~Eres un Idiota [Magnus x Alec] [En Proceso] [+16]

Alec estaba destrozado, había intentado dormir después de lo sucedido, pero fue muy tonto pensar que podría llegar a hacerlo. No pudo ni siquiera cerrar sus ojos por 5 minutos y eso se notaba muy bien en sus enormes y obscuras ojeras, estaba pálido y sus ojos azules habían perdido su color por el cansancio.

Ya era tarde, había evitado todo, a su hermana, al despertador, a Iglesia queriendo entrar. No había salido de su habitación, ni siquiera se había cambiado la ropa mojada, recordó entonces que debía cambiarse, no podía enfermar, los Nefilims no podían darse ese gusto tan fácilmente.
Se decidió a levantarse de su cama, que también se encontraba húmeda por las ropas mojadas, abrió su armario y se puso una remera blanca y unos pantalones negros, la ropa de Alec no variaba mucho, eran vestiduras muy básicas que se parecían entre sí, a diferencia de Magnus no le importaba mucho su aspecto.

Al ver que dormir se le era imposible, y mucho menos con una cama mojada, se fue por los pasillos en busca de algo para comer y al llegar a la cocina notó que su hermana no estaba, era raro no verla intentado "cocinar" algo que nadie comería porque por lo general sabía horrible y como decía Jace: "Fácilmente podría matar a un Demonio con solo un mordisco". Entonces recordó que ella no iba a estar presente a partir de cierto horario que ya había olvidado, por parte le parecía bueno porque no iba a sufrir el terrible interrogatorio de su hermana y por parte no, necesitaba hablar con alguien, por más que no quisiera hacerlo sabía que lo necesitaba.

Pero para su sorpresa estaba Jace en la cocina, con una taza de café en la mano; Café un suministro primordial que no podía faltar en el instituto, podría faltarles comida y no llorarían hasta que se les acabe el café y si eso si sería terrible. Jace lo miró asombrado, no esperaba verlo a esas horas con tan mal aspecto en su rostro.

- Woow! Debo de admitir que no creía en eso de que el maquillaje te hacía un cambio enorme, hasta ahora. ¿Se te ha acabado la base? Puedes tomar la mía si quieres, pero no me la gastes, aunque no es que la necesite- Dijo Jace otorgándole un guiño a Alec mientras tomaba un poco de su café.

- Solo no he podido dormir muy bien que digamos- Decía mientras se servía un poco de café en una taza, rara vez respondía a las bromas de Jace y hoy era claro que no iba a ser la excepción.

- No te preocupes no has sido el único, escuchar a Izzy gritar por todo el pasillo a las 3 de la madrugada no es fácil de ignorar-. Jace le dedicaba una mirada expectante a Alec esperando una reacción de su parte.

Alec estaba helado, había ignorado su comportamiento al llegar al instituto, si lo que no quería era dar explicaciones a su hermana mucho menos se las iba a querer dar a Jace. -Si, ha estado un poco histérica últimamente...Has..escuchado algo?- Alec rogaba por dentro que Jace hubiese estado lo suficientemente dormido como para solo escuchar unos simples pasos o gritos, pero no podía ignorar que gran parte de esos gritos, gritaban su nombre.

-Si , cosas terribles , terribles de verdad- Dijo Jace con una cara de asombro que asustaba a Alec - "Alec, no seas malo , ayúdame a depilarme las piernas" , se que Isabelle puede ser muy insoportable con ese tema, por supuesto no es que yo alguna vez la haya ayudado- Como siempre Jace era Jace, y eso era algo Alec siempre admiró de él, por su cabeza seguía rondando la pregunta de si realmente lo amaba pero tuvo que despejarla tan rápido como un sorbo de café.

-Últimamente estás muy raro- Jace había logrado fácilmente leer las actitudes extrañas de Alec, éste se preguntaba si realmente era tan fácil de leer, incluso si era Jace y él persistía, no iba a declinar. -¿Porque todos creen eso? Solo estoy cansado nada más.

-mmm bueno por empezar no has tomado ni un trago de tu café- Jace lo miró mientras Alec bajaba la vita hacia su tasa, hizo como si no hubiera escuchado eso y tomó un poco, el café estaba frío , Alec odiaba el sabor cuando eso sucedía y su rostro no pudo ocultar su desagrado mientras dejaba la taza en la mesa y la corría a un costado.

-¿Sucedió algo? ¿Sucedió algo con Magnus Bane?- Jace iba directo al punto, la cara de Alec palideció más de lo que había estado antes, sus manos se sostuvieron por la mesa y sentía el peso de su cuerpo sobre ellas. Definitivamente no estaba preparado para esto, no con Jace. - ¿Qué?.... No... No entiendo... ¿ A.. Que te refieres?- No podía evitar que su voz se entrecortara, no podía evitar colocar sus ojos en blanco, sentía que el techo se le venía encima y que no podía hacer nada para evitarlo. Jace lo miró serio -Alec...- Pero antes de que pudiera proseguir alguien abrió la puerta, Alec sintió un alivio al verla, su presencia lo había salvado.

En sus manos sujetaba muchas bolsas de varios tamaños y colores, estaba vestida de manera radiante. Ambos la miraron enarcando una ceja. -Mujeres... Pensé que estarías en una reunión con Maryse y Robert- Dijo Jace mirando la gran cantidad de bolsas que sostenía. - Y si estuve ahí, pero eso no significa que luego no pueda ir de compras..En cambio ustedes- Bajó la mirada hacia ambos, inspeccionando el estado demacrado de de cada uno - Parece que hubieran peleado con un Demonio Mayor.

- ¿Y quién crees que es la culpable por la ausencia de mi belleza? .No es fácil dormir cuando te pones a gritar a las 3 de la madrugada. Además yo no soy el que está peor - Ambos miraron a Alec y él se miró así mismo. Isabelle le otorgó una mirada seria, aún estaba enojada por lo de la noche anterior, pero no podía ser tan fría con él por siempre, ambos hermanos se miraron, Isabelle vio algo raro en Alec y luego pasó su mirada a Jace, algo no iba a bien.

-Será mejor que se arreglen , hoy tenemos una fiesta- Isabelle pensó que si había que retomar el tema de ambos, sería un problema, en especial para su hermano, por más que estuviese enojada con él no era tan cruel como para dejarlo en una difícil situación con ambos. Jace y Alec se quedaron mudos, y Alec, quien no había hablado desde que su hermana había llegado a la cocina, fue el primero en romper el silencio. - ¿Una fiesta? ¿De qué hablas?- No podía ocultar el hecho de que la idea no le gustaba para nada, pensar en fiestas era pensar en él. "FIESTA = MAGNUS", Alec estaba muy seguro de que la posibilidad de que él estuviera ahí era de un millón en un millón.

-Una fiesta chicos, ¡por el Ángel! Sé que ambos tienen muy poca vida social pero creo que saben lo que es una fiesta, de lo contrario con más razón tenemos que ir- miró a Alec on ojos desafiantes. - Y esto es definitivo, sin discusión - De alguna manera Isabelle sabía que el problema de Alec estaba ligado a Magnus, no sabía que había sucedido, pero no iba a dejar que las cosas quedaran así.

-A mi me da igual mientras no haya bebidas de Kelpie, no quiero terminar corriendo desnudo por la avenida- Izzy rió por adentro recordando un antiguo suceso donde eso ya le había ocurrido una vez a Jace. -Entonces prepárense, salimos a las 8- Dijo sonriendo mientras se alejaba y no le daba a Alec la oportunidad de protestar. Éste se quedó por un tiempo con una mirada fija hacia la puerta. -Ahí estas de nuevo, pensando demasiado- Dijo Jace. Alec lo miró, estaba claramente enojado pero Jace no iba a ser la persona victima de eso, entonces corrió tras Isabelle.

Entró a la habitación de su hermana con una gran furia reflejada en su cara. Ella se encontraba organizando su ropa, las bolsas estaban sobre la cama y algunos de sus artículos se encontraban sobre ella, un vestido, un reloj, unos broches para el cabello, un perfume. Isabelle lo miró disgustada- Podrías haber tocado la puerta

- Y tú podrías haber callado, se que estás enojada, pero ni pienses que voy a ir

-Sí, si vas a ir, quieras o no. No podemos quedarnos en el Instituto, hoy hay una reunión importante aquí y somos un estorbo. Para las 9 nuestros padres estarán aquí con otras personas, no me preguntes quienes porque no tengo idea solo sé que como no vamos a estar aquí y para no terminar en la nada nos vamos de fiesta, simple y claro

-Entonces prefiero caminar hacia la nada durante toda la noche, pero no iré.

-¿Por qué no? ¿Porque tienes miedo de encontrarte con Magnus? No sé qué es lo que ha sucedido entre ustedes pero huir no te servirá.

Nuevamente las palabras de Isabelle quedaban en su mente, estaba huyendo, no quería enfrentar a Magnus como tampoco había querido hablar con Jace en la cocina, todo lo que había hecho ese día era huir, ¿Por cuánto tiempo más iba a seguir así?. Alec colocó sus manos sobre su cabeza, aún tenía conflictos dentro suyo, no quería ver a Magnus después de todo lo que había pasado porque estaba avergonzado de si mismo, pero tenía que hacerlo, juntar el valor y hablar con Magnus.

-Esta bien, iré.

Isabelle mostró una enorme sonrisa en su rostro - Muy bien, pero será mejor que te cambies, tienes un aspecto deprimente y fúnebre- Alec volvió a repasar su aspecto, varias veces se había visto obligado a hacerlo, demasiadas veces en un solo día o al menos era demasiado para Alec.

-¿Estoy muy mal?

-Arruinado diría yo- Isabelle era demasiado honesta cuando se trataba de la apariencia. Pero eso no significaba que solo hablaba y miraba, así que con una sonrisa de las que su hermano solía alejarse, porque sabía que detrás de ella siempre se ocultaba algo, le ofreció su ayuda a Alec.

Isabelle sacaba toda la ropa de Alec sin una pequeña gota de delicadeza, la ropa caía en el suelo, en la cama, volaba por los aires, a Alec no le quedaba otra que levantarla y acomodarla -En serio, no necesito ayuda- dijo mientras recogía una remera que recordaba era de color negro, pero eso fue hace casi ya 4 años ahora solo parecía ser un trapo gris. Lo dobló y observó su ropa que era muy diferente a la de Magnus, haría falta kilos de brillo y purpurina, para que se pareciese a la de él. Agregando que Magnus estrenaba una ropa diferente todos los días, si fuera humano estaría en quiebra hasta las próximas veinte generaciones.

-Si, si la necesitas, y con mucha urgencia. ¿Cómo es posible que tengas cinco pantalones iguales?- Ella sabía que su hermano era demasiado simple, ahora sabía que "Demasiado" era una palabra que le quedaba chica. -Eran los únicos que quedaban- Alec hablaba por hablar, ni siquiera se acordaba cual había sido la última vez que había salido a comprarse ropa. A veces sus padres les traían obsequios de sus viajes por Idris y a veces recibía ropa. Pero ellos ya conocían los pocos gustos de Alec así que no variaba mucho de la ropa que por lo general usaba.

Isabelle negó con la cabeza desaprobando por completo el armario de su hermano -Bueno entonces ponte esto- Arrojó una remera blanca por los aires que Alec agarró antes de que cayera sobre el piso -Esto- Arrojó un saco marrón madera que nuevamente el chico que tuvo que reaccionar rápido para que cayera sobre sus brazos -Y..... Esto -, le entregaba con sus manos unos pantalones de color negro. -No serás Brad Pitt pero te verás mejor de lo que estás ahora-

-¿Quien es Brad Pitt?- Dijo mientras observaba la ropa.

-Un mundano muy sexi. A veces me sorprende que...- Isabelle se quedó muda, su hermano observó que sus ojos parecían blancos como platos. -Por el Ángel es muy tarde, debo cambiarme! - Salió corriendo de la habitación dejando a Alec totalmente confundido, miró el reloj y notó que eran las 5:30 aún faltaban más de 2 horas para las 8. -Y yo soy el raro- dijo mientras se disponía a tomar una ducha para luego cambiarse.

Cuando terminó de cambiarse salió por los pasillos hacia la sala principal y no le sorprendió ver a Clary. Ella estaba sentada al lado de Jace que parecía explicarle algo respecto a las runas, al acercarse más vió por la ventana a Simon sentado en una de los escalones del instituto, ambos se encontraban vestidos normales tal como Alec los había conocido. Jace estaba vestido a su manera, como "El chico malo". Se sentía raro con lo que tenía puesto, es más, no recordaba jamás haber usado el saco de color madera. Se preguntó si siempre había sido de ese color o si simplemente era otro de sus atuendos desgastados.

Los sonidos de unos tacos interrumpieron su pensamiento y el de todos en la sala, Isabelle que se encontraba muy “producida” había logrado cambiarse después de tanto tiempo de espera. Lucía un vestido dorado y corto que brillaba como oro en la luz, su pelo estaba recogido como un moño por un broche plateado. -Muy bien ya podemos ir moviendo- Isabelle miró a Clary y movió la cabeza mostrando decepción - Ay Clary, que voy a hacer contigo - Ella se miró y por un segundo se sintió culpable por ser la menos arreglada, pero esa idea se esfumó tan rápido al recordar que Simon estaba en la misma situación que ella. Isabelle abrió la puerta y Simon se levantó de golpe, había estado observando la obscura noche por un largo tiempo. Clary le había ofrecido su compañía, debido al hecho de que por ser uno de los Hijos de la Noche no tenía el acceso al instituto, pero él se negó.

Isabelle nuevamente puso cara de decepción - Ya veo que son como hermanos - Dijo mientras tomaba de Simon por el brazo y bajaba las escaleras. Los demás siguieron su paso, a pesar de las horas a ninguno le preocupaba caminar por las calles, con un paso acelerado Isabelle había dicho que como mucho tardarían 15 minutos, 15 minutos que Alec usó para distanciarse mentalmente de sus compañeros no creyó que lo notaran de todas maneras, Clary estaba ocupada hablando con Jace mientras Isabelle presumía su look a Simon.

Alec recordaba por dentro lo sucedido con Magnus, una y otra vez recordaba sucesos, palabras, expresiones, todo lo oprimía por dentro. Tuvo que volver a su realidad cuando pararon en frente de una enorme casa que lucía lujosa por afuera con unas paredes de color bordó, Isabelle les había dado información en el camino sobre su dueño, un Hada "amigo" de Isabelle, información que Alec escuchó a medias debido a que sus pensamientos ocuparon parte de su tiempo.

Isabelle se adelantó y tocó el timbre de la puerta, pasaron unos minutos hasta que alguien la abrió, Era un joven de cabello rubio, pero de un color muy pálido que con falta de luz podría pasar como blanco. Su piel también era pálida, parecía la piel de un vampiro, solo que no se le notaban sus venas y lo único que resaltaba eran sus ojos verdes que parecían brillar en la obscuridad.

Isabelle mostró una gran sonrisa - Edward, muchas gracias por invitarnos-

-De nada, no estoy acostumbrado a recibir visitas de Neflims en mis fiestas, pero por ti lo que sea- Se corrió para dar paso a sus invitados y cuando Alec entró notó la enorme cantidad de personas que había adentro, no recordaba que la casa fuese tan grande por fuera, pero por dentro era inmensa y estaba totalmente llena, notó la presencia de Vampiros, de Hadas, de Brujos, notar la presencia de estos último lo puso nervioso, y cuando intentó encontrar a vista a sus compañeros notó que Isabelle y Simon ya no estaban, Jace y Clary aún estaba con él pero no quería tenerlos cerca no por la presencia de Clary sino por la de Jace, si Magnus iba a aparecer no quería tener que lidiar con dos problemas.

-Iré a un lugar donde esté más despejado, tengo que llamar mis padres- Alec tuvo que gritar , El ruido de la música de adentro más los invitados que hablaban y hablaban hacía que una simples palabras salieron de esa manera , pese a sus gritos Jace se quedó confuso, no había escuchado a Alec hasta que él sacó un aparato negro de sus bolsillos y se lo mostró, entonces entendió y movió la cabeza en modo afirmativo, Alec se alejó y se perdió entre la multitud, había logrado lo que quería pero ¿qué estaba haciendo realmente? ¿Iba en busca de Magnus? ¿Y si al final no había venido? Había recorrido gran parte de la casa buscando una señal de él, no era difícil de encontrar siempre se las arreglaba para destacar sobre los demás, pero no lograba verlo y con cada segundo se ponía más nervioso.

Entonces logró escuchar a su lado a dos subterráneos que dijeron su nombre, el nombre de Magnus, a Alec se le erizó la piel, si estaba, estaban los dos en el mismo lugar, dio unos pasos con más intensidad y logró ver en lo alto del techo unas chispas de color azul, las reconoció al instante, solo él podía hacer eso de manera tan elegante. Corrió a las personas que estaban frente a él hablando, pasaba sobre ellos con mucha fuerza y velocidad sin pedir disculpas ni detenerse y entonces lo vio, estaba de espaldas hacia él con sus cabellos como púas negras y una capa de color bordó, sus pantalones eran blancos y notó que en la mano tenía una copa con alguna bebida.

Alec sonrió y se dirigió hacia él con grandes zancadas, había olvidado y dejado atrás todos los nervios y sus miedos, no iba a dejar que nada de eso se interpusiera en su camino. Se acercó tanto él que iba a pronunciar su nombre, pero unas manos sobre la cara de Magnus hicieron detener su paso, lo sujetaba con fuerza y con cariño a la vez, Alec no entendía lo que estaba viendo, vio al hombre que estaba en frente de Magnus mover sus labios y decir unas palabras que no llegó a escuchar, luego acercó a Magnus hacia él y lo besó. Alec se quedó mudo, mirando la escena como si estuviera viendo una pintura que no podía tocar, un terrible dolor se apoderó de él, mucho peor que el que había sentido en la mañana y en todo el día. La sonrisa de su rostro se había borrado por completo justo con todas sus esperanzas, entonces dio pasos hacia atrás y se dio media vuelta para desaparecer como una sombra que se expone a la obscuridad entre la enorme multitud de subterráneos.

Fin del capítulo 2.