♥♥MeLoDiA aPasIoNaDa♥♥

CAPITULO 4 Marca... (Primera Parte)

Neji respiraba de manera algo irregular, no podía creer lo que estaba a punto de hacer, era algo ruin, bajo, pervertido, pero no podía contenerse más. Se encontraba en la habitación de Hinata, ella se estaba bañando, la escuchaba cantar dulcemente, inconsciente de la presencia de su primo, finalmente, cerro la llave del agua, envolvió su cuerpo en una toalla color lavanda y salió del baño. Dio unos pasos antes de detenerse ¿Por qué estaba todo tan oscuro? Estaba segura de que había dejado la luz encendida, se dirigía a encenderla nuevamente cuando sintió un escalofrió en su espalda, como si alguien la mirara, instintivamente giro para ver si había alguien allí con ella, así fue, todavía no terminaba de girarse cuando alguien la envolvía entre unos fuertes brazos para después empujarla violentamente contra una de las paredes. Asustada, Hinata soltó un grito, en ese momento, la luz de la luna alumbro tenuemente a la persona que la tenia inmovilizada contra la pared, ella se quedo petrificada

–¿Ne... Neji-niisan...?– Preguntaba asustada y sorprendida –¿Qu... Que estas haciendo?

–Lo siento Hinata...– Le decía Neji con sus labios rozando la piel del cuello de su prima –Trate de evitarlo...– Se estremecía al sentir su piel húmeda y ese delicioso aroma embriagándole los sentidos –Pero es más fuerte que yo...

–¿De... De que estas hablando? ¿Yo... No te entido...?

–¡¡¡Del deseo que tu me provocas!!!– Vio el gesto de asombro en el rostro de ella al escucharlo –Si, ya se que es enfermizo... Una abominación... ¡Pero no puedo más!– Dijo mientras arrancaba bruscamente la toalla que cubría el cuerpo de Hinata, haciéndola gritar otra vez, dejándola desnuda ante él –¡¡¡Necesito que seas mía!!!

Hinata estuvo a punto de gritar aún más fuerte, pero los labios de Neji cayeron sobre los suyos, evitándolo, Ella trato de apartarlo empujándolo con sus manos, Pero él no se lo permitió sujetándola de las muñecas con fuerza, aún así ella continuo intentándolo, el forcejeo duro unos instantes, pero después, ella se quedo quieta, separo los labios permitiendo que la lengua de Neji explorara las profundidades de su boca, él soltó sus muñecas. Cuando Neji sintió la lengua de Hinata jugueteando con la suya y los brazos de ella rodearle el cuello, sonrió para sus adentros –¡Es mía!– Pensó, antes de guiarla hasta la cama...


Nuevamente Neji se levanto de golpe, respirando muy agitado, miro a su alrededor, el despertador sonaba sacándolo, otra vez, del caluroso sueño que estaba teniendo. Apago el despertador y sacudió su cabeza con fastidio, nuevamente tendría que lavar sus sabanas.


¿Qué rayos le estaba pasando? Ya no habían sido ni una ni dos, habían sido ya varias las veces que había tenido sueños eróticos con su prima, pero normalmente, en esos sueños, era Hinata quien lo provocaba, lo seducía y lo incitaba para tomarla, pero en este ultimo sueño, había sido él quien la había buscado y casi forzado a acostarse con él. Le preocupaba lo que le estaba sucediendo, la mayor parte del tiempo el veía a Hinata como su pequeña prima, casi su hermana, la miraba con ojos fraternales y sus sentimientos en calma, pero había ocasiones en las que era terriblemente conciente de el hecho de que Hinata ya no era una niña, sino una hermosa joven, y no era su hermana. En esos momentos, los sentimientos fraternales eran sustituidos por deseos... Deseos que alguien no debe tener por un familiar, especialmente un familiar tan cercano.


Todavía se encontraba pensando en eso mientras se dirigían al colegio, el había estado un tanto callado durante el desayuno haciendo que Hinata se preocupara, él no quería eso, pero tampoco podía evitarlo, tenia que encontrar una forma de eliminar esos pensamientos indignos sobre su prima.


Llegaron al colegio, caminaron juntos hacia la entrada, como siempre lo hacían, subieron por una escalera y llegaron al sitio donde normalmente se separaban para dirigirse a sus respectivos salones, Neji había comenzado a alejarse, pero la voz de Hinata lo detuvo

–Neji-niisan...– El se detuvo pero no se volvió a mirarla –Etooo... ¿Estas molesto conmigo?– Pregunto ella tímidamente

–¡¿Pero que dices?!– Le respondió mientras volteaba a mirarla, tratando de sonreírle con tranquilidad –¿Por qué habría de estar enojado contigo?

–Es que... desde esta mañana me ha dado la impresión de que me estas evitando...

–¡Ideas tuyas!– Le decía mientras negaba con la cabeza –Es solo que no dormí muy bien anoche, perdóname si te hice sentir mal

–No, perdóname a mi por importunarte con mis ideas...– Le decía ella sonriéndole, sintiéndose más tranquila al saber que su primo no estaba enojado con ella –Te veo mas tarde ¿Esta bien?– Le decía con una sonrisa, misma que Neji le devolvió, sin poder evitar el impulso, Hinata se paro delante de Neji y deposito un delicado beso en su mejilla –¡Hasta el rato!– Y después se marcho hacia su salón


Neji se quedo ahí de pie, inmóvil durante un momento, había sido un gesto inocente, sin ninguna intención de provocarlo, pero podía sentir la calidez de esos labios contra su piel de una manera perturbadora, cerro los ojos, tenia que hacer algo con esos impulsos que Hinata le despertaba, antes de que ocurriera algo que los dos lamentaran...



La tierna escena entre ambos primos había pasado desapercibida para todos, menos para un joven rubio de ojos azules los cuales habían observado claramente a Hinata darle un beso a Neji en la mejilla

–¡Maldito aprovechado!– Pensaba Naruto mientras los observaba a cierta distancia, apretando con fuerza los puños y rechinando los dientes, sentía nuevamente esa furia irracional en su cerebro, si hasta hacia unos momentos no estaba muy seguro de llevar a cabo su plan, después de ver eso no habría poder humano que lo detuviera.


Él se encontraba esperando a que ella se acercara, acechándola como un depredador a su presa, justo cuando Hinata paso a su lado, con una rapidez asombrosa, él la sujeto de la muñeca y la jalo al interior de un salón vació.


Hinata se encontraba tranquila y de buen humor al comprobar que Neji no estaba disgustado con ella, estaba distraída con esos pensamientos, pero repentinamente, sentir una mano cerrarse sobre su muñeca y un violento tirón sobre esta la hicieron volver a la realidad, obligándola a entrar en un salón que estaba vació, Hinata giro para ver a la persona que la había metido en aquel lugar, sintió un escalofrió al ver a Naruto cerrando la puerta y volverse a mirarla con un brillo malicioso en los ojos.

–Na... Naruto-kun ¿Qu... Que estas.... Haciendo?– Le pregunto retrocediendo, intentado alejarse de él

–Hinata...– Le decía avanzando hacia ella con una sonrisa, inutilizando los esfuerzo de ella por mantener la distancia entre los dos –Necesito que me hagas un pequeño favor

–¿Qué... Que... Que clase de favor?– Él se acercaba cada vez más, poniéndola muy nerviosa

–Bueno... Para eso voy a necesitar que me acompañes a un lugar– Le decía mientras continuaba acercándose

–Yo... Yo...– La petición de ir a un lado con él la hizo sonrojarse visiblemente, lo que provoco que él sonriera aún más, en el interior de Hinata una alarma había comenzado a sonar, no parecía buena idea ir con él –N... No puedo... Las... Las clases va... Van a comenzar...– No pudo seguir retrocediendo pues su espalda se encontró con la pared

–¡Vamos! Siempre asistes puntualmente a todas las clases, no creo que Kakashi-sensei se moleste porque llegues tarde una vez...– Él se encontraba frente a ella ahora, sabia que ella no tenia posibilidades de escapar de él, eso lo hacía sentir bien, se inclino un poco en su dirección para que sus rostro quedara más cerca de el de ella –Solo necesito que me dediques 10 minutos, no pido más

–E... Es que... Yo...– Justo en ese momento el timbre que anunciaba el inicio de las clases sonó

–¿Ves? Las clases han empezado y tu no llegaste a tiempo– Le decía tranquilamente –Llegaras tarde de todas formas, ven conmigo, solo será un momento– Ella aun se veía insegura –¡Por favor, Hinata-chan!

Ella parpadeo, era la primera vez que Naruto la llamaba por su nombre, con esa cálida familiaridad, miro la suplica muda y sincera en esos brillantes ojos azules, lo reconsidero, él tenia razón, ya iba retrasada a las clases, podía tomarse un poco más de tiempo

–D... De acuerdo, 10 Minutos ¿Esta bien?

–¡Genial!

Naruto se dirigió hacia la puerta, la abrió, solo un poco, lo suficiente para echar un vistazo y asegurarse de que no quedaba nadie en los pasillos, después de comprobar que así era, se volvió hacia Hinata y con un ademán de la cabeza le indico que lo siguiera. Ella estaba algo nerviosa, aún no estaba muy segura de que seguir a Naruto fuera buena idea, mientras lo seguía por los pasillos se preguntaba que era lo que él podía necesitar de ella, le preocupaba no saberlo, pero le preocupaba aún más descubrir que la idea de estar a solas con él la ponía nerviosa, cierto, pero no le desagradaba; sacudió la cabeza tratando de apartar estos molestos pensamientos, finalmente Naruto se detuvo frente a la puerta del salón de música, abrió la puerta, se asomo para asegurarse de que estuviera vacío, no había nadie, tomo de la mano a Hinata y la hizo entrar en el salón. Ella seguía sin comprender nada ¿Para que estaban ahí?

–Dime Hinata... ¿Ayer estuviste en este salón cuando terminaron las clases? ¿Verdad?– Le pregunto Naruto, dándole le espalda, ella parpadeo, repaso mentalmente lo que hizo el día anterior

–Si... ¿Por...– Iba a preguntar el porque de esa pregunta, pero se interrumpió al ver que Naruto se giraba para mirarla de frente, levanto la mano, sostenía unas paginas en esta, Hinata reconoció esas hojas

–¿Reconoces esto?– Pregunto él después de un momento de ver su reacción. Al ver que ella afirmaba con un movimiento de su cabeza, sonrió ¡Sabia que había sido ella quien había interpretado tan magníficamente su canción! –¿Y? ¿Qué te pareció...?

–Tu...– Una expresión de asombro se asomaba en sus ojos plateados –¿Tu escribiste eso...?

Para su sorpresa, Naruto se sintió algo nervioso y apenado por la pregunta y la expresión de la joven

–¡Es genial!– Le respondió ella efusivamente, olvidándose de momento de su nerviosismo –No sabia que componías música, yo... Estoy impresionada...

Naruto no supo describir el sentimiento que lo embargo al escucharla decir esas palabras, era como una mezcla de alegría, orgullo y algo de soberbia, aún así, no iba a distraerse de su objetivo, recuperándose de ese breve momento de emotividad, la sonrisa maliciosa regreso a su rostro

–Hinata, ¿Podrías hacerme un pequeño favor?

Los nervios de ella regresaron ante esa mirada y esa sonrisa

–¿Qu... Que... Fa... Favor?

–Quiero que interpretes esta canción...– La vio mirarle algo insegura –¡Vamos! Ayer lo hiciste, ¿O me equivoco?

–E... Es que... Yo...– Siempre se ponía nerviosa cuando tenia que actuar con alguien mirándola, tal vez se debiera a la manera tan dura y estricta con que su padre la había instruido en el arte de tocar el piano, él siempre esperaba los mejores resultados y si alguien de los que escuchaba la interpretación de Hinata la consideraba menos que perfecta siempre era reprendida severamente por su padre. La única manera en la que ella se sentía relaja con un publico escuchándola era cuando Neji se encontraba a su lado, tocando juntos. –No... No soy muy buena s... Si hay alguien es... Escuchándome...

Naruto la miro intensamente por un momento con sus azules ojos, provocando que ella bajara la mirada, apenada, sin embargo, volvió a levantar el rostro cuando sintió la mano de Naruto sujetar la suya y guiarla hasta el piano, la sentó frente a él y se coloco detrás de la chica, puso sus manos en su hombros, ella temblaba

–No te preocupes...– Le decía en un cálido y tranquilizador tono –Yo nunca te criticaría... Yo se mejor que nadie lo que los comentarios despectivos duelen y hacen sentir que tus esfuerzos no son apreciados...– Ella escuchaba, sorprendida por la forma en la que él había podido ver a través de ella, Hinata sintió que su corazón comenzaba a latir más rápido cuando Naruto se inclino un poco, lo suficientemente cerca para susurrarle al oído –Solo esta vez, regálame algo de tu maravillosa voz...

Hinata no pudo resistirse a esa petición, cerro los ojos, aspiro fuertemente y dejo que sus manos acariciaran las teclas arrancando suaves y hermosos sonidos, después de los acordes iniciales, Hinata empezó a cantar, las notas que escapaban de su garganta hicieron que Naruto se estremeciera, no se había equivocado, su voz era perfecta, verdaderamente perfecta, la búsqueda había terminado, repentinamente, guiado por un incontrolable impulso, tomo las manos de Hinata entre las suyas, interrumpiendo su interpretación. Ella se sorprendió al verse interrumpida tan bruscamente –¿Tan mal lo estaba haciendo...?– Pero algo en la expresión de Naruto la hizo ruborizarse, muy nerviosa

–Hinata-chan... ¡Tienes una hermosa voz!– él parecía emocionado, tanto que ella se sonrojo aun más

–Gra... Gracias...– Le decía liberando sus manos y mirando a otra parte para ver si su nerviosismo disminuía –Etooo... Y... Y a to... Todo esto... Na... Naruto-kun ¿Solo querías que cantara pa... Para ti...?

–Mas o menos– Su sonrisa maliciosa regreso a su rostro, el momento había llegado, debía poner su plan en marcha –Supongo que sabes que mis amigos y yo tenemos una banda... ¿Cierto?

–S...Si, Lee-san me había comentado algo...

–Si, bueno, muchos opinan que somos buenos, la verdad yo también lo pienso, no queremos ser un grupo más de el montón, estamos buscando una oportunidad para incursionar de una manera... Digamos, más profesional en el mundo de la música– Vio la expresión en el rostro de ella, no entendía a donde quería llegar –Yo he escrito algunas canciones que se podrían decir que son buenas, pero ninguna como esta, tal vez este mal que yo lo diga, pero creo que es verdaderamente genial...

–Lo es...– Dijo ella sonriendo tímidamente y con la sinceridad reflejad en sus ojos

–Gracias...!– Le dijo sin dejar de sonreír –A decir verdad, yo creo que esta canción pude abrirnos algunas puertas importantes, pero tenemos un pequeño problema...

–¿Problema...?– Seguía sin comprender a donde quería llegar Naruto

–Sasuke es el vocalista de nuestro grupo, odio admitirlo, pero es muy bueno, pero esta canción fue hecha para cantarse a dos voces, como ya te diste cuenta– La miro asentir con la cabeza –Hemos estado buscando a una chica cuya voz se acople con la de Sasuke para interpretarla, pero no hemos tenido suerte... Hasta hoy...– Se interrumpió en ese momento para dirigirle una sonrisa apreciativa mientras sus ojos la recorrían de arriba abajo

–Yo... N... No... en... Entiendo... ¿A dónde quieres lle... Llegar... Na... Naruto-kun?– Eso no era completamente cierto, a decir verdad, después de escucharlo, Hinata ya empezaba a imaginarse hacia donde iba el asunto, pero la manera en la que Naruto la miraba la estaba alterando y empezaba a pensar que ir con él había sido un error, con cuidado se levanto del banquillo del piano y dio unos pasos, lo suficiente para poner una prudente distancia entre ambos, tal vez lo más saludable era salir de ahí en ese momento

–¿Segura que no me entiendes? ¡Hmmm! Bueno, no me voy a andar con rodeos...– Decía mientras caminaba hacia ella, sin dejar de sonreír –Hinata, quiero que seas tu la que cante mi canción junto con Sasuke...

–¡¡¡¿¿¿EHHHH???!!!– Inconscientemente, ella empezó a retroceder en un intento por mantenerse alejada de Naruto –Pe... Pero yo no... Yo nunca... No... No podría...

–¡Tienes que ser tu!– La sonrisa desapareció del rostro de él y fue sustituida por una expresión de seria determinación que no dejaba lugar a replicas –¡Lo he decidido! Nadie más que tu va a interpretan esa canción...

–Pe... Pero... Tu... Tu has visto... N... No pu... Puedo cantar cu... Cuando hay alguien observándome...

–Acabas de cantar delante de mi...– Su tono era severo y su mirada decidida

–N... No es l... Lo mis... Mismo... De... Delante de tus a... amigos... Yo... Yo... no creo ser... ser capaz...– Justo en ese momento, de nuevo, sintió la pared contra su espalda impidiendo que continuara manteniendo la distancia –Cre... Creo qu... que deberías... Buscar a alguien mas...

–¡NO! ¡Tienes que ser tu!– Le dijo levantando un poco el volumen de su voz, provocando que ella cerrara los ojos y se encogiera un poco, ya que de repente sintió miedo –¡No estoy dispuesto a aceptar una negativa de tu parte!