Speak now (song-fic)

No soy el tipo de chica que irrumpe en una celebración de velo blanco,

pero tú no eres el tipo de chico que debe estar casándose

con la chica equivocada.

Entro a la iglesia a hurtadillas, sigilosa de no ser vista por los demás. Camino lentamente hasta llegar a la última banca del lado derecho.

Pienso que no debo de estar aquí, es estúpido. Enrosco un mechón de mi cabellera rosada en mis dedos, nerviosamente.

¿Estoy mal? La verdad no losé, no soy ese tipo de chica que interrumpe una boda pero tú no eres el tipo de chico que debería estar casándose con la mujer equivocada.

Miro alrededor, puedo ver a la familia de ella, todos vestidos de color pastel con joyas y mil cosas ostentosas por presumir. Estoy segura que ella debe estar por alguna habitación, gritándole a su dama de honor y con un horroroso vestido que parece pastel.

Esto es sin duda lo que me imaginé. Estoy segura que ella lo planeó todo. Cierro los ojos por un momento y suspiro brevemente, perdiéndome en una fantasía donde me pongo de pie e impido ese "sí". De mis labios salen las palabras: No digas tus votos, escapemos juntos ahora. Te veré afuera, por la puerta trasera. Ya no te demores, tienes que escucharme, ahora.

Abro mis ojos jade repentinamente. Debería, por una vez en mi vida, dejar de fantasear. Me pongo de pie y sin ser detectada llegó con gran facilidad a las cortinas, cerca del altar, donde tú en unos momentos estarás parado.

Las primeras filas la ocupan tus amigos, que también son míos. Ellos son tu única familia. Veo a Naruto-tu padrino de honor-tomando la mano de Hinata mientras le susurra en el oído, provocando en ella un sonrojo. A un lado de ellos, está Ino con Sai, mi querida amiga rubia parece estar ahí más por obligación que por cualquier otra cosa. Neji y Tenten están ocupando lo que sobra de la banca, sujetados con fuerza de las manos. Todos y cada uno de ellos está aquí. ¿Quién falta? Es obvio, yo; al parecer no fui invitada por tu querida futura esposa.

Noto en el rostro de cada uno de mis amigos la preocupación por ti, hasta ellos están seguros de que aquella chica es la equivocada.

La marcha nupcial comienza, si quieres la verdad, esa melodía me suena más a una de muerte.

Tú llegas al altar, vestido con un hermoso-seguro costoso- traje negro, que hace resaltar tu hermosa piel pálida, tu cabello y ojos de ese mismo negro profundo. Naruto se coloca a tu lado con su típica sonrisa, estoy segura de que Sai le enseño a sonreír falsamente, sé perfectamente que Naruto es uno más de los que van en contra de esta boda.

Me inclinó un poco más sobre las cortinas, intentando tener una mejor vista de ti, pero un pequeño desliz provoca un pequeño ruido. ¡Gracias a Kami, que no lo oíste tú! Sin embargo, mi rubio compañero siempre tuvo un buen oído.

Naruto voltea, no logro esconderme bien. Su cara es parecida a la de ver un fantasma pero rápidamente su semblante cambia por uno feliz.

-Saku…- no lo dejo terminar, hago gestos con mis manos y rostro, suplicándole lo más que puedo que mantenga la boca cerrada. No logra decirte ni una palabra, para alivio mío, pero eso no evita que lo diga a los demás.

"Naruto eres un tonto" pienso con enojo al ver como las miradas de Hinata, Ino, Sai, Neji y Tenten se dirigen a mí y, al igual que con Naruto, las sonrisas no tardan en aparecer sobre los rostros de mis compañeros.

Las puertas se abren y ahí está ella, todos se ponen de pie mientras que esa pelirroja camina como una princesa hacia el altar. Con esos ojos color violeta declarando un: "Gané".

Miró hacia ti y tu expresión no cambia, sigue siendo la misma seriedad con la que llegaste. Sé, yo sé que no querías que fuese ella caminando hacia ti, me quieres a mí en su lugar, ¿no es así?

Llega a tu lado y la ceremonia comienza, una vez más, por mi mente se presenta la misma escena de hace unos momentos.

Yo impido que digas un solo voto, yo impido que digas "Acepto". No demores más, con ella no debes de estar, tienes que escucharme. Cariño, te veré afuera de la iglesia. Escapemos juntos, ahora.

Tienes que venir, tienes que oírme. ¿Recuerdas aquel día? Mi respuesta ha cambiado, sé que no es el momento, que es demasiado tarde, tan solo…escúchame.

-Hola, Sasuke-kun. ¿Querías hablar de algo?- pregunté, colocándome a un lado de ti en aquella banca del parque que solíamos compartir. Tú y yo.

-Hmp. Llegas tarde.- mencionaste, frío como siempre.

-La clase de medicina se extendió demasiado.- dije soltando una leve risita, provocando en ti una pequeña también.

-En esta banca nos conocimos.- comenzaste tomando mi mano, un gesto muy dulce viniendo de ti.- Primero fuiste una gran molestia para mí.- como olvidar esos comentarios hirientes.- luego, sin explicación…me enamoré de ti.- mis mejillas tomaron un ligero color carmesí, no acostumbrabas decirlo en voz alta.- Te has vuelto indispensable…para mí. Quisiera…pasar una vida…a tu lado.- y ese fue el momento, en que te arrodillaste y tomaste más fuertemente mis manos, sabía lo que venía, más no quería hacerlo. No estaba segura, tan solo era una jovencita.- ¿Te casarías conmigo, Sakura?- mis ojos se cristalizaron mientras que tú, expectante, me mirabas esperando mi respuesta, que no fue más que un entrecortado:

-Lo…lo siento, Sasuke-kun.- dicho esto me fui corriendo del parque, dejándote solo sin una respuesta concreta.

¿Por qué dije no? No estoy segura, tenía miedo y era muy joven aún. Pero ahora ha cambiado, tienes que oírme, ella no es la chica correcta y lo sabes.

Y mi corazón da un vuelco en mi pecho, comprimiéndome fuertemente. Las palabras que marcan mi destino y el tuyo se presentan, el sacerdote es claro: "Que hable ahora o calle para siempre"

Temerosa, con mis rodillas a punto de flaquear, salgo de mi escondite levantando mi mano que está más fría que la de un muerto.

Oigo susurros y exclamaciones de muchos, la carita de Karin-por lo que sé, ese es el nombre de ella- no es la más amigable, pero en Naruto, Ino y mis demás amigos hay una sonrisa, un apoyo de ellos que me ayuda a continuar. Todos ahí posan su mirada en sobre mí, pero yo soy la única…mirándote a ti.

-Yo…yo…-no encuentro las palabras, tu mirada me taladra y me hace sentir tan pequeña.- Yo no soy…el tipo de chica que debe interrumpir una boda…pero tú…Sasuke-kun…no deberías estar casándote con la chica equivocada.- digo, sacando fuerzas de lo más profundo de mi persona, sin quitar mis ojos esmeralda de los profundos negros que tienes tú.

No dices nada, solo me miras como si fuera un fenómeno. Sabía que no debía venir pienso bajando levemente mi mirada al suelo.

-Sakura.- es lo único que pronuncias después de un prolongado silencio. Alzó mi rostro al tuyo, pero tu expresión seria sigue ahí sin dejarme ver ni un poco de lo que sientes en este momento.


-¿Qué quieres?- preguntas con frialdad y bruscamente, sin tener un poco de compasión en tu voz aunque sé que no la merezco.

-No digas "acepto". Sal ahora, escapemos juntos…te amo. Sé perfectamente…que es muy tarde pero…tienes que escucharme. Ese día cometí un gran error…te necesito conmigo, solo…no digas "sí".- y tu expresión no cambia, y mis lágrimas no tardan en inundar mi rostro.- Sabía que no me perdonarías pero tenía que venir e intentarlo porque…simple y sencillamente…te amo y… nunca lo dejé de hacer.

No lo soporto más y salgo corriendo de ahí, sabiendo que las miradas aún se posan en mí. Oigo un "Sasuke-kun, ¿era ella, verdad?" sé perfectamente que es tu noviecita y tú…no dices nada. ¿Ella sabía de mí? ¿Cómo? La verdad ya no importa, ya no importa nada.

No aguanto el llanto, cada vez las lágrimas nublan mis verdes ojos y en mi pecho…queda un terrible vacío.

-Eres una molestia.- dejo de sollozar solo para percatarme de que esas palabras no hayan sido un sueño. Me giro lentamente encontrándome con tus hermosos ojos negros.

- Sasu…Sasuke-kun.- pronuncio sin poder creer que estés ahí.

- ¿Escapemos ahora? ¿No digas "acepto"?- preguntas con una media sonrisa en tu rostro.- ¿Quién eres? ¿La mujer de "La boda de mi mejor amigo"?- dices con esa sonrisa altanera aún surcando tus labios.

- ¡No te burles! ¿Qué esperabas? ¿Qué tuviera un discurso ya hecho?

- Hmp.- sueltas ese quejido irritante. Te acercas hacia mí, rodeando con uno de tus brazos mi cintura mientras que con la mano del otro, sobas mi mejilla.- No dije mis votos.- dices en un susurro cerca de mis labios.- Me alegro de que estuvieras ahí para impedirlo.- y lentamente unes tus labios con los míos, en un beso dulce, provocando en mí esa corriente eléctrica y la explosión de emociones que no sentía recorrerme desde hace tiempo.

- ¡Sí, ´ttebayo!- se oye gritar a Naruto con euforia abrazando a Hinata que nos mira con cariño y felicidad. Miro detrás de ti y ahí están mis amigos, tus amigos, sonriendo. Sai muestra su perfecta sonrisa, Neji asiente con la cabeza, Tenten nos guiña un ojo e Ino mueve sus labios en algo, que lo que pude entender, fue: "Te tardaste, Frentona".

-Demasiado.- digo con una sonrisa, envolviendo tu cabeza con mis manos, acercándote más a mí. Nos besamos con amor, recuperando todo lo que habíamos perdido.

No soy el tipo de chica que interrumpe y arruina una boda, pero tú no eres el tipo de chico que se casa con la equivocada.

Y dijeron "Habla ahora"