Concurso "Parejas Compartidas"

Pareja principal: SasuNaru.

Secundaria: KakaNaru.

Somos ninjas, humanos nacidos para matar, ya sea para ayudar a la aldea o no, matar al fin y al cabo. Sólo hay una pequeña diferencia entre tú y yo, yo escapo de ti y tú me persigues con todas tus fuerzas para que vuelva a tu lado. Nunca imaginé que, quizás, con el tiempo, nuestros escasos encuentros para pelear se transformarían en encuentros solitarios para desatar toda nuestra pasión, que esas batallas feroces se transformarían en besos furtivos.

Me odio a mi mismo por ello, por estar enamorado cada vez más de ti Naruto Uzumaki. Cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo que pasa, haces que me enamore más, y tú, tú pierdes cada vez más y más la cabeza, sé perfectamente que no me amas, o eso pienso, pero yo no puedo evitarlo. Me has hechizado con tus encantos.

Poco a poco, yo Sasuke Uchiha me he convertido en tu amante, maldito rubio.

Pero, hay algo, o más bien alguien, su nombre es Kakashi. Por eso nuestros encuentros son a escondidas, por eso cada noche Naruto siente una especie de remordimientos que no puede controlar, porque lo que hacemos está mal y ambos somos conscientes de ello. Nos ocultamos de las atentas miradas de todo el mundo que nos ve juntos, haciendo ver que sólo somos dos rivales más, pero en el fondo, muy en el fondo, ambos sabemos que algún día eso de amarnos con tanto descontrol nos saldrá caro, más de lo que algún día llegamos a imaginar.

Era una noche cuando descubrí lo que tanto tiempo me habías ocultado, Naruto. La luna pálida alumbraba las calles y alguna que otra farola también lo hacía, dándole un aspecto bonito a las calles. Tú caminabas alegre, como siempre, al lado de una silueta masculina, esa silueta extrañamente me resultaba familiar y mis ojos no creyeron ver bien al que correspondía a esa silueta, tampoco creyeron ver bien cuando te acercaste para besarle.

Naruto, ¿por qué… por qué besaste a Kakashi?

Jamás te creí capaz de algo así. No sabía a cuál de los dos habías engañado antes si a mí o a Kakashi, tampoco tenía ganas de averiguarlo, pero, si algo me habías dejado claro era que cada vez tenía más motivos para alejarme de ti.

Al día siguiente nos volvimos a encontrar. Yo, tenía unas pequeñas ojeras por haber entrenado y, por mucho que me cueste admitir, por pensar en ti. Tú, lucías alegre y sonriente, ¿cómo podías fingir tan bien? Entrecerré los ojos y me quedé observándote, analizándote con mi mirada, tú también me mirabas con un deje de ternura e inocencia.

—¿Sucede algo Sasuke?— preguntaste, ladeando la cabeza. Tus hermosos orbes azulados lucían más vivos, quizás Kakashi te daba algo que yo no podía darte, quizás el que sobraba ahí era yo.

—No— mentía y lo sabía.

Con una pequeña sonrisa en tus labios me diste un dulce y pequeño beso, que yo, dude por unos segundos en corresponder. Pero bruscamente me separé de ti, activando mi Sharingan y alejándome lo más posible de ti, al igual que de tus encantos. Tú no supiste cómo reaccionar, bien era sabido para ambos que en nuestros primeros encuentros yo me solía poner nervioso y me iba a los pocos minutos, pero este encuentro no era de los primeros precisamente. Las dudas se amontonaban en mi cabeza tenía que hacer algo para resolver tantas dudas, la manera de hacerlo era fácil, ¿eficaz? Eso no lo sabía.

—¿Por qué…?— titubeé sin terminar de hablar, pero tú y tu impaciencia me interrumpió.

—¿Por qué qué?— me preguntaste. Yo no sabía si, detrás de esa amabilidad y esa ternura, se escondía un ser tan ruin y falso, de ti, de ti no me lo esperaba, hasta era más creíble que yo fuera de esa manera a que tú lo fueras.

—¿Por qué estás conmigo amando a otra persona?— yo no solía hablar más que lo justo, quería preguntarte, insultarte y encararte un montón de cosas que rondaban por mi cabeza, pero, simplemente, no pude y jamás lo hice.

—¿Qué dices Sasuke?— el colmo de la hipocresía, que ahora, hicieras ver que no sabías nada.

—Naruto,— hice una pequeña pausa para proseguir hablando auto-calmándome— ¿recuerdas lo que pasó ayer?

Entonces, no sé si lo recordaste o pensaste en otra cosa pero tu cara quedó en shock. Impactado e iluso de mis palabras, no supiste contestar.

Como dicen, el silencio otorga, y yo lo sé mejor que nadie. Me fui sin mediar palabra, sin mirarte a la cara, porque sabía que si te miraba mis sentimientos me traicionarían y no quería tenerlos para contigo en esos momentos.

Ese día tomé una decisión. Algún día lo entenderás, Naruto. Por muy tonto que te parezca lo que voy a hacer.
Era consciente del daño que te haría, pero era lo mejor para ti y también para mí. Susurraste un simple "te quiero" y recé para evitar llorar con amargura porque sabía que no era verdad, pensé un simple "yo también", pero, como siempre, no me atreví a decírtelo.
Naruto, a pesar de lo que me has hecho, eres una persona maravillosa, te amo como nunca amé a nadie, no quisiera estropearte la vida por no dejarte tener tú romance, tú tienes el derecho que yo no tengo a vivir tranquilo.

Eras lo único que he tenido en mucho tiempo, y lo sabes. No me juzgues ni me taches de loco, tampoco pienses que soy un "inconsciente" por lo que voy a hacer. Gracias por estar conmigo este tiempo has logrado que sean los últimos meses más felices de mi vida, aunque realmente no me ames y que hayan sido unos meses llenos de engaños. Simplemente: fui feliz a tu lado. Sinceramente, gracias por todo.

---

Habían pasado meses después de eso, Naruto no tenía idea de lo que había pasado con Sasuke. Desde ese último y a la vez triste encuentro, nunca lo había vuelto a ver. Él lo buscó pero nunca lo encontró.

Lloró, lloró como nunca había llorado, perdió a lo mejor que le había pasado en años. Y fue tan ciego que nunca se dio cuenta que realmente él lo amaba.

Semanas después de lo acontecido con Sasuke, Naruto decidió dejar de ir con Kakashi. Su vida se volvió amargura y a la vez melancolía, se sentía rodeado de gente que había engañado rodeado de completos desconocidos desde que se comenzó a aislar y sólo querer estar con Sasuke, claro, exceptuando a Kakashi, lo que le hacía sentirse más y más melancólico.

Después de un tiempo, cuando finalmente decidió que aislarse no le devolvería al amor de su vida, salió como siempre, fingiendo que estaba feliz, como bien sabía hacer cuando engañaba a todos. Llegó a la entrada de su casa y observó el buzón, extrañamente había una carta. Él no estaba habituado a recibir cartas así que la abrió con rapidez.

Abrió la carta, craso error. Tardó unos minutos en terminar de leerla, sus ojos se llenaron de lágrimas y se llevó una mano a la boca. Entró a su casa con un fuerte portazo, todos los vecinos de alrededor se quedaron mirándole boquiabiertos.
Al entrar a su casa, Naruto se fue cayendo lentamente al suelo, chocando con la puerta y finalmente sentándose intentando asimilar lo que en la carta decía.

—Sasuke… Sasuke — susurró, inaudiblemente.
Volvió a leer la carta atentamente, en susurros:
—Querido Naruto, sé que no esperas una carta mía, pero, es una carta de despedida. Desde que te vi con Kakashi, no supe qué hacer; pero entendí, que tú tienes que seguir con tu vida y yo no formo parte de ella. No estarás conmigo más, ya no estorbaré. Gracias por amarme, si es que realmente lo hacías, — los sentimientos de culpabilidad y remordimientos se acoplaron a las lágrimas que salían de sus hermosos orbes— yo, siempre te amé y siempre lo haré. Gracias por esos besos al despertarme, gracias por esos paseos que dábamos tomados de la mano, gracias por fingir que me amabas, gracias por hacerme el chico más feliz de todo el mundo por unos pocos meses — una sonrisa melancólica se asomó en su rostro—. Te amo. Atentamente: alguien que, para cuando leas esto, ya estará muerto —las lágrimas comenzaron a salir fuertemente de sus ojos, ¿por qué? No lo entendía. Esa no era la manera de solucionarlo. Esa no era la manera de arreglar las cosas.

Por mucho que llorará ya no iba a recuperar a Sasuke, porque él sabía que era imposible. Sasuke ya no estaba, Sasuke ya no existía. Y todo era por su culpa, por su egoísmo, por amarlo y por confundirlo.

¿Por qué le había dejado marchar aquel día?

Ojalá ahora Sasuke estuviera a su lado, para darle un abrazo, de esos abrazos que a veces se daban, de esos abrazos que en ocasiones no quería que nunca terminaran, de esos abrazos que le hacían sentirse protegido, de esos abrazos que nunca jamás volverían a darse.

Y esa es la historia de dos amantes, de dos personas unidas por un amor imposible, un amor que siempre estuvo lleno de engaños y a la vez lleno de pasión. Porque ambos sabían desde el principio que esa relación los llevaría a la locura más profunda de sus seres.

Si algo aprendió Naruto Uzumaki es que: nunca dejes escapar a la persona que amas. Si la amas, demuéstraselo día a día y sobre todo jamás la traiciones.

Naruto se encontraba firmando unos documentos muy importantes que tenían que ser entregados antes de que terminara ese día, ya era casi tarde y al ser el nuevo hokage después de haberlo deseado y luchado por mucho tiempo se distraía muy fácil por lo feliz y orgulloso que estaba.
Sikamaru, su nuevo asistente le recordaba a cada rato del trabajo que tenía que hacer
-Vamos Naruto, tienes que entregar esos documentos, son importantes.- le dijo Shikamaru totalmente resignado.
-Lo sé… pero nunca creí que ser Hokage sería tan aburrido
-No estás tratando de decirme que estás arrepentido de ser un Hokage, ¿o sí?- preguntó Shikamaru con una mirada seria.
-No… no es eso, es que, no eh tenido nada de acción desde que me nombraron Hokage hace 4 años… es todo, yo quiero encender, luchar contra los malos como antes… ¿me entiendes?
-No!, no te entiendo Naruto, desde que te conozco siempre has hablado de ser el mejor, ser un Hokage, ahora lo eres y me sales con que no es lo que esperabas, tú siempre estás seguro de todo esto, por qué ahora andas así. Así que ahora terminas tu trabajo para poder continuar con el otro, esos papeles no se firmarán solos.
-Oki- comenzó a a firmar esos molestos papeles totalmente resignado
Shikamaru lo miró fijamente sin que Naruto se diera cuenta.
-No te preocupes Naruto, por algo eres Hokage, y cuando sea el momento todos comfiaremso en ti para que nos protejas.
-si... claro-
En eso se escuchó que tocaron la puerta.
-Puedes pasar-
En eso un shinobi de aspecto sombrío entró la habitación, su gesto era serio y de mirada apagada. Caminó hacia el Hokage y se inclinó mostrando respeto.
-Misión terminada Lord Hokage- En eso le entrega un pergamino denode venía reportada la misión terminada.
-Bien trabajo, Sasuke… - le dijo tomando el pergamono -Puedes dejarnos solos Shikamaru-
Sin decir nada Shikamaru dejó las últimas hojas en el despacho de Naruto y después se dirigió a la puerta para salir.
Después de un rato Naruto terminó de leer el reporte.
-Woow, Sasuke lo que hiciste fue increíble y como siempre hiciste un buen trabajo.
-Gracias- Su vos se escuchaba seca y sin animo. –Naruto verte así me hace recodar como renegabas, gritabas y fanfarroneabas para ser lo que eres ahora. – Si mirada aún se mantenía fría.
-¿En serio?… pues vierte así me hace recordar como…- en seo Naruto se silenció.
-¿Cómo qué?- Sasuke le obligo a continuar su frase.
-Olvídalo Sasuke.
Inevitablemente Naruto había caído a un mar de recuerdos, fingiendo que leia el resto del pergamino recordó como luchaba por su más grande sueño y de pronto se vio obligado a luchar por su mejor amigo, él único que de verdad lo comprendía, como el resto de la aldea lo miraba como alguien que ya no tenía salvación y él era el único que seguía creyendo en él, como poco a poco ambos fueron sintiendo algo especial por el otro.
Después de unos momentos de seguir fingiendo el pergamino, Sasuke interrumpió.
-Sé lo que estás pensando Naruto-
-nhfj…- Naruto no pudo evitar sonrojarse.
-Estás pensando en mí, ¿verdad?- se acercó peligrosamente al despacho de Naruto, cosa que hizo que el rubio se pusiera mucho más nerviosa de lo que se había puesto.
-De… ¿De qué hablas Sasuke…?- Al levantar la mirada notó que Sasuke ya estaba de su lado de la mesa.
-Siempre pensarás en mí, nunca me sacaras de tu mente, de tus pensamientos, y ahora te daré otra razón más para que nunca dejes de pensar en mí-
Al ser ya de noche la oportunidad fue perfecta para Sasuke, se acercó aún más a Naruto para plantarle un beso totalmente diferente a lo que él aparentaba, ese beso estaba lleno de vida, de pasión.
Naruto cayó en ese encanto, cerró los ojos para disfrutarlo más. Se dejó caer en esa pación perdiéndose dentro.
Al día Siguiente Naruto terminó las últimas hojas que se suponía tenían que estar listas la noche anterior.
-Toma Shikamaru ya están listos… y Gracias por esperar- lo había dicho con tono avergonzado.
-No te preocupes Naruto, siempre es lo mismo con ustedes dos, así que me tomé la molestia de decirle al que solicitó tus firmas que esperara un día más, al menos hasta la tarde.
-¿En serio hiciste eso?... muchas gracias Shikamaru.
-No lo agradezca, de cualquier modo soy tu asistente.
En eso tocaron la puerta.
-Puede pasar-
En eso entró un shinobi mensajero, con un pergamino en sus manos.
-Lord Hokage llegó este mensaje desde Sunagakure-
-¿En serio? ¿Que es lo que dice?-
-Es una convocatoria de parte del 5° Kazekage para los próximos exámenes chunin, serán en esa aldea, dentro de un mes, así que preparemos a nuestros mejores candidatos.
-De parte de... Gaara- Lo dijo en un pequeño susurro que sólo Shikamaru pudo escuchar.- De acuerdo, Shikamaru encárgate de que todo esté en orden para antes de este mes, demostraremos el gran poder de Konoha –ttebayo
-Si Lord Uzumaki.
Después de algunas visitas a distintos equipos se habían seleccionado sólo a los mejores no sólo para convertirse en un Chunin, sino para representar a Konoha.
Tanto Naruto Como Sasuke se encargaron de dirigir las palabras de inspiración a los 5 equipos que habían elegido, con sus respectivos sensei.
Kiba Inuzuka: con Mao chiu, Senjo kirazi, Kisara Seto
Chouji Akimichi: Yujo Nawa, Ishio Yamai, Yuki Kenao
Sakura Haruno: Anzu Mizaki, Tojo Ichido, Sanjo Ekito
Ino Yamanaca: Kai Mezaki, Ranjo Mizaho, Sasuki Tsuni
Rock Lee: Kuno Hunoi, Kurenai Hashira, Sentaro Kumori
Y más sensei con sus respectivos algunos.
-Bien, ya que estamos todos listos nos dirigiremos a Sunagakure para los hacer los exámenes Chunis, así que todos griten con emoción, dominaremos, acabaremos con todos no dejaremos que nos venzan-teballo
Un sensei entre el publico grito con emosion, era Rock Lee
-Se! Acabaremos con todo-
-Veo que algunas cosas no cambian- Dijo Sakura a Ino.
Después de esas palabras de motivación partieron rumbo a Suna, Sasuke como guardaespaldas del Hokage.
En el camino Naruto no dejaba de pensar en Gaara, un chico que tuvo su mismo pasado como ambos se superaron del otro y se inspiraron para ser mejores personas y ser aceptados, aparte de Sasuke, Naruto veía a Gaara como otro rival, sólo que este había llegado más lejos en tan poco tiempo. Por eso le remordía un poco la conciencia.
Al llegar Kankuro los esperaba en la entrada.
-Sean todos bienvenidos a Suna, Pónganse cómodos, Son los primeros que llegan de todas las aldeas invitadas-
-Eso es genial-ttebayo.
Todos los shinobis se fueron adentrando en la aldea mezclándose con los demás para divertirse y distraerse de los próximos exámenes, mientras que el Hokage se dirigió justo en donde se encontraba el Kazekage Gaara.
-Naruto yo estaré siempre de tras de ti- Dijo Sasuke a las espaldas de Naruto
-Si… Gracias, Sasuke- eso se notó algo forzado.
Al entrar al despacho Naruto vio a Gaara acompañado de Termari
-Sean bienvenidos a Suna, Lord Uzumaki- Dijo Temari con respeto.
-Espero que no hayan tenido problemas en el camino, Uzumaki- Dijo Gaara, sólo refiriéndose a Naruto.
-No, para nada… Gaara.
-Bien, Los exámenes Chunin empezaran en dos días así que tienes todo el tiempo de descansar, fortalecer sus estrategias y más. También tenemos tiempo para discutir asuntos de Kage a kage- Gaara iba directo al asunto.
-Temari, Déjanos solos por favor- Temari se marchó del lugar sin decir Nada.
-Sa… También tú, Sasuke- Dijo Naruto justo antes de escuchar que la puerta se cerró, quedando sólo ellos dos dentro.
-Es la primera vez que te veo desde que lograste ser Hokage, Uzumaki, desde que te conocí es lo que siempre habías pedido ser. Incluso me derrotaste con esas palabras, me hiciste cambiar sólo por eso, me mostraste un nuevo camino y como ver las cosas.
-Gaara… ¿A dónde quieres llegar con esto?-
-Que gracias a ti somos mejores personas Naruto, Gracias a ti soy lo que soy, me cambiaste la vida, es a donde quiero llegar- Gaara lo había dicho con un su tono neutral, pero sólo Naruto pudo ver que lo había dicho con un tono más agradable.
-Gracias Gaara, también tú me ayúdate mucho, gracias a ti supe que no estaba solo y que una persona como nosotros podría ser grandes cosas, no tenemos límites… incluso hasta humanos.
-Ese es mi punto, Uzumaki Ambos descubrimos que podemos superar esto que teníamos en nuestro interior, que podríamos ser queridos y respetados por los demás e incluso protegerlos, Fuiste mi primer y mejor amigo y aun lo eres, me protegiste y me ayudaste cuando nadie más lo hizo y cuando fui capturado por los Akatsukis fuiste el que lloró y vio por mí.
-Gaara… ¿por qué me dices todo esto?-
-Uzumaki… esperé mucho tiempo para decírtelo, y me juré a mí mismo que cuando llegara a ser lo que yo soy, un kage, te hablaría como iguales, te diría lo que ciento y más.
-Ga… Gaara. Muchas gracias… Has cambiado mucho, recuerdo cuando eras un amargado y serio, todos te teníamos miedo, tú mismo te veías como un monstruo sediento de sangre, y que sólo te amabas a ti mismo…
En eso Naruto sintió como le abrazaba, cosa que hizo que detuviera sus palabras.
-Gracias, ahora se a quienes más amar aparte de mí, Naruto
Nunca antes le había hablado por su nombre. Esto era Real.
Por otro lado de la puerta Sasuke pudo escuchar toda la conversación, pero no se sintió molesto ya que confiaba en Naruto. Así que decidió salir de allí y dejarlos solos de verdad.
-Gracias Gaara.- Contestó el abrazo, estaba feliz que pensara eso de él, que sintiera eso por él cuando lo soltó continuó hablando –Pero como sabrás… ahora estoy con Sasuke y somos felices ya que por fin estamos juntos.
-Eso lo Sé muy bien Uzumaki. Pero eso no me impedirá seguir sintiendo esto… al fin somos respetados por la gente, ya confían en nosotros, y ese es un nivel al que Sasuke no podrá entender. No te preocupes mi intención no es molestarte, ya he dicho todo lo que tenía que decir Uzumaki, así que estate tranquilo.
-Eso espero Gaara…
Un beso por parte del mismísimo Gaara se plantó en los labios de Naruto, uno que se encontraba muy contenido.
-ahora…. Ahora…. Si lo has dicho todo… Gaara.
-Qué bueno que entendiste. Y qué bueno que en la última etapa de los exámenes estaremos en el mismo balcón. Será muy agradable tu compañía esto días.
-Si, lo mismo digo Gaara.
Días después se dio la inauguración de los retos de cada etapa de los exámenes Chunin, que más tiempo después salieron triunfantes algunos estudiantes de Rock Lee, Sakura y Kiba, más otros equipos de otras aldeas.
Para la despedida Naruto estrechó la mano de Gaara que como siempre él era el primero en dar la mano.
-Muchas gracias por venir, fue todo un placer tenerlos aquí con nosotros.
-El placer fue nuestro, muchas gracias por su hospitalidad- Naruto Habló por todos.
-También felicitaciones por su gran trabajo por sus shinobis y Kunoichis, sin duda de gran calidad.
Al soltarse las manos una sonrisa de parte de Naruto fue dedicada totalmente para Gaara cosa que éste no pudo creer ya que era algo que faltaba, esa sonrisa incomparable de Naruto.
-Gracias Gaara, cuídense muchos y Nos vemos-ttebayo-
Todos comenzaron a correr y a la cabeza se coronó su Hokage, Uzumaki Naruto, un joven que había luchado desde su infancia, y que logró cambiar los corazones de todos los que llegaron a conocerlo.
Gaara vio como a un lado de Naruto iba su gran amigo, compañero y amante, Sasuke Uchiha, como fueron desaparecieron por el horizote.

Parejas: SasoDei y KakuHidan
Palabras:2.455

Rebeldes sin causa


En la Preparatoria Konoha cada día transcurría de manera normal para cada uno de los alumnos que asistían a ella. Pero hoy iba a ser un día diferente para algunos de ellos, especialmente para Kakuzu y Deidara.

Dos estudiantes que asistían al 4º semestre de preparatoria. Ambos poseían 17 años de edad y acababan de ingresar a la Preparatoria Konoha. Eran amigos desde los 7 años de edad y a partir de los 14 comenzarón una relación juntos.

No era una relación amorosa entre ellos, ya que era simplemente una relación por necesidad. Ambos se sentían solos aún cuando podían contar con ellos mismos para todo, pero necesitaban de alguien a su lado que los hiciera sentir especiales, queridos y deseados.

Por ello comenzarón esa relación, para ver si así podían llenar el vació que se albergaba en sus corazones y en sus vidas.

Eran independientes, ninguno de los dos vivía con sus padres ya que estos nunca aceptaron el hecho de que ellos fueran homosexuales y los rechazaron aún a pesar de ser sus hijos. Así que comenzarón a independizarse y a crear su propia vida fuera de la jurisdicción de sus padres.

No les apenaba ser lo que eran, pero aún así mantenían su relación en secreto y en público fingían ser solo amigos.

Su primer día de clases lo comenzarón de una manera muy común para ellos y esa era... Llegando tarde.

– Vayan a buscar un pase de entrada si quieren entrar a mi clase jóvenes.– Les dijo seriamente el Profesor Ibiki Morino a ambos jóvenes que se encontraban en el marco de la puerta esperando que los dejaran pasar.

– Mmm... ¿No hay trató especial por ser nuevos?– Bromeó Deidara ganandose una mirada de desaprobación y enojo de parte del Profesor y la risa escandalosa de sus nuevos compañeros.

– ¡Silencio!– Exclamó el Profesor haciendo que todas las risas del salón cesaran y todo quedara en un total silencio.– Y ustedes... Vayan a dirección, ahora.– Dijo acentuando la última palabra mientras les dirigía una mirada sería a ambos.

Deidara e Hidan se retiraron calmados del salón rumbó a la "dirección". Ambos lo admitían, eran algo así como un caso perdido según sus anteriores profesores, pero bueno... ¿Que decir? A ambos les gustaba ser el centro de atención y buscarse los problemas.

– Que aburrido... – Dijo Kakuzu con una notable expresión de aburrimiento en su rostro.

– Si así es... ¿Que tal si hacemos algo divertido?– Dijo Deidara mientras una sonrisa divertida se asomaba por su rostro. Señal de que se le había ocurrido algo.

– ¿Que sugieres?– Menciono divertido Kakuzu mientras miraba con complicidad a su amigo.

– ¡Fuego! ¡Fuego!– Exclamaban varios alumnos de la preparatoria que se encontraban corriendo por los pasillos asustados mientras que la alarma de incendios seguía sonando.

– ¡¿Que sucede aquí?!– Exclamó Tsunade Senju, la directora de la preparatoria, mientras miraba hacía todas las direcciones buscando una explicación.

– ¡Calma todos, fue una falsa alarma!– Dijo fuertemente la secretaria de la directora, Shizune, haciendo que todos los alumnos se calmaran.

– ¡Alguien podría explicarme que es lo que esta sucediendo aquí!– Exclamó nuevamente la directora mirando de manera seria a todos los que se encontraban ahí.

– Tsunade-sama, al parecer alguien ha activado la alarma de incendios a propósito.– Dijo la profesora Kurenai.

– ¿Saben quien ha sido?– Preguntó Tsunade mostrándose bastante molesta.

– No Tsunade-sama, nadie vio cuando encendieron la alarma.– Respondió esta vez Shizune.

Deidara y Kakuzu que se encontraban viendo todo lo sucedido entre la multitud de alumnos se sonreían entre si por todo el escandalo que formo su "pequeña" broma.

– Pero Tsunade-sama, podríamos ver las cámaras de seguridad para saber quien lo hizo.– Dijo el profesor Iruka mientras recalcalba lo obvio de la solución.

– ¡Cierto! ¡Lo había olvidado por completo!– Exclamó Shizune.

– Bien, entonces regresen a todos los alumnos a sus respectivos salones y digan que solo fue una farsa alarma.– Ordenó con autoridad Tsunade.

– ¡Hai!– Exclamarón todos los profesores mientras comenzaban a dispersarse para llevar a los alumnos a los salones.

– Algo esta mal.– Susurro Kakuzu mirando como los profesores retiraban a los alumnos y la directora se dirigía hacía la salida del auditorio.

– Cierto...– Dijo Deidara presintiendo lo mismo que Kakuzu.

– Bah... ¿Que importa?– Dijo Kakuzu restándole importancia al asunto mientras se dirigía con Deidara a su siguiente clase.

Mientras todos los alumnos se encontraban en sus respectivos salones, Tsunade y Shizune junto a algunos profesores se encontraban en la sala de seguridad de la preparatoria.

– Muestrame las grabaciones del 6º pasillo en la ultima hora.– Pidió Tsunade al encargado de seguridad.

– Lo haré.– Dijo este mientras hacía que comenzaran a rodar las grabaciones.

– Alto, detente.– Dijo Tsunade acercándose a la pantalla.– Regresala.– Ordenó.

– Los tengo.– Dijo en un tono de voz bajo mientras se dirigía a su oficina a pasa rápido siendo seguida de Shizune.

– ¿Quienes son Shizune?– Preguntó seriamente Tsunade.

– Los registros dicen que sus nombres son Deidara y Kakuzu. Ambos recién ingresados a la preparatoria el día de hoy.– Dijo Shizune entregándole a Tsunade los expedientes de ambos jóvenes.

– Gracias Shizune.– Dijo Tsunade tomando ambos expedientes y mirándolos de manera seria.

"Alumnos Deidara y Kakuzu de 4º semestre de preparatoria, por favor presentarse en la dirección del plantel."

Se escuchó por toda la preparatoria el llamado a ambos jóvenes. Mientras que en un aula en especifico se encontraban estos dos mirándose de manera alarmada.

– Jóvenes, pueden levantarse.– Dijo el profesor Kakashi mientras los miraba a ambos por el rabillo del ojo.

Ambos se levantarón y se dirigierón a la salida recibiendo una mirada expectante de parte de sus compañeros. Comenzarón a caminar rumbo a la dirección del plantel en un completo silencio.

– Estamos muertos.– Dijo Deidara.

– Eso tenlo por seguro.– Le secundo Kakuzu mientras se detenían frente a la puerta de la oficina y tocaban.

– Adelante.– Escucharon que dijeron.

Ambos abrieron la puerta y entraron a la oficina, sin saber que en ese momento todo cambiaría para ellos.

– Buenos días jóvenes.– Saludo seriamente la directora mientras los miraba a los dos.

– Buenos días.– Respondierón al unisono.

– Creo que ya deben saber porque están aquí.– Les dijo Tsunade mientras se levantaba de su asiento y se acercaba a ellos que permanecían de pie.

– No lo sabemos Tsunade-sama.– Mintió Kakuzu mientras miraba a la directora.

– ¿A no? Pues veamos si esto les refresca la memoria.– Dijo poniéndole play al reproductor que estaba a un lado de la oficina, en donde comenzó a rodar el vídeo de ellos dos encendiendo la alarma de incendios.

– ¿Ahora si saben?– Dijo mirándolos a ambos enojada mientras estos sentían como el otro tragaba grueso.

Tsunade iba a proseguir hablando cuando sintieron que alguien llamaba a la puerta.

– Adelante.– Exclamo.

– Tsunade-sama, aquí están los jóvenes que me mando a traer.– Dijo Shizune mientras hacía una reverencia y se retiraba dándole paso a dos jóvenes que se encontraban tras ella.

– Buenos días Tsunade-sama.– Dijerón ambos jóvenes al unisono.

– Buenos días.– Dijo La directora Tsunade mientras una sonrisa aparecía en su rostro.– Pasen por favor.– Dijo haciendo que ambos recién llegados se adentraran por completo a la oficina y se situaran al lado de Deidara y Kakuzu, quienes los veían un tanto extrañados sin entender lo que sucedía.

– Verán jóvenes.– Dijo refiriéndose a Kakuzu y Deidara.– Lo que sucede, es que sus actos no quedaran impunes. Y aunque lo que han hecho merece la expulsión de ambos en esta institución, eso sería demasiado fácil.– Dijo mientras su sonrisa se alargaba aún más.

– Ambos deberán aprender su lección y por ello no serán expulsados... Serán sancionados. ¿De que manera? Ustedes dos, serán suspendidos de clases durante una semana y en ese tiempo tendrán trabajos comunitarios aquí en la preparatoria. Siendo vigilados por ellos dos.– Dijo Tsunade mirando esta vez a los que recién habían llegado.

– Akasuna No Sasori e Hidan, presidentes y delegados del consejo estudiantil. Ellos se encargaran de supervisarlos a ustedes durante todo este tiempo. Y luego de que su castigo culmine, seguirán tomando 2 veces a la semana trabajo comunitario hasta que ellos decidan que ya han aprendido su lección ¿Entendido?– Dijo mirando con una sonrisa triunfal a los castigados.

– ¿C-como?– Dijerón ambos implicados impresionados ante tal castigo.

– Ahora retirense todos. Empezaran desde mañana a primera hora de acciones laborales.– Dijo por último Tsunade retirando a todos los alumnos de la oficina.

– ¡Que tipo de castigo es este!– Exclamó Deidara.

– La expulsión hubiera estado mejor.– Dijo Kakuzu enojado mientras que sus pensamientos se desviaron hacía el chico peliblanco que se había presentado en la oficina.

A la mañana siguiente ambos jóvenes se habían presentado en la preparatoria cono se les había ordenado y en la entrada de esta se encontraban los que serían sus "guarda-espaldas".

– Yo me encargare de vigilarte a ti.– Le dijo Sasori a Deidara omitiendo las presentaciones.

– Y supongo que tu me vigilaras a mi ¿eh?– Dijo Kakuzu divertido dirigiéndose a Hidan.

– Que inteligente.– Dijo de forma irónica Hidan.

Sasori e Hidan hicieron que los "prisioneros" como ellos los consideraban los siguieran a través del campus para que estos comenzaran su castigo con limpiar el patio trasero.

Ambos se opusieron al principio y comenzarón a pelear y protestar pero luego no les quedo de otra más que hacerlo sin chistar. Pasaron todo el día haciendo labores como limpiar, cocinar, lavar los baños, los salones, etc... Y en todo ese tiempo los demás estudiantes no paraban de burlarse de ellos.

Al igual que estos no paraban de pelear con sus vigilantes aún sabiendo que los únicos con el poder de hacer que su castigo terminara eran ellos.

Y así habían pasado varios días en los que su labor era esa y su pan de cada día era el de molestar a Hidan y Sasori. Hasta que sin darse cuenta ambos estaban desarrollando una pequeña amistad con sus vigilantes e inclusive habían llegado a sentir algo más.

– ¿Que te pasa Barbie?– Dijo Kakuzu intentando molestar a Deidara.

– Nada.– Dijo este sin prestarle atención a la manera en que lo había llamado.

– Es por ese chico Sasori ¿eh?– Dijo mirando a su amigo.

– ¿Como lo supiste?– Le respondió volteando a verlo.

– Vamos amigo, llevamos juntos años y me preguntas esa estupidez.– Le dijo Kakuzu como si fuera lo más obvio del mundo.

– Cierto. Lo había olvidado.– Dijo Deidara mientras se rascaba la cabeza en señal de nerviosismo.

– Ahora dime, ¿Que diablos te pasa?– Le preguntó nuevamente.

– No lo se amigo... De un momento todo era normal y al otro deje de verlo como el molesto "guarda-espaldas" de todos los días.– Le dijo Deidara mientras miraba hacía el cielo.

– Ah... Te llamo la atención ¿cierto?– Dijo mirándolo de manera inquisidora.

– Creo que es más que eso.– Dijo Deidara.– Cuando estoy con el ya no siento esa soledad que sentíamos antes, la cual nos hizo estar juntos para intentar llenar el vació.– Le respondió.

– Creo que haz encontrado lo que buscabas amigo.– Le respondió este mientras lo miraba por el rabillo del ojo.

– No lo se... Pero no te voy a dejar solo, comenzamos juntos terminare...–

– No digas eso.– Dijo Kakuzu cortándolo en medio de sus palabras.– ¿Que tal si hacemos esto? Intenta estar con el a ver si eso funciona entre ustedes o algo. Recuerda que ante el mundo no somos nada nosotros dos así que no habrá problema.– Le dijo.

– ¿Encerio?– Dijo Deidara sorprendido.– Muy bien amigo, veremos como sale todo. Y por cierto... ¡No soy Barbie!– Exclamó recordando la forma en la que su amigo lo había llamado.

Deidara se había puesto en marcha, y aunque su semana de castigo ya había terminado aún debían hacer sus dos días de trabajo comunitario a la semana hasta el tiempo que sus encargados dijeran que ya era suficiente. Y en ese tiempo después de transcurrir aproximadamente 2 semanas más, Deidara comenzó a congeniar con Sasori.

Y en una de sus tácticas descubrió que este también era homosexual. Así que comenzó a entablar una relación amistosa con el y por decisión de ambos avanzarón a algo más en un mes.

Sadori y Deidara llevaban una relación, lo cual no le molestaba en nada a Kakuzu ya que el fue el de la idea. Pero sin haberlo pensado siquiera comenzarón a formarse lazos más fuertes entre ambos haciendo que su relación se ampliara aún más.

Mientras que Kakuzu intentaba hacer de las suyas con Hidan provocandolo una que otras veces y ver si se divertía un rato. Así pasarón 2 largos meses y todo seguía su curso hasta que en una de esas Hidan se descubrió observando con otros ojos a Kakuzu.

– ¿Como estas viejo?– Saludo Deidara a Kakuzu.

– Bien.– Dijo este con una sonrisa traviesa.

– ¿Que rayos hiciste?– Le preguntó Deidara divertido.

– Jaja, yo nada. ¿Porque siempre debes suponer que he hecho algo?– Le pregunto a Deidara.

– Porque es lo que siempre pasa.– Le respondió.

– Descubrí esta mañana a Hidan mirándome fijamente mientras yo barría el patio.– Le contó Kakuzu divertido.

– ¡No me jodas! ¿Encerio?– Le pregunto impresionado.

– Así es.– Le dijo mientras se comenzaba a reír.

– ¿No que era religioso?– Dijo mientras reía junto a su amigo.

– Si lo vieras. Cuando habla dice más insultos que oraciones.– Dijo Kakuzu divertido.

– Oye... ¿Y porque tan feliz porque te miraba?– Le preguntó Deidara con una sonrisa divertida.

– ¿Yo? ¿Feliz? ¡Ja! Que tontería.– Le respondió cortante y burlón tratando de evadir el tema.

– Si claro, hazte el que no le importa.– Le dije Deidara sabiendo que tenía la razón.

Y como Deidara lo supusó, lo que sucedió entre su amigo e Hidan avanzó a algo más. Comenzando con acercamientos leves y una que otras conversaciones largas entre ellos. Pero todo poco a poco iba avanzando, y así como Deidara y Sasori terminarón juntos lo mismo sucedió con Kakuzu e Hidan pero de diferente manera.

Ambos amigos Kakuzu y Deidara se reunierón cierto día en el parque para hablar de la situación que los albergaba y dejarlo todo claro.

– ¿Quien diría que terminariamos así?– Comento Deidara.

– Cierto... En un momento estábamos juntos ingresando a una nueva preparatoria y ahora esto.– Dijo Kakuzu.

– Kakuzu. ¿Recuerdas que acordamos que estaríamos juntos y aún así yo intentaría algo con Sasori a ver que resultaba?– Pregunto Deidara.

– Si, lo recuerdo.– Le respondió Kakuzu.

– Creo que ya sabemos como terminara esto ¿no?– Dijo nuevamente.

– Encontramos lo que deseábamos.– Le respondió entendiendo el punto de Deidara.

– Y ya no nos necesitamos.– Le dijo sonriendo.

– Entonces de ahora en adelante cada quien es libre de hacer su vida.– Dijo Kakuzu.

– Pero siempre como buenos amigos.– Le dijo extendiendo su mano para que luego esta fuera estrechada por Kakuzu.

– Eso siempre.– Le respondió mientras ambos soltaban sus manos y se marchaban por direcciones diferentes en busca de un nuevo destino.


~ Fin ~

PAREJA SECRETA


Sasuke y Sakura eran una pareja muy común, eran amigos desde la infancia, se conocían mucho el uno al otro que llegaron a ser pareja durante mucho tiempo. Ambos eran grandes profesionales, Sasuke un exitoso empresario, dueño de las grandes empresas Sharingan mientras que Sakura es una reconocida doctora en el hospital Konoha, uno de los hospitales más famosos y modernos de todo Japón.

Todos piensan que ellos son la pareja perfecta pero en realidad no lo son. Ambos esconden un secreto que hasta hoy nadie que no sean ellos y unas cuantas personas cercanas saben, muchos se preguntaran… ¿Cuál es el secreto? ¿Es malo tan malo eso que lo mantienen en secreto?

Como todos los días se ve a Sasuke despertándose temprano para prepararse e ir a la empresa Sharingan, después de un reconfortante baño y de vestirse con un traje azul marino, sale de su habitación hacia el comedor en donde encuentra a Sakura desayunando tranquilamente.

-Buenos días Sasuke-kun – le saludo con una sonrisa.

-Buenos Días Sakura – le devolvió el saludo viendo como una chica castaña le servía una taza de café.

-Aquí está su café, Sasuke-san – le sonrió la chica.

-Gracias, Yuki – dijo probando su café.

-Estoy para servirle Sasuke-san – le sonrió la chica y dando una reverencia se retiró hacia la cocina.

-¿Cómo amaneciste? –pregunto Sakura.

-Como siempre, ¿y tú? – pregunto el azabache tomando otro poco de su café.

-Bien, Sasuke-kun. ¡¡¡Oh!!! Mira la hora, ya debo irme al hospital. Nos vemos – se despidió con una sonrisa la pelirosa.

-Que te vaya bien. – se despidió Sasuke.

-¡Ah! Por cierto me saludas a “kitsune” jijijijijiji, recuerda poner seguro a la puerta de tu oficina. Adiós, Sasuke-kun – salió por la puerta la chica con una sonrisa burlona dejando al uchiha con el ceño fruncido y un pequeño sonrojo en sus mejillas.

-Tsk…. Lo recordare – dijo en un susurro para sí mismo cogiendo su maletín del sofá.

El azabache se montó en su convertible color negro para llegar rápidamente a su oficina esperando que su querido hermano no hubiera llegado para no tener que soportar sus regaños. Al entrar a la empresa, los trabajadores lo saludaron amablemente con una reverencia y unos “buenos días” como siempre era costumbre allí, Sasuke simplemente asentía un poco con la cabeza y caminaba al ascensor. Su viaje en el ascensor siempre era tranquilo ya que era uno de los pocos que llegaba a esa hora en la empresa, de repente el ascensor se detuvo en el piso 4 dejando entrar a dos hombres.

-Buenos días, Sasuke – saludo uno de ellos seriamente.

-Buenos días, Sasuke-bastardo – saludo el otro con una sonrisa falsa.

-Buenos días, Sabaku… Copia barata – respondió el azabache un poco molesto.

-¿Tan temprano y con mal humor? Sasuke tu sabes que eres mi primo favorito y pues… - decía Sai sonriendo.

-No me vengas con jueguitos, ¿Qué quieres de mí? – pregunto el azabache.

-Siempre tan directo, bien lo que quiero es que me cubras la semana que viene. Tengo asuntos que atender con cierta persona – dijo mirando de reojo al pelirrojo.

-¿Que me das a cambio? No todo es gratis mi “querido” primo

-¿Quieres que le diga a ya sabes quién que estas con quien ya sabes?- le respondió con una sonrisa.

-Ella ya lo sabe – respondió Sasuke viendo hacia el frente y saliendo del ascensor que abría sus puertas dejando con cara de asombro a Sai.

Sasuke camino hacia su oficina tranquilamente cuando su secretaria se paró a su costado y lo siguió hasta que él se sentó en su escritorio. La chica se sentó en una silla frente al azabache, saco una agenda electrónica y comenzó a decirle sobre las cosas que tenía que hacer.

-Bueno Sasuke-san, hoy comenzamos con una junta en 15 minutos, le sigue la reunión con los inversionistas a las 12 pm, a las 2 pm Namikaze-san viene a charlar con usted, Sakura-san llamo hace unos minutos diciendo que llegaría a visitarlo a las 5 pm porque quiere hablar sobre un asunto importante y por ultimo no olvide la cena que tiene en la mansión Hyuga a las 8 pm.

-Hinata, ¿Es todo lo que tengo por hoy? – pregunto Sasuke mirando unos papeles.

-Sí, Sasuke-san. Bien debo decirle que se apresure que la junta está a unos minutos de comenzar.

-Está bien, Hinata. Ya voy. ¡Ah! y Hinata… - se levantó de su asiento el azabache.

-¿Si? ¿Se le ofrece algo?

-Dile a Naruto que traiga algo de comer pero que no sea ramen, por favor – dijo caminando por un lado de la chica directo a la puerta.

-Se lo diré aunque conociendo a Namikaze-san, no creo que lo tome muy bien – dijo con una sonrisa saliendo con Sasuke de la oficina.

-Tú sólo dile que yo te lo ordene –dijo con una pequeña sonrisa.

-Como diga Sasuke-san – dijo la chica regresando a su escritorio viendo como el moreno se iba por un pasillo en donde se haría la junta.

Mientras, ella decidió llamar a Naruto, un amigo de su infancia, el cual era también socio de Sasuke y que en secreto era “kitsune”, la pareja secreta de Sasuke. Al hablar con él para darle el recado de Sasuke se puso a recordar lo que había pasado ese día que descubrió el secreto de su jefe y amigo Sasuke Uchiha hace solo 2 meses atrás.

Flash back

Era un día como cualquier otro, ella se encontraba en su escritorio revisando cosas y papeles que luego debía darle a Sasuke para la reunión que tendría mañana. Vio salir de ascensor a un chico muy guapo, rubio con ojos azules como el mismo cielo, ella conocía a ese chico, era el mejor amigo de Sasuke y su ex-amor platónico. El joven se le acerco tranquilamente y con una sonrisa en sus labios la cual la hizo igualmente al solo verla.

-Buenas Tardes, Namikaze-san – saludo con respeto y haciendo una reverencia.

-¡Ay, Hinata-chan! Cuantas veces te digo que puedes decirme simplemente Naruto, no hay necesidad de tanta formalidad si nos conocemos desde niños ‘ttebayo – le resondro el rubio frunciendo un poco el ceño y haciendo un puchero.

-Pero…. Aquí tú eres un socio y yo solo una secretaria por eso debo tratarlo como se debe Namikaze-san – respondió la pelinegra sabiendo que con esa respuesta el rubio se pondría a hacer sus gracias para que ella lo tuteara.

-Vamos Hina-chan, no seas así o le diré a Neji lo que tienes que ver con…. – decía el rubio sonriendo pícaramente lo cual hizo que la chica se pusiera como tomate.

-¡¡Na… Naruto, no te atrevas a decírselo o yo…!! – dijo avergonzada pero al ver en el rubio una sonrisa radiante se dio cuenta que el rubio consiguió lo que quería.

-Así me gusta Hinata-chan, bueno iré a ver a Sasuke ¿sí? – le dijo con una sonrisita.

Hinata solo le sonrió cálidamente ante las técnicas de su amigo rubio, siempre tan alegre como lo recordaba en su infancia, antiguamente había estado enamorada de ella pero luego descubrió que solo era un amor fraternal al darse cuenta tiempo después que lo ella quería era ese amor que le transmitía Naruto pero por parte de otra persona. Su amigo rubio siempre estuvo junto a ella cuando descubrió sus nuevos sentimientos ahora hacia su primo Hyuga Neji, se sentía tan en deuda con el que cuando al rubio lo rechazaban o terminaban con él, ella venía a ser su apoyo aunque para ello también tenía a Sasuke pero conociendo a esos chicos como los conocía, estaba segura que Naruto no iría a contarle sus penas de amor pero ella descubrió que había otra razón de porque no le contaba esas cosas a su azabache amigo. Lo descubrió hace casi medio año, al rubio le gustaba su mejor amigo pero no se atrevía a confesarse ante el temor de perder esa amistad que tenían de tantos años, ella logro hacer que se lo confesara un tiempo después pero lamentablemente no hubo el resultado que quería el rubio, felizmente ambos chicos quedaron como amigos de nuevo pero ella sabía que a su rubio amigo aun le dolía y pues ahora saliendo de sus recuerdos recordó que debía entregarle los documentos a Sasuke así que preparando los papeles que le entregaría se acercó a la oficina tocando suavemente y entrando.

Lo que encontró adentro nunca se le borraría de la cabeza ni en un millón de años, la oficina se encontraba desarreglada con papeles y documentos por el suelo pero lo que más le sorprendió fue el ver a ambos chicos sobre el sillón uno encima del otro específicamente Sasuke se encontraba encima de Naruto besándolo apasionadamente. Ninguno de los dos chicos se dio cuenta de su presencia hasta que ella dejo caer lo que traía en sus manos para luego desmayarse. Cuando recupero la conciencia se encontró con ambos chicos a su costado, Naruto la miraba un poco preocupado mientras Sasuke se encontraba un poco molesto.

-¡Hinata-chan! ¿Te encuentras bien?

-Naruto… etto… Sasuke-kun… yo no quería interrumpir pero debía entregarte unos papeles para…

-Tranquila… no pasa nada malo. Lo hecho, hecho esta – respondió el azabache.

-Además… no es que hayas interrumpido algo importante… pero… quiero disculparme contigo por… el espectáculo que presenciaste – decía el rubio muy nervioso y rojo.

-Na…. Naruto no te preocupes… solo fue la impresión- dijo con una pequeña sonrisa en su rostro sonrojado.

-Eso espero Hina-chan aunque cuando estábamos más jóvenes también te desmayabas, de seguro es normal jejeje – dijo el rubio un poco más tranquilo.

-Eres un dobe – comento Sasuke.

-No me llames dobe, teme – dijo Naruto acercándose a Sasuke para comenzar a discutir.

Hinata sonrió ante esa pelea, estas eran típicas desde que conocieron a Sasuke en primaria. Luego que los chicos se tranquilizaron, ambos conversaron sobre lo que había sucedido allí dentro pidiéndole a la pelinegra que guardara el secreto, lo cual fue muy fácil ya que Hinata era muy reservada así que no diría nada.

Fin Flash Back

Además de ese recuerdo, vino a su mente la vez que Sakura los descubrió en la oficina de Sasuke sin que ella pudiera hacer nada. Ella sabía que la pelirosa estaba enamorada del azabache además de que era su prometida por lo cual pensó lo peor al verla entrar sorpresivamente a esa oficina cuando Naruto y Sasuke compartían su tiempo juntos. Pero lo bueno fue que no dijo nada y salió de la oficina directo al ascensor en silencio. Luego se enteró que ella ya sospechaba que Sasuke ya no la quería igual que antes pero sabiendo que la persona que había hecho que Sasuke ya no le quisiera como antes era Naruto se sentía un poco más tranquila ya que al rubio lo quería mucho y sabía que ellos se tenían mucho cariño desde siempre. Les dijo que ella se haría a un lado en su relación ya que los apreciaba a ambos y no quería ser un obstáculo para ellos. Con el tiempo Sakura solo sentía aprecio por Sasuke y ya no el amor que le profesaba, aunque ante la sociedad y la prensa aún era una de las parejas más famosas en Japón. Hace un tiempo Hinata había conversado con la pelirosa sobre que ella ya sabía lo que ellos tenían a escondidas, la pelirosa le había mirado con sorpresa y también con una sonrisa pícara al pensar que ella sabía de todos las cosas que esos chicos hacían allá dentro lo que dejaba siempre roja a la ojiperla. Desde ese momento ambas habían hecho un pacto, Hinata los molestaría un poco allá en la empresa mientras que Sakura le hacía algunas bromitas al azabache en la casa en donde vivía con el azabache para no soltar sospechas en los demás.

Hinata no se había dado cuenta del tiempo que se había quedado pensando y recordando esos sucesos. Cuando vio el reloj, faltaban exactamente 10 minutos para las cinco de la tarde lo cual le decía que en unos momentos más vendría Sakura y como si la hubiera invocado, las puertas del ascensor se abrieron dando paso a la ojiverde. Sakura al salir del ascensor le mando una sonrisa a Hinata como saludo la cual fue respondida por otra y una reverencia.

-Hola, Hinata. ¿Cómo has estado? ¿Cómo van las cosas por aquí?

-Hola Sakura, pues yo bien, las cosas por aquí son como siempre. Los tortolos están adentro, ¿quieres que te anuncie? – le dijo la peliazul.

-No. Quiero que me cuentes los detalles de la semana – dijo sonriente la chica de pelo rosa.

-¿En donde nos quedamos la semana pasada? – pregunto la ojiperla soltando una risita al ver a la pelirosa un poco emocionada.

Las chicas conversaban animadamente sin percatarse que eran observadas por Sasuke y Naruto que habían decidido salir un momento a tomar algo pero al ver que otra vez las chicas comenzaban a conversar de ellos, se quedaron un rato escuchándolas.

-Nunca pensé que Hinata-chan fuera ese tipo de chica – comento el rubio cuando ingresaron de nuevo a la oficina sin que se dieran cuenta las otras chicas.

-Pues allí ves, tan calladita que era y mira que mañas tenia jum – comento el moreno un poco molesto.

-Pero bien vale tenerla soportar esos comentarios tan “lindos” por nuestro amor secreto ¿no crees?

-Por supuesto dobe – dijo el azabache antes de besar al rubio apasionadamente.

De repente ambas chicas entraron a la oficina sobresaltando a los chicos.

-Sabía que de seguro estarían besándose luego de escuchar lo que hablábamos de ellos – comento Sakura.

-¡Sakura-chan, pero que cosas dices! ¡¡No me avergüences así!! – decía el rubio todo rojo al lado de Sasuke.

-Te dije que cerraras con seguro, Sasuke-kun - dijo con una sonrisa Sakura haciendo reír a Hinata cuando Sasuke se sonrojo.

-Tsk - fue lo único que dijo el azabache.