Rosas De Cristal (NARUHINA)

Este es el primer fic que subo, esta historia la escribi el 07/10/2011 para un concurso de cuento de mi escuela, pero no me lo aceptaron porque era demasiado extenso, tienen imagenes que estan hechas por mí, como partadas, les dejare la primera en spoiler. Los personajes Principales originales eran Alphonse (Naruto) y Annie (Hinata) asi que si ven que me equivocó al momento de editar los capitulos espero me disculpen. Les dejo el Prólogo y las caracteristicas de los personajes principales. espero comenten porque esta seccion ultimamente a estado muy desierta (Lo que me desanima a subir el fic)
ACEPTO CRITICAS.

Pareja principal:Naruhina
Genero:Romance/Fantastico/Sobrenatural
(Aun no se si va a tener leemon)
Autor: Gabriela Alejandra


Comenten!!!

me gusto mucho el prologo
aunque me dio algo de flojera leerlo todo lo lei
hahaha
se te escaparon los nombres de los verdaderos personajes.
pero apart de eso todo bien
espero el fic tenga leemon
hehehe
wueeno espero la continuacion pronto

nos leemos luego

Mmm aqui el primer capitulo, espero les guste, enpesara con una breve explicacion, asi que no se desesperen, a y si va haber leemon (A lo ultimo). jeje. espero comentarios y muchas gracias N.H93 tratare de no cometer mas errores y si lo haga disculpen mi torpesa. jejeje

Spoiler:

– Lo siento… lo siento.
Decía entre sollozos una niña de cabellos oscuros con destellos azulados.

– Que tú madre te consienta, no quiere decir que tengas que ser una debilucha, ¡entiendes! Si sigues siendo, torpe, chillona y débil siempre estarás sola en el mundo, vales tan poco, solo eres una decima parte de lo que tu hermana es. ¿No te da vergüenza?

Dijo dándole la espalda mientras se alejaba, dejando a la pequeña llorando.

Las palabras duelen más que los golpes, aquellos recuerdos aun seguían en la mente de Hinata, aun después de años, ella sufría el rechazo de su padre y su hermana. Ella era una joven dulce y tímida, y aun cuando le hacían llorar y sufrir ella les perdonaba y nunca les guardó rencor.
Fue gracias a su madre por lo que ella experimentó, por primera vez, un sentimiento que no fuese el dolor, ella sintió lo que es ser querida y se hizo una idea de lo que era el amor. Su mamá era la persona más importante para ella, y solo por eso había rechazado una oferta para estudiar en una de las mejores universidades de Londres, no se hacia la idea de estar lejos de las única persona que la quería.
En noche de luna llena mientras regresaba de un viaje con su familia y su primo neji, su vida cambió por completo.
Hinata miraba por la ventana del auto el hermoso paisaje, el cielo era de un azul obscuro, adornado de cientos de estrellas blancas y brillantes pero, sin duda alguna, lo más hermoso de aquella noche era la enorme luna amarilla que se alcanzaba a ver entre las montanas de la carretera. Poco a poco comenzó cerrar los ojos hasta quedar dormida. La luz de la luna iluminaba su rostro, dejando ver una pequeña sonrisa en aquellos hermosos labios de fresa.
De repente el agudo grito de Hanabi la sacó de sus sueños, confundida, miró a su primo que se encontraba a su lado, nunca lo había visto tan espantado, fijó su mirada hacia adelante para observar el auto en llamas que venía hacia ellos, y en un segundo todo se oscureció.
El auto dio varias vueltas antes de quedar estable, abrió los ojos lentamente, aun seguía dentro del auto, sus brazos tenían varios pedazos de vidrio incrustados que se fue quitando uno por uno, causando un dolor insoportable, cuando se quitó el último, vio a Neji y Hanabi inconscientes entre un charco de sangre, su padre tenía un gran golpe en la cabeza.
Nunca había visto tanta sangre en su vida.
Trató de llegar a ellos sin embargo el intento fue en vano, ya que el auto se había deformado, aplicando presión en sus piernas, lo que le impedía moverse. En un momento de angustia e impotencia entró en pánico y comenzó a llorar.

– Hina ¿¿Eres tú?? -Hinata enseguida supo reconocer aquella voz que pertenecía a su madre- No llores, tranquila, ahora sal de aquí.

Tomó un momento para clamarse y explicó a su madre la situación en la que se encontraba. Ella le aconsejó revisar el seguro del asiento y por suerte, aquella pequeña palanca estaba intacta, deslizó el asiento hacia atrás, abrió la puerta, pero antes de salir se detuvo.

– ¿Qué hay de ti?

Preguntó a su madre, pero ella solo sonrió.

– Ya es muy tarde para mí, aun si salgo de aquí moriré pronto, no te preocupes mi pequeña, siempre estaré contigo, solo te pido que me tengas presente siempre porque yo
nunca te dejaré sola.

Ante estas palabras, sus ojos no pudieron contener más las lágrimas.
Afuera el fuego provocaba un intenso calor y una cortina de humo había hecho desaparecer el hermoso cielo de esa noche. Poco a poco comenzó a alejarse y cuando pensó que ya era seguro, volteó para ver el auto en llamas y en ese momento todas sus esperanzas desaparecieron, aquella escena se quedó grabada en su memoria para siempre como el último recuerdo de su familia.

El humo se hacía cada vez más denso, después de perder la visibilidad, comenzó a tener problemas para respirar, llegó un punto en que, sin saber cómo o cuando, se encontraba tirada en suelo y lo único que le quedaba por hacer era esperar a que todo terminara. Esperar la muerte. Cerró los ojos fuertemente, las lágrimas brotaban, no quería estar en ese lugar, no quería estar sola. No otra vez.
Abrió los ojos de nuevo, y dentro de todo el humo, pudo observar una extraña luz de color azul, no encontró alguna explicación para lo que acababa de ver, simplemente quiso creer, que su madre aun la cuidaba. Se secó las lágrimas del rostro y trató de levantarse en más de una ocasión pero, sus fuerzas se habían agotado y siempre terminaba en el mismo lugar, ¿Sería ese su fin? No. Ella no se rendiría, no podía terminar así, no cuando su madre se había sacrificado, aun con la mas mínima posibilidad ella lo intentaría. Comenzó a arrastrarse por el suelo, pedazos de vidrio y metal comenzaron a cortarle, la sangre comenzó a brotar, el dolor era inexplicable, pero no le importaba ella seguiría.
Poco a poco la luz comenzaba a aumentar, faltaba poco, pronto la pesadilla iba terminar, sus ojos se llenaron de asombro, era una pequeña esfera que levitaba en aire, estiró su brazo y con su mano la tocó, en ese momento todo el lugar se iluminó y perdió el conocimiento.

Me gusto mucho tu fic ,sigue así, quiero ver más (:

Espero la continuación.

me encanto espero la conti
muy pronto suerte

quiero la continuacion no dejes en suspenso sigue escribiendo

Aki dejando la continuacion!!! muchas gracias por su comentarios, daré mi mejor esfuerzo y espero la historia les guste. y si Eli-chan si puedes llamarme así. jajaja
y si naruto es algo, más que odioso, indiferente con hinata. En la historia ya se ira explicando el por qué.

muchas gracias por sus comentarios!!

LOS RAYOS DEL SOL ACARICIABAN SU ROSTRO, poco a poco comenzó a abrir los ojos, era un cuarto blanco y estaba acostada en una camilla, no tardó en darse cuenta que se encontraba en un hospital, miró sus brazos, estaban vendados al igual que sus piernas y parte de su rostro, se quedó mirando el techo hasta que una enfermera llegó para cambiarle los vendajes.

– ¿Qué sucedió?

Preguntó Hinata mientras trataba de sentarse. Pero la enfermera se quedó en silencio, ya que sabía de las consecuencias que podría haber cuando se le informaba tan pronto al paciente del accidente que había tenido. Salió de la habitación un momento, para después regresar con la autorización de su superior, se llevó un mechón de cabello detrás de la oreja, y dijo:

– Ha estado 1 mes inconsciente señorita, llegó aquí con quemaduras leves y varias cortadas en su cuerpo, por suerte los doctores pudieron extraer todos los vidrios incrustados, les sorprendió mucho que sus quemaduras y heridas sanaran tan rápido sin dejar alguna cicatriz, ellos dijeron que nunca habían visto un caso igual. En cuanto el accidente, las autoridades desconocen aun lo que provocó el fuego.
En ese instante recordó todo el dolor de esa noche.

– Mi familia murió… ¿cierto?

El silencio de la enfermera bastó para contestar aquella pregunta. Fue en ese momento en que su mundo se detuvo, sin embargo, a pesar de que la noticia la había dejado devastada, ella no pronunció ni una sola palabra, ni siquiera miró a los ojos a la enfermera, simplemente se quedó callada con la mirada hacia abajo, mientras su mundo se desmoronaba lentamente. En completo silencio.
Después de unos días, salió del hospital, no lo pensó dos veces y decidió visitar a su familia una última vez. Tomó el autobús, sus ojos se iluminaron al llegar al pequeño, pero colorido pueblo donde había pasado tantos momentos inolvidables, pero también era el lugar donde perdió lo que más amaba. Su Familia. Recorrió las mismas calles que recorría cuando niña, tomada de la mano de su mamá, solo que ahora ya no radiaba con aquella felicidad de ese entonces, su mirada estaba perdida, sus ojos habían perdido su brillo al igual que la esperanza, estaba sola en el mundo. Así siguió caminando hasta llegar frente a un gran portón negro, entró sin ningún temor y caminó hasta llegar frente a las cuatro lápidas, y delante de la tumba de su madre, alzó la mirada y prometió, que lograría salir adelante y que nunca la decepcionaría, que sería más fuerte, que no volvería a llorar que estaría orgullosa de su hija.
Semanas después se mudó a Londres aceptando que la beca pagara sus estudios y por las tardes trabajaba como camarera en un prestigiado restaurant.

El tiempo pasó, y una noche como cualquier otra, después de salir del trabajo, caminaba rumbo a su casa, pasaba junto al parque cuando notó que algo brillaba entre las hojas secas de los árboles, se inclinó para ver mejor e hizo a un lado las hojas, observó un hermoso y fino collar de plata, con diminutas piedras incrustadas y en medio tenía una extraña joya de color azul metálico en forma de gota. Miró por las calles, pensando encontrar al dueño de dicho collar, pero extrañamente esa noche las calles estaban vacías, le pareció curioso que de toda la gente que pasó ese día fuera ella quien se lo encontrara, ¿Quién dejaría caer algo que parecía tan valioso y caro? Guardó el collar en una de las bolsas de su suéter, y cuando llegó al departamento lo metió en un cajón, pero antes de cerrarlo observó una pequeña caja empolvada, con mucho cuidado la sacó. Aquella caja guardaba fotos de su familia y de ella. Se sentó en la cama, pasaba las fotografías una por una, lentamente, en más de una ocasión sonrió, se sentía estúpida al hacerlo, sin embargo aquellas fotografías le traían tantos recuerdos, después de todo ya había pasado un año y medio del accidente.
Se hacía tarde, después de guardar las fotos se acostó a dormir, todo iba bien hasta que algo la despertó, pudo sentir como algo jugaba con sus cabellos, abrió los ojos rápidamente y notó que la puerta del balcón estaba abierta.

Solo fue una corriente de aire

esa fue la única respuesta lógica en la que podía pensar, ¿pero cómo? si ella había cerrado todas las puertas esa noche. Se levantó de la cama y cerró la puerta, por las ventanas pudo observar la luna, esa noche era de luna llena y el cielo estaba tan hermoso como aquella vez, fue como quedar en un trance, sentía algo extraño cuando la luz de la luna tocaba su piel, después de un rato volvió a la cama, pero fue inútil, no pudo conciliar el sueño, en lo único que pensaba era en salir de la casa para que la luna la bañara de plata, no era ella, era algo en su interior, algo que no podía controlar, algo le inquietaba, era como un impulso.
Ya no aguantaba más, tomó su suéter, estaba a punto de marcharse cuando se detuvo.
Algo hacía falta.
Fijó su mirada hacia los cajones, rápidamente sacó el hermoso collar y se lo puso, cerró la puerta con llave, bajó las escaleras de puntillas para no despertar a los vecinos, y cuando al fin salió del edificio, fue un gran alivio, se sentía tan energética en ese momento, la luz de la luna brillaba con intensidad, y ella podía sentir como su piel se erizaba al contacto del viento.
Comenzó a caminar, estaba sola por la carretera, no sabía a dónde iba o cuando detenerse, poco a poco la ciudad comenzó a quedarse atrás, abriendo paso así a los campos. Llegó a un jardín lleno de rosas, donde brotaba un pequeño rio y las luciérnagas daban un toque romántico, siguió el sendero del rio, caminaba y caminaba, sin embargo la noche no parecía que fuese a acabar, no tenía miedo de que algo le llegase a suceder, tenía una corazonada, algo que le decía que todo estaría bien. Cuando llegó al final del rio, se sorprendió mucho al ver un enorme jardín de rosas, pero no era la cantidad lo que le impresionó, si no el color de todas ellas, eran de un azul muy hermoso, y con la luz de la luna reflejándose en el rocío, éstas brillaban como un cristal, pero ahí no acababa la sorpresa, porque justo en medio se encontraba una puerta de apariencia antigua, atravesó el rosal, y con una de sus manos tomó el picaporte de la puerta, la abrió sin temor a lo que hubiera dentro, para su sorpresa la puerta no tenía ninguna habitación del otro lado, simplemente era el marco de una puerta.
Su decepción no duró mucho, solo unos segundos después de abrir la puerta, el collar que traía puesto se iluminó tanto que tuvo que cerrar los ojos y en cuanto los abrió de nuevo, se dio cuenta de que ya no estaba en el mismo lugar.
Los pinos estaban cubiertos de nieve y entre ellos se podía escuchar la música de un piano, Hinata comenzó a caminar, guiada por la melodía, llegó al fin a un claro donde se encontraba un piano blanco y el creador de ese magnífico sonido. Era un joven de cabellos rubios, un poco largos y revueltos. Hinata no pudo quitarle los ojos de encima, a simple vista se veía que ponía el alma en su música, porque lo que escuchaba en ese momento no se comparaba con nada a lo que conocía. Cuando el joven alzó la mirada y la vio ahí parada, repentinamente dejó de tocar, sus ojos Azules recorrían el cuerpo de hinata como si estuviera perplejo de su presencia.

– Al fin has vuelto... Lain

Dijo el muchacho con voz profunda, mientras se levantaba del asiento del piano y caminaba lentamente hacia ella. Hinata solo quería huir de ahí, pero su cuerpo se paralizó y aquel pensamiento que le decía que nada malo le sucedería seguía en su cabeza.

– Lo-lo siento, pero mi nombre es Hinata. Hyuuga Hinata.

Dijo tartamuda. El extraño se detuvo a solo unos pasos de distancia y tomó con una de sus manos el delicado rostro de ella, obligándola a mirarlo a los ojos, causando un leve sonrojo en las mejías de esta.
Se tomó un momento para observarla detenidamente, aunque para hinata fue toda una eternidad, nunca antes alguien había estado tan cerca de su rostro como él, sentía la frialdad de sus manos.


Se preguntó al mismo tiempo que millones de dudas resonaban en su cabeza ¿Dónde estaba? ¿Quién era él? ¿Por qué no huía? Esos ojos. Esa voz. Le eran tan… ¿familiares? ¿Por qué parte de ella… se sentía en su hogar?
Desviando solo un poco la mirada, se dio cuenta de lo que había atrás de él.
Era una especie de bulto de negro con una máscara puesta en el extremo superior, que parecía observarlos con atención.

– ¿Q-que es eso?

Terminadas esas palabras la extraña entidad se abalanzó contra ellos.
Pero el rubio era ágil, aun de espaldas rápidamente tomo a Hinata de la mano y esquivó el golpe. Causando que el extraño moustro se fuera de lleno contra los arboles.

– Una criatura sombra.

Contestó poniendola detrás suyo, como si su cuerpo formara una barrera entre el moustro y ella, al mismo tiempo que la criatura rugió fuertemente mientras trataba de levantarse. Le pareció increíble que él no demostrara ni una pisca de miedo a comparación de ella que le temblaban las rodillas.

– Necesito que hagas algo –dijo él mientras sacaba una espada con doble filo de su cintura- corre al bosque y busca el rio, ellos no pueden tocar el agua además así se borrara tu aroma.

La criatura triplicó tres veces su tamaño y fijo su atención al rubio.

– ¿Qué estas esperando? ¡¡Corre!!

Cuando ella al fin salió corriendo no pensó dos veces para ir en contra de la bestia.
Con un ágil y elegante movimiento de su espada, corto uno de sus brazos, que al caer al piso se redujo a ser una oscura sustancia viscosa.
La bestia gimió de dolor, golpeando a nuestro héroe mandándolo a volar por los aires hasta que una roca detuvo su caía. Y asiéndolo de un lado se adentro al bosque buscando el rastro de Hinata.
Ella corría lo más rápidamente posible, había pasado unos segundos desde que escuchó a la criatura rugir. Corría a varias direcciones pero no alcanzaba a ver el rio. Detrás de ella escuchó como los arboles caían rápidamente.

– Kyaaaa!!!

La criatura la había alcanzado. Hinata corrió lo más rápido posible, tropezando con las ramas de los arboles, pensando en que si no lo hacía el par de colmillos que tenia detrás la alcanzaría. Cuando lo hubo dejado un poco atrás decidió esconderse entre unos árboles, sus piernas estaban llenas de raspones.
Un silencio frustrante, se creó a continuación. Ni siquiera el viento hacia ver su existencia. Solo su corazón que latía rápidamente. Se preguntaba si el moustro lo escucharía, si olería su miedo.
Entonces desde los aires cayó frente a ella, mostrando sus enormes colmillos, después de años, una vez más, creyó que era su fin.
Él se adentraba con gran velocidad al bosque, había escuchado el grito de Hinata, sabía que si no la encontraba a tiempo sería su fin. Sí eso pasaba, entonces la única oportunidad de salvar a su reina habría desaparecido. Entonces vio como la criatura acorralaba a la chica contra un árbol, no era lo suficientemente veloz para llegar, debía matarlo ahora, y solo tendría una oportunidad para hacerlo, nunca antes había hecho algo igual, pero después de todo.
A él le gustaban los retos.
Calculando cuidadosamente, arrojó su espada contra la bestia.
Un destello cruzó entre los árboles, enseguida una espada perforo el pecho del enemigo. Causando su muerte, Haciendo que convirtiera en una masa de baba negra.
Hinata estaba en shock, aquel líquido apestaba a sangre podrida, camino unos pasos alejándose de aquella escena y después se agacho, metiendo la cabeza entre las rodillas, confundida.
Sintió el contacto frió sobre su piel, y rápidamente alzó la mirada para dar con los ya familiares ojos azules.

– ¿Estás bien?

– A-aléjate –dijo luchando contra él- no, no.

– Tranquila –dijo con una voz dulce- no voy a lastimarte, confía en mí -tomó una de sus manos que temblaban por el miedo- ¡vamos, hay que irnos!

Dijo mientras la hacía ponerse de pie.
Ambos caminaron de nuevo hacia la masa gelatinosa que antes era el moustro, donde el rubio saco su espada. Era larga, liviana y afilada, Digna de un guerrero.
Por inercia, lo siguió, ambos llegaron a una mansión con un enorme jardín de rosas azules.
Al parecer ahí eso no era algo extraño.

ooooh que buena historia =) jojojo me encanto eh....

me apareci de nuevo gomene por el retrazo

muy hermoso de verdad
queremos continuacion

Hay mucho ooc y no hay armonía en tu escrito, maneja el buen uso de tildes, tiempos y espero y describas más, además espero y empleés el uso del guión largo.

Ammm muchas gracias por las criticas jeje

les agradesco que lean mi fic y si tratare de hacer un poco mas cortas
las contis!!

jejeje
lo del OOC
lo admito
pero como dije desde el principio
es una adaptacion de una historia que ya habia hecho
por supuesto no se trataba de naruto ni de hina-chan
sólo quic aportar algo al foro (pues la seccion NH a estado muy inactiva)
es por eso que las personalidads no concuerdan
pero lei en un apartado (no recuerdo cual)
que el OOC es cuando el personaje esta fuera del personaje sin una razon logica y
pues en la historia si va aber 1 razon logica
eso vendra en la proxima conti
solo les pido paciencia ahora que ago las correciones
cuando me dieron las criticas pense en abandonar el fic pero

ya sabn que las primeras criticas son las mas dificiles de superar
pero e decidido continuarlo
e comenzado a escribir otra historia
esta vez inspirada en la pareja solo
la subire en cuanto la tenga lista
e tenido un contra tiempo
c hecho a perder mi lap
y aora mismo estoy en un ciber café
siii........
nosotros la gente... jejeje
subire pronto la conti gracias x los comentariosss!!!!!!!!!!!

Pues la verdad es que ami me gusto mucho y no tengo criticas lo unico que te digo es que me encanto esta muy bien

esta bueno continualo plissss!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

jejejeje mucho tiempo sin pasar po aqui!!1

wueno les dejó la conti!

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En cuanto entraron una pequeña niña corrió hasta ellos con una enorme sonrisa.

– ¡¡En verdad la has traído de vuelta!!

Gritaba la pequeña.

– Emily, llévala a su habitación y dale algo de ropa.

Dijo Naruto mientras a la niña. Ella tomó la mano de Hinata obedientemente y ambas subieron al segundo piso, llegaron a una habitación de apariencia antigua, ahí Emily le entregó una bata de seda blanca a la ojiperla, los finos bordados y el delicado encaje le hacían sentirse parte de la antigua burguesía. La habitación era bastante grande, la mayor parte estaba hecha con madera. Miró la cama, era amplia y estaba rodeada por unas cortinas blancas algo transparentes.
Después de muchas preguntas e infinitos juegos Emily se marchó, tan pronto cerró la puerta, Hinata se levantó y caminó hacia el balcón, para su sorpresa se encontraba en medio del bosque, miraba por todos lados esperando encontrar la manera de salir de ahí, pero solo logró ver una vez más la luna llena. El ritmo de su corazón parecía aumentar, en ese instante fue como si todo el mundo desapareciera, su mirada se quedó fija en la luna, durante un segundo pudo jurar sentir un fuerte aroma rosas.

<>

– ¿Q-qué?

De inmediato se dio la vuelta con el corazón latiéndole a mil por hora.
A pesar que fue como un susurro, pudo escuchar a la perfección esas palabras. Pero no había nadie cerca, ¿Quién habría dicho eso?

<< Venganza… solo quiero venganza>>

De nuevo esa voz, esta vez sonaba más autoritaria y molesta. De repente sintió un dolor punzante en su interior, comenzó a marearse, la habitación le daba vueltas, la visión comenzó a serle borrosa y el dolor se hacía cada vez más fuerte, apenas logró llegar a la cama se acostó entre los almohadones en posición fetal, la frente le sudaba y los ojos le pesaban, aquella voz no dejaba de susurrar dentro de su cabeza, confundiéndola y asustándola más. Pronto cerró los ojos y se desmayó, cayendo en un profundo sueño.
Después de un rato Emily regresó a la habitación en compañía del joven músico.
Debían encontrar ese collar y no podían perder más tiempo, sólo así se podría estar seguro de que aquella extraña en verdad era la portadora del alma de su reina.

– Ummm –dijo la pequeña hablando lo más despacio posible- ella parece dormir profundamente, ¿estará bien? Pareciera que estuviera muerta.

– Sólo está cansada por el viaje.

Dijo el rubio mientras revisaba los cajones de la pequeña mesa junto a la cama.

– ¿Humanos he? Ellos son tan débiles.

Dijo la pequeña mientras bostezaba y tallaba sus ojos por el sueño.

– No tienes porque juzgarlos de esa manera

– ¡¿Ehh?! Acaso… ¿la estas defendiendo?

Preguntó asombrada.

– Por supuesto que no, pero yo también soy un humano ¿lo recuerdas?

– ¡oh, es cierto! ¡Se me había olvidado! Pero tú haces cosas mucho más difíciles y
no luces cansado ¡eres realmente genial!

Dijo con una gran sonrisa en sus labios a lo que el rubio simplemente guardo silencio.

Después de un rato buscando en vano la joya por toda la habitación, ambos concluyeron que Hinata aun la llevaba puesta, debido a que Emily era muy tonta para la tarea, el que debía encargarse era él.
No esperaba que diera demasiadas complicaciones, con ambas manos hizo a un lado las cortinas de seda que rodeaban la cama, dejando ver a la hermosa muchacha durmiendo, se acercó lentamente hacia ella a tal punto de que podía sentir el calor de su respiración, sus ojos nunca habían apreciado tanta belleza, Lain era muy hermosa, pero esta extraña tenía algo que lo dejaba cautivado, a decir verdad ella desprecia un aroma totalmente diferente que el de Lain, aquella esencia era tan embriagadora. Los largos cabellos de Hinata caían en forma de cascada por su cuello, haciendo más difícil comprobar si traía puesto el collar, hizo a un lado los molestos mechones, dejando ver así la extraña piedra azul. Fue un alivio. Ella era la correcta, estaba a punto de irse cuando ella comenzó a abrir sus ojos, dejándole ver esos hermosos orbes color plata, con los ojos a medio abrir ella se lo quedó mirando con ternura, se sintió desnudo frente a ella, como si con sólo mirarlo pudiera leer su alma, Naruto se quedo inmóvil, creyó haberla despertado, sus rostros estaban demasiado cerca, sin embargo, no tardó mucho para que ella cerrara los ojos de nuevo.

– Es la correcta.

Dijo mientras, se alejaba de la cama rápidamente con el rostro hacia abajo.

– ¡¿en serio?! ¡genial! –dijo la pequeña saltado de gusto- ¿Mmm? Naruto… ¿Por qué tienes el rostro rojo?

Preguntó inocentemente la pequeña, ya que el rubio se había quedado de pie frente a la puerta con una mano en la perrilla y con otra tocando su rostro.

– N-no es nada, vámonos.

La cara le ardía, después de tanto tiempo ¿se sentía cohibido?, aunque ella no había despertado, sólo haberla mirado tan detalladamente, el sentir su aroma, su calor, el haber tenido tan de cerca aquellos labios tan hermosos y frescos. El deseo de probarlos se hacía cada vez más grande. Él deseo. Algo que él no podía, o más bien no debía, experimentar. Sólo había una razón lógica para eso, tocó su estomago por un momento. El sello comenzaba a debilitarse.

A LA MAÑANA SIGUIENTE, en el jardín.

– Ayer dijiste que tu nombre es Hyuuga hinata, ¿cierto?

Se encontraba mirando las extrañas rosas azules.

– Así es.

Dijo un tanto apenada.

– Perdón si no me presente ayer –volteó- mi nombre es Uzumaki Naruto y… soy tu guardián.

Como si se tratara de una película antigua, Naruto se inclinó cortésmente, en señal de reverencia, tomando su femenina mano con delicadeza para plasmar un suave beso en sus nudillos. Al instante ella se ruborizó.

– Debemos hablar acerca de tu misión.
Dijo suavemente, podía sentir el cálido aliento del rubio chocar contra su mano, eso al instante le enchinaba la piel.

– ¿M-misión?
Balbuceó la dama mientras retiraba rápidamente su mano.

– Sí. -dijo poniéndose lentamente de pie- Dime ¿Acaso sabes donde estas? O ¿El porque estás aquí?
Hinata se quedó callada observándolo fijamente, a lo que el rubio sólo dedico una sonrisa tímida.

– Por favor, escucha –dijo con voz suave- El destino te ha traído a esta “dimensión” por ser la única que puede con esta tarea, este mundo, está en guerra, y este reino –Naruto la miró seriamente a los ojos- te necesita a ti, su reina, para acabar con lo que se empezó hace un año y medio, aquella noche de luna llena, que se baño con sangre.

nueva lectora
me gusta tu fic y más porque ya lo tienes terminado

me encanto la parte que Naruto besa la mano de Hinata
ahora como reaccionara Hinata con la informacion que le dio Naruto

continualo pronto

natsumi

Ooo que interesante , para empezar dejame decirte
Que me encanta tu fic  y ... ettoo..   quiero conti ... onegaiii  no demores ...

Ooo que interesante , para empezar dejame decirte
Que me encanta tu fic  y ... ettoo..   quiero conti ... onegaiii  no demores ...