota de siempre –le dijo —, haces las cosas sin pensar.

—Yo he pensado mucho en esto, hermanito. Y quiero a esa mujer.

—Te ha rechazado cinco veces consecutivas, ¿no te ha quedado claro que ella no quiere nada contigo?

—No es ni la primera, ni la última mujer que me han rechazado, para después tragarse sus palabras, Menma.

Terminó de beber su bebida, para luego posar su mirada en la de Naruto. Conocía esa mirada, lo estaba retando, y él, como buen rival de toda la vida de Naruto, superando con creces a su mejor amigo-rival, Uchiha Sasuke, aceptó.

—Una apuesta –murmuro. Naruto sonrió de medio lado, aceptando —. Dejaré que vayas en mi lugar, junto a Hinata. Te daré ventaja, aunque eso no te servirá para nada. Si durante tres meses no consigues lo que quieres, entonces tendrás que darme tu hermoso auto. El Mercedes-Benz

—¿El Mercedes-Benz? –cuestionó y Menma asintió.

—Me gusta ese auto.

—¿Y qué pasa si gano? –le pregunto demasiado seguro de no perder ese precioso auto clásico que había adquirido por parte de un coleccionista.

—¿Recuerdas a Fuyoma Shion? –Naruto abrió sorprendido sus ojos al recordarla.

—¿La hija del ministro principal?

—Esa misma. ¿Te gusta no es asi?

—Es hermosa…

—Y es buena en la cama –dijo Menma, sonriendo de medio lado —. La razón por las que muchos no consiguen lo que quieren de ella es porque es hija del ministro principal, es un riesgo que muchos no quieren tomar. Pero yo a ella le gusto y he tenido oportunidades con ella.

—¿Y…?

—Si en caso, en que tú llegarás a ganar, podrías pasar un buen rato con ella y darte cuenta, por ti mismo, que los rumores sobre ella que es una fiera en la cama, son más que verdaderos –propuso, a lo que Naruto lo pensó por un momento —, además… es modelo, no lo olvides, y sabes que es demasiado caprichosa, yo podría convencerla de promocionar el nuevo producto que lancemos.

—Hm… ganaríamos mucho dinero y podríamos quitarnos la competencia de encima.

—Asi como Papá dejaría de darnos ordenes una y otra vez –ambos Uzumakis se miraron a los ojos, recapacitando las palabras que cada uno había dicho. Menma deseaba ese auto, ese hermoso Mercedes-Benz 300SL de color negro. Su color favorito. Mientras que Naruto, lo que su hermano proponía era tentador, además, podría matar de un solo tiro a dos pájaros; podría conseguir lo que tanto quería de Hinata, y podría saber si los rumores de Shion eran ciertos, asi como poder tener un gran arma en el lanzamiento del nuevo perfume que la empresa Namikaze lanzaría.

Miro una vez más a Menma, decidido de aceptar esa apuesta, en la cual, estaba seguro de ganar.

—Acepto. Si no logro que Hyūga Hinata caiga, tendrás… –gruñó —, tendrás mi auto.
—Ok. Solamente tienes plazo de tres meses, asi que no desaproveches esta oportunidad de estar solo con ella. Yo mismo me encargaré de avisarle y convencerla. Sabes que no le agradas, no mucho.

—Cambiará de opinión.

—Lo dudo, Naru-chan, lo dudo –se burló Menma, haciendo que Naruto frunciera el ceño.

—¿Se puede saber porque estas tan seguro? ¿Sabes algo que yo no sepa?

—Como te dije –Menma dejó el vaso en la barra, mientras se colocaba de pie, dispuesto a irse —. Hay cosas más importantes que debes saber que el cuerpo de una mujer.

—¿Cómo cuáles?

—Oh no, eso lo descubrirás tú mismo –río de tan solo imaginarse la cara de su hermano cuando se enterará —. No creas que solo tú seas el único que tiene trucos bajo la manga; yo cuento con los míos también.

—Di lo que quieras, Menma. No sabes cómo deseo ver tu rostro cuando gane –se mofó, algo que Menma solamente río.

—Va a ser al revés, Naruto. Porque el sorprendido serás tú.

Ninguno de los sabía que a partir de ese momento, habían sellado su destino para siempre.

En donde el juego, habría dejado de serlo para convertirse en algo más profundo.

Una verdadera rivalidad.

Continuara…

*-._.-*-._.-*-._.-*

Hola a todos, soy nueva en el foro y aquí les traigo uno de mis fics que he hecho. Espero de todo corazón que les guste y me dejen sus comentarios.

Menma es un personaje de la recien pelicula de Naruto Road to ninja, es el Naruto Uzumaki de ese mundo. Pero en este fic será el hermano gemelo de Naruto.

Nos leemos en la otra.

Un beso.

Owww Se ve interesante o.O Estare el pendiente en la actualzación Un naruto posesivo y caprichoso , que solose fija en el cerpo... Esto me huele a que va haber lemmon!!!

Awwwwwwwwwwww Pero q weno esta la conti por favor CONTII!!!

Mitzu-chan! es bueno verte por estos lares también!
aunque bueno, por lo visto este tema lo has posteado desde hace tiempo, sin embargo espero que también puedas actualizar por este lado!
cuídate!
sayo!

 Continuala porfavor  Esto tendra lemon claro esta