Kizuna

Kizuna I
by usura-tialmant (usura-tonkachi)/ Solochely

El cielo se estaba nublando lentamente con unas densas nubes negras, el silencio del mundo reinaba por todos lados. La tormenta aún no estaba encima de ellos y los colores rosados y azul verdoso del atardecer se reflejaba en la superficie del agua, de apenas un palmo de profundidad, en la que estaban tirados los cuerpos de lo últimos supervivientes de la lucha por la libertad de la humanidad.

Uzumaki Naruto y Uchiha Sasuke yacían boca arriba contemplando el mundo que habían salvado en silencio. Sus heridas les habían debilitado de tal manera que no les permitían mantenerse en pie. Kaguya había sido el enemigo más formidable que hubieran enfrentado jamás, Deformación de la Naturaleza y creando portales dimensionales separandolos e hiriendo les una y otra vez; la regeneración de aquel monstruo del pasado no parecía encontrar fin.

Tras incontables intentos a cual más arriesgado o descabellado lograron vencer, dejando un amplio territorio totalmente devastado por la crudeza del combate, se levantaron montaña, se crearon claros y lagos. La geografía había cambiado drásticamente y muchos de los ninjas de la Alianza perecieron como daños colaterales. Triste, pero a pesar de los intentos de Uzumaki no consiguieron poder reducir más el número de víctimas; pero el mundo estaba a salvo…

Las mirada de los héroes se fijaron en la nueva luna que ellos habían creado entre los dos sellando a la inmortal Kaguya en su interior. Notaban su vida escapar por cada segundo que pasaba, decidieron entonces mutuamente deleitarse con las últimas sensaciones que experimentarían. Iban a morir y lo sabían, ya no había nada que pudieran hacer ni nada que pudieran hacer por ellos.

Saborearon cada brisa del viento, las gotas de agua deslizándose por su cuerpo empapado, la calidez del sol y los hermosos colores en el enorme tapiz del cielo. Silencio, solo interrumpido por su respiración cada vez más dificultosa.

- Ne, Sasuke…- el otro no le contestó y ni falta que hacía - al final ¿crees que la maldición se habrá roto?- no tuvo respuesta - me refiero a la de Indara y Ashura…
- Quién sabe…- contestó finalmente sintiendo la boca pastosa.

De nuevo el silencio reino entre ellos. Naruto alzó su mano derecha observando el símbolo que quedó perenne en la palma de su mano; un círculo.

- Si no lo hemos hecho, eso significa que alguien deberá llevar esta carga…-
- Es el destino, no hay nada que hacer, como antes lo fueron Madara y Hashirama…
- No puedo aceptarlo… - quiso gritar pero su voz estaba quebrada por la debilidad de su cuerpo - Eso significaría que nuestros esfuerzos no han servido de nada, había una nueva guerra consumidos por la espiral del amor y el odio. ¡Yo no quiero eso…!

Los ojos negros de Sasuke no quisieron ver como los azules de Naruto se empañaron con lágrimas y se mantuvo mirando el cielo rosado cuando las nubes negras empezaron a crubir la hermosa vista como el telón que anuncia el fin de una obra. Ya iba siendo hora que lo artistas se retiraran. Delgadas gotas empezaron a caer creando ondas en la superficie del agua.

- No puedo aceptar que alguien, en un futuro, tenga que vivir la impotencia que he vivido yo todos estos años…-
- …-
- Yo…¡yo no quiero morir!- gritó finalmente dejándose llevar por la impotencia, un ninja debía estar preparado, pero no quería que fuera así. No en ese momento, dejó caer la mano. - Yo...Yo quería ser Hokage para evitar las guerras…¡para evitar que algo así pasara!-

Uchiha simplemente cerró los ojos pudiendo sentir con todo detalle la desesperación del rubio. Él también quería vivir, quería ser Hokage para también purgar los pecados de los anteriores y crear un mundo donde los mismos estúpidos errores dejaran de sucederse una y otra vez. Pero ambos a las puertas de sus sueños debían abandonar.

- Si volviera a vivir quisiera que nos encontráramos todos de nuevo. Pero de lo que más me arrepiento...es no haberte podido salvar Sasuke...Tú no te merecías esto…-
- Ya...Esta bien Naruto…- musitó débilmente - Ha sido también mi decisión… - le recordó - Ha sido divertido hacerlo juntos…- Tras una mueca de dolor se permitió sonreír. - Todos han muerto, Kakashi, Obito, Sakura...Lee, Gaara, todos nuestros amigos en esta guerra absurda que yo inicié.- una risa floja y rasposa de amargura salió de sus labios resecos. - Que verdadero idiota…-

El moreno se sobresaltó cuando sintió la manos de Uzumaki apretarle con fuerza su mano izquierda donde se encontraba su símbolo de la luna creciente. Este le miró de reojo.

-¡No puedo permitirlo! No puedo permitir que sea otro quien te salve, ¡Sasuke! -

Sasuke sólo le devolvió una sonrisa y lentamente empezó a cerrar los ojos, todo terminó para el Uchiha que por fin pudo descansar.

- Dobe...Gracias -

- Sasuke…¡SASUKE!-

No hubo respuesta, la mano del Uchiha, que por un momento le devolvió el apretón con debilidad, no hacía nada de fuerza y supo que al fin estaba muerto. Él pronto le seguiría.

- Sasuke… Seré yo quien te salve, sin importar el tiempo o el lugar y las veces que necesite hacerlo….Yo….te encontraré…Yo…-

Las fuerzas le fallaron sintiendo que no podía mantenerse consciente por mucho más tiempo.

- Es ….mi promesa ...de...por vi...da….-

La tormenta azotó con toda su fuerza, y los tiempos de paz se sucedieron durante milenios salpicados por conflictos como había estado siendo hasta ahora.


TOKYO,2014

La escandalosa alarma de un despertador resonó por todo el dormitorio y una mano perezosa rebuscó por la mesilla de noche hasta apagar el artefacto del demonio. Suspiró profundamente con alivio acomodándose de nuevo bajo las sábanas...La tregua no terminó ya que en apenas cinco minutos cuando había vuelto a caer en brazos de Morfeo la endiablada alarma le sobresaltó.

El despertador voló contra una puerta, pero esta se abrió y el despertador casi golpea a quien decidió despertar personalmente al dormilón al otro lado de la puerta. Un joven de rubio con el pelo anárquico y ojos azules, con extrañas marcas en la cara que recordaban a los bigotes de los gatos.

- Buenos días, Naruto.-

La respuesta fue un gruñido más parecido a un rebuzno y un largo bostezo.

- Cinco minutos más... -contestó el rubio aún con las legañas impidiéndole abrir los ojos-.
- ¡Levántate ya, Naruto! ¡Vas a llegar tarde a clase! ¡¡Que son ya las siete y veinte!!

Volvió a buscar a tientas en su mesita de noche y, al no encontrar el despertador, cogió el móvil para mirar la hora.

-¡¡¡AAAHHHH!!! ¿¡¡POR QUÉ NO ME HAS DESPERTADO ANTES, IRUKA-ONIICHAN*!!? - abrió los ojos como platos y en un instante saltó de la cama en busca de su uniforme-.
-¡Llevo intentándolo desde hace casi una hora! ¡Ostras! -resignado, se quedó un momento viendo al muchacho vestirse a toda prisa- Tienes el desayuno en la mesa, ¡comételo antes de irte!
-¡Que siiii!
-Mira que costarás de criar... Taku* -El mayor dio media vuelta cerrando la puerta tras de sí, abandonando el huracán que se estaba creando en aquella estancia.


Naruto pedaleaba emocionado mientras iba comiéndose unas tostadas. Éste iba a ser el primer día de sus dos últimos años de instituto. Se había trasladado debido al nuevo trabajo de su tutor, Iruka. Aunque para Naruto era algo más que eso. Desde que tenía memoria, siempre habían estado juntos, en el orfanato. Siempre había estado cuidando él, procurando que no se metiera en follones, ayudándole a estudiar (aunque no era el punto fuerte de ninguno de los dos) y aún después de abandonar el orfanato, Iruka seguía visitándole y ocupándose de él. Y para sorpresa de Naruto, cuando aún tenía 13 años, se convirtió en su tutor legal para poder sacarle de aquel infierno. Para Naruto fue algo así como su salvador, y la única familia que tenía.
Con todos esos sentimientos revoloteándole por la mente, llegó hasta la puerta de su nueva escuela. Todo estaba envuelto del color rosado que los pétalos de los cerezos dejaban flotando en el aire. Respiró profundamente, dejando que el aire frío le raspara un poco la garganta, imaginándose la vida que le esperaba de ahora en adelante. Y no pudo más que esbozar una gran sonrisa.

-¡¡¡CHICOOOOOS!!!¡¡¡VAMOS A CREAR RECUERDOS QUE DUREN TODA LA VIDA!!!

Ignorando todos los murmullos que acababa de provocar, se dirigió felizmente a aparcar su bici, para marchar acto seguido al aula a dejar sus cosas.
Estaba por empezar el acto de bienvenida y, por una vez en su vida, no quería llegar tarde.


*Onii-chan (del jap) - termino para referirse a un hermano mayor o superior.
*Taku (del jap.) - exclamación vulgar que denota hastío, fastidio o contrariedad: jolín, ostras, etc.

Kizuna III
by usura-tialmant (usura-tonkachi)/ Solochely

- Aquí tienes tus desayuno…- dejó sobre la mesa una bandeja con el típico desayuno japonés: pescado, tallos de bambú, sopa, etcétera.
- Yo voy saliendo, gracias por el desayuno Rin.-
- Itachi, ¿cuantas veces debo decirte que puedes llamarme madre…?-

El joven de apenas 21 años se disculpó con una sonrisa suave acomodándose su larga y morena coleta tras colocarse la chaqueta para salir de casa.

- Volver un poco tarde…no hace falta que me esperéis para la cena…-
- Oooooh- canturreó una voz masculina apartando el periódico que leía. - Que raro en tí, Itachi…¿no habrá una dulce muchacha que quieras ocultarnos, verdad?-

Uchiha Sasuke rodó los ojos antes de llevarse uno de los últimos bocados de su desayuno. Itachi volvió a contestar con una suave risa, nada incomodado.

- Sabes perfectamente que no sería algo que ocultaría. La felicidad no es algo que deba esconderse.- Sonrió antes de abrir la puerta.- Me voy-
- ¡Ve y vuelve!- se despidieron los otros dos adultos.
- ¿Y qué hay de ti Sasuke? Vas a …-

No pudo continuar su interrogatorio cuando sintio 2 suaves golpes en su cabeza y devolvió la mirada a Rin, que señaló el reloj de la pared del comedor.

- Acuérdate que hoy tenías reunión de trabajo, Obito…-

El adulto rió nervioso al sentir la mirada de Rin y tras tomar el té con un sorbo se dispuso a abandonar la residencia Uchiha.

Sasuke terminó con calma su desayuno mientras la mujer se encargaba de limpiar los poco platos del desayuno. Se colgó la mochila sobre el hombro y comprobó la hora una vez más; bufó desganado y se despidió de la mujer y avanzó hacia el Instituto.

- Siento no poder darte algo mejor, Sasuke- Recordó la voz de obito cuando él miró el panfleto del instituto donde iba a ser ingresado.- Se que Itachi ha tenido acceso a una formación mejor, pero con el traslado, las plazas del instituto donde estudió Itachi se acabaron, ¡te prometo que el próximo año académico te conseguiré una plaza!.

“Estúpido…” Gruñó en sus adentros.

- ¡Además me han dicho que esta escuela está ganando mucho prestigio, estoy seguro que no notaras la diferencia!-

“Doblemente idiota…”

No quería ir a aquella escuela, con ese nombre tan ridículo ‘Konoha Gakuen’ ¿cómo podría poner eso en su currículum?. Por lo único que no formó el alboroto que merecía era porque había club de deportes amplísimo, incluido tiro con arco.

-Tsk-

Cuando tenía 6 años. Sus padres habían sido miembro de las fuerzas armadas de Japón, gente con mucho cargo. Al llegar a casa se encontró con sus padres asesinados, Itachi apareció poco después y se lo llevó lejos de la escena, pero ya fue tarde, la escena de sus cuerpos uno encima del otro le turbaron para siempre. A los tres días apareció Obito, diciendo que era un primo lejano de su madre. Mucho más tarde supo que varios militares fueron asesinados ese mismo día. Todo era muy sospechoso. El idiota de Obito decía que era mejor cerrar la herida y su hermano le apoyaba.

No encontraba el momento de poder matar los asesinos de sus padres. pero ahí estaba delante de aquella ridícula escuela. Tomó aire y se mentalizó que sólo sería ese año académico, pero estaría atento a cualquier baja que pudiera encontrar en la escuela en la que él quería ingresar.


*Ve y vuelve* Itterasai : es la forma literal de deir nos vemos o vuelve pronto en Japonés.