Inevitable.

Inevitable

Uzumaki Naruto era, un chico de 16 años, con cabellos rubios, ojos sinceros y celestes, bajo para su edad y flacucho; sinceramente, no le gustaba ser así, pero, no podía evitarlo.

Él, como buen adolescente, tenía que ir a la escuela, estudiar y prepararse para el futuro.
A él, no le gustaba mucho eso, preferiría irse a comer ramen o ir a algún lugar para pasar el rato; sí, le gustaría dejar de lado los deberes, pero, no podía evitarlos.

Tenía amigos, grandes amigos; de esos en los cuales uno confían plenamente, y les daría su vida con los ojos cerrados.

Dos de ellos, Sakura y Sasuke, eran los mejores; con ellos andaba de un lado a otro. Hacían lo que los adolescentes normales hacían también; porque si de algo estaba seguro, con ellos todos los días eran iguales, le aburría aquello, pero, era inevitable.

Pero dicen que ha cosas que cambian, y demasiado; a él le pasó lo mismo, no supo cómo o cuándo, pero se había enamorado, plena y ciegamente, y para colmo de uno de sus dos grandes amigos.

Y él, como buen Naruto que era, se lo dijo; se reprendió mentalmente, una y otra vez, ¡Pero que tonto era, creyendo que Sasuke lo querría de esa forma también!; era un bocazas, lo sabía, pero, no podía evitarlo.

Y también decían que hay cosas que no cambian; y si él, decía conocer a Sasuke, se equivocaba, como siempre, Sasuke lo sorprendió.

Le besó; justo después de él mismo sonrojarse y alterarse por aquellos sentimientos, habiéndose confesado de una manera que él consideró cursi y bochornosa; Sasuke le besó.

Pero ellos eran hombres, no podían evitarlo; se querían y tampoco podían evitarlo; él, sabía que hacer ‘eso’, con su mejor amigo estaba mal, pero, como todo en su vida, era inevitable.