[ONE-SHOT] Palpitar

Este es el prime fic que publico en esta página y no se muy bien como va esto, onegai degen comentarios y diganme que les parecio
AUTORA: YUMI CHAN
ADVERTENCIA: LEMON (+16)





* * SAKURA * *


-Sakura…gracias –me agradeció el Uchiha.


Mis ojos se abrieron
sorprendentemente, y poco a poco se fueron cerrando. Él me había dado un golpe
en la nuca.


-Sasuke…kun –susurré su nombre antes de caer inconsciente.


-AH! –me desperté de pronto.


Desde hacía unas dos semanas me
despertaba por las noches sobresaltada. Todas y cada una de las últimas noches
soñaba con ese día, con el día en el que él se fue y me dejo tirada en una
banca.


Habían pasado cinco años desde que
se fue, cinco años en los que Naruto y yo intentamos buscarle para que volviera
a la villa con nosotros, pero fracasamos en todos y cada uno de los intentos.
Lo más cerca que estuvimos de él, nos intentó matar a ambos. Y aún así,
nosotros seguíamos intentando que volviera.


Definitivamente éramos unos
masoquistas.


Me levanté, me fui al baño de mi
casa y me lavé la cara con agua fría. Tenía que despejarme un poco. Mientras
salía del baño, sentí algo en el corazón, una sensación extraña, como si
presintiera algo. Mi cuerpo actuó solo y se vistió por su cuenta, sin que mi
mente actuara en el proceso. Cuando terminé de “vestirme”, me di cuenta de que
estaba cogiendo mis llaves, estaba dirigiéndome fuera de la casa. ¿Para qué?
¿Adonde?


Yo no sabía donde me dirigían mis
pasos, pero empecé a sentir el latir de mi corazón más apresurado, más intenso.
Y de pronto, esa sensación volvió. No la podía describir, era cálida, de
alegría, pero no podía evitar entristecer. ¿Por qué? Muchas preguntas y ninguna
respuesta.


Levante la cabeza, todo este
tiempo había estado concentrada en lo que mi cuerpo hacía por si solo y no me
había percatado de a donde me dirigía. Era el antiguo barrio Uchiha, el
abandonado barrio Uchiha. Me quedé unos momentos parada antes de entrar por
completo. Sabía donde me iba a dirigir, a su antigua casa, pero preferí
ignorarlo.


Y así fue, sin darme cuenta había
entrado a su casa. No sabía exactamente donde estaban las demás estancias de la
hogar pero por un palpitar me dirigía hacía lo que yo creía era el jardín. Di
algunas vueltas y al fin lo encontré. Me quedé estática mirando el estanque. Me
senté con los pies tocando el césped y respirando esa tranquilidad. Cambie de
posición, mis ojos empezaron a derramar lágrimas, me apoyé en un poste y me
acurruque un poco, meciéndome para intentar calmarme del llanto. No sabía ni de
que lloraba… ¡dios que patética me debía de ver!


* * SASUKE * *


Iba saltando de rama en rama. No
soportaba el no saber que me ocurría. Pero lo peor de todo es que me afectaba
mucho. Era un extraño sentimiento, intentaba borrarlo, ponerlo en un lugar
donde jamás volviera a aparecer, pero era todo lo contrario, se incrementaba.


Llegué a mi destino, Konoha.
Odiaba estar ahí pero no podía irme, después de tanto tiempo sin poder dormir,
sin concentrarme en mis misiones, en mis objetivos…después de no poder soñar
otra cosa que no fuera la noche en la que me fui. Después de todo eso no
pensaba irme sin saber que me pasaba, aunque eso supusiera tener que ir al
lugar que más odiaba.


Caminé conducido por el pálpito de
mi frío corazón hasta que llegué al barrio Uchiha, el barrio donde crecí y me
crié. Los recuerdos brotaban y yo los esquivaba, todo eso no me haría más
fuerte, solo conseguiría hacerme débil si mostraba mis sentimientos. No iba a
lanzar por la borda todos estos años de entrenamiento.


Seguí caminando hasta reconocer el
edificio que se alzaba delante de mi, mi casa. Entré en ella silenciosamente.
Disminuí mi chakra y puse atención a toda la estancia al ver unos zapatos en la
entrada. Alguien más estaba dentro, y no lo dejaría salir vivo de aquí. Puse
atención y me dirigí al jardín, estaba seguro de haber escuchado algo, un
sollozo, proveniente de aquella estancia.


Me quede anonadado con lo que vi.
La molestia más grande de mi vida estaba ahí sentada, llorando como siempre.
Gruñí para mi interior, si eso era lo que estaba buscando me arrepentía de
haber vuelto.


-¿Qué haces aquí? –me preguntó sin
mirarme.


-Hn –gruñí-. Nada que te importe.


-No has ocultado tu chakra –me
sorprendí, juraría que lo había hecho- y seguro que viste mis zapatos en la
entrada. Si tratabas de sorprenderme y matarme… –me mira por primera vez-…no lo
has conseguido.


Me quedé callado, estaba seguro de
que había reducido mi chakra para no llamar la atención. Pero tal y como estaba
esos últimos días no me extrañaría que hubiera fallado. Gruñí. Seguía sin saber
que hacíamos ambos aquí.


-¿Qué haces aquí? –le miré frío.


-Yo también te he hecho esa
pregunta –me respondió


-Contesta –le gruñí


-No lo se…-susurró, más para si
misma que para mi.


Nos quedamos en silencio. La miré
de refilón sin que ella se diera cuenta. Había cambiado mucho…era más mujer que
hacía cinco años. Más curvas, más encanto…si no fuera por su pelo rosa corto y
sus ojos jade, podría asegurar que no era ella la niña que deje tirada en una
banca.


Una blusa blanca dejaba entrever
su sujetador rosado. Su falda roja, extremadamente corta, enseña todas sus
largas y blanquecinas piernas. Su pecho subía y bajaba, aún tenía la
respiración acelerada de llorar. ¿Por qué lloraría? Hn. Me daba igual, no me
importaba lo que ella hiciera o dejara de hacer.


* * SAKURA * *


Yo intentaba que mis lágrimas no
volvieran a salir, no quería llorar delante de él. Sabía que me llamaría
llorona, niña llorona. No soportaría que me volviera a despreciar, no ahora. Me
encontraba indefensa, como si todas mis fuerzas hubieran desaparecido cuando él
llegó.


Ni siquiera se preocupo por
ocultar su chakra. ¿Tan poca cosa me creía que ni se había preocupado por
ocultar su presencia? ¿Creía que no le iba a reconocer? Desde luego se había
llevado una sorpresa cuando le hablé, lo que me dio la impresión que confirmaba
lo idiota que le debía parecer.


Sentí una penetrante mirada en mis
pechos, algo que me incomodo, por lo que me moví un poco y tosí. No quería
hablarle pero él seguía mirándome con determinación, cada centímetro de mi.


-Estas disfrutando de la vista,
¿verdad Uchiha? –le hablé fríamente.


-Hn –gruñó-. Si, algún problema.


Me quedé helada, había contestado
que si. Realmente no esperaba que me contestara de esa manera, y lo peor es que
me a estaba mirando tan fija y detenidamente que me entraban escalofríos. No
pude evitar sonrojarme y sentir arder mis mejillas. Supuse, por lo que le
conocía, que habría sonreído de lado, disfrutando del poder que siempre había
tenido sobre mí.


No me equivoqué. Cuando le miré a
los ojos pude ver su egocéntrica sonrisa. Seguía siendo igual que siempre, eso era
algo que nunca cambiaría en él. Me enfurecí por ello, por saber que nunca
cambiaría. Pero me enfurecí aún más cuando me giré y ni siquiera intentó hacer
algo para que pareciera que no me estaba mirando todo el rato el escote.


-Han cambiado mucho desde que te
fuiste –le solté-. Pero eso es algo que tú nunca podrás apreciar.


-¿Por qué no? –me preguntó-. Si yo
no puedo, ¿quién tiene ese derecho? –me decía algo sensual.


-Mucha más gente de la que te
imaginas –le contesto fría como él-. Si quieres te los nombro… por ejemplo…
Kiba… –me mira penetrante-…Lee… –se acercó un poco a mi- …Sai…–yo le miraba
algo divertida, pero intentaba ocultarlo. Y veía como se acercaba cada vez más
a mi-…o mejor aún…Naruto


* * SASUKE * *


Esa fue la gota que colmo el baso.
No sabía que me pasaba pero una rabia se apodero de mí y un sentimiento hizo
que me ardieran las entrañas.


-¡Ese dobe! –le grite… ¿Celoso?


No yo no podría estar celoso de
Naruto. Él era no era nada comparado conmigo y… ¡Pero que idiota soy! Aunque no
me llegara a la suela de los zapatos, no tendría que estar celoso porque mirara
a Sakura. Ninguno de los dos me importaba, lo habían dejado de hacer cuando me
fui de la villa. Sepulté los sentimientos que sentía por ambos y no dejaría que
volvieran a salir, ni ahora ni nunca.


-¿Qué pasa Sasuke-kun? –me
pregunto en un tono seductor, algo que desconocía de ella-. Naruto tiene mucho,
mucho, más derecho que tú para verme el escote…o lo que él quiera… -dejo la
frase a medias sugerentemente.


Me acerque a ella rápidamente
hasta dejarla acorralada entre mi cuerpo y el poste donde antes apoyaba su
espalda. Los dos levantados. Le cogí la cara entre mis manos y se la levante
para que me mirara a los ojos.


-¿Y por qué el dobe tendría más
derecho que yo? –Le pregunte imponente-. ¿Acaso no era a mí al que perseguías
todo el día? –eso fue un golpe bajo, y noté que el brillo de sus ojos desaparecía.


-Naruto es mucho mejor que tu en
muchos aspectos –me contestó cabizbaja-. Tú y él no tenéis nada que ver, porque
él es mucho mejor que tú. Él siempre me ha protegido, me ha ayudado, me ha
apoyado…él ha sido la persona en la que más he confiado en toda mi vida. Él
jamás me abandonaría en una banca en mitad de la noche –lo último me lo dijo
mirándome directamente a los ojos. Por lo que pude distinguir odio en su
mirada.


-Me da igual lo que digas –le
conteste frío- porque, por si no lo recuerdas, yo también te he salvado
la vida muchas veces.


-Si –empezó a elevar su tono de
voz-. Pero la gran diferencia esta en que fuiste tú el que me dejó
tirada en mitad de la noche –me reprochó-. ¡En ese momento no te preocupaste
por mí! –Empezó a soltar lágrimas de sus ojos jade-. Nunca te preocupaste por mí.
Me salvabas porque no tenías más remedio, ¿verdad? –me preguntó mirándome a los
ojos.


-Tú no sabes nada de mí –susurré evitando
su mirada-. ¿De verdad crees que no me preocupaba por ti? ¿Qué solo te salvaba
por el bien del equipo? ¿Qué no me preocupe por ti cuando te deje en la banca?
–Le grite con todas mis fuerzas-. Entonces no me conoces en absoluto, Sakura.


Lo había hecho, lo había soltado
todo. Todos los sentimientos que llevaba ocultos en mi interior los acababa de
liberar. Sus palabras me habían hecho enfurecerme, hasta tal extremo, que dejé
que, por una vez en mi vida, mis sentimientos fluyeran y demostraran lo que en
parte sentía.


-Sa…Sasuke-kun, tu... –empezó la
pelirosa, pero la callé con mis palabras.


-Si no me preocupaba por ti…no te
hubiera salvado todas las veces que lo hice –acerqué mi rostro al suyo notando
como su respiración se aceleraba-, si solo me importaras por el bien del
equipo…te hubiera ignorado más de lo que lo hacía –me seguí acercando a ella
hasta el punto de rozarnos con la nariz-. Escúchame Sakura, si crees que cuando
me fui no me preocupe por ti, que no me preocupo que alguien te hubiera hecho
daño cuando estabas inconsciente, que no me preocupe de dejarte tirada…estás
muy equivocada. Porque si no lo hubiera hecho, si en verdad no me importaras,
te hubiera dejado tirada en el suelo en vez de en la banca –finalice rozando
sus labios- ¿Aún crees que no me preocupo por ti?


Mi pregunta fui contestada cuando
la pelirosa, mi molestia, se pegó a mi cuerpo y yo pude besar sus
labios. Si dijera que nunca quise hacerlo…mentiría. Quizá no lo quisiera
aceptar o no lo quisiera ver, pero cuando los roce, cuando los sentí míos, me
sentí extrañamente bien, como si llevara esperando eso toda la vida. Toda la
vida esperando unos labios que ya me pertenecían. Que irónico, ¿no? Desde
siempre teniendo un deseo que se hubiera podido cumplir mucho antes de lo que
estaba sucediendo ahora.


Intenté profundizar el beso. Por
lo que lamí su labio inferior pidiendo permiso para entrar, permiso que
concedió gustosa haciendo que una pequeña sonrisa apareciera en mi rostro. Metí
mi lengua en su boca y empecé una lucha entre nuestras lenguas sin control. La
noté temblorosa ante mis movimientos, y eso hizo que mi ego aumentara.


Coloqué mis manos en su estrecha
cintura, gozando de cada centímetro de su cuerpo. La subí unos centímetros,
suficientes para que me rodeara la cintura con sus piernas. Pero el dichoso
aire tuvo la culpa de que nos separáramos. Aunque enseguida volví a unir mis
labios con los de ella, tan apetitosos y adictivos.


Posé mis manos sobre sus muslos,
apretándola más contra mí y notando sus suaves suspiros. Me dirigí a mi antigua
habitación. Con ella en mis brazos, abrí la puerta corredera y solté sus
piernas de mi agarre, dirigiéndola a mi cama.


La tumbé en la cama y me posicioné
encima de ella. Reclamé sus labios y la apreté contra mi cuerpo. Ella pasó sus
brazos por mi cuello y acarició mis azabaches cabellos. Gruñí antes su suave
caricia. Me gustaba, si, y no podía evitar que cada vez que me tocaba una
corriente eléctrica me atravesara todo el cuerpo. Por eso ella seguía siendo mi
molestia.


Era una molestia sentir ese
hormigueo en el estómago cuando me besaba, sentir un calor sofocante cuando sus
pechos se pegaban a mi cuerpo, pensar que moriría cuando nos separábamos para
coger aire…ella era una molestia, pero lo que me hacía sentir era igual, o más,
molesto que ella.


Notando como el calor empezaba a
consumirme, le fui quitando la blusa. Le desabroche los botones y tire la
dichosa prenda muy lejos. Después saboreé su cuello, succionando, besando y
dejando marcas de propiedad. Para luego dirigir mis manos al cierre del
sujetador y quitárselo con ansias poco disimuladas.

LO DEJO AHÍ Y LUEGO SIGO QUE NO ME CABE MÁS

* * Sakura * *


Mis suspiros empezaron a
incrementarse cuando comenzó a divertirse con mis pezones. Succionándolos,
besándolos, lamiéndolos y dejándolos erectos del placer. Pero empecé a gemir
intensamente cuando noté como sus dedos deslizándose por la comisura de mis
braguitas y metiendo un dedo en mí. Me tense al instante, pero él empezó a
besarme de nuevo, muy despacio, e hizo que me dejara llevar.


Ni siquiera noté cuando puso el
tercer dedo, porque la lujuria me había invadido y lo único que quería, lo que
necesitaba, era sentirle dentro de mí. Sentir como me hacía suya, como nuestras
caderas llevaban un ritmo frenético, sentirlo mío como yo lo era de él.


Le quité apresuradamente toda la
ropa, exceptuando el bóxer, y empecé a masajear su torso. Tan ejercitado y
perfecto…digno de un auténtico dios. Mientras que yo le masajeaba y besaba
apasionadamente, el me hizo llegar al orgasmo, chillando su nombre y rogándole
para que lo hiciera de una vez.


-Sasuke-kun –le gemí en el oído-.
Por favor…


Eso hizo que él se excitara más y,
quitándonos las únicas prendas que nos separaban de la unión, entró en mí.
Había entrado, casi, completamente en mi, pero se había parado al encontrarse
con mi himen, que me definía como suya y a él como primero y único.


-Lo siento –siseo en mi oído antes
de traspasar esa barrera y hacerme gritar de dolor.


Sabía que eso iba a pasar, sabía
que me iba a doler…pero todo me pareció menos doloroso cuando me habló, cuando
se lamentó de hacerme sufrir. Sabía que a él también le dolía verme así, verme
vulnerable. Y yo solo quería sentirlo conmigo, solo eso.


Le rodeé las caderas con mis
piernas, implorándole para que me envistiera. Y él enseguida entendió lo que
quería que hiciera. Empezó lento, para que yo me acostumbrara a él, pero
enseguida lo hizo rápido.


-No pares, no pares, no pares…-le
rogaba.


Empezó lento, temiendo hacerme
daño. Pero cuando yo empecé a responderle con sonoros gemido, sus embestidas se
aceleraban cada vez más. Entraba rápido y fuerte dando profunda embestidas y
habiendo que soltara fuertes gemidos de placer.


* * SASUKE * *


Sentir como se estremecía ante mis
besos, como su pulso se aceleraba ante mis caricias, como gemía mi nombre en
cada embestida, como clavaba las uñas en mi espalda en cada estocada…eso era lo
más placentero que jamás había sentido.


Y fue mucho mejor cuando llegamos
al orgasmo. Cuando sentí como sus paredes envolvían mi miembro, cuando la oí
gritar mi nombre en pleno orgasmo, cuando la beso vorazmente cuando me derrame
en ella…cuando ambos terminamos exhaustos en mi cama, abrazados y casi
dormidos.


-


-


-


-


-


-


El sol hizo que me despertara
rápidamente. Sentía la respiración de mi pelirosa en mi pecho, sus brazos rodeándome
el cuello y los míos haciendo lo mismo con su cintura, temiendo que se fuera.


-Sakura –le susurré al oído para
que despertara-. Sakura, despierta.


Poco a poco, ella fue
despertándose, pero en ningún momento dejo de abrazarme. ¡Cómo si me fuera a
ir! Después de lo que había pasado esa noche…no pensaba dejarla en la vida y…


-¿Te quedarás? –Me preguntó
tiernamente mientras me acariciaba la mejilla derecha-. Por favor…quédate.


-Yo…no puedo –era verdad, no
podía.


-Y… ¿por qué? –se notaba la pena
en su voz.


-Estuve a punto de destruir la
aldea, huí de aquí con Orochimaru…soy un traidor –le respondí frío.


-Pero Tsunade… -intentó hablar,
hacer que yo entrara en razón. Ya me gustaría a mí quedarme con ella para
siempre.


-Tu y Naruto… -no quería pensarlo,
pero no tenía otra opción-… ¿tienes algo con él?


La pregunta en si le dolió, creo
que fue la manera en la que la dije, como si desconfiara de ella. Lo único que
quería era que ella fuera feliz.


-Naruto es mi hermano –me
contestó.


-Él te ama –hablé cortante-. Ve
con él, dile que tu también le amas, que se olvidé de mi… ¡Vete y quédate con
él!


La deje estupefacta. Ella no sabía
a lo que me refería pero tenía que hacer que ella entendiera que conmigo no
sería feliz, que nunca podría estar conmigo por culpa de todo lo que mi
venganza me había llevado a hacer.


Me levanté de la cama soltando un
gruñido, y empecé a vestirme bajo la atenta mirada de mi Sakura. Su mirada se
posaba en mi espalda, y notaba su tristeza.


-Sasuke-kun, ¿qué te pasa?
–susurró asustada.


-Escúchame –le ordené, mientras me
giraba a mirarla con mis pantalones ya puesto-. Si te quedas conmigo… ¿sabes
todo lo que vas a tener que pasar? No podrás quedarte aquí, yo no puedo. No
podrás ver a tu familia, porque los de Akatsuki podrían pensar que les pasas
información y, por lo tanto, matarte. Si te vienes conmigo solo sufrirás.


-Pero yo...-intentó hablar pero yo
la seguía callando.


-ve con Naruto –le dije, algo que
me dolió más a mí que a ella-. Intenta amarle como lo haces conmigo, intenta
darle tanto cariño como me lo das a mí, intenta que…intenta imaginarte que lo
amas a él, que siempre lo has amado. Pero olvídate de mí, por favor, olvídate
–las palabras empezaban a hacerme un
nudo en la garganta.


-¡Pero yo no te quiero dejar! –Se levantó
hasta quedar a poca distancia-. ¡No quiero perderte nunca!


Me abrazó. Yo tampoco quería que
me dejara, pero era lo mejor. Tanto para ella como para mí. Ella no podría
vivir sin sus amigos y su familia, y yo no podría soportar verla tan decaída
por mi culpa.


-Sasuke-kun –me llamo-. Yo he
esperado mucho para poder estar contigo, para que volviera todo a ser como
antes. El equipo 7 se fue cuando tú te fuiste. Y, aunque haya habido cambios,
nunca volverá a ser el que era si tu no estas –me miró directamente a los ojos-.
No nos vulvas a dejar, no me vuelvas a dejar.


Nos mantuvimos unos minutos en
silencio. Yo pensaba en que podría decir, en que decisión tomar…quería estar
con ella, pero la villa había hecho que mi clan desapareciera.


-No lo entiendes, ¿verdad? –Le pregunté
separándome de ella para mirarnos directamente a los ojos-. Cuando maté a mi
hermano, me contó que le habían ordenado exterminar al Clan porque lo
consideraban una amenaza –se abrazó a mi muy fuerte y sentí sus lágrimas en mi
pecho-. Aunque quisiera, no podría vivir en el lugar que hizo de mi vida un
infierno.


-Vayámonos –me habló después de
unos minutos de silencio-. Vayamos a un lugar donde podamos vivir los dos, tu y
yo solos.


-¿Y tú? Tu vida está aquí, en la
aldea –le explique mientras acariciaba sus rosados cabellos-. No puedes irte y
dejar todo lo que tienes por mí, por un traidor.


-¡No! –chilló-. No eres un traidor
–cogió mi cara para que la mirara a los ojos-. Eres la persona a la que más amo
en este mundo, la que siempre amaré por encima de todas las cosas –me dio un
corto pero cálido beso-. Si tú sufres por culpa de la aldea, yo sufro también.
Si decides atacarla, yo la atacaré contigo. Si te vas de aquí, yo me voy
contigo –me miró con sus ojos jade cristalinos-. Ahora que te he encontrado, no
quiero volver a perderte.


Sus labios rozaron los míos en un
corto pero significativo beso. Uno que demostraba que estaría dispuesta a
cualquier cosa con tal de que yo fuera feliz. Dejar todo lo que tiene aquí, para
que yo fuera feliz con ella. Nadie había sacrificado tanto por mí. Ni Itachi me
había regalado tanto en tan poco tiempo


-Sakura, tu ida esta aquí –le hablé
lo más tranquilo que pude.


Ella no me contestó, pero supe que
yo tenía razón. Su familia, amigos y gente que quería estaban todos en esta
aldea. Y yo no quería que tuviera que cortar lazos solo por mí, por mi estúpida
venganza.


-Sakura mírame –le demandé-. No voy
a permitir que sufras por mí, y si tu vida está aquí…la mía también lo estará.
Porque ahora ya no me importa lo que hicieran o no, ha pasado mucho tiempo –me miró
expectante, supo que mis palabras no eran del todo ciertas. La masacre de mi
Clan no se me olvidaría nunca-. Ahora, quiero vivir el presente, tu y yo
siempre juntos.


Ella me sonrió.


-Te prometo que nunca nos
separaran


Volvimos a besarnos.


Un beso corto pero significativo.


Una promesa.


“nunca nos separaran”.



YA ESTA ESTO ERA TODO. QUE LES PARECIO? DIGANMELO

kyaaaaaaaaaaa

esta super lindo...pero triste a la vez

hermoso!
me hizo llorar!
Saludos!

ai me hizo llorar

esta mui lindo

O.O
Primo!!!!!!! eres la mejor!!! :'D
me fasino, creeme q ya van varias veces q lo leo xD
En serio me encanto! Gracias por subirlo :333

TT^TT muy lindo y muy triste me encanto

Es es..
No tiene palabras!
Es bellisimo, apasionante, fabuloso, magnifico,etc...
Es detallista como a mi me gusta. Contando cada detalle sin faltar ninguno.
Simplemente me encantó

No tanto como para llorar xD pero joder muy bonito!

waaaaaaaaaaaaaa estubo genial
oye yo creo qe deberia haber una continuacionnnnnnnnnnn
asi una segunda temporada quizas..
esqe escribes demasiado geniaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaal


baaay

sniff sniff llloooreeee es hermosisimo me encanto sigue asi esta precioso

Kyaaaaaaa por que se tuvieron que separar
Por que
si se amaban
sasuke llevala contigo(llorando)
inner: callate kieres, me dejas sorda
yo:por que (llorando)
inner:Callate mujer

Aii que Lindo...

Sayoo