[NS] Solo busco la verdad (actualizado 25-sept.-2.013)

Naruto había completado su entrenamiento para dominar el elemento viento. Todos los demás también habían entrenado para ser más fuertes. Se les acababa el tiempo, era algo que cada vez se notaba con más fuerza en el aire.
La Hokage reunió a los ninjas en su despacho. Iba a comenzar una de las peores misiones y decidió reajustar los grupos:
> Kiba, Akamaru e Hinata, capitaneados por Shino (ahora jounnin, además de que Kurenai a causa de su embarazo no podía pelear)
> Lee y TenTen, capitaneados por Neji.
> Ino y Chouji, capitaneados por Shikamaru.
> Kotetsu e Izumo, capitaneados por Genma.

—Muy bien,—comenzó la Hokage— vosotros que ya habéis sido nombrados, retiraos. Podéis entrenar como equipo o tomaros el día libre. Pero mañana quiero veros aquí a las 9 en punto.
—¡Hai! —exclamaron los aludidos, y se marcharon.

—De acuerdo. Ahora viene lo difícil. Como sabéis esta vez es diferente. Todos vosotros habéis venido por propia voluntad, y por ello deberéis asumir las consecuencias. Sino tenemos éxito es probable que seáis desterrados y tachados de traidores... en el mejor de los casos. Aún estáis a tiempo de echaros atrás. Porque en el momento que os asigne comenzará vuestra misión, no tendréis un día para pensarlo como los demás.
—Como ha dicho, hemos venido libremente. —respondió Kakashi. —Aceptamos el riesgo en el momento en que entramos por la puerta. Es por eso que no todos entraron... — miró de reojo hacia atrás. En la puerta había varios ninja que no llegaron a entrar, como Ibiki o Ebisu.
—Bien. Entonces preparaos, no hay tiempo que perder. El primer equipo saldrá inmediatamente. Su misión es hacer un rápido reconocimiento de la situación e informar. En cuanto recibamos su informe saldrán los demás. Den un paso al frente, ¡Sai, Gai!

Ambos se adelantaron.

—Por sus habilidades son los mejores para esta misión, cuando otros tendrían casi un día de camino, ustedes confío en que nos enviarán el informe esta misma tarde.
—¡Hai! —exclamaron ellos.

—De acuerdo. —continuó Tsunade— Ya ha comenzado... Nunca pensé que este momento llegaría.
—Estás haciendo lo correcto, Tsunade. —animó Jiraiya.
—¿Tú crees?... —dudó ella. —El deber de un Hokage es proteger a su aldea pase lo que pase. Y yo estoy poniendo en peligro a nuestros ninjas más importantes...
—¡No digas tonterías! —gritó Naruto—¡¡El deber de un Hokage es hacer lo mejor por la villa!! ¡¡Y esto es algo que se tenía que haber hecho hace mucho!! Hace... más de 10 años...
—Naruto... —murmuró Sakura.
—¡Je! —rió Tsunade— Tan maleducado como siempre... pero tienes razón. Está bien, ¡continuemos! Pero antes necesito saber si aceptarán lo que les asigne.
— ¡Sí, aceptaremos! —exclamaron al unísono.
—No me han entendido... Sea lo que sea... necesito que lo acepten. Incluída tú, Shizune. — dijo, mirando a un lado.
— ...Sensei... Sí, ¡aceptaré lo que quieras encargarme! — y se situó con los demás, enfrente de la Hokage.

—Entonces, los siguiente grupos serán así: Kakashi y Sakura, Yamato y Naruto. Vosotros seréis los dos grupos de refuerzo para Sai y Gai.
—Pero... Oba-chan... No creo que sea buena idea separar al equipo...
—Necesitamos equipos muy ágiles. —explicó Tsunade. —Además, es necesario que tú vayas con Yamato.
—Hai... —asintió el rubio, no muy convencido.
—Entrenen, duerman o desahoguen el agobio que les produce esto. Pero después de la comida estén atentos porque en cualquier momento podría llegar el informe de Sai y Gai.
Naruto, Sakura, Kakashi y Yamato asintieron y se marcharon a prepararse.

—Bueno, ahora sólo quedamos nosotros... —dijo Jiraiya—¿Qué nos tienes preparado? — mirando a su alrededor. En el despacho sólo quedaban Tsunade, Shizune y Jiraiya. Tsunade sonrió.

—Hay cosas que aún así no saben — dijo mirando por la ventana. — No van a estar solos. No podría pedirles eso.
—Tsunade... —dijo Shizune— ¡¡Me estás asustando!!
—Eso es que me conoces. Sí, Shizune, el último equipo está compuesto por Jiraiya... y por mí.
—¿¿¿¡Quéeeeee!??? —exclamaron ambos.
—La aldea necesita "saber" que todo sigue en orden. Pero no puedo esperar aquí y dejarlos marchar. Tengo que ir yo también.
—Pe-pero... —murmuró Shizune — entonces...
—Entonces quiero que te hagas pasar por mí mientras no estoy, para no preocupar a la gente.
—¿¿A qué viene esto?? —inquirió Jiraiya.
—Bueno, no será la primera vez que lo hagas verdad,¿ Shizune? — la morena enrojeció.
—Está bien... Dije que aceptaría lo que fuera... Y eso es lo que haré. Si van a formar equipo los dos... significa... significa que lo que tiene pensado para ustedes... es de nivel Kage, ¿no es así?

Tsunade no respondió, sólo miró al Sannin, que asintió aceptándolo.
—No sabes cuánta razón tienes, Shizune...

Kakashi, Yamato, Sakura y Naruto habían quedado en Ichiraku ramen para comer , y estar alerta desde ese momento por si llegaban noticias de Sai y Gai.

Hasta entonces cada uno siguió su camino. Sakura se fue a casa para prepararlo todo con cuidado, Kakashi simplemente desapareció, mientras Yamato y Naruto se quedaron hablando:

—Naruto, sé que te hubiera gustado estar en el equipo con Sakura...
—Sí, sí — interrumpió — No hace falta que me sermonees, lo entiendo. Todos dais por sentado que voy a perder el control. Aunque no os culpo por pensarlo... Quizá sea un alivio que lo penséis... porque... yo también lo creo.
—¿¡Qué!? Naruto... ¡Pero no deberías pensar en eso! ¿Es que piensas utilizar el poder del Kyuubi?
—Capitán Yamato, —contestó sonriendo—perdóneme pero... éste es el momento decisivo para mí. Hace tiempo hice una promesa... ¡y voy a cumplirla sea como sea!
—Sí, he oído sobre esa promesa... Pero tienes clara cuál es la misión, ¿verdad? Es demasiado compleja de por sí como para que tengas otras cosas en mente.

El rubio miraba hacia bajo y negaba con la cabeza. Sólo repetía "cumpliré mi promesa...". Yamato se sorprendió ante la reacción de Naruto, le gustaría intentar hacerle entrar en razón pero debía acudir a otro lugar.

—Naruto sé que vas a entrenar. No te canses demasiado... y no hagas ninguna tontería. Nos veremos en Ichiraku. —Naruto sonrió de oreja a oreja cuando oyó Ichiraku.

Poco después, en el despacho de la Hokage:
—Siento deciros que vuestra misión no acaba ahí.
—Éramos conscientes de ello. —admitió Kakashi—Obviamente Tenzo... perdón, Yamato, debe controlar el chacra del Kyuubi.
—Eso estaba claro, — dijo Yamato—si es por eso no era necesaria esta reunión. —ya casi con un pie fuera de la ventana.
—¡Espera un momento! —exclamó Tsunade. —Por supuesto que cuento contigo para eso, pero quería veros por algo más. — Yamato y Kakashi prestaron toda su atención. — Sois los únicos, aparte de Jiraiya y Shizune que vais a saber esto.
Tsunade les contó que ella también iba a participar en la misión, dejando a Shizune para que la reemplazara y no alertase a toda la villa.

—Lo que no encaja aquí es que nos lo esté contando a nosotros. —dijo Kakashi.
—Exactamente. —asintió ella. —Nosotros iremos de refuerzo, pero iremos más tarde. Cuando los otros grupos se hayan marchado y me asegure de dejarlo todo preparado. De todas formas sólo intervendremos si es necesario, por eso nadie más debe saberlo. Nuestra verdadera misión empieza a la vuelta...
—¿A la vuelta? —preguntó Yamato. —Pensaba que con traerles a la aldea...
—Capturarles no será ni por asomo algo simple, Tenzo.
—Es igual. —interrumpió Tsunade. —No sabemos si seremos capaces de eso... Y la peor parte nos espera a la vuelta. Konoha ha vivido varias guerras... pero nunca una guerra civil. Y es probable que sea lo que encontremos cuando volvamos.
—¡¿Una guerra civil!? —exclamaron ambos, incrédulos.
—Así es. Nuestra forma de gobierno es así desde que se fundó la villa... No sabemos si la gente del pueblo lo aceptará... Pero después de todo lo que hemos descubierto, se ha convertido en algo necesario. Pensé en llamaros a los cuatro para hablar de esto, porque junto a Jiraiya y Shizune sois las personas de mi más absoluta confianza, pero no sé si Sakura y Naruto están preparados para oírlo todo. En primer lugar, Danzo envió a Sai al equipo Kakashi, con el propósito de traicionarnos... Y para colmo lo de Itachi...
Los dos jounin se estremecieron al oír el nombre.

—Sí, no podía decirlo delante de ellos... Hemos esperado mucho tiempo y ahora lo hacemos con prisa... Ahora que sabemos que Sasuke mató a Orochimaru... Sabemos que su único objetivo es encontrar a Itachi para completar su venganza... — Tsunade dejó de dudar y les miró fijamente. — Lo esencial de la misión es traer a Itachi con vida, no a Sasuke.
Los dos pusieron una mezcla entre la sorpresa y el rechazo a esa idea, sin saber bien qué decir.

—Itachi—explicó Tsunade— fue una víctima de las circunstancias, en cambio Sasuke tomó sus propias decisiones sin que nadie se lo ordenase. Itachi sacrficó su vida, la de su familia y su reputación por la villa, pero Sasuke... ¡Sasuke sería capaz de destruirla si se interpone en su camino! Además es, aunque sea arriesgado, nuestra principal baza para evitar la guerra.
—Vaya, vaya... hice bien en quedarme por aquí. —se oyó una voz al otro lado de la puerta.
—No sé porqué no me extraña—comentó Kakashi.
—¡Pasa! —exclamó la Hokage. — Siempre está bien conocer tu punto de vista. — Se abrió la puerta y entró Shikamaru, con un cigarrillo colgando en los labios.

—¿Qué es eso de traer a Itachi con vida? —preguntó Shikamaru.
—¡Él puede evitar la guerra, Shikamaru! —justificó Tsunade— Es el testigo de primera mano de nuestros motivos.
—Sí, ya lo sé... pero ya es compleja la misión... ¡traer vivo a Itachi puede ser muy problemático!
—Todo lo que sabe la gente de la aldea es que Itachi mató a su familia, y que Sasuke busca venganza por ello. Pero para hacer algo así se necesita un motivo... Itachi lo tenía. Sólo cumplía órdenes. Le informaron de que su clan pensaba traicionar a la aldea... Y con todo el dolor de su corazón hizo lo que le ordenaron. Sin embargo, no podía vivir con la idea de haber matado a su familia... especialmente a su hermano pequeño. Es por eso que le dejó con vida y le empujó a vengarse de él, porque Itachi... es el primero que desea la muerte por lo que hizo. Por eso hay que traerlo antes de que pelee con Sasuke, porque si estoy en lo cierto... ¡No va a oponer mucha resistencia!
—¿Cómo puede pensar que es una pobre víctima? —continuó Shikamaru—¿Y por qué se unió a Akatsuki?
—Puede que haya motivos que no sabemos. No me sorprendería, sabiendo lo que ya hizo por la aldea. — Tsunade siguió, ignorando la cara de Shikamaru, dejando ver que no estaba de acuerdo. — En lo que tenemos que pensar ahora es el la misión que le falta por hacer a Itachi. Podéis iros, pero recordad esta conversación cuando llegue el momento.

Kakashi y Yamato asintieron y se marcharon. Tsunade se sentó en su mesa, comenzó a escribir, y sin levantar la vista dijo:
—Sé que no estás de acuerdo. No me hace gracia el hecho de contar con Itachi... pero de momento es así. Si no fuera por él, parecería que quiero comenzar una dictadura. Él es la pieza que nos falta para que esa idea no contamine la villa.
—Eso puede ser verdad, —reconoció Shikamaru—sin embargo ¿quién nos dice que no nos traicionará? Además, la misión... se supone que es traer a los dos Uchiha de vuelta, pero con lo que he oído... No tiene lógica ir al encuentro de los dos para traerlos a ambos.
—Es cierto. La razón es simple: cuando nos han informado de que finalmente Sasuke e Itachi van a enfrentarse, hemos tenido que reaccionar para traer a Itachi de vuelta.
—Sigue sin encajar... ¿Y Sasuke? ¿Qué papel tiene en este plan?
—Es que... ¿crees que tenía otra opción para contar con ellos, que no fuera decirles que recuperasen a Sasuke?

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Lejos de allí, Naruto parecía haber oído la última palabra de la Hokage.
—Sasuke... ¡por fin! ¡Esta vez sí! Ahora vamos todos... ¡Vamos todos a por ti! ¡Te traeremos de vuelta! — gritaba mientras entrenaba con un centenar de clones.

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Llegó la hora de la comida, y se reunieron Kakashi, Yamato, Sakura y Naruto en el Ichiraku ramen. Naruto gritaba mucho y comió aún más que de costumbre.

—¿Co.. cómo es posible? —preguntó asombrada Sakura— ¡Yo apenas puedo probar bocado de lo nerviosa que estoy!
—Cada uno lo refleja a su manera, Sakura. —contestó Kakashi. — En realidad él está peor que tú.

Sakura se sonrojó al darse cuenta de que tenía razón. En ese momento un sonido interrumpió los gritos de Naruto. Era una paloma mensajera, una paloma de tinta que se dirigía a la torre del Hokage. Casi a la vez que ésta, empezaron a aparecer los shinobis. Jiraiya, Shikamaru, Naruto, Sakura, Kakashi, Yamato, Neji, Genma, Shino y Anko se concentraron en el despacho de la Hokage, al ser obvio que el mensaje era enviado por Sai.
Tsunade tomó el mensaje y la paloma desapareción en un charquito de tinta.

—"Hemos averiguado que Itachi citó a Sasuke en el puente de la tierra mañana a mediodía. Esperamos los equipos de apoyo en un claro antes de esa posición." — miró al frente. — Está bien, no hay que hacerlos esperar, avisad a los que estaban citados mañana a las 9 am, que vengan en cuanto despunte el alba, sino será imposible que lleguen.
Shikamaru, Neji, Genma y Shino asintieron y salieron del despacho.

—Anko, —llamó Tsunade—tú estás encargada de la seguridad de la aldea durante este tiempo, confiamos en ti y en que sepas mantener la discrección y la calma entre los ninjas. Y vosotros, ¡marchaos ya al encuentro con Sai y Gai! Puede haber trampas o perseguidores, ¡así que id primero, Yamato y Naruto! Ellos os seguirán en media hora. De esta forma si caéis en una trampa podrán ayudaros.

Yamato le dio un beso en la mejilla a Anko ante la sorpresa de todos, lo que hizo que la kunoichi se sonrojara.
—Está bien... —dijo la kunoichi. —Nos veremos a tu vuelta.

Naruto se giró hacia Sakura y le dijo muy sonriente:
—Sakura-chan, esta vez cumpliré mi promesa, ¡vaya que sí! ¡Nada en el mundo me hará no cumplir con mi palabra! — y diciendo esto se marchó.

Sakura miró por la venta y vio como se alejaban de tejado en tejado.

—No te preocupes, te ha dado su palabra. —dijo Jiraiya—Esta vez Sasuke volverá a la aldea.
—Tonto ero-sennin... —pensó Sakura—¡No es eso lo que me preocupa!
—¿Estás bien, Sakura? —preguntó Tsunade, haciendo sonrojar a su alumna.
—Sí… —mientras pensaba: — Esta vez, Naruto, daré lo mejor de mí...

—Bien, ya ha pasado el tiempo suficiente. —valoró Kakashi. —¡Vamos, Sakura!
—¡Hai! - Y ambos salieron por la ventana.

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Pasaron un par de horas, Naruto y Yamato avanzaban sin hablar, igual que hacían al principio Kakashi y Sakura.

—Kakashi-sensei, paremos un segundo que voy a coger agua de ese arroyo. Seguro que no estará de más.

Kakashi pensó que seguramente nadie es tan precavido como Sakura, sí les vendría bien ese agua, bien para saciar la sed o bien para calmar las heridas, así que pararon. Sakura tomó agua y todavía cerrando el frasco volvieron a subir a los árboles para seguir avanzando. Sakura guardó el frasco en su mochila sin detenerse, y al hacerlo vio que había algo que ella no había puesto ahí. Lo sacó y vio que era una carta. Con cuidado para no perder el equilibrio y también para que Kakashi no se diera cuenta, la abrió y leyó:

" Sakura-chan, llegó el momento en el que cumpliré mi promesa. Traeré de vuelta a Sasuke para ti, para que al fin puedas estar con él y seas feliz. Tal vez no sobreviva a esta lucha, y ya no volvamos a hablar a solas. Sólo espero que todos tus sueños se cumplan, y que al menos a través de esta carta siempre sepas que estuviste en el corazón de tu amigo, Naruto ".

Una lágrima caía por la mejilla de la kunoichi. Paró un segundo y le dio un puñetazo a un tronco, atravesándolo. Kakashi miró alerta hacia atrás, pero al ver la cara de Sakura no dijo nada y continuó. Sakura le siguió, y sólo dijo en voz baja:
—Naruto, ¿es que no entiendes nada?

Empezaba a oscurecer cuando Naruto y Yamato llegaban al claro del bosque en el que se encontrarían con Sai y Gai. Al bajar de los árboles vieron las mochilas de ambos shinobis en el suelo. Al principio se alertaron, pero no tardaron en oír a Gai entrenando su taijutsu con un árbol, y al mirar un poco más allá vieron a Sai entre unos arbustos.

—¡Ya era hora! —exclamó Gai sin detenerse— ¡Deberían entrenar más esa velocidad!

—Usted... —titubeó Yamato—¡Usted es el eterno rival de Kakashi!

—¡¡Sí!! Kakashi y yo siempre hemos competido a ver quién era el más poderoso en tremendas batallas, pero estamos tan igualados que un centenar de luchas después no se ha resuelto la duda. — con pose de "tío guay".

—Madre mía—pensó Naruto— Si no conociera la historia podría creer lo que cuenta Gai-sensei... igual que Yamato. — viendo que Yamato mira a Gai con cara de admiración mientras Gai se ríe a carcajadas.

—Es complicado espiar en silencio si montan tanto escándalo. —reprochó Sai, dándose la vuelta, dejando a la vista unas culebrillas de tinta volviendo a su pergamino. Sai las estaba usando para recolectar algo de información antes de que anocheciera.

—¡Sai! —saludó Naruto— ¡Amigo! ¿Cómo fue la búsqueda de información?

—Si estás aquí es que conoces el contenido del informe. No hay nada aparte de eso.

—Tú siempre tan frío... — le rugieron las tripas y cambió de expresión— ¡Ey! ¿Qué hay para cenar? ¡Estoy hambriento! ¡Vayamos preparando el campamento!

Yamato quiso levantar una casa de madera pero se lo impidieron ya que eso dejaría un rastro de chacra fácil de seguir, así que entre todos hicieron una pequeña brasa y montaron tres tiendas de campaña. Cuando acababan de terminar llegaron Sakura y Kakashi.

—¡Sí que tardaron! ¡Parece que estás perdiendo facultades, Kakashi!

—Sí sí... lo que tú digas.

Sakura miró a Naruto de forma que el rubio supo que ya había leído la carta. Y como era algo de lo que no quería hablar, evitó la situación.

—¡Bien! ¡Ya estamos todos! ¡Es hora de cenar! ¡Ramen ramen ramen!

Se sentaron alrededor de la brasa y cenaron.

—Bueno,—dijo Kakashi— debemos descansar para mañana. Va a ser un día muy difícil.

—¡Claro! —apoyó Yamato— Esto... ¿cómo repartimos las tiendas?

Kakashi miró a Sakura recordando la escena del bosque, así que tomó la iniciativa. Miro a Yamato y Gai y dijo:
—Parece que vosotros os habéis llevado bien, podéis compartir tienda e historias. Yo dormiré con Sai para que me dé los detalles de todo lo que haya podido averiguar. — y diciendo esto Yamato y Gai ya reían con sus anécdotas, y Kakashi le dijo a Sai en voz baja: — Os habéis convertido en un muy buen equipo. Eso es bueno a la hora de combatir. No quiero que mañana todo el trabajo se vea resentido porque esos dos no hablaron de lo que les ocurre.

Sai sonrió y asintió, dándole la razón.
—Creo que hay cosas que nunca llegaré a entender. Kakashi-sensei, sin embargo no tengo más detalles que darle.

—Es lo de menos, la verdad es que pensé que contigo en la tienda podría leer sin interrupciones.

—Bien, entonces yo haré lo mismo. — Y ambos se fueron a la tienda.

Mientras, a Sakura y Naruto apenas les había dado tiempo de reaccionar.

—Bueno, va siendo hora de entrar, hace frío. —dijo Sakura.

—Sí, ahora voy. —respondió Naruto, cabizabajo.

Sakura entró a la tienda y al ver que pasaba algo de tiempo y Naruto no había entrado salió a buscarlo, pero no estaba en el claro en el que habían acampado. Caminó un poco hasta que llegó al puente de la Tierra, que era donde se habían citado Itachi y Sasuke. Allí estaba sentado Naruto mirando su reflejo, estaba tan absorto en sus pensamientos que no se dio cuenta de que Sakura estaba allí.

—Así que aquí es donde acaba todo... — decía Naruto mientras se lo imaginaba. — Sasuke volverá a la aldea con Sakura, y... yo... probablemente muera en el intento... sino es él... será Itachi. Pero pase lo que pase cumpliré mi promesa, ¡Sakura-chan podrá ser feliz al lado de Sasuke!

Al oír esto, a Sakura le cayó una lágrima por la cara pero hubo otro sentimiento que pudo más... el que le hizo avalanzarse sobre Naruto y darle un puñetazo que hizo que el rubio cayera al agua.

—¡¡Ay!! Sakura-chan... ¿por qué…?

—¿Quién... te crees que eres? ¿Cómo eres capaz de dar toda mi vida por sentado? ¿Piensas que he venido hasta aquí para esperar a ver cómo termina e irme con Sasuke? ¿Crees que para eso he entrenado tan duro todo este tiempo? ¡Te dije que me valdría por mí misma esta vez!

—Pe-perdona Sakura-chan... —se disculpó Naruto— Tienes razón en que estaba imaginando cosas y creo que te infravaloré... — dijo avergonzado, bajando la mirada.

Sakura llevo una mano a la cara del rubio, que cerró con fuerza los ojos esperando recibir otro golpe. Sin embargo ella levantó suavemente la cara de Naruto, que la miró extrañado:

—Sa..Sakura-chan...

—Naruto mañana puede ser el día que tanto tiempo hemos estado esperando. Los dos nos hemos preparado mucho para ello. Mañana a estas horas, ¡volverá a existir el equipo 7!
Ambos sonrieron.

—Ahora mejor vamos a dormir, —aconsejó ella— ¡necesitaremos toda la energía mañana!

—Hai!

Así lo hicieron, se metieron en la tienda de campaña, ambos quedaron tumbados dándose la espalda.

—¡Maldición! —pensó Sakura— ¡No hablamos sobre la carta! De todos modos, estoy segura de que tendremos tiempo de hacerlo... mañana. — se giró, mirando a Naruto. Éste a su vez se giró, tenía los ojos cerrados así que Sakura siguió con sus pensamientos — Naruto, mañana te demostraré... ¡os demostraré a todos que Sakura Haruno es digna alumna de su maestra! — y cerró los ojos. Entonces Naruto abrió los suyos.

—¡Claro Sakura-chan! —pensaba— Eres increíble, y contigo y con todos, ¡cuando lleguen mañana lo lograremos! De todas formas... Si tuviera que morir un día, me basta con haber podido mirarte así ahora... Nunca pudo haber algo más hermoso... — Y con este pensamiento se durmió.

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Aún no había aparecido el primer rayo de sol, sin embargo la Hokage se despertó de golpe, se había quedado dormida sobre su mesa pensando en lo que depararía el día que iba a comenzar.

—Veo que ha pasado aquí la noche, Tsunade-sama.

—Je, —dijo la Hokage al reconocer la voz— parece que hay más gente de la que he tenido en cuenta que no ve la hora de reencontrarse con Sasuke. ¿No es así, Ino?

—Por supuesto. No he podido pegar ojo y vine aquí. Espero que no le moleste.

—En absoluto. Aunque más hubiera valido que hubieras descansado. Hoy necesitaremos no sólo tu poder, sino también tus habilidades médicas.

—Lo siento, Tsunade-sama. —se disculpó Ino agachando la cabeza— No fue porque quisiera, simplemente me fue imposible conciliar el sueño.

—No tienes porque explicarte. Sé que te hubieras quedado más tranquila si hubieras ido con ellos ayer. Pero necesito que los grupos estén unidos.

—Lo entiendo... Y no es eso... Simplemente estoy nerviosa. - dijo sonrojada.

Tsunade se volvió hacia ella muy seria:
—Ino, hoy va a haber una lucha muy seria. No es el reencuentro con un viejo amigo... al menos aún no. Además para traerlo hay que derrotarle primero... ¡hay que derrotarlos a ambos!

Ino quedó sorprendida y avergonzada ya que ella sólo pensaba en ver a Sasuke otra vez. En ese momento, alguien más llegó.

—Sabía que estarías aquí, Ino. Los dos lo sabíamos.

—¿¡Shikamaru!? —exclamó la Yamanaka— Vaya, sí que soy predecible. ¿Quiénes lo sabíais?

—Chouji... Pero al comprender que tenía algo de tiempo se fue a desayunar... ¡Qué fastidio!

—Bien, pasad y esperemos a que vengan los demás. – ordenó Tsunade, mientas miraba por la ventana, en el horizonte ya empezaba a notarse un hilo de claridad. — No tardarán.

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En el bosque, Sai dibujaba en unos pergaminos, mientras Sakura se le acercó por detrás.

—Buenos días, Sakura.

—¿Qué? ¿Cómo sabías que estaba aquí?

—Es parte del entrenamiento de Danzo-sama, no te preocupes. También sé que Kakashi-sensei me observa hace rato. — dijo sin moverse. Kakashi salió de detrás de unos arbustos.

—Vaya, debo de haberme vuelto descuidado.

—No es eso, —repuso Sai— es que dejó de concentrarse para ver mi dibujo.

—Sí, eso es verdad, dibujas muy bien Sai, podrías hablar con Jiraiya para ilustrar sus libros!

—Sí claro, —pensó Sakura— ¡lo que me faltaba, que Sai también se hiciera un pervertido!

—No lo creo. —dijo el moreno—Además sólo estoy preparando el combate. — y dando por finalizada la tarea, guardó el pincel y empezó a enroscar los pergaminos. A Sakura le dio tiempo a ver que Sai había preparado un ejército de fieras de tinta para la batalla. Fue la primera señal del día que les esperaba. Decidió entonces que era hora de llamar a Naruto, y entró en la tienda de campaña.

—¡Naruto! ¡Debes levantarte!

—Mmmm... ¡vamos, si aún no ha amanecido!

—¿Has olvidado que día es hoy? ¡Sai ya lleva un buen rato preparándose! — Naruto reaccionó a estas palabras y se puso en pie de un salto.

—¡No! ¡No puede haber nadie más preparado para este día! - Sakura sonrió.

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Despuntaba ya el primer rayo de sol, cuando Lee entró al despacho de la Hokage.

—Bien, ya estamos todos. —dijo Tsunade.

—¡¡No-no puede ser!! —pensó Lee—¡Si llegué antes de la hora! Parece ser que todo el mundo espera que esto empiece...

—Vayan. —ordenó la Hokage— Pero no se separen de sus equipos bajo ningún concepto. No quiero a ningún ninja solo en el bosque hoy. Si encontraran una trampa o un enemigo, que el equipo entero se enfrente a él. Si hubiera complicaciones, Jiraiya y Shizune irán poco detrás para ayudarlos. ¡Ahora, adelante!

—¡Hai! – exclamaron todos, y salieron.

—Así que Shizune y yo... —bromeó Jiraiya— Vamos Tsunade, ¡no tardarán en averiguar que eres tú quien irá!

—Ya lo sé, pero no puedo perder tiempo en que intenten convencerme de que me quede. ¿Shizune, estás lista? - Shizune entró con apariencia idéntica a la de la Hokage.

—Todo lo que puedo estar.

—Está bien, ¡entonces, vamos Jiraiya!

—¡Hai! – y ambos salieron por la ventana del despacho.

Mientras cruzaban la salida de la villa, una kunoichi los observaba. Era Anko, la que se encargaba de mantener la normalidad en Konoha. "Buena suerte — pensó — vamos a necesitarla todos".

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En el claro del bosque, un grupo de shinobis llevaba toda la mañana preparándose en silencio. Hasta que una voz rompió ese silencio.

—Vaya parece que no perdieron el tiempo después de todo.

Todos se sorprendieron. Parecía imposible que hubieran llegado tan rápido.

—¡¡Hola Gai-sensei, —saludó Lee—ya hemos llegado!! ¿Cómo estás, Sakura-chan? — Tenten lo golpeó para que se callara.

—¿Somos los primeros en llegar? —preguntó Neji.

—¡¡Sí!! —exclamó Gai—¡No es de extrañar de mis alumnos! - Kakashi lanzó un kunai que pasó entre los dedos de Gai, que lo miró atónito.

—¿Cuántas veces hay que decir que tenemos que pasar inadvertidos? —criticó Kakashi mientras Gai y Lee miraron al suelo avergonzados.

Fueron llegando todos los demás grupos, primero el grupo de Shino, Kiba, Akamaru e Hinata, después Kotetsu, Izumo, y Genma, y algo después Shikamaru, Ino y Choji.

—¡Ino! —exclamó Sakura— ¿cómo fuiste la última? ¿Fuiste a la peluquería o qué? — Ino puso cara de enfado, pero Shikamaru se metió.

—He sido yo, no he querido ir muy deprisa. — dijo mirando hacia atrás, sabiendo que Tsunade y Jiraiya andarían por ahí.

Pasó el tiempo y pronto las culebrillas de Sai empezaron a notar actividad.

—¡¡Es Sasuke!! — gritó Naruto, precipitándose hacia adelante, pero antes de revelar su posición Kakashi lo sujetó.

—Espera. Antes tiene que aparecer Itachi.

—¿Qué más da Itachi? —protestó el rubio—¡Podemos derrotar a Sasuke ya, y llevarle de vuelta!

—Naruto—murmuró Kakashi— estamos todos aquí por un motivo. No actúes sin pensar. — Naruto se contuvo y permaneció en el escondite.

Pasados unos minutos, alguien se acercó lentamente...

—¡Es Itachi! —dijo Ino, algo asustada—¿No habrá más Akatsukis?

—No. —respondió Genma— Esto es entre ellos dos.

Itachi paró a pocos metros de su hermano.

—Vaya vaya... estás distinto, hermanito.

—¡No me llames hermanito! —gritó Sasuke—Y sí he cambiado, es lo que tiene haber matado a Orochimaru. Algo que tú no pudiste hacer.

—Sí pude hacerlo. Pero sólo lo frené.

—¡Je! Pues necesitarás algo más que eso para derrotarme!

Justo iba a comenzar el combate, cuando Naruto no pudo más y saltó sobre los arbustos.

—¡¡¡¡¡¡¡Sasukeee!!!!!!!!

—Así que era eso. —dijo Itachi— ¡Los de ahí, podéis salir, se os acabó el factor sorpresa!

Varios shinobis se dejaron ver entre los arbustos de los que salió Naruto.

—Muy bien Naruto, —dijo Sasuke— metiendo la pata, como siempre.

—En eso te equivocas. —corrigió una voz—Esta vez Naruto era el señuelo. O más bien había varios señuelos. No está mal ¿eh?

Itachi y Sasuke miraron hacia el otro lado del puente, desde donde venía la voz, sólo les dio tiempo de distinguir a Shikamaru antes de quedar atrapados en su técnica. Shikamaru agachó la cabeza, después lo hicieron ambos Uchiha.

—¡Ahora! —exclamó el Nara— ¡Ya no podrán utilizar el sharingan!

—¡Bravo Shikamaru! —felicitó Naruto— ¡¡Bien hecho!!

—Te... te lo advierto Naruto... no te incumbe. —protesto Sasuke— Esta es una lucha entre hermanos.

—Entonces sí que me incumbe, Sasuke. —contestó sonriendo Naruto.

—¡No eres el único que tiene algo que cumplir! —exclamó Naruto.

—Naruto, déjalo ya. —suspiró Kakashi.

—Ey... —murmuró Shikamaru, jadeando — podéis... echarme una mano... por aquí... Veréis, es que... estoy intentando... controlar a dos... a dos Uchiha, ¿¿sabéis??

—¡Aguanta un segundo Shikamaru! —dijo Neji mirando a su prima. — ¿Estás lista, Hinata-san?

Ella asentió y ambos saltaron, Neji hacia donde estaba Itachi, e Hinata hacia donde Sasuke. En este momento se estaba debilitando el control de Shikamaru... Los Hyuga fueron todo lo rápido que pudieron para cortar las líneas de chacra de los Uchiha para que no pudieran utilizar su genjutsu. Cuando estaban en ello los hermanos ya podían moverse un poco, Itachi levantó la cabeza hacia Neji, que cayó en su técnica, quedando atrapado en su pesadilla, donde veía como su padre fue enviado a la muerte a rastras por su hermano. Neji caía al suelo sin embargo reaccionó justo para acertarle a Itachi en la sien.

—¡Esos ojos ya no detendrán a los demás! — exclamó antes de desplomarse.

—Uno menos. —dijo Itachi—¿Por qué no te deshaces tú de la otra Hyuga?

Sasuke ya estaba casi liberado del todo. Hinata, que no había conseguido inutilizar su sharingan, retrocedió un instante, y volvía a la carga mirando los pies de Sasuke para evitar toparse con sus ojos. Sasuke agarró el brazo de Hinata según se acercaba, le dio un rodillazo en el estómago y la lanzó al otro lado del puente, donde Shikamaru apenas tuvo fuerzas para recogerla.

—Veo que te has convertido en un caballero... —ironizó Itachi.

—Sí, —pensó Sakura— "todo delicadeza".

Sasuke soltó una carcajada, todos se sorprendieron porque esa risa se parecía más a Orochimaru que al Sasuke que conocían.

—Y que este clan tan débil sea el que continúe en Konoha... Y el clan Uchiha, que es el más poderoso, ¡ha sido casi exterminado por un traidor! ¡Pero eso lo voy a solucionar hoy mismo!

Mientras Sasuke avanzaba hacia su hermano, ignorando a los demás, cuando Kakashi gritó:
—¡¡¡Ahora!!!

Entonces Kotetsu e Izumo se dirigieron hacia Sasuke a toda velocidad. Izumo iba haciendo sellos mientras Kotetsu sacó su arma (como una maza enorme), y se lo lanzó a Sasuke mientras por la técnica de Izumo aparecía un extraño líquido en el suelo. Sasuke esquivó esto con facilidad, cuando se despejó el polvo que se había levantado se vio como el arma de Kotetsu había hecho un profundo agujero en el suelo, y Sasuke estaba al lado.

—¡¡¡Ya!!! —gritó Kotetsu. Entonces Sasuke trató de ir hacia ellos pero estaba pegado al suelo por el líquido que provocó Izumo, y vio como por otro agujero en el suelo tras él salía el arma de Kotetsu que iba directo a él. Se oyó un fuerte golpe. Ambos shinobis pensaron que había sido el final del Uchiha, cuando se oyó el grito de Naruto:

—¡¡¡¡Sasukeeee!!!!

Cuando pudieron ver el lugar donde estaba Sasuke pegado, sólo se distinguían unas pequeñas descargas eléctricas. Kotetsu e Izumo sólo pudieron girarse para ver al pequeño de los Uchiha saltando sobre ellos, con la katana en la mano envuelta por unos rayos azules.

—¡Chidori! — Y atravesó el cuerpo de los dos ninjas, que cayeron al suelo terriblemente heridos.

Sasuke miró a los de Konoha desafiante:
—Si esperáis un minuto, con gusto me enfrentaré a vosotros.

—No es por ti por quien venimos. —repuso Yamato, sorprendiendo mucho a todos los que no sabían de las últimas órdenes de la Hokage... a todos menos a Itachi.

—¿Ya le habéis visto las orejas al lobo? —rió Itachi—No esperaba enfrentarme a todo lo relacionado con "aquello" en un mismo día.

Apenas habían podido reaccionar a lo que acababan de oír, Naruto no pudo aguantarse más y saltó hacia donde estaban Itachi y Sasuke. Sakura intentó sujetarlo pero se le escapó, así que corrió detrás de él.

—¡¡¡Naruto!!! ¡No te acerques!

—¡¡Basta de estupideces!! —exclamó Sasuke— ¡Voy a acabar con esto ya! — mientras creaba una barrera alrededor de ellos dos, sin embargo cuando se estaba terminando de formar la barrera fue el momento en que Sakura alcanzó a Naruto, intentó saltar sobre él para protegerlo pero el resultado fue que la barrera se cerró con ellos dos atrapados con los Uchiha.

—¡¡¡No!!! Maldita sea! . —gritó Yamato, empezando a hacer sellos.

—Detente. —dijo Tenma— Esa barrera no puede destruirse desde fuera.

—Entonces... —murmuró Ino— ¡¡Sakura y Naruto... están perdidos!!

—No, —repuso Kakashi— si alguien puede hacerlo... — entonces interrumpió Kiba:

—¡¡Sí!! ¡Estoy seguro de que Naruto podrá con ello!

—No me refería a Naruto. — Todos miraron asombrados a Kakashi para después concentrar la atención en la batalla. Allí estaban Itachi y Sasuke, impasibles mirando a Naruto, que seguía en el suelo. Al lado estaba sentada Sakura, con los ojos cerrados y las manos juntas.

—Je, tan débil como siempre. —pensó Sasuke— Sólo está esperando a que Naruto haga algo para salvarlos a ambos.

—Bien Naruto, —dijo Sasuke— serás el primero en morir, su gran esperanza acaba aquí. Levantó su katana rodeada de rayos sobre Naruto, y justo cuando iba a rematar al rubio, Sakura abrió los ojos con fuerza, haciendo sellos a gran velocidad.

—De eso nada. —dijo la pelirrosa, y aparecieron unas estalagmitas de tierra que atravesaron todo el cuerpo de Sasuke. Lo que provocó que se dispersara la barrera.

—¡¡Sa...Sakura-chan!!

—No pensarías que eres el único en descubrir la naturaleza de su chacra, ¿no?

—Si... —tosió Sasuke— eso estuvo muy bien... Pero olvidáis un detalle... — y empezó a abrir mucho la boca. — ¡Yo también tuve un sensei! — y de su boca salió otro Sasuke, igual que hacía Orochimaru.

—¡¡Kakashi-sensei!! —exclamó Sakura— ¡Antes de que recupere las fuerzas! — Kakashi hizo un gesto y se unieron al combate Kiba, Lee, Gai y Chouji.

—¡Gatsuuga (Doble Colmillo de Perforación)! - Akamaru cobró forma humana y ambos empezaron a girar a gran velocidad para atacar.

—¡Nikudan Hari Sensha (Tanque de carne con púas)! – Chouji se cubrió de kunais para hacer más efectivo el ataque rodador. Lee y Gai se preparaban para hacer conjuntamente el Gran remolino de Konoha. Estaban ya a pocos metros de Sasuke cuando de repente frenaron en seco. Estaban en trance.

—¿¡Pero cómo!? —exclamaron Naruto y Sakura.

—Parece que olvidáis con facilidad. —dijo Itachi— No puedo utilizar sharingan de mis ojos por culpa de vuestro amigo, pero puedo activar un genjutsu con un simple dedo. — Lee, Gai, Kiba y Chouji cayeron a un lado, sin fuerzas.

—¡Eso tiene solución! —exclamó Yamato —¡¡Sai!!

—¡Hai! - y unas culebrillas de tinta rodearon a Itachi para inmovilizarlo. Itachi no pudo librarse porque las culebrillas estaban cubiertas de chacra tipo eléctrico, y su tipo fuego no podía romper esa barrera. Antes de que Sasuke pudiera reaccionar, los animales estaban transportando a su hermano hacia donde estaban los de Konoha. Fue a acercarse pero una lluvia de armas arrojadizas provocada por Tenten le cortó el paso. Itachi ya estaba al lado de los shinobis.

—¡¡¡¡¡¡¡NOOOOOO!!!!!! – gritó desesperadamente Sasuke, y empezó a transformarse en un monstruo, por la influencia del sello maldito.

—¡¡¡¡Atrás todos!!!! —gritó Tsunade —¡Ya no podéis hacer nada aquí! — Jiraiya y Tsunade se pusieron de un salto delante de Naruto y Sakura. — ¡Kakashi! ¡Cuento contigo para llevarles a todos a la aldea y controlar a Itachi!

—¡Hai!

—¡Shino! —exclamó Tsunade.

—Ya estaba en ello... —murmuró el aludido, mientras en el suelo miles de insectos estaban recogiendo a los heridos y acercándolos a ellos, mientras Ino se preparaba para comenzar los primeros auxilios en el camino.

—¡Naruto, Sakura, Yamato! —exclamó Tsunade —Quedáos con nosotros. Pero ahora Sasuke no sólo tiene su poder, sino también el de Orochimaru. Esta batalla ahora mismo es de nivel Kage. — pronunció esas palabras mirando a otro lugar donde aparentemente no había nadie. Entonces de ahí salieron voces:

—Ya era hora, me estaba cansando de mirar. Ya pensaba que no terminaríamos nunca con el plan, Tsunade. — todos reconocieron esa rasgada voz...

—¡¡Ga... Gaara!! —exclamó Naruto.

De entre los árboles salieron Gaara, Kankuro y Temari.

—Kankuro, Temari, id con Kakashi... —ordenó el kazekage — seréis quienes mejor ayuden a controlar a Itachi.

—¡Hai! —asintieron sus hermanos— ¡Pero ten cuidado!

—Vaya, —protestó Sasuke, ya trasnformado. — cuando empezaba a ponerse interesante, prescindís de un jounnin... ¡Creo que no sabéis dónde os habéis metido!

—¡¡¡No nos infravalores!!! —gritó Tsunade, dando un puñetazo en el suelo provocando una grieta por la que se colaba el Uchiha, hasta que salió de un gran salto. Pero en ese momento se encontró con una enorme mano de arena que lo empujó de nuevo a la grieta. Todos esperaron unos segundos en silencio.

—Pero... ¡¿por qué?! —exclamó Naruto— ¡¡¡No lo matéis!!!

—Ya has visto de lo que es capaz, —dijo Yamato— no queremos matarlo, pero así no podremos llevarlo de vuelta, para eso tenemos que derrotarlo.

En ese momento empezaba a asomarse Sasuke por el agujero, Sakura hizo unos sellos y varias lanzas de tierra se clavaron el el Uchiha.

—¡¡Sakura-chan!! —gritó atónito el rubio —¿¿Qué haces??

—Ya lo has oído - agachando la cabeza - Tienen razón, tenemos que derrotarlo para llevarlo de vuelta.

Naruto se quedó asombrado. No le convenció esa respuesta, pero tal vez es que no existiera una respuesta correcta.

—¿¿Derrotarme?? ¡Ja ja ja! ¡Estáis muy lejos de eso! Además Sakura, ¿el mismo ataque otra vez? ¿Es que no tienes nada más? - diciendo esto se incorporó y un aura azul cubrió su cuerpo. Las lanzas salieron despedidas de su cuerpo, y los demás tuvieron que esquivarlas para que no les hirieran.

—¡¡Tsunade!! —exclamó JIraiya— ¡¡Mira!! - Alrededor del aura que reflejaba Sasuke se podían ver pequeñas descargas eléctricas.

—Así que es eso... —murmuró la hokage — ¡Escuchadme todos! ¡Tenemos una oportunidad! Rodeadlo, ¡¡Jiraiya, Naruto, Yamato, Sakura!!

Naruto y Sakura no entendían muy bien lo que pasaba pero hicieron caso. Así Naruto, Sakura, Jiraiya y Yamato formaron un cuadrado dejando a Sasuke en medio. Éste, cuando intento moverse, vio que una mano de arena lo sujetaba con fuerza. Tsunade empezó a hacer sellos.

—¡¡Ahora!! —exclamó la hokage.

Jiraiya miró a Sakura y Naruto y les dijo:
—¡Chicos, concentraos en la naturaleza de vuestro chacra!

Así lo hicieron, mientras Tsunade seguía haciendo sellos.

—¡Ésta parece una técnica muy compleja! —pensaba Naruto.

—Ojalá no sea peligrosa para Tsunade-sama... ni para Sasuke-kun... —pensaba Sakura.

De pronto a todos les rodeó una especie de aura, más luminoso que el que rodeó antes a Sasuke. El de Jiraiya era rojo, el de Yamato era azul claro, el de Naruto blanco, el de Sakura marrón y el de Sasuke azul oscuro.

—¡Cárcel de los elementos! —gritó Tsunade— ¡¡¡Cerrar!!! - En ese momento toda la luz se concentró en Sasuke, que no pudo hacer otra cosa que gritar. Cuando pasó, parecía inmóvil, y los cuatro que habían participado estaban agotados, Sakura incluso cayó al suelo exhausta.  

—¡Sakura-chan! —exclamó Naruto sosteniendo a la kunoichi— ¿Estás bien?

Ella abrió los ojos y llevó una mano al rostro de él.

—Na... Naruto... - y se desmayó.

— ¿Qué?... ¡¡¡¡¡¡Sakura-chan!!!!!! ¡¡Oba-chan haz algo!!

—Sólo está agotada, Naruto. ¿Te importa ocuparte de ella hasta que lleguemos a la aldea?

—¡Claro! – tomó  a Sakura en brazos, sonrojado. De pronto se puso serio - Pero, ¿¿qué pasa con Sasuke??

—¿No lo entendiste verdad? —preguntó Jiraiya — Es una técnica de Tsunade. Al ver que cuando Sasuke fue herido aparecio el chacra eléctrico, vimos que era la naturaleza a la que respondía Sasuke (antes que a la de fuego como los Uchiha). Así que la fuerza de los otros elementos ha sometido el poder de Sasuke. Tú, con el viento, Sakura con la tierra, Yamato con el agua, y yo con el fuego, nos hemos impuesto al rayo de Sasuke. En otras palabras, mientras estemos juntos los cuatro, Sasuke permanecerá así — miró al Uchiha, que estaba inconsciente en el suelo. Le recogió y comenzó la marcha hacia Konoha. Todos le siguieron, pero Yamato se retrasó ya que estaba preparando una paloma mensajera para que enviara el informe a la aldea para que pudieran estar preparados.

En esas circunstancias no podían ir muy rápido, así que cayó la noche antes de que llegaran a la villa.

—Descansemos. —propuso Tsunade— Mañana no tardaremos en llegar a Konoha si recuperamos las fuerzas.

Naruto llevaba inquieto parte del camino.

—Oba-chan... ¿¿Y qué pasará cuando lleguemos?? ¿Qué pasará con Sasuke? ¿Y con Itachi?

De eso nos ocuparemos mañana Naruto. Ahora ve a dormir. Mañana la lucha será de todos.


Continuará.

Ya amanecía cuando la puerta del despacho de la Hokage se abrió. Y una voz preguntó:

—¿Puedo pasar?

—Iruka, claro, pasa. —dijo Shizune, caracterizada como Tsunade.

—Quería hablar contigo.

—¿Tienes alguna duda sobre la reunión del consejo de anoche? —preguntó ella, hasta que cayó en la cuenta —... esto... ¿acabas de tutearme?

—Sí, lo he hecho. No podría tratarme de otra forma, nos conocemos desde la infancia, Shizune-san.

—¿¿¿Quéeeee??? Eh... ¿Qué dices, Iruka?

—No sé qué motivos ha tenido Tsunade-sama, pero la próxima vez si no quieres levantar sospechas deja a Tonton en casa. — el cerdito se escondía detrás de Shizune avergonzado. Shizune resopló y se dio por vencida.

—He metido la pata. ¿Alguien más se dio cuenta?

—No, tranquila, Shizune-san. Procuré distraer la atención por si tenía algo que ver con la misión.

—Así es.

—Entonces no me hace falta saber nada más.

— Iruka, mañana acabará todo y se despejarán todas las incógnitas. Sólo te pido paciencia.

—No te he preguntado nada. Igual que acepté el encargo de Tsunade-sama de quedarme aquí para mantener la normalidad en la academia y en el consejo, acepto el hecho de que no puedo saber todos los detalles de la misión. Aun sin saberlo, acepto lo que haya decidido Tsunade-sama, es una gran mujer... — miraba los rostros de piedra por la ventana — ... Pero sobre todo... Una gran Hogake.

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—¡Achuuuuuuu! —estornudó Tsunade— ¡Vaya! ¡Qué manera más desagradable de despertarse! Seguro que algún antiguo acreedor está hablando mal de mí...

—Bien, Tsunade-sama me alegro de que ya haya despertado. —dijo Yamato.

—¿Todo en orden durante la guardia, capitán Yamato? — dijo mirando al ninja, habían dormido a turnos para vigilar a Sasuke "por si acaso".

—Ha sido tranquilo. - y se levantó.

—¡Auuhhh! — bostezó Naruto, y miró a Sakura. — ¡Vaya! Esperaba que Sakura-chan ya hubiera despertado... Bueno, supongo que tendré que llevarla hasta la aldea, allí recuperará las fuerzas. — se acercó a ella para incorporarla, pero no pudo evitar quedársela mirando con una sonrisa. —Cómo puede ser tan bonita. —pensó, de pronto ella pareció mover un poco la cara y el rubio tuvo miedo de que se despertara, dio un salto atrás y se puso rojo. Pero vio que seguía dormida, así que finalmente la incorporó para poder tomarla en brazos.

—¿Qué haces? —preguntó Jiraiya, viendo la escena. —Aún no nos vamos.

—¿Cómo que no? ¡Hay que llegar cuanto antes! ¡¡Debemos hablar con Sasuke, y Sakura-chan debe reponerse!!

—No corras tanto. —objetó Tsunade— Vamos a desayunar aquí. Después no tendremos tiempo para eso. Hazme un favor... Lleva a Sakura al arroyo y despiértala. Necesitamos que esté en pie. Confío en que no serás muy brusco, no es lo mejor para alguien en ese estado.

—¡Por supuesto Oba-chan! ¡¡La despertaré!! - y con Sakura en brazos, fue al arroyo.

El rubio echó unas gotas de agua sobre la cara de la kunoichi, ésta movió un poco la cabeza por la impresión, pero no se despertó.

—¡Vaya! ¿y cómo puedo despertarla? — la miró fijamente y quedó hipnotizado. Por puro impulso, poco a poco se fue acercando a ella. — No, Naruto... detente... Aunque... ¿quieren que la despierte suavemente no?... ¿Y qué hay más suave... que un beso? — totalmente sonrojado, estaba ya casi rozando a su compañera, cerraba los ojos cuando...

—¡¡Ey Naruto!! —gritó Yamato a todo volumen— ¿¿Has despertado ya a Sakura?? ¡¡Venid a desayunar, vamos!!

Sakura abrió los ojos, despertándose de golpe. Naruto por la impresión también abrió los ojos, quedando encima de ella muy nervioso. Esta situación terminó con un puñetazo de Sakura que mandó a Naruto de cabeza al arroyo.

—¡¡Ayy Sakura-chan!! Yo... sólo quería despertarte...

—¡¡Vaya forma de despertarme!!

—¿Por qué grito? —pensó Sakura— ¡¡En realidad no estoy enfadada!! – sonrojándose.

—¡Venid de una vez! —exclamó Jiraiya.

Se sentaron todos juntos. Sasuke estaba a su lado, seguía inconsciente.

—Los demás nos estarán esperando a la entrada. —dijo Tsunade. —Todos los que han decidido apoyar esta misión vendrán con nosotros.

—¿¿Vendrán?? —preguntó Naruto— Pero... ¿no volvíamos a la villa?

—Sí, —dijo Tsunade— me refiero a que estarán a nuestro lado.

—¿Eso no dejará la frontera desprotegida? —interrogó Sakura.

—Más o menos como lo ha estado mientras hemos estado fuera. —dijo Tsunade. — Además, la peor amenaza de Konoha... está en su interior.

Todos quedaron muy serios ante esta sentencia, asintieron con decisión y terminaron el desayuno en silencio.

Naruto y Sakura miraron a Sasuke de reojo, pensando —¿¿Qué pasará ahora??

En cuanto terminaron, reanudaron la marcha.

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Un grupo de shinobis esperaban fuera de las puertas de la villa.

—¡Ya llegan! - dijo Kiba, olfateando.

—¿Podemos contar con todos, Ino? —preguntó Genma.

—Lo siento, yo no tengo las mismas habilidades curativas que Tsunade-sama o Sakura... Kotetsu-san e Izumo-san necesitarán ingresar en el hospital.

—No podemos llevar heridos al hospital ahora. —repuso Gai. — Y tampoco podemos dejarlos aquí, podrían atacarlos.

—Pero no podemos dejar a nadie para vigilarlos. —dijo kakashi— Al fin y al cabo una persona puede ser la diferencia entre la victoria y la derrota. — dicho esto, invocó a la jauría de perros ninja.

—¡Hola a todos! —saludó Pakkun.

—Esta vez os necesito para algo totalmente diferente. —respondió Kakashi. —Quiero que cuidéis de Kotetsu e Izumo, que nadie los ataque. En cuanto podamos vendremos por ellos.

—Por supuesto Kakashi. Sabes que puedes contar con nosotros. - y empezaron a formar alrededor de los dos heridos.

—No te preocupes. —dijo Sai, poniendo una mano sobre el hombro de Ino. —Eres una buena kunoichi y médico. Has hecho lo que has podido. - Ino se sonrojó

—Muchas gracias... Sai. Viniendo de alguien como tú, esas palabras sirven de mucho. — Sai se sobresaltó y la miró.

—"Alguien como yo"... ¿Qué quiere decir eso?

—Sí, bueno... no hablas por hablar como hace Naruto, y eres sincero en lo que dices. — Sai no entendió porqué, pero se sonrojó.

—¡Ése... —dijo Hinata— ése es Naruto-kun! - los dos grupos se habían encontrado al fin.

—¡Gai-sensei! —exclamó Yamato— ¡¡No lo va a creer cuando le cuente!!

—¡¡No Tenzo!! —pensó Kakashi— ¡¡Tú también no!!

Todos miraron la situación del otro equipo. Shikamaru sintió un escalofrío que le recorría la espalda al ver a Sasuke.

—Veo que se encargaron de los heridos. —observó Tsunade— No es agradable dejarlos, pero no tenemos tiempo, luego vendremos por ellos.

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Anko ya llevaba rato en la puerta principal de la aldea.

FLASH BACK

Anko caminaba por las calles y al llegar al parque frente a los rostros de los hokages encontró a alguien conocido sentado en un banco. Se acercó y se sentó a su lado.

—Veo que las noticias vuelan. —dijo aquel al sentir la presencia de Anko.

—Eso parece. ¿Hace cuánto lo sabes?

—Apenas hace un par de horas... Antes no supe nada. Así que no tienes derecho a enfadarte.

—¿¿Que no tengo derecho?? Si no sé qué significa esto... ¿Es que vas a dejar ANBU? —preguntó Anko— ¿Ésa era la razón que nos impedía estar juntos no? Por amor de dios, ¡ni siquiera sé cómo tengo que llamarte ahora! ¿¿Capitán... Yamato??

—Sigo siendo Tenzo. Pero ya sabes que mi identidad como ANBU debe permanecer en secreto. Por eso Tsunade-sama me ha dado una nueva identidad temporalmente.

Anko agachó la cabeza, avergonzada. Él no tenía culpa de nada. Yamato levantó suavemente el rostro de la kunoichi.

—No sé por cuánto tiempo será esto, pero ahora soy Yamato, un jounnin de la hoja. Un ninja que puede llevar la cara destapada, y si quiere... también puede besar a la mujer que ama... — y diciendo esto besó a Anko.

******** De este Flash Back salta a otro distinto, mucho más cercano ********

—Anko-chan, deprisa, sólo tenemos un minuto, ¡he de ver a Hokage-sama! —apremiaba Yamato.

—¿Qué pasa Tenzo-kun?

Yamato se puso muy serio y se acercó mucho a Anko, que enrojeció.

—Después de esto seguramente no podré volver a ANBU. —dijo él— Soy el único ANBU que apoya la misión, el único que ha separado todo lo que le enseñaron para seguir a Hokage-sama en su misión. Pero no quiero que esto te condicione a ti — la tomó de la mano — si algo va mal, yo seré desterrado o algo peor... Pero tú podrías continuar. Es lo que quiero que hagas. No tenemos porqué caer los dos.

—Yo ya elegí un bando..., y no lo hice por ti, lo hice por lo que creo... — se llevó la mano al sello maldito — Esta vez la decisión la ha tomado mi corazón.

Ambos sonrieron y se besaron.

—Mi meta final —dijo Yamato —es que todo salga bien, para vivir contigo en la aldea que todos hemos luchado por defender.

—Tenzo-kun...


FIN DEL FLASH BACK

Anko vio llegar al grupo y se acercó.

—Tsunade-sama, todo parece ir como esperábamos. Los ninjas que no se unieron a la misión no se han revelado. No creo que lo vayan a hacer ya.

—Bien. —respondió la hokage —¡Buen trabajo Anko! El espectáculo va a comenzar, ¡¡por favor cuida de la entrada de la aldea!! — diciendo esto, continuó avanzando hacia el interior de Konoha.

—¡Hai! —exclamó Anko, y pasó la vista por todo el grupo, hasta encontrar a cierto ex-ANBU, que le guiñó un ojo. Ella sonrió y al verles adentrarse en la villa, volvió a su puesto.


Continuará.

Un grupo de shinobis esperaban bajo la torre del Hokage. Cuando empezó el día ya era inútil ocultar que algo estaba sucediendo. A primera hora, Konohamaru y sus amigos Udon y Moegi buscaron a todos los niños, y a todos aquellos que no estuvieran en condiciones de luchar, y los pusieron a salvo tras el monumento a los Hokages.

—¡Dejadme salir! —exclamó un anciano —¡Yo quiero luchar!!

—Viejo no diga eso, —repuso Konohamaru —¡si sale ahí fuera morirá! — Konohamaru miró al suelo avergonzado. — Es más, si llegan hasta aquí, supongo que dará lo mismo. Sólo estamos nosotros tres para protegerles...

—¿Estás seguro de eso? —preguntó una voz a sus espaldas. Konohamaru se giró sorprendido. Creía que los de su equipo eran los únicos gennin que iban a tomar parte en esto, pero ahí estaba preparada para el combate, Hanabi Hyuga.

—¡Ha... Hanabi-chan! - Hanabi le dio un golpe en la cabeza.

—¡¡¡¡Que no me digas chan!!!! Bueno, podéis estra tranquilos, yo os protegeré a todos.

—Nada de eso, —dijo Konohamaru —¡¡YO os protegeré!! — y siguieron un rato así.

—Uff—suspiraron Udon y Moegi— ¡pueden estar así todo el día!

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Naruto y los demás llegaron a la torre del Hokage. Allí les esperaban los demás ninjas que decidieron apoyar a la Hokage, como Iruka, Raido, etc.

—Vaya, —dijo Iruka— pensé que estaba preparado para todo pero sí me dio impresión volver a verlos... — dijo mirando a los Uchiha. Clavó su mirada en Sasuke — Mi alumno más brillante...

—Je. —murmuró Itachi. —Y tu viejo compañero de equipo... — Naruto, Sakura y los demás pusieron cara de asombro al oír esto.

—¡¡¡I...Iruka-sensei!!! —exclamó Naruto—¿¿¿Tú fuiste compañero de Itachi Uchiha???

—Sí, Naruto. Ya te dije que la historia se repetía... Y no sólo por los sannin. — miró a Sakura — El tercer miembro del equipo era Shizune-san.

—¡¿Shizune-san!? —pensó Sakura— ¿Cómo es posible que no me enterara de eso?

—Sí —dijo Itachi, riendo—ya ves, yo soy un "criminal" de rango S, Shizune es la mano derecha del Hokage, una ninja de élite... Y tú eres un vulgar chunnin, el eterno maestro de la academia para mocosos... — No pudo seguir porque Naruto le dio un puñetazo, aunque se lastimó casi más él, por la electricidad de las culebrillas que rodeaban al Uchiha.

—¡Ja! Creía que la intención de estas culebrillas eran que no me escapara, pero mira por donde sirven de algo más. — mirando a Kakashi: — No me voy a escapar. Ahora ya no.

—Aún no estamos en situación de permitirnos correr ese riesgo. —dijo Kakashi.

—Exactamente. —asintió Tsunade. —Está bien, Iruka, sube conmigo. Shizune y tú sois parte del consejo.

Tsunade e Iruka subieron hasta el despacho de la Hokage. Con un simple gesto de Tsunade, Shizune volvió a su forma normal, y los tres subieron un piso más, al último piso de la torre. Al despacho de los consejeros. Abrieron la puerta de golpe, allí estaban ambos, Homura Mitokada y Koharu Utatane.

—Mierda... —pensaba Tsunade. —¡Al ver esas caras es más difícil de lo que pensé!

—Vengan con nosotros, por favor. —dijo la Hokage en voz alta y serena.

—¿Qué pasa, Tsunade? —preguntó Homura.

—Por favor, vengan. —insistió ella.

Homura y Koharu se extrañaron pero les siguieron. Bajaron toda la torre despacio y en silencio. Abajo en la plaza, al principio no vieron a nadie, pero cuando ya estaban todos fuera, aparecieron todos los shinobis.

—Naruto, —dijo Kakashi. — descarga chacra en Sasuke para que despierte. Debe ser testigo de esto antes de decidir.

—¡Hai! - y obedeció, Sasuke entreabría los ojos casi casi como un niño inocente.

—¡¡¡¿¿¿Qué es esto???!!! —gritaron alarmados los consejeros.

—Esto es…—dijo Tsunade— vuestro fin.

Itachi y Sasuke se sorprendieron muchísimo.

—¿¿Qué dices?? —preguntaron Homura y Koharu. Tsunade hizo crujir sus puños.

—Mostráos por las buenas o lo haré yo.

—¡Ja ja ja! —rieron entonces los consejeros. —Parece que ya no tiene sentido continuar. - Se produjo una nube de humo a su alrededor, y cuando se disipó no eran los consejeros de Konoha quienes estaban allí, sino Konan y Pain. Todos los presentes cambiaron la expresión, unos mostraban miedo y otros agresividad.

—¡¡¡¿¿¿Qué!!!??? ¡¡No es posible!! —exclamó atónito Itachi.

—¡¡¡Ja ja ja!!! —rieron Konan y Pain. —¡¡Sí!! ¡¡Konoha lleva diez años en manos de Akatsuki!!

—¿¿Qué... —murmuró Sasuke, alucinando—qué quiere decir esto??

—Siempre sospeché algo... —dijo Tsunade. —Finalmente gracias al valor de un shinobi pude confirmar mis sospechas. — Miró a Sai — Danzo nunca veló por el bien de la villa, gracias a un doble espía pude darme perfecta cuenta de ello.

—Un doble espía... —dijo Itachi. —¡¿En la Raíz!? ¡Eso es imposible! ¡Sólo siguen las órdenes de Danzo-sama! ¡¡No piensan por ellos mismos!!

—¡¡Vuelves a infravalorar a los ninjas de Konoha!! —exclamó Naruto.

—Es la hora. —le dijo Tsunade a Sai. Éste asintió y acto seguido, desapareció entre los tejados de Konoha.

—Sensei, —dijo Konan—volvemos a vernos. ¿Le ha dado tiempo a recuperarse de la última vez? Je, je

—No puede ser que seáis vosotros... ¡¡Pero esta vez no importará que hayáis sido mis alumnos!! — Esto sorprendió mucho a todos, pues la única que lo sabía era Tsunade.

—Si son alumnos de ero-sennin... —pensó Naruto—¡Deben de ser muy fuertes!

Naruto impaciente saltó sobre ellos. Sin embargo parecía que quedó flotando en el aire.

—¿¡Qué!? ¿¿Qué me pasa??

—Quieto, Naruto. —dijo muy serio Itachi. — Ahora sí vais a averiguar lo que es una venganza.

Kakashi miró a Tsunade, que le hizo un gesto con la cabeza. Kakashi retiró las culebrillas, que se deshicieron. Itachi avanzó hasta los otros Akatsukis.

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En esos momentos, en la sede de la Raíz de ANBU:

—Danzo-sama, —dijo Sai—todo ha acabado. Venga conmigo para entregarle a su destino.

—¿¿Sai?? Así que realmente algo pasó cuando te infiltraste... ¡¡Todos, atacadle!! - Los demás miembros de la Raíz permanecieron quietos.

—No, Danzo-sama. —dijo uno de los compañeros de Raíz —Nuestra disciplina nos impide enfretarnos a usted, pero no vamos a ayudarle. Se lo debemos a Sai-san y a nosotros mismos.

Danzo intentó ponerse en guardia, pero antes de que lo consiguiera una serpiente enorme de tinta le estaba rodeando. Sai lo cogió y salió. Por el camino de vuelta a la torre:

—Es irónico Sai, pensaba en ti como mi sucesor. — Sai puso un gesto de mala leche, y sin detenerse apretó más a Danzo.

Aterrizaron al lado de la Hokage, entre los Akatsukis y el resto de ninjas.

—Y aquí está la pieza que falta... —dijo Tsunade.

—¡Perfecto! —exclamó Itachi—Es como si la villa me estuviera haciendo un regalo.

—¿Estás muy seguro de ti, Itachi? —preguntó Konan.

—Estoy seguro de que fuisteis vosotros, junto con Danzo, quienes me enviaron solo a acabar con todo mi clan.

—¡¡Eso era necesario!! —exclamó Danzo—¡Ellos planeaban dar un golpe de estado para controlar Konoha!

—Puede que sí... ¿Pero por qué decidisteis que yo quedara como un traidor? En ese momento no era capaz de ver más allá de vuestras órdenes... ¡Todo lo que pude hacer fue convenceros de dejar con vida a Sasuke, que no tenía ninguna culpa! ¡¡Y me entero de que siempre lo habéis tenido en el punto de mira!!

—Eso es cierto, —corroboró Sai—aparte de las misiones que se me encomendaban, durante toda mi vida la consigna era 'En cuanto tengas oportunidad, acaba con el menor de los Uchiha'.

Itachi enfureció, el sharingan apareció en sus ojos. Miró a Danzo, que empezó a ver su propia muerte y como en la escuela se le recuerda como un traidor y al Tercero (su eterno rival) y a Tsunade, como héroes.

—¡No! —exclamó Danzo—¡No caeré en tus ilusiones!

—No era una ilusión. —dijo Itachi— Era el futuro.

Danzo cayó en estado de shock.

—Y ahora... —Itachi se giró hacia Pain y Konan.

—Es inútil Itachi. —dijo Pain— Soy invencible. Y no dejaré que le pongas un dedo encima a Konan.

—Siento interrumpir esta tierna escena de amistad, —dijo Kakashi—pero os recuerdo que es a esto a lo que hemos venido. — Se vio como los ninjas alrededor adoptaban actitud desafiante. Sasuke seguía conmocionado. No podía procesar toda la información que había recibido de golpe. Los que fueron conocidos como los nueve novatos estaban a su alrededor para controlarle, Naruto sacudió la cabeza y se retiraron.

—Sasuke, es el momento. —dijo Naruto.

—¿Eh? —dijo el moreno, aún sin salir de su asombro.

—Debes elegir tu propio destino. — mientras decía esto, metió la mano en su bolsillo y sacó el protector de Konoha que años atrás Sasuke dejó cuando se fue con Orochimaru, lo miró un segundo y lo tendió hacia Sasuke.