demonios (NaruSasu)

capitulo 1


Frio como siempre, así era todos los días en Liverpool; por lo menos no llovía y eso lo agradecía. Se acomodó su chamarra en busca de más de calor mientras caminaba en medio de unos bellos jardines. Pero no eran unos jardines cualquiera ya que estos eran custodiados por una gran barda a manera de cárcel.

Y es que ese lugar no difería de una cárcel, ya que los que estaban internados no podían salir y las normas solían ser estrictas; además de que su interior tenía criminales, solo que diferentes al criminal violento. Claro era un manicomio.

Entonces había una duda ¿Por qué estaba ese joven, si ahora mismo podía estar en cualquiera otra parte? Una simple y sencilla respuesta era necesaria para satisfacer a esa pregunta: nunca abandonaría a su hermano.

Su nombre es Sasuke Uchiha, su hermano se llama Itachi. Ambos llevaban una vida normal, incluso con privilegios ya que su padre era un importante diplomático que antes residía en Londres. Pero no por eso dejaba de ser normal y ordinaria.

Pero todo había cambiado cuando su hermano empezó a molestar sus delirios. Empezó a hablar cosas, al principio este no comentaba de su situación a nadie, y él era el único testigo de esas pláticas imaginarias. Después empezó a empeorar y fue cuando decidió que era mejor buscar ayuda.

Recordaba cómo Itachi les decía a sus padres que unos demonios le acosaban, que le decían que tenía que hacer cosas o si no tendría que pagar las consecuencias por osadía a no cumplir sus mandatos. Tonterías, pensaban sus padres; no eran más que inventadas de su hijo que atravesaban la adolescencia.

El tiempo pasaba y su estado sólo empeoraba. Itachi estaba cada más desesperante y sus conversaciones ya no eran más que silenciosos susurros en la oscuridad como había sido en un principio. Ahora gritaba y ya no le importaba si el sol estaba o no en su panorama. Solo quería que esos demonios lo dejaran en paz.

Sus padres que no la habían tomado en cuenta hasta que un día cuando regresaban de una cena muy importante donde su hijo menor, Sasuke, también había asistido su casa se encontraba en silencio, cosa que los alarmo demasiado y más al comprobar que la puerta principal de la casa se encontraba abierta.

Entraron esperando lo peor; y en efecto, adentro se encontraba lo peor. Todavía lo podía recordar. Toda la casa se encontraba manchada de sangre cual pintoresca escena de una película de terror norteamericana.

-JAJAJAJAJA- escucharon unas carcajadas provenientes de la cocina dirigiéndose allí.

Entonces fue ahí donde encontraron a Itachi sosteniendo firmemente un cuchillo de cocina el cual había usado para cortarse ambas muñecas.

-Demonios…Itachi ¿Qué demonios hiciste?- el primero que fue capaz de hacer algo fue Fogaku que logro quitarle el cuchillo y lo agarraba de los hombros, obligándole a que el viera a los ojos.

-Lo logre padre- dijo Itachi mientras soltaba una sonrisa floja, pero llena de satisfacción- así los demonios me dejaran en paz- y acto seguido se desploma, perdiendo el conocimiento debido a la pérdida de sangre.

Rápidamente llamaron a la ambulancia llevándolo al hospital salvándole la vida, aunque este no quisiera, sintiéndose miserable.

Sus padres se arrepentirían por el resto de su vida. Lo que había pensado en una típica rebeldía adolescente era en realidad en una psicosis profunda.

Lo que vino después; ese pequeño accidente desencadeno toda una serie de eventos trágicos que llevo quedo pasmada a la población inglesa. La sangre encontrada en la casa era humana pero pertenecía a otro ser humano. El cadáver jamás se halló e Itachi sólo alegaba que los “demonios se lo habían devorado” por eso es que había tanta sangre esparcida.

Después vino el juicio. No lo podía acusar formalmente de asesinato ya que no había aun cuerpo, solo algunos litros de sangre que con tanto esmero había recogido los técnicos; pero no eran suficientes pruebas como marca la ley para encerrarlo por el resto de su vida en una cárcel. Aun así, si tuvieran pruebas, no lo encerrarían en una cárcel, si no en un manicomio ya que mostraba todos los “síntomas” de un esquizofrénico”

Y dictado eso, en menos de un año después de esta tragedia, fue simplemente sentenciado a pasar el resto de su vida en el hospital psiquiátrico de Ashwoth.

Itachi no había pronunciado ninguna palabra alguna durante todo el juicio hasta que este acabo por fin se dignó a dirigirle una palabra al público en el jurado “realmente me parece injusto que la pena de muerte ya ha sido abolida hasta hace apenas unas décadas, porque yo pelearía por eso. Aun así, me acaban de condenar a muerte, al método serán los demonios, no sus estúpidas leyes. Voy a morir como al sujeto que mataron y devoraron en mi casa, así que espero que están satisfechos con eso”

Y no era el único indignado ante este dictamen de la corte, sino también a la opinión pública. Porque quería “justicia”; porque pensaban que Itachi no era más que un psicópata fingiendo estar loco y harían lo que sea para que las leyes hicieran lo justo. Pero todas las noticias cumplían su tiempo límite y cuando eta llegaba a su fin, todos lo olvidaban y no hacían absolutamente nada. Y esta no fue una excepción.

Sus padres no pudieron soportar las presiones y los reproches que hacían a la sociedad en contra de ellos, así que prefirieron mudarse a Italia; pero Sasuke, su hijo menor, no estaba de acuerdo.

Así que hizo todo lo posible para quedarse en Inglaterra, no sabía si lo de su hermano era locura, o realmente eran esos demonios, pero de lo que estaba seguro es que lo que estaban haciendo sus padres ere injusto, y cruel

Logro emanciparse a los 17 años de edad y aunque sus padres insistían que se fueran con ellos no accedía; se fueron sin él. Su vida, que al principio no fue nada fácil ya que no recibía ningún apoyo económico poco a poco salió a flote. Por suerte, él no era ningún punto de mira de la sociedad ya que las leyes lo habían protegido de la prensa por ser menor de edad.

Ahora ya tenía 22 años y como cada semana asistía fielmente aquel manicomio donde albergaban a todos los criminales que se les declaraba mentalmente insanos. Llego a la puerta blanca de madera, toco, esperando (obviamente) a que le abrieran. Una persona abrió mirándole con semejante familiaridad al moreno que estaba en frente de él.

-Ah Sasuke eres tu- dijo a modo de saludo mientras se hacia un lado cediéndole el paso- pensé que no vendrías.

-Nunca falto- dice secamente mientras se quitaba la chamarra- ¿Cómo esta Itachi?

-Pues esta algo ansioso de que no llegabas- confeso agarrando la chamarra para guardarla, ya que adentro no hacia frio- ya que estaba preocupado de que no llegabas.

-¿vuelve a ver a los demonios?- pregunto algo preocupado. Eso ya no había pasado desde hacía 3 años- no puede ser posible ¿acaso no está tomando sus medicamentos?

-Eso también pensamos- dijo- incluso se las toma en frente de nosotros pero nada.

Sasuke chistó con la lengua molesta. Se suponía que encerrado en ese manicomio recibiendo anti-psicóticos esos “demonios” ya le dejarían en paz, de atormentarlo, entonces ¿Por qué volvía a escucharlos?

-¿Dónde está mi hermano? Pregunto tratando de no sonar hostil.

-Ahora te llevo con él- índico mientras empezaba a caminar- pero bueno, solo es cuestión de que le suban la dosis de los medicamentos.

-Es lo que temo- dijo para sí mismo; porque él no era ningún idiota y sabía que si hacia eso, su hermano acería más problemas que lo que ahora cargaba.

-¿Dijiste algo?- pregunto ya que no había escuchado lo que había dicho.

-Yo no dije nada- dijo adentrando en una especie de sala donde varios internos estaban viendo la televisión, jugaban o simplemente se quedaban viendo las ventanas.

-Sasuke- oía la voz de su hermano que le llamada haciéndole voltear a donde estaba.

Ya hi estaba; aunque tenía 27 años su aspecto delataba que tenía más; su piel se veía más demacrada y otra vez volvía a tener ojeras, productos de las noches de insomnio. Entonces era verdad que los demonios habían vuelto, se sintió miserable por unos momentos.

-Hola Itachi- dijo pero luego callo cuando sintió como lo aprisionaba entre unos brazos.

-Pensé que algo malo ye había pasado, que te habían hecho algo- dijo triste el mayor de los hermanos aferrándose un poco más. No permitiría que le hicieran daño.

-Otra vez- murmuró Sasuke haciendo que lo soltara- volvieron ¿verdad?- pregunto viendo como su hermano asentía con la cabeza.

-Sí, por eso quiero hablar contigo- dijo mientras agarraba la muñeca y lo arrinconaba a una pared- necesito ser muy rápido así te iras lo más pronto de aquí- dijo apoyando sus manos en la pared al lado de los hombros de su hermano percatándose de los cortes que antes se había provocado y ahora no eran más que cicatrices.

-Itachi- dijo con un poco de nervios, no le gustaba estar así- te aseguro que si sigues con el tratamiento no volverán jamás.

-Eso no tú te lo crees Sasuke, pero ya no importa- dice Itachi aun en esa postura- ellos volvieron y quieren que hagan de nuevo cosas, pero yo no quiero.

-Eso significa.

-Sí- dijo adivinando sus pensamientos-quiere que tome para ellos todas las almas del manicomio.

Sasuke abrió los ojos sorprendido y aterrado ¿mataría a todos los del manicomio? No, eso era imposible.

-No puedes estar hablando en serio- dijo tratando de sonar neutral.

-Estoy hablando en serio. No te preocupes yo no permitiré que se salgan con las suyas- sonrió levemente- por eso quiero pedirte un favor.

-¿Qué hermano?- pregunto.

-Olvídame; ellos todavía no te conocen y si algo llegara a pasarme huye, Sasuke.

-No me pidas eso.

-Sólo te pido eso, prométemelo-le miraba fijamente, veía como eso ojos negros le imploraban.

-Está bien- dijo rindiéndose- te lo prometo Itachi.

-Con eso me conformo, hermano- dijo dando unos pasos atrás soltando el agarre que ejercía sobre el menor- ahora será mejor que te vallas.

-Bueno, nos vemos- no tenía caso contradecir a su hermano y decidió irse, pero al mismo tiempo quería quedarse haciendo que su cabeza diera vueltas.

-¿Te vea tan pronto?- pregunto extrañado el enfermero viendo cómo Sasuke sacaba su chamarra y se la ponía de una manera ruda- pensé que te quedaría un poco más de tiempo.

-No quiero hablar de eso- dijo seriamente mientras se paraba enfrente de la puerta- ¿me puedes abrir?- pidió con una voz cortante.

-Vale, vale- dice mientras le quitaba el seguro a la puerta- nos vemos en la próxima semana, Sasuke.

-Como sea- dijo largándose, apresurando el paso.

-Bueno Sasuke- dijo cerrando otra vez la puerta apoyando su espalda sobre esta.

-¿Habló Itachi sobre los asuntos, verdad?- pregunto pareciendo que le preguntaba al viento.

Pero en ese instante aparecía una persona, o por lo menos algo que se parecía a una persona. Vestía unos pantalones raídos negros y una impecable camisa blanca.

-Sí, hablo con él- dijo la persona misteriosa- ¿Qué haremos Menma?- preguntó.

-Creo que adelantaremos los planes- dijo cambiando su aspecto. Su anterior pelo rubio se volvía negro y sus ojos negros se volvían rojos sangre y aparecían marquitas en su mejilla dándole una apariencia zorruna- lo haremos esta misma noche.

-¿Estás seguro, Menma?- volvió a preguntar desconfiado- se que no hay problema, pero tenemos que ser cautelosos.

-No te preocupes, ya lo tengo todo resuelto- dijo con seguridad hasta que oyó unos toqui dos de la puerta haciendo que bufara molesto- vete, que tengo trabajo.

-Peor no me regañes- se burló descaradamente empezándose a esfumar- hasta la noche Menma.

-Lo mismo digo- dijo para luego abrir la puerta- ah que bueno, que milagro los ojos que te ven- dijo al recién llegado fingiendo entusiasmo.

Bueno no lo fingía, porque estaba entusiasmado…dentro de lo que haría dentro de pocas horas

…

La noche completamente oscura y las pocas estrellas que había en el firmamento no bastaban para iluminar el manto de la noche. Otra vez no podía dormir y ¿Cómo estarlo? Sabía que volverían. Además tenía que idear un buen plan para deshacerse de ellos. Pero había un problema: no tenía ni la más mínima idea de cómo hacerlo.

-Itachi, ¿No puedes dormir con la luz apagada?- oía la voz burlona de Menma que prendía la luz haciendo que se cegara por la luz de la lámpara incandescente- creo que sí. Yo apenas prendo la luz y tu cierras los ojos- siguió burlándose, acercándose a él.

-¡Déjame en paz, Menma!- grito mientras se hacía para atrás de la cama, evitando que lo tocara.

-Vamos Ita-chan, solo quería darte un beso de las buenas noches.

Y antes de que pudiera hacer el más mínimo movimiento este se abalanzo sobre él como si fuera un felino. Trato de golpearle sin resultados ya que se había sentado en medio de sus piernas ya agarraba con fiereza sus muñecas que estaban entre sus manso del opresor y la cama.

-¿Qué demonios quieres?- pregunto con odio viendo como este se reía, haciendo que lo odiara más.

-Te acuerdas de aquel plan que te comente hace unos días- dijo haciéndose el interesante acercándose peligrosamente a su rostro- pues creo que lo más conveniente es hacerlo esta misma noche.

No tuvo ni un segundo de contestar. Sentía como sus labios estaban pegados a los del contrario en un forzado beso; como había pasado hace seis años, donde su mente se había quedado en blanco y lo único que podía ver era el rojo de la sangre. Ya no podía hacer nada. Su destino estaba marcado; sólo esperaba era que Sasuke estuviera bien.

…

La policía, armada hasta los dientes enfrente del manicomio; la sangre se olía en todas partes colándose en todo el aire haciéndolo más pesado.

La puerta se abría; la policía apunto al joven que salía con un arma en mano claramente manchado de sangre. Era el asesino.

-No te muevas- ordeno el jefe de la policía, pero este no hizo caso- si mueves un paso te pongo una bala entre ceja y ceja- y otra vez hacia caso omiso.

Con una lentitud casi mortal levanto el arma con una intención homicida hacia los oficiales que rápidamente dispararon; eso ocurrió tan rápido que no se percataron como esos ojos que se veían rojos volvían a sus natural negro.

-¿Eh?- fue lo último que pudo decir antes de recibir el impacto de la fría bala que lo mato instantáneamente.

…

-¡Ahh!- grito a todo pulmón despertándose de golpe. Sudaba frio y sentía que su corazón había corrido un maratón- ¿fue una pesadilla?- se preguntó mientras se llevaba una mano en la cabeza.

Los fuerte toquidos de la puerta le dieron el tiro de gracia a sus nervios ¿Quién tocaría a esa horas?- miro el reloj que descansaba en la mesita de mesa que marcaba las 7:00 am. Mataría quien tocaba la puerta.

Abrió la puerta encontrándose con su casera, Sakura que parecía que estaba llorando pero ¿Por qué?

-Sasuke- dijo apenas mientras se sorbía los mocos- tu…tu hermano.

-¿Mi hermano?- pregunto extrañado- ¿Qué paso con mi hermano?- pregunto sintiendo ese frio en su alma.

-prende la televisión- dijo y acto seguido la prendió donde una noticia se trasmitía en vivo.

“Estamos en trasmisión en el hospital psiquiátrico de Ashworth donde el asesino Itachi Uchiha, cometió una masacre, todavía no se puede determinar el número exacto de víctimas ya que como la vez que cometió el homicidio no se encuentra ningún cadáver, solamente sangre. El asesino fue balaceado por la policía y según fuentes confidenciales esto se debe a un acto suicida de Itachi que fingió un atentado contra las fuerzas de la ley”

Inevitablemente comenzó a llorar. Su hermano tenía razón y no lo quiso aceptar: loe demonios existan. Se sentía tan idiota cómo sus padres que nuca lo quisieron aceptar. Los demonios había matado a todos, se habían llevado los cuerpos y se iban. Habían utilizado a Itachi y luego se deshicieron como su fuera basura…pero esto no se quedaría así….por qué les haría pagar


Continuara
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