[Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
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[Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Título: Las cuatro lenguas de Deidara
Autora: Paloma Negra
Género: Romántico - Drama - Comedia
Advertencias: Lemon - mpreg - incesto por accidente (?) - otras parejas yaoi.
Resumen: Sasuke regresó a la aldea, Tsunade renunció al puesto de Hokage, Itachi está vivo, Akatsuki desapareció y no hay villano que amenace la paz en el mundo ninja. Muchas cosas han ocurrido, sin embargo la historia empieza a las afueras de la aldea de la hoja, donde Itachi irá en busca de una persona que siempre ha querido, y está dispuesto a confesarle sus sentimientos para luego tratar de conquistarlo. El problema es que su amado tiene algunos miedos y oculta ciertos misterios en su cuerpo...
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Si hay algo mal en mi publicación por favor avísenme, soy nueva y leí las reglas, pero no sé si habrán más :s
Autora: Paloma Negra
Género: Romántico - Drama - Comedia
Advertencias: Lemon - mpreg - incesto por accidente (?) - otras parejas yaoi.
Resumen: Sasuke regresó a la aldea, Tsunade renunció al puesto de Hokage, Itachi está vivo, Akatsuki desapareció y no hay villano que amenace la paz en el mundo ninja. Muchas cosas han ocurrido, sin embargo la historia empieza a las afueras de la aldea de la hoja, donde Itachi irá en busca de una persona que siempre ha querido, y está dispuesto a confesarle sus sentimientos para luego tratar de conquistarlo. El problema es que su amado tiene algunos miedos y oculta ciertos misterios en su cuerpo...
LAS CUATRO LENGUAS DE DEIDARA
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Capítulo I: Dime qué ocultas
- Spoiler:
- Un suspiro se escuchó de la boca de un hombre alto, cabello negro y largo, y de ojos tan oscuros como la noche en luna nueva. Él era Itachi. Uno de los dos sobrevivientes del clan Uchiha. Llevaba una camiseta de manga corta, color azul marino, unos pantalones de tela suave, del mismo color que la polera, y unas sandalias negras. Su cabello estaba recogido con un elástico.
-"Llevo cinco días buscándolo... Pero nada...Solo espero que esté vivo en algún lugar del mundo..." – pensaba Itachi mientras caminaba.
El Uchiha seguía caminando por el bosque cuando de pronto se encuentra con una casa entre medio de todos eso árboles y arbustos.
-"Debe estar abandonada, entraré a descansar..." - volvió a pensar antes de caminar en dirección a esa edificación.
El azabache entró con facilidad a la casa, pero en seguida notó que no estaba abandonada, ya que tenía leña recién cortada al lado de una chimenea, la habitación se encontraba bastante limpia y el pan recién horneado se olía desde la puerta principal. El Uchiha dio unos pasos para inspeccionar el lugar y buscar a algún dueño de ese acogedor hogar. Caminó silencioso por la casa hasta llegar a pocos centímetros de una puerta de madera. Al entrar, a lo que parecía una alcoba, divisó un pequeño bulto acostado y tapado con una manta sobre una cama. Se acercó a observar y con discreción empezó a sacar las sábanas encontrando a pequeño niño de cabello castaño algo sonrojado y tosiendo.
-"¿Estará solo?" – se decía mientras lo observaba con atención.
Sin que el Uchiha se diera cuenta, un hombre de largo cabello rubio y ojos azules había entrado a la habitación. Vestía una camiseta azul, unos pantalones holgados de color gris y unas sandalias azules. Su cabello estaba peinado con una coleta alta, pero tenía unos cuantos mechones sueltos. Uno largo le tapaba la mitad del rostro.
-¡¿Qué mierda estás haciendo? – preguntó Deidara enojado y apretando los puños – ¡Ándate de aquí maldito vagabundo asqueroso! – Se acercó – ¡Aléjate de Takeshi! ¡Si llegas a tocarlo te rompo la cara! – Itachi se volteó.
-Esa voz... – dijo sorprendido – ¿Deidara? – el rubio lo miró atónito
-¿Eh… Itachi? ¡Con que eras tú! ¡Estúpido hijo de puta! – gritó enojado
-Sin duda eres tú –
-¡Cállate idiota! ¡Anda a molestar a otro lado!
-Al fin te encuentro... – dijo el azabache con una sonrisa
-¡Fuera de aquí! ¿Acaso eres tonto que no entiendes?... ¡No quiero ver tu sucia cara! – dijo reaccionando... ¡Espera! ¡¿Tú no estabas muerto? – agregó sorprendido
-No... Nunca lo estuve... Se supone que tú eras el que estaba muerto... – contestó Itachi
-¡Claro que no! ¡¿Quién crees que soy?... – dijo enojado, luego sonrió diabólicamente – Soy Deidara-sama!... ¡El innovador del arte! Soy un artista inmortal... – apuntó a Itachi con el dedo – ¡No me subestimes! ¡Si quieres pelear, estoy listo! ¡Te venceré en menos de un minuto!
-No te preocupes, yo no vine a pelear... – le contesto mirándolo a los ojos – Se lo fuerte y talentoso que eres – añadió haciendo que Deidara se sonroje por unos segundos – Y siempre mantuve la esperanza de que estuvieras vivo... Me alegra mucho haberte encontrado – acabo con una sonrisa
-Ya que bueno, pero si no vienes a pelear, entonces sale de mi camino, que debo cuidar a Takeshi... – dijo Deidara molesto.
-¿Es tú hijo?
-¡Claro que no!
-¿Entonces?
-¡Qué te importa! – le contesto Deidara sonrojado
-Me importa mucho... –dijo Itachi
-¡Mejor vete! ¡Detesto a la gente entrometida! – agregó fastidiado
-"Deidara sigue siendo tan orgulloso y cascarrabias...Creo que será algo complicado tratar con él..."– pensó Itachi – Pero si quieres puedo ayudarte a cuidarlo... – ofreció
-¿En serio? – preguntó Deidara algo interesado.
-Sí...¿Qué necesitas?
-Medicinas... – dijo hablando bajo
-¿Medicinas? – repitió Itachi
-¡Sí! ¡Eso dije!... Pero no puedo dejarlo solo... Necesito que alguien lo vaya a comprar al pueblo.
-¿Dónde está el pueblo? – preguntó el Uchiha
-A unos cinco kilómetros de aquí... Hay un sendero a pocos metros de la casa...
-Si voy corriendo no demoraré mucho... – dijo saliendo
-¡Espera! – intentó detenerlo Deidara pero Itachi ya no se encontraba – ¡Rayos!... Solo espero que compre algo que sirva para bajar la fiebre... – dijo mirando al niño y tocándole la frente – Esperemos que ese idiota regrese con la medicina...
-"Pero ¿por qué apareció de repente? ¿Qué será lo que realmente quiere?...De seguro algo está tramando...Debo estar preparado para pelear." – pensó Deidara que estaba algo inseguro y confundido por toda la situación.
Pasaron algunas horas cuando Itachi volvió con una bolsa.
-¡¿Cuánto rato crees que he estado esperando?
-Deidara...Ya sé que me demoré, pero aproveché bien el viaje, traje esto – se excusó sacando algunas cosas de la bolsa – Mira, traje medicina para la tos, para la fiebre, para el dolor de cabeza, dolor de músculo, para el dolor de huesos, también traje un botiquín y dos mantas...Acéptalo como un regalo.
-Vaya ¡No eres tan idiota y egoísta como creí!... – exclamó el rubio asombrado. Itachi tan solo hizo una mueca de enfado.
-"¿Hasta cuándo me seguirá tratando así?" – Pensaba el azabache.
-Me has hecho un gran favor... – dijo Deidara mirándolo
Itachi también lo observó y cuando sus miradas se conectaron, el joven de ojos azules miró hacia otro lado.
-"Su voz es bastante grave y su pecho es plano... mmm... Debe ser hombre, pero aún tengo mis dudas..." – Pensaba Itachi detallando su cuerpo y fijándose en la forma de actuar del joven.
-¿Qué haces por esto lados?– preguntó de pronto el artista.
-Te vine a buscar...
-¿Eh?
-Deidara...quiero que me escuches... – dijo Itachi tomándolo de los hombros – Esta vez no te vine a buscar por obligación, tampoco creas que quiero reclutarte para rehacer Akatsuki ni nada parecido - Deidara lo miro algo asustado – Te estuve buscando porque quería verte...-
Deidara quedó con una ceja levantada, seguía confundido y no hallaba que decir. Pasaron algunos segundos cuando el rubio habló.
-¡No te entiendo nada!
-"No puedo llegar y decirle que me gusta...Debo conversar un rato con él..." – pensaba el azabache – Antes de explicarte todo, me gustaría saber por qué vives en esta casa... –
-¿Por qué vivo en esta casa?- se cruza de brazos. - Solo te lo contaré porque me has regalado las medicinas... – tosió - Bueno, ahora estoy viviendo aquí ya que no tenía ningún lugar al cual regresar después de que decidí salirme de Akatsuki, ¡obviamente tenía que fingir mi muerte para salir de esa asquerosa organización a la cual tú me obligaste a entrar!... Así que estuve vagando por los pueblos cercanos a Konoha...Traté de vender mi arte, pero no tuve mucha suerte - comentó molesto – la gente no sabe apreciar el verdadero arte.
-¿Y qué pasó después?
-Pues nada interesante... – suspiró – Llegué a este lugar hace unos meses atrás y los dueños de esta casa me contrataron para que les ayudara a cuidar sus terrenos y trabajar en el campo...Al principio me negué, pero ellos me convencieron ya que me construyeron un taller para que pudiera hacer mi creaciones sin problemas... Aunque ayer se fueron y no regresarán hasta en dos días más, dejándome a este niño a mi cuidado. Y justo hoy en la mañana cuando me dirigía a mi taller, escuché unas quejas desde esta habitación y me percaté que Takeshi estaba enfermo... – luego dijo molesto – ¡En eso apareciste tú! ¡Idiota! ¡No te han enseñado a tocar la puerta! ¡Creí que eras un ¡ladrón! ¡O peor aún! ¡Un secuestrador y violador de niños!
-"Ahora entiendo por qué estaba tan alterado..." – pensaba Itachi - Lo siento... Nunca fue mi intención hacerte pasar ese susto... Este niño, ¿es como un hermano para ti?
-¡Claro que no! – Negó Deidara sonrojado – ¡Este mocoso solo me trae problemas! - el niño empezó a toser - ¡Mierda! - el rubio le toca la frente – Creo que te daré la medicina –añadió tocándole la mejilla y mirándolo con ternura – Ya va a pasar...tranquilo...
"Vaya...Aunque trate de parecer alguien malvado, tiene buen corazón. Creo que Deidara sería un buen padre" – pensaba Itachi, y luego sacó la medicina para la fiebre– Con una pastilla será suficiente...Pero creo que la moleré y la mezclaré con algo... ¿Tienes yogurt?
- Busca en la nevera...
- ¿Tienes electricidad?
- ¡Claro que sí! -le gritó molesto. -Hay un río muy cerca de esta casa, así que utilizamos la energía hidráulica para generar electricidad...
- Impresionante- dijo el Uchiha soprendido
Itachi se dirigió a la cocina y encontró una pequeña nevera a la que tapaba un mueble, saco uno de los tantos yogures que había en su interior. Después de moler la pastilla la mezcla con el yogur y se dirige nuevamente a la habitación.
-Aquí esta... – le pasó el envase a Deidara
-¡Espero que lo hayas molido bien!... – respondió molesto y comenzó a alimentar al niño
-¿Tienes que hacer algo más?
-Ehhh...sí...Debo cosechar las zanahorias y las frutillas... – contestó Deidara
-¿Quieres que lo haga por ti? - ofreció sonriente
-Está bien... – le contestó sonrojado mientras Itachi se iba.
-"Aún no logro entender que es lo que quiere... pero si me ayuda con las labores... supongo que no debería hacerme tantas preguntas..." – pensó Deidara
Pasaron solo cinco minutos cuando Deidara tocó la frente del niño y sorprendido se dio cuenta que la fiebre le había bajado...
-
Diez minutos después, Itachi apareció con un sombrero de paja, una camiseta sin mangas, de red y ajustada a su cuerpo, con unos guantes algo gastados de color blanco, dos canastas en cada brazo y con tierra en sus pantalones. Deidara se quedó observándolo, el Uchiha parecía cansado, con los labios secos, gotas de sudor le caían por sus brazos desnudos y sus músculos resaltaban con esa camiseta tan ajustada que llevaba. El rubio estuvo varios segundos contemplándolo con la boca abierta y sorprendido por su belleza tan varonil.
-¿Qué te sucede? ¿Por qué me miras así? – preguntó Itachi
-¡¿Eh?... ¡No me sucede nada! – Reaccionó sonrojándose – Solo... que te ves algo gracioso con ese sombrero... – desvió la mirada – ¿Quieres un vaso con agua?
-Mmm... Más bien me gustaría darme un baño en el río... Por cierto, ¿me podrías decir donde se encuentra?
-Mejor te llevo...No vaya a ser que te pierdas... – le dijo Deidara algo interesado.
-¿Pero el niño?-
-Ya no tiene fiebre, solo necesita descansar...-
-¿Pero vas a dejar al niño solo?-
-¡Claro que no! – exclamo Deidara sacando arcilla de su bolsillo – Dejaré un guardián cerca de la casa... ¡No vaya a ocurrir que llegue otra persona imprudente como tú! - hace un pequeño dragón de arcilla
-Pero yo no tenía malas intenciones...
-Sí, ya me di cuenta... Aun así debo tomar precauciones... ¡Ah! Por cierto – se sonroja –deja esas canastas en la cocina y acompáñame...
---
Ambos caminaron unos pocos minutos encontrando un pequeño río.
-Esta es una parte del río, la central hidroeléctrica está a varios minutos de aquí, pero como solo quieres darte un baño... ¿entonces con esto será suficiente, no?
-Claro que sí, muchas gracias – agradeció Itachi quitándose la ropa y quedando desnudo en menos de un minuto – ¿No te darás un baño?
-¡Claro que no! – Negó Deidara sonrojado mirando el cuerpo de Itachi
-Vamos...si te bañas ahora te diré por qué te estaba buscando...
-Como si me interesara... –Deidara agachó su cabeza algo decepcionado.
-Bueno, de todas formas te lo diré... – dijo acercándose a al rubio
Deidara levanto la mirada interesado.
-Te estuve buscando solo para verte y para decirte que eres, muy atractivo...y que me gustas mucho. -
-¿Qué? ¡¿A quién quieres engañar? ¡Estúpido! ¡Esa es la peor excusa que he escuchado en toda mi vida! – gritó el joven de ojos azules con su mejillas completamente sonrojadas.
-Me quedaré en este lugar hasta que tú sientas lo mismo...Ya me he decidido – dijo Itachi molesto
-¡Ándate a la mierda!... ¡Deja de hablar estupideces!
Itachi se acercó a Deidara rápidamente y le dio un beso tan corto que solo pareció un roce de labios. El rubio quedó algo asustado, pero un tanto nervioso.
-¡Qué estás haciendo! –Exclamó molesto y limpiándose la boca - ¡No vuelvas a hacer eso! –
-Deidara... ¿Por qué eres tan terco?... Hace un rato atrás vi cómo me mirabas... Pusiste la misma expresión cuando nos conocimos... Parecías maravillado con mi presencia...
-¡No sé de qué hablas!– contestó avergonzado.
-"No quiero admitirlo... Aún recuerdo esa mirada... era hermoso... es hermoso... Ahora sus ojos son negros, tan negros que me produce un misterio saber que esconden... Me fascina esa fría mirada de Itachi, pero más me fascina esa mirada cariñosa que es poco frecuente en él... ¡Maldición!... No debería ilusionarme, nada será distinto...Aunque diga que le gusto...en fondo él debe ser igual a todos..." – pensaba Deidara un poco triste.
-Eres precioso... Déjame demostrarte lo que siento - el joven de ojos azules se aleja unos pasos provocando un suspiro por parte del azabache – No entiendo por qué eres así...
-¡Cállate! – le exclamó con lágrimas en los ojos –¡Deja de acosarme!
-¿Alguien te ha lastimado?
-Claro que no... – contestó Deidara con la voz temblorosa.
Itachi lo tomo de los hombros y lo miro fijamente...
-¿Qué ocultas?... Créeme que quiero saberlo ahora... Si alguien te ha hecho daño, le daré su merecido...– intentó convencerlo Itachi.
-¡Deja de ser tan entrometido! Además puedo defenderme solo.-
-¡Solo te soltaré hasta que me lo digas!
-No es algo que quisieras saber...
-Quiero saberlo todo... –dijo empujándolo hasta caer ambos sobre el pasto
-¡¿Qué has hecho?! ¡Estúpido!– se enojó Deidara al sentir su espalda sobre el césped.
-Por favor... dime... Sé que ocultas algo... Lo veo en tus ojos... – dijo Itachi preocupado
El joven que se encontraba debajo de Itachi, observaba esa mirada tan tierna del Uchiha, parecía que con el solo hecho de mirarlo estaba a punto de invadir su mente, Deidara seguía con los ojos algo húmedos y en su rostro se apreciaba un sentimiento de tristeza mezclada con una sensación de miedo y vergüenza...
-¿Qué te sucede?... ¿Son las bocas que tienes en tus manos?... Ya sé que las usas para hacer tu arte, eso no me molesta para nada...
-No es solo eso... – dijo el rubio tratando de evitar verlo a los ojos.
-¡Dime qué es!
-No puedo decirlo... Siento, un nudo en mi garganta...
Itachi acaricio las mejillas del rubio haciendo que este moviera su cabeza hacia un lado en señal de desagrado.
-Confía en mí... – dijo el Uchiha.
-¡¿Cómo puedo confiar en ti? ¡Apenas te conozco!... ¡Además deja de aplastarme! ¡Estas desnudo!
-¿Cuál es el problema que esté desnudo?
-¡¿No se supone que te ibas a dar un baño?!
-Sí...me daré un baño –suspiro – pero no creas que te soltaré...Quiero que me digas qué estas ocultando...
-"¿Por qué insiste tanto?" – pensaba Deidara que ya no daba más de los nervios.
-¡Maldición! Te lo diré, ¡así te olvidarás de mí!- exclamó con furia. - Es lo más probable.- murmuró mientras hacía un esfuerzo por contener las lágrimas – Después de todo, a las personas que se lo he dicho siempre huyen a los pocos días o dejan de interesarte por mí...
-"¿Qué podrá ser?" – pensaba Itachi prestando atención a lo que decía el joven.
-¡Escúchame bien!... – prosiguió Deidara – Jamás he logrado tener una relación estable con alguna mujer o con un hombre... ¡Ni mucho menos una relación sexual! – exclamó desviando la mirada – Eso se debe a que me consideran un fenómeno, ya que, soy… - hizo una pausa y lo miro a los ojos – soy hermafrodita... -
Al terminar de confesar su secreto, unas lágrimas comenzaron a recorrer sobre sus mejillas ruborizadas, que llevaban consigo un sentimiento de tristeza. Una tristeza tan amarga, que le provocó un intenso dolor en el pecho y una terrible angustia de solo pensar que la persona que lo observaba y que amaba en secreto, lo abandonaría para siempre.
Continuará...
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Si hay algo mal en mi publicación por favor avísenme, soy nueva y leí las reglas, pero no sé si habrán más :s
Última edición por PalomitaNegra el Lun Oct 17, 2011 12:37 pm, editado 8 veces
RasputinSin vida social - It's JJ Style!
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Ocio, ven a mí
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Que buen comienzo, esta muy buena la historia continuala.
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Gracias theblackangel por comentar Espero que te guste este capítulo...
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Capítulo II: Experimentando
- Spoiler:
- Itachi quedó bastante sorprendido, su respiración se volvió más profunda y no quitaba sus ojos del rubio.
Deidara que se encontraba observando a Itachi, desvió su mirada, no aguantaba esperar para ver y escuchar la reacción del Uchiha. Sabía que no sería nada bueno si tanto demoraba. El azabache, que estaba aún sobre el rubio, rodeó sus brazos en el cuello de Deidara y lo miró con ternura.
- ¿Acaso crees que con eso me alejaré de ti? – preguntó con firmeza y mirándolo fijamente. Después de decir eso, se acercó al rostro, y pasando con suavidad su boca, limpió las lágrimas del joven de ojos azules con besos.
Cuando tocó las mejillas de su amado las sintió muy cálidas, y terminando de limpiarlo, Deidara cerró sus ojos.
- ¿Qué te sucede? – Preguntó Itachi. El rubio abrió sus ojos, estaba con el ceño fruncido, pero seguía sonrojado.
- ¿Estás seguro de que sabes lo que significa ser hermafrodita? -
- Claro que sí...Significa que tienes dos sexos. No es para que te avergüences. – contestó indiferente y sin dejar de mirarlo.
Con esas palabras, Deidara confirmó que el Uchiha parecía no preocuparle su situación y hasta lo hacía feliz escuchar esa respuesta. El latido de su corazón se volvió cada vez más rápido y por un momento pensó que le iba a estallar de los nervios. Él amaba a Itachi, pero por su lamentable pasado amoroso, se había convertido en una persona muy cerrada con sus sentimientos y no pensaba declararse tan fácilmente. O eso creía.
- Maldito...Tú despreciabas mi arte... Pero nunca entendí por qué tú me gustabas y me gustas tanto... traté de olvidarte... lo estaba haciendo hasta que apareciste de repente... ¿Por qué tus ojos me ponen tan nervioso? – decía el joven de ojos azules con voz temblorosa.
El azabache lo observó aún más sorprendido, aunque haya dicho muchas frases, el "me gustas tanto" no se lo pudo quitar de su cabeza, resonaba con tanta énfasis que una sonrisa de se dibujó en su rostro. Deidara estaba más avergonzado, recién se había dado cuenta que todo lo que había dicho no tenía mucho sentido, las frases no se conectaban adecuadamente, y solo era una lluvia de ideas. Al parecer, había dicho lo primero que se le venía a la mente.
- Parece que mis sentimientos son correspondidos – Dijo Itachi sonriendo como un ganador.
Deidara no sabía que decir. No podía contradecirlo porque era verdad. Él mismo se había delatado. Pero estaba feliz, no quería demostrarlo, pero estaba realmente muy feliz.
- Yo jamás he despreciado tu arte.- le dijo el Uchiha acercándose a su rostro – Yo siempre te he admirado por tu belleza y por tu talento, pero si sentías y sientes algo por mí, ¿por qué no lo intentaste desde un principio?... Parecías tan dispuesto a alejarme esta mañana.- dijo Itachi con una expresión de tristeza en su rostro. Luego lo miró con ternura – Lo único que quiero es que me demuestres algo de cariño.-
El rubio observó unos segundos a esos hermosos ojos negros que también lo miraban. Luego desvió la mirada y acercando su mano al rostro de Itachi, hizo que apareciera una boca en esta, pasando sus labios por la mejilla del Uchiha dándole un beso. Su mano temblaba y aunque fuera una boca de su mano la que estaba haciendo eso, se sentía nervioso. El azabache se sonrojó al sentir la calidez de esos labios, algo que dejó a Deidara sorprendido, no lo había visto nunca sonrojado. Esto tranquilizó al rubio y también logró que se riera.
Itachi lo miró algo molesto y se sentó sobre las piernas de Deidara, quedando todavía encima del rubio. Las piernas del azabache estaban apoyadas en el pasto, apretando las caderas del joven, su cabello que estaba suelto rozaba su piel blanca por su espalda y algunos mechones cubrían parte de su pecho. Seguía algo molesto, pero era un enfado fingido. Por otra parte, Deidara no pudo evitar ver el miembro del Uchiha con tanta atención, había quedado con la boca abierta al ver ese imponente miembro viril. El azabache se dio cuenta que los ojos estaban puestos en esa parte de su cuerpo y meciendo sus propias caderas con las manos en la cintura, hizo que el rubio se diera cuenta que llevaba bastante tiempo mirando descaradamente esa zona y su cara se volvió completamente roja al ver al Uchiha moviéndose de esa forma. Lo primero que hizo fue cubrirse la cara y se arrastró para alejarse de Itachi. Después se puso de pie y se dio media vuelta.
-Oye, no vuelvas a moverte de esa forma. – comentó el rubio bastante avergonzado.
-No prometo nada... ¿pero te darás un baño conmigo? –
-¡Ya te dije que no!– gritó con un tono molesto mientras se iba alejando del río.
Antes de entrar a la casa, se fue a hacer unas figuritas de arcilla en su taller durante media hora, con el único fin de distraerse...
Ya en la casa, Deidara se dispuso a ver cómo estaba el niño. Al entrar a la habitación de Takeshi, no lo encontró ni en su cama ni en la pieza y lo más extraño que notó es que la cama estaba perfectamente hecha. Después de llamarlo por su nombre escuchó una respuesta que venía de la cocina. Ahí estaba, con una bandeja de madera, llevando tres tazas. El rubio se acercó donde el menor y le dio un pequeño coscorrón.
- ¡Idiota! ¡No te desaparezcas tan pronto!- gritó Deidara.
- Solo... estaba preparando algo de té. – respondió el niño agachando la cabeza.
Deidara se sintió algo arrepentido por haberlo insultado. Luego observó que Takeshi llevaba tres tazas en vez de dos.
- Parece que quieres que el invitado se quede más tiempo. – comentó el rubio.
- Él es una buena persona, parece que te quiere mucho. –
El mayor sonrojó y, algo molesto, caminó para salir de la cocina. Antes de cruzar la puerta dijo: - Solo pon la mesa, iré a ver si ese bastardo terminó de bañarse.– Dicho eso, se dirigió a la habitación que llevaba al patio, y antes de tocar el picaporte, la puerta se abrió. Era Itachi, que seguía desnudo, pero algo mojado. Tenía su cabello húmedo y lo único que tapaba sus partes íntimas era una gran canasta en la cual llevaba su ropa que también estaba húmeda.
-¡¿Se puede saber qué haces desnudo y con tu ropa empapada? – preguntó molesto Deidara.
El azabache sonrió y dejó la canasta a un lado.
- Hace días no he descansado de tanto buscarte y aprovechando el río, lavé mi ropa, solo que no traje cambio. ¿Dónde seco esto? – dijo despreocupado el Uchiha señalando con el dedo la canasta que había dejado al lado suyo.
- Primero que todo... ¡Tápate maldito desvergonzado!... Segundo, ¡yo colgaré la ropa! Y tercero, ¡busca rápidamente en una pieza una toalla y algo de ropa! Y ¡trata de que no te vea Takeshi! – dijo enojado el rubio
Itachi volvió a sonreír, causando un leve sonrojo en Deidara, luego se acercó al rubio y lo abrazó. Deidara estaba a punto de darle una golpiza, pero en vez de reaccionar en forma violenta, dejó sus ojos entre abiertos y rodeó con sus brazos la espalda mojada y desnuda del Uchiha. Luego acomodó su cabeza al lado del cuello de Itachi y finalmente cerró sus ojos.
- Dei-chan, hace un rato atrás dijiste que él era un bastardo, ¿por qué lo abrazas con tanto amor? –interrumpió el niño.
Deidara se asustó cuando escuchó la voz de Takeshi y rápidamente huyó de los brazos del Uchiha, también se puso nervioso cuando comprendió las simples palabras del menor.
- "¡Maldición! Ese mocoso tenía que llegar cuando... ¡Momento! ¿Acaso me delató con lo de "bastardo"? Aunque he tratado a Itachi de peores cosas, no debería preocuparme tanto".- pensaba Deidara.
- Dei-chan.- dijo Itachi con una voz amenazante.
- ¿Qué pasa?- preguntó el rubio algo nervioso.
- ¿Me estabas abrazando con amor? – interrogó el Uchiha sonriendo muy feliz. Deidara se sonrojó en ese momento, tal parece que cuando estaba con Itachi no se percataba que su mente y su cuerpo actuaban impulsivamente.
-¡Takeshi!, te he dicho que toques la puerta antes de entrar. – dijo avergonzado Deidara mientras recogía el canasto con ropa.
- La puerta estaba abierta.- se quejó inocentemente el niño. El rubio no dijo nada frente a ese lógico comentario, simplemente abrió la puerta del patio y fue a tender la ropa afuera. Lo más rápido posible para ocultar su rostro sonrojado.
En la habitación, Takeshi miraba curiosamente al Uchiha.
-¿Quiere que lo ayude a buscar ropa? – preguntó el menor.
-Claro.- contestó Itachi sonriendo. El niño lo tomó de la muñeca y se lo llevó a la habitación de Deidara.
- Puedes escoger la ropa que gustes. No creo que Deidara se enoje, de todas formas ustedes se llevan muy bien... mmm... pero antes, deberías secarte. – dijo el niño mirando al mayor. Takeshi sacó de un pequeño mueble dos toallas, una más grande que la otra. Luego se las pasó al Uchiha, y esperó a que se secara el cuerpo y el cabello. Una vez terminado de hacer esto, le pasó una camiseta celeste, unos pantalones de tela suave de color gris y unos calzoncillos con unos estampados de osos.
- ¿Esto es de Deidara? –preguntó el azabache mostrando los calzoncillos. El niño afirmó con la cabeza, Itachi soltó una corta risa y se vistió lo más rápido que pudo para ir a ver a Deidara que estaba en algún lugar del patio colgando su ropa mojada.
Después de darles las gracias al niño, se fue en dirección al patio y divisó a Deidara a lo lejos con un canasto en sus manos y mirando el pasto. Estaba quieto y pensativo.0 El viento movía sus pocos mechones sueltos. Itachi se acercó donde el rubio y le dijo al oído: - Con que aquí estabas.- el joven de ojos azules soltó un leve gemido al sentir el aliento detrás de su oreja. Luego se dio vuelta y lo observó, notando que el azabache estaba vestido.
- Veo que usaste mi ropa- comentó tranquilamente. – ¡No me des esos sustos! – gritó enojado a los pocos segundos.
- ¿Por qué te enojas tan pronto? Todavía no entiendo tu forma de ser. – murmuró el Uchiha después de un suspiro. - ¿Te ayudo con eso?- le preguntó al rubio sacando un pantalón del canasto.
Deidara solo observó con precisión cada uno de sus movimientos, no podía ignorar a ese hombre que lo hacía comportarse como un idiota y que lo ponía nervioso cuando estaba cerca o pensaba en él.
Una vez que Itachi terminó el trabajo del rubio, ambos pudieron divisar un hermoso atardecer al frente de sus ojos. El Uchiha se acercó a Deidara. El rubio se sonrojó y quedó paralizado cuando sintió un enorme brazo rodeando su cuerpo.
- ¿Qué sientes por mí? – preguntó el azabache directamente.
El rubio se empezó a poner nervioso. Su respiración se volvió rápida, pero en el fondo, no quería evadirlo.
- Creo que es cariño, nostalgia, no lo sé... – contestó el joven de cabello rubio bajando la mirada.
- Estoy enamorado de ti.- le confesó Itachi sin pensarlo. El rubio cerró sus ojos. No sabía que decir, él también lo amaba, pero le costaba decirlo, era algo que trató de evitar de decir hace años.
Además se había esforzado durante mucho tiempo para olvidarlo, pero cada vez que dormía soñaba con él y cada vez que despertaba se sentía deseoso de verlo, solo de verlo, porque su condición física le daba inseguridad de expresar sus sentimientos más ocultos.
Itachi viendo la cara de preocupación de Deidara. Lo abrazó tiernamente mientras le decía: - Te acepto como eres... y quiero ser la persona que te acompañe toda tu vida.-
-Te amo.- dijo el rubio inesperadamente entre los brazos de Itachi, escondiendo su rostro sonrojado cerca del pecho del azabache.
Una gran felicidad se apoderó al interior de Itachi. Pasaron mucho tiempo abrazados. Ya era de noche y se veían las estrellas iluminando el firmamento.
Al mismo tiempo que se separaron y observaron el cielo, pasó una estrella fugaz.
-¡Mira! ¡Pide un deseo!- exclamó emocionado Deidara. Itachi observó la ingenuidad del rubio y sonrió. Pero en el fondo él creía en esas cosas.
Ambos pensaron al mismo tiempo: "Quiero que él me ame de verdad".
Itachi miró los ojos de Deidara. Los dos se habían sonrojado. El Uchiha se acercó y quitándole un mechón de pelo que tenía en la boca, le acarició los labios con las yemas de sus dedos. Luego ambos se acercaron mutuamente para darse un suave y tierno beso, tomados de las manos.
A pocos metros de la casa el niño observaba la escena escondido detrás de unos arbustos.
- "Creo que Dei-chan se irá pronto".- pensó el menor.
Deidara e Itachi se separaron y luego se dieron un cariñoso abrazo.
- Me has hecho muy feliz.- le dijo el azabache, a lo que el rubio respondió: - Tú también. Solo espero que no me equivoque contigo.-
- Me aseguraré de que siempre te des cuenta que no estás equivocado.- le respondió Itachi.
El rubio sonrío y lo miró fijamente.
- Vamos a buscar un lugar para que duermas. Me imagino que pasaras la noche aquí.- dijo Deidara.
- Si no hay ningún problema...- comentó Itachi.
Los dos volvieron a la casa, encontrando al niño algo asustado en el comedor. Su respiración era algo acelerada.
- "Casi descubren que estaba espiando"- pensaba el menor.
- ¿Por qué estás tan agitado Takeshi? No me digas que te has enfermado de nuevo.- se quejó el rubio algo fastidiado.
-No, solo estuve corriendo por la casa…- contestó el niño algo nervioso.
-¡No deberías andar corriendo por la casa! Sabes que eso es peligroso. – gritó Deidara muy molesto.
El niño se quedó callado y unas lágrimas se asomaron en sus ojos, después se escondió detrás de Itachi.
- Deidara, eres demasiado sobreprotector y gruñón con el pequeño. No debes tratar a los niños así...Yo fui sobreprotector con mi hermano menor, y ya viste como salió -
- No me vengas a decir cómo tratar a los niños.- se quejó Deidara mirándolo enojado, luego agregó: - ¡Yo sé muy bien que hacer!
- Deidara, ¿qué pasó con tu lado amable?- le preguntó confundido el azabache.
El rubio, acercándose al Uchiha le respondió: -¡No tengo paciencia cuando alguien me da órdenes!
Itachi lo miró detenidamente sin pestañear. Tenía la boca semiabierta y sus mejillas algo sonrojadas. Estaba hipnotizado con esa actitud de su amado. Sin ningún aviso le robó un beso. Deidara lo empujó, y sonrojado a más no poder, se fue corriendo a encerrarse a su habitación.
- Creo que nos hemos quedado solos. – comentó Itachi sonriéndole a Takeshi
El rubio que se encontraba en su habitación con la puerta cerrada, se tapaba el rostro, tratando de calmarse y se abanicaba con un papel por el calor que sentía en su cuerpo.
-"¡Maldición! ¡¿Por qué me enamoré de ese tipo? ¡¿Por qué es tan desvergonzado? ¡Cómo me besa delante de Takeshi! Y ¿por qué solo él es capaz de hacerme sentir así con un simple beso?"– pensaba Deidara.
En la sala de estar, Itachi y Takeshi quedaron de pie sin decir ni una palabra, hasta que el niño interrumpió: - Podríamos comer algo... pero tendré que sacar las cosas de Dei-chan. Al parecer está avergonzado porque lo besaste delante de mí así que no creo que salga de su habitación en toda la noche y dormirá sin cenar.- el mayor asintió con la cabeza y ambos se dirigieron al comedor. Luego de comer algunos bocadillos Itachi agradeció por la comida. Se levantó de la mesa y empezó a recoger los platos y los tazones.
-¡No te preocupes! Lo haré yo, ¡tú eres un invitado!- exclamó el pequeño deteniendo la acción del mayor. – Lo malo es que tendrás que dormir en el sofá porque no tenemos camas extras, ya que nadie nos visita en esta zona tan alejada. – dijo avergonzado el niño.
- No te apenes. Estoy muy agradecido con tu hospitalidad. Un sillón es mucho más cómodo que dormir debajo de un árbol.- comentó Itachi. El niño sonrío después de escuchar estas palabras y se puso de pie para ir a la cocina a lavar los platos. Una vez terminado de hacer esto, se fue a acostar. El Uchiha quedó solo en la sala de estar. Se acercó al sofá y se echó. Luego de unos minutos se quedó dormido.
Pasada una hora, Deidara salió de su habitación y fue a ver al azabache que estaba durmiendo en el sofá completamente destapado. Pudo sentir el frío de la habitación y ver el aliento de Itachi.
-"Ese idiota se va a enfermar si sigue de esa forma." – pensaba Deidara mientras se acercaba al Uchiha con una manta y una almohada. Primero le levantó la cabeza y le colocó la suave almohada, luego lo cubrió con la manta desde los pies hasta unos centímetros más arriba del cuello.
El rubio pudo percatarse que la mano de Itachi estaba tocando el suelo y tomándola para acomodarla dentro de la manta, sintió lo frío que estaba. Sin pensarlo mucho la acarició por varios segundos con su mano y su mejilla.
Sin notar un cambio en la temperatura de su mano, sacó las lenguas que tenía en ambas manos y las pasó por las manos de Itachi, provocando unos suspiros en el Uchiha que seguía durmiendo. Con sus lenguas fue subiendo por sus brazos, causando que esos suspiros se convirtieran en unos gemidos placenteros al oído. El rubio se sonrojó y de pronto le vino una gran curiosidad saber si reaccionaría de esa forma si le tocaba otra parte de su cuerpo. Subiendo por su brazo y metiéndose por la manga de la camiseta, llegó hasta el cuello. Con la otra mano le tocaba su ombligo. El Uchiha no tenía el sueño profundo, pero como en esa casa acostumbraban a tomar infusiones para dormir bien por las noches, estaba durmiendo plácidamente. Los suspiros y gemidos con esa voz tan gruesa no paraban de escucharse. Deidara sentía la textura de la piel cuando lo succionaba con ambas manos. Ahora sus lenguas se encontraban dándole placer en la zona de los pezones. Cuando lo empezó a chupar y a morder el Uchiha se retorcía en el sofá con una respiración agitada.
El rubio ya estaba bastante excitado con ver a Itachi de esa forma, y lo observaba con tanta atención que seguía en esa zona con sus lenguas.
- "Dios mío, qué lindo...Mierda, pero ¡qué estoy haciendo!...no puedo controlar esto. Me gusta ver a Itachi disfrutando de esa forma" – pensó Deidara mientras continuaba tocándolo.
De pronto el Uchiha dio un gemido mucho más alto de lo normal y abrió los ojos. Lo primero que sintió al despertarse, fue lo húmedo que tenía su cuello, su ombligo y sus pezones. Luego sintió un calor en su entrepierna.
Al darse cuenta que la humedad en su cuerpo era ocasionado por Deidara, lo quedó observando algo confundido. El rubio no se dio cuenta que Itachi había despertado, ya que tenía los ojos cerrados, y al parecer estaba fantaseando algunas cosas mientras gemía y respiraba por la boca.
- No me toques.- dijo seriamente Itachi. El joven abrió los ojos asustado mirando al Uchiha que se encontraba despierto. Inmediatamente sacó sus manos y las colocó detrás de su espalda.
-Yo...yo...Lo siento. ¿Acaso no te gustó? – preguntó Deidara sonrojado y triste.
-Claro que me gustó... pero si sigues haciendo eso, pensaré que quieres otra cosa y no me detendré hasta que los dos estemos satisfechos. – dijo Itachi bajándose la camiseta. - Por lo general siempre me controlo, pero si haces esto, me veré obligado a tomarte como quiera.-
Un gemido bastante placentero e imprevisto se escapó de la boca de Deidara, lo cual provocó un sonrojó en sus mejillas. Inmediatamente se tapó la boca... Al parecer, esas palabras y esa voz tan varonil, estimularon al rubio a gemir de esa forma tan desprevenida.
- Maldición... no hagas eso Deidara...- comentó Itachi sonrojándose.
- Yo me-e voy a mi-i habitación- tartamudeó el joven avergonzado mientras caminaba a paso rápido a su pieza. - "¡Qué horrible! ¡Cómo hago esas cosas el primer día que confesamos nuestro amor! Pensará que soy un caliente...y que estoy desesperado"... – pensaba mientras cerraba su puerta y se acostaba. - "Es la primera vez que me siento tan seguro con alguien, pero no debería echarlo a perder de esta forma"–
Mientras tanto, en la sala de estar, Itachi se volvía a cubrir con la manta.
- "Eso estuvo cerca... Contrólate Itachi, él quería, tú también querías, pero primero está su salud. No es común tener relaciones con una persona hermafrodita" – pensó el Uchiha antes de quedarse nuevamente dormido.
Continuará...
Última edición por PalomitaNegra el Jue Jun 16, 2011 10:39 am, editado 1 vez
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Ocio, ven a mí
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Por que nadie se pasa?! esta muy buena la historia, me encanta encima es raro encontrar en el foro fanfics itadei, no entiendo porque no pasan o comentan o lo que fuera.
Igual segui subiendo capitulos que la historia es muy original y atrapante.
Igual segui subiendo capitulos que la historia es muy original y atrapante.
CeltyNaruSaku Club - Sacudo, sacudo, sacudo
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Por qué nadie se pasa? Pues no lo sé u.u Pero gracias por dejar tu comentario La verdad es que me gustaría recibir más visitas ...Aunque a mi parecer la mayoría de las personas que leen FF prefiero leer mil veces un Naruhina o SasuSaku antes que una pareja yaoi.theblackangel escribió:Por que nadie se pasa?! esta muy buena la historia, me encanta encima es raro encontrar en el foro fanfics itadei, no entiendo porque no pasan o comentan o lo que fuera.
Igual segui subiendo capitulos que la historia es muy original y atrapante.
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Capítulo III: El cuerpo del rubio
- Spoiler:
- A la mañana siguiente, el rubio se encontraba preparando el desayuno junto con Takeshi.
– Dei-chan, ¿cuándo llegaran mis padres?- preguntó el menor.
– Mañana en la noche. ¿Los extrañas?-
Takeshi miró el suelo sonriendo. – Si, los extraño, pero supongo que te irás con Ita-chan cuando lleguen mis papás.-
Deidara lo miró algo molesto por el comentario. – Vaya. Ya me estás echando mocoso.- dijo algo fastidiado. – ¡Un momento! ¿Qué te hace pensar que me iré con él?-
– Porque Ita-chan me dijo que te llevaría a Konoha cuando mis padres regresaran.- le respondió.
– Después de haberte confesado, lo mínimo que deberíamos hacer es tener nuestro propio nidito de amor.- dijo el Uchiha apareciendo de repente. Deidara se ruborizó en pocos segundos.
– ¡Cállate estúpido! – le gritó el rubio que se había avergonzado.
– No te enojes tan temprano.-
– Es toda tu culpa idiota.-
– No seas tan arrogante, deberías venir conmigo a Konoha. Así podrías conocer mi aldea y al nuevo Hokage.-
– ¡¿Qué? ¿La vieja ya se murió?- preguntó el rubio interesado.
– No se murió, ella quiso ceder su puesto.- Contestó el azabache – También conocerás otros artistas, ya que en una aldea encuentras a gente muy diversa.-
– Pues, no parece mala idea, pero ¿dónde me alojaré?- volvió a preguntar Deidara.
– En…- Itachi no pudo terminar lo que iba a decir, sinceramente no sabía donde se alojarían, ya que él no tenía una casa en la aldea.
– Los hoteles salen muy caros.- le dijo el rubio empezando a enojarse.
– ¿Qué te parece si nos quedamos en un motel?, son más económicos.- comentó el Uchiha sonriendo. Deidara tan solo se sonrojó al escucharlo.
– Bueno, si tú pagas.- le contestó desviando la mirada. El azabache en ese momento se atragantó con su propia saliva y empezó a toser desesperadamente.
– ¿Lo dices en serio?-
– ¡Por supuesto que no! ¡Estúpido! ¡Por qué rayos tendría que quedarme contigo en una pieza de un motel de mala muerte! – le gritó enojado el rubio.
– ¿Qué es un motel?- preguntó el niño.
En ese momento, Deidara e Itachi se miraron con cara de culpa y luego observaron al menor. El Uchiha se agachó hasta llegar a la altura del niño.
–Takeshi, cuando seas un jovencito, lo sabrás muy bien. – le dijo con seriedad.
Una vez que desayunaron con tranquilidad, Deidara fue a lavar los platos. Itachi empezó a secar y a guardar la loza.
– Puedo hacer esto solo, mejor anda a ver si tu ropa está seca. – le dijo el rubio.
– Qué lastima, tendré que ponerme mi ropa, me estaba acostumbrando a llevar puesto tus calzoncillos con ositos.-
El rubio se le erizó la piel inmediatamente, agachó su cabeza y siguió lavando la loza como si no hubiera escuchado nada. El azabache lo abrazó por detrás y se apegó a su cuerpo.
– No te ofendas Deidara.- le susurró al oído. – Solo era una broma.-
Deidara estaba que se desmayaba de lo nervioso que se encontraba. Cerró sus ojos e inclinó su cabeza hacia un lado, dejando su cuello a la vista del Uchiha. Inmediatamente, Itachi, empezó a besar esa zona provocando suspiros en el rubio. Así estuvo por más de dos minutos y después apoyó su mentón en el hombro del joven sin dejar de abrazarlo.
– Eres tan lindo.- le dijo el Uchiha.
– Ya cállate de una buena vez.- le contestó molesto y sonriendo al terminar la frase.
Después que el rubio terminó de lavar la loza tomó la mano del azabache y se lo llevó al patio. Itachi se había sorprendido por el gesto de Deidara.
– ¿A dónde me llevas?- preguntó el azabache mientras caminaba junto a él.
El rubio no dijo palabra alguna y caminó hasta detenerse a las afuera de una pequeña cabaña. Al sacar una llave de su bolsillo, la metió en la cerradura y abrió la puerta. Luego abrió las cortinas dejando ver su pequeño taller de creaciones. Tenía un gran mesón con figuritas muy complejas hechas de arcillas y en un mueble tenía muchos frascos con colorantes.
– Este es mi taller.- dijo el rubio algo sonrojado.
– Qué bonitas son estas figuras. Eres realmente talentoso. – comentó observando con detalle las figuritas de arcilla. – Estos deben ser los bijus, te quedaron perfectos. Pero, qué haces con esto, ¿lo haces explotar? –
– Así es, ahí se ve el verdadero arte en mis creaciones, la explosión es lo más asombroso que puede existir. Pero he tratado de hacer mis explosiones con más color y también con figuras que vayan apareciendo después… antes de que estallen y desaparezcan en el cielo por completo. – dijo emocionado y sonriendo.
– "El arte realmente le apasiona".- pensaba Itachi mientras lo observaba. – Eso suena asombroso, quiero ver. – le pidió con interés.
Deidara no le dijo nada, solo se colocó unos bolsitos en el cinturón, salió de la cabaña, metió sus manos en ambos bolsillos, sacó un poco de arcilla y la empezó a moldear al frente de Itachi.
– ¿Tienes el sentido del gusto en tus lenguas?- preguntó el Uchiha con un leve sonrojo en sus mejillas.
– Claro que sí.- respondió molesto el rubio.
– "Eso es bastante interesante".- pensaba Itachi sonriendo.
Deidara continuó dándole forma a la arcilla hasta crear un ave del tamaño de un loro. Luego de lanzar el ave por el cielo, rápidamente sacó cinco diminutos frascos y los lanzó en dirección al pájaro.
– ¡Katsu!- gritó provocando que solo los frascos desaparecieran dejando el contenido suelto. Los colorantes que estaban esparcidos en el aire explotaron y el ave abrió sus alas dejando ver sus coloridas plumas. Al llegar a cierta altura, el ave explotó, haciendo que el humo de colores caiga haciendo figuras de otros animalitos mientras desaparecía.
– Eso si que fue un espectáculo. Veo que tu arte ha evolucionado. Ahora lo encuentro más fascinante. – comentó Itachi asombrado.
– Gracias.- dijo el rubio sonriendo algo avergonzado.
Habían pasado horas en el taller, donde Deidara le mostró cada uno de sus trabajos y conversaron sobre varios temas. Después ambos salieron de esa pequeña cabaña y caminaron en dirección a la casa.
– Con que tienes diecinueve.- reía Itachi al decir eso. – Eso significa que soy dos años mayor que tú.-
– No te creas tanto solo porque en edad y altura me ganas.- le dijo molesto el rubio.
– Lo de la altura ya lo sabía, es cosa de que te coloque al lado mío para comparar.- comentó el Uchiha acercándose a su amado y dándole un beso en la mejilla. Luego de eso lo abrazó y olfateó el cabello de su amado llegando con su nariz hasta detrás de la oreja.
Deidara se relajó bastante mientras sentía la respiración detrás de su oreja. Se había ruborizado y hasta empezó a imaginarse algunas escenas. De pronto volvió a la realidad, y alejándose del azabache, se apresuró para llegar pronto a la casa dejándolo a unos pasos detrás de él. Itachi lo tomó de la muñeca y lo jaló violentamente contra su cuerpo.
– ¿Qué te pasa Deidara? ¿Por qué te escapas?-
– Suéltame Itachi.- contestó el rubio algo indiferente.
– "¿Y ahora qué hice?" – se preguntaba el Uchiha mientras lo miraba.
– "Otra vez estoy sintiendo ese calor. Si sigo de esa forma mi cuerpo empezará a comportarse de una forma muy desesperada. Como ayer. ¡Maldición! que me suelte."- pensaba el joven de ojos azules algo nervioso.
– Solo quiero buscar unas cosas en la casa, no tienes por qué apretarme tanto la muñeca.- se quejó el rubio mirándolo molesto.
– Lo siento.- se disculpó mientras lo soltaba.
Deidara entró rápidamente a la casa y caminó hasta su habitación. Sacó un par de toallas y después se dirigió donde Itachi.
– Oye, cuida a Takeshi, iré a nadar al río.- dijo el joven con el ceño fruncido.
– ¿Solo era eso?- preguntó el Uchiha confundido por la actitud del rubio.
– Sí, solo era eso. ¡Pero no me acompañen! ¡Preparen el almuerzo por mientras!- exclamó Deidara con tono molesto mientras salía de la casa con un canasto donde llevaba las toallas. – "Necesito urgente salir de aquí. Tengo que calmar este problema."- pensaba mientras miraba sus pantalones.
Pasaron solo cinco minutos cuando el niño dejó de pelar zanahorias.
– Ita-chan, ¿Usted fue ninja? – preguntó el menor.
– Por supuesto que lo fui. Aunque lo sigo siendo. – respondió con un tono cariñoso.
– ¿Y por qué no lleva su protector? – le volvió a preguntar.
– Esa es una larga historia. Te la contaré cuando estemos almorzando. –
– ¡Qué bien! – gritó emocionado el niño. – ¿Y sabe alguna técnica ninja? –
– Claro que sí. ¿Cuál técnica quieres que haga? –
– Veamos…- decía el pequeño mientras se ponía a pensar. – ¡Ya se! Esa técnica donde se crea un clon.- contestó Takeshi.
El azabache no dijo nada, solo hizo el sello con sus manos y salió un poco de humo. En segundos apareció un clon exactamente igual a Itachi. El niño aplaudió asombrado.
– ¡Qué genial! – exclamó el menor. – Con esa técnica se podrían hacer un montón de cosas. –
El Uchiha se sorprendió al escuchar esas palabras y al mismo tiempo se sonrojó.
– Takeshi, vuelvo en seguida. – le dijo mientras se metía al baño. Pasó cerca de un minuto cuando se escuchó la cadena del baño y salió sacudiéndose las manos. – Mejor sigamos cocinando.-
El niño asintió con la cabeza y siguió pelando las zanahorias. Lo que no sabía Takeshi, es que el Itachi que lo acompañaba y lo ayudaba a cocinar el almuerzo, era un clon de sombra. El verdadero Itachi salió del baño por la diminuta ventana que daba al exterior, había estado unos minutos atrapado y tuvo que retorcer su cuerpo para salir. Una vez en el patio y algo adolorido por la caída que sufrió, fue corriendo hacia el río en busca de su rubio.
Deidara se encontraba en una zona algo alejada de la casa. Cerca de un pequeño salto de agua. El río le llegaba a la altura de sus rodillas, pero al agacharse y sentarse, en las rocas que estaban al fondo del río, el agua lo cubría hasta el cuello.
– Maldición, el agua está tibia. Supongo que no me queda otra que opción que… tocarme. – Se dijo mientras colocaba sus manos alrededor de su miembro erecto – ¡Ah!- gimió con fuerza al hacer un pequeño movimiento.
– "Hace tiempo que no hacía esto. Eso es malo en cierta forma" – pensaba el rubio sin dejar de tocarse. Sus gemidos y suspiros eran bastante seguidos. Y su rostro estaba completamente sonrojado. – "Si Itachi apareciera de repente…" – seguía pensando en tanto cerraba los ojos y comenzaba a fantasear con el azabache a los poco segundos.
– ¡Oh! ¡Itachi! ¡Sigue así!… Ahí… sí ahí… mmm… ¡ahhh! – gemía mientras movía sus manos sobre su erección.
– Oye Deidara, ¿Qué estas haciendo? – preguntó el Uchiha que había llegado justo en el momento que el rubio dijo su nombre en voz alta. El rubio se paralizó al escuchar la voz del azabache. Su rostro parecía un tomate de lo rojo que estaba. Lo primero que hizo fue sacar una toalla que estaba sobre el pasto cerca de él. Después la amarró a su cintura y pegó un fuerte grito:
– ¡Qué mierda haces espiándome!-
Itachi también estaba sonrojado. Además parecía muy concentrado contemplando el cuerpo de Deidara que solo lo cubría una toalla.
– Bueno…Eso no es lo importante. Veo que te estabas tocando pensando en mí. – le dijo sonriéndole al rubio.
– Yo-o n-no.- fue lo único que pudo decir Deidara antes de ponerse a correr a toda velocidad en dirección al bosque mientras la toalla se le iba soltando.
Itachi también se puso a correr, pero al entrar al bosque lo perdió de vista.
– "¿Dónde se habrá metido?" – se preguntaba el Uchiha mientras daba unos pasos. De pronto logró divisar una toalla blanca a varios metros de él. -"Debe ser por esa dirección" – se dijo el azabache al mismo tiempo que empezaba a correr.
Solo pasaron unos pocos segundos cuando encontró a Deidara sentado sobre el pasto y apoyando su espalda contra el tronco de un árbol. Sus rodillas estaban pegadas al mentón, sus piernas las tenía juntas y sus brazos cubrían su rostro.
– Aléjate. ¡No quiero que me veas! – le gritó el rubio aún con el rostro tapado. – "¿Por qué justo cuando estoy en este estado aparece? No quiero que me vea así y tampoco quiero que vea mi cuerpo. Ya se que él me aceptó como era, pero aún no me ha visto… ¿Qué pasa si le doy asco? ¿Acaso me abandonará?" – pensaba el rubio aún con su cara tapada.
– Deidara, no tengas miedo. – le dijo amablemente el Uchiha.
– "¿Cómo no voy a tener miedo? ¡No quiero que te alejes de mí!…" – pensaba conteniendo las lagrimas.
– ¿Sabes? Esto también me afecta. Eso es porque me hace pensar que aún no me tienes la suficiente confianza…- le dijo el azabache en voz baja.
En ese momento, el joven de ojos azules, levantó su rostro y lo observó. Estaba nervioso, asustado y con lágrimas recorriendo sus mejillas.
– ¡Maldito Itachi! Estoy excitado, ¡no quiero que la primera vez que me veas desnudo sea así!- se quejó Deidara con voz temblorosa.
– A mí me da lo mismo. Sigue siendo tu cuerpo.-
El rubio lo miró molesto y luego bajó la mirada. – "Siempre sale con alguna tonta frase… pero ¿qué hago?... Supongo que si me ve ahora, podré confirmar si estaba siendo sincero con sus sentimientos… él me dijo que haría cualquier cosa para que no pensara que me había equivocado con él."– pensaba el rubio antes de dar un respiro.
Itachi lo miraba preocupado, no sabía lo que estaba pensando su amado y sentía un pequeño dolor en el pecho por la desconfianza que le tenía Deidara. De pronto, el rubio, aún sentado y desnudo sobre el pasto, apoyó sus manos a los lados y empezó a abrirse de piernas mientras estas temblaban. El Uchiha abrió sus ojos del asombro por la escena que veía al frente de él. El rubio estaba mostrando toda su intimidad. El joven de ojos azules tenía sus piernas lo suficientemente abiertas para dejar ver su cuerpo tan particular. Tenía su pene erecto, sus testículos perfectamente desarrollados, y debajo de estos últimos, se encontraban los labios mayores del genital femenino que tanta vergüenza le daba mostrar. Muy próximo a la vulva estaba, más abajo, su orificio anal.
En sus dos entradas se podían notar los rosadas que eran internamente y el movimiento que hacían. Los aparatos reproductores estaban tan bien formados y unidos que le daba una belleza única al cuerpo de Deidara. Itachi estaba bastante asombrado y ruborizado, podía observar como las dos entradas del rubio se contraían y dilataban frente a sus ojos. Luego de ese momento, el Uchiha se acercó donde el rubio y se agachó.
– Eres más hermoso de lo que pensé. – dijo el azabache. Deidara cambió su expresión de miedo por una de tranquilidad.
– ¿Lo dices en serio? – preguntó el joven sonrojándose por lo cercano que se encontraba Itachi.
– Sí. Lo digo muy en serio… Pero te voy a pedir que me golpees la cabeza. –
– ¿Ah? –
– Es que en estos momentos puedo ver lo excitado que está tu cuerpo. Y viéndolo así, me parece algo demasiado provocador.-
– ¿Y… por qué no me tocas? – incitó el rubio desviando la mirada.
Itachi quedó blanco de la impresión. El rubio estaba dispuesto a que él lo tocara en esos momentos. Sin contestarle a su pregunta lo agarró de las muñecas y las apoyó en el tronco del árbol donde el rubio estaba con su espalda afirmada. Ambos se acercaron al otro y el rubio enrolló sus piernas en el cuerpo del azabache y empezó a hacer movimientos pélvicos. Gemía incontrolablemente mientras sentía que sus genitales rozaban con las ropas del Uchiha. La pasión y el amor que guardaban hace años se estaban liberando en ese momento. Acercaron sus rostros, y sus bocas abiertas estaban a escasos centímetros. Ambos sintieron la respiración agitada del otro. Itachi lo besó en los labios y Deidara correspondió al beso. Los dos cerraban los ojos mientras se dejaban llevar.
Pero no lograron llegar más lejos que unos roces, besos y caricias ya que un clon de sombra había llegado sin que ellos se dieran cuenta. El clon de Itachi golpeó en la cabeza al verdadero Uchiha haciendo que se desmayara. Luego el mismo clon desapareció solo. Deidara quedó algo impactado por lo ocurrido y solo pudo sentir la respiración de Itachi en su pecho, pues el azabache se encontraba encima de él.
El rubio se quitó de encima a su amado y se puso de pie. Se lo llevó arrastrando por el pasto hasta llegar al río. Después lo acomodó cerca de la orilla, y luego, Deidara, se sumergió en el río. Pasaron unos pocos minutos cuando al fin el rubio terminó con lo suyo y salió a la superficie. Su ropa estaba ahí y la toalla que tenía para secarse el cabello también, la otra toalla estaba perdida en el bosque, pero no le dio mucha importancia.
Después de secarse el cuerpo se vistió. Amarró su cabello con una coleta alta y se dirigió donde estaba el azabache que seguía inconsciente.
– Itachi… Itachi… Despierta. ¡Tenemos que ir a ver a Takeshi! En estos momentos debe estar solo. Si algo le pasó te golpearé con todas mis fuerzas. –
El Uchiha estaba abriendo los ojos. – ¿Qué pasó? – preguntó despertando completamente.
– Te diré que paso. ¡Has dejado a Takeshi solo! ¡Maldito estúpido! No tenías que haberte aparecido en el río así de repente. Por tu culpa se me olvidó. ¿Cuánto tiempo lo dejaste solo? – preguntó Deidara enojado y avergonzado.
– Tranquilízate… No lo dejé solo. Hace un rato atrás tenía un clon ayudándolo en la cocina, pero no hice solamente un clon, hice dos. El último era para avisarme que el almuerzo estaba listo. – le contestó Itachi. El rubio suspiró de tranquilidad, pero aún así, todavía había algo que lo confundía.
– Entonces ¿cuál fue el motivo para que salieras de la casa? –
– Quería verte. – confesó el azabache con un leve sonrojo en sus mejillas.
– ¡Lo sabía! ¡Eres un pervertido! ¡Ni si quiera tratas de ocultarlo! – le gritó el joven mientras lo zarandeaba.
– Solo era curiosidad. – decía el Uchiha con su cabeza moviéndose de un lado para otro por culpa del rubio. Deidara lo seguía moviendo de un lado a otro cuando llegó el niño acompañado de un clon de sombra.
– Dei-chan, estamos esperan…- fue lo único que alcanzó a decir el menor cuando vio a otro Itachi junto al rubio. Luego miró al que tenía a su lado y se rascó la cabeza.
El clon desapareció y Deidara dejó de sacudir al verdadero azabache.
Después de explicarle a Takeshi lo que estaba ocurriendo, omitiendo algunas partes que no se podía contar a menores, fueron a la casa a almorzar.
Cuando terminaron de comer, se dedicaron a cosechar algunas verduras de la huerta y a limpiar la casa. La tarde había pasado volando. Ya eran las nueve de la noche y estaban agotados después de hacer una limpieza tan minuciosa.
Luego de su merecido descanso, cenaron y cada uno se dio un baño. Justo a la salida de Takeshi del baño, se escuchó un trueno. A los pocos segundos se puso a llover y el viento sonaba con mucha fuerza.
– Dei-chan. ¿Dejarás otra vez a Ita-chan durmiendo en el sofá? ¿Por qué no dejas que duerma contigo ahora que son buenos amigos? En la sala hace mucho frío, acuérdate que está la chimenea y entra mucho viento por ahí… Además hay una tormenta. – dijo el niño. El Uchiha miró al rubio esperando una respuesta.
– No sé. Tal vez él no quiera. – contestó Deidara nervioso a causa de la mirada de Itachi.
– "Espero que no me pase lo de antes… ahora estaremos en la misma cama durmiendo…" – pensaba preocupado el rubio.
– Si para Deidara no hay problema… – comentó el azabache sonriendo, pues notó que su amado no se había enojado por la propuesta del menor. El rubio lo miró sorprendido y a la vez sonrojado.
En la habitación se encontraban Itachi y Deidara. Estaban acostados en la misma cama. Ninguno podía dormir. Ambos estaban con los ojos bien abiertos y mirando el techo.
– Oye ¿Por qué te golpeaste en el bosque? – preguntó de repente el joven de ojos azules.
El Uchiha movió su cabeza en dirección a Deidara y lo observó.
– Porque si no, podríamos haberlo hecho. –
– ¿Y qué tenía de malo? – volvió a preguntar el rubio, esta vez sonrojado y sin dejar de ver el techo.
– No quiero tocarte hasta que veas a un médico. – le respondió seriamente.
– ¿Médico? ¡Yo no estoy enfermo! No necesito un médico. –
– Deidara. No quiero hacerle daño a tu cuerpo, primero está tu salud. – dijo el Uchiha. – Nuestro amor es correspondido y se que no tiene nada de malo demostrarnos cariño cuando estamos solos. Pero si lo vamos hacer, deberás hacerte ese chequeo. Esto debe ser algo en que los dos nos podamos sentir bien. –
Deidara lo miraba con admiración y con una sonrisa en sus labios. Itachi podía parecer frío la mayoría de las veces, pero él sabía que su forma de actuar escondía una persona que piensa por el bien de los demás. Además de lo cariñoso que podía ser con la gente más cercana.
El rubio quería abrazarlo, solo que no se atrevía. Lo único que hizo fue acercarse al cuerpo de Itachi hasta quedar a escasos centímetros de él.
Esa noche los dos durmieron tranquilamente.
A las seis de la mañana del día siguiente, Takeshi abrió la puerta que daba a la habitación del joven.
– ¡Dei-chan! ¡Dei-chan! ¡Mis papás llegaron! – gritó el niño feliz.
Deidara abrió los ojos. Grande fue su sorpresa al ver y sentir a Itachi pegado a él ya que lo estaba abrazando. Su reacción fue soltarse inmediatamente y salir de la cama. El Uchiha estaba despierto hace rato, pero tenía los ojos cerrados.
– Eh, ¿qué estas diciendo? ¿Ya están aquí? –
– Sí, están desempacando. – comentó el menor.
– Y, ¿saben de Itachi? –
– "No creo que les guste mucho la idea de que haya aparecido un extraño y se haya quedado en casa en su ausencia" – pensaba preocupado el rubio.
– Ya les conté sobre Ita-chan. – dijo el niño.
– ¿Y cómo reaccionaron?-
– Bien. Después de ver la casa reluciente y varias verduras cosechadas, están muy contentos y quieren conocerlo. – respondió Takeshi.
– Me alegra oír eso. – dijo de pronto Itachi, asustando a Deidara y al menor.
– ¿Desde cuando estabas despierto? – le preguntó alterado el rubio.
– Desde que Takeshi te vino a gritar. –
El niño se rió y salió de la habitación. Acto seguido los ninjas se levantaron para vestirse y desayunar. Luego de pasar unas horas con la familia de Takeshi, el Uchiha les dijo que se iría a vivir con Deidara a Konoha. El rubio se atoró con una miga de pan al oír eso y el azabache le pasó un vaso con agua.
– Deidara, ¿te irás tan pronto? – preguntó la madre de Takeshi.
– Ehhh… pues la verdad... Supongo que sí. – contesto el rubio.
– ¡Qué lástima! Perderemos a una persona honrada y trabajadora– comentó el padre del menor.
– Aunque me alegra que quieras rehacer tu vida en una aldea junto con tu amigo. – dijo la mujer.
– Espero que conozcas el amor de tu vida y seas feliz. – dijo el padre de Takeshi.
– Muchas gracias. – fue lo único que dijo –"Aunque ya lo conocí". – pensaba el rubio antes de sonrojarse.
Después del desayuno y de una larga despedida, Deidara e Itachi se fueron de esa casa.
– ¿Estás llorando? – preguntó el azabache.
El joven se secó las lágrimas mirando hacia otro lado y respondió: – Es solo una mugre.-
El Uchiha sonrió y cuando notó que el rubio ya estaba tranquilo, lo tomó de la mano, luego lo llevó hasta su cuerpo y lo besó. Deidara le correspondió el beso y lo abrazó.
– "La madre de Takeshi tenía razón. Desde ahora, voy a rehacer mi vida." – Pensaba el rubio mientras seguía besándose con Itachi.
-"Espero que no haya ningún problema con la llegada de Deidara a Konoha. Mi situación está arreglada ya que hace poco visité la aldea… También mencioné a Deidara, supongo que se acordaran de que él ya no pertenece a Akatuski. No quiero pasar un mal rato." – Pensaba preocupado el Uchiha mientras caminaba con su amado.
Una vez que llegaron a la aldea, fueron detenidos por los ninjas que custodiaban la entrada de Konoha.
– Itachi Uchiha, sabemos que eres tú, pero necesitamos confirmar la identificación de tu compañero. – dijo uno de los ninjas.
– Él es Deidara. – respondió el azabache.
Los ninjas sacaron sus armas y se pusieron en posición de ataque.
– ¡Es un miembro Akatsuki! Se supone que Sasuke lo había asesinado. – dijo un ninja.
– La orden de matarlo debería seguir vigente. – dijo el otro empezando a sacar un kunai.
– Alto ahí. – dijo Itachi mirándolos con seriedad. – Ni se les ocurra tocarlo. Solicito hablar con el Hokage ahora para solucionar este mal entendido.-
Uno de los ninjas fue corriendo en busca del Hokage. Pasaron cerca de diez minutos cuando llegó el ninja junto a un hombre encapuchado y acompañado de Shizune.
– ¿Qué está pasando aquí? – interrogó el Hokage sacándose la capucha que le tapaba el rostro.
– ¿Naruto es el nuevo Hokage? – preguntó Deidara algo confundido.
– Así es. ¡Yo soy el Hokage!- respondió el Uzumaki sonriendo. – Oye Itachi, veo que lo encontraste. Me alegro que estén juntos.-
– ¿Pero que hacemos con el rubio? – preguntó un ninja.
– Déjenlo pasar. No es una amenaza si viene con Itachi. Mmm…Un momento, ahora que lo pienso, ya les había dicho que si Itachi venía con un hombre rubio de cabello largo lo dejaran pasar sin hacer preguntas. ¡Espero que esto no vuelva a ocurrir! ¡Miren que he dejado mi oficina por este mal entendido! ¡Tengo mucho trabajo que hacer! – se quejó Naruto con los ninjas.
Continuará....
Espero que les haya o que te haya gustado theblackangel xD
Última edición por PalomitaNegra el Jue Jun 16, 2011 10:28 am, editado 2 veces
RasputinSin vida social - It's JJ Style!
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05/06/2011
Viktuuri
Hunter x Hunter (2011) | Ping pong animation | Full Metal Alchemist | Yuri on ice
Pokemon Sol y Luna | All Out!! | Sangatsu no Lion | Super Horny 2
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Ocio, ven a mí
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Paaalooomitaa!!
Yo vine a darte apoyo xDD!
Lo sé mis FF también tienen menos visitas & coments acá .___.
por ello amo a Mundo Yaoi <3!
adadads well~ yo esperae tus Act en MY ya que ahí va más adelantado! xDD!
NTP! así sucede! no te desanimes C:!
aamshaha eso~
PD: Manten donde me pierdo en secreto (?)
Yo vine a darte apoyo xDD!
Lo sé mis FF también tienen menos visitas & coments acá .___.
por ello amo a Mundo Yaoi <3!
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NTP! así sucede! no te desanimes C:!
aamshaha eso~
PD: Manten donde me pierdo en secreto (?)
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Eah vino alguien mas
Segui la historia que cada vez se pone mejor, naruto hokage me encanta. Cierto, si te pasas por el juego de fics en el SasuNaru FC te lo agradeceria, quisiera ver un fic tuyo de esa pareja.
Segui la historia que cada vez se pone mejor, naruto hokage me encanta. Cierto, si te pasas por el juego de fics en el SasuNaru FC te lo agradeceria, quisiera ver un fic tuyo de esa pareja.
CeltyNaruSaku Club - Sacudo, sacudo, sacudo
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HoriKashi
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Regalos
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Hola me vine a leer tu fic por recomendacion...(queria experimentar yaoi XD) y me lo lei ^^ bueno acabo de terminar el capitulo 2 y no podia esperar para comentar... nunca habia leido un fic de esta pareja y debo decir que me gusto! tiene potencial... ahora no puedo imaginar otra pareja para Itachi que no sea el rubio del arte...
Escribes realmente bien y la trama es original... mandale contii!!
Ahora me voy con el tres que tiene un titulo interesantiisimo... XD
Escribes realmente bien y la trama es original... mandale contii!!
Ahora me voy con el tres que tiene un titulo interesantiisimo... XD
ElenaSin vida social - A-YO! motherfuckers /limonsita ♥
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12/02/2011
10.250 円
22
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Bronik: Wiii!!! >w< gracias por el apoyo. Y si...se nota la diferencia...No sé por qué será...En esta página incluso es más cómodo leer fanfics que en MY Emm...supongo que guardaré tu secreto mmm...mejor lo pensaré xD
theblackangel: Pensaba postear a ese tema justamente ayer...pero me di cuenta que metí la pata D: es que estoy escribiendo oneshots para dos concursos (Además debo escribir este >o<) Cuando termine de escribir los dos one-shots..estaré más relax =w= y ahí me pasaré...Gracias por tu comentario.
Elena chan: Wow! Me alegra leer eso. ¬w¬ aunque déjame advertirte que algunas partes son demasiadas...yaoi O.o y que algunas parejas pueden salir por ahí que tal vez no te agraden mucho u.u Créeme que hay títulos más interesantes gracias por tu comentario y gracias por animarte a leer una pareja yaoi...como es el ItaDei
Aquí la conti...
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presiona "control" con el signo "más" (+) para que se pueda ver más grande...para volver a la normalidad: "control" y el signo "menos" (-)
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Em...bueno, pido disculpa si no les gustó el final de capítulo xP
theblackangel: Pensaba postear a ese tema justamente ayer...pero me di cuenta que metí la pata D: es que estoy escribiendo oneshots para dos concursos (Además debo escribir este >o<) Cuando termine de escribir los dos one-shots..estaré más relax =w= y ahí me pasaré...Gracias por tu comentario.
Elena chan: Wow! Me alegra leer eso. ¬w¬ aunque déjame advertirte que algunas partes son demasiadas...yaoi O.o y que algunas parejas pueden salir por ahí que tal vez no te agraden mucho u.u Créeme que hay títulos más interesantes gracias por tu comentario y gracias por animarte a leer una pareja yaoi...como es el ItaDei
Aquí la conti...
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Capítulo IV: La visita al hospital
- Spoiler:
- Los ninjas que custodiaban la entrada a Konoha bajaron la mirada por el reto que le había dado el Hokage.
-Naruto, pareces muy molesto. Me imagino que Sasuke aún no ha llegado – comentó Itachi mirándolo con una sonrisa burlona.
-¡No es por eso! Es que…ellos me llamaron mientras estaba trabajando y por eso me molesté. Y si en algo tienes razón…es que Sasuke aún no ha llegado – dijo Naruto sonrojándose.
-¿Otra vez huyó ese idiota? – preguntó Deidara.
-¡A quién le dices idiota! – exclamó el Hokage enfurecido. Itachi solo suspiró.
-Deidara, no deberías insultar a Sasuke cuando esté Naruto…Ellos son novios – dijo el Uchiha.
-¿Novios? – preguntó Deidara sonrojándose.
-¡Así es! Y tú Itachi, no deberías dejar que insulten a tu hermano… ¿Qué clase de persona eres? – le preguntó enojado el nuevo Hokage.
-No es para tanto…Estás exagerando las cosas Naruto. No te enojes conmigo. La culpa es de Sasuke – le respondió Itachi.
-¿De qué rayos estás hablando? – le volvió a preguntar Naruto.
-Digámoslo de una forma sutil. Tú estás enojado porque no has visto Sasuke y necesitan pasar tiempo juntos – dijo Itachi. – Y en privado. – agregó a los pocos segundos. Naruto se avergonzó y los ninjas se rieron.
– ¡Eres un pervertido! – gritó el Uzumaki. Dicho eso, dio media vuelta y se marchó con Shizune.
Después de esa pequeña discusión, Itachi y Deidara fueron caminando por la aldea tranquilamente hasta que Deidara interrumpió el silencio.
– Itachi… ¿dónde nos vamos a alojar?
-¿No se supone que ya habíamos acordado eso? Tú estabas de acuerdo con que nos alojaríamos en un motel. –
-¡A caso eres idiota! Nunca quedamos en ese acuerdo. ¡Era una broma! ¡Estúpido! – le gritó enojado.
-Entonces, ¿dónde nos quedaremos?…un hotel es muy caro. No ando con mucho dinero. Una opción sería buscar una misión de alto rango. Pero hace días que no descanso…- dijo el azabache con un tono desanimado.
-¡Maldición! Vamos a un motel y deja de quejarte…- dijo el rubio bastante molesto.
-Bien, entonces te daré a elegir. – decía mientras sacaba una libreta. – Entre los más económicos están "Horas de lujuria y pasión", "El ninja cachondo" o "El jutsu erótico". – decía Itachi antes de cerrar su libreta.
-¿De dónde mierda sacaste eso? – preguntó el joven avergonzado y a la vez sorprendido.
-Lo tenía en mi bolsillo. – le contestó. – Entonces, ¿cuál prefieres? –
-El primero. – le respondió inmediatamente.
-Mmm… con que quieres pasar un buen rato…- le dijo el Uchiha con un tono de voz seductor.
-¡Podrías callarte! ¡No sé cuál era peor! – respondió con tono molesto. – Además me gustaría saber si… ese motel cobra por hora… porque si es así. No nos conviene. –
-Cobran por la noche. –
-No está tan mal. –
Ambos nuevamente caminaron por las calles de la aldea. Estaban a cinco cuadras de llegar al motel cuando Deidara se detuvo a mirar una enorme casa.
-Oye, ¿esta casa es tuya?- preguntó el rubio. – Dice "Uchiha" en la placa. – agregó.
-No es mi casa, es la casa de Sasuke. Andando. – le dijo Itachi tomándolo del brazo.
-¡Espera! ¿Cuál es el problema de quedarnos en esta casa? –
-El problema es que esa casa no es mía. – respondió el azabache.
-Sí, ya sé. Pero podríamos quedarnos aunque sea por unos días. Así nos ahorramos el motel y tendremos más comodidades. –
-Bien, nos quedaremos si así lo quieres. – dijo el Uchiha antes de dar un suspiro. Después de eso, los dos entraron a la casa de Sasuke.
-¡Es bastante grande! Tiene muchas habitaciones. – dijo el rubio emocionándose.
-"Vaya…parece que alguien limpió el desastre que dejaron después de esa fiesta…" - pensó el Uchiha.
Deidara se metió en una habitación. Estaba con los pies descalzos y saltó sobre la cama muy feliz.
-¿Qué estás haciendo? – le preguntó Itachi que lo había seguido.
-¿Nunca has saltado sobre una cama? – le preguntó mientras seguía saltando. – Ven.-
Itachi solo se había criado con futones y en su niñez jamás había saltado sobre una cama. Al subirse empezó a saltar algo confundido, pero al ver lo feliz que se encontraba Deidara, sonrió.
-¿Quién llega más alto? – decía el rubio tomando más impulso.
-Ven aquí. – le dijo Itachi tomándolo de la cintura y abrazándolo. Los dos estaban bastante cerca y saltaban al mismo tiempo. De pronto el rubio se enredó con los pies del azabache y ambos cayeron en el colchón. Deidara estaba sobre el Uchiha. Los dos rieron al mismo tiempo.
– Oye Itachi, ¿qué sabes cocinar?- preguntó de pronto el rubio.
Itachi se tomó unos segundos antes de contestar.
–La verdad es que no se cocinar muchas cosas. Con suerte se cocinar pescado. – respondió el Uchiha. Deidara frunció el ceño.
-¿Qué estás diciendo? – le preguntó algo enojado.
-Veras, mi madre siempre cocinaba… Kisame siempre cocinaba… o sino íbamos a un restaurante a comer, pero nunca me interesó cocinar. Me gusta que cocinen para mí. –
-¡Pues tendrás que cocinar desde ahora idiota! ¡No cocinaré para ti todos los días! No sé cómo aprenderás, pero si quieres seguir conmigo, deberás saber cocinar deliciosos platillos. – le dijo el joven de ojos azules con un tono muy molesto.
-Bien. Aprenderé, pero cuando llegue Sasuke…Él es hábil en eso y me enseñará. Yo siempre me dediqué al entrenamiento. Debe ser por eso que soy tan fuerte. –
-Deja de ser tan fanfarrón. – le dijo el rubio enojado mientras dejaba caer su cuerpo sobre el de Itachi.
-¿Quieres un cariñito? – le preguntó el azabache.
-No digas esas palabras, estúpido. – le contestó mientras lo abrazaba y frotaba su rostro contra el de Itachi.
-¿Eso fue un sí? – le preguntó nuevamente el Uchiha.
Deidara no respondió a la pregunta. Le dio un beso tan apasionado que no cabía ninguna duda cuál era su respuesta. Itachi lo acarició por toda su espalda mientras le correspondía a ese beso. El rubio metió sus dos manos debajo de la ropa del azabache tocando sus dos pezones a la vez. Itachi se sacó la camiseta lo más rápido que pudo.
- Deidara, no sabes lo bien que se siente cuando me tocas ahí. – le decía el Uchiha entre gemidos. El rubio sacó sus bocas que tenía en las manos y lo lamió por varios minutos. Su rostro lo acercó al ombligo del azabache y sacando su lengua la fue pasando por todo su abdomen hasta llegar a la boca del Uchiha. Itachi solo gemía por ese contacto simultáneo que tenía en su piel. Saber que tres lenguas recorrían su cuerpo lo excitaba demasiado.
-Itachi, quiero hacerme el examen. – le dijo el rubio inesperadamente. Itachi reaccionó con esas palabras y rápidamente se sentó sobre la cama.
-Eso me parece muy bien, podríamos ir ahora. – dijo el Uchiha.
-¡Tan rápido! – exclamó el rubio.
-Mientras antes mejor. – respondió el azabache. – Así podríamos continuar con esto. – agregó. Deidara le sonrió y lo abrazó. En poco tiempo los dos se prepararon para salir.
No pasaron muchos minutos cuando llegaron al hospital de Konoha.
-Tsunade, él quiere hacerse un chequeo médico. – dijo el azabache bastante decidido. Deidara lo quedó observando algo molesto al notar que Itachi estaba hablando por él.
-¿Eh?... Claro. Pero ¿un chequeo general? – preguntó la rubia.
-Así es. Paro también quiero que incluya uno de la próstata, una ecografía y todos los que estime conveniente.-
Deidara le dio un fuerte puñetazo al rostro del Uchiha.
-¿Por qué mierda tengo que hacerme tantos exámenes? – le preguntó el rubio disgustado y enojado.
-Es todo por tu bien. – le contestó el Uchiha con una sonrisa. – A veces prefiero que me insultes a que me golpees. – añadió para después sobarse la mejilla.
-¡Haber! ¡Momento! Aquí sucede algo raro. ¿Por qué una ecografía? Él es un hombre. Por lo general se les hacen ecografía a mujeres…- dijo Tsunade.
-Él tiene una situación especial. – dijo el azabache. – Es hermafrodita. – agregó. Un silencio por parte de Tsunade, Deidara e Itachi se hicieron presentes. El rubio estaba algo nervioso. El Uchiha estaba bastante tranquilo y la mujer estaba impactada.
-¡¿Her-hermafrodita dices? ¡Eso es, increíble! En toda mi vida jamás me tocó tratar un paciente hermafrodita. Aunque el término más apropiado sería "intersexual"…- dijo la rubia bastante emocionada. – Te pediría Deidara que te saques la ropa. Te examinaré ahora mismo. – agregó.
-"Vieja pervertida". – pensaba el rubio sacándose los pantalones.
-¿Me puedo quedar? – preguntó Itachi con un leve sonrojo en sus mejillas.
-"Lo que faltaba. Otro pervertido" – volvía a decirse Deidara terminado de sacarse sus pantalones.
-Solo si el paciente quiere. Ehhh…¿Ustedes dos son…?
-Somos amantes. – respondió Itachi.
-¡Cierra tu bocota estúpido! – se quejó Deidara avergonzándose.
-¡Entonces que se quede! – dijo la rubia riendo.
-¡Pero ni si quiera he dado mi opinión!- gritó enojado el rubio.
-No te preocupes Deidara. Todo estará bien. Antes de someterte a cualquier examen, te haré un par de preguntas. – dijo sacando un cuadernillo. Pasaron veinte minutos siendo entrevistado cuando la rubia dejó el cuadernillo a un lado y se sentó. – Necesito saber algunas cosas antes de hacerte el examen a la próstata… ¿Eres virgen? – preguntó Tsunade. El joven de ojos azules se enojó por la pregunta y luego miró a Itachi.
-Deidara, contesta o lo haré yo. – amenazó el Uchiha. El rubio solo asintió con la cabeza. Luego Itachi se le acercó y le tomó la mano.
-Mmm…Entonces tendremos que intentar hacer algunas cosas. Para el examen de la próstata sería bueno que tu amante lo realizara – dijo la rubia.
-¡¿Por qué Itachi? ¿En qué consiste esa cosa? – preguntó sorprendido.
-Básicamente en meter un dedito por tu entrada y palpar. Aunque el único fin de hacer eso, es saber si tienes una respuesta sexual, eso le conviene a ambos para cuando empiecen a tener relaciones. No sabemos si estás con todos tus órganos desarrollados. Y cualquier anormalidad al interior de tu cuerpo podría producir un problema. – dijo la rubia seriamente.
-¿Hizo alguna clase de estudios para recomendar ese tipo de cosas? – preguntó Deidara algo confundido.
-¡No me subestimes jovencito! ¡Tengo más experiencia que ustedes dos juntos en el área de la medicina! – gritó enojada Tsunade.
-"Creo que acabo de conocer otra persona muy orgullosa" – se decía Deidara.
-No se preocupe Tsunade, haré lo que me pida. – le dijo Itachi.
-¡Eso es porque te conviene! ¡Maldito! – exclamó Deidara enojado y con sus mejillas ruborizadas.
-Bien, los dejaré solos. Utiliza el guante quirúrgico que está en ese envase. Les daré como máximo quince minutos. Acuérdate Itachi, es solo palpar. – le dijo Tsunade sonriendo de forma picarona. El rubio solo se enojó más con ese comentario y la expresión de la rubia.
-Deidara, no deberías enojarte. Esto nos conviene a ambos. – decía mientras se ponía un guante en su mano derecha. – No te preocupes, para este tipo de cosas soy un experto. – le dijo con un tono seductor.
-¡No! ¡No metas tu dedo ahí! ¡Sácalo! – decía el rubio con los ojos cerrados.
-Ni si quiera te has sacado la ropa y tampoco te he tocado. Deberías calmarte. – le decía Itachi.
El Uchiha se le acercó y le acarició su cabello con la mano izquierda. Trató de ser lo más amable con el rubio para que se sintiera seguro y tranquilo.
De pronto, Itachi, le bajó sus calzoncillos y los dejó a la altura de sus rodillas.
Deidara había aceptado ser examinado por el Uchiha, por lo cual había quedado boca abajo, con las caderas levantadas y las piernas abiertas.
-Esto puede ser algo incómodo. – le decía Itachi mientras le metía el dedo del al medio en su orificio anal. Deidara abrió los ojos asustado y soltó un leve quejido. Su corazón empezaba a latir más rápido.
-¡Ay! ¡Ahhh! – Gemía el rubio – Se siente raro. –
-No te preocupes, ya pasará. Todavía no llego. – decía el Uchiha.
-"Está bastante apretado, pero hasta ahora no he encontrado nada extraño" – pensaba mientras tocaba los alrededores. Luego de avanzar unos pocos centímetros más. Tocó la próstata. Un fuerte espasmo fue la reacción de Deidara. Luego de que Itachi empezara a tocarlo en reiteradas ocasiones en esa parte, el rubio comenzó a gemir bastante bajo. No pasó muchos segundos cuando el azabache estaba por sacar su dedo ya que se había dado cuenta que su amado tenía todo normal por esa zona.
Cuando Deidara se percató que Itachi ya estaba por sacar completamente su dedo, hizo un esfuerzo por retenerlo en su interior. Estiró sus brazos, tomó la muñeca del azabache y la empezó a empujar para que siguiera hurgando más profundo. Deidara se dio vuelta aún con el dedo del Uchiha metido en su entrada. Quedó sentado y ahora estaba más cómodo para guiar los movimientos del azabache. Al llegar, nuevamente a su próstata, empezó a gemir involuntariamente y a mover más rápido la muñeca de Itachi. Su rostro estaba enrojecido y su boca estaba abierta por los constantes gemidos que emitía. Sin duda, eso le causaba mucho placer. Un placer desconocido hasta ahora. Por otra parte Itachi también estaba sonrojado y mirándolo sorprendido por el atrevimiento del rubio de hacer esas prácticas en un hospital. Tal era su sorpresa que solo se dejaba llevar por los movimientos de Deidara. Para el azabache era un deleite ver al rubio tan excitado.
-¡Esto me encanta! – decía Deidara en voz baja mientras seguía moviendo la mano de Itachi.
El Uchiha notó la gran erección del rubio y con su mano libre lo empezó a masturbar.
– ¡Ah! Itachi. Así está mucho mejor. – decía el rubio para recostarse sobre la camilla. Desde ahora, el Uchiha movía su propio dedo al interior del orificio anal del rubio y a la vez lo masturbaba. Deidara solo se concentraba en disfrutar el placer que le daba su amado.
Pasaron cerca de diez minutos cuando Itachi seguía mordiéndose los labios mientras observaba las honestas reacciones del rubio. No pasó mucho tiempo cuando sacó un pañuelo desechable de una caja que se encontraba en un mueble cercano a la camilla y limpió sus manos y el miembro del rubio. Luego se sacó el guante.
-Deidara, ya deja de morder la almohada. Respirar profundo y tranquilízate. Todo ha terminado. – dijo el Uchiha.
El rubio que tenía los ojos cerrados, los abrió y miró el rostro de Itachi. En ese momento le estaba sonriendo amablemente mientras lo observaba. Soltó la almohada, cubrió su rostro sonrojado con su brazo y desvió su mirada.
-Perdón. Eso ha sido muy vergonzoso. Pero me estabas tocando un lugar muy sensible y no pude resistirme. – dijo Deidara.
-No te disculpes. No tienes de qué avergonzarte. Tarde o temprano lo hubiéramos terminado haciendo. – le respondió.
-¡Idiota! – fue lo único que dijo Deidara avergonzándose más. Itachi le subió los calzoncillos y lo abrazó.
– Ya te dije que no tienes por qué avergonzarte cuando estás conmigo. Sé tú mismo. – le dijo el Uchiha al oído. Ambos se empezaron a besar estando abrazados.
-Te amo Itachi.- dijo el rubio en una pausa. Luego se siguieron besando.
-¡Tiempo tortolitos! – gritó Tsunade abriendo la puerta inesperadamente. Itachi abrazó más fuerte a Deidara y quedó observando a la rubia de forma amenazante.
-Bueno, bueno. Parece que interrumpo algo. Vuelvo en unos minutos más. – dijo Tsunade para salir de la habitación.
-Yo también te amo. – dijo el Uchiha besándolo.
Pasaron cerca de dos minutos cuando al fin los dos estaban más sosegados. Deidara estaba sentado sobre la camilla con sus calzoncillos puestos y una camiseta, e Itachi sentando tranquilamente en una silla leyendo un folleto.
-Parece que ahora se han calmado más las cosas. – dijo Tsunade al entrar a la habitación. – Entonces te haremos un examen a fondo. Necesito que te saques la ropa interior y te sientes. – dijo la rubia. A los pocos segundos Deidara ya estaba como Tsunade había dicho. – Bien, ahora, tendrás que abrir tus piernas. – agregó. Deidara abrió sus piernas algo nervioso. Con frecuencia miraba a Itachi con una expresión de susto. El Uchiha solo se limitaba a mirarlo serenamente. La rubia se colocó unos guantes quirúrgicos y sacó un extraño aparato de una bolsa bien sellada. – Esto puede que te cause molestia, pero no dolerá. – decía la rubia abriendo ese extraño aparato que tenía forma de tenaza.
-¿Qué mierda me va a meter? – preguntó asustado el rubio.
-¿Esto? Jejeje. Solo es un espéculo. Lo necesito para abrir las paredes de tu vagina.-
Al escuchar esa palabra, Itachi y Deidara se sonrojaron. Tsunade empezó a examinar minuciosamente esa zona del cuerpo de Deidara.
– Vaya, estás bastante sanito. Parece todo normal. Tienes bien desarrollado tus labios menores y el cuello uterino. Mmm… Todavía no encuentro la uretra. Dime Deidara, ¿por dónde orinas? – le preguntó la rubia. Deidara se molestó por la pregunta.
– Yo orino por donde lo hacen todos los hombres. – contestó enojado.
– Interesante. – decía la rubia mientras lo seguía examinando.
Después de unos minutos, Tsunade terminó de inspeccionar ese lugar. El rubio se había puesto los calzoncillos y sus pantalones.
Lo siguiente que hizo Tsunade fue llevar a Deidara a una habitación distinta con una gran máquina.
-Y ahora ¿qué me va a pasar? – preguntó Deidara tragando saliva.
-Tranquilo, ahora te haremos una ecografía.-
-¿Qué? – preguntó Deidara enojado. – Yo no estoy embarazado. –
-No importa. Solo veré tus órganos internos. Nada más. Necesito que te bajes un poco los pantalones, no es necesario que te los saques - dijo la rubia.
Itachi observaba todo desde una esquina de la habitación. Tsunade movía el aparato por el vientre de Deidara y cada vez que veía la pantalla no dejaba de sorprenderse. Una vez que la rubia terminó de hacer la ecografía, sacó una impresión y quedó más impactada que antes.
-¿Qué sucede Tsunade? – preguntó el Uchiha.
-¡Esto es más que impresionante! No los quiero ilusionar, pero ¡Deidara tiene las mejores condiciones para tener un hijo! Sus ovarios presentan una gran cantidad de óvulos y eso da muchas probabilidades de engendrar. ¡Dios mío! No dejas de sorprenderme.-
-Y si tiene óvulos, ovarios y todo lo demás, significa que ¿también tiene periodos? - preguntó el azabache.
-¡Deja de ser tan morboso!– gritó el rubio.
-Deidara, él solo pregunta por curiosidad. Yo me enojaría si Itachi fuera un extraño, pero él es tu amante. Así que no deberías enojarte por eso. Y con respecto a tu pregunta Itachi, solo Deidara puede responder. – dijo para después mirar al rubio.
-No, no tengo. Nunca he tenido. ¿Contentos? – dijo Deidara enojado.
-Vaya, eso sería un problema. Si no tiene menstruación no estaría funcionando como el aparato de una mujer normal. Aunque se podría hacer una inseminación artificial para hacer la unión de los gametos. Solo que aún no sabemos cómo funciona el cuerpo de Deidara. Es tan extraño que no tenemos la certeza de que pueda quedar embarazado de forma natural. La única forma segura de que gestara un hijo es por la inseminación, pero no está de más investigar el método tradicional. En una de esas. – comentó la rubia riendo.
-Deidara, escuchaste. Podríamos ser padres – le decía el Uchiha algo emocionado pero conteniendo su gran felicidad. Deidara lo miró confundido.
-Disculpen si los dejo un rato, pero de aquí veo a Sakura que me está llamando desde la puerta. Hace rato que está ahí. Vuelvo enseguida. – decía la rubia mientras se retiraba.
El Uchiha esperó que Tsunade se fuera para darle un sorpresivo beso a Deidara. Después lo abrazó y le empezó a repartir besos por toda la cara.
-¿Qué mierda te sucede?- preguntó el rubio confundido.
-Acaso no entiendes. Tsunade nos dijo que podríamos ser padres – le contesto. – Eso, me hace el hombre más feliz del mundo.-
-Itachi…- decía Deidara algo sorprendido. – Jamás te había visto tan contento desde que confesé mis sentimientos. –
-¡¿Cómo no quieres que esté contento? Es que… ¿no entiendes el significado de ser padre?… bueno, yo tampoco, ya que jamás lo he sido, pero por alguna razón me emociona saber que tengo una pequeña posibilidad de tener un bebé con la persona que amo. – le dijo Itachi.
-No sabía que te emocionara tanto. – le dijo el rubio sonriendo. – Parece que te gustan los niños. –
-Es mi sueño Deidara. Mi gran sueño es revivir el clan Uchiha. Renacerlo para que se convierta en un clan de bien y no vuelva a caer en el rencor y la venganza. Quiero darle una segunda oportunidad. Pero además, siempre pensé que si me llegara a enamorar de alguien, quería tener hijos con esa persona y compartir mi vida. – concluyó.
-Itachi – le decía el rubio mientras lo abrazaba. – Si puedo concederte ese sueño, haré lo imposible para hacerlo. Más ahora que tengo, al parecer, las condiciones necesarias.-
-Solo cuando tú quieras nos pondremos en campaña para nuestro hijo. – le decía el Uchiha.
-Tsunade dijo que no nos ilusionáramos. Pero teniendo esperanza. Es suficiente. – decía el rubio.
-A sí me gusta. ¡Con optimismo hay que pensar! – decía la rubia que hace unos pocos segundos había regresado a la habitación alcanzando a escuchar lo último que decía Deidara. El rubio se sonrojó y se molestó.
-¿¡Por qué anda escuchando conversaciones ajenas! – le gritó enojado.
-Fue sin querer. ¡Ay Deidara! deberías cambiar esa actitud tan explosiva. – le dijo la rubia.
-Eso es imposible. Su arte se basa en la explosión. – comentó Itachi.
-Ah. Cierto – dijo Tsunade riendo. -Bueni. Ahora pasaremos al siguiente examen. Necesito que te saques la camiseta. – dijo la rubia.
Deidara llevaba puesta su camiseta de manga larga. Después de sacársela, Tsunade notó las extrañas marcas que tenía en la zona del codo y unos hilos negros sobresaliente en cada brazo. La mujer se acercó y empezó a observarlos y a tocarlos.
-Sabes Deidara. Tus brazos tienen muchas cicatrices. Y esos puntos deberían habértelos sacado hace semanas. Tu piel ya está cicatrizada en esa zona. Pero en la parte de tu codo derecho tienes marcas muy pronunciadas. Te recomendaré esta receta. – le decía mientras escribía algo en un papel. – Con esto será más que suficiente. En un par de semanas volverás a tener esos brazos sanos. Después de eso, te haré un examen de sangre y los exámenes restantes. No creo que tengas ninguna enfermedad. Pareces un jovencito muy sano – le decía arrancando la hoja del cuaderno y pasándosela a Itachi, quien la guardó en su bolsillo. -Ven mañana. Te sacaré estos puntos. Lo haría ahora, pero tengo otros pacientes. Bueno, espero que estén bien y cualquier duda podrán venir cuando quieran. – les dijo Tsunade. – Y pidan una hora a la secretaria para que Deidara se haga los otros exámenes, ya que tengo mucho trabajo por estos días y se me hace complicado atender a dos pacientes al mismo tiempo. – agregó antes de retirarse de esa habitación.
-Me alegro que todo haya salido bien. – decía el Uchiha.
-Me siento algo extraño. Saber que puedo tener hijos en mi propio cuerpo me parece algo increíble. – decía el rubio.
-Sí todo va como quiero, en unos años más tendremos muchos hijos. – le dijo el azabache.
-¿Qué estás diciendo? ¡No soy una máquina de hacer bebés! Con uno estaría bien. Máximo dos. – le dijo Deidara con tono molesto.
-Eres muy cascarrabias. Yo quiero un hijo por año – le dijo el Uchiha para después sonreír.
-¡Qué dijiste maldito! – exclamó enojado. – ¡No me vengas con eso! – agregó mientras utilizaba su técnica de sofocación. La que alguna vez utilizó con Tobi.
Después de esa corta pelea ambos regresaron a la casa de Sasuke. El Uchiha menor seguía en su misión y estaba previsto que regresara en la mañana del día siguiente.
Cuando Itachi y Deidara regresaron a casa. Cenaron y dejaron todo ordenado.
-Buenas noches Deidara.- le dijo el Uchiha
-Buenas. – le respondió el rubio. – Espero que duermas bien con la infusión que te preparé. – agregó al mismo tiempo que ambos se acercaron y se abrazaron.
-¿No quieres dormir conmigo? – preguntó Itachi.
-Ehhh…por ahora, dormiré solo. – contestó Deidara un poco nervioso.
-Está bien, que descanses. – le dijo el Uchiha antes de irse a la habitación de Sasuke y acostarse en su cama.
Ya eran como las tres de la mañana cuando los dos dormían tranquilamente. Lo que no sabían es que a esa hora y en la entrada de Konoha había llegado Sasuke, Ino y Neji.
-Maldita misión. Duró más de lo que pensé. – murmuraba Sasuke.
-Hubiéramos partido mañana, ya no me puedo las piernas. – dijo quejándose Ino.
-Mientras más pronto regresemos será mejor. – dijo el Hyuuga
Los tres se separaron al entrar a Konoha y se dirigían a sus respectivas casas.
Sasuke, al llegar a su domicilio, estaba tan exhausto que sus pasos eran lentos y pesados. Tenía ojeras y también tenía hambre. Lo primero que hizo al entrar a su casa fue irse a la cocina para sacar algo de comida y alimentarse durante unos minutos. Después se dirigió a su pieza. No encendió la luz, pero al acostarse en su cama se percató que no estaba solo.
- Naruto, ¿eres tú? – preguntó con dificultad. Hace días que no dormía y no podía articular las palabras de la mejor manera por el cansancio. Sin oír respuesta empezó a tocar lo que se supone eran las piernas de su novio. – Esa manía tuya por dormir en calzoncillos me encanta…- decía con dificultad. El Uchiha menor se posó sobre el cuerpo de su hermano pensando que era Naruto.
-"¿Deidara?" – se decía Itachi al sentir un peso sobre su cuerpo. – "Maldición, esa infusión me deja algo mal. Tengo demasiado sueño para hacer algo. Con suerte puedo mover mis manos. Aunque con eso es suficiente." – se decía el Uchiha mayor.
Sasuke le bajó un pocos los calzoncillos y comenzó a tocarle las nalgas a lo que se supone era su novio. Luego simuló penetraciones moviendo sus caderas.
-Se lo mucho que te gusta. – decía Sasuke moviéndose de una forma lenta por el cansancio, pero constante.
-"Su voz ha cambiado. Momento. Yo soy el activo en esta relación. ¿Por qué Deidara está haciendo esto?" – se preguntaba el azabache.
Sasuke se acercó al cuello de Itachi y lo empezó a lamer y a darle besos. El Uchiha mayor se dio vuelta en la cama y dejó a Sasuke encima de él. Lo empezó a tocar su espalda y su trasero. Luego ambos se empezaron a besar intensamente moviendo sus labios y sus lenguas.
-"Hay algo raro en esto. No se siente como Deidara." – pensaba el Uchiha mayor sentándose sobre la cama.
-"No sé si mi memoria está fallando, pero Naruto no besaba así" – pensaba el Uchiha menor sentándose sobre Itachi y subiéndole la camiseta.
Itachi estaba hace varios segundos tocando el miembro de su hermano pensando que era Deidara. Pero al sentirse algo extraño, estiró su brazo y encendió la lámpara del velador.
-¡Ay! Esa maldita luz.- se quejaba el azabache menor.
-¿Sasuke? – preguntó Itachi algo sorprendido.
-¡I-Itachi! – exclamó asustado Sasuke.
-¿Qué haces aquí? – se preguntaron al mismo tiempo que retrocedían y se dejaban de tocar.
Ninguno dio una respuesta. Solo se quedaron mirando traumatizados.
-Esto nunca pasó. – dijo Sasuke sonrojándose.
-Exacto. Buenas noches.- dijo Itachi apagando la luz y acostándose. Sasuke no tenía la intención de regañar a su hermano por haberse quedado en su casa sin su permiso, así que solo se acostó en la misma cama silenciosamente y lo más alejado posible.
Continuará...
Em...bueno, pido disculpa si no les gustó el final de capítulo xP
Última edición por PalomitaNegra el Jue Jun 16, 2011 10:41 am, editado 2 veces
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
OMG!!! ITASASU!!!....hahahaha No mancheees EreeS Laaa MeejOr....Soy tuu fAn.....Obioo tieenees QuEe Ponerr lee ConnnTiiii !!!!!!!!!!!!!!!
NaileaTemporal - MegaaContentaa!!!!
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sasusaku sasunaru naruhina shikatema kakairu kabahina saiino narusaku nejiten deiita
Naruto, junjou romantica o como sea XD,etc...
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Pone la continuacion!! muy buen capitulo...
Salteando el final ya que soy anti itasasu, pero seguilo!
Salteando el final ya que soy anti itasasu, pero seguilo!
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Nailea: Wiii! Tengo fan >o< Soy feliz. Gracias por comentar, veo que te inscribiste en esta página hace poco, igual que yo
theblackangel: O.O Eres anti-itasasu?!...Entonces sáltate el primer gran párrafo del siguiente capítulo (<<<....>>>) --> está marcado con eso. Y sabes por qué?----....Porque será algo fuerte..Aunque nada es lo que parece. Disculpa si tengo esas ocurrencias medias raras, pero no lo puedo evitar
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presiona "control" con el signo "más" (+) para que se pueda ver más grande...para volver a la normalidad: "control" y el signo "menos" (-)
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Capítulo V: Noche de infarto y días calientes
chan chan
theblackangel: O.O Eres anti-itasasu?!...Entonces sáltate el primer gran párrafo del siguiente capítulo (<<<....>>>) --> está marcado con eso. Y sabes por qué?----....Porque será algo fuerte..Aunque nada es lo que parece. Disculpa si tengo esas ocurrencias medias raras, pero no lo puedo evitar
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Capítulo V: Noche de infarto y días calientes
- Spoiler:
- <<< - Itachi…Itachi...- decía Sasuke moviéndose y aferrándose a su hermano mayor en la cama. – Tengo frío…- añadió.
– Sasuke, creo que ya se lo que quieres.- le respondió Itachi con su grave voz. El Uchiha mayor se sentó en la cama e hizo que su hermano menor hiciera lo mismo. – Ven siéntate en mis piernas.- le volvió a decir. Sasuke se sentó de lado en las piernas de su hermano y lo abrazó. – Eres todavía muy pequeño.- dijo Itachi. Sasuke se sonrojó, lo miró y comenzó a besar los labios de su hermano. Ambos se correspondían a ese beso tan delicado. Sus lenguas chocaban dentro de sus bocas e Itachi mordía los labios de su hermano menor para que gimiera. Consiguiéndolo a los pocos segundos.
Después de esa muestra de afecto, el Uchiha mayor dejó a su hermano acostado en la cama. Lo tomó con fuerza las muñecas y las dejó sobre su cabeza. – Me parece que siempre has querido esto. Ahora te lo voy a dar…y cuando acabe, tus piernas ya no temblaran de frío.- le dijo mirándolo con una sonrisa perversa.
- ¡Cállate! Solo hazlo y ya- se quejó el menor. A Itachi no le gustó nada ese comentario. Que su hermano pequeño le diera órdenes simplemente despertó su enojo y violencia. Le quitó los pantalones, y con eso amarró las muñecas de Sasuke en la cabecera de la cama. Le sacó con rapidez los calzoncillos y lo dejó solo con la parte superior de su camiseta.
– Ya verás "hermanito". Te enseñaré a respetarme.- le dijo con un tono amenazante. Sasuke tenía sus piernas juntas y solo miraba a su hermano con desprecio. Itachi le abrió las piernas tratando de dejarlas lo más separadas posibles, causando un horrible dolor en el menor.
- ¡Eres un desgraciado! – le gritaba mientras apretaba los dientes. Itachi solo lo miró y sonrió. El Uchiha menor también estaba enojado, pero no podía hacer mucho estando atado. No pasó mucho cuando Sasuke le escupió en la cara. - ¡No soy de goma estúpido! ¡No me separes tanto las piernas! ¡Maldito miserable! – le gritó enojado. Itachi dejó de separarle las piernas y le tomó el mentón y le apretó las mejillas.
– Mi paciencia se ha acabado contigo. Pensaba prepararte, pero me saltaré ese paso. Te follaré tan fuerte solo para que te retuerzas de dolor y te desangres.- le dijo el Uchiha mayor antes de darle una fuerte cachetada. La respiración de Sasuke se volvió rápida. No quería admitirlo, pero eso último lo asustó. Ya no quería seguir con eso, pero no mostraría debilidad frente a su hermano solo para detenerlo. Itachi lo dio vuelta en la cama dejando el trasero de Sasuke levantado. Lo volvió abrir de piernas y metió su miembro en esa pequeña entrada con una gran embestida. Sasuke gritaba de dolor. Sentía que su interior se rompía. Se retorcía del sufrimiento como su hermano lo había dicho. Y empezó a gemir con cada dura embestida que daba su hermano mayor. Los movimientos de Itachi eran muy bruscos y potentes, pero no evitaba que Sasuke se excitara un poco con toda esa situación. El Uchiha mayor solo se mecía usando sus caderas pues tenía sus manos apoyada a los lados sobre el colchón mientras se movía.
– ¿Acaso…no ve vas a tocar? – preguntó Sasuke entre gemidos. El miembro del menor requería tanta atención como su parte trasera y no la estaba teniendo.
– Pídemelo.- le contestó. El Uchiha menor se negó a suplicarle así que siguió soportando las embestidas sin recibir ningún estímulo en su miembro. Pasaron cerca de diez minutos cuando Sasuke ya no daba más. Itachi continuaba, a la misma velocidad, sus movimientos de caderas y seguía sin tocarle su entrepierna. La sangre empezaba a escurrir entre las nalgas del menor cuando Itachi sacaba su miembro. Y al meterlo, goteaba ese líquido tiñendo de rojo las sábanas.
– Por favor.- dijo en voz baja Sasuke.
– No te oí. ¿Qué dijiste? – preguntó irónicamente el azabache.
–Por favor, onii-chan, tócame…- le volvió a suplicar, pero esta vez en voz alta y con cierto tono infantil. Itachi detuvo sus movimientos bruscos y le soltó las muñecas. Aún con su miembro erecto metido en la entrada de su hermano menor, movió a Sasuke para sentarlo sobre él.
– Así me gusta Sasuke, si me tratas de esa forma, seré amable contigo.- le dijo mientras ponía sus manos en la entrepierna de Sasuke y lo masturbaba. También movía sus caderas hacia arriba para seguir penetrando a su hermano. Sasuke tenía el rostro ruborizado y las lágrimas recorrían sus mejillas
- ¡Ah! Onii-chan…esto me encanta, me correré…¡onii-chan! – gritaba de placer al sentir la lengua de su hermano mayor pasar en su cuello y lamerle la oreja.>>>
- Onii-chan, onii-chan…más abajo…- decía Sasuke en voz alta. Itachi se despertó al escuchar esas palabras y observó a su hermano menor acostado sobre él y moviéndose de una forma muy compulsiva.
– "¿Qué mierda le pasa"? – se dijo Itachi. – "¿Estará soñando?" –
De pronto el sonido de la puerta abriéndose hizo que Itachi volteara hacia la puerta. Era Deidara que estaba entrando a la habitación. Justo en el momento que entraba, Sasuke, que seguía soñando esas cochinadas con su hermano, besó los labios de Itachi revolviéndole los cabellos. Itachi abrió los ojos como platos por la sorpresa y trató de alejarse, pero le era casi imposible, Sasuke abrazó con mucha fuerza a su hermano y lo besaba intensamente mientras movía sus caderas. Cuando por fin despegó sus labios gimió de lo excitado que se encontraba. – "No puede ser…creo que se corrió" – pensaba Itachi preocupado y mirando hacia abajo.
– Ehhh…Perdón por interrumpir, pero el desayuno está listo…- decía Deidara con sus mejillas sonrojadas. – Volveré más tarde.- agregó cerrando la puerta y echándose a correr a su habitación asustado.
- ¡No Deidara! ¡No lo malentiendas! – gritó Itachi preocupado. Lo primero que hizo fue soltarse de su hermano que estaba dormido, además de estar con la saliva saliendo de su boca. El Uchiha mayor pudo percatarse que su hermano estaba completamente desnudo. – Después tendré una charla contigo.- le dijo el azabache a su hermano seriamente aun sabiendo que Sasuke no lo escuchaba.
Itachi salió de la pieza y buscó a Deidara. No pasó mucho tiempo cuando lo encontró.
– Deidara, tenemos que hablar.- el rubio lo miró seriamente y le dijo: - No sabía que te gustaba tener esas prácticas incestuosas. Me lo hubieras dicho desde un comienzo.-
Itachi puso una cara de desagrado y le respondió: - Yo puedo querer a mi hermano. Adorarlo, amarlo, pero solo como hermano.-
- ¿Entonces por qué estaban…-
Itachi posó sus dedos sobre los labios del rubio en señal de silencio.
– Deidara, todo fue un mal entendido…Mi hermano está en esa edad donde sus hormonas están locas y tiene esos sueños húmedos.-
- Pero si solamente él estaba soñando eso, ¿por qué se estaban besando?- le comentó algo celoso.
- Eso fue porque me pilló desprevenido y se aferró a mí con mucha fuerza. - le contestó.
- Los estaré vigilando.- le dijo con tono molesto el rubio.
- ¿Estás celoso de mi hermano?- le preguntó.
- Claro que sí…Tu hermano es bonito y adorable así que es una amenaza para nuestra relación.- le dijo enojado.
- ¿adorable?…-
- Sí... ¿Qué tiene?- preguntó el rubio.
- Eso comentario no me gustó para nada…- le dijo el Uchiha tomándolo de los hombros y empujándolo contra la pared.
- ¡Tonto! – le gritó el rubio para después sonreír y besarlo. Luego de ese corto beso, Deidara le tomó la mano y lo dirigió a la cocina. Itachi sonrió y se dejó llevar.
– Me he dado la libertad de preparar el desayuno…No habían muchas cosas frescas, pero fui al mercado y compré alimentos.- dijo el rubio.
- Huele bien.- comentó Itachi sentándose para desayunar.
- Itachi - dijo una voz que venía del pasillo. – Había olvidado que estabas en mi casa.- añadió.
- Sasuke…Al fin despertaste...- le dijo Itachi antes de que Sasuke entrara a la cocina. - Para que sepas, me quedaré en tu casa un par de días hasta que la situación mejore.-
- No te preocupes por eso.- En ese momento Sasuke estaba entrando a la cocina.
- Sasuke, ya sé que esta es tu casa, pero podrías ponerte algo de ropa. Tenemos un invitado.- le dijo Itachi.
Sasuke se fregó los ojos y pudo observar a Deidara que estaba sentado en una de las sillas de la cocina. – ¿Deidara?- preguntó sorprendido el azabache.
– Sí, soy yo.- le contestó mirando la mesa para evitar observar el cuerpo desnudo del Uchiha.
– Hermano, por favor, si quieres después te explico con detalles como lo encontré, pero anda a vestirte…y de paso limpia las sábanas…- le dijo Itachi a su hermano. En ese momento, sonó el timbre de la casa.
- ¡Sasuke!- se escuchó desde la entrada de la casa.
- Esa voz…es…Naruto.- dijo Sasuke corriendo a abrirle la puerta.
- Creo que eso de andar desnudo lo aprendió de ti.- le comentó Deidara cuando Sasuke ya no estaba.
- Tú también deberías tener esa costumbre…- le dijo Itachi sonriendo.
- ¡Eres un aprovechado! – le gritó Deidara enojado para después pellizcar una de sus mejillas.
Afuera de la casa estaba Naruto. El rubio sintió los pasos de una persona y solo esperó el momento que se abriera la puerta. Cuando ocurrió esto, saltó a los brazos del Uchiha menor.
– Sasu…- le dijo mientras lo abrazaba.
– Parece que las noticias circulan rápido.- comentó Sasuke.
– Pensaba visitarte después de tomar desayuno, pero no pude aguantar.- le dijo el rubio abrazándolo más fuerte. – Te extrañe.-
– Yo también Naru.- le dijo Sasuke.
– ¿Por qué estás sin ropa?- preguntó de pronto el rubio.
– Ehhh, pues…no lo sé…Desperté así.- le contestó algo confundido.
– ¿Tu hermano está viviendo contigo? – volvió a preguntar.
– Así es.- respondió. – No se por cuánto tiempo se quedara, pero como es mi hermano, debo ayudarlo.-
- Sasuke, eres tan lindo.- le dijo Itachi para abrazarlo por detrás.-
El Uchiha menor se encontraba al medio entre Naruto e Itachi.
– ¡Oye! ¿Cuándo apareciste? ¡Suéltame! No ves que estoy con Naruto.- se quejó el azabache. Itachi solo se rió y dijo: - Naruto, si quieres puedes desayunar con nosotros.-
- ¡Qué bien! Porque tengo mucha hambre.- exclamó animado Naruto.
Después de que desayunaron, Sasuke se fue junto a Naruto a la oficina del rubio. Itachi y Deidara se quedaron solos en la casa.
- Deidara, hoy iremos al hospital.- dijo el Uchiha.
- Sí, ya lo sé.- comentó Deidara.
- También hay que preparar esa medicina que nos pasó Tsunade para tus brazos.-
- Ya lo sé….- volvió a comentar. Los dos se miraron al mismo tiempo. Itachi lo miró seriamente y Deidara estaba molesto, pero sonrojado.
- ¿Tienes algo que decirme? - preguntó el Uchiha
– Sí…- hizo una pausa. - Itachi, tú crees, que si lo hacemos, ¿todo salga bien?-
- Mmm…la verdad no estoy muy seguro. Olvidamos preguntarle eso a Tsunade. Pero hoy la veremos así que ahí tendremos una respuesta.-
- ¿Y si dice que sí? -
- Solo lo haremos cuando tú te sientas listo.- dijo el Uchiha.
Deidara lo miró y fue donde él para abrazarlo. Itachi lo besó en la frente y pasó su mano acariciándole la cabeza.
Ya era medio día. Habían ido al hospital, para que Tsunade sacara los puntos que tenían los brazos de Deidara. Todo había salido bien. Ahora estaban almorzando junto con Sasuke y Naruto.
- Pero que día más agitado.- se quejaba Naruto.
- ¿Por qué lo dices? - preguntó Deidara interesado.
- Lo digo porque hoy tuve mucho trabajo. Eso de ser Hokage me deja muy hambriento.- decía mientras se metía un pedazo de pescado a la boca. – Tuve que firmar miles de papeles, asignar nuevas misiones. Asistir a una inauguración de una piscina, hasta me entrevistó un medio local…Ufff, realmente fue agotador. Ni siquiera pude estar con Sasuke…- agregó.
- Así es…su rutina fue demasiada agitada. Por eso mismo me fui a entrenar al bosque para no molestarlo.- comentó Sasuke.
- Espera. ¿Dijiste piscina? – preguntó Deidara con curiosidad.
- Sí, está en pleno centro de Konoha. Queda muy cerca de esta casa.- dijo Naruto.
Deidara miró a Itachi sonriéndole.
- ¿Quieres ir? – dijo el Uchiha mayor.
- Claro que sí. Quiero nadar.- contestó emocionado.
- Entonces, ¡iremos todos en la tarde!- gritó emocionado Naruto.
- ¿Qué vas hacer con tu trabajo? – preguntó Sasuke.
- Tengo la tarde libre.- dijo sonriendo el rubio. – Ya que en la mañana avancé mucho mi trabajo para ir a la piscina.-
- Eres bastante astuto.- dijo Sasuke.
Los cuatro, había llegado a la piscina. Era bastante amplia, y a esa hora no había llegado mucha gente.
- ¡Yo me iré a nadar!- gritaba Naruto unos segundo antes de saltar al agua. Sasuke lo siguió y se fue a meter al agua.
En la orilla se encontraban Deidara e Itachi conversando. Itachi llevaba puesto unos shorts y una camiseta blanca sin mangas. Deidara, por su parte, llevaba una camiseta azul y unos shorts más cortos que los de Itachi.
- Hace más calor aquí que afuera.- comentó Deidara.
- Eso se debe a que esta piscina es temperada.- le dijo el Uchiha. – ¿Tomarás sol? – preguntó.
- Creo que sí… No sabía que esta piscina la habían ambientado como playa. –
– Esa arena viene del desierto. Gaara nos facilitó traer esa gran cantidad de arena.- comentó Naruto al escuchar a Deidara.
- "Gaara…ese desgraciado lo detesto. Casi quedo sin brazo por su culpa" – pensaba el rubio.
Naruto se fue nadando alejándose con Sasuke y llegando al otro extremo de la piscina. Había unos niños jugando con la arena, jóvenes nadando, y mujeres tomando sol recostadas sobre sus toallas.
Deidara se sacó la polera y se empezó a echar bloqueador.
- ¿Te ayudo? – preguntó el Uchiha con un sonrojo en sus mejillas.
- Eh, claro.- le respondió.
Itachi tomó el bloqueador y lo echó directamente a la piel del rubio. Con sus manos frotó por sus brazos acercándose a su cuello. El rubio estaba sonrojado, él mismo se dio media vuelta, para que Itachi siguiera echándole crema, pero ahora en su espalda. El azabache sacó más bloqueador y lo masajeó por la espalda suavemente. Luego acercó sus manos a su abdomen y esparció el bloqueador por su pecho y fue bajando hasta detenerse en su vientre. En esos momentos lo estaba abrazando por detrás para echarle el bloqueador y sus cuerpos estaban tan cercas que Deidara se empezó a sentir extraño.
- Itachi, creo que con eso es suficiente.- dijo el rubio. - ¿Quieres que te eche bloqueador? – preguntó.
- Por supuesto.- contestó esperando a que el rubio se diera vuelta. Deidara le empezó a echar en los grandes brazos del azabache. Tenía esos perfectos músculos en sus brazos que no dejaban indiferentes a nadie. Todo el cuerpo del Uchiha era así. Y Deidara era quien mejor lo sabía pues ya lo había visto desnudo.
- "Que lindo cuerpo tiene Itachi, esos brazos tan fuertes y duros…Y yo parezco cualquier cosa. Mis brazos son flacuchentos. Todo mi cuerpo es así…" – se decía mientras daba un suspiro.
- Creo que ya terminaste, me recostaré en la arena para que me eches bloqueador en la espalda.- dijo el azabache para sacarse lentamente la camiseta. Los ojos de Deidara no pestañearon en ningún segundo solo para apreciar los pectorales y el abdomen del Uchiha. Itachi, terminado de sacarse su camiseta, miró a Deidara que estaba con la boca abierta.
- ¿Qué pasa? ¿Por qué pones esa cara? Parece como si nunca me hubieras visto desnudo…- dijo el Uchiha.
Deidara reaccionó moviendo la cabeza hacia los lados y lo miró molesto.
- Échate…yo haré el resto.- le dijo mientras lo empujaba al suelo y se sonrojaba.
Itachi quedó boca abajo en la arena y acomodó su cabeza sobre sus brazos. Deidara se sentó a un lado y le echó bloqueador por toda su espalda. Sentía la piel caliente del azabache y cuando iba bajando con sus manos por su columna, inconscientemente metió sus manos debajo de los shorts de Itachi y empezó a masajear el trasero del Uchiha.
- "Esta zona está bien trabajada…" – pensaba el rubio.
- Dei…Deidara…- decía el azabache. – Estamos en una piscina comunitaria.- agregó.
Deidara sacó inmediatamente sus manos.
- Lo siento, me pasé un poco.- decía avergonzado el rubio.
- No te preocupes Deidara, se lo impulsivo que eres y lo tentador que es mi cuerpo.- decía Itachi. El rubio se enojó por ese comentario y con su pie presionó muy fuerte sobre las nalgas de Itachi haciendo que se quejara.
- Deidara, no te enojes…Todavía te falta por delante.- dijo el azabache dándose vuelta. Esta vez el Uchiha sería más cuidadoso con sus palabras, pues no quería recibir otra presión en cierta parte de su cuerpo que era bastante sensible para un hombre.
El rubio se agachó y frotando sus manos, le echó bloqueador en su pecho provocando algunos suspiros en Itachi y unas expresiones de lo más ardiente.
Deidara se acercó al rostro del azabache y lo besó. Itachi lo acercó aún más con sus brazos para profundizar el beso.
- Deberíamos echarnos bloqueador en la casa.- dijo el Uchiha.
- Eso mismo estaba pensando.- comentó el rubio posándose sobre el cuerpo del azabache.
- Tsunade dijo que no había problema con hacer el amor.- añadió de repente.
- ¿Qué insinúas? – preguntó Itachi con tono seductor.
- No lo sé… ¿Qué crees? – le decía el rubio con un tono inocente.
- Hacerlo…tal vez, esta noche…- comentó el azabache.
- ¿Esta noche? Eso es demasiado pronto…pero cuando llegue "ese día" te iré a buscar a tu pieza.- le dijo.
- Me parece bien…Ya te dije que esperaré lo necesario para que no te sientas incómodo.- le dijo Itachi mientras le acariciaba su cabeza.
- ¡Ustedes dos! – gritó Naruto. – ¡Sepárense ahora! ¡Mejor consíganse una habitación! – volvió a gritar a los pocos segundos.
Deidara se separó rápidamente del Uchiha con su rostro ruborizado y se dio media vuelta.
- Naruto, sigues gruñón…Parece que todavía no has hecho nada con Sasuke desde que llegó.- le comentó Itachi.
- ¡Cállate! ¡Deja de sacar esas conclusiones pervertidas! – le gritó enfadado y sonrojado.
- Itachi tiene razón.- comentó Sasuke que acababa de llegar. – Vamos Naruto, nademos un rato y volvamos a casa.- dijo tomando la mano del rubio, luego miró a su hermano y le dijo: - Itachi, trata de llegar tarde porque no creo que terminemos temprano.-
Naruto se sonrojó aún más y se fue con Sasuke a nadar a la piscina.
Ya había pasado cerca de una hora, cuando Sasuke y Naruto se fueron de la piscina.
Itachi había nadado un poco y en esos momentos estaba acostado en una hamaca tomando sol.
Deidara, también había nadado un rato, y ya había tomado suficiente sol que se aburrió y ahora estaba haciendo castillos de arena y algunas figuritas. Los niños se acercaban y observaban impresionados las obras de arte que hacía el rubio con solo utilizar la arena.
Itachi lo observaba sonriendo. Al parecer Deidara podía llevarse bien con cualquier niño o niña y eso lo hacía muy feliz.
- "Como me gustaría ser padre este año…aunque quedan menos de cuatro meses para que acabe el año…Bueno, me conformaría con que Deidara quedara embarazado"- pensaba Itachi.
Mientas tanto, en la casa de Sasuke. Naruto besaba al azabache con pasión mientras le tocaba la parte trasera.
- Parece que estás mal alto.- dijo el rubio.
- Así es Naruto. He crecido unos centímetros.- comentó el Uchiha. – Pero no solo de altura…también he crecido por otra parte.- dijo acercándose pervertidamente hacia su novio.
- ¿Puedo verlo? – preguntó Naruto sonrojándose.
- ¿Verlo? Puedes tocarlo y hacerle todo lo que te plazca...Después lo sentirás en tu interior.- le dijo sacándole la camiseta al rubio.
- Sasuke, eres grandioso.- comentó Naruto antes abrazarlo y pegarlo a sus caderas.
- No, tú lo eres…Si no me hubieras dados esa fotos tuyas donde apareces posando desnudo no la habría pasado tan bien en ese solitario viaje…No sabes todo lo que me imagine que te podría hacer…-
- Basta de charlas.- le dijo Naruto sacándole los pantalones a su novio y comenzando a besarle el cuerpo…
No pasó mucho cuando el Uchiha y Deidara se fueron caminando por Konoha. El azabache sabía que tenía que hacer tiempo para dejar a solas a Naruto y a Sasuke. Llegaron a un parque y los dos se sentaron en una banca. Itachi acercó al rubio a su cuerpo y lo abrazó. Deidara se acomodó y cerró los ojos.
- Itachi, ¿sabes qué pasó con Gaara? – preguntó repentinamente el rubio. El azabache meditó un par de sgundos y contestó:
- Él era Kazekage de la aldea de la arena, pero renunció hace poco dejándole el puesto a su hermano Kankuro.-
- ¿Por qué hizo eso? –
- Lo hizo porque se vino a vivir a Konoha con su novio.- respondió
- ¿Novio?… ¡Espera! ¡¿Vive en Konoha ese desgraciado! – exclamó el rubio.
- Parece como si fuera tu enemigo natural.- comentó el azabache.
- Lo odio más que la mierda.-
- Deidara, deberías olvidar el pasado…-
- No puedo…lo odio…con solo verlo me daría unas ganas de romperle esa cara.-
- Deberías relajarte.-
- No puedo. – dijo poniéndose de pie. – ¿Sabes?, el sol pega muy fuerte. Buscaré una sombra para que pasemos la tarde. Vuelvo enseguida.- dijo el rubio para caminar por el parque.
Justo cuando halló una gran sombra debajo de un hermoso árbol divisó a un chico pelirrojo que se acercaba al lugar y extendía una gran manta.
- Gaara…tenías que ser tú.- dijo con tono molesto.
El joven de ojos verdes escuchó el comentario, lo observó un rato y luego se dio cuenta de que era Deidara.
- Yo llegué primero.- dijo el pelirrojo seriamente. Ese simple comentario hizo que a Deidara le hirviera la sangre.
Continuará...
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Gracias por avisarme de la parte que me podria afectar
Hubo sasunaru! te adoro. Y aparece mi gaara hermoso, segui que esta muy bueno el fic!
Hubo sasunaru! te adoro. Y aparece mi gaara hermoso, segui que esta muy bueno el fic!
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Ya vine de new xDD!
Elenis si te pasaste fuck yeah xD!
palomita ando dando publi de tu fic, me parece muy bueno para que no lo lean ;D!
y si acá es más comodo o_o LOL, pero well~~ prefieren leer un fic hetero antes que uno yaoi .-.
Te sigo deseando suerte con esto palomita!
a me viro ;D!
Elenis si te pasaste fuck yeah xD!
palomita ando dando publi de tu fic, me parece muy bueno para que no lo lean ;D!
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Te sigo deseando suerte con esto palomita!
a me viro ;D!
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
theblackangel: Gracias por tu comentario. Me hace muy feliz que lo sigas leyendo n.n...Y créeme que Gaara tendrá una aparición muy particular en el FF ¬w¬ Saludines
Bronik: Gracias querida no sabes cuanto de adoro por hacer eso (por cierto...hoy empezaré a escribir o mejor dicho terminar el capítulo nuevo n.n' jejeje....Es que lo avanzo un poco todos los días, pero no logro llegar a mi meta (?) que son más de 3 mil palabras...si son cuatro mil, mejor, pero me cuesta llegar...porque más palabras, significa más redacción y ese es mi punto débil >.>) Saludos bronik, espero que hayas leído el mensaje que te dejé el otro día en tu perfil. Saludos
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presiona "control" con el signo "más" (+) para que se pueda ver más grande...para volver a la normalidad: "control" y el signo "menos" (-)
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Capítulo VI: Peleas y discusiones
Bronik: Gracias querida no sabes cuanto de adoro por hacer eso (por cierto...hoy empezaré a escribir o mejor dicho terminar el capítulo nuevo n.n' jejeje....Es que lo avanzo un poco todos los días, pero no logro llegar a mi meta (?) que son más de 3 mil palabras...si son cuatro mil, mejor, pero me cuesta llegar...porque más palabras, significa más redacción y ese es mi punto débil >.>) Saludos bronik, espero que hayas leído el mensaje que te dejé el otro día en tu perfil. Saludos
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Capítulo VI: Peleas y discusiones
- Spoiler:
- Deidara se acercó dónde estaba Gaara y sin aviso le dio una fuerte bofetada que lo dejó en el suelo. El pelirrojo lo miró enfurecido. Se puso de pie, pegó un salto y le dio una patada en el estómago. El rubio cayó haciendo una mueca de dolor y se incorporó inmediatamente.
– Solo Taijutsu.- dijo Gaara seriamente. Deidara asintió con la cabeza y ambos se acercaron para pelear. El pelirrojo no era tan bueno para el Taijutsu como Deidara, pero era bastante resistente en todos los sentidos. Ambos empezaron a golpearse con los puños de forma muy rápida. Casi todos los golpes lo recibía el pelirrojo, pero eso no le afectaba mucho. Deidara apoyó sus manos en el pasto y le dio fuertes patadas a su enemigo. Cuando lo dejó algo aturdido, remató con un rodillazo en el estómago, pero Gaara supo cubrirse antes del fuerte impacto. Con rapidez, el pelirrojo tomó la punta del largo cabello de Deidara y lo jaló hacia abajo haciendo que el rubio se sorprendiera y se quejara de dolor por la acción del antiguo Kazekage.
– Pareces una mujer con este cabello tan largo.- comentó el joven de ojos verdes con una sonrisa burlona. Deidara se molestó bastante por el comentario y tomó un mechoncito de cabello del pelirrojo.
– Tu cabello es tan rojo como un tomate.- se burló el rubio. Acto seguido lo jaló muy fuerte hacia arriba provocando que una lágrimas del pelirrojo fluyeran por sus ojos verdes. – Ahora qué te pasa llorón.- le dijo el rubio un tanto preocupado y confundido. El rostro del pelirrojo se había transformada en la cara de un niñito muy adorable. Deidara seguía jalando el cabello, pero se puso nervioso por la extraña reacción de Gaara. Hasta le pareció tierna.
– Me duele…Soy muy sensible en esa zona.- dijo el pelirrojo, haciendo que el rubio lo soltara de inmediato y que además se sonrojara.
- ¡Pero qué dices estúpido! ¡No puedes decir ese tipo de cosas cuando estamos peleando! – le gritó enfadado Deidara, pero a la vez avergonzado.
El rubio, nervioso por todo lo que estaba pasando, concentró chacra en una mano y se dispuso a golpear a Gaara que en esos momentos estaba distraído sobándose la cabeza. Una mano detuvo esa fuerte golpiza. Deidara miró hacia su derecha y era un hombre de piel blanca y cabello oscuro el que le estaba tomando la muñeca. El hombre era bastante joven y lo miró de forma amenazante, luego sonrió amablemente y sin aviso le dio una patada en el trasero.
– No vuelvas a tocar a mi Gaara.- le dijo al rubio antes de acercarse al pelirrojo para besarlo en su cabello.
Deidara había quedado impactado. El novio de Gaara era Sai, el que alguna vez fue el reemplazo de Sasuke en el equipo siete.
El rubio se puso de pie, pues con la fuerte patada hizo que cayera al suelo, y acto seguido, se sacudió los pantalones. Apretó su puño y justo en ese momento, unas manos recorrieron su cuerpo. El rubio gimió al sentir esas grandes manos tocarlo por debajo de su camiseta, específicamente en su torso. No tenía que voltearse. Era Itachi que había llegado para tranquilizarlo.
– Deidara…relájate.- dijo el azabache. – La sombra del árbol es grande, se puede compartir y si nos ponemos al otro lado del árbol tendremos más privacidad.- comentó nuevamente al oído del rubio. Ahora Gaara y Deidara estaban más calmados. Cada uno tenía a su pareja, por lo cual se habían relajado instantáneamente.
- ¿Dónde te golpearon?- preguntó Sai. Gaara hizo un puchero y le contestó indicando las partes:
- En mis brazos, en mi estómago y en mi cabeza.-
Sai le sacó la parte superior de la ropa y lo recostó sobre la manta. Le acarició sus brazos y los besó. Hizo lo mismo con su torso. Luego posó su mano por la cabeza del pelirrojo y la masajeó suavemente. Gaara se sonrojó de inmediato y empezó a suspirar. Una vez terminado de hacer eso, Sai, le colocó una almohada y tapó el cuerpo de su novio con una manta.
– Descansarás un poco antes de comer.- le dijo el azabache antes de darle un beso en los labios.
Al otro lado del árbol, se encontraban Deidara e Itachi. El Uchiha estaba sentado apoyado en el árbol y Deidara estaba sentado al frente de él dándole la espalda. El azabache lo acercó a su cuerpo dejando su torso pegado a la espalda del rubio.
- Oye Itachi…Estaba pensando, en que tal vez, no quede embarazado tan fácilmente.- le comentó de repente.
- ¿Por qué dices eso? – le preguntó extrañado el azabache.
- Porque si te fijas, las mujeres tienen periodos y hay días en que son más fértiles…Y como no tengo periodos, nunca tendré días donde sea más propenso para tener un hijo.-
- Mmm…Interesante tu forma de pensar. Pero qué pasa si todos los días del año eres fértil.- le dijo con una sonrisa que Deidara no podía ver porque estaba de espalda.
- No seas idiota.- regañó el rubio avergonzado.
Así pasaron toda la tarde, abrazados tiernamente. Deidara se quedó dormido en los brazos del Uchiha, e Itachi lo acomodó en su pecho para que durmiera más cómodo.
Mientras tanto, a pocos metros de ellos, Gaara estaba siendo alimentado por Sai.
- ¿Quieres otra uva?- preguntó el azabache
- Prefiero una cereza.-
- ¿Por qué? ¿Qué tiene de malo la uva?
- Quiero una cereza.- afirmó el pelirrojo.
- Bueno, toma mi amor.- le dijo el azabache tomando la fruta y pasándosela cerca de su boca con una sonrisa.
Gaara se alimentaba feliz de la vida mientras Sai hacía todo lo que el pelirrojo quería.
- ¿Quieres otra fruta? – preguntó el azabache después de que Gaara haya probado casi todas las frutas que traía Sai en ese canasto.
- No. Te quiero a ti.- respondió el pelirrojo en voz baja.
Sai sonrió y se le acercó a su novio. Itachi habría calculado unos cinco minutos desde que se empezaron a besar esos dos y aún no paraban.
- ¿Cómo será que no se cansan? – se preguntaba el azabache en voz baja.
Deidara se movió entre los brazos del Uchiha y quedó con la boca abierta. Itachi no aguantó la "indirecta" y lo besó. El rubio despertó algo confundido al sentir que su boca estaba siendo succionada por los labios y la lengua del Uchiha. Rápidamente Deidara se incorporó y le siguió la corriente.
Antes de volver a la casa, pasaron a comprarse unos helados. Aunque tuvieron que hacer una fila para comprar, ya que muchos niños habían llegado al lugar por un refrescante, y a la vez cremoso, helado.
- Mira Itachi, solo acepté este helado porque tengo hambre, la verdad es que me hostiga lo dulce.- comentó el rubio pasando su lengua por el helado de vainilla.
El Uchiha solo suspiró y empezó a tomar su helado de menta.
- Está bien, entiendo, por cierto Deidara, tus lenguas, las que tienes en tus manos… ¿Le das comida para alimentarlas? – preguntó con curiosidad el Uchiha.
- ¡Por supuesto que no idiota! Es solo un jutsu prohibido que me sirve para moldear la arcilla.-
Itachi lo miró algo molesto. Si había algo que no le gustaba del rubio era la forma en la que lo trataba. Aunque con el tiempo ya se acostumbraría. Aun así lo tomó de la mano y juntos se fueron caminando por las calles de Konoha.
Al llegar a la casa de Sasuke, se encontraron todo desordenado y alguno que otro objeto manchado de un líquido blanco.
- Iré a ver.- dijo el Uchiha preocupado. Entró a la pieza de Sasuke y ahí encontró a su hermano menor desnudo con las piernas abiertas y tratando de normalizar su respiración. Naruto estaba dormido al lado del Uchiha menor en la misma cama o eso parecía. Pues el rubio estaba con los ojos cerrados, pero al mismo tiempo tenía el miembro de Sasuke en sus manos y lo estaba acariciando.
- Parece que ya estás terminando.- comentó Itachi disgustado al ver como el rubio acariciaba el pene de su hermano.
Sasuke se volteó a mirar a Itachi con una enorme sonrisa en sus labios.
- Una más y estamos listo.-
Naruto seguía concentrado manoseando el miembro de su novio cuando se percató de la presencia de Itachi. Rápidamente agarró las sábanas y cubrió ambos cuerpos desnudos.
- ¿Qué haces aquí? – gritó Naruto con sus mejillas rojas.
- Tranquilo Naruto, él ya estaba por salir. Parece que quería ocupar mi habitación para hacerlo con Deidara.- le dijo Sasuke.
- Cállate tonto hermano menor.- le dijo Itachi molesto y saliendo de la pieza.
- Aaahhh…Naruto. Eres un pervertido, me has estado tocando incluso cuando te enteraste que estaba Itachi y por debajo de las sábanas.-
- De qué te quejas…Si igual te gusta…- comentó el rubio sin dejar de acariciarlo.
- Sí…me gusta…Solo…hazlo más, más arriba…en la puntita Oh!…ahí…- decía Sasuke sonrojándose por completo.
- ¿Y? – dijo Deidara.
- Yo les doy una media hora.-
- Entonces vamos a acostarnos en otra habitación.
- ¿Quieres acostarte conmigo? - preguntó seductoramente el azabache mientras lo abrazaba y lo arrinconaba contra la pared.
- Digo, ¡dormir! ¡A eso me refiero!
- Bien, vamos Deidara.- comentó soltándolo y acariciándole la cabeza.
- Oye, Itachi, ¡espera!...creo que antes, deberías hablar con tu hermano.-
- ¿Sobre su relación con Naruto?-
- No. Más bien, acerca de su sueño. Es que…antes de entrar a la habitación…escuché que decía "Oni-chan más abajo" y eso, me perturbó. – comentó el rubio sintiendo un escalofrío al recordar eso.
- ¿En serio dijo eso?
- Por supuesto. No podría olvidar esas cosas tan impactantes.
- O sea…que mi hermano estaba soñando conmigo…- dijo en voz baja.
- ¿Qué vas a hacer?
- Hablaré después de la cena con él. Tenía planeado de antes tener una conversación con mi hermano, pero veo que el tema es más serio de lo que pensé. Debo averiguar por qué está teniendo ese extraño comportamiento.
- Entonces si hablarás después de la cena, tenemos tiempo de tomar una siesta ahora.- le dijo el rubio sonriendo.
Pasó una hora cuando Deidara e Itachi empezaron a abrir los ojos al mismo tiempo y como estaban uno frente al otro lo primero que vieron al despertarse fue la imagen de su amado. Se sonrieron, y Deidara con sus mejillas sonrojadas se acercó al Uchiha para abrazarlo cariñosamente.
Un fuerte grito se escuchó de la pieza de Sasuke. Era más bien un grito simultáneo que habrá demorado unos quince segundos en desaparecer.
- Al parecer acaban de terminar.- dijo el Uchiha con los ojos bien abiertos de la sorpresa. Deidara también estaba impactado.
- Preparemos la cena. Bueno, la prepararé yo, pero tú pásame los ingredientes y pones la mesa. Ya se me había olvidado que no sabes cocinar.- le dijo para cambiar el ambiente.
- Bien.- respondió el Uchiha levantándose de la cama. Ambos se dirigieron a la cocina.
Pasaron unos minutos, cuando el sonido de la lavadora empezó a sonar.
- Vaya…esta vez rompimos el record. Llenamos la lavadora de ropa y sabanas sucias.- comentó Sasuke.
- Deberíamos empezar a hacer esas cosas al aire libre para no ensuciar… Hay que pensar en cuidar los recursos.- le dijo Naruto
- Está bien. Pero vamos a darnos una ducha mi lindo Hokage.- dijo el azabache tomando la mano de su novio.
- Solo una ducha.- le dijo Naruto seriamente. – Estoy adolorido.-
Sasuke lo besó en la frente y lo abrazó.
- No te preocupes, solo será una ducha.-
Los minutos pasaba y ya era la hora de la cena. Deidara había gritado como cuatro veces para que Sasuke y Naruto se apresuren en llegar al comedor. Al quinto llamado aparecieron.
Una vez que terminaron de cenar, Itachi se limpió los labios con una servilleta y miró fijamente a su hermano menor.
- Sasuke.- dijo el Uchiha para llamar su atención. El menor miró a su hermano seriamente.
- ¿Qué?- preguntó Sasuke.
- Te espero en cinco minutos en el patio de atrás. – dijo parándose de la mesa. – Tenemos que hablar.- añadió para irse del comedor.
- ¿Ahora qué hiciste Sasu? – le preguntó Naruto.
- No lo sé.- respondió confundido.
- Deidara, ¿tú sabes? – preguntó nuevamente el rubio.
- En problemas de hermanos…Yo no me meto.- dijo Deidara para retirarse de la habitación.
- Yo quería sab... ¡Mira qué hora es! ¡Tengo que irme! – gritó Naruto al ver repentinamente un reloj en la pared.
- ¿Por qué tan pronto?- se quejó el azabache.
- Mañana tengo muchas cosas que hacer.- dijo el rubio. –Además me duele el trasero por tu culpa, así que necesito descansar.- agregó molesto. Sasuke se sintió algo culpable y bajó la mirada.
- Ehhh…Sasuke, no te sientas mal, sabes que los dos lo disfrutamos.- le dijo sonriendo y dándole un abrazo.
- "Siempre que pongo esta cara, Naruto se siente mal y se disculpa".- pensaba Sasuke.
Después de que Naruto se fue a su casa, Sasuke se dirigió al patio para conversar con su hermano.
- ¿Qué pasa?- preguntó el menor.
- Siéntate, Sasuke.- dijo Itachi. Acto seguido, el azabache se sentó.
- ¿Me vas a decir por qué me llamaste?-
- Te llamé por una razón bastante simple.- dijo después de dar un suspiro. – ¿Te acuerdas de lo que pasó anoche? Cuando llegaste de tu misión. –
- Ehhh…Claro que me acuerdo…Pero habíamos quedado en olvidarlo. Todo fue un error.- le comentó Sasuke avergonzado.
- Y dime, ¿Por qué después de ese roce accidental estabas soñando conmigo? –
- Yo no estaba...- el Uchiha menor se quedó callado. Un par de imágenes bastante fuertes le habían llegado a la mente. Se sonrojó y se puso las manos en la boca.
- Sasuke, solo quería decirte que te comprendo, pero aun así me gustaría saber si...- una arcada proveniente de Sasuke hizo que Itachi lo mirara con desagrado y que además lo interrumpiera.
- Joder…Soñé algo asqueroso…- decía Sasuke tratando de no vomitar.
- Tranquilo Sasuke.- le decía su hermano acariciando la espalda del menor. – No fue tan malo.
- ¡¿Cómo me dices eso?- exclamó Sasuke impactado. – Soñé que tú me…aggg.-
- ¿Ya?...y ¿Cómo explicas que te hayas corrido y que hayas despertado desnudo? – preguntó el Uhciha mayor seriamente.
Sasuke se quedó callado varios segundos.
- No lo sé onii-chan.- dijo de pronto el menor mirando hacia abajo. Itachi lo miró con ternura y le dio un abrazo. - Perdón…No entiendo lo que me pasó…Yo no quería.- decía avergonzado.
- No te pongas así… Después de tu reacción, no veo necesario andar discutiendo de este tema.- le dijo el Uchiha mayor tratando de calmar a su hermano. – "Después de todo, no parece que fuese una fantasía propia de él, de seguro fue su subconsciente"-
-Pero, ¿qué pasa si sucede de nuevo? – preguntó Sasuke.
- No creo que ocurra. Ahora tienes a Naruto, y además puedo dormir en otra habitación para no ser atacado en la mañana.- le dijo sonriendo. Sasuke lo miró molesto por el último comentario, pero luego sonrió.
- Ya, entremos, está empezando a hacer frío.- dijo Itachi dándose vuelta.
Entraron a la casa y cada uno se fue a sus respectivas habitaciones. Itachi fue donde estaba Deidara para verlo antes de irse a acostar.
- Deidara, me iré a la habitación que está en el segundo piso.-dijo entrando sin avisar. El rubio se asustó un poco, pues en esos momentos estaba secándose el cuerpo después de una ducha.
- ¡Idiota! ¡No me des esos sustos! – gritó tapándose con la toalla.
- Tranquilo, soy yo.- le dijo sonriendo y cerrando la puerta.
- ¿Qué quieres?- respondió molesto el rubio.
- Solo vine a decirte buenas noches.- le dijo acercándose y tomándolo de la cintura.
- Itachi, no hagas eso. Sabes mejor que nadie cómo me pongo cuando me empiezas a tocar y me hablas de esa forma.- dijo el rubio avergonzándose.
- No seas pervertido, Deidara. Eres un ninja, y deberías saber controlarte en esas cosas.-
- No puedo si estás tan cerca.- comentó el rubio desviando la mirada.
Itachi sonrió y besó los labios del rubio. – Que tengas dulces sueños.- le dijo al oído.
Deidara se estremeció y soltó un corto suspiro.
– Ya Itachi…- decía el rubio para evadirlo. El Uchiha no aguantó la tentación, tenía que tocar aunque sea un poco a su amado. Metió su muslo en la entrepierna del rubio y empezó a frotarla. Deidara reaccionó sacándose la toalla y moviendo sus caderas.
– Ah…Ahh…Ahhh…Itachi. Eres un degenerado.- le decía el rubio frotando sus genitales contra la pierna del azabache.
– No me digas así, tu seguiste con esto.- comentó el Uchiha sonriendo. Al rubio le excitaba completamente ser tocado en sus dos órganos sexuales y eso lo dejaba bien claro, pues no paraba en ningún momento de demostrarlo con los sonidos que salían de su boca.
– Tu pantalón…está quedando mojado.- decía el rubio.
– Eso no me preocupa.- dijo Itachi tomándolo de la espalda y acercándolo para darle un beso.
– Es…injusto…Te dije que yo te iría a buscar a la habitación cuando me sienta listo.- decía el rubio mientras recibía exquisitos besos en su cuello.
– Tal vez no haya que esperar tanto…En estos momentos pareces estar listo para todo.- le dijo el Uchiha. Deidara se molestó un poco, le sacó el elástico que amarraba la cabellera del azabache y lo empezó a besar.
– ¿Qué pasa si yo tomo la iniciativa? - le dijo el rubio tocando por debajo de la camiseta de su amado. El Uchiha levantó una ceja, no sabía si estaba escuchando bien. – No te hagas el tonto, ¿cuál sería el problema que yo fuera el activo? – preguntó el rubio sonriendo pervertidamente.
– Eso no.- dijo el Uchiha. – Siempre he sido el activo.- dijo muy seguro de sí mismo el azabache.
– Pero, ¡¿qué tiene de malo? ¡No me salgas con tu maldito orgullo! – le gritaba enojado el rubio.
– Lo siento Deidara, pero no lo haré.- le dijo antes de alejarse unos pasos de él y tomar la manilla de la puerta. El rubio reaccionó rápidamente y lo jaló del cabello.
– Oye, ¿por qué haces eso? – preguntó el azabache.
– ¿Esto? – Soltó una pequeña risa – Lo aprendí del cabeza de tomate.- le dijo sonriendo maliciosamente. El rubio lo siguió jalando y lo lanzó a la cama para después aplastarlo y tomarles las manos y dejarlas detrás de su espalda.
- ¿Qué haces Deidara?- le preguntaba el Uchiha.
– Para ti, ser el pasivo, significa perder orgullo ¿verdad?, entonces, ¿eso es lo que quieres hacer conmigo?- preguntó el rubio bastante molesto. Luego lo miró tristemente. - Para mí… no sería ninguna humillación ser el pasivo si lo hago contigo.- le decía el rubio con un dolor en el pecho y apoyándose en la espalda de Itachi.
El Uchiha se había quedado callado. Deidara esperó a que dijera algo, pero su espera fue en vano. Una extraña mezcla de emociones tenía el rubio y sumándole el hecho de que estaba excitado, acomodó al Uchiha en la cama. Cosa que le costó mucho, porque el azabache ponía resistencia.
– Suéltame Deidara.- decía el azabache antes de recibir un fuerte golpe en la nuca haciendo que se desmayara.
– Lo siento Itachi.- le dijo el rubio.
Cuando el Uchiha abrió los ojos, estaba acostado en la cama boca abajo, sus manos estaban atadas con una soga detrás de su espalda y sus pies estaban inmovilizados por una extraña sustancia que lo más probable era arcilla. Aun llevaba puesta su ropa, pero no entendía el por qué Deidara estaba haciendo esto. Cuando el rubio notó que su amado se había despertado lo encaró.
– Itachi, ¿Por qué no quieres que te haga mío? – preguntó con tono molesto.
– Simplemente porque no quiero.- le dijo mirándolo indiferente.
– Deja de ser tan orgulloso ¡por la mierda! – le gritó el rubio bastante enojado por la respuesta sin fundamento. – Claro, pero ¿quién iba a ser el pasivo? Deidara, total, tiene dos hoyos para meter el maldito pene.- decía de modo sarcástico.
– Nunca te elegí por eso.- dijo el azabache.
– Entonces ¿por qué Itachi? ¿Por qué me aceptaste como soy y ahora no eres capaz de entregarte? ¿Por qué el orgullo tiene que ser más importante para ti? – le preguntaba el rubio con una mirada triste.
– Solo suéltame Deidara. Me iré a dormir.- le dijo el Uchiha.
El rubio cambió esa mirada triste por una siniestra.
– No Itachi. No te soltaré. Esta noche perderás tu orgullo.- le decía el rubio acercándose al cuerpo de su amado.
– No lo hagas, por favor.- le suplicó en voz baja y desanimado.
– ¿O qué?- preguntó el rubio. El azabache no respondió y se quedó callado. Deidara le bajó los pantalones con ropa interior incluida solo dejando al descubierto una parte del trasero del Uchiha y empezó a masajear la entrada. No escuchaba ninguna queja del azabache, por lo que después de pasar minutos masajeando la zona, lo fue penetrando de a poco. – "No te entiendo Itachi, no entiendo por qué no quieres admitir que es tu orgullo lo que estás perdiendo en estos momentos" – pensaba el rubio moviéndose lentamente mientras soltaba fuertes suspiros. Estuvo varios minutos así, pero no escuchaba ninguna reacción del Uchiha, cosa que le preocupó. Tocó la entrepierna por encima de la ropa, y la notó dura y caliente. – "¿Que está sucediendo?" – se preguntaba el rubio sorprendido. Pues no comprendía por qué Itachi no reaccionaba soltando algún gemido o suspiro teniendo su miembro erecto. Le sacó las amarras de sus manos y pies y lo dio vuelta. – Itachi, ¿estás bien? – le preguntó preocupado. Al verle la cara al azabache quedó bastante impactado. El Uchiha estaba llorando y tenía una expresión muy adorable en su rostro. – Yo, lo lamento, no…No sabía que era tan importante para ti.- le dijo Deidara bastante arrepentido al haberlo forzado a hacer eso. – Perdóname Itachi.- dijo el rubio abrazándolo. – Por favor perdóname. No quería hacerte daño. No sé por qué actué de esa forma tan egoísta.- le decía con una terrible pena. – Me hubieras insistido para que no siguiera.-
– No pude.- le dijo el Uchiha en voz baja. – Me es difícil negarte cualquier cosa.-
El rubio le dio una pena tremenda al escuchar esas palabras. Sintió un fuerte dolor en su pecho. Era un sentimiento de culpa.
- Pero si era tan importante, hubieras seguido insistiendo.- le decía muy triste el rubio. - ¿Acaso podrá ser?...Itachi, ¿me has estado ocultando algo todo este tiempo? – le preguntó con preocupación.
- ¿Algo cómo qué?-
- No lo sé, tal vez, tienes una experiencia que odias recordar.-
El Uchiha no respondió y solo desvió la mirada. – Itachi, mírame.- le dijo el rubio captando la atención del azabache. – Yo te he contado todos mis secretos. Tengo mucha confianza en ti después de conocerte. Ahora quiero que tú también seas sincero conmigo.- le decía Deidara tomando las mejillas de su amado con ternura. Nunca había visto al Uchiha tan vulnerable y frágil.
El azabache se sentó en la cama y bajó la mirada. El rubio no sabía mucho qué hacer, solo lo miraba y le acariciaba la cabeza. Pasaron varios minutos en silencio hasta que el Uchiha habló:
- Deidara, cuando era niño y aún no había nacido Sasuke, unos hombres me atraparon en el bosque…y uno de ellos me violó.- comentó el Uchiha apretando su puño mientras se le humedecían los ojos por ese repugnante recuerdo.
- ¡¿Cómo? – exclamó el rubio asustado.
- Estaba entrenando en el bosque.- empezó a relatar Itachi. - Cuando uno de los hombres gritó: - "Ese niño es un Uchiha y está solo, vamos a divertirnos con él"… fue así como esos hombres se fueron acercando de apoco. Sabía que esos tipos eran peligrosos, por eso me fui corriendo rápidamente entre medio de los árboles. Me estuvieron siguiendo por varios metros hasta que uno de ellos ató una cadena a mi tobillo y me atraparon. Cuando se acercaron…me empezaron a sacar la ropa y me ataron contra un árbol. No sabía muy bien lo que estaban haciendo, pero uno de ellos se bajó un poco los pantalones y…- el azabache no alcanzó a terminar su historia. Ese asqueroso recuerdo de aquel día lo había marcado. Se sentía manchado y nuevamente se puso a llorar agachando la cabeza.
- Itachi.- le dijo el rubio destrozado. – Lo siento mucho…Perdón por hacerte recordar eso, no llores por favor.- decía Deidara abrazándolo. - "Maldición, soy un estúpido. Me siento un imbécil…No debí haberme comportado como un idiota…"- pensaba el joven de ojos azules.
Ambos ninjas se abrazaron, Itachi buscaba consuelo en los brazos del rubio y Deidara trataba de disculparse. El Uchiha mayor nunca dijo nada sobre eso a su familia. No quería deshonrarlos ni mucho menos preocuparlos. De hecho Deidara había sido el primero en escuchar ese relato.
- Se siente mejor así.- dijo el Uchiha. Deidara lo miró confundido. – Me refiero, a que, es bueno cuando te desahogas con alguien de confianza.-
El rubio sonrió y luego lo miró con una expresión triste. –Ahora comprendo tu rechazo. Nunca ha sido tu orgullo…Solo tenías miedo.-
Itachi lo miró unos segundos. – Tú si me comprendes.- le dijo sonriendo tímidamente. Deidara lo miró con atención y luego se acercó a su rostro para secarles las lágrimas.
- Bien, entonces, ¿qué haremos? Los dos estamos algo mal.- le dijo el rubio tapándose la entrepierna y sonrojándose.
- Deidara.-
- ¿Qué sucede?-
- Estaba pensando que…Tal vez, sería bueno que lo intentáramos de esa forma.
- ¿Ah?
- Quiero ser tuyo y quiero que llegues hasta el final.- le dijo el Uchiha avergonzándose un poco.
- Itachi.- dijo el rubio sorprendido y mirándole fijamente.
El Uchiha no lo miró a la cara, tenía su rostro ruborizado y si había algo que le molestaba es que lo vieran así.
- Te aseguro, que será la primera vez en que alguien te lo hace con amor.- dijo el rubio muy confiado.
El azabache se acercó al rostro del rubio y ambos inclinaron sus cabezas para comenzar a besarse apasionadamente. Deidara tomó el cabello del Uchiha y lo masajeó lentamente para relajarlo, y para que olvidara sus penas. De apoco y con el paso de los minutos ambos se acariciaban y se tocaban con toda libertad. El rubio seguía desnudo y el Uchiha solo andaba con sus pantalones puestos.
- Itachi, eres tan hermoso.- decía el rubio desesperadamente mientras lo besaba en su cuerpo y cambiaban las posiciones. El azabache estaba boca abajo con sus caderas levantadas y el rubio se posó encima. Las piernas del Uchiha comenzaron a temblar y Deidara notó el miedo que tenía su amado. Le acarició el pecho nuevamente y le dio besos en la zona del cuello. – No tengas miedo.- le susurró cerca del oído el joven de ojos azules.
Luego de unos segundos, cuando Itachi estaba más tranquilo, le bajó los pantalones y masajeó, con sus dedos, la entrada del azabache. Lo hacía de una forma tan suave que el Uchiha no se quejaba por sentir alguna molestia, más bien se relajaba al sentir las yemas de los dedos del rubio. Sacó una boca y metió la lengua que tenía en su mano derecha para ensalivar y mojar la entrada. Su rostro estaba pegado a la espalda del Uchiha repartiendo besos por esa parte. El azabache liberaba uno que otro gemido. Era bastante tímido al momento de demostrar esas reacciones y más aún que estaba siendo el sumiso en esos momentos.
Una vez que Deidara lo preparó suficiente, abrazo a Itachi en esa posición, e introdujo su erección en el cuerpo del azabache. Al principio, Itachi, seguía con sus gemidos despacio, pero pronto se sintió tan bien que gemía confiadamente.
– Puedo sentir tu interior muy cálido.- decía el rubio moviendo lenta y suavemente sus caderas. El Uchiha sentía el roce de los muslos del rubio por su piel.
– Dei-Deidara…No seas tan suave, quiero sentirte.- le dijo el Uchiha al notar que el rubio hacia esos delicados movimientos para no hacerle daño. El rubio se sonrojó por la proposición y dudó en hacerlo, pero al sentir que el propio Itachi se movía, pensó que sería lo correcto. Y así fue. Esa noche el rubio le dio fuertes embestidas tratando de saciar los deseos de su amado. En esa casa se escucharon gemidos muy fuertes del Uchiha y también del rubio. Después de casi media hora el rubio tomó las caderas del azabache y depositó el líquido espeso en el interior. El Uchiha también terminó corriéndose junto con un fuerte orgasmo, y luego de eso, se dio vuelta para sentir al rubio contra su pecho.
- Vaya, en ningún momento me quisiste sacar los pantalones completamente…- comentó el azabache acariciando a su amado.
- Quiero ver tu erección "ese día".- dijo Deidara un poco avergonzado. – Así será una sorpresa.-
- Parece que tienes las expectativas muy altas.- le dijo sonriendo. – Créeme que no te decepcionaré.-
- Qué tonto eres.- le dijo el rubio burlándose.
- No soy tonto...Solo digo la verdad.-
- Si sé, pero no tenías que decirlo de esa forma, suena tan…creído.- se quejó el rubio inflando sus mejillas.
- Así me conociste.- le dijo el Uchiha. Ambos se rieron y se volvieron a besar.
- Itachi, te amo.-
- Deidara, yo también te amo. – le contestó el azabache mirándolo a los ojos. Luego se dieron un abrazo y el rubio quedó dormido al lado de Itachi.
- "Eres lo más preciado para mí"- se decía el Uchiha mayor viendo a su amado dormir tranquilamente. – "Sería bueno que empezara a buscar un trabajo, necesitaremos dinero si queremos tener un bebé pronto." -
Última edición por PalomitaNegra el Jue Sep 08, 2011 6:13 am, editado 1 vez
RasputinSin vida social - It's JJ Style!
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05/06/2011
Viktuuri
Hunter x Hunter (2011) | Ping pong animation | Full Metal Alchemist | Yuri on ice
Pokemon Sol y Luna | All Out!! | Sangatsu no Lion | Super Horny 2
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Ocio, ven a mí
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Hello again! acabo de terminar de leer el capitulo 4 y 5.. y ya pusiste uno nuevo jaja debe ser mienstras leia.. jaja Palomita sabes hasta ahora no le habia conseguido la PAREJA a Itachi..no me gustaba como quedaba con las chicas de konoha, tu sabes Sakura, Ino o Hinata.. no no! no era el.. y Itachi es uno de mis personajes favoritos!.. debia tener a alguien, se merecia a alguien!
Me atraia el ItaDei se me hacia una buena posible pareja, pero como nunca habia visto ni leido ni nada de esta, la desconocia totalmente.. hasta que le dije a Bronik.. -Hey Malchik recomiendame un buen fic yaoi... quiero experimentar yaoi! ( LOL si como tonta... XD) y me recomendo este!.. y me dije.. voy a ver que onda! y bueno... ahora me voy a leer el sexto capitulo.. ^^
perdona que tarde un poco en pasar a responderte, pero es que andaba con muchas evaluaciones juntas... y bueno -.- jaja me dio gracia la parte de en el hospital, jaja Tsunade.. y sus ocurrencias y.. el "tu hermano es bonito y adorable así que es una amenaza para nuestra relación" LOL jaja y aparecio Gaara.. cada vez se pone mejor, muy bueno!.. sigue asi chica!
adios
Me atraia el ItaDei se me hacia una buena posible pareja, pero como nunca habia visto ni leido ni nada de esta, la desconocia totalmente.. hasta que le dije a Bronik.. -Hey Malchik recomiendame un buen fic yaoi... quiero experimentar yaoi! ( LOL si como tonta... XD) y me recomendo este!.. y me dije.. voy a ver que onda! y bueno... ahora me voy a leer el sexto capitulo.. ^^
perdona que tarde un poco en pasar a responderte, pero es que andaba con muchas evaluaciones juntas... y bueno -.- jaja me dio gracia la parte de en el hospital, jaja Tsunade.. y sus ocurrencias y.. el "tu hermano es bonito y adorable así que es una amenaza para nuestra relación" LOL jaja y aparecio Gaara.. cada vez se pone mejor, muy bueno!.. sigue asi chica!
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ElenaSin vida social - A-YO! motherfuckers /limonsita ♥
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Que buen capitulo!
Me encanto y es la primera vez que me leo un fic ItaDei donde deidara es el seme. Buenisimo, espero el proximo!
Me encanto y es la primera vez que me leo un fic ItaDei donde deidara es el seme. Buenisimo, espero el proximo!
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Waah yo me quiero pasar por mundo yaoi!! --Llora bien gay--
lo que pasa es que gracias a mi compu gay, mi internet gay, mi navegador gay, y la memoria interna de winddows gay no puedo entrar al foro ;__________;
Te pedire un favor pero por privado te lo dire más tarde, como sea espero que mi problema se solucione o morire porque no tengo que leer .___.
Sigue así palomta tú puedes!
LOL me rei a mares con la canción xD!
lo que pasa es que gracias a mi compu gay, mi internet gay, mi navegador gay, y la memoria interna de winddows gay no puedo entrar al foro ;__________;
Te pedire un favor pero por privado te lo dire más tarde, como sea espero que mi problema se solucione o morire porque no tengo que leer .___.
Sigue así palomta tú puedes!
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Elena chan: No te disculpes...Solo pasa a leer cuando puedas n.n y cuando quieras xD Me alegra saber que te guste esta parejita. Créeme que a mi no me llamaba la atención...estaba entre escribir un FF DeiTobi o ItaDei (solo por escribir algo)...y no me acuerdo como fue que elegí, aunque en los días de hoy, no me arrepiento. Por cierto, con este FF puede que experimentes mucho Yaoi O.O
theblackangel: Shi~ Deidara seme ¬w¬ muajaja...en un FF puedes hacer lo imposible en posible xD. Gracias por tu comentario.
Bronik: Me alegra que te haya gustado la canción jejeje Qué mal que no puedas conectarte a mundo yaoi...esperaré tu mensaje :D
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presiona "control" con el signo "más" (+) para que se pueda ver más grande...para volver a la normalidad: "control" y el signo "menos" (-)
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Capítulo VII: Trabajando para una nueva vida
theblackangel: Shi~ Deidara seme ¬w¬ muajaja...en un FF puedes hacer lo imposible en posible xD. Gracias por tu comentario.
Bronik: Me alegra que te haya gustado la canción jejeje Qué mal que no puedas conectarte a mundo yaoi...esperaré tu mensaje :D
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Capítulo VII: Trabajando para una nueva vida
- Spoiler:
- A las ocho y media de la mañana, Itachi y Sasuke estaban desayunando en la cocina. Entre la comida, había arroz, sopa de miso y pescado al grill.
- ¿Dónde está Deidara? – preguntó el menor.
- Está durmiendo.- respondió fríamente. Sasuke lo miró y sonrió de forma picarona.
- Parece que te dieron con todo.- comentó el azabache que había dormido en la habitación de al lado.
Itachi tragó su pedazo de pan y se puso de pie. Se acercó a su hermano y lo agarró de las ropas. – No vuelvas a hablarme de esa forma.- dijo el Uchiha mayor muy molesto para mirarlo fijamente a los ojos.
- Solo ten más sentido del humor.- comentó en voz baja Sasuke y desviando su mirada.
- Ya sé que esta es tu casa, pero exijo un mínimo de respeto entre las cosas que haga con Deidara en una habitación y con la puerta cerrada.
- Perdón…no quise ofenderte…Onii-chan.- dijo Sasuke poniendo una carita un tanto inocente.
Itachi lo siguió observando fijamente. Unos recuerdos de su niñez y juventud se le vinieron a la mente. Siempre pasaba eso cuando Sasuke decía “onii-chan” con ese tono infantil.
- Hermanito.- dijo el Uchiha mayor sonriendo y abrazando asu hermano.
- “Ahora que lo pienso, conozco el punto débil de Itachi y el de Naruto”- pensaba el Uchiha.
De pronto llegó Deidara rascándose el trasero y con su cabello muy despeinado. Solo vestía unos calzoncillos de ositos, al ver a Sasuke ser abrazado por Itachi, observó bastante molesto esa muestra de hermandad.
- Itachi… ¿qué significa esto?- preguntó molesto el rubio.
- Deidara, ya lo conversamos. Solo lo estoy abrazando nada más. Hasta el momento no he hecho nada inapropiado.-
- ¿A qué te refieres con inapropiado…? –preguntó el Uchiha menor algo confundido por toda la situación.
- Problema de parejas.- comentó en voz baja Itachi.
Una vez que terminaron de desayunar cada uno se fue a su habitación y se dieron una ducha.
- Iré a ver a Naruto.- dijo Sasuke saliendo de su casa.
- Te acompaño.- le dijo el Uchiha mayor.
- ¡Momento! ¿Por qué te vas tú? – preguntó el rubio.
- Tengo que buscar trabajo.- contestó Itachi
- ¿Para qué? – volvió a preguntar.
- Necesitamos nuestra propia casa. Pero no tengo mucho dinero, así que buscaré un trabajo estable y arrendaré una casa, luego la compraremos y viviremos felizmente con nuestros pequeños.-
- Deja de andar soñando despierto.- le dijo malhumorado el rubio. – Acuérdate que aun no hemos hecho nada para que quede embarazado.
Sasuke los miró extrañados y luego de procesar lo que estaba diciendo el rubio, se sorprendió bastante. – ¡Espera! ¿Dijiste quedar embarazado? ¿Cómo rayos vas a lograr eso?
Itachi y Deidara se miraron fijamente. Era verdad, hasta ahora la única persona que sabía eso, a parte de los antiguos amores del rubio, era Tsunade.
- Ehhh, eso te lo podemos explicar después de la cena.- dijo Itachi.
- Claro, será el mejor momento.- dijo el rubio un poco nervioso. – Iré a ver los anuncios para buscar alguna casa. Deberíamos empezar con una casita pequeña, después la podemos remodelar y ampliar. Así tendríamos la casa propia antes, ¿no lo crees Itachi? – preguntó aun más nervioso. Lo único que quería era cambiar el tema.
- Me parece bien, bueno, nos vemos.- le dijo al rubio para darle un beso en la mejilla.
Sasuke seguía extrañado con lo que había dicho Deidara. Y en cuanto se alejaron del rubio, aprovechó de interrogar a su hermano durante todo el camino. Pero Itachi solo lo ignoró.
En otro lado, Deidara comenzó a buscar, en una especie de periódico, las casas que se vendían. Para su sorpresa encontró una que quedaba cerca de un jardín infantil, y de la academia ninja. Lo marcó con un lápiz y siguió buscando por un par de minutos. Al no encontrar nada mejor que esa pequeña casa se colocó sus sandalias y salió a la calle. Caminó algunas cuadras hasta encontrar la dirección de esa casita. Al principio le pareció bastante fea. Tenía la madera gastada, una puerta en mal estado, el pasto de los alrededores bastante seco. El tejado estaba incompleto y tenía una ventana rota. Todo parecía horrible si lo miraba de lejos, pero había algo que le gustó al rubio. Era el inmenso terreno en la que estaba construida esa pequeña casa.
Se acercó a la casa y encontró a un hombre bastante mayor que estaba sentado en una banca
- Oiga, leí un anuncio en el periódico con la dirección de esta casa, ¿sabe donde está el dueño? – preguntó Deidara.
- Soy yo.- contestó el hombre
- Que bien… por que quiero comprar esta casa, viejo.-comentó el rubio. El hombre se acercó bastante tranquilo caminando lentamente hasta el joven. Se detuvo a unos pasos y sacó rápidamente un bastón y golpeó a Deidara en la cabeza.
– A quién llamas viejo, ¡chiquillo tonto! – exclamó el hombre molesto. - Tendré mi cabeza llena de canas, usaré bastón, me faltaran algunos dientes, ¡pero no significa que me llames viejo! – volvió a regañar al rubio. – Esto jóvenes de hoy son todos unos contestadores y maleducados…-añadió en voz baja. Deidara lo miró fastidiado.
- Miré “señor” quiero comprar tu casa.- Dijo el rubio bastante molesto. – Y si no quiere hacer tratos conmigo, mejor me voy.- agregó dándose media vuelta.
- Alto ahí.- dijo el hombre. – Te rebajaré la mitad si me pagas en este mismo momento.- dijo el hombre con tal de deshacerse de esa casucha vieja y fea para irse a vivir a otro lado.
- Hecho.- dijo el rubio sacando sus ahorros de toda una vida y pasándoselos al hombre. – La casa es mía. Suerte que andaba con este dinero.-se rió el joven.
– Toma, los papeles de la propiedad. Fuiste bastante precavido. No eres tan tonto como pensé…Siempre creí que los rubios eran algo ingenuos.- dijo el anciano.
– Las apariencias engañan…viejo.- dijo el rubio riendo y entrando a su nueva casa.
– Maldito mocoso.- regañó entre dientes. –Bueno, al menos me has dado dinero, disfruta esa casa, en unos días más secaerá a pedazos.- comentó el hombre riendo a carcajadas.
– “Estúpido viejo de mierda…que se ha creído…Para mi era más importante el terreno y la ubicación…El resto que lo ponga Itachi…Mmm… cómo se verá construyendo la casa…
<<< Itachi se encontraba cortando madera con un serrucho. Las gotas de sudor se deslizaban por su frente, recorriendo su rostro, pasando por su cuello y metiéndose, finalmente, entre sus ropas. - Deidara, estoy sudando mucho, creo que mesacaré la camiseta.- decía el Uchiha mayor dejando su torso desnudo y mostrando su cuerpo bien trabajado. –Oh…Deidara, pásame la manguera…y mójame…- añadió a los pocos segundos mientras empezaba a moverse de una manera sugerente. El rubio iba en busca de la manguera y ponía a correr el agua... >>>
- Mmm, sí, mójate, estás tan caliente.- pensaba en voz alta el rubio cuando no vio llegar a Itachi.
- ¿Qué estás imaginando ahora Deidara? – preguntó el azabache.
El rubio se asustó y lo miró avergonzado. –Ehh, ¿yo?, ¡nada! Solo…ehhh, mira nuestro nuevo hogar- dijo el joven de ojos azules dándose media vuelta y haciendo un ademán con las manos.
- ¿Hablas en serio?- preguntó el Uchiha algo extrañado y con una ceja levantada.
- Por supuesto que sí.- dijo el rubio molesto. – Gasté los ahorros de toda mi vida para comprar esto.
- Qué hiciste ¡¿qué?!- exclamó asustado Itachi.
- Todos mis ahorros los gasté para comprar esta casa.- dijo Deidara sonriendo.
- ¿Pero no vez que se está cayendo a pedazos?- preguntó un poco preocupado al ver la cara de felicidad del rubio.
- Nada que ver- dijo el rubio cuando la puerta se salió y cayó al piso. – Eh jejeje, bueno, tal vez si la remodelamos un poco quede bonita.- agregó antes de que la casa se empezara a desmoronar de a poco.
- Bueno, supongo que tendremos que construirla de nuevo.- se lamentó el Uchiha, pues ya se estaba imaginando quien tendría que ser el responsable de la construcción.
- Pero Itachi, no te sientas mal. Yo cocino y tú construyes.- le dijo el rubio.
- No se si tenga tiempo de construir la casa.- comentó. –Conseguí un trabajo en una escuela.
- Eh? ¿Escuela? Eso si que es raro, a ti te convendría estar enseñando en una academia ninja.
- Lo se, pero no hay vacante, al parecer alguien llegó antes y consiguió el empleo.
- Ah, ya veo. Entonces tendrás que construir la casa de noche. Porque me imagino que tendrás que hacer clases en la mañana y en la tarde.-
- Oye Deidara, no creo que pueda con ese horario.- le dijo el azabache un poco preocupado. - ¿Y qué harás tú aparte de cocinar?
- Ehhh, bueno, me alimentaré bien y haré ejercicio y yoga para preparar mi cuerpo.- le comentó avergonzado.
- ¿Estás embarazado? – le preguntó extrañado.
- No, claro que no. Solo lo digo para un futuro no muy lejano, idiota.- le dijo el rubio con un tono algo molesto.
- Bueno, volvamos a casa.-
- Esta bien, pero quiero que sepas que me costó la mitad de precio y el terreno es bastante grande. Así que se podría decir que hice una buena compra.- le dijo muy orgulloso el rubio.
- Eso no puedo negarlo, pero aun así tendremos que pedir ayuda ya que demoraré mucho en construir una casa yo solo.-
- Claro, solo hay que pedirle a…Sasuke y a…algún amigo deSasuke.- le dijo algo preocupado, porque la verdad es que no conocía a nadie en la aldea que no fueran Naruto, Sasuke, Gaara y Sai.
- Sí, Sasuke nos puede ayudar, también Neji, Hinata, y Shikamaru.
- ¿Los conoces?
- Sí, y créeme que me ayudaran, a ellos los conocí en la fiesta que le hicieron a Naruto cuando lo nombraron Hokage.
- ¿Eso fue hace mucho?
- No tanto, un par de semanas.- respondió el Uchiha.
---
Al llegar a la casa de Sasuke, almorzaron y fueron a acostarse.
- Esto de ser ninja renegado tiene sus beneficios, no me veo en la obligación de participar en misiones…Eso significa que pasaremos mucho tiempo juntos.- decía el Uchiha mayor acomodándose en el colchón.
- Me alegra dormir por las tardes…aunque creo que voy a engordar si sigo haciendo eso, además voy a parecer embarazado.- dijo Deidara riendo.
- Es mejor que lo estés a que parezcas.- comentó el Uchiha.
- Si, pero ya te dije que empezaré a hacer ejercicios y comeré de una forma saludable, así que no dormiré toda la tarde y tampoco engordaré…Además, tengo un excelente metabolismo.- dijo el rubio. Pasó cerca de una hora cuando el Uchiha se levantó de la cama y fue a ponerse un chaleco.
- Oye, ¿por qué te vas?
- Mi trabajo empieza en unos minutos…- le respondió. – No puedo llegar tarde.-
- Que te vaya bien.- se despidió el rubio.
- Adiós.- dijo el azabache.
---
Una vez que llegó al trabajo, que para ser más exacto era una escuela de primaria, entró a una de las salas.
Dentro de la sala había niños pequeños y estos eran de último año.
- Buenas tardes...- saludó el Uchiha seriamente.
- Buenas tardes sensei.- respondieron en coro los niñitos, además de ponerse de pie.
Itachi los miró extrañado y dejó una carpeta en el escritorio. Luego pasó la lista conociendo a cada niño y niña que estaba en ese salón.
- Mi nombre es Itachi, pueden decirme…Itachi-sensei.- dijo esto último con un leve sonrojo en sus mejillas. – “Vaya, eso si que suena raro…Nunca había tenido un alumno y ahora tengo un grupo de niños como estudiantes”- pensaba el azabache sacando una tiza nueva y escribiendo su nombre en la pizarra.
- ¡Comadreja! – gritó un niño emocionado.
Todos se largaron a reír. El Uchiha los miró algo molesto. –“Malditos mocosos…ya saben leer”- pensaba el mayor mientras se seguían riendo.
Itachi dio un fuerte golpe en la mesa y los miró de forma amenazante.
- ¡Miren pequeños! Soy bastante mayor que ustedes. Solo les diré que no me falten al respeto porque no les va a ir nada bien.- dijo elazabache. Toda la clase quedó asustada.
- ¿Alguna duda? – preguntó el Uchiha muy enojado. Una niña pequeña levantó con mucha timidez su mano. El mayor solo la miró fijamente.
- ¿Puedo ir al baño?- preguntó la menor.
Itachi solo suspiró y asintió con la cabeza. – “Rayos, ¿qué me pasa? Por lo general tengo mucha paciencia…Pero no aguanto esas risas chillonas…”
- Eh, Itachi- sensei. ¿Podemos sentarnos? Me dueles los pies…- dijo un pequeño con los ojos llorosos.
- ¡Oh! disculpen, tomen asiento.- dijo el mayor bastante nervioso.– “¿Qué clase de padres seré si no se tratar a este grupo de niños? Cálmate Itachi, estás alterado solo porque tienes mucho trabajo por hacer hoy en la noche.” – pensaba el mayor.
- Bueno, disculpen por lo de hace unos minutos, cuando sean grandes sabrán lo que es el estrés, pero aprovechen su niñez.- le comentó un poco más calmado.
- Itachi-sensei, ¿lo puedo llamar comadreja-sensei? –preguntó un niño bastante animado.
- Sí, llámenme como quieran, pero no hagan alboroto y escúchenme ahora que voy a dar clases de...- revisó su carpeta para ver la programación. –Sexualidad.- terminó de decir. No faltó el grupito de niños que se largaron a reír. Una vez que todo fue silencio miraron con atención al profesor.
- Ejem, bueno, deberíamos empezar por algo bastante simple. ¿Qué es o qué creen que es la sexualidad? – preguntó el Uchiha.
- Pene y vagina.- gritó un niño.
- Ehhh, bueno, tal vez tenga algo que ver, pero deberían expresarse de forma diferente.
Una niña levantó la mano.
- Sexualidad es el conjunto de condiciones anatómicas y fisiológicas que caracterizan a cada sexo.- dijo la pequeña.
- “Esa niña parece que se lo aprendió de memoria del diccionario...” – pensaba el azabache mirándola fijamente.
- Muy bien, niña.-
- Me llamo Kaoru.-
- Si, como sea. Está bien de todas formas. Esa era una pregunta para empezar, lo que realmente veremos hoy es…- hojea un libro. – reproducción humana.- dijo en voz alta. -Haber, ¿Cómo se hace un bebé?- preguntó el Uchiha cerrando su libro y sentándose en su mesa.
- Fácil, viene una cigüeña y te deja el bebé en la puerta. Es algo así como un regalo del cielo.- dijo un niño.
- Nada que ver, yo se Itachi-sensei, Los bebés se hacen con amor. Si tienes a dos personas enamoradas, de la unión saldrá un bebé que sería un fruto de esa relación.- contestó otro.
- Pues a mi me contaron otra versión, me dijeron que si encerrabas a dos personas y esperabas mucho tiempo, saldrían con un bebé.
- ¡No! Un bebé se hace cuando dos personas se casan y cuando se besan.
De pronto todos empezaron a opinar con extrañas ocurrencias sin levantar la mano. Ni si quiera la niña sabelotodo sabía eso. Un infernal griterío se vivía en la sala de clases.
- ¡¡¡Silencio!!!- gritó el Uchiha. Todos los niños quedaron observando muy asustados. - ¡Pero qué cosas están diciendo! – exclamó el azabache. – “Me acuerdo que mis padres me enseñaron eso cuando hicieron a Sasuke…” –pensaba el Uchiha.
- Bueno, antes de darle una larga explicación del proceso, verán un par de imágenes en sus libros, busquen la página cuarenta y ocho.-
Todos los niños sacaron sus libros y pusieron la página.
- ¡Qué asco! – exclamó una niña.
- ¡Qué horrible!- añadió otro.
- Ya niños, ahora dicen eso, pero en unos cuantos años todo será distinto.
- Itachi- sensei ¿Dos hombre pueden reproducirse?- preguntó una niña.
- Eso me temo que es algo imposible. Debido a que el hombre no cuenta en su sistema reproductivo las condiciones aptas para tener un hijo en su interior.- le contestó el azabache.
- Mi mamá me dijo que el Hokage tenía un novio. Entonces ¿cómo podrán tener hijos? -
- Existen formas, niño, lamentablemente suelen ser complicadas... Ese es el gran problema de las parejas del mismo sexo.
- Qué triste…- comentó en voz baja una niña.
- Comadreja- sensei, ¿usted tiene hijos?- preguntó de pronto un niño muy emocionado.
- Ehh, aun no.- respondió con un leve sonrojo en sus mejillas.
- Pero me imagino que pronto hará estas cochinadas con su pareja. –dijo un niño mostrando el libro con las imágenes.
- Sí, eso espero.- comentó en voz baja.
Los pequeños escucharon el comentario y se largaron a reír. Una hora después, cuando Itachi fue a sentarse a su escritorio, vio una silla vacía.
- Esa niña que se fue al baño ¿ya regresó? – preguntó Itachi un poco preocupado.
- No, todavía no. Ella suele irse al baño a llorar cuando se asusta, pero se le pasa después de tres horas.- dijo una niña.
- No puede ser…- dijo el Uchiha. – Hagan las actividades desde la página cincuenta y nueve hasta la sesenta y dos…- les dijo antes desalir de la sala.
Entró al baño de niñas y encontró a la pequeña en un rincón llorando.
- Ehhh, oye niña, no deberías llorar tanto.- comentó el azabache.
La menor miró al Uchiha y se escondió entre sus brazos.
- Vamos a la clase. Perdón por ser tan agresivo, es mi primer día, y tengo muchos problemas.-le confesó Itachi. – Puedes decirme comadreja si gustas.- añadió antes de suspirar.
La niña se largó a reír un buen rato y sonrió.
- Comadreja-sensei.- dijo la pequeña riendo.
- Si, ese soy yo.- le dijo sonriendo el Uchiha. – Ahora vamos, que la clase está muy interesante.- añadió haciendo que la niña se lavara la cara y abrazara al mayor.
- ¿Qué haces niña? – preguntó el azabache.
- Comadreja-sensei es muy amable.- comentó la menor.
El Uchiha solo sonrió y la tomó de la mano. – Andando.- dijo el mayor.
Una vez que la pequeña se reintegró, Itachi siguió con su clase hasta terminar la jornada.
- Adiós Comadreja-sensei.- dijeron los niños sonriendo y en coro.
- Adiós adorables criaturas.- se despidió el Uchiha para irse a la casa de Sasuke.
- “Estos niños me sacan de quicio…”- se quejaba el azabache.– “Aunque no estuvo tan mal para ser el primero día”
Una vez que el azabache caminó por las calles de Konoha se encontró a Deidara llevando una gran cantidad de madera.
- Deidara, ¿qué haces con eso?- preguntó el Uchiha. El rubio se volteó a verlo.
- Itachi, al fin terminaste tu trabajo.- le dijo sonriendo.- ¿Esto? Solo es madera para nuestra casa. Sasuke y otras personas nos están ayudando a construir nuestra casita.
- Supongo que iré a ayudar…- comentó el Uchiha un poco cansado. - ¿De donde sacaste tanto material? Veo que no solo tienes madera...
- Los vecinos nos donaron estas cosas, y además conseguí un trabajo para año nuevo y me pagaron una parte por adelantado.
- ¿Qué tipo de trabajo? – preguntó curioso el azabache.
- Me dijeron fuegos artificiales, pero es mi arte la queserá exhibida – comentó muy orgulloso.
Eran como las cinco de la tarde cuando el Uchiha empezó a ayudar en la construcción de su casa.
Estaba tan cansado y sudado que se sacó su camiseta quedando con el torso desnudo. Deidara se sentó a observarlo. El resto de las personas seguían trabajando, pero ninguno se había sacado la camiseta. Tal vez porque Itachi tuvo mucho que hacer en esa escuela, desde correr por los patios hasta cargar a muchos niños a la vez en la hora del recreo.
- Itachi, ¿quieres que te lance agua con la manguera? –preguntó el rubio con sus mejillas coloradas y con una manguera que había comprado ese día para cumplir sus extrañas fantasías.
- No gracias…- respondió el azabache.
Deidara lo miró sorprendido.
- Pero ¿por qué no?
- Porque el agua sale muy fría y no quiero enfermarme.- respondió con toda naturalidad.
- Ah...bueno…- dijo Deidara un poco decepcionado.
- Oye, ¿te gusta como quedó la puerta? – preguntó un joven pelirrojo que había aparecido de repente.
- Pues está bastante bien…- dijo Deidara un poco molesto porque se trataba de Gaara.
- La hizo Sai, yo solo conseguí la madera…Para que veas que soy una buena persona.- comentó el pelirrojo un poco enfadado.
- Deidara, deberías ser como él.- comentó el Uchiha acariciandoel cabello de Gaara.
El pelirrojo gimió al sentir la mano de Itachi sobre sucabeza. Rápidamente apareció Sai con el ceño fruncido. Obviamente el Uchiha había sacado su mano al escuchar la reacción de Gaara.
- ¿Qué está pasando acá? – preguntó Sai.
- Bueno, yo solo le toqué la cabeza…no hice nada más…-contestó un poco extrañado el Uchiha mayor.
- No vuelvas a tocarlo ahí.- amenazó Sai. – Esa es una de sus tantas zonas erógenas.- añadió abrazando a su novio.
- Sai, no digas eso al frente de la gente.- reclamó elpelirrojo en voz baja.
El Uchiha se sonrojó al igual que Deidara.
- Lo siento.- se disculpó Itachi.
Sin darle más importancia al asunto cada uno siguió con su trabajo.
Ya eran las ocho de la noche cuando todos estaban en sus respectivas casas.
- Pero que día más agitado.- se quejaba Sai tomando un vaso con agua. Gaara lo observó un poco sonrojado y se le acercó para abrazarlo.
- Sai, mañana cumplimos un mes desde que estamos juntos…¿tienes pensado hacerme algo?- preguntó el pelirrojo.
- Depende de que quieres que te haga. – le respondió el azabache con una mirada seductora.
- Sai, eso no…bueno, tal vez en la noche, pero me refiero en la tarde.-
- Eh, no lo se. En realidad no me gusta celebrar esas cosas.-
- Pero Sai…ya se que no lo parece, pero a mi si me gustan esas cursilerías…Todavía tengo el osito que me regalaste.
- Si, pero te lo regalé porque lo encontré bonito, aun así, no esperes nada para nuestro aniversario.- le dijo con una sonrisa nerviosa.
Gaara lo miró enojado y fue a la habitación de Sai dónde ambos dormían.
Sai lo siguió y vio el momento en que le cerró la puerta en la cara.
- Gaara, ¿por qué cerraste la puerta? …Acuérdate que tengo que cambiarme.
- Cállate, ¡anda a dormir en el sillón! – exclamó el pelirrojo.
- Oye, esta es mi casa, tengo mis derechos.- se quejó el azabache.
- ¡Cállate!
- Gaara, no me digas que estás enojado…- dijo Sai esperando una respuesta. Pasaron como dos minutos sin escuchar nada. – Vamos, mi mapachecito, ábreme la puerta.- dijo el azabache. – Perdóname amor…No quise ser tan frío con mis palabras…-
Y así estuvo Sai esperando respuesta de su novio, pero al no escuchar nada, se fue a dormir en el sillón.
---
En la casa de Sasuke se encontraban todos cenando, por supuesto que también estaba Naruto.
- ¿Cómo va esa casa? – preguntó el Hokage.
- Para ser el primer día hemos avanzado mucho.- respondió Deidara.
- Eso es muy bueno. Oye, Itachi, y a ti como te fue en tu primer día de trabajo en la escuela.- volvió a preguntar Naruto.
- Ehh, pues, mejor de lo que pensé.- respondió el Uchiha. – Aunque estoy un poco cansado…Iré a tomar una ducha.- dijo poniéndose de pie.
- Deidara, eres malo, lo haces trabajar mucho…Ahora está muy cansado- dijo Naruto.
- Bueno, él se lo buscó…No pienso quedarme toda la vida en la casa de Sasuke.- dijo Deidara.
- ¡Espera hermano!- gritó Sasuke haciendo que Itachi se detuviera. - Ahora me acordé de algo muy extraño que estaban conversando en la mañana. – Añadió – Dijeron que iban a tener hijos y cosas así.-
- Ehh, bueno sobre eso…- decía Deidara un poco nervisoso.
- Me dijeron que en la cena me contarían todo sus extraños secretos.- comentó el Uchiha menor. - ¿Acaso van a adoptar? O ¿consiguieron un vientre?
- Deidara es hermafrodita…y al parecer tiene las mejores condiciones para tener un bebé- dijo Itachi tranquilamente. Deidara se levantó de la mesa y le dio un fuerte empujón a Itachi.
RasputinSin vida social - It's JJ Style!
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05/06/2011
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Ocio, ven a mí
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
NIPPAN!!! Tu fik ya lo habia leido en otra pagina mmm creo que fue en amor yaoi i te dijo la verdad m encanto es genial ¬¬ zolo que la verdad no me guztan los niños que pena que dei se embaraze no es nada en contra de los bebes pero SON UNA MOLESTIA pero de seguro el baby de ita y dei sera hermoso , en fin ya no te kiero molestar continualo porfa byebye *bezoz y abrazoz* kuide-t
AiyumeritaDiseñadora - UNDERTALE ~
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Buenisimo, bueno ya te dije todo en los anteriores comentarios. Segui subiendo!
pd: me encanta la firma sasukishi, es la pareja mas cannon para que negarlo
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
deidara-sempai: No se que edad tendrás...pero créeme que yo también pensaba como tú, odiaba a los bebés y mientras crecen se vuelven más insoportables >o< al menos así pensaba antes, porque ahora como que me está gustando ... como que igual seria lindo tener un bebé 8D El parto debe ser terrible, pero debe ser algo super emocionante (?) --> instinto maternal D: De todas formas agradezco tu comentario y me alegra saber que me sigues en amor yaoi saludos n.n
theblackangel: Gracias por estar siempre comentando por su pollo que seguiré subiendo. Jajaja, esa imagen SasuKishi la encontré en google xD pero es genial...sobre todo porque me imagino lo que pasó después de que Sasuke dijo tales cosas jejeje. Saludos
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Capítulo VIII: Ese día
theblackangel: Gracias por estar siempre comentando por su pollo que seguiré subiendo. Jajaja, esa imagen SasuKishi la encontré en google xD pero es genial...sobre todo porque me imagino lo que pasó después de que Sasuke dijo tales cosas jejeje. Saludos
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Capítulo VIII: Ese día
- Spoiler:
- - Deidara, ¿por qué te enojas?- preguntó el Uchiha confundido.
- Eres un estúpido…- le dijo el rubio muy molesto y avergonzado.
- No te enojes.
Deidara solo lo miró enojado y se fue de la casa. El Uchiha lo siguió, quedando Sasuke y Naruto bastante confundido.
- ¡Sasuke! ¡Escuchaste! ¡Es hermafrodita!- exclamó el Hokage bastante sorprendido.
- Naruto, lo oí perfectamente…Eso sí que no lo esperaba.- comentó el Uchiha menor.
- ¿Sasu?
- ¿Qué sucede?
- ¿Qué es hermafrodita? – preguntó el rubio un poco avergonzado y rascándose la cabeza. Sasuke solo suspiró.
---
En otro lado, estaba el Uchiha mayor corriendo detrás del rubio, le tomó del brazo y lo jaló.
- Idiota, suéltame.- dijo el rubio zafándose del azabache.
- Deidara, solo dije la verdad, tarde o temprano se hubieran enterado…
- Hay forma de decir las cosas…No tenías que sonar tan insensible, sabes todos los problemas que sufrí por nacer así…- comentó el rubio con una mirada triste.
- Lo lamento, no quise que te sintieras mal- dijo el Uchiha abrazándolo. – Pero debes sabes que no lo hice con mala intención, además no deberías sentirte avergonzado por ser diferente al resto…Tú eres único, Deidara…-
- Itachi…- susurró el rubio cerrando sus ojos.
- Si la gente no lo sabe aceptar bien, no te preocupes, estaré contigo.- le dijo el Uchiha. – Y si te hacen sentir mal, yo te protegeré.- añadió besándolo en la frente.
- Gracias- dijo en voz baja. – Solo espero que las personas me traten como antes aun sabiendo que soy así.
- Ahí nos daremos cuenta qué personas realmente valen la pena…- dijo Itachi dejando de abrazarlo para sonreírle y mirarlo a los ojos. – Volvamos a casa, no alcancé ver la reacción de Sasuke, pero conociéndolo, de seguro solo se sorprendió por unos minutos, de seguro ahora tiene curiosidad por verte desnudo…- dijo el Uchiha con tono de molesto.
---
- Oye Naruto, ¿no te da curiosidad ver a Deidara sin ropa? – preguntó Sasuke.
- No seas morboso…- dijo el rubio desviando la mirada.
- Pero cómo será su cuerpo…bueno, ya sabes dónde…- comentó el Uchiha menor.
- ¡Maldición! No me digas esas cosas, que ahora yo también quiero verlo desnudo…- confesó Naruto un poco avergonzado.
- Quédate conmigo esta noche y vamos a espiarlo en la mañana, acuérdate que Itachi se irá muy temprano a dar sus clases.
- Sasuke, eres muy listo.- dijo el rubio sonriendo.
- “Qué lindo se ve cuando sonríe…parece un ángel…”- pensaba Sasuke mirando a su novio. De pronto, Deidara e Itachi aparecieron.
Tanto Sasuke como Naruto se quedaron observando el par. Vieron el rostro del rubio que estaba algo sonrojado.
- Deidara, no te sientas mal, si puedes tener hijos, entonces no le veo el motivo por el cual avergonzarse.- dijo Naruto.
- Así es, no nos comportaremos distintos por saber eso.- le dijo el Uchiha menor seriamente. Itachi sonrió igual que Deidara. Luego, los más jóvenes, bajaron la mirada y observaron un poco sonrojados la entrepierna del rubio.
- Oye, ¿qué les pasa? – preguntó el Uchiha mayor un poco molesto. – No vean de esa forma a Deidara.
- Itachi, no te preocupes, ya me dijiste hace unos minutos que tendrían curiosidad…y creo que la mejor forma de que se quiten la curiosidad es mostrándome…- dijo el rubio bajándose los pantalones con todo. Itachi al darse cuenta, se lo subió rápidamente.
- ¿Qué haces Deidara?- preguntó el azabache algo sorprendido.
- ¡Joder! son solo unos chiquillos...Además se trata de tu hermano, y de Naruto…- dijo el rubio volviéndose a bajar los pantalones lentamente. El Uchiha mayor solo volteó su mirada un poco molesto. – No seas celoso Ita-chan.- dijo burlándose. Itachi no respondió el comentario y solo se sonrojó.
Una vez que el rubio se los bajó completamente y se los sacó, quedando solo con la parte superior de su ropa, abrió un poco sus piernas y sujetó su miembro y sus testículos para dejar a la vista sus genitales femeninos. Sasuke y Naruto lo observaron muy sorprendidos…
- ¿Listo? – preguntó el rubio un poco molesto porque llevaba bastante tiempo mostrando sus partes nobles.
- ¿Y por ahí sale un bebé?- preguntó Naruto observando la entrepierna de Deidara. – Todavía no logro comprender cómo sale un bebé por ese agujero... Debe doler en el parto.- añadió haciendo que Deidara se asustara un poco.
- ¡Cállate!- le gritó el Uchiha mayor. – No te preocupes, será por cesárea y estarás anestesiado.- añadió para tranquilizarlo. El rubio solo sonrió nerviosamente por el comentario.
- Oye Deidara, ¿orinas sentado?- interrogó nuevamente Naruto.
- ¡Claro que no idiota!...- le regañó el joven de largo cabello rubio y luego le dio un golpe en la cabeza. – Basta de preguntas.
- ¡Oye más respeto! ¡Soy Hokage!- exclamó Naruto sobándose la cabeza.
Sasuke solo suspiró.
– Bien, ya vimos todo lo que teníamos que ver…Ahora cúbrete por favor.- comentó el Uchiha menor. Deidara no alcanzó ni a tomar sus pantalones cuando Itachi ya le estaba subiendo el cierre. Tenía una expresión un tanto molesta.
- No te molestes…Soy tu hermano y Naruto es mi novio, además de ser el Hokage…
El mayor solo lo ignoró. – Deidara, no vuelvas a hacer eso delante de nadie más…- dijo Itachi.
- Oye, lo lamento mucho, pero yo iré donde Tsunade a revisarme así que ella me verá desnudo cada cierto tiempo.
- Solo ella y yo.
Deidara solo hizo una mueca de desagrado.
– “Idiota…”- pensaba el rubio.
- Ehhh, Sasuke, me quedaré contigo esta noche.- dijo de pronto Naruto.
- Claro, siempre serás bienvenido en mi casa.- dijo Sasuke mirando a su novio y abrazándolo por la cintura. – Te amo mi Naru.- añadió rozando su nariz con la del rubio. Naruto se sonrojó y apretó los dientes.
– ¡No hagas cosas vergonzosas idiota!- decía el Hokage un poco disgustado.
- Ay hermano, veo que el amor te ha cambiado completamente…- dijo Itachi suspirando.
- “Solo espero que Itachi no se vuelva tan cursi…”- pensaba Deidara mirando la joven pareja.
- Naruto… ¿tú no me amas?- preguntó Sasuke poniéndose triste.
- Ehhh, Sasuke…Sabes que yo... ¡No te pongas así! Perdón…- decía Naruto un poco nervioso.
- Escuchaste Itachi. Naruto evadió la pregunta…Eso es muy malo.- dijo Deidara al oído del Uchiha mayor, pero por razones obvias todos escucharon.
Sasuke solo agachó su cabeza y sus hombros. Luego se dio media vuelta y empezó a caminar a su habitación.
- ¡Espera Idiota! ¡Yo te amo!- gritó Naruto muy sonrojado.
Sasuke volteó a mirar a su rubio y sonrió de forma orgullosa.
- Lo se Naruto, sé que me amas.- comentó el Uchiha menor retomando su camino.
- ¿¡Oye quién te has creído!?- le preguntó Naruto corriendo a encarar a Sasuke.
El Uchiha menor lo aprisionó contra la pared. Ambos se quedaron callados unos momentos y luego se sonrieron tiernamente.
- Hoy quiero dormir.- dijo el rubio.
- Bien…- dijo Sasuke tomando la mano del rubio. Ambos se encerraron en la habitación del azabache.
Deidara los quedó mirando sorprendido y confuso.
-“¿Qué tienen en la cabeza estos dos?”- se preguntaba el joven de ojos azules.
- Yo también quiero dormir, no sabes lo cansado que estoy…- dijo Itachi retirándose y encerrándose en una habitación.
- Todos están cansados...Son unos flojos.- dijo el rubio dirigiéndose a su habitación.
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A la mañana siguiente en la casa de Sai, Gaara estaba despertando después de dormir solo en la habitación del azabache. Abrió sus ojos y bostezó. Se levantó de la cama y abrió la puerta. – “Sai debe estar durmiendo en el sillón”.- pensó un poco molesto al recordar la situación de la noche anterior. Caminó por la casa hasta llegar a la sala de estar y no encontró a su novio durmiendo en ninguna parte de esa habitación. – ¿Sai?- preguntó en voz alta. Al no escuchar respuesta, caminó hacia la sala de estudio que tenía su novio en la casa. Al entrar vio unas sábanas blancas que cubrían un objeto, no muy grueso. Debido a la curiosidad, se acercó un poco más y agarró las sabanas para quitarlas. Antes de jalarlas una mano sujetó su muñeca. Al voltear se dio cuenta de que la mano era de Sai. El azabache lo miraba seriamente.
- ¿Qué quieres?- preguntó el pelirrojo algo molesto.
- Deja eso ahí.- le respondió.
Gaara lo miró un poco molesto y soltó la punta de las sabanas. Sai le sonrió de una forma muy amable provocando que Gaara se molestara.
- ¿Qué te parece tan agradable?-
- Cálmate Gaari…- comentó el azabache.
- No me digas Gaari.- se quejó el pelirrojo.
Sai lo miró con tristeza. Lo abrazó y acercó su boca al oído de su amado.
- No te enojes mi mapachecito…Este día recién comienza… Y sé que no es cualquier día…Si ayer me comporté como un idiota era para que mi plan resultara…- dijo Sai.
- ¿Qué sorpresa me tienes?- preguntó Gaara con un tono algo molesto y sonrojado. Porque a pesar de estar enojado sentía una gran curiosidad por saber que era lo que le había preparado Sai.
Después de unos segundos, el azabache guío al pelirrojo hasta la cocina. Donde había un abundante desayuno.
Sai se las había ingeniado para sorprender, al menos esa parte del día, a su novio. Las tostadas estaban cortadas de forma de corazón y estaban untadas de mermelada de frutilla. Había leche tibia en un vaso. También había té. Huevo revuelto y jugo recién exprimido de naranja. También ese extraño aroma, pero agradable al mismo tiempo, era causado por las galletas recién horneadas que estaban sobre una bandeja. Al ver la bandeja se podía apreciar una frase: “Feliz aniversario”.
Gaara quedó ruborizado al leerlo. Sus ojos se humedecieron y miró a Sai.
- Gracias.- dijo el pelirrojo suspirando de felicidad.
- De nada. Pero esto es solo el comienzo.- dijo el azabache sonriendo. Gaara se apegó a su novio y lo empezó a besar desesperadamente…
- Sai… ¿cómo quieres hacerlo esta noche? – preguntó en pelirrojo en voz baja.
- No lo sé…Tal vez algo romántico…Podríamos ir a las aguas termales. De todas formas hay una habitación que reservé hace un par de días.- comentó el azabache.
El pelirrojo se sintió un poco culpable al haber mandado a su novio a dormir en el sillón.
- Eres demasiado gentil conmigo y yo solo te he regañado.- comentó Gaara bastante deprimido.
- No te preocupes…Tenía que comportarme de forma egoísta para que todo fuera una sorpresa. Ahora mejor disfrutemos de nuestro día. Espero que tú me tengas algo preparado.- dijo el azabache.
- Ehhh, pues no es la gran cosa…Tenía planeado un picnic en el bosque…- comentó el pelirrojo.
Sai sonrió al escuchar esas palabras y le robó un par de besos.
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En otro lado…
Deidara estaba despertando como a las once de la mañana. Era día martes, así que sabía que Itachi estaría en la escuela dando clases. El rubio se levantó bostezando y rascándose la espalda. Después de caminar por la casa se dio cuenta de que estaba solo.
- ¿Dónde mierda se fueron todos?- preguntó en voz alta sabiendo que nadie le respondería.
De pronto la puerta principal se abrió. Era Sasuke que venía algo sucio, lleno de tierra y polvo.
- Oye Deidara, ¿recién te estás levantando?- preguntó el Uchiha menor malhumorado. - Ha llegado una gran cantidad de gente a construir tu casa…- añadió antes de tomar un vaso con agua. – No te quedes hay sin hacer nada...Vístete y anda a ayudar.
- No me des órdenes…No tienes ningún derecho de tratarme así.- regaño entre dientes. – Pendejo creído.- añadió en voz baja.
- Deidara, no quería recordártelo, pero estas viviendo bajo mi techo mientras yo te ayudo a construir tu propia casa.- comento el Uchiha menor seriamente.
El rubio solo puso los ojos en blancos y se fue de la vista del azabache.
- Estaré listo en cinco minutos...- gritó el rubio desde su habitación mientras se sacaba la ropa.
---
Lo poco que quedaba de mañana, Deidara la pasó trabajando arduamente. Martillaba, hacía medidas, pintaba, etc. – Tengo hambre.- se quejó el rubio secándose el sudor de la frente. – ¿Qué hora es?- preguntó Deidara al Uchiha menor.
- Deben ser las tres de la tarde...Oye, ¿no se supone que ibas a hacer el almuerzo para Itachi?- preguntó Sasuke un poco preocupado por su hermano.
- Oh, no...- dijo el rubio ante de echarse a correr a la casa. Al llegar no encontró a nadie. Fue a la cocina y encontró un par de ollas y sartenes quemados. Todo lo que había adentro parecía carbón. Deidara empezó rápidamente a cocinar y preparar un bento.
Corrió por los techos de las casas de Konoha hasta llegar a una escuela primaria. Al entrar un portero lo detuvo.
- ¿Quién es usted?- preguntó un hombre de edad.
- Soy Deidara...- le respondió un poco impacientado.
- Me temo que no lo puedo dejar pasar...Usted es un completo extraño.- comentó el viejo.
- ¡Maldición! ¡Necesito entregarle esto a mi esposo!- le gritó enojado.
- ¿Esposo?- preguntó el hombre confundido. - “Tiene una voz bastante particular para ser mujer”- pensó el viejo.
- Qui-quiero de-decir...Necesito entregar esto a Itachi Uchiha.- dijo el rubio completamente ruborizado. – “¿Por qué dije eso?”- pensaba Deidara totalmente avergonzado.
- Uchiha...Uchiha...Ah! Debe ser el muchacho nuevo...Pase, encantadora señora.- dijo el viejo haciendo que el rubio se molestara por el comentario y le diera un golpe al hombre que lo dejó inconsciente.
- ¡Maldito viejo! ¡Soy hombre!...- exclamó Deidara fastidiado. Al entrar a la escuela quedó algo extrañado. –“¿Dónde mierda trabaja este idiota?”- se preguntaba el joven de ojos azules. Entró a varios lugares, pero siempre encontraba una profesora. Cuando ya estaba que hacía explotar el establecimiento, Deidara escuchó la voz de su amado.
- Y así es como se produce el parto. Y sí, es muy doloroso para la mujer, pero el dolor no es tan importante cuando se trata de dar a luz a una pequeña y hermosa criatura.- decía el Uchiha mayor. El rubio sintió un dolor punzante en cierta parte de su cuerpo y tragó saliva. Tocó la puerta y esperó que el mismo Itachi abriera con tal de irse de esa clase lo antes posible.
– “Mierda...no quiero escuchar estas cosas”- pensaba el rubio. Un niño abrió de improviso la puerta.
- ¡Comadreja-sensei! Aquí hay una mujer rubia parada frente a la puerta.- exclamó el menor. Deidara le dio un suave golpe en la cabeza.
- ¿¡A quién dices mujer!?- le gritó el rubio. Todos escucharon su grave voz.
- Deidara... ¿qué haces aquí?- preguntó el azabache acercándose.
- Comadreja-sensei...duele...- quejó el niño interrumpiendo la respuesta de Deidara. El rubio miró a Itachi y sonrió de forma burlona.
– ¿Comadreja…sensei?- preguntó el joven de ojos azules tratando de aguantar la risa.
– Oye, niño, déjanos solos por favor, regreso en unos momentos.- comentó el Uchiha haciendo que el pequeño entrara al salón de clases. – Deidara…no me molesta que me digas así…he escuchado ese apodo centenares de veces en todo este día.- dijo Itachi. – También aprovecho de decirte que por favor no golpees a mis alumnos…- comentó seriamente. Deidara lo miró un poco arrepentido por lo que había hecho.
– Perdón.- dijo en voz baja el rubio.
– Eh, a todo esto, ¿por qué te molestaste en venir?
- ¡Cierto!- exclamó Deidara muy animado y sacando el bento que estaba cubierto con pañuelo con estampados del símbolo del clan Uchiha. – Aquí tienes tu almuerzo…disculpa por olvidarme de prepararlo antes…estaba demasiado entusiasmado con la construcción, que no recordé que debía prepararte el almuerzo.
- Deidara…- dijo Itachi bastante sorprendido y mirando a su amado con ternura. – “Eres demasiado amable…”- pensaba el azabache sonriendo. – Muchas gracias Deidara…- dijo finalmente el Uchiha dándole un abrazo al rubio y besándolo apasionadamente. El joven de ojos azules respondió al beso y también lo abrazó. Pero tan pronto como comenzaron el beso, el azabache manoseó el trasero del rubio. Deidara no se quejó en lo absoluto.
- ¡Miren! ¡Comadreja-sensei es un pervertido! ¡Le está tocando las pompas al rubio!- gritó un niño apuntando con el dedo a la pareja. Inmediatamente los niños se asomaron a la puerta, y a través del pequeño vidrió todos los ojos estaban asomados para ver más cerca de esos enamorados.
– “Me siento observado…”- pensaba Deidara sin despegar sus labios de los del Uchiha. Ambos estaban con los ojos cerrados y ninguno quería detenerse hasta que un niñito, que estaba en la cima de la pirámide humana, se cayó. Así es, una pirámide hecha de niños, para que el más bajito pudiera ver hasta el último detalle como el resto de los alumnos. El ruido provocó que Itachi y Deidara abrieran los ojos y miraran hacia un lado, percatándose que los niños corrían por todos lados para regresar a sus asientos. El Uchiha abrió la puerta y los miró un poco preocupado.
– ¿Qué tanto vieron? – preguntó el azabache un poco preocupado, ya que si el director supiera de las cosas que hace en horario de clase, podría despedirlo.
– ¡Comadreja- sensei! ¡Usted se estaba aprovechando del rubio! ¡Lo estaba tocando en las pompas y se lo estaba comiendo!- exclamaba una niña.
– Ehhh, niños…que esto quede entre nosotros por favor.- dijo Itachi sonriendo un poco avergonzado.
– ¡Si comadreja sensei!- gritaron en coro los alumnos. Deidara se rascó la nuca y sonrió.
– Ehhh, yo me voy.- dijo el rubio dándose media vuelta y desapareciendo como un ninja. Itachi entró al salón de clases con su bento y se sentó en su escritorio.
– Comadreja-sensei, falta poco para el recreo.- comentó un menor.
– Así es, niños…- dijo el azabache con la mirada perdida.
– ¡Comadreja-sensei está feliz porque almorzará un bento que le trajo su esposo!- exclamó un pequeño.
– Niños…todavía no estamos casados…aunque no estoy muy seguro si existe una ley que lo permita…- comentó el Uchiha.
- Pero ¿usted lo quiere? – preguntó una niña.
– Sí.
– ¿Cómo se llama el rubio?- preguntó un menor.
– Su nombre es Deidara.- respondió el azabache sonriendo.
---
Ese día, fue un trabajo muy arduo para todos. Excepto para Gaara y para Sai. Que pasaron la tarde en un picnic que Gaara tenía preparado. Luego, fueron a la casa del azabache, donde Sai le mostró su regalo, que era una enorme pintura donde se podía apreciar a Gaara desnudo y acostado en la cama.
– ¡Sai! ¿Por qué hiciste eso? – preguntó el pelirrojo sonrojándose.
– Te veías tan tierno y a la vez sexy…aproveché de hacer esta pintura mientras dormías…- respondió sonriendo.
– Bueno…no quiero sonar narcisista, pero te quedó muy bien...parece una fotografía…- dijo Gaara en voz baja.
– Me alegra que te haya gustado…ahora vamos al hotel porque me prometiste algo…- dijo el azabache mirando a Gaara de forma pervertida. El pelirrojo sonrió tímidamente y tomó la mano de su novio...
Después de esa noche de pasión que tuvieron Sai y Gaara, regresaron al día siguiente a Konoha. Estaban felices, sus cabellos brillaban, estaban totalmente relajados. Esa pelea ya había quedado en el olvido y volvieron a ser esa pareja tan animada y enamorada.
Durante esa semana no hubo muchas novedades, los días pasaban y la construcción de la casa, seguía avanzando.
Era día sábado. Itachi tenía que trabajar medio día y volvió a la casa de Sasuke bastante contento. Al fin tendría un rato para descansar y además pasar tiempo con su amado.
– Deidara, ya llegué.- dijo el Uchiha entrando a la casa. Deidara tenía preparado el almuerzo, pero cuando fue a saludar al azabache, se podía apreciar toda la arcilla que había en su ropa.
– Veo que estuviste trabajando…- comentó Itachi.
– Así es…quedan menos de cuatro meses para que sea año nuevo.
– Cierto…Oye, ¿has visto a Sasuke? – preguntó el Uchiha.
– Eh, no. Dijo que se iba a la casa de Naruto…Volverá el lunes.- dijo Deidara un poco nervioso.
– Ah, entonces, nos dejará un tiempo a solas…Eso es bueno…- comentó el azabache sonriendo y dejando su maletín en su habitación.
Después del almuerzo, el Uchiha se dio una ducha y tomó una larga siesta. Deidara aprovechó para darse un baño. Se cepilló su cabello y se puso ropa limpia. Abrió la puerta de la habitación del Uchiha y asomó su cabeza.
– Itachi… ¿estás despierto?- preguntó en voz baja. El azabache estaba sentado en la cama. Abrió sus ojos y miró al rubio.
– Sí…estoy despierto. ¿Sabes Deidara? Creo que iré a entrenar. Me siento con muchas energías. ¿Me acompañas? – preguntó observando a su amado que al parecer estaba nervioso.
- Itachi. Olvida tu entrenamiento. Hoy es el día.- dijo el rubio seriamente y abriendo la puerta. El Uchiha captó inmediatamente el mensaje y sin duda ese era el mejor momento.
Continuará…
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Buenisimo el capitulo!
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Segui subiendo
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Waaa esta genial el fic, la trama esta excelente y he de admitir que me sorprendio un poco eso de Deidara, me gusta que pongas el caracter explosivo de Dei y me dejaste queriendo mas espero con ansias la actualizacion :D
Ale WalkerObseso - 26 487
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30/04/2011
Yullen
D18, HiroMido, AleIta, NezuShion
D-gray Man
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Regalo
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
theblackangel: Muchas gracias por seguir leyendo mi extraño FF :p
ale walker: Wii! nueva lectora >o< me alegra saber que te haya gustado la trama. La elaboré en un día (LOL) al menos la trama principal, pues se desarrollan otras cosillas...Y durante el FF habrán muchas partes donde quedarás "WTF?!" Y es que a veces escribo cosas muy extrañas xD
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Capítulo IX: Las cuatro lenguas de Deidara
Espero que les haya gustado :D opiniones, impresiones, críticas. Todo es bienvenido.
ale walker: Wii! nueva lectora >o< me alegra saber que te haya gustado la trama. La elaboré en un día (LOL) al menos la trama principal, pues se desarrollan otras cosillas...Y durante el FF habrán muchas partes donde quedarás "WTF?!" Y es que a veces escribo cosas muy extrañas xD
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Capítulo IX: Las cuatro lenguas de Deidara
- Spoiler:
- Deidara se fue acercando lentamente a la cama del Uchiha mientras sonreía. No sonreía porque estaba feliz, más bien trataba de ocultar sus nervios. Caminó sobre la cama hasta agacharse justo encima de Itachi. Lo miró a los ojos y se sonrojaron los dos al mismo tiempo.
El azabache lo besó delicadamente.
– ¿Estas seguro?- preguntó el mayor. El rubio asintió con la cabeza, luego lo tomó de las ropas para acercarlo a su cuerpo. Su boca la dejó cerca del oído del Uchiha.
– Ya es hora.- le susurró Deidara haciendo que Itachi sintiera el cálido aliento del rubio en su oído y lo mirara con deseo.
Los dos quedaron sentados en la cama y nuevamente se besaron, pero esta vez de una forma apasionada, sus manos recorrían su cuerpo por encima de sus ropas y sus bocas se unían con desesperación tratando de calmar toda esa locura con la que se amaban. Itachi tomó la ropa del rubio y se la rompió. Aunque solo la parte superior, dejando ver los sellos que tenía en su cuerpo donde se almacenaba una de sus lenguas. Deidara quedó un poco extrañado por la acción salvaje del Uchiha, pero poco le importó. Hasta le parecía excitante y sin avergonzarse aplastó a su amado y lo empezó a desvestir de la parte superior. Unos bien formados pectorales dejaban en evidencia el trabajado cuerpo del azabache. No era algo que no había visto antes, pero le fascinaba observar esa parte. Sin duda era un hombre muy atractivo.
– Deidara…yo seré el activo…así que aprovecha tus últimos segundos encima mío.- dijo Itachi sonriendo maliciosamente. El joven de ojos azules se molestó un poco por el comentario y lo empezó a besar cerca del cuello. El Uchiha disfrutó ese placer por unos instantes, cuando de pronto tomó las muñecas del rubio y lo empujó hacia atrás. – Se ha acabo tu tiempo.- comentó el azabache mirándolo seductoramente desde arriba. Deidara seguía un poco molesto, solo desvió su mirada y se sonrojó levemente. El Uchiha le acarició el cabello con delicadeza, le besó la frente, pero fue bajando por su rostro hasta llegar a sus labios. Se detuvo ahí para besarlo y meter su lengua. El rubio movía sus labios mientras que con sus manos tomaba la cabeza de su amado y la empujaba bruscamente para profundizar el beso. Itachi hizo una pausa para mirarlo y empezar a besarlo en el cuello. Jugando con sus dedos, como si fuera una arañita, descendió por los cabellos del joven hasta el pecho y siguió ese camino, pero esta vez fue para bajar el cierre del pantalón del rubio. Una vez hecho esto, tomó el borde de los pantalones y los fue bajando sin dejar de besarlo cerca de su boca. De pronto le empezó a tocar el trasero y a morder los labios. El rubio empezaba a gemir y a excitarse con todo eso. El dolor, mezclada con la expectación, producía un enorme éxtasis en el cuerpo de ese joven artista.
– Itachi…apresúrate…sácame los malditos pantalones…- dijo Deidara empezando a sentir que se ponía dura su entrepierna. El Uchiha sonrió y le bajó con todo los pantalones, dejando al rubio completamente desnudo y a su servicio.
– Parece que ya te endureciste por aquí…- dijo Itachi tocando los genitales femeninos de Deidara. El rubio gimió de forma muy aguda y llegó a soltar unas lágrimas.
– Idiota…ahí no…No me toques ahí…- decía el rubio sin dejar de gemir, puesto que el azabache empezó a masajear los labios mayores. Al meter sus dedos más a fondo sintió muy húmeda esa parte. Parece que se había mojado. Sin aviso le empezó a tocar el clítoris con una mano y con la otra, tocaba el miembro que estaba semi erecto. El rubio se empezó a correr de forma seguida en su genital femenino. Estaba muy avergonzado, no sabía que el Uchiha lo tocaría por esa parte. Siempre pensó que su amado se limitaría a penetrarlo por esa zona para engendrar…Pero la verdad es que no podía quejarse. Solo era vergüenza, pero una vergüenza que se iba al olvido por recibir el doble de placer.
– Con todo lo que produces por aquí…no necesitaremos lubricante…te has corrido más de diez veces…- dijo el Uchiha sin dejar de tocar el clítoris del rubio.
–Ya basta…Ita, Itachi…no me toques por ahí…- dijo el rubio con gran dificultad ya que le encantaba dejarse llevar por las acciones del azabache. Sus quejas ya no servían de nada, el Uchiha empezó a lamer cerca de los testículos para luego bajar a los labios mayores. Los mordió con delicadeza y pasó su lengua. El rubio soltó un suspiro y abrió más sus piernas. Ahora Itachi estaba subiendo para llegar a su miembro.
– Te pondré más atención por aquí…me he dado cuenta que eres más sensible por esta zona.- dijo el azabache bajando el prepucio para morder con suavidad el glande del rubio. Esta vez Deidara abrió mucho sus ojos mientras su miembro se humedecía con líquido preseminal.
– “Esto le está gustando…”- pensaba el Uchiha metiendo su boca en el miembro del rubio y moviendo sus labios rápidamente mientras avanzaba. Deidara cerró sus ojos y acarició la oscura cabellera de su amado.
– “Sigue así Itachi…sigue así…”- pensaba el rubio totalmente excitado y empezando a mover sus caderas. El azabache sacó su boca del miembro del más joven y empezó a dilatarle la entrada. También comenzó a lubricarla con ayuda del líquido que salía del órgano sexual femenino del rubio.
– Con esto será suficiente.- dijo el Uchiha mientras movía hacia todos lados sus dedos para que la entrada se expandiera. Deidara cerraba los ojos y se acordó cuando estaban en el hospital y el Uchiha le metía un dedo por ese lugar. Parecía como si le gustara que el mayor jugara con su entrada. Después de varios minutos ensanchando el orificio, Itachi se bajó el cierre del pantalón, y luego, lentamente se los fue sacando hasta quedar en boxers. Deidara pudo notar que algo enorme se almacenaba dentro de esa ropa interior. El azabache poco a poco se empezó a bajar los boxers para sacar su miembro viril. Era enorme y estaba semi erecto. Las venas se notaban a lo largo y ancho de ese órgano sexual. El rubio se asustó al verlo, pero a la vez logró excitarlo más. Tanto que soltó un gemido mientras entrecerraba los ojos y observaba al hombre que estaba al frente de él.
– Itachi…no pensarás…- dijo el rubio mirando el miembro del Uchiha.
– Por supuesto…dijiste que estabas listo…No me dejarás así... Acuérdate que quiero hacer el amor contigo y además dejarte embarazado…- dijo el azabache sonriendo y tomando los hombros del joven de ojos azules, para luego acomodarlo en la cama.
– Te he preparado lo suficiente para que lo soportes…Tienes que relajarte, si te pones tenso, te empezará a doler…así que relájate.- dijo Itachi tocando el pecho del rubio con suavidad mientras besaba su pezón.
– Pero…Me dejarías lubricar tu…ya sabes.- dijo el rubio un poco avergonzado mientras lo miraba desde abajo.
– Además…todavía no estás completamente erecto…falta estimular más…idiota.- dijo Deidara desviando la mirada. El Uchiha se sorprendió por las palabras del rubio, sin duda parecía que Deidara quería participar más en esos momentos y además demostraba que el papel de sumiso no le quedaba muy bien, puesto que era bastante activo en esa relación.
- ¿Qué piensas hacer para que logres tenerme en el punto máximo de excitación?- preguntó el azabache mirándolo fijamente.
– Ah…eh, bueno, eh, - decía el rubio un poco nervioso ya que no tenía idea de que hacer, pero tan pronto como observó una de sus manos se le ocurrió una brillante idea. Sacó sus lenguas de sus palmas y tomó el miembro del mayor. Empezó a rozar suavemente sus húmedas lenguas a lo largo del miembro del Uchiha.
– ¿Así está bien?-preguntó Deidara mientras mojaba sus labios y movía con mayor rapidez sus manos. Itachi empezó a gemir muy despacio, pero de forma muy constante. Llegó un momento en que el rubio estaba solo masturbándolo con una mano. Con la que tenía libre, sacó el hilo que tenía en su pecho. La cuarta lengua se hacía presente. Era enorme, larga, rosada, húmeda y muy caliente. La acercó al miembro de Itachi y empezó a mover todo su cuerpo para que la lengua pasara a tocar lentamente la entrepierna del Uchiha. Esta vez el azabache no pudo contener sus gemidos. Cerró sus ojos y empezó a disfrutar de las acciones que hacía el rubio. Deidara observó como su amado estaba muy a gusto y para finalizar, metió su boca hasta donde pudo y lo succionó varias veces. A estas alturas el miembro de Itachi estaba lo suficientemente húmedo, y también estaba completamente erecto. Se podía ver el glande y su tamaño parecía más grande después de todo lo que hizo el rubio. El Uchiha observó su erección y luego fijó su mirada en el rubio.
– Te presento a Itachi-sama.- dijo el azabache sonriendo y acariciando su propio miembro como si de una mascota se tratara. Deidara se sonrojó y al mismo tiempo se molestó.
– Tú y tu orgullo…- comentó el joven de ojos azules fastidiado.
– Ahora conocerás su verdadero poder.- dijo Itachi acercándose al cuerpo desnudo del rubio.
– Deja de sonar como un pervertido…- dijo el rubio avergonzándose.
– No hay parte de tu cuerpo que no haya tocado…así que no tienes de qué avergonzarte…- dijo el azabache abriendo las piernas del rubio y viendo que sus entradas hacían un movimiento hacia fuera.
– Mmm, parece que me lo estás pidiendo.- dijo Itachi.
– Yo no te he pedido nada idiota.- dijo Deidara desviando su mirada. - Tu voz no me ha dicho nada…pero tu cuerpo me está llamando…me deseas.- dijo el Uchiha acercando su boca cerca del cuello del rubio para luego besarlo y morderlo. El joven de ojos azules soltó unos gemidos y sin aviso, agarró las nalgas de Itachi y las empujó para que el cuerpo del Uchiha se juntara más al suyo.
– Maldición Itachi…empieza de una vez…llevamos más de media hora en la cama y todavía no…- decía Deidara antes de quedarse callado repentinamente por la risa que soltó el azabache. El rubio lo miró un poco enojado.
– Deidara…es importante tocarnos y aprender cómo es el cuerpo del otro…- dijo el azabache.
– Pero…estoy listo…ya estoy listo…ya no aguanto más…quiero que me hagas tuyo.- dijo el rubio haciendo un puchero y sonrojándose. Ese rostro tan adorable dejó a Itachi sin palabras. Se mordió los labios y se acercó al oído del rubio.
– Bien…te haré mío…y dejaré mi marca en todo tu cuerpo…empezando por aquí.- dijo el Uchiha para comenzar a meter la punta de su gran erección en la estrecha entrada del rubio. Deidara se quejó y se puso a rasguñar la espalda del azabache. Ignorando los rasguños, Itachi tomó su miembro con su mano para lograr que entrara con mayor rapidez y luego movió sus caderas suavemente.
– “Mierda…todavía no mete ni la punta y ya me está doliendo…”- pensaba el rubio con la boca abierta. De pronto, y con una embestida fuerte, Itachi logró introducir el glande. Unas lágrimas salieron de los ojos del rubio y un gemido, casi un grito, se le había escapado. La parte difícil ya había terminado…o eso creía, ya que cuando el Uchiha empezó a mecerse en el cuerpo del rubio fue metiendo con mucha dificultad el resto del miembro. El rubio parecía sufrir con cada embestida y las lágrimas no dejaban de fluir. Itachi solo siguió, sabía que en algún momento el rubio lo empezaría a disfrutar plenamente. Para relajarlo un poco, lo empezó a masturbar despacio, le tocaba el pezón con las yemas de sus dedos y lo besaba cerca de los labios. También empezó a tocar los genitales femeninos del rubio. Todo en conjunto ayudó a que Deidara dejara de estar tan tenso, y poco a poco, esas quejas se transformaron en puro placer.
– “Siento…que me voy a partir…maldito Itachi… ¿por qué tenías que ser tan dotado? …Sus venas rozan con mi interior…es tan cálido.”- pensaba el rubio con los ojos entre abiertos y gimiendo. De pronto Deidara empezó a contraer su orificio, con esto lograba apretar el miembro en su ya estrecha entrada.
– Parece que quieres que empiece a moverme.- supuso el Uchiha abrazando a su amado y posándose sobre su cuerpo. Había puesto las piernas del rubio en sus hombros y con mucha rudeza se empezó a mover hacia delante. Inmediatamente el rubio empezó a gritar de dolor y a llorar.
– ¡Itachi! ¡Duele!- exclamó Deidara antes de eyacular y soltar un orgasmo. El Uchiha se detuvo y observó al rubio que se había sonrojado. Su cuerpo lo había delatado y no sabía donde esconderse.
– ¿Quieres que lo haga de nuevo?- preguntó el azabache sonriéndole amablemente.
– Cállate…y no me sonrías de esa forma…- dijo el rubio sin mirarlo a los ojos.
Sin haber escuchado una respuesta afirmativa del joven, lo empezó a besar delicadamente los labios. Tenía que estimularlo para que los dos lo disfrutaran.
– Itachi…ya hemos ensuciado demasiado la cama…deberíamos ahhh…maldición… ¿Por qué siempre me tocas ahí?- preguntaba el rubio que se quejaba por las traviesas manos del azabache que lo tocaban en los genitales femeninos. Aunque esas quejas eran gemidos. Adoraba que Itachi le tocara su cuerpo.
– Deidara…la cama es lo de menos…Es como nuestra luna de miel…Lo único y lo más importante, somos nosotros- dijo el Uchiha sin dejar de tocar por esos lugares. Luego acercó su boca y empezó a jugar con el pezón de su amado. Lo lamió un par de veces y lo mordió suavemente. Después fue succionando su bronceada piel para dejarle marcas rosadas por todo el cuerpo. Deidara soltó un leve quejido al sentir que la boca del Uchiha dejaba de tocarlo.
– ¿Podrías parar de morderme y tocarme a tu antojo? Ya está parado…puedes empezar otra vez si quieres.- dijo el rubio un poco fastidiado, pero a la vez tratando de contener sus gemidos cuando hablaba. El azabache obviamente quería seguir. Quería poseer a su rubio en todo el sentido de la palabra.
– Prepárate Deidara…En esta ronda me correré dentro.- dijo el Uchiha besando los labios del joven para evitar escuchar un comentario de mal gusto por parte de su amado. Aunque de todas formas el rubio aceptó ese beso sin ningún reclamo...
Y así, continuaron por varios minutos. El Uchiha ya embestía con gran fuerza, provocando que el rubio se retorciera en la cama de placer y dolor, y que además se moviera todo su cuerpo. Cuando ambos estaban a punto de venirse, Itachi tomó las mejillas de su amado y las acarició. Deidara solo lo abrazó y en el momento que se miraron, ambos se corrieron. El joven de ojos azules empezó a lamer el pezón de Itachi con la lengua que tenía en su pecho. Hizo lo mismo con la espalda del Uchiha, pero ocupó las lenguas que tenía en sus manos. Después acercó su boca a los labios del azabache y lo besó lentamente. Luego de hacer una pausa Deidara lo quedó observando.
– Oye… ¿vas a terminar de correrte? Todavía te siento duro…- dijo el menor.
– Sí, ya me terminé de correr…Ahora está en el tamaño normal…- dijo Itachi sacando su miembro de la entrada del rubio. Al hacer esto, Deidara gimió al sentir como su orificio anal volvía a contraerse y también sintió la semilla que recorría sus muslos.
– “Sigo sin entender por qué la tiene tan grande”- se decía el joven de ojos azules mientras cerraba sus piernas y se tapaba con las sábanas.
– Itachi, estoy cansado…estuviste montándome como por veinte minutos…Pensé que nunca ibas a parar…y tuve que aguantar mucho tiempo para no venirme tan pronto…- se quejó el rubio poniéndose boca abajo y cerrando sus ojos.
– Descansa Deidara…Más rato seguiremos, acuérdate que debemos intentar tener hijos de la forma natural.- dijo el Uchiha acostándose al lado del joven de ojos azules. – Sabiendo que me harás algo parecido, no puedo dormir tranquilo.- dijo el rubio.
– No te preocupes…Descansa todo lo que quieras. Tenemos hasta el lunes.- dijo el azabache mientras rodeaba con su brazo el cuerpo de Deidara y lo acercaba a su cuerpo. El rubio apoyó su cabeza en el pecho de Itachi y después lo abrazó mientras era acariciado en su cabello por el mayor. – ¿Sabes Deidara? Eres realmente único. Se me hubiera hecho imposible encontrar a alguien tan parecido como tú.- dijo el Uchiha. – Todavía no entiendo por qué la gente se alejaba de ti…si eres tan complaciente.- añadió el mayor sonriéndole. – ¿Cómo qué complaciente?- preguntó el rubio un poco molesto. – El otro día cuando me fuiste a dejar el almuerzo…O cuando nos conocimos y fuiste muy amable en llevarme esas mantas. Esos pequeños gesto delatan tu amabilidad.- dijo el azabache. – Cállate idiota.- se quejó el joven de ojos azules mientras se ruborizaba. Itachi soltó una pequeña risa y miró al rubio. – No te cansas de decirme idiota, ¿verdad?- preguntó el azabache mientras quedaba a la altura del rubio y lo abrazaba mientras de a poco iba acercando su boca para besarlo por unos momentos.
- Oye Deidara, ¿es verdad que la gente se alejaba de ti por ser hermafrodita?- preguntó el Uchiha un tanto extrañado. Ya que le parecía increíble que las personas huyeran solo por su apariencia física, que además de ser maravillosa, era exótica.
- Esa era una de las razones por la cual las personas se iban. Aunque también la gente se iba por la marca que tenía en mi pecho y por tener estas lenguas. Les daba asco, y a veces hasta le daban arcadas tan solo verme las lenguas que tenía en las manos. Y eso, aunque suene raro…me hacía sentir mal.- dijo el rubio escondiendo su rostro en el hombro del Uchiha. – Olvida a toda esa gente…Ahora me tienes a mi. Y cada parte de tu cuerpo me encanta…Por que además de formar parte de tu esencia, sabes ocuparlas muy bien.- comentó el azabache. – Espera… ¿A qué te refieres con lo último? – preguntó el rubio sonrojándose. – Me refiero a tu arte…en qué estab... Ah, ya entendí.- dijo el Uchiha mientras se reía. Deidara sonrió y no pasaron muchos segundos cuando se puso a reir junto a Itachi.
– Eres un pervertido.- dijo el Uchiha entre medio de las risas. – Cierra tu bocota.- dijo Deidara haciendo un puchero y cerrando sus ojos para quedarse dormido en unos minutos.
---
Pasaron cerca de dos horas cuando el rubio despertó. Bostezó un par de veces, luego estiró sus brazos y sus piernas estando acostado en la cama, y lentamente acercó su boca al oído del azabache y le dijo: - Itachi… Quiero un bebé.-
Itachi que no había dormido estaba con los ojos bien abiertos y al escuchar esas tres palabras sonrió.
– Entonces hay que hacer el intento.- dijo el azabache empezando a besarlo salvajemente y tocando cada parte de su cuerpo.
Cerca de una hora estuvieron en la cama haciendo el amor. Solo que esta vez, Itachi había introducido su miembro viril en la otra entrada, haciendo que el rubio estuviera un tanto incómodo…Pero también lo disfrutó. Y solo para asegurarse, el Uchiha se corrió más de tres veces al interior. Deidara había quedado repleto de ese líquido blanco. Todo su cuerpo estaba sucio, incluyendo su interior.
– Itachi…solo espero que con todo lo que hicimos haya quedado embarazado. Mira que ya no me puedo las piernas…- dijo el rubio tratando de sentarse, pero cómo le dolían mucho sus caderas prefirió quedarse acostado.
– Eres muy resistente Deidara…Espero que para la próxima puedas aguantar más veces.- dijo el Uchiha sonriendo.
– ¡¿Qué acaso todavía quedaste con ganas?!- exclamó el rubio un tanto asustado.
– No es tan así…Solo que, me encanta saber que eres mío.- dijo el azabache abrazándolo muy fuerte.
– Bien…ya entendí…- dijo el rubio riendo nerviosamente.
- Oye Deidara, ¿cuánto falta para terminar la casa?- preguntó de pronto el Uchiha. El rubio se puso a hacer unos cálculos mentales en su cabeza y luego con sus dedos empezó a contar.
– Dos semanas.- respondió finalmente.
– Solo quedan dos semanas…ya que la casa es bastante pequeña. Tiene solo un baño, una cocina…y tenemos chimenea para la calefacción ya que en invierno suele haber mucho frío como me dijo Sai…- añadió el rubio.
– ¿Cuántas habitaciones han hecho?- preguntó el Uchiha.
– Solo tres…Una para nosotros, otra para nuestro futuro hijo y otra para algún invitado.- respondió el joven de ojos azules.
– “Eso es malo…Parece que Deidara quiere solo un hijo…yo quiero más de diez…”- pensaba el azabache seriamente.
– Pero se puede ampliar la casa, ¿cierto?- volvió a preguntar.
– Por supuesto que sí. El terreno es enorme…Podrían alcanzar como diez habitaciones más…y si se hace segundo piso, alcanzaría el doble.- dijo Deidara. – “Mmm…ahora si me está gustando la idea de vivir en esa casa.”- pensaba Itachi acariciando los hombros de su amado.
– Oye… ¿por qué me haces masajes? –preguntó el rubio.
– Tranquilo…solo relájate.- decía el Uchiha muy contento.
Pasaron varias horas en la cama, cuando Itachi se puso de pie.
– Sabes Deidara… deberíamos cambiar las sábanas…o mejor dicho lavarlas lo ante posible. Y además debemos darnos un baño. Así dormiremos mejor - comentó el Uchiha. – Tal vez si lo hubieras hecho una vez no te estarías quejando tanto.- dijo el rubio poniéndose de pie. Inmediatamente, después de hacer eso, sus piernas empezaron a temblar y se afirmó rápidamente del Uchiha para no caer.
– ¡¡¡Eres un idiota!!! ¡Ahora me cuesta caminar por tu culpa! – gritó Deidara enfurecido.
– Tranquilo Deidara…piénsalo de esta forma. Cuando estés así…yo te cargaré y te llevaré sin que tengas la necesidad de caminar.- dijo el Uchiha cargando a su amado como una princesa.
– Bueno…si es así…entonces lo haremos más seguido.- comentó el rubio en voz baja. – ¿Qué dijiste?- preguntó Itachi un poco sorprendido.
– ¡¡Nada!! ¡Solo llévame al baño! Idiota…- decía el joven de ojos azules molesto.
– Con que quieres darte un baño conmigo.- dijo el azabache sonriéndole pervertidamente.
– No se como llegas a esas conclusiones tan raras...- dijo el rubio algo confundido.
– ¿Eso es un sí?- preguntó el Uchiha. – Has lo que quieras.- comentó Deidara antes de dar un suspiro. – Bien…haré lo que quiera.- dijo Itachi sonriendo, esta vez, maliciosamente.
– ¡Oye! ¿¡Qué piensas hacerme en la bañera?!- exclamó el joven de largo cabello rubio un poco asustado. El azabache había cerrado la puerta con llave y no salieron de ahí hasta después de media hora.
- Esto me la vas a pagar muy caro.- se quejaba el rubio sobándose el trasero y poniéndose la toalla.
– Al menos ya te puedes sentar…Eso significa que te estás acostumbrando.- comentó el mayor.
– Cállate idiota.- dijo Deidara mirándolo con el ceño fruncido y sus mejillas levemente enrojecidas.
Continuará...
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RasputinSin vida social - It's JJ Style!
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05/06/2011
Viktuuri
Hunter x Hunter (2011) | Ping pong animation | Full Metal Alchemist | Yuri on ice
Pokemon Sol y Luna | All Out!! | Sangatsu no Lion | Super Horny 2
12.380 円
Ocio, ven a mí
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