Esos ojos de menta [en proceso]
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Esos ojos de menta [en proceso]
Hola~ este es el primer fanfic que escribo de esta pareja, asi que no estoy muy segura de como habra quedado ^^. A la vez que lo subo aqui, tambien lo subo en fanfiction.net https://www.fanfiction.net/story/story_preview.php?storyid=8965265
En fin, dejo de hablar y pongo el fic a vuestra disposicion ^^ los comentarios y criticas son bienvenidos~ Espero que os guste.
xXx
"Ouch" Mierda. Se había pinchado otra vez sin querer. Eso era lo que pasaba cuando Miura Haru se pasaba una semana entera sin hacer nada y luego tenía que correr para acabar los cosplays que había prometido a un amigo en un solo domingo. Y es que siempre se decía lo mismo. "Dejaré de perder el tiempo y empezaré a hacer las cosas como Dios manda! Iré al gimnasio, me pondré en forma y así también conseguiré un novio de una vez por todas!" Pero al final, acababa tumbada en el sofá todo el día llorando porque cierto dorama coreano era precioso y romántico. Y aunque odiaba admitirlo, ese comportamiento era el exacto motivo de su soltería
"Pero JaeJoong!"
Haru, Cállate. Intento contar una historia…. Y no rompas la cuarta pared! Eso no está bien!
A ver, por donde iba? Ah, sí, pues Haru no tenía un novio porque a sus 24 años de edad era una vaga de mierda y lo mas que hacía era rascarse el culo de vez en cuando mientras sus amigas salían de fiesta cada noche y se iban a la playa con sus parejas, o simplemente trabajaban y ganaban un mínimo de dinero
Simplemente, a veces era demasiado amable esta chica. En vez de ir a la playa con las chicas de su clase en la uni, o irse un mes a Italia con Chrome, prefirió quedarse en casa con la rutina anual de ayudar a Sora a preparar convenciones de anime. Sora era uno de esos amigos especiales. Se conocieron en primaria, y desde entonces fueron casi como hermanos. Él siempre la ayudaba y apoyaba en todo lo que hiciera falta y le enseñó la importancia de ser uno mismo sin hacerle caso a las opiniones ajenas. De hecho, Sora era el ideal de marido que tenia Haru. Bueno, no exactamente. Sora era por así decirlo el gay mas gay del mundo, y creo que toda mujer prefiere un marido heterosexual.
Pues allí estaba ella. Aun cosiendo el ultimo cosplay de Sailor Moon que le había pedido Sora, y los planes para el resto de la noche eran simplemente mirar Protect the Boss otra vez y llorar porque JaeJoong es simplemente perfecto.
xXx
Gente. Gente. Montones y masas de mucha gente fea sudorosa y alborotada. Haru se empezaba a aburrir de los eventos de anime de cada año. Cuando se es adolescente está bastante bien perderse entre las multitudes en un recinto desconocido, hacer fotos a la gente y lo mejor: gastarse tanto dinero que acabas sin blanca para el resto del año, seguir comprando con el dinero prestado de un amigo, y si al amigo también se le acaba, alguien (o sea, tú) acabará volviendo a casa debiéndole un 'favor' a la mafia rusa. El tema es que, últimamente, la música de los concursos de baile eran siempre canciones de ese tal Justin Bieber que Haru no soportaba, y las fechas coincidían con los peores meses de más calor, la comida estaba más cara con el aumento del IVA, Sora se iba a un rincón a buscar Wi-Fi, y la gente del staff no se molestaba en hablar con ella, sin contar el detalle de que cada año se vendía más o menos lo mismo y la gente se vestía más o menos de lo mismo, el recinto era el mismo, su paga no era la misma, era menos, y todo esto sumado significaba una sola cosa para la morena: aburrimiento extremo.
"Haru! Mi amor ven aquí~!" A pesar de encontrarse al otro lado de la enorme habitación, la dulce voz de Sora llegó perfectamente a los oídos de Haru. También a los oídos de todas las demás personas pero esos son detalles insignificantes. El tío ni siquiera usaba un micrófono… como coño tenía tanta potencia de voz? Y esa manía suya de llamarle a todos 'mi amor'… Haru se levanto de su silla, sin soltar ni un momento lo que estaba comiendo, y se dirigió a él. "Quiero presentarte a alguien!" Le dijo el chico. La única reacción que provoco esto en Haru fue ese típico pensamiento que yo por lo menos suelo tener muchas veces: 'Mierda."
Conocer a los 'amigos' de Sora, no estaba precisamente en la lista de 'mis cosas favoritas' de Haru, y en ese preciso momento, aun menos. El chico tenía muy buen gusto para los hombres, hay que admitirlo, pero luego tenía la manía de intentar emparejar a todo dios con alguien, y para eso, ya no tenía tan buen gusto. Siempre que le presentaba alguien a Haru, era con ese propósito, y es que no daba ni una. Todos los tíos que le llevaba a la pobre, eran o pervertidos, o estúpidos, o maleducados, y uno hasta era secretamente mujer. Por lo tanto, Haru no estaba muy entusiasmada.
Un par de ojos verdes se encontraron con los suyos. No era una de esas miradas bonitas de 'amor a primera vista' o de 'primer capítulo de telenovela'. Más bien, era el contrario. "Maleducado… lo sabía" Pensó al ver lo que le esperaba, pero como era una chica correcta y no había sido criada por una pareja de pollos rosa en el fondo de un rio, sonrió y se presentó.
"Soy Haru, mucho gusto." No hubo respuesta. "Cómo te llamas?" Lo intentó otra vez. Seguía sin haber respuesta. Ese asqueroso ni siquiera se molestaba ya en mirarla. Increíble. Por una parte estaban los amigos groseros de Sora, y luego, a un nivel muchísimo superior, estaba éste.
"Es un amigo mío, Gokudera Hayato. Mira! Es italiano~ Como a ti te gustan!" Ya os imagináis por qué digo que Sora nunca daba en el clavo. Eso de intentar romper el hielo, no era lo suyo para nada. Haru sintió sus mejillas cubiertas de 50 sombras de rojo.
"S-s-s-s-sora! De que hablas? Nunca he dicho eso en mi vida! Me gustan los hombres como me gusta la música! Recién salidos de la SM! No vayas por el mundo inventándote historias!" Se daba cuenta de que no le estaba dejando al otro chico muy buena impresión, pero que más da? Él también era un borde de mierda. Además, por un momento, a Haru le pareció oír la palabra 'rarita' salir de su boca. Borde….
"Esto, amores míos~ Me necesitan por allí así que llevaos bien, ok?" Sora me giñó el ojo y se fue dando saltitos hacia donde estaba su compañero de piso Squalo con la simple intención de ligar con el sin obtener resultados. Esto normalmente acababa con Squalo harto de su vida, dando gritos y tirando cosas… y la gente, como no, filmando la escenita.
"Bueno… como conociste a Sora?" Haru se libró de sus prejuicios por un instante y hizo su mayor esfuerzo para ser amable con ese cabrón que no se lo merecía.
"Salía con mi hermana." Oh así que sabía hablar. Tenía una voz bastante sexy… Haru hubiera cambiado su opinión sobre él solo por su voz, pero eso sería bastante estúpido por su parte.
"Espera, qué? Pero si no podría ser mas gay…"
"Es completamente debido a mi hermana." Casi había indicios de una sonrisa. Una de esas sonrisas de estrella de televisión, pero Haru no iba a caer por eso. Lástima. Sé de muchas chicas que matarían por ver esa sonrisa.
xXx
Haru se acabo la última lata de cerveza que quedaba en su cocina y se dejo caer en el sofá. Había sido el día más agotador de su vida. Sora la había casi obligado a comer con él y con Gokudera, seguido del té de las cinco, la merienda, un helado, la cena, y como pudo escaquearse de pasarse la noche con ellos de bar en bar, era una de esas preguntas sin respuesta para la humanidad. Haru empezaba a sospechar que Sora solo quería hacerla engordar para cocinarla y comérsela, y luego estuvo 5 minutos riéndose sola de su propia estupidez.
Al menos había llegado a ciertos puntos aceptables de conversación con Gokudera. Todo iba bien, hasta que Sora decidió que sería divertido exponer detalles innecesarios sobre el exacto tamaño de lo que el italiano llevaba bajo los pantalones, y mejor no preguntar cómo es que lo sabía.
Al parecer, el borde ese tocaba el piano y componía canciones y no sé que mas. Honestamente, a Haru no le importaba una mierda los meritos de ese tío. Se acababan de conocer y el ya la había tachado de estúpida. Vale que lo fuera un poco, pero no hay que pasarse.
Ahora, paremos un momento a mirar la situación: Miura Haru, 24 años, soltera, tumbada en su sofá, otra vez, mirando fijamente el techo, otra vez, pensando obsesivamente en un tío que ni siquiera le caía bien. A ver, mirándolo por el lado positivo: en una de sus clases de Universidad, tenía que hacer un proyecto relacionado con la música, y necesitaba a alguien que le escribiera una canción para el proyecto, que por cierto, era el 30% de la nota final, y luego estaba este amigo de un amigo que casualmente era compositor. No, mejor no. Nuestra protagonista tiene el defecto de ser increíblemente terca y claro que no iba a confiarle a ese maleducado el 30% de su nota final! Faltaría mas! Es que el simple hecho de pedírselo parecía imposible. El era tan frío y seco, era como uno de esos personajes de las pelis americanas que se ponían gafas de sol y le daban la espalda a las explosiones solo porque sí. De alguna manera, el hilo de pensamientos de Haru, acabó en algún cantante coreano, no preguntéis la relación entre una cosa y otra, y pensando en DBSK, nuestra protagonista se quedo dormida en el sofá de su salón.
xXx
Ok, este ha sido el primer capítulo. Lo siento si de momento no ha pasado nada interesante y si es muy corto, pero los próximos caps serán mejores. Como os habréis dado cuenta ya, supongo, Sora es un OC. Es el típico amigo gay que se mete en las relaciones ajenas por que se aburre en casa, pero en el fondo es un encanto (y sí, me he basado en amigos míos de la vida real para hacerlo a él). Eso de que liga con Squalo lo puse por pura diversión personal, no os preocupéis que no acabaran juntos ni nada parecido. Sora no acabará con nadie, solo está para mover un poco la cosa~ Bueno, ya lo veréis. Pero agradecería que me dierais vuestra opinión sobre él.
He hecho que Haru sea una fan loca del k-pop porque es un headcanon mío, igualmente intentare no insistir mucho con el tema… pero bueno.
SM es una discográfica coreana, JaeJoong es un cantante y Protect the Boss es un dorama. No creo que tenga que explicar más. Bueno, esa parte del favor a la mafia rusa… es un juego entre una amiga y yo: como ella es rusa la llamamos mafiosa a veces en broma, y una vez le pedimos dinero prestado para comprar merchandising y dijo que solo le debíamos un 'favor'. Ok, no tiene gracia… pero en fin, espero que hayáis disfrutado con este capítulo y hare lo que pueda para actualizar este fanfic lo más a menudo posible~
Gracias por tomaros el tiempo de leer y espero que leáis el próximo capítulo~
Segundo capitulo
"Oye Sora…" Dijo Gokudera Hayato tras (otro) chupito. "Por qué hay una voz que viene del cielo?"
"Es el narrador. Ignórala."
Si tío, ignórame.
"Huh? Por qué coño hay un narrador?"
Chicos… la cuarta pared… por favor…
"Tú! Sea lo que seas! Aléjate del décimo!"
QUE DÉCIMO!? Esto es un AU! No hay Décimo aquí! Vete a casa! Estás borracho! Tsk… perdón por este paréntesis. Sigamos con la historia.
"Esa amiga tuya… Haru… siempre es tan… em… energética?"
"Haru? Es una Buena chica. Parece un poco loca pero cuando la conoces le coges cariño." Sora sonrió y pidió otra bebida.
"Ok… Solo estaba pensando."
"Pensabas en ella~? Qué pasa? Te gusta? Dime~ dime~ te gusta, verdad?"
"Que te den. Era curiosidad."
"Ok, ok." Sora sonrió, como si planeara algo. Bueno, no mintamos, estaba planeando algo seguro. "Oye, ya que te interesa tanto, por qué no la ayudas con un trabajo para la Universidad?"
"Por qué mierdas debería ayudarla con sus clases? No me importa nada su vida."
"No seas así mi amor~ Hazlo por mi~ Haru es mi amiga y me da pena no poderla ayudar yo mismo, tampoco tendrías que hacer mucho, es un trabajo relativamente fácil."
"No." Respondió con lo que posiblemente era su cara más seria. "De que va ese trabajo?" Si… claro…
"Haha, no es gran cosa~ Haru está en su último año de no sé qué carrera de animación o alguna cosa así, y tiene un proyecto final de crear la secuencia inicial de un videojuego o alguna peli de dibujos, lo que pasa es que la música tiene que ser 100% original, y ni ella ni yo sabemos componer. Pero tú sí~" Sora le dio a su amigo un pequeño trozo de papel donde mientras hablaba había escrito el número de Haru. Eso sí que es un buen amigo señores, aquel que se sabe de memoria tu número. Te juro que de esos no quedan. "Llámala, ok?"
"Hola?" Haru cogió su teléfono. Su voz estaba un poco ronca aún por culpa de su siesta.
"Haru?" Una voz grave vino del otro lado de la línea. Una voz que reconoció al instante. "Soy Gokudera Hayato… nos conocimos ayer."
"Sí, lo sé. Por qué tienes mi numero?"
"Me lo dio Sora."
"Oh. Bueno, y qué coño quieres?" *Haru para miss amabilidad*
"Me dijo que te vendría bien mi ayuda para algo del cole."
El cole? En serio!? Ni que fuera una maldita criaja que se le caen los mocos! Tenían la misma edad por amor de Dios! Y sí, la vocecita en la cabeza de Haru estaba gritando cosas como "Tu puta madre va a necesitar tu ayuda, gilipollas egocéntrico!" y muchas otras profanidades, pero estaba sinceramente exhausta para empezar una discusión.
"Solo necesito un soundtrack original, pero como no sé tocar nada… solo el teclado de mi portátil, y eso lo hago muy bien"
"Lo sé. Por qué crees que te ofrezco mi ayuda, estúpida?"
Aguantó un momento su respiración, conteniéndose de chillarle algo por teléfono. "Gracias… borde"
"Hablamos de esto mañana mejor. No quiero seguir gastando saldo." En serio, se estaba pasando. "Te veré a las 10 frente a la torre del reloj." Sin siquiera preguntarle si esa hora le venía bien le colgó en la cara.
"Lo voy a matar algún día…." Haru dijo en voz baja antes de estampar su móvil contra el sofá y volver a dormir. No pudo evitar preguntarse, aun así, a que se debía su amabilidad, si es que a eso se le podía llamar amabilidad. Tal vez solo estaba siendo tsundere, pero eso era uno de esos detalles que Haru se los pasaba por el forro.
Viernes por la mañana. Última semana de las tan queridas por todos vacaciones de verano. Haru estaba parada junto a la gigantesca torre del reloj, situada frente a una sospechosa fuente con una sospechosa estatua de león en el medio, en el centro de una plaza al extremo de la calle comercial más larga de Namimori. Exactamente 10:00 a.m. Haru llevaba su vestido rosa favorito que le llegaba por las rodillas, unas botas marrón claro para que pegaran con su chaqueta de cuero de ese mismo color y un par de pulseras de amuletos que había encontrado casualmente tiradas por su habitación. Recostada contra la pared de cemento, estaba marcando con sus uñas el ritmo de Mirotic. Su pelo estaba todavía un poco mojado alrededor de las puntas después de su ducha rápida hacía 20 minutos, y aunque se había peinado bien, el viento hacía que no se notara, por lo tanto, ya sería la enésima vez que la chica tenía que poner pausa al ritmo marcado por sus dedos para levantar la mano y quitarse el pelo de la cara, porque ella no podía ser como las 2NE1 que con el viento moviéndoles el pelo se veían mil veces mejor. No, ella era más bien el contrario. La chica rarita y forever alone que se pasaba escuchando música coreana y que vivía en contínua guerra con su pelo. Estaba un poco nerviosa. Hasta llegó a compararse a sí misma por un momento con una chica de instituto esperando a su novio en su primera cita, pero era más bien el contrario. De hecho, lo que la esperaba, era una de esas mañanas largas y agotadoras.
"Haru!" La voz de Gokudera se hacía cada vez más molesta en el cerebro de Haru.
"Gokudera-san, hola!" Sonrió, tan educada como le fue posible, aunque quería enfadarse y echarle una bronca por haber llegado… un minuto y 30 segundos tarde.
Se dirigieron a una cafetería para hablar más tranquilamente. Una cafetería donde una Coca Cola valía el doble que un café.
"Que es ese proyecto?" Fue directo al grano. Ni siquiera pidió nada, muy a pesar de la camarera, pero qué te esperabas? Una Coca-Cola costaba un ojo de la cara! A Haru su frialdad le ponía de los nervios. Ni una miserable sonrisa, ni un 'Buenos días, como estás?'. Simplemente la estaba mirando con sus ojos color menta de una manera que más que su cara, parecía que le miraba el alma. Haru pensó que en el fondo esa frialdad le estaba bien empleada, por haber esperado un poco de amabilidad de ese tío.
"Pues…" Mejor hablar que quedarse callada, por mucho que no le diera la gana responderle al idiota. "Supongo que Sora te lo ha contado. Es un proyecto final de mi clase de animación, y simplemente tengo que hacer una pequeña escena de introducción de un videojuego o película, claro está, ni el juego ni la película existen, así que tengo que crear los personajes y la historia sola, pero siempre me podría basar en cosas que existan, por ejemplo, lo que he hecho ha sido una escena de animación de una supuesta versión anime de una película que ya existe… en fin, sé que suena confuso pero es solo que no me sé explicar bien… Pero no pasa nada, tú solo tienes que componer algo para mí, todo lo demás ya está hecho!" La chica hablaba sorprendentemente rápido, aunque la mayoría de cosas que decía no tenían mucho sentido. Mientras hablaba se ponía lentamente roja, tal vez porque le estaba confiando a ese anti-social el 30% de su nota final. Él, hacía su mayor esfuerzo por no empezar a reírse de ella en su cara.
"Y de que trata esa animación tuya?" No estaba nada impresionado, pero sí que estaba ligeramente interesado.
"Romeo y Julieta."
"Es una broma, verdad?" Levantó una ceja.
"Qué? Qué pasa? Qué tiene de malo?"
"Nada, solo que es un poco… no se… común."
"Hahi? Y qué si lo es? Es una bella y romántica historia sobre el amor prohibido! Qué hay de malo en eso?"
"No sé si te das cuenta que los protagonistas no son sino unos pubertos que se creen que están enamorados y que por culpa de su estúpido juego casi todos mueren al final."
"Pero tú te escuchas cuando hablas?! Como puedes ser tan insensible!? Alguna vez has escuchado que la edad no importa!? Que solo es un número!?"
"No seas tan estúpida, mujer! Un número… edad es claramente una palabra."
"Vale. Qué?"
"Pues lo que he dicho. Eres más estúpida de lo que me imaginaba. Dudo que sepas algo sobre el amor!
"Oh, y supongo que tu sí! Dudo que alguna mujer pueda estar cerca tuyo por más de tres minutos y no volverse LOCA!"
Esto fue seguido por medio minuto de silencio incomodo. Haru había dicho algo bastante cruel, al menos en su opinión, y Gokudera sabía que la chica no se equivocaba completamente. Sus relaciones nunca habían sido ni muy largas ni muy buenas, y casi siempre era su culpa. Excepto por dos tías que eran simplemente putas y zorras y todo lo que quieras pero esa es otra historia.
"Como es que quieres ayudarme?" Haru decidió romper un poco el hielo. No quería mirarle. Había girado el cuello todo lo que podía. Es que si no parecía que le estuviera mirando el culo al camarero.
"Sora me dijo que me pagarías y un poco de dinero no me vendría mal."
Conque ese era el motivo. Dinero. Y solo por esa falsa información, Haru planeaba hacer que Sora se encargara de pagar.
"Ok… cuál es tu precio?"
"50 euros la hora. Ni un céntimo menos."
"Hahi… eso es mucho… creo… Ni siquiera tengo euros!" Bueno, daba igual. Tampoco es que fuera a pagarle ella. "Trato hecho.""Bien. Nos vemos mañana. Ven a mi casa y trae esa maldita animación tuya." Se levantó y sin despedirse ni nada, se fue. Claro, que te esperabas?
"Espera! No sé donde vi… ves… se fue…" Al menos no habían pedido nada, o hubiera tenido que pagar ella. Pero lo peor estaba por venir: preguntarle al metomentodo de Sora donde vivía Gokudera.
Ok, se que este capítulo fue corto, pero sinceramente, todo lo que habéis leído lo he escrito en clases y en casa solo me limito a pasarlo a ordenador. A ver, lo de la animación se que suena un poco estúpido, así que probablemente en algún futuro cambie ligeramente esa parte del plot. Si os preguntáis para que Gokudera quiere el dinero, ya lo veréis. Luego… Mirotic es una canción de DBSK que sinceramente me encanta. Y Haru dice que no tiene euros por que supongo que es conocimiento general que vive en Japón donde circulan los yenes. =A=
En fin, gracias por leer y espero que os haya gustado. Intentare tener el siguiente capítulo lo más rápido posible! ^^
En fin, dejo de hablar y pongo el fic a vuestra disposicion ^^ los comentarios y criticas son bienvenidos~ Espero que os guste.
xXx
"Ouch" Mierda. Se había pinchado otra vez sin querer. Eso era lo que pasaba cuando Miura Haru se pasaba una semana entera sin hacer nada y luego tenía que correr para acabar los cosplays que había prometido a un amigo en un solo domingo. Y es que siempre se decía lo mismo. "Dejaré de perder el tiempo y empezaré a hacer las cosas como Dios manda! Iré al gimnasio, me pondré en forma y así también conseguiré un novio de una vez por todas!" Pero al final, acababa tumbada en el sofá todo el día llorando porque cierto dorama coreano era precioso y romántico. Y aunque odiaba admitirlo, ese comportamiento era el exacto motivo de su soltería
"Pero JaeJoong!"
Haru, Cállate. Intento contar una historia…. Y no rompas la cuarta pared! Eso no está bien!
A ver, por donde iba? Ah, sí, pues Haru no tenía un novio porque a sus 24 años de edad era una vaga de mierda y lo mas que hacía era rascarse el culo de vez en cuando mientras sus amigas salían de fiesta cada noche y se iban a la playa con sus parejas, o simplemente trabajaban y ganaban un mínimo de dinero
Simplemente, a veces era demasiado amable esta chica. En vez de ir a la playa con las chicas de su clase en la uni, o irse un mes a Italia con Chrome, prefirió quedarse en casa con la rutina anual de ayudar a Sora a preparar convenciones de anime. Sora era uno de esos amigos especiales. Se conocieron en primaria, y desde entonces fueron casi como hermanos. Él siempre la ayudaba y apoyaba en todo lo que hiciera falta y le enseñó la importancia de ser uno mismo sin hacerle caso a las opiniones ajenas. De hecho, Sora era el ideal de marido que tenia Haru. Bueno, no exactamente. Sora era por así decirlo el gay mas gay del mundo, y creo que toda mujer prefiere un marido heterosexual.
Pues allí estaba ella. Aun cosiendo el ultimo cosplay de Sailor Moon que le había pedido Sora, y los planes para el resto de la noche eran simplemente mirar Protect the Boss otra vez y llorar porque JaeJoong es simplemente perfecto.
xXx
Gente. Gente. Montones y masas de mucha gente fea sudorosa y alborotada. Haru se empezaba a aburrir de los eventos de anime de cada año. Cuando se es adolescente está bastante bien perderse entre las multitudes en un recinto desconocido, hacer fotos a la gente y lo mejor: gastarse tanto dinero que acabas sin blanca para el resto del año, seguir comprando con el dinero prestado de un amigo, y si al amigo también se le acaba, alguien (o sea, tú) acabará volviendo a casa debiéndole un 'favor' a la mafia rusa. El tema es que, últimamente, la música de los concursos de baile eran siempre canciones de ese tal Justin Bieber que Haru no soportaba, y las fechas coincidían con los peores meses de más calor, la comida estaba más cara con el aumento del IVA, Sora se iba a un rincón a buscar Wi-Fi, y la gente del staff no se molestaba en hablar con ella, sin contar el detalle de que cada año se vendía más o menos lo mismo y la gente se vestía más o menos de lo mismo, el recinto era el mismo, su paga no era la misma, era menos, y todo esto sumado significaba una sola cosa para la morena: aburrimiento extremo.
"Haru! Mi amor ven aquí~!" A pesar de encontrarse al otro lado de la enorme habitación, la dulce voz de Sora llegó perfectamente a los oídos de Haru. También a los oídos de todas las demás personas pero esos son detalles insignificantes. El tío ni siquiera usaba un micrófono… como coño tenía tanta potencia de voz? Y esa manía suya de llamarle a todos 'mi amor'… Haru se levanto de su silla, sin soltar ni un momento lo que estaba comiendo, y se dirigió a él. "Quiero presentarte a alguien!" Le dijo el chico. La única reacción que provoco esto en Haru fue ese típico pensamiento que yo por lo menos suelo tener muchas veces: 'Mierda."
Conocer a los 'amigos' de Sora, no estaba precisamente en la lista de 'mis cosas favoritas' de Haru, y en ese preciso momento, aun menos. El chico tenía muy buen gusto para los hombres, hay que admitirlo, pero luego tenía la manía de intentar emparejar a todo dios con alguien, y para eso, ya no tenía tan buen gusto. Siempre que le presentaba alguien a Haru, era con ese propósito, y es que no daba ni una. Todos los tíos que le llevaba a la pobre, eran o pervertidos, o estúpidos, o maleducados, y uno hasta era secretamente mujer. Por lo tanto, Haru no estaba muy entusiasmada.
Un par de ojos verdes se encontraron con los suyos. No era una de esas miradas bonitas de 'amor a primera vista' o de 'primer capítulo de telenovela'. Más bien, era el contrario. "Maleducado… lo sabía" Pensó al ver lo que le esperaba, pero como era una chica correcta y no había sido criada por una pareja de pollos rosa en el fondo de un rio, sonrió y se presentó.
"Soy Haru, mucho gusto." No hubo respuesta. "Cómo te llamas?" Lo intentó otra vez. Seguía sin haber respuesta. Ese asqueroso ni siquiera se molestaba ya en mirarla. Increíble. Por una parte estaban los amigos groseros de Sora, y luego, a un nivel muchísimo superior, estaba éste.
"Es un amigo mío, Gokudera Hayato. Mira! Es italiano~ Como a ti te gustan!" Ya os imagináis por qué digo que Sora nunca daba en el clavo. Eso de intentar romper el hielo, no era lo suyo para nada. Haru sintió sus mejillas cubiertas de 50 sombras de rojo.
"S-s-s-s-sora! De que hablas? Nunca he dicho eso en mi vida! Me gustan los hombres como me gusta la música! Recién salidos de la SM! No vayas por el mundo inventándote historias!" Se daba cuenta de que no le estaba dejando al otro chico muy buena impresión, pero que más da? Él también era un borde de mierda. Además, por un momento, a Haru le pareció oír la palabra 'rarita' salir de su boca. Borde….
"Esto, amores míos~ Me necesitan por allí así que llevaos bien, ok?" Sora me giñó el ojo y se fue dando saltitos hacia donde estaba su compañero de piso Squalo con la simple intención de ligar con el sin obtener resultados. Esto normalmente acababa con Squalo harto de su vida, dando gritos y tirando cosas… y la gente, como no, filmando la escenita.
"Bueno… como conociste a Sora?" Haru se libró de sus prejuicios por un instante y hizo su mayor esfuerzo para ser amable con ese cabrón que no se lo merecía.
"Salía con mi hermana." Oh así que sabía hablar. Tenía una voz bastante sexy… Haru hubiera cambiado su opinión sobre él solo por su voz, pero eso sería bastante estúpido por su parte.
"Espera, qué? Pero si no podría ser mas gay…"
"Es completamente debido a mi hermana." Casi había indicios de una sonrisa. Una de esas sonrisas de estrella de televisión, pero Haru no iba a caer por eso. Lástima. Sé de muchas chicas que matarían por ver esa sonrisa.
xXx
Haru se acabo la última lata de cerveza que quedaba en su cocina y se dejo caer en el sofá. Había sido el día más agotador de su vida. Sora la había casi obligado a comer con él y con Gokudera, seguido del té de las cinco, la merienda, un helado, la cena, y como pudo escaquearse de pasarse la noche con ellos de bar en bar, era una de esas preguntas sin respuesta para la humanidad. Haru empezaba a sospechar que Sora solo quería hacerla engordar para cocinarla y comérsela, y luego estuvo 5 minutos riéndose sola de su propia estupidez.
Al menos había llegado a ciertos puntos aceptables de conversación con Gokudera. Todo iba bien, hasta que Sora decidió que sería divertido exponer detalles innecesarios sobre el exacto tamaño de lo que el italiano llevaba bajo los pantalones, y mejor no preguntar cómo es que lo sabía.
Al parecer, el borde ese tocaba el piano y componía canciones y no sé que mas. Honestamente, a Haru no le importaba una mierda los meritos de ese tío. Se acababan de conocer y el ya la había tachado de estúpida. Vale que lo fuera un poco, pero no hay que pasarse.
Ahora, paremos un momento a mirar la situación: Miura Haru, 24 años, soltera, tumbada en su sofá, otra vez, mirando fijamente el techo, otra vez, pensando obsesivamente en un tío que ni siquiera le caía bien. A ver, mirándolo por el lado positivo: en una de sus clases de Universidad, tenía que hacer un proyecto relacionado con la música, y necesitaba a alguien que le escribiera una canción para el proyecto, que por cierto, era el 30% de la nota final, y luego estaba este amigo de un amigo que casualmente era compositor. No, mejor no. Nuestra protagonista tiene el defecto de ser increíblemente terca y claro que no iba a confiarle a ese maleducado el 30% de su nota final! Faltaría mas! Es que el simple hecho de pedírselo parecía imposible. El era tan frío y seco, era como uno de esos personajes de las pelis americanas que se ponían gafas de sol y le daban la espalda a las explosiones solo porque sí. De alguna manera, el hilo de pensamientos de Haru, acabó en algún cantante coreano, no preguntéis la relación entre una cosa y otra, y pensando en DBSK, nuestra protagonista se quedo dormida en el sofá de su salón.
xXx
Ok, este ha sido el primer capítulo. Lo siento si de momento no ha pasado nada interesante y si es muy corto, pero los próximos caps serán mejores. Como os habréis dado cuenta ya, supongo, Sora es un OC. Es el típico amigo gay que se mete en las relaciones ajenas por que se aburre en casa, pero en el fondo es un encanto (y sí, me he basado en amigos míos de la vida real para hacerlo a él). Eso de que liga con Squalo lo puse por pura diversión personal, no os preocupéis que no acabaran juntos ni nada parecido. Sora no acabará con nadie, solo está para mover un poco la cosa~ Bueno, ya lo veréis. Pero agradecería que me dierais vuestra opinión sobre él.
He hecho que Haru sea una fan loca del k-pop porque es un headcanon mío, igualmente intentare no insistir mucho con el tema… pero bueno.
SM es una discográfica coreana, JaeJoong es un cantante y Protect the Boss es un dorama. No creo que tenga que explicar más. Bueno, esa parte del favor a la mafia rusa… es un juego entre una amiga y yo: como ella es rusa la llamamos mafiosa a veces en broma, y una vez le pedimos dinero prestado para comprar merchandising y dijo que solo le debíamos un 'favor'. Ok, no tiene gracia… pero en fin, espero que hayáis disfrutado con este capítulo y hare lo que pueda para actualizar este fanfic lo más a menudo posible~
Gracias por tomaros el tiempo de leer y espero que leáis el próximo capítulo~
Segundo capitulo
"Oye Sora…" Dijo Gokudera Hayato tras (otro) chupito. "Por qué hay una voz que viene del cielo?"
"Es el narrador. Ignórala."
Si tío, ignórame.
"Huh? Por qué coño hay un narrador?"
Chicos… la cuarta pared… por favor…
"Tú! Sea lo que seas! Aléjate del décimo!"
QUE DÉCIMO!? Esto es un AU! No hay Décimo aquí! Vete a casa! Estás borracho! Tsk… perdón por este paréntesis. Sigamos con la historia.
"Esa amiga tuya… Haru… siempre es tan… em… energética?"
"Haru? Es una Buena chica. Parece un poco loca pero cuando la conoces le coges cariño." Sora sonrió y pidió otra bebida.
"Ok… Solo estaba pensando."
"Pensabas en ella~? Qué pasa? Te gusta? Dime~ dime~ te gusta, verdad?"
"Que te den. Era curiosidad."
"Ok, ok." Sora sonrió, como si planeara algo. Bueno, no mintamos, estaba planeando algo seguro. "Oye, ya que te interesa tanto, por qué no la ayudas con un trabajo para la Universidad?"
"Por qué mierdas debería ayudarla con sus clases? No me importa nada su vida."
"No seas así mi amor~ Hazlo por mi~ Haru es mi amiga y me da pena no poderla ayudar yo mismo, tampoco tendrías que hacer mucho, es un trabajo relativamente fácil."
"No." Respondió con lo que posiblemente era su cara más seria. "De que va ese trabajo?" Si… claro…
"Haha, no es gran cosa~ Haru está en su último año de no sé qué carrera de animación o alguna cosa así, y tiene un proyecto final de crear la secuencia inicial de un videojuego o alguna peli de dibujos, lo que pasa es que la música tiene que ser 100% original, y ni ella ni yo sabemos componer. Pero tú sí~" Sora le dio a su amigo un pequeño trozo de papel donde mientras hablaba había escrito el número de Haru. Eso sí que es un buen amigo señores, aquel que se sabe de memoria tu número. Te juro que de esos no quedan. "Llámala, ok?"
"Hola?" Haru cogió su teléfono. Su voz estaba un poco ronca aún por culpa de su siesta.
"Haru?" Una voz grave vino del otro lado de la línea. Una voz que reconoció al instante. "Soy Gokudera Hayato… nos conocimos ayer."
"Sí, lo sé. Por qué tienes mi numero?"
"Me lo dio Sora."
"Oh. Bueno, y qué coño quieres?" *Haru para miss amabilidad*
"Me dijo que te vendría bien mi ayuda para algo del cole."
El cole? En serio!? Ni que fuera una maldita criaja que se le caen los mocos! Tenían la misma edad por amor de Dios! Y sí, la vocecita en la cabeza de Haru estaba gritando cosas como "Tu puta madre va a necesitar tu ayuda, gilipollas egocéntrico!" y muchas otras profanidades, pero estaba sinceramente exhausta para empezar una discusión.
"Solo necesito un soundtrack original, pero como no sé tocar nada… solo el teclado de mi portátil, y eso lo hago muy bien"
"Lo sé. Por qué crees que te ofrezco mi ayuda, estúpida?"
Aguantó un momento su respiración, conteniéndose de chillarle algo por teléfono. "Gracias… borde"
"Hablamos de esto mañana mejor. No quiero seguir gastando saldo." En serio, se estaba pasando. "Te veré a las 10 frente a la torre del reloj." Sin siquiera preguntarle si esa hora le venía bien le colgó en la cara.
"Lo voy a matar algún día…." Haru dijo en voz baja antes de estampar su móvil contra el sofá y volver a dormir. No pudo evitar preguntarse, aun así, a que se debía su amabilidad, si es que a eso se le podía llamar amabilidad. Tal vez solo estaba siendo tsundere, pero eso era uno de esos detalles que Haru se los pasaba por el forro.
Viernes por la mañana. Última semana de las tan queridas por todos vacaciones de verano. Haru estaba parada junto a la gigantesca torre del reloj, situada frente a una sospechosa fuente con una sospechosa estatua de león en el medio, en el centro de una plaza al extremo de la calle comercial más larga de Namimori. Exactamente 10:00 a.m. Haru llevaba su vestido rosa favorito que le llegaba por las rodillas, unas botas marrón claro para que pegaran con su chaqueta de cuero de ese mismo color y un par de pulseras de amuletos que había encontrado casualmente tiradas por su habitación. Recostada contra la pared de cemento, estaba marcando con sus uñas el ritmo de Mirotic. Su pelo estaba todavía un poco mojado alrededor de las puntas después de su ducha rápida hacía 20 minutos, y aunque se había peinado bien, el viento hacía que no se notara, por lo tanto, ya sería la enésima vez que la chica tenía que poner pausa al ritmo marcado por sus dedos para levantar la mano y quitarse el pelo de la cara, porque ella no podía ser como las 2NE1 que con el viento moviéndoles el pelo se veían mil veces mejor. No, ella era más bien el contrario. La chica rarita y forever alone que se pasaba escuchando música coreana y que vivía en contínua guerra con su pelo. Estaba un poco nerviosa. Hasta llegó a compararse a sí misma por un momento con una chica de instituto esperando a su novio en su primera cita, pero era más bien el contrario. De hecho, lo que la esperaba, era una de esas mañanas largas y agotadoras.
"Haru!" La voz de Gokudera se hacía cada vez más molesta en el cerebro de Haru.
"Gokudera-san, hola!" Sonrió, tan educada como le fue posible, aunque quería enfadarse y echarle una bronca por haber llegado… un minuto y 30 segundos tarde.
Se dirigieron a una cafetería para hablar más tranquilamente. Una cafetería donde una Coca Cola valía el doble que un café.
"Que es ese proyecto?" Fue directo al grano. Ni siquiera pidió nada, muy a pesar de la camarera, pero qué te esperabas? Una Coca-Cola costaba un ojo de la cara! A Haru su frialdad le ponía de los nervios. Ni una miserable sonrisa, ni un 'Buenos días, como estás?'. Simplemente la estaba mirando con sus ojos color menta de una manera que más que su cara, parecía que le miraba el alma. Haru pensó que en el fondo esa frialdad le estaba bien empleada, por haber esperado un poco de amabilidad de ese tío.
"Pues…" Mejor hablar que quedarse callada, por mucho que no le diera la gana responderle al idiota. "Supongo que Sora te lo ha contado. Es un proyecto final de mi clase de animación, y simplemente tengo que hacer una pequeña escena de introducción de un videojuego o película, claro está, ni el juego ni la película existen, así que tengo que crear los personajes y la historia sola, pero siempre me podría basar en cosas que existan, por ejemplo, lo que he hecho ha sido una escena de animación de una supuesta versión anime de una película que ya existe… en fin, sé que suena confuso pero es solo que no me sé explicar bien… Pero no pasa nada, tú solo tienes que componer algo para mí, todo lo demás ya está hecho!" La chica hablaba sorprendentemente rápido, aunque la mayoría de cosas que decía no tenían mucho sentido. Mientras hablaba se ponía lentamente roja, tal vez porque le estaba confiando a ese anti-social el 30% de su nota final. Él, hacía su mayor esfuerzo por no empezar a reírse de ella en su cara.
"Y de que trata esa animación tuya?" No estaba nada impresionado, pero sí que estaba ligeramente interesado.
"Romeo y Julieta."
"Es una broma, verdad?" Levantó una ceja.
"Qué? Qué pasa? Qué tiene de malo?"
"Nada, solo que es un poco… no se… común."
"Hahi? Y qué si lo es? Es una bella y romántica historia sobre el amor prohibido! Qué hay de malo en eso?"
"No sé si te das cuenta que los protagonistas no son sino unos pubertos que se creen que están enamorados y que por culpa de su estúpido juego casi todos mueren al final."
"Pero tú te escuchas cuando hablas?! Como puedes ser tan insensible!? Alguna vez has escuchado que la edad no importa!? Que solo es un número!?"
"No seas tan estúpida, mujer! Un número… edad es claramente una palabra."
"Vale. Qué?"
"Pues lo que he dicho. Eres más estúpida de lo que me imaginaba. Dudo que sepas algo sobre el amor!
"Oh, y supongo que tu sí! Dudo que alguna mujer pueda estar cerca tuyo por más de tres minutos y no volverse LOCA!"
Esto fue seguido por medio minuto de silencio incomodo. Haru había dicho algo bastante cruel, al menos en su opinión, y Gokudera sabía que la chica no se equivocaba completamente. Sus relaciones nunca habían sido ni muy largas ni muy buenas, y casi siempre era su culpa. Excepto por dos tías que eran simplemente putas y zorras y todo lo que quieras pero esa es otra historia.
"Como es que quieres ayudarme?" Haru decidió romper un poco el hielo. No quería mirarle. Había girado el cuello todo lo que podía. Es que si no parecía que le estuviera mirando el culo al camarero.
"Sora me dijo que me pagarías y un poco de dinero no me vendría mal."
Conque ese era el motivo. Dinero. Y solo por esa falsa información, Haru planeaba hacer que Sora se encargara de pagar.
"Ok… cuál es tu precio?"
"50 euros la hora. Ni un céntimo menos."
"Hahi… eso es mucho… creo… Ni siquiera tengo euros!" Bueno, daba igual. Tampoco es que fuera a pagarle ella. "Trato hecho.""Bien. Nos vemos mañana. Ven a mi casa y trae esa maldita animación tuya." Se levantó y sin despedirse ni nada, se fue. Claro, que te esperabas?
"Espera! No sé donde vi… ves… se fue…" Al menos no habían pedido nada, o hubiera tenido que pagar ella. Pero lo peor estaba por venir: preguntarle al metomentodo de Sora donde vivía Gokudera.
Ok, se que este capítulo fue corto, pero sinceramente, todo lo que habéis leído lo he escrito en clases y en casa solo me limito a pasarlo a ordenador. A ver, lo de la animación se que suena un poco estúpido, así que probablemente en algún futuro cambie ligeramente esa parte del plot. Si os preguntáis para que Gokudera quiere el dinero, ya lo veréis. Luego… Mirotic es una canción de DBSK que sinceramente me encanta. Y Haru dice que no tiene euros por que supongo que es conocimiento general que vive en Japón donde circulan los yenes. =A=
En fin, gracias por leer y espero que os haya gustado. Intentare tener el siguiente capítulo lo más rápido posible! ^^
Rui6666Nuev@ -
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0
24/07/2012
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sasunaru :3
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