[Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
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NARUTO{♥}COUPLES :: :: FanFics
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Bueno...este espacio lo ocupo para responder comentarios, pero debido a que brillan por su ausencia 8D escribo esto para rellenar (?) Solo espero que les guste y se entretengan :3
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Capítulo X: Duda
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Capítulo X: Duda
- Spoiler:
- < Itachi sonreía al ver a su amado en la cama descansando. Tenía sus brazos cruzados y se encontraba sentado sobre el colchón.
- Deidara, es la hora de hacer el amor.- dijo el Uchiha comenzando a sacarse los pantalones y quedando solo en boxers. El rubio abrió los ojos lentamente para luego también sonreír.
- Que bien…- dijo Deidara gateando sobre la cama para abrazar al Uchiha por la cintura. - Después de todas las horas que descansé estoy listo para una ronda que sean sumamente excitante.- añadió mientras besaba el cuello de Itachi.
- Eres tan candente Deidara…Hoy cumpliré una de tus mayores fantasías.- comentó el azabache mientras le sacaba la ropa a su amado.
- ¿Cuál de todas?- preguntó el rubio sonrojándose.
- ¿Qué crees? – rió. – Haré dos clones…y así tendrás tres Itachi tocando cada parte de tu cuerpo…Ya verás que te gustará…Y gritarás como una perra en celo…-
- ¡Ay! Si hay algo que siempre he querido que hicieras es que me hables de manera sucia…y ahora me empiezo a excitar tan solo pensar lo que serías capaz de hacer…con tantos Itachi-sama.- dijo el rubio empezando a tocar la entrepierna del Uchiha.
- Ya verás que te retorcerás de placer mi hermosa perra…Ya verás que te dejo lleno de semen por dentro…y morderé todas tus lenguas.- decía el Uchiha tomando un mechón del cabello de Deidara y jalándolo hacia atrás.
- Itachi…ya no puedo esperar…Has esos clones y entra a mi cuerpo por donde quieras…- dijo el rubio mordiéndose los labios y empezando a rozar su cuerpo desnudo contra el del azabache.
No pasaron muchos minutos cuando el Uchiha había hecho dos clones y cada uno empezó a lamer el cuerpo de rubio. Deidara sacó todas sus lenguas y así fueron tocándose, acariciando y mordiendo con el pasar de los minutos.
- Ya está Deidara…ahora solo déjate llevar. Grita todo lo que quieras porque ten por seguro que te dolerá mucho.- dijo el azabache abriendo de piernas al rubio e introduciéndose en su orificio anal mientras un clon hacía lo mismo, pero en su otra entrada. El segundo clon se encontraba succionando el miembro del rubio y cuando ya todos estaban en sus posiciones, empezaron a moverse salvajemente.
Deidara no paraba de suspirar y gemir y a veces hasta gritaba mientras sentía que su cuerpo era atendido por el azabache y sus clones.>
- Oye Deidara… ¿Qué te sucede? ¿Estás bien? – preguntó Itachi mirando al rubio que parecía sufrir en una pesadilla. – ¡Hey! ¡Despierta!- exclamó.
Deidara despertó bastante agitado y sudado. Lo bueno era que no solía hablar dormido así que el Uchiha nunca se percató del tipo de sueño.
- Eh, a mi no pasa nada…- dijo el rubio un poco extrañado. De pronto se acordó del sueño y agarró la camiseta del azabache. - ¡Maldito! ¿Por qué me despertaste? Estaba soñando algo muy bueno y me despertaste en la mejor parte.- se quejó Deidara bastante enojado.
- Perdón.- se disculpó el Uchiha. – Es que pensé que tenías una pesadilla. Y no querías que sufrieras.-
- Bueno…eh, tampoco es para que te disculpes…- reía mientras se rascaba la nuca y se sonrojaba. – Tan solo fue un sueño muy… interesante.-
- ¿Con quien soñabas?- preguntó el azabache.
- No te contaré el sueño.- dijo el rubio avergonzándose. – Tal vez no se cumpla.-
- Espero que no hayas soñado con otro tipo.- dijo el Uchiha mirándolo de reojo.
- Por eso, no te preocupes.- le contestó el rubio sonriendo. – Oye, me está empezando a dar hambre.- añadió.
- Entonces cenemos.- comentó el azabache.
- Llévame a la cocina.- se quejó el rubio al momento de sentarse sobre la cama.
- Al parecer sigues con ese dolor…- decía el Uchiha mientras tomaba a Deidara en sus grandes brazos y lo llevaba a la cocina.
- Me alegra saber que tú hayas limpiado todo el desastre que dejamos en la habitación. Al menos nos complementamos. Tú limpias, yo cocino. Tú trabajas, yo hago ejercicios.- decía el rubio sonriendo.
- “A veces pienso que hago más cosas que Deidara”- pensaba Itachi.
Eran las once de la noche cuando ambos cenaron en la cocina. Itachi y Deidara ya estaban con sus pijamas puestos y ahora que la cama tenía sábanas limpias, los dos se acostaron para dormir y descansar tranquilamente esa noche.
---
- Deidara…- susurró el azabache que abrazaba a su amado en la cama. Ya eran las nueve de la mañana del día domingo.
- ¿Qué quieres?- preguntó el rubio de mala gana que ahora tenía un dolor más fuerte en sus caderas por la intensa tarde de ayer que pasó con el Uchiha
- Nada…- le respondió.
- Maldito…- gruñó el joven de ojos azules.
- Deidara…- volvió a susurrar Itachi.
- ¡¡¡Maldición!!! ¿¡Qué quieres!? – le gritó el rubio enojado.
- No te enojes…Solo quería decir tu nombre.- le respondió el Uchiha.
- A veces te vuelves muy molesto…-
- Y tú te siempre te vuelves agresivo. Tienes muy poca paciencia.-
- Ya cállate…- dijo Deidara. – No estoy de humor para tus juegos… ¡Me duele el bendito culo por tu culpa! Si tan solo tuvieras el tamaño más normal…-
- Vaya…me parece extraño que te estés quejando cuando todo pasó…Si me hubieras dicho esto en el momento que lo hacíamos, me hubiera detenido…-
Deidara solo se sonrojó y se quedó callado por varios minutos. De pronto arrugó su cara y fue corriendo al baño. Itachi se levantó inmediatamente a ver lo que ocurría.
- ¿Por qué estás vomitando? ¿Comiste algo que te hizo mal?- preguntó el Uchiha al ver a Deidara en tan malas condiciones.
- Ehhh…No que me acuerde…- dijo el rubio después de botar todo y limpiarse la boca. De pronto le dio un fuerte espasmo y volvió a vomitar. – Ah! ¡¿Qué mierda me pasa?!-
- ¿Alguna vez fuiste bulímico?- preguntó el Uchiha mientras le masajeaba la espalda.
- Claro que no…Nunca he tenido trastornos alimenticios y la verdad es que me desagrada vomitar… - comentó el rubio después de descansar un poco.
- Te llevaré al médico…- dijo el Uchiha tomando la mano del menor.
- ¿Eh? ¿Por qué? Ya se me pasó.- se quejó Deidara.
- Si no fue la comida…puede ser otra cosa.- dijo el azabache que ya tenía un extraño presentimiento de todo lo que ocurría.
---
Una vez que ambos estaban listos para salir, el azabache tomó la mano del rubio.
- Oye, ¿acaso quieres que nos vean tomados de las manos?- preguntó Deidara sonrojándose.
- Será mejor así. Ya quiero que todo Konoha nos reconozca como pareja. Al igual que Sasuke con Naruto, y Sai con Gaara.- dijo el azabache.
- Esta bien…pero si nos molestan o si me molestan, tú deberás protegerme…- dijo el rubio abrazando el brazo del mayor.
- “Qué lindo…Deidara puede llegar a ser muy tierno si se siente protegido”- pensaba el Uchiha mientras seguían caminando con su pareja. No pasaron más de diez minutos cuando llegaron al hospital. Parecía un día muy agitado. Había muchos ninjas médicos corriendo de un lugar a otro.
– ¿Qué sucede? ¿Por qué tanto movimiento?- preguntaba el rubio.
- Hola Deidara, hola Itachi. Bueno, yo les responderé la pregunta. Estamos en una campaña para vacunar a la gente. Hace varias semanas tuvimos una epidemia de fiebre….y ahora, durante la mañana, han estado llegando varias personas con fiebre muy alta. Así que estamos tratando de prevenir a la población y además estamos tratando a la gente afectada.- dijo Tsunade que había aparecido detrás de ellos. – Ejem, cambiando el tema… ¿Ya hicieron el intento?- preguntó la rubia mirando pervertidamente a la pareja.
- “Vieja chismosa…”- pensaba Deidara mirando con enojo a la rubia.
- Claro que hicimos el intento. Pero no venimos por eso exactamente. Lo que sucede es que Deidara sintió nauseas en la mañana y vomitó.- dijo el Uchiha un poco preocupado.
- Ah, ya veo.- respondió Tsunade con un tono más serio. – Tal vez comiste algo caducado…Aunque dudo que sea tu caso. Ya que debo suponer que como ya son bastante mayores saben de esas cosas tan comunes… Así que lo más conveniente en estos casos, será realizar una prueba de embarazo.- dijo Tsunade sonriendo.
- Disculpe… ¿Usted cree que la prueba de embarazado sirva para un hombre? – preguntó el azabache.
-“Espero que no nos pregunte cuando lo hicimos…Tan solo fue ayer”- pensaba Deidara un poco avergonzado.
- Bueno…la verdad es que no utilizaré esos pequeños test de embarazo que se venden en farmacias. Usaré chacra para ver si el óvulo ha sido fecundado... - dijo Tsunade tomando la mano del rubio y llevándoselo a una habitación desocupada. El Uchiha los seguía a pocos pasos. Ya cuando llegaron, la rubia hizo que Deidara se recostara en la camilla.
- Bien Deidara…solo tranquilízate. Si te pones tenso, harás mi trabajo más difícil y me voy a demorar más.- dijo la rubio poniendo sus manos a escasos centímetros del vientre de Deidara.
Itachi observaba todo desde el pie de la puerta. Tsunade parecía muy concentrada y sus expresiones eran algo extrañas; de repente fruncía el ceño, después abría la boca de asombro, luego abría los ojos y finalmente se rascaba la nuca.
- Tsunade, ¿qué sucede?- preguntó el Uchiha cuando vio que la rubia se había detenido y que además parecía confundida.
- Debo estar un poco desconcentrada, jamás me había pasado esto…Lo intentaré de nuevo.- dijo Tsunade antes de volver a cerrar los ojos e inspeccionar al rubio.
Deidara se asustó un poco por las palabras de la mujer. Miró a Tsunade por unos segundos y luego miró el rostro de Itachi. El azabache miró con seriedad al rubio, pero en el fondo estaba tan asustado como Deidara. Se le acercó para tomarle la mano y tranquilizarlo un poco.
- No puede ser.- dijo la mujer abriendo sus ojos y mirando a Deidara.
- ¿Qué cosa?- preguntó el rubio horrorizado.
- Es que…nunca antes había presenciado esto.- dijo Tsunade sin despegar su vista de los ojos del rubio.
- Por favor Tsunade, sea clara, Deidara se encuentra muy nervioso, y ahora está peor…- dijo el Uchiha. La rubia tomo un respiro y empezó a hablar.
- Tengo una noticia buena y una que no se si sea tan buena.- dijo la mujer.
- Quiero escuchar la buena…- interrumpió Deidara.
- La buena es que has quedado embarazado.- comentó Tsunade. Itachi y Deidara se miraron al mismo tiempo y se sonrieron.
- Eso es bueno…pero entonces ¿cuál es la no tan buena?- preguntó Itachi un poco confundido.
- La verdad es que es extraña. El bebé se está desarrollando muy rápido…Estuve haciendo unos cálculos mentales…y al parecer si todo va bien, nacerá dentro de tres meses.- dijo la mujer.
- ¡Tres meses!- gritó Deidara. Itachi solo sonrió y por dentro estaba realmente muy feliz.
- Pe…pero… ¡No creo que pueda a ese ritmo!- exclamó el rubio. – Yo pensaba que todo pasaría más lento…con calma…y ahora con lo que me acaba de decir el periodo de mi embarazo pasará realmente muy rápido…- dijo el rubio un tanto pálido.
- “Puede sonar extraño lo que está diciendo Tsunade…aun así, no deja de ser algo maravilloso.” – pensaba Itachi.
- El inconveniente de que sean tres meses…es que, primero, no se registra a ninguna persona que le haya pasado eso por lo tanto no tengo idea de que hacer en estos casos. Y segunda. No es posible confirmar si el bebé nacerá sano. Ya que como crece muy rápido no tenemos la certeza de que su cuerpo se desarrolle completamente… Aunque por un parte Deidara tiene un organismo muy particular y puede que su función principal sea la reproducción y por ende tenga la capacidad de tener muchos descendientes en poco tiempo.- dijo Tsunade. – De todas formas será conveniente que Deidara se haga una ecografía con frecuencia. Ya que hay que ver el estado del bebé.- agregó.
- Supongo que cualquier complicación, vendré a verla.- dijo Deidara un poco preocupado.
- Así es Deidara… Cualquier problema que tengas tendrás que venir. Y antes que se vayan, déjeme decirles, ¡Felicidades! Serán padres en tres meses.- dijo Tsunade sonriendo.
- Muchas gracias Tsunade.- dijo el Uchiha también sonriendo.
- Adiós.- se despidió el rubio sin muchos ánimos.
Ya a la salida del hospital, Itachi abrazó a Deidara.
- No sabes lo feliz que me ha hecho esta noticia.- dijo el azabache a punto de llorar de la emoción.
- “Maldición….Itachi está tan feliz. Pero no tiene idea de lo asustado que estoy… No me siento preparado para tener un hijo en tres meses…”- pensaba el rubio sonriendo fingidamente mientras abrazaba al Uchiha.
Luego de ese abrazo, los dos retomaron el camino a la casa de Sasuke.
- Deidara…me imagino que todavía es muy temprano para elegir un nombre, pero tal vez deberíamos comprar algunas cosas para el bebé y también deberíamos comprarte ropa para ti. Ya que en un mes y medio de seguro se te notará el embarazo.- dijo el Uchiha que parecía bastante maravillado e ilusionado con la noticia.
- Si Itachi…debemos comprar las cosas.- dijo el rubio mirando con preocupación al azabache. - ¿Qué tal si vamos ahora?- preguntó.
- Me parece buena idea…Ya que hoy es mi último día libre.- dijo el Uchiha.
Así caminaron juntos hasta una tienda. No había precisamente una tienda para embarazadas, ni mucho menos para hombre embarazos por ser algo tan poco común. Pero si había una tienda con tallas grandes. Cosa que necesitarían para la mayor comodidad del rubio.
Al entrar, una anciana los atendió. Deidara se probó varias camisetas extremadamente grandes y también pantalones muy cómodos que se podía llegar a estirar hasta seis veces su tamaño. Una vez que compraron toda la ropa que necesitarían caminaro de regreso a casa.
- Lo mejor de todo, es que ya tendremos nuestra casa. Podremos empezar a formar una familia. Y nos preocuparemos que nuestro hijo sea un ninja muy fuerte y noble.- dijo Itachi.
- Si…La verdad es que no quiero que sea un ninja renegado o que forme parte de alguna organización terrorista…- comentó el rubio un poco triste.
- Deidara…ya no puedo esperar…Quiero tener a ese pequeño en mis brazos…- dijo Itachi cerrando sus ojos e imaginándose una hermosa escena con su futuro hijo y con Deidara.
- Pero no te ilusiones mucho…Tsunade dijo que tal vez el bebé no podría nacer sano…- dijo el rubio. – Primero hay que esperar antes de seguir invirtiendo en nuestro futuro hijo.-
- Tienes razón…Esperaremos hasta el primer mes para ver si está marchando todo bien. Aun así…no hay que perder las esperanzas de que tengamos un hijo saludable.- dijo Itachi mirando al rubio y sonriéndole.
- Itachi…- susurró el rubio con una expresión triste en su rostro y derramando un par de lágrimas.
- ¿Qué pasa Deidara? ¿Te emocionaste?- preguntó el Uchiha sonriendo tiernamente.
El rubio cerró sus ojos y abrazó al azabache. – Perdón…pero no es eso…es que tengo miedo.- dijo Deidara.
- ¿Miedo de qué?- preguntó el Uchiha con tono de preocupación.
- De ser padre tan pronto…De saber que tengo un ser dentro de mi cuerpo y de que todo salga mal.- dijo el rubio empezando a sollozar.
- Pero Deidara…tú me dijiste que querías un bebé…ese día que Tsunade inspeccionó tu cuerpo y dijo que podíamos ser padres… ¿Te acuerdas cuando me dijiste que te gustaría tener un hijo? ¿Qué pasó con eso? ¿Acaso me mentías para hacerme feliz?- preguntó el azabache mirándolo con tristeza. – Porque si más te preocupa que todo salga mal, solo el tiempo dirá si somos capaces de tener hijos sanos.-
- Itachi…yo haría cualquier cosa para que fueras feliz y no sería capaz de ilusionarte…Hasta encontraba que la idea de tener nuestro propio hijo era perfecto. Pero…tres meses…no se si pueda. Es muy poco y me da miedo pensar que tendré un hijo tan pronto...Además yo seré el que de a luz…y eso también me causa temor.- confesó el rubio. – No se que hacer Itachi.-
El Uchiha solo se quedó callado y empezó a acariciar la espalda a su amado. Después de varios minutos, Itachi dejó de abrazar al rubio y lo besó en la frente.
- Deidara ¿Qué quieres exactamente que te diga? Si hubiera sabido que todavía no estabas preparado para esto…No te hubiera dejado embarazado…pero ya está todo hecho. Tendrás que aceptar que viene nuestro hijo en camino. Y que además es algo hecho con amor…No quiero que hagas algo de lo que después te puedas arrepentir.- dijo el azabache tomando la mano del joven.
- Pero…no quiero seguir con esto.- dijo el rubio un tanto fastidiado.
- Dime la verdad Deidara. ¿Por qué piensas así? Ya se que tú no serías capaz de cometer esa estupidez.- dijo el azabache mirándolo seriamente.
- Bueno es que…la verdad. Es que…- decía el rubio empezando a llorar. – Tengo mucho miedo de que después me abandones…-
- ¿Por qué te abandonaría? – preguntó el Uchiha bastante sorprendido.
- Porque…Siempre hablas de tener hijos…Muchos hijos y que serías muy feliz con eso. Pero…nunca te proyectas conmigo…Ni si quiera estamos comprometidos…- dijo el rubio avergonzándose. – Además como son solo tres meses…no creo que te preocupes de esas cosas. Estarás más pendiente del bebé.- añadió. – Y a veces pienso que si yo no hubiera sido capaz de tener hijos...te irías con otra persona.-
- Deidara…creo que he sido un idiota.- dijo el azabache abrazándolo.
– Por favor…no empieces a tener esas ideas. No sería capaz de abandonarte. Discúlpame si no soy muy romántico. Se me hace muy complicado…Te prometo que desde ahora, te demostraré más lo que siento…Porque la verdad es que no quiero que te sientas así. Debes saber que yo te amo. Y solo contigo puedo ser feliz.- dijo el Uchiha con sus mejillas levemente sonrojadas. – Con respecto al compromiso…te daré una sorpresa un día de estos…-
- Supongo que la estaré esperando.- dijo el rubio con su ceño fruncido y haciendo un puchero. El Uchiha le sonrió amablemente mientras le acariciaba sus cabellos.
- Deidara…quiero que me prometas que nunca más dirás que te abandonaré…es que eso me hizo sentir muy mal...No pensé que fueras capaz de pensar que soy esa clase de persona.- comentó el azabache mirándolo un poco triste.
- Lo prometo.- dijo el rubio antes de besar al Uchiha. – Ahora no te pongas triste.- se quejó Deidara haciendo que Itachi sonriera. – Oye, hace un rato estabas triste y ahora me sonríes…Eres muy cambiante.-
- Y tú eres muy enojón.- dijo el azabache. El rubio estaba a punto de contestarle, pero para no darle la razón se quedó callado.
RasputinSin vida social - It's JJ Style!
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05/06/2011
Viktuuri
Hunter x Hunter (2011) | Ping pong animation | Full Metal Alchemist | Yuri on ice
Pokemon Sol y Luna | All Out!! | Sangatsu no Lion | Super Horny 2
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Ocio, ven a mí
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Que buen capitulo!, perdon por no comentar el anterior; se me paso y no lo lei. Pero muy bueno el lemon y deidara embarazado! que ternura, seguilo.
Ahora si te pedire dos favores:
1. Pasate por mis fics en el sasunaru FC
2. Te acordas que con el itasasu me marcaste las partes que habia de esa pareja?, no podrias hacerlo tambien con el saigaa?. Porque esa pareja si, la desprecio con toda mi alma; me gusta menos que el sasusaku para asi decirlo. Nose, a gaara no lo veo con nadie; y las unicas parejas yaoi de la serie que me gustan son sasunaru y itadei, porque tecnicamente tuvieron momentos. Si, pliss?
Y acordate de entregar el oneshot para el concurso pareja contraria.
Bueno ahora si me puse molesta
Como ya dije antes, seguilo que esta muy bueno y me gusta tu forma de escribir, ademas de la historia.Tu seguidora.
Ahora si te pedire dos favores:
1. Pasate por mis fics en el sasunaru FC
2. Te acordas que con el itasasu me marcaste las partes que habia de esa pareja?, no podrias hacerlo tambien con el saigaa?. Porque esa pareja si, la desprecio con toda mi alma; me gusta menos que el sasusaku para asi decirlo. Nose, a gaara no lo veo con nadie; y las unicas parejas yaoi de la serie que me gustan son sasunaru y itadei, porque tecnicamente tuvieron momentos. Si, pliss?
Y acordate de entregar el oneshot para el concurso pareja contraria.
Bueno ahora si me puse molesta
Como ya dije antes, seguilo que esta muy bueno y me gusta tu forma de escribir, ademas de la historia.Tu seguidora.
Atte.theblackangel
CeltyNaruSaku Club - Sacudo, sacudo, sacudo
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Regalos
NS - After the war
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Theblackangel: Gracias por comentar :D ya te contesté algunas cosillas en tu FF como pudiste leer hace unos días. Ya envié mi one-shot así que estoy libre de toda culpa 8D
Capítulo XI: Compromisos
Capítulo XI: Compromisos
- Spoiler:
- - Y bien…- comentó Itachi.
- ¿Y bien qué?- preguntó el rubio. Ambos se encontraban en el patio de la casa de Sasuke. Estaban sentados en unas rocas viendo el hermoso jardín estilo japonés. Había mucha vegetación, además de flores. También se podía apreciar una pequeña fuente y alguna que otra linterna de piedra.
- ¿Cómo te sientes, físicamente, después de saber que Tsunade te dijo que estabas embarazado?-
- Deja de hacerme esa clase de preguntas…Solo llevo una semana y todavía no siento nada especial…excepto las molestas náuseas de la mañana.- se quejó el rubio.
- Pero acuérdate que tu embarazado durará tres meses…Por darte un ejemplo, cuando tengas un mes de embarazo será como si hubieran pasado tres meses…-
- Eso ya lo se… por eso mismo cuando tenga el mes lo más probable que se note y lo sienta…En estos momentos debe ser una cosa muy pequeña.-
- Oye…no trate de cosa a nuestro hijo…- se quejó el Uchiha.
- Yo veré como trato a mi hijo…- le respondió el rubio frunciendo el ceño. – “Además no quiero que sepas que le hablo cuando no estás…”- pensaba Deidara mientras el azabache suspiraba.
- Hoy es el cumpleaños de Naruto…además lo celebrará aquí, en casa de Sasuke. Solo espero que no invite mucha gente o sino, habrá mucha bulla.- comentó Itachi.
- Tienes razón…odio el ruido. Deberíamos irnos a otro lado.-
- Pero no sería correcto dejar a Naruto…Acuérdate que es el novio de mi hermano…-
- Bien…estaremos un rato acompañándolos y luego nos vamos a un lugar más tranquilo…-
- Vaya…parece que te entusiasma la idea de estar solos…-
- No dije eso…- comentó Deidara sonrojándose un poco.
- Ya sabes que es así…- le dijo sonriendo. – De todas formas mi sorpresa que te debo, te la daré esta noche.- dijo Itachi poniéndose de pie y abrazando por detrás a su amado.
- ¿Por qué esta noche? ¿Qué planeas hacer?- preguntó el rubio un poco avergonzado.
- Deidara…no pienses cosas pervertidas…-
- ¡No estoy pensando ese tipo de cosas! ¿Quien te crees que soy?- volvió a preguntar, pero esta vez más nervioso.
- Digamos que será una sorpresa…dejémoslo así.- susurró el Uchiha al oído del joven de ojos azules.
- ¡Oigan! ¡Oigan!- gritó un joven rubio que apareció de repente. Ambos se sobresaltaron al escuchar ese fuerte grito.
- Naruto… ¿Qué sucede?- preguntó Itachi un poco confundido por la repentina aparición del Hokage.
- Solo quería informarles que invitaré a un par de amigos…Así que no se preocupen por la bulla…- decía Naruto sonriendo muy feliz.
- “¿Qué acaso nos estaba espiando?”- se preguntaba Deidara.
- Exactamente ¿a quién invitarás?- preguntó el Uchiha mayor.
- A Sai, a Gaara, a Sakura, a Oba-chan, a Yamato- sensei, Iruka-sensei y Kakashi-sensei.-
- Espera… ¿quién fue el último que nombraste?- preguntó un poco enojado Deidara.
- Kakashi-sensei… ¿qué tiene de extraño?-
- ¡Maldito! Cuando lo vea le sacaré la mierda…- decía el rubio apretando su puño.
- ¡Ay Deidara!…No te andes vengando de cada persona que te encuentras en Konoha…Ya ves lo que pasó con Gaara…La verdad fue bastante vergonzoso. No tenía idea que fuera tan sensible en su cabeza…- comentó el azabache un poco extrañado.
- Bueno…No haré nada, pero ese tipo nunca me va a simpatizar…- dijo el rubio haciendo una mueca de desagrado.
- Me alegra que digas eso Deidara…No quería tener problemas en mi cumpleaños…Pero ahora….- tose. - Creo que alguien tiene que saludarme.- dijo Naruto mirando a Deidara. El rubio lo miró un poco fastidiado y antes de suspirar le dijo:
- Feliz cumpleaños…espero que la pases bien.-
- ¡Oh! Muchas gracias.- dijo Naruto abrazando al joven de ojos azules.
- “¿Por qué rayos me abraza tan fuerte?”- se preguntaba Deidara un poco asustado.
- ¿Saben? Ahora que los veo bien juntitos…podría decir que se parecen bastante…Si Naruto se dejara crecer el cabello. Podría quedar como una copia exacta de Deidara…- decía el Uchiha mirando fijamente a ambos. Deidara se sonrojó al igual que Naruto.
- Eso es imposible…Si tuviera el cabello largo…parecería mujer.- se quejó el Hokage dejando de abrazar al rubio.
- No hay forma de que este mocoso tenga algún parecido conmigo.- respondió Deidara al comentario del menor.
- ¿A quién le dices mocoso? ¡Tengo 18! – gritó el Uzumaki.
- Me pregunto cual será tu edad mental.- decía Deidara mirando fijamente a Naruto de forma amenazante.
- ¿Qué dijiste? ¡Repítelo!- exclamó enojado el menor mientras se arremangaba.
- Ya cálmense los dos…Naruto, deberías controlarte…Eres Hokage. Y tú Deidara…estás embarazado.- dijo Sasuke que apareció detrás de un arbusto.
- ¡Momento! ¿Cuándo te enteraste de eso?- preguntó Deidara avergonzándose. Naruto quedó sorprendido por el comentario de Sasuke y se quedó callado.
- Itachi me lo dijo.- respondió el Uchiha menor. El rubio miró a Itachi como si quisiera matarlo.
- Oye, no te enojes. Es mi hermano…Ahora que Naruto se halla enterado recién es porque no estaba en el desayuno…-
- ¿Por qué siempre eres así? Nunca me preguntas…Siempre andas diciendo cosas de nosotros sin mi consentimiento.- dijo Deidara entrando a la casa y encerrándose en una habitación.
- Itachi…no te preocupes, es normal que se comporte así…Está teniendo comportamientos típicos de una mujer embarazada…- dijo Naruto.
- En otras palabras, cambios de humor…lo leí en un artículo del periódico.- dijo Sasuke.
- Supongo que no debo preocuparme tanto…pero no puedo dejar a Deidara sufrir con esos cambios de humor sin hacer algo…- dijo el Uchiha que entró a la casa para ir a ver al rubio.
- Oye Sasuke… ¿en qué momento lees el periódico?- preguntó Naruto.
- Eh…no te lo diré.- respondió Sasuke ruborizándose.
- Hoy encontré el periódico en el baño…No trates de ocultarlo.- dijo el rubio sonriendo burlonamente.
- Es lo más normal del mundo…- dijo Sasuke desviando la mirada.
++++++++++++++
Después de una hora, al fin, Deidara se decidió abrir la puerta.
- Deidara… ¿qué voy a hacer contigo? Tus cambios de humor son tan repentinos que no se como actuar.- dijo el Uchiha.
- No se trata de eso…Solo quiero que seas más reservado con ciertas cosas…- dijo el rubio mirando el suelo. El azabache se acercó a Deidara que estaba sentando en la cama y lo observó.
- Tu embarazo era algo que se iba a notar tarde o temprano…- dijo el azabache. – Ahora van tres personas que saben de esto, Tsunade, Sasuke y Naruto…No tienes por qué ponerte triste o preocuparte. Ellos son personas de confianza. Obviamente este no era un tema que iba a comentar con mis alumnos o con alguien de mi trabajo…Esto es muy personal y si tú quieres que esto sea lo más discreto posible respetaré eso.- añadió.
- Lo siento Itachi…Ya no es la primera vez que te hago sentir mal por mis caprichos…- dijo el rubio mirando al Uchiha.
- Tus caprichos son parte de tu personalidad así que por eso no hay problema…Tú sabes mejor que nadie que adoro tu personalidad y si me enamoré de ti fue por eso…por la persona que eres.- dijo el azabache.
- Gracias Itachi…Siempre me hacen sentir mejor tus palabras.- dijo el rubio abrazando a su amado.
++++++++++++++
Ya como a las siete de la tarde, en casa de Sasuke, empezaban a llegar los últimos invitados.
En la sala de estar había una mesa muy alargado, y encima de esta, diversos platos japoneses decoraban y ocupaban todos los espacios posibles. Parecía un verdadero banquete con tanto colorido y abundancia. Para sentarse había cojines muy cómodos y para el ambiente había música muy alegre…
Estaban todos celebrando entusiasmadamente, mientras reían, comían y conversaban, hasta que las luces empezaron a atenuarse y una música empezó a sonar. El sonido del saxofón era muy melodioso y los invitados empezaron a mirarse unos a otros.
- ¿Qué está sucediendo?- preguntó Sasuke con un tono serio.
- Cálmate Sasu. Solo observa.- dijo Naruto que ya sabía lo que iba a ocurrir.
No pasó mucho tiempo cuando apareció Sai sonriendo como de costumbre. – Bueno chicos…Ya que a ustedes los considero mis amigos…Me gustaría decir algo muy importante y quiero que ustedes lo sepan antes que nadie…Gaara, podrías acercarte.- decía el azabache sonriendo como de costumbre. El pelirrojo quedó confundido.
- “¿Qué podrá ser?...No mencionó nada.”- pensaba Gaara quedando al lado de Sai un poco extrañado.
Mientras la música seguía sonando, Sai tomó la mano de su novio y después los abrazó por la cintura. Los invitados pensaron que se podrían a bailar, pero grande fue la sorpresa para todos cuando vieron que el azabache se arrodillaba frente al pelirrojo y al mismo tiempo se sonrojaba.
- Sai… ¿no me digas que vas a hacer un espectáculo? – comentó Gaara en voz baja.
- No es eso mi mapachecito.- decía Sai sonriéndole.
- “¿Mapachecito?”- se preguntaba Naruto tratando de aguantar la risa.
- Pero dime qué cosa estás planeado…- decía Gaara más confundido y mirando como Sai seguía arrodillado. De pronto la música bajó su volumen y el azabache tomó la mano del pelirrojo.
- Gaara…este último tiempo, hemos vivido tantas cosas. No sabes lo feliz que he sido al conocerte y tener el privilegio de estar a tu lado. Quiero ser el hombre que te acompañe toda tu vida…Quiero que tú seas mi hombre que me acompañe toda mi vida. ¿Te casarías conmigo?- preguntó Sai mirándolo un poco avergonzado al hacer esa pregunta tan importante y delante de tanta gente. Su piel que era bastante pálida hacía un contraste muy fuerte con sus mejillas ruborizadas y todos los invitados podían notar eso. Gaara estaba bastante sorprendido, tanto, que unas lágrimas se asomaron a sus hermosos ojos verdes. Ese joven pelirrojo que siempre era serio había cambiado mucho estando con Sai y ahora se notaba una hermosa sonrisa en sus labios. Gaara se agachó para estar a la altura de Sai y lo miró a los ojos.
- Sí…claro que sí.- le contestó finalmente mientras lo abrazaba tiernamente y empezaba a besarlo. Después de cómo cinco minutos besándose se separaron y Sai le entregó una rosa roja a su novio. Los invitados aplaudieron durante el largo beso y miraban muy contentos a la pareja.
- Chicos…Aprovecho de decirles de que yo puedo casarlos.- dijo Naruto mientras todos voltearon a observar al cumpleañero.
- ¿Y eso por qué?- preguntó Sasuke mirando con desconfianza a su novio.
- Porque soy Hokage.- respondió el rubio sonriendo naturalmente.
- ¿Desde cuándo el Hokage tiene ese poder?- preguntó Kakashi algo confundido.
- Es una ley que ya está aprobada. De hecho fue aprobada hoy. – contestó Naruto.
- Estuve insistiendo todo este tiempo y a pocas semanas que dejo de ser Hokage, aprueban esa ley.- dijo Tsunade entre risas.
- Tsunade-sama…debería dejar de beber tanto…- comentó Sakura un poco preocupada por el estado de la mujer.
- Ya veo…Eso si que es extraño. Por cierto Naruto…Quiero reservar una boda para ocho meses más.- dijo de pronto Iruka. Todos los invitados lo observaron haciendo que el castaño se avergonzara.
- ¿Con quien te vas a casar Iruka?- preguntó Yamato bastante sorprendido.
- Con…Kakashi.- dijo cerrando sus ojos y escondiéndose detrás del hombre que nombró.
- Iruka…No sabía que querías.- comentó Kakashi bastante sonrojado y feliz, pero no se notaba puesto que su máscara tapaba su rostro. – Me alegra saber que eso deseas…yo también lo estaba pensando…pero te lo iba a decir a solas. En fin, supongo que no queda otra.- dijo el ninja dándose media vuelta para abrazar a su amado y decirle algo al oído. Acto seguido los dos se pusieron de pie al mismo tiempo y Kakashi miró a todos los invitados. - Bueno, Iruka y yo somos novios hace semanas, pero personalmente estuve enamorado de él hace años…Al final las cosas se dieron y ahora somos una feliz pareja.- dijo Kakashi sonriendo y rascándose la nuca.
- ¡Felicidades! – gritaron los invitados.
- Vaya, se siente bien decir estas cosas…- pensaba Kakashi en voz alta. – Al menos te podré abrazar y besar en público.-
- Oye, eso no…Solo abrazos.- dijo Iruka levemente sonrojado.
- “No sabía que en Konoha se estaba dando esta tendencia…”- pensaba Deidara un tanto fastidiado puesto que Kakashi no era precisamente su amigo.
- “Así como van las cosas…Creo que terminaré sola…”- pensaba Sakura un poco afectada al saber que todos los hombres se emparejaban entre ellos.
- Bueno…Creo que después de tantas confesiones y sorpresas será mejor ¡comer hasta reventar!- gritó Naruto que empezaba a comer un pedazo de pescado asado.
- ¡Brindemos por la pareja que muy pronto se casará! ¡También por la pareja que acabamos de conocer y por mi cumpleaños!- gritó Naruto tomando un vaso de jugo.
- Oye Naruto…ya tienes dieciocho, deberías tomar licor.- decía Kakashi.
- No me gusta...- dijo el rubio haciendo un puchero.
- Oiga Kakashi-sensei… ¿Qué clase de profesor le recomienda eso a sus alumnos? Además no quiero que Naruto beba porque le puede caer mal…- dijo el Uchiha menor mirando fijamente al profesor.
- Ya…no es para tanto.- decía Naruto sonriendo. – No te preocupes Sasuke…No beberé. Ya tomé esa decisión.- añadió mientras Sasuke lo volteaba a ver y después le sonreía.
- Oye Sai…Espero casarnos pronto.- dijo el pelirrojo que se encontraba sentado delante de su novio. Sai lo había rodeado con sus brazos y además había apegado su torso con la espalda de su amado.
- Si…yo también…La verdad es que quiero aprovechar cada segundo contigo.- decía el azabache.
- ¿Cómo te gustaría vestir para el casamiento?- preguntó el pelirrojo.
- Pues…me gustaría algo bien tradicional. ¿Qué te parece kimonos?- preguntó el azabache mientras acomodaba su mentón en el hombro de Gaara.
- ¿Kimonos? Eso suena bastante bien. ¿Sabes Sai?…Ahora me acordé que debemos avisarle a mis hermanos…Espero que no se lo tomen a mal. Ya sabes cómo son de enojones…- dijo el pelirrojo antes de suspirar.
+++++++++++++++++++
Después de esa celebración en casa de Sasuke, Naruto fue a festejar con el pueblo. Casi toda la aldea se encontraba en el edificio más grande de todo Konoha esperando al invitado. Naruto era muy querido por todos, así que esto lo habían organizados entre muchos ninjas. Sasuke lo acompañó de mala gana, puesto que quería pasar un tiempo a solas con su novio.
Por otra parte ya se encontraban solos Deidara e Itachi.
- Oye Itachi, ¿mañana tienes clases?- preguntó el rubio mirando al azabache.
- Así es Deidara…y el próximo fin de semana iré a un paseo con mi salón de clases…Lo más probable es que me ausente el fin de semana.- dijo el Uchiha seriamente.
- Eso significa que no te podré ver esos días. ¿Verdad? – preguntó el rubio un poco desanimado. El azabache asintió con la cabeza y miró el rostro de su amado.
- Deidara, no te preocupes…El paseo solo se hace dos veces al año. Ten por seguro que tendremos muchos días para vernos.- dijo el Uchiha.
- Ese trabajo que tienes no me gusta mucho…Cuando despierto, veo tu lado de la cama vacío, y a veces despierto abrazando una almohada pensando que eras tú.- dijo el rubio un poco avergonzado.
- Lo lamento…Pero sabes mejor que nadie que necesitamos el dinero para darle una buena calidad de vida a nuestro pequeño.- dijo Itachi abrazando a su rubio.
- Entiendo…pero no por eso me dejes botado.- dijo Deidara cerrando sus ojos y aguantando las ganas de llorar.
- Debes saber que eres lo más importante para mí. Y cuando nazca el bebé…tendré a dos personas muy importantes. – dijo el Uchiha. – Por favor Deidara…entiéndeme.-
- “A veces me gustaría regresar al pasado para seguir viviendo en ese campo donde solía trabajar…Fueron pocos los días que estuve contigo disfrutando la vida como nunca… Pasábamos todo el día juntos haciendo muchas cosas…Y no nos preocupábamos del dinero.”- pensaba Deidara sin dejar de abrazar al azabache.
- Te entiendo.- dijo finalmente el rubio sin convencerse de sus palabras.
++++++++++++++++
En otro lado, donde todo Konoha celebraba con música y comida, Gaara y Sai se encontraban cerca del bosque.
- ¿Por qué me trajiste hasta acá?- preguntó el pelirrojo.
- Todavía no llegamos…el lugar está muy al interior del bosque.- dijo Sai que seguía caminando. Una vez que llegaron a cierto lugar, donde el terreno era plano y rodeado por árboles, Gaara pudo distinguir una tienda de campaña y una fogata apagada. El azabache sin decir alguna palabra, encendió la fogata y luego volvió con su novio. Le tomó la mano y se sentó en el pasto.
- Siéntate en mis piernas.- dijo Sai sonriendo. El pelirrojo se ruborizó un poco, pero aun así se sentó sobre las piernas de su amado.
- ¿Qué intentas hacer?- preguntó Gaara.
- Solo quiero pasar una noche contigo mirando las estrellas.- dijo Sai abrazándolo y recostándose sobre el pasto para llevar consigo al pelirrojo, dejándolo sobre él.
- Gaara…no quiero separarme de ti. Me gustaría estar siempre de esta forma.- decía el azabache acariciando el cabello del pelirrojo.
- Sai…Gracias.- dijo el joven de ojos verdes mientras se acomodaba sobre el cuerpo de Sai tratando de no hacer tanta presión.
- Si estás incómodo puede ponerte al lado mío…- dijo el azabache sonriendo. Gaara se puso al lado de Sai y después lo abrazó. – Mira el cielo.-
El pelirrojo levantó su vista y vio un hermoso cielo estrellado. La luna se veía inmensa y tenía un color anaranjado.
- Esta decisión es algo apresurada, ¿no crees?- preguntó Sai riendo.
- ¿Casarnos?- preguntó el pelirrojo.
- Eso mismo…Pero nunca me voy arrepentir de haberte pedido que seas mi esposo siendo tan joven…A pesar de que la gente empezará a hablar sobre nosotros, qué somos muy inmaduros, que llevamos unas pocas semanas de habernos conocidos y cosas así.- decía Sai mirando a su novio. – Quiero que sepas que tú eres único…y mis ojos estarán siempre puestos en ti.-
- Te amo Sai.- dijo Gaara en voz baja y tomando la mano del azabache para luego mirar las estrellas. Luego se apegó a él y comenzó a besarlo…
Pasaron como dos horas mirando las estrellas felizmente hasta que una brisa helada pasó cerca de ellos. Gaara sintió un poco de frío. No estaba acostumbrado a las heladas temperaturas cuando llevaba ropa tan ligera. Sai lo miró sonriendo y le acarició el cabello delicadamente. – Entremos a la tienda de campaña…allí hay ropa más abrigadora, además también hay cosas para comer.- dijo el azabache antes de entrar a ese refugio. El pelirrojo se puso de pie y lo siguió. Al entrar, notó que habían muchas mantas una sobre otra, dos almohadas y un bolso.
- Oye, parece que trajiste muchas mantas…parece una cama muy cómoda.- dijo el pelirrojo.
- La idea es que estés cómodo y no pases frío.- dijo Sai.
- Sai…pero yo quiero que me protejas del frío con tu cuerpo.- dijo Gaara bajando la mirada.
- ¿De verdad quieres eso?- preguntó el azabache a lo que el pelirrojo asintió con la cabeza. Sai se acercó a su novio y lo tomó de la cintura.
- Entonces la ropa no será necesaria.- le susurró al oído.
- Así es…- dijo el pelirrojo soltando un gemido al sentir que Sai le besaba su cuello mientras le sacaba la camiseta.
- Hace tiempo que no veía tus pezones tan erectos.- dijo el azabache mirando el torso desnudo de Gaara.
- Hace tiempo que no te escuchaba sonar tan pervertido…- dijo el pelirrojo que lo abrazó y comenzó a besar por un buen rato.
- ¿A dónde quieres?– preguntó Sai acariciándole el cabello.
- Arriba…así que tú serás mi pasivo…- dijo Gaara lanzándose sobre su amado y empezando a desvestirlo.
+++++++++++++++++++++++
- Itachi… ¿Dónde rayos dices que será el paseo?- preguntó el rubio mirando hacia todos lados. – Hasta ahora hemos subido esta especie de colina que no queda muy lejos de Konoha…Creo que estoy arrepentido de haberte preguntado donde sería tu famoso paseo escolar-
- Deidara ya llegamos…ven y siéntate en esa roca.- dijo el Uchiha sonriendo.
- No parece un buen lugar para acampar un fin de semana.- comentó el rubio un tanto fastidiado.
El Uchiha no dijo nada y se sentó al lado de su amado. – Solo espera…- dijo el azabache. De pronto, se escucharon unas voces muy angelicales. Eran los pequeños alumnos de Itachi que cantaban una canción romántica en inglés.
Deidara quedó basta sorprendido. No entendía lo que cantaban y por lo tanto no sabía el contenido de la canción. Sin embargo, era una balada muy melodiosa.
- Itachi…es muy hermoso lo que hiciste…Pero, ¿qué dice la canción?- le preguntó en voz baja.
- Cuando estemos en casa te lo diré…ahora disfruta.- le dijo el Uchiha abrazando al rubio.
- “Haber hecho a los niños trasnochar y cantar solo por mi…qué lindo.”- pensaba el rubio escuchando esa canción.
- “Al menos las clases de inglés me sirvieron de excusa para hacerlos cantar…”- pensaba el Uchiha bastante satisfecho con todos los ensayos.
Ya cuando terminaron la canción Itachi hizo un clon para llevarse a los pequeños a sus casas. Deidara seguía abrazando a su amado y se sentía muy feliz.
- Vamos. Debemos ir a otro lado.- dijo el Uchiha. – No te preocupes que el lugar está cerca.- agregó haciendo que el rubio se pusiera de pie y lo siguiera.
Antes de llegar al lugar señalado por el azabache, Deidara tuvo que vendarse los ojos. Después de llegar a una especie de laguna, con una gran balsa y velas flotando en el agua, el Uchiha le sacó las vendas haciendo que el rubio observara todo ese hermoso espectáculo.
- Sube a la balsa, y no te preocupes, que el agua no es profunda así que no hay peligro…Además se nadar muy bien.- dijo el azabache sonriendo y haciendo que Deidara se subiera a la balsa seguido de Itachi. Una vez que se subieron, el Uchiha remó para quedar al centro de la pequeña laguna y así poder ver las velas que estaban sobre el lago.
- Gracias Itachi…gracias por todo lo que has hecho por mi.- dijo el rubio abrazando a su amado.
- Tú sabes que haría cualquier cosa para hacerte feliz…y si tengo que hacer este tipo de cosas todos los días para sacarte una sonrisa. Lo haré.- dijo el Uchiha mirando con ternura al rubio que se había sonrojado.
- Eres realmente muy complaciente.- dijo Deidara que estaba a punto de llorar. – “Yo también quiero hacer este tipo de cosas…pero no se me ocurre nada en especial.”- pensaba el rubio.
- Aun falta lo más importante…- dijo Itachi mirando al rubio. – ¿Quier…- alcanzó a decir el Uchiha cuando Deidara puso su mano sobre la boca del azabache para callarlo.
- ¿Quieres ser mi novio?- preguntó el rubio sonrojándose y avergonzándose al mismo tiempo. Itachi quedó bastante sorprendido. Nunca esperó que Deidara hiciera esa pregunta. – Responde sí o no…Mira que no quiero seguir siendo solo tu conviviente.- dijo Deidara desviando la mirada.
- Por supuesto que sí…- dijo el azabache antes de empezar a besar apasionadamente, a su ahora, novio.
++++++++++++++++++
En el bosque se encontraba Sai recuperándose de ese momento tan apasionante que le dio Gaara.
- Me alegra que hayas puesto esta tienda de campaña…Así nos quedaremos toda la noche en este lugar tan tranquilo.- decía el pelirrojo acariciando el cabello del azabache.
- Duele…- dijo Sai.
- ¿Hablas en serio?- preguntó un poco asustado.
- Sí duele, pero puedo superarlo…No es la primera vez que me dejas así. Eres tan insaciable mi mapachecito.- dijo el azabache sonriendo.
- Lo se Sai…pero hoy he estado más insaciable que otros días…Debe ser porque me emociona mucho la idea de casarme contigo…- comentó el pelirrojo sonrojándose y empezando a arropar a su amado. – Ya es tarde…será mejor dormir.- dijo Gaara cubriéndose con varias mantas y abrazando a su novio.
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Ocio, ven a mí
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Bueno me he tomado un tranquilito tiempo para venir y leerme todo lo que me quedaba pendiente de tu historia..
Debo decir tres cosas..
numero 1: admiro tu manera de escribir la forma en la que llevas la trama de un lado a otro recorriendo muchos caminos interesantes pero siguiendo fiel a la idea general y a la pareja en si es asombrosa... esto hace a la lectura mas dinamica y no te cansas al leer.. ademas cada vez que lo haces consigues sorprenderme..tienes mucha imaginacion y bien estructurada.
numero 2: has conseguido posicionar a Deidara como uno de mis personajes favoritos, es decir claro que me gustaba antes... pero al no tener tanto contacto con material sobre el, lo perdia de a ratos..Yo creo que has captado su personalidad tal cual y eso es lo que distingue a los buenos escritores, los que nos crean mundos y situaciones asombrosas pero se mantienen fiel a la naturaleza unica del personaje con el que estan tratando. Yo me enamore de Dei me resulta tan divertido a veces, tan picaro, tan renegon o quisquilloso otras, tan inocente, tan niño aveces..unico, explosivo multifacetico jaja
numero 3: las partes con Tsunade son definitivamente unas de mis favoritas, por como pintas a la mujer de chismosa, pero al mismo tiempo sabia y divertida..pff el embarazo, los fics donde algun miembro de mis parejas se embaraza no son de mis favoritos, pero este ha conseguido atraparme... se me hace muy buena idea, y muy diferente verlos asi, que original.. Deidara es un caso totalmente jaja, es muy tierno y enojon. El lemon del comienzo me gusto... ^^ jaja que puedo decir.. no estoy acostumbrada al yaoi pero he leido muchos de parejas hetero soo estoy acostumbrada y ok soy algo perver...XD
Bien en fin he disfrutado de este fic, te dare un punto y mañana continuo la historia con el nuevo cap y edito el post...y quiero leerte por si tienes mas historias de la pareja.. Bien me avisas
Soo sin mas que decir me rajo... espero conti
Debo decir tres cosas..
numero 1: admiro tu manera de escribir la forma en la que llevas la trama de un lado a otro recorriendo muchos caminos interesantes pero siguiendo fiel a la idea general y a la pareja en si es asombrosa... esto hace a la lectura mas dinamica y no te cansas al leer.. ademas cada vez que lo haces consigues sorprenderme..tienes mucha imaginacion y bien estructurada.
numero 2: has conseguido posicionar a Deidara como uno de mis personajes favoritos, es decir claro que me gustaba antes... pero al no tener tanto contacto con material sobre el, lo perdia de a ratos..Yo creo que has captado su personalidad tal cual y eso es lo que distingue a los buenos escritores, los que nos crean mundos y situaciones asombrosas pero se mantienen fiel a la naturaleza unica del personaje con el que estan tratando. Yo me enamore de Dei me resulta tan divertido a veces, tan picaro, tan renegon o quisquilloso otras, tan inocente, tan niño aveces..unico, explosivo multifacetico jaja
numero 3: las partes con Tsunade son definitivamente unas de mis favoritas, por como pintas a la mujer de chismosa, pero al mismo tiempo sabia y divertida..pff el embarazo, los fics donde algun miembro de mis parejas se embaraza no son de mis favoritos, pero este ha conseguido atraparme... se me hace muy buena idea, y muy diferente verlos asi, que original.. Deidara es un caso totalmente jaja, es muy tierno y enojon. El lemon del comienzo me gusto... ^^ jaja que puedo decir.. no estoy acostumbrada al yaoi pero he leido muchos de parejas hetero soo estoy acostumbrada y ok soy algo perver...XD
Bien en fin he disfrutado de este fic, te dare un punto y mañana continuo la historia con el nuevo cap y edito el post...y quiero leerte por si tienes mas historias de la pareja.. Bien me avisas
Soo sin mas que decir me rajo... espero conti
ElenaSin vida social - A-YO! motherfuckers /limonsita ♥
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Elena chan No sabes lo feliz que fui al leer tu comentario. Adoro a las lectoras que se dan el tiempo de leer y dejar un comentario como el tuyo. Jejeje, el lado picarón lo tienen todos, es que adoro imaginármelos en situaciones así. Por cierto, NO tengo otro fanfic ItaDei, este será el único que haga. A no ser que se me ocurra una idea superfabulosa xD. Lo que si tengo es un FF SasuNaru xD aunque no te lo recomiendo si no te gusta mucho el yaoi...Digamos que es demasiado "fuerte"...Además está escrito en un formato que muchos detestan *creo que era formato guión *(fui mi primer fic después de todo ) Eso sí, a muchas y muchos lectores les gustó...será porque saqué un lado muy pervertido de los personajes de Naruto 8D (lo clasificaría de hentai-ecchi-yaoi) También tengo un one-shot NaruSasu... Aunque lo más seguro es que lo edite porque algo no calza muy bien. Mmm....veamos, también tengo un one-shot Itakonan D: que hice para un concurso, que por cierto todavía no anuncian a los ganadores ¬¬ y llevan casi una semana sin poner los resultados. Y por si te interesa, hice un one-shot SasuSaku D: para el concurso de pareja contrario...cuando den los resultados lo publicaré ;D Bueno, xD no sé por qué te conté todos mis trabajillos xD pero si te interesa alguno, pues, solo avisa...Y si, entonces solo ignora 8D
Saludos
Capítulo XII: Teniendo esperanza es suficiente
Saludos
Capítulo XII: Teniendo esperanza es suficiente
- Spoiler:
- Los rayos del sol, llegaban a cada rincón de Konoha. Era bastante complicado encontrar una sombra y todos los aldeanos llevaban puesta ropa ligera y bebían refrescantes líquidos en grandes cantidades. La piscina de la aldea estaba prácticamente llena y solo quedaban algunos lugares para escapar del calor, como el río que quedaba a las afueras de Konoha o tener una piscina propia. Siendo lo último realmente extraño en esos lugares.
Itachi dormía tranquilamente en la cama junto al rubio. Ambos estaban destapados y en calzoncillos.
Elena
- “Vaya…Itachi duerme profundamente solo cuando se toma esa infusión…”- pensaba Deidara mirando a su novio y bebiendo un poco de agua que había traído hace poco del refrigerador para calmar su sed. Una vez que dejó el vaso en la mesita de noche posó sus dos manos sobre su vientre. – Mi pequeño o pequeña…Espero que no tengas tanto calor como yo. Pero no te preocupes…tomaré mucho líquido para que te refresques. Su papá ahora está durmiendo…y no creo que se despierte en un buen rato ya que le di una infusión para que durmiera profundamente…Mmm, ahora que lo pienso, debería escoger un nombre para ti. Pero todavía no se que cosa eres….Sería bastante extraño que fueras una niñita. Ya que en esta aldea nacen demasiados hombres…- decía el rubio sonriendo. – Te quiero mucho…y te prometo que no te faltará nada…además como serás el primero, Itachi estará obsesionado contigo…- soltó una carcajada. - Bueno, yo también. La verdad es que me cuesta admitirlo, pero me agrada bastante la idea de tener un bebé. No sabes todo lo que deseo que estés en mis brazos…- decía el rubio sonriendo dulcemente.
- Qué tierno Deidara…- dijo Itachi que estaba de espalda, pero escuchando toda la conversación que tenía el rubio con su bebé.
- ¡Oye! ¿Quién te has creído para andar escuchando conversaciones ajenas? – preguntó Deidara empezando a sonrojarse y a avergonzarse al mismo tiempo.
- Pero es nuestro hijo… No entiendo por qué te enojas. Ya se que no es la primera vez que le hablas de esa forma al bebé… Te he escuchado decir cosas más tiernas de las que seguro te avergonzarías más si las dijera en voz alta.- dijo el Uchiha dándose media vuelta y sonriendo.
- Eres un estúpido…- dijo Deidara frunciendo el ceño y lanzándole una almohada en plena cara.
- Deidara….di lo que quieras y has lo que quieras. Sabes que es imposible enojarme contigo.- dijo el Uchiha abrazando a su rubio.
- A veces no entiendo por qué te comportas como idiota…- se quejó en tanto desviaba su mirada y le correspondía al abrazo.
+++++++++++++++++++++
Habían pasado varios días desde esa pequeña “discusión”. Específicamente, era un día viernes, y la mañana era bastante agradable. A esas horas, Itachi estaba haciendo los últimos preparativos para ir con sus alumnos a acampar durante todo el fin de semana. El lugar quedaba bastante lejos de Konoha y tendrían que caminar por largo rato. Por otro lado, Deidara que ya estaba embarazado ya no trabajaba en la construcción de su casa y solo se dedicaba a hacer labores domésticas que no requirieran fuerza física.
- Adiós Deidara…Volveré el domingo por la tarde. Tú descansa, que quiero que nuestro hijo o hija nazca sano.- decía el Uchiha sonriendo y acariciando el cabello de su novio.
- ¡Espera! ¿Ya te vas? ¿Tomaste desayuno?- preguntó el rubio despertando y viendo que el azabache estaba vestido para salir y llevaba puesto un bolso.
- Si, ya desayuné…Me levanté muy temprano. Quería despertarte, pero te veías muy adorable durmiendo.- dijo el Uchiha tranquilamente.
- Me hubieras despertado, idiota…No nos veremos hasta el domingo.- dijo el rubio desviando su mirada mientras sentía una ligera puntada en su cuerpo que supo disimular.
- Ya se que no nos veremos hasta el domingo. Así que por eso dame un beso.- dijo Itachi sentándose en la cama.
- Eres un aprovechado…- decía el rubio antes de empezar a besar apasionadamente a su novio. Después del beso que se extendió por varios segundos, el Uchiha salió de la casa dirigiéndose a la escuela para luego ir al lugar donde sería el campamento. Deidara siguió durmiendo unas horas más para calmar ese molesto dolor que empezó a pocos minutos de despertar, y no le había dicho nada a Itachi para no preocuparlo. De todas formas sabía que eran las náuseas matutinas… Ahora el rubio se estaba limpiando la boca mientras se dirigía a su pieza a buscar algunas cosas para ducharse.
- Maldición…siempre me queda este asqueroso sabor en la boca…Ya no aguanto más. Hablaré con Tsunade…Además ya me está empezando a doler y...- decía Deidara en voz alta cuando se sintió algo raro en su entrepierna y fue corriendo al baño y se sentó en el inodoro.
- “¿Qué mierda es esto?”- se preguntó asustado. Algo estaba botando desde su cuerpo, y no era orina. Cuando echó un vistazo al agua del inodoro se fijó que era sangre. No se hubiera asustado tanto ni mucho menos se hubiera puesto pálido si no fuera porque estaba embarazado y sabía que cualquier complicación en su salud afectaría el bebé. Su corazón comentó a latir un poco más rápido de lo normal y se había quedado petrificado. No quería pensar lo peor…pero inconscientemente eso fue lo primero que había pensado. -¡Sasuke!- gritó el rubio sabiendo que el azabache estaría en casa. – ¡Sasuke!- volvió a gritar horrorizado mientras caminaba por la casa y el dolor era cada vez más intenso. – Ayúdame…- dijo en voz baja al entrar a la habitación del Uchiha menor. Sus ojos se humedecieron cuando se dio cuenta que estaba solo en casa. De pronto empezó a marearse y caminó rápidamente a la salida. Al momento de cerrar la puerta perdió el conocimiento y se desplomó en el suelo. No pasaron muchos minutos cuando Sasuke y Naruto estaban a pocos metros de Deidara.
-Bueno Sasu…Yo me iré a trabajar. Una larga jornada me espera.- decía el rubio alegremente.
-Nos vemos a la hora de almuerzo…- dijo Sasuke sonriendo y despidiéndose de su novio. El azabache quedó observando como el Hokage se iba a su trabajo y una vez que lo perdió de vista siguió caminando en dirección a su casa. Grande fue su sorpresa cuando vio a Deidara echado en el suelo, inmóvil y con los ojos cerrados.
- ¡Deidara! ¡Oye Deidara! ¿Estás bien?- preguntó el azabache que trataba de despertar al rubio. – Mierda… ¿Desde cuando estará así?- se preguntó en voz alta mientras cargaba a Deidara en sus brazos y lo llevaba directamente al hospital.
- ¡Tsunade! – gritaba el Uchiha menor reiteradas veces, puesto que el hospital parecía vacío.
- ¿Qué sucede Sasuke? No es normal que vengas al hospital…- decía la rubia que se acercaba por uno de los tantos pasillos.
- Deidara está inconsciente…No se que pasó.- dijo Sasuke volteándose y mostrando al rubio que tenía en sus brazos. Tsunade miró con preocupación a su paciente que tenía sangre en la entrepierna.
- Sasuke, sígueme.- dijo la rubia empezando a caminar a paso rápido hasta entrar a una habitación. – Deja a Deidara en la camilla y busca a Sakura y a Ino…Diles que es urgente.- agregó algo alterada.
- Claro.- respondió el azabache antes de desaparecer del hospital y empezar a buscarlas.
- “Al parecer tuvo una hemorragia vaginal...Eso es algo que podría ocurrir en los primeros meses de embarazo, pero cuando pierde mucha sangre es un riego tanto para la madre como para el hijo…Usaré mi chacra…”- pensaba Tsunade posando sus manos sobre el vientre de Deidara para examinar el interior. - “No puede ser…”- pensó Tsunade abriendo sus ojos bastante impactada. – “Detesto cuando pasa esto…”- Al cabo de quince minutos, llegó Sasuke junto a Sakura e Ino.
- ¿Estará bien? ¿Verdad?- preguntó el Uchiha menor preocupado por la situación.
- Sasuke. Será mejor que busques a tu hermano.- dijo Tsunade. – Dentro de un rato más necesitará apoyo…y suponiendo que en Konoha no tiene más familia. Será mejor que el mismo Itachi lo acompañe. Además se lo importante que es él para Deidara…-
- Haré lo posible…La verdad es que ahora está en un campamento con sus alumnos y no tengo idea por donde queda eso. Pero iré a la escuela…De seguro tendrán información.- dijo Sasuke desapareciendo.
- Tsunade-sama, iré a buscar ropa limpia...- dijo Sakura saliendo de la habitación.
- Ino, limpia la zona…Deidara despertará en unos minutos y no quiero que entre en pánico.- dijo Tsunade mientras buscaba los implementos necesarios para ayudar a Ino.
- ¿Qué es esto?- preguntó Ino bastante impactada al sacar la ropa interior de Deidara y percatarse de que tenía dos genitales.
- Deidara es intersexual…o hermafrodita, como quieras llamarlo. Ignora eso y por favor sigue haciendo tu trabajo…- dijo Tsunade seriamente mientras se llevaba la ropa del rubio y la metía dentro de una bolsa.
- Tsunade-sama. Aquí está la bata para el paciente…- dijo Sakura pasándosela a la rubia mientras que recibía la ropa manchada. - ¿Hay algo más que pueda hacer?-
- Sí, por favor trae suplemento de hierro. Deidara está pálido y me temo que tiene anemia...Pero será mejor que también traigas algo para comer. De seguro no ha tomado desayuno…Eso sí, traerlo en dos horas más…Primero debe descansar.- decía la mujer que por dentro estaba bastante triste mirando a ese joven. En esos momentos Ino le ponía la bata a Deidara y lo cubría con algunas mantas.
- Parece que está despertando.- dijo Sakura al ver que el rubio movía sus ojos. – Vuelvo en seguida.- agregó para salir de la habitación y llevándose consigo una bolsa con la ropa sucia.
- ¿Dónde estoy? ¿Qué sucedió?- preguntó Deidara mirando el techo.
– “¿Estuve durmiendo tanto rato? Pero ¿por qué me siento tan débil? ¿Estuve peleando?”- se preguntaba el rubio muy confundido.
- Deidara, estás en el hospital.- dijo Tsunade acercándose a su paciente.
-¡¿Qué?! ¿Por qué?- preguntó el rubio sentándose en la cama y mirando que además de Tsunade se encontraba otra rubia mucho más joven. - ¿Qué está sucediendo?-
- Cálmate Deidara…por favor cálmate.- decía la antigua Hokage apretando su puño para luego morderse su labio inferior. – Aprovecha de descansar. Estás muy débil.-
- ¡Dígame que está sucediendo!-gritó el rubio desesperadamente mientras sentía un dolor en su parte abdominal. - ¡Maldición!- exclamó cerrando los ojos y poniéndose a pensar para tratar de recordar lo último que había pasado antes de caer inconsciente.
- Deidara, por favor descansa…Lo digo por tu bien.- decía Tsunade tratando de mirar a los ojos del joven.
- ¿Por mi bien? ¿Y qué pasa con el bien de mi hijo? ¿Cómo está mi hijo?- preguntó nervioso el rubio mientras se tocaba el vientre por debajo de las sábanas y al hacer esto recordó que había sangrado en la mañana. – ¡Mi bebé! ¿¡Cómo está mi bebé!? – empezó a gritar con los ojos humedecidos mientras tomaba la ropa de la mujer y la arrugaba con fuerza.
- Deidara, lo lamento…Tuviste un aborto espontáneo, en otras palabras, tu hijo ha fallecido por causas naturales.- dijo Tsunade mirando al joven seriamente. – Cuando llegaste, te examiné y no sentí nada en tu interior…- agregó bajando la mirada.
- No. No puede ser posible.- dijo Deidara abriendo los ojos como si estuviera asustado.
– “Esta mañana estuve hablando con mi hijo…como acostumbraba todas las mañanas… ¿Por qué tenía que pasar esto? Ya se que no he sido una buena persona en esta vida, pero estos últimos meses he intentado cambiar. Ahora no le hecho mal a nadie, ¿por qué tiene que pagar una criatura inocente? Yo quería tenerlo…Era un hijo planeado. Estaba tan ilusionado…Estábamos tan ilusionados”.- pensaba el rubio al momento de que en sus mejillas caía una lágrima tras otra y tapaba su boca con una de sus manos. - Itachi… ¿dónde está Itachi?- preguntó el rubio mirando a Tsunade. - Sasuke lo fue a buscar…Tratará de traerlo lo antes posible.- dijo la rubia que aguantaba las ganas de llorar. - Lo iré a buscar…- dijo Deidara bajándose de la camilla.
- ¡Detente inmediatamente!- gritó Tsunade. – Si tanto quieres a Itachi, cuida tu salud. Te dije que descansaras y si no lo haces, empeorarás las cosas. Sabes que Itachi se pondrá realmente triste cuando se entere de lo que le sucedió a su futuro hijo, pero ¿qué pasaría si se entera que además tú estás grave o tienes la salud muy delicada? ¿Crees que sería bueno para él? Por supuesto que no. Él te quiere más que su vida. Si algo te llega a pasar, no se cómo reaccionaría, pero no quiero saberlo.- El rubio se detuvo y sin mencionar alguna palabra, volvió a la camilla. Apoyó su cabeza sobre la almohada y cerró sus ojos. Ino se acercó a taparlo y luego se retiró.
- Tsunade… ¿qué va a pasar ahora?- preguntó el rubio. - ¿Por qué suceden estas cosas?- volvió a preguntar fríamente.
- Deidara. Un aborto natural es algo frecuente en las primeras semanas de embarazo… Esto se debe principalmente porque el bebé venía con algún problema genético. O al menos en tu caso debe ser así. Puesto que antes de que estuvieras embarazado te hicimos un chequeo médico y estabas en buenas condiciones. Lo que debes saber es que esto le puede ocurrir a cualquier mujer. A veces cuando el hijo es planeado y deseado, ocurren estas cosas. Pero no debes ponerte triste. Todavía tienes posibilidades de tener hijos. Tú mismo lo dijiste alguna vez; teniendo esperanza, es suficiente.- dijo la rubia sonriendo amablemente mientras le acariciaba el cabello. – Sobre qué es lo que va a pasar, será mejor que descanses unas horas antes de saberlo. Así que descansa. En un rato más traerán comida.- dijo la rubia sentándose en una silla de esa habitación.
+++++++++++++++
Cuando Sasuke llegó a la escuela se encontró al portero custodiando la entrada.
- ¿Dónde está Itachi Uchiha? – preguntó el azabache seriamente.
- “Chiquillo mal educado…”- pensó rápidamente al notar que ese joven no había saludado. – Está de paseo con sus alumnos, así que no se encuentra en este establecimiento.- respondió el viejo.
- Eso lo se, viejo. ¿Pero dónde está? Dígame el maldito lugar.- dijo Sasuke frunciendo el ceño.
- Deberías tratar a las personas con más respeto.- comentó el hombre.
- No tengo tiempo. Es urgente. Una persona muy importante para él está en el hospital…- dijo el Uchiha empezando a desesperarse.
- Sinceramente no se donde se encuentra…Podría preguntarle a las profesoras o al director.- dijo el viejo. – Pase chiquillo…Pero por favor, sea más amable en su trato.-
Sasuke ingresó a ese lugar lo más pronto posible ignorando las palabras de ese hombre y le preguntó a todas las personas que encontraba, obviamente a personas adultas, pero nadie sabía. Así que fue a hablar con el director y le contó sobre el amante de Itachi que estaba en el hospital.
- Lamento mucho la situación. Espéreme unos segundos…En el registro tengo el lugar donde el señor Uchiha fue de campamento.- decía el hombre hojeando un gran libro. Una vez que encontró el salón que estaba a cargo de Itachi, lo observó por todos lados. – Aquí dice que el campamento se hará en una zona virgen del bosque de Konoha, a 20 km de la entrada de la aldea, siguiendo el sendero y luego desviándose por el camino derecho cuando se encuentre un cruce de caminos.- decía el hombre mientras el azabache se daba media vuelta para ir a ese lugar. – Oh, espere joven. Más debajo de esta descripción, hay otra cosa escrita…Déjeme ver.- decía el hombre leyendo en voz baja. - Al parecer el señor Uchiha cambió el destino a último minuto, pero no especificó. Me temo que no será fácil encontrarlo y debido a que ha incumplido las normas de la escuela, podría ser sancionado…y tal vez despedido.- dijo el hombre.
- Me importa una mierda que lo despidan. Solo quiero encontrarlo y darle el aviso para que vaya a ver a Deidara…Usted es un verdadero inútil.- dijo el azabache desapareciendo del lugar y caminando por los techos de Konoha hasta el lugar donde se construía la casa de Itachi y Deidara. Al llegar encontró a Rock Lee, Ten ten, Gaara, Sai, Neji y Hinata. Después de que Sasuke informara lo acontecido, todos los ninjas que estaban ahí, fueron en busca de Itachi por los alrededores de Konoha.
++++++++++++
- ¿Qué hora es Tsunade? – preguntó Deidara despertando después de dormir por varias horas.
- Son cerca de las dos de la tarde.- dijo la rubia que no se había ido de esa habitación desde que Deidara ingresó. – Vuelvo en unos segundos.- agregó saliendo de la habitación y gritando para que viniera Sakura a traer el almuerzo. Luego de eso, regresó y se sentó en la silla. – Será mejor que comas…Sakura te traerá algo para que te alimentes.- No pasaron más de tres minutos cuando la joven de cabello rosado entró a la habitación con una bandeja.
- Aquí está lo que me pidió.- dijo Sakura poniendo la bandeja en una mesita con ruedas.
- Gracias Sakura. Puedes retirarte.- dijo Tsunade mientras la joven se iba. – Deidara, toma este suplemento de hierro y luego aliméntate normalmente. Más tarde tendremos una conversación con respecto a qué pasará…- dijo la rubia poniéndose de pie. – Cada cinco minutos vendrá alguien a ver cómo estás. Así que cualquier cosa que necesites, solo pídela.- dijo finalmente para irse.
- “¿Dónde estará Itachi? Será horrible cuando se entere…Ahora no tengo nada en mi cuerpo…No tengo a mi bebé…”- pensaba el rubio empezando a tomar unas pastillas para luego comer un poco de la comida que había traído Sakura.
++++++++++++
Ya eran como las seis de la tarde cuando apareció Tsunade en la habitación del joven de ojos azules.
- Lamento mucho esto Deidara, pero no hemos encontrado a Itachi, al parecer cambió a último minuto el lugar donde sería el campamento y ahora podría estar en cualquier parte del bosque de Konoha…- dijo la rubia. – Sasuke me informó que lo siguen buscando…-
- “Itachi…”- pensó el rubio muy triste y bajando la mirada. Se tapó más con las mantas para cubrir su cuello.
– Tsunade… ¿Qué me pasará ahora? ¿Mi bebé sigue dentro de mi cuerpo?- preguntó el rubio. - Así es Deidara, pero no podemos hacer nada. No tiene signos vitales. Con la ecografía que sacamos esta mañana pude confirmar mis palabras.- dijo la mujer sentándose en la camilla. – Ahora debemos sacar lo que quedó dentro de tu cuerpo…Este proceso se llama raspado o legrado uterino, y la función que tiene es de sacar el tejido que queda después del aborto natural…Si no se hiciera eso, tendrías muchas complicaciones a futuro.- dijo la rubia seriamente. - En unas horas más haremos ese procedimiento….Así que, sigue descansado.-
- Bien.- dijo el rubio cerrando los ojos y suspirando. – “Itachi… ¿dónde estás? No quiero soportar este dolor solo…Necesito que me consueles.”- pensaba Deidara comenzando a llorar silenciosamente cuando Tsunade se había ausentado de la habitación.
+++++++++++++++++
Ya era día sábado cuando el rubio despertó algo adolorido. Miró a la habitación y pudo notar la presencia de un hombre de cabello negro. Se veía todo muy borroso y no sabía quien era, pero tenía una idea. - ¿Itachi?- preguntó con dificultad y en voz baja. - Al fin despertó…Creí que dormiría durante una semana.- decía una voz conocida para los oídos del rubio. - Naruto, no seas exagerado. La anestesia no dura tanto…- dijo Sasuke mirando a su novio. Deidara pudo percatarse en seguida que seguía en el hospital. - ¿Te encuentras mejor? – preguntó Naruto mirando al rubio. - ¿Dónde está Itachi? – volvió a preguntarle a ese par mientras abría bien sus ojos y podía ver claramente que solo Naruto y Sasuke se encontraban en esa habitación. Tanto como el Hokage, como el novio de este, se observaron un poco preocupados. - No pude encontrar a mi hermano.- dijo el Uchiha menor.
– Lo estuve buscando junto a otros ninjas, pero me fue imposible encontrar su paradero…De todas formas, todavía hay personas que lo están buscando y si no aparece hasta mañana en la madrugada, será mejor esperar que aparezca solo. Él mismo nos dijo que regresaría el domingo en la tarde.-
- Deidara, tienes que ser fuerte. Se que es difícil enfrentar los problemas cuando estás solo. Pero tú no estás solo. Nosotros te acompañaremos hasta que Itachi aparezca. Ya se que no somos muy cercanos y que hasta nos hemos peleado en el pasado, pero acepta nuestra compañía. No queremos dejarte así y mucho menos en este estado...Después de todo, los amigos están en las buenas y en las malas.- dijo el Hokage sonriendo.
- Gracias Naruto…Gracias Sasuke.- dijo Deidara sonriendo sin muchas ganas.
- ¡Chicos! Aléjense del paciente, ahora debe comer…- dijo Ino apareciendo con una bandeja llena de comida.
- No se vale…a mi también me está empezando a dar hambre…- comentó Naruto.
- Te compraré ramen, pero quédate con Deidara.- dijo Sasuke saliendo de la habitación.
- ¡Gracias Sasu! – exclamó el rubio.
- Naruto, por favor, no grites. Deidara debe estar en un ambiente de tranquilidad para recuperarse.- regañó Ino al Hokage.
- Perdón.- se disculpó el joven agachando su cabeza.
+++++++++++++
Las horas pasaban lentamente para Deidara. Al parecer la búsqueda de Itachi había fracasado, porque ya estaba oscureciendo y estaba solo en la habitación. El rubio arrugó las sábanas y comenzó nuevamente a llorar. Si había algún momento en que necesitaba a su amado, era ese. Esta vez no era solo por capricho, era algo muchísimo más importante, puesto que el hijo que tanto habían deseado, había fallecido. Deidara no podía aguantar tanto dolor, por lo que prefirió dormir y tratar de que el tiempo pasara rápido y ya sea domingo por la tarde. Pero a penas cerró los ojos, sintió que alguien se acercaba. Se despertó algo confundido. Ya eran casi la tres de la mañana cuando escuchó pasos que se acercaban lentamente hacia él.
- ¿Quién está ahí? – preguntó el rubio bastante asustado y sentándose en la cama. No logró hacer otra pregunta ya que reconoció a esa persona que se había acercado gracias a la luz que provenía del alumbrado de las calles. A pesar de todo, se quedó callado e inmóvil.
- Deidara, perdóname por no estar contigo.- dijo el Uchiha mayor mientras lo abrazaba. – Me dijeron que estabas en el hospital y cancelé el paseo inmediatamente…Lamento haber cambiado de lugar sin avisar, pero me acordé esa mañana, un poco antes de partir, que había un incremento en el cauce del río y era cerca de ese lugar donde iba a acampar con mis alumnos, así que decidí cambiar la zona del paseo por su seguridad, y me decidí por un lugar que quedaba cerca de las montañas…- decía Itachi acariciando el cabello de su novio. – Dime Deidara, ¿qué sucedió realmente? Solo me informaron que estabas en el hospital… ¿estás mejor? ¿Cómo está el bebé?- preguntó el Uchiha sin saber que había ocurrido algo bastante triste. El rubio tan solo lo abrazó más fuerte.
- Se murió…- dijo Deidara empezando a llorar. – Nuestro hijo se murió…- repitió entre sollozos. – No pude hacer nada…cuando llegué al hospital ya estaba muerto…y ayer me hicieron un raspado para sacarlo de mi cuerpo…Me siento horrible…Era un hijo que deseábamos y lo queríamos tanto…Ya no crecerá con nosotros…Ya no podré conversar con él por las mañanas- decía el rubio realmente afectado al recordar todo lo sucedido.
- “¿Qué se supone que deba hacer? “- pensaba Itachi bastante impactado mientras sentía que el cuerpo de Deidara se movía por los sollozos. – “¿Cómo debería reaccionar?”- pensaba el Uchiha confundido. Sabía que debía mostrarse fuerte para consolar a su amado, pero se trataba de su hijo, un hijo que era fruto de la relación entre Deidara y él, y no podía mostrarse indiferente.
- Lo lamento…- dijo el azabache cerrando sus ojos y apoyando su mentón en el hombro del rubio para ocultar su tristeza.
- No digas que lo lamentas. No es tu culpa que haya ocurrido eso…- dijo el joven de ojos azules con la voz entrecortada. – Itachi, por favor mírame…Tengo que decirte algo importante…- comentó el rubio tratando de separarlo de su cuerpo. Al hacer esto, vio que el azabache derramaba lágrimas y estas caían muy seguidas en el colchón.
-“Esta es la segunda vez que lo veo llorar de una forma tan desgarradora…Se me parte el corazón verlo así”- pensaba Deidara acostando al Uchiha en la camilla dejándolo al lado de él.
– Itachi, no llores…Te he dicho que esto no es tu culpa. Tsunade me comentó que podríamos engendrar otro hijo en unos días más…El chacra podrá regenerar mis heridas internas para que pueda gestar normalmente. No debemos deprimirnos tanto…- dijo el rubio besando la frente de su novio.
- No Deidara, no puedo echarme la culpa del aborto espontáneo que tuviste…Pero si me puedo echar la culpa de no haberte acompañado en esos momento que te enteraste de la pérdida de nuestro bebé… Entiendo que esto pasó el viernes por la mañana. Pero a pesar de eso, tuviste que enfrentar esto sin mi compañía y debió ser terrible…No quiero imaginar todo lo que lloraste mientras te encontrabas solo. Eso me pone realmente triste…- decía el azabache mirando a su amado. - Ahora que estoy contigo no te dejaré por nada del mundo.
- Itachi, ya verás que lo vamos a superar cueste lo que cueste…No me daré por vencido en dar a luz un hijo.- dijo el rubio abrazando al Uchiha. El azabache le correspondió y ambos quedaron en esa pequeña camilla acostados.
- “Deidara, lo siento…”- seguía pensando Itachi acercando su cuerpo al del rubio.
Última edición por PalomitaNegra el Lun Jul 11, 2011 6:56 am, editado 1 vez
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Ocio, ven a mí
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Capítulo XIII: Problemas de pareja
- Spoiler:
- Habían pasado un par de días desde la pérdida que tuvo Deidara. Tanto como el rubio como el Uchiha seguían triste, pero sabían que tan pronto como lograran engendrar un bebé, había una pequeña esperanza de que naciera sano.
Tsunade los estuvo apoyando durante esos días, diciéndoles que era mejor pensar en el futuro y que no podían rendirse al primer intento. Deidara todavía tenía capacidad de quedarse embarazo y eso era fundamental para pensar en que tenían una nueva oportunidad.
- ¿Estás seguro?- preguntó el azabache mientras abrazaba a su novio. Ambos estaban en la cama vistiendo solo ropa interior.
- No entiendo por qué siempre me preguntas si estoy seguro. Eso me hace dudar.- comentó el rubio. – Solo en este tipo de situaciones.- comentó en voz baja y sonrojándose.
- Hazlo por nuestro futuro hijo.- dijo Itachi sonriendo.
- Está bien, está bien. Solo por eso. Pero no creas que tendremos sexo cada vez que tú quieras. Tiene que haber una gran razón o tendrás que hacer mérito.- decía el rubio un tanto molesto porque se contradecía a sí mismo. En el fondo le encantaba hacer ese tipo de cosas con el Uchiha, sin embargo, le daba vergüenza reconocerlo.
- Así me gusta Deidara.- dijo Itachi empezando a besarlo en sus labios. Le sacó la poca ropa que tenía y solo pasaron unos cuantos minutos cuando ambos entraron en confianza y se acariciaban por todas partes del cuerpo.
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- ¿Esta vez sí?- preguntaba Naruto que se encontraba sentando sobre el pasto tomando un refresco.
- Sí. Tal parece que al fin lo están intentando de nuevo. Aunque me hubieran avisado. Son tan escandalosos. Al menos en el patio no se escuchan.- dijo Sasuke después de haber deslizado la puerta de vidrio para aislar el ruido.
- Tienes razón.- decía el rubio que se recostaba en el suelo mirando el cielo. – Por cierto. Supe que a tu hermano lo despidieron. Lamento eso. Pero tengo que darte una noticia muy importante sobre Itachi.- añadió el Uzumaki haciendo que Sasuke lo mirara fijamente. – Se premiará por su labor como ninja, además por su lealtad a la aldea. El consejo de ancianos aprobó un documento que tratará de hacerle un reconocimiento a tu hermano. También se le pagará una gran suma de dinero. Pero conociendo a Itachi, no creo que acepte eso. Y ya le dije al consejo de que dudo que Itachi esté en las condiciones de recibir un premio por algo que nunca quiso hacer. Ese debe ser un recuerdo muy doloroso…De todas formas les propuse que le diéramos el dinero a tu hermano, pero de otra forma. Podríamos terminar de construir la casa de Deidara y además amueblarla. Con eso estaría bien. Más que nada, necesita eso. La salud y la educación es gratis para todos en esta aldea y si tienen hijos no será ningún problema esos aspectos.-
- Vaya Naruto…Veo que eres buen Hokage. Realmente me impresionas.- dijo Sasuke bastante sorprendido.
- ¡Oye! ¿¡Por qué te sorprendes!? ¡Soy bastante listo!- exclamó Naruto algo molesto y poniéndose de pie.
- De eso no tengo duda…- le respondió el Uchiha un poco nervioso.
- No te creo de la forma en la que lo dices. Eso parece mentira.- dijo el rubio mirándolo fijamente.
- No te ofendas…Pero siempre te ha costado aprender algunas cosas y no eras muy listo en la academia ninja. Eras el peor de la clase.- dijo Sasuke tranquilamente. Naruto lo observó sorprendido. Hay ciertas cosas que son mejor olvidar y que además no son necesarias decirlas. El rubio frunció el ceño y apretó sus puños.
- Sasuke. No haremos nada de nada hasta nuevo aviso.- fue lo único que dijo el Hokage dando media vuelta y retirándose. El azabache quedó pálido. Esa medida era bastante cruel para los dos, sobre todo para él.
- ¡Oye! ¡Eso es injusto! ¡Naruto! Nunca quise decir que eras tonto.- decía el Uchiha menor para dejar peores las cosas.
- ¡Cállate! Ya he tomado una decisión y como Hokage, no me retractaré.- dijo el rubio sin dejar de caminar. Sasuke se sentó de golpe en el pasto y se quedó quieto durante toda esa tarde.
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Itachi, que ya había acabado en Deidara, fue a darse una ducha y una vez que terminó volvió con su amado.
- Deidara, ¿cómo te sientes?- preguntó el Uchiha empezando a vestirse con unos calzoncillos blancos.
- Bien, solo déjame descansar. Aunque tráeme un vaso con agua. Me dio un poco de sed.- decía el rubio que se encontraba tapando su cuerpo con un par de sábanas en esa habitación.
- Bien, espérame aquí.- decía el azabache poniéndose unos pantalones negros y saliendo de ese cuarto. Fue caminando lentamente hasta la cocina, pero al pasar por la sala vio, a través de los grandes ventanales que habían en la habitación, a su hermano que estaba con la mirada perdida sentado en el patio. Se acercó notando que el menor estaba muy concentrado mirando un punto fijo.
- Sasuke… ¿qué haces sentado en el patio? – preguntó Itachi después de abrir la ventana corrediza.
- Nada.- respondió desviando su mirada haciendo que el Uchiha mayor se molestara y lo obligara a mirarlo a los ojos. - Solo problemas…Los puedo arreglar solos. ¿Y tú? ¿Ya terminaste?- preguntó el Uchiha menor.
- Por supuesto. Ahora espero que todo salga perfecto. Tsunade nos dijo que lo más probable es que el cuerpo de Deidara tenga este tipo de reacciones porque el feto se desarrolla muy pronto. Es todo muy complejo lo que ocurre a nivel celular…y no estamos seguro si funcionará. Pero al parecer su cuerpo se empezará a acostumbrar con el segundo embarazo y esta vez tiene más probabilidades de nacer sano.-
- Todo es tan extraño.- comentó Sasuke mirando el cielo y algo deprimido. – Nunca pensé que Deidara tuviera la capacidad de tener hijos.-
- Bueno tonto hermano menor. ¿Me dirás qué te tiene tan preocupado? Andas más distraído que de costumbre.-
- ¿Eh?- preguntó mirando a su hermano hasta reaccionar. - No te diré nada.- dijo el Uchiha menor un tanto molesto y poniéndose de pie para irse a caminar por las calles de la aldea. Itachi observó cómo se iba y tan solo suspiró. Entró a la casa y se quedó quieto en la mitad de la sala.
- “¿Qué se supone que debía hacer?”- se preguntaba el Uchiha mayor.
- ¡Apúrate Itachi!- se escuchó una voz enfurecida del rubio que provenía de una de las tantas habitaciones. - ¡¿Cuánto crees que he estado esperando?!-
- Ya voy…- dijo el Uchiha un poco cansado y caminando hasta la cocina para llenar un vaso con agua.
+++++++++++++++++++
Habían transcurrido un par de días después de esa discusión que tuvo Naruto con Sasuke y el intento entre Itachi y Deidara de engendrar un hijo. El rubio no había tenido ningún síntoma; no presentaba vómitos, su humor no cambiaba y no tenía antojos. Tampoco había acudido con Tsunade, ya que ahora estaba más enfocado en terminar la casa que llevaba varios días postergando su “inauguración”.
- Esta maldita casa todavía no está lista…- se quejaba Deidara que se encontraba sentado cerca de un árbol y mirando su futuro hogar.
- Deberías calmarte. Muchos ninjas nos están ayudando. Pero hay días que no podemos avanzar porque nos desfavorece el tiempo. Además la terminaremos pronto porque estoy ayudando.- dijo Itachi que estaba acarreando unos palos.
- Di lo que quieras. Ahora estás cesante…no nos alcanzará el dinero para comprar las cosas básicas que necesitaremos.-
- Oye, me pagaron por los días trabajados…No es tanto, después de todo es el sueldo de un profesor, pero igual nos alcanzara para algunos muebles.-
- No entiendo por qué te pagan tan poco y trabajas tanto.-
- Así es la vida de un profesor. Espero que algún día la situación mejore.-
- Si, que bueno. Mejor reclama cuando tengas ese empleo.- decía Deidara bastante malhumorado. – Y no te quedes conversando conmigo idiota. Anda a terminar nuestra casa.- añadió cerrando los ojos y dejando sus manos detrás de su nuca. El Uchiha lo miró sonriendo y siguió su camino encontrándose con su hermano.
- Sasuke… ¿Todo bien? ¿Ya arreglaste tus problemas?- preguntó Itachi mirando al azabache. El Uchiha menor tan solo gruñó y continuó con su labor de martillar unas tablas. – No me digas que discutiste con Naruto. Hace días que él no viene a almorzar, ni siquiera a desayunar. ¿Qué está pasando?- volvió a preguntar bastante interesado y posando una mano en cada hombro del menor.
- ¡Te diré que está pasando!- exclamó Sasuke mirándolo a los ojos. Se notaba un tanto nervioso y alterado. – ¡Naruto me está evitando! ¡No me habla! ¡No me mira! ¡No me mima!- decía el azabache un tanto avergonzado pero a la vez desesperado.
- Qué fue lo que le dijiste o qué le hiciste.-
- ¿Yo? ¡Pues nada! Solo dije la verdad. Le dije que no era muy inteligente en la academia ninja-
- Eso fue lo más estúpido que pudiste haber hecho. Tonto hermanito. Jamás debes tratar a tu pareja como alguien inferior. Le dañas su autoestima.- regañaba Itachi mirando a su hermano seriamente.
- No me ayudas…- se quejó el menor un tanto molesto. -¿Sabes? Nunca había tenido un problema tan grande con Naruto. No sé qué hacer.- decía el azabache caminando de una lado a otro. -No quiero estar así. Tanto que me costó conquistarlo…- pensaba en voz alta.
- “Vaya, nunca había mencionado como se habían hecho pareja. Tal parece que fue mi tonto hermanito el que se esforzó…”- pensaba el Uchiha mayor soltando una pequeña risa.
- ¿De qué te ríes?-
- Nada. Te ayudaré si eso es lo que quieres.-
- ¿Y tú con qué me vas ayudar?
- No me subestimes. Yo conquisté a Deidara en menos de un día. Para que veas que te sigo superando en todos los aspectos.- dijo muy orgulloso el azabache mientras recibía una mirada amenazante del menor. – Lo único que debes hacer para que te perdone, es regalarle algo que le guste, o algo significativo…Además debes pedirle perdón. De rodillas.-
- ¡¿Qué?! ¡¿Por qué de rodillas?!
- Porque cometiste un error y debes mostrarte arrepentido por tus acciones. Ahora que lo pienso, ¿eres virgen?
- Por supuesto que no.-
- Por detrás me refiero.
- Ah, bueno. Claro que si.- decía el menor un tanto avergonzado por contar ese tipo de cosas a su hermano. – Yo no me dejo domar fácilmente por mi pareja. Yo mando en esta relación y Naruto es y será siempre el pasivo.- decía Sasuke muy orgulloso por sus palabras antes de recibir un golpe en su frente por parte del Uchiha mayor.
- Deja de ser tan orgulloso y regálale “eso” que aprecias tanto.- dijo Itachi seriamente antes de retirarse del lugar e ir con Deidara a comer en alguno de los tantos puestos de comida que había en la aldea.
- “Ni crea que haré ese tipo de cosas. No me imagino estar en esa posición y que Naruto me haga suyo”.- pensaba Sasuke algo traumado. – “Debe doler. Además soy el activo y nadie cuestiona eso”.-
+++++++++++++++++
En otro lado de Konoha, estaba Naruto caminando con la cabeza agachada. Se sentía bastante solo cuando no estaba con Sasuke. Pero no quería ser él que volviera y arreglara todo. Iba a esperar que su novio le pidiera perdón.
- Hablaré con Sai, o con Gaara. Espero que haya alguien en casa.- decía el rubio tocando la puerta. Al hacer esto, la puerta se movió. – “Parece que ninguno se dio el trabajo de cerrar bien la puerta. Supongo que entraré…No soy ningún ladrón y solo vengo a hablar.”- pensaba Naruto caminando por los pasillo hasta llegar a la habitación que era de Sai y Gaara. Del cuarto se escuchaban unos ruidos y unas voces. Pero era casi imposible saber que decían puesto que eran murmullos lo que se oía.
- Oye, Sai, disculpa que entre a tu casa.- dijo Naruto entrando a la habitación y encontrando al azabache desnudo amarrado de pies y manos. El pelirrojo llevaba puesto solo un collar de cuero, color negro, en su cuello. En sus manos tenía un par de látigos y su mirada parecía la de un demonio. Sai no podía hablar, puesto que se lo impedía la mordaza que tenía en su boca.
- ¡Gaara! ¿Qué le estás haciendo a Sai?- preguntó un poco preocupado Naruto al ver la expresión de susto que tenía el azabache.
- Naruto… ¿Por qué estás aquí? La puerta estaba cerrada.- respondió el pelirrojo un tanto molesto.
- Bueno…la puerta la dejaron abierta y como tenía que conversar con ustedes, tan solo entré, los busqué por la casa y por eso llegué aquí.- dijo el rubio sonriendo nerviosamente. El azabache miró seriamente a su novio, haciendo que Gaara soltara un suspiro.
- Solo déjanos cinco minutos.- dijo el pelirrojo.
- Bien, no los molestaré más, esperaré por ahí.- dijo Naruto dándose media vuelta. El rubio se sintió bastante incómodo al ver esa escena, pero necesitaba hablar con alguien porque no quería seguir sin Sasuke.
- ¡Espera!- gritó Gaara haciendo que el Hokage se detuviera a pocos segundos de cerrar la puerta. – Que sean diez…- añadió sonriendo un poco avergonzado. Sai también sonreía o eso trataba de hacer. Naruto solo cerró la puerta y fue a sentarse contra la pared. Todo parecía tranquilo hasta que empezó a oír fuertes azotes y gritos que provenían de la habitación de Sai. Un poco nervioso salió de la casa para quedarse sentado en la calle.
Treinta minutos estuvo esperando hasta que ese par salió en su búsqueda.
- Te dije que no era necesario lo último. Ahora Naruto se fue porque se cansó de esperar.- decía Sai.
- Esas quejas no la escuché antes.- decía el pelirrojo fastidiado.
- Ya sabes que me gustó…pero nuestro amigo parecía en problemas.- dijo el azabache abrazando por detrás a Gaara. Iban caminando abrazados hasta la entrada de la casa, el pelirrojo abrió la puerta y ambos vieron al rubio sentado en el suelo bastante deprimido.
- Naruto.- dijeron los dos al mismo tiempo que se acercaban. El Hokage tan solo levantó la mirada bastante decaído.
- ¿Qué pasó?-
- Bueno, es que…Sasuke y yo, no nos vemos hace días. Y vine con ustedes porque quería saber qué hacen para arreglarse cuando tienen una pelea. – dijo el rubio avergonzándose. – ¡Sasuke tuvo la culpa!- exclamó a los pocos segundos. – Además tampoco parece interesado en acercarse.-
- Ese Sasuke siempre te trae problemas.- dijo Gaara seriamente. –Si él tuvo la culpa, tendrás que seguir esperando que te pida perdón. Ya que si tú le pides disculpas por algún error que no cometiste, entonces Sasuke se podría acostumbrar a eso y nunca se dará cuenta de sus errores.-
- ¡Gaara, que sabio!- dijo Naruto muy sorprendido.
- ¡Un momento!…Puede que Gaara tenga razón en lo que dice, pero no es consecuente con sus palabras ya que conmigo no tiene el mismo trato. Cuando nos peleamos en serio y le pido disculpas él no me perdone fácilmente. El maltrata mi cuerpo, me azota contra la pared, me muerde y a veces me introduce objetos en el ano.-
- “Demasiada información”- pensó Naruto bastante traumado y arrugando su cara.
- Sai…No creo que haya sido necesario contar nuestra intimidad frente a Naruto.-
- Solo lo dije para que supiera que las personas que dan consejos no son perfectas y cometen más errores que cualquier otro.- dijo el azabache mirando a su novio que al parecer no le había gustado nada lo que dijo. Los verdes ojos de Gaara que parecían muy tiernos, ahora se habían convertido en los de una bestia diabólica.
- Bueno Naruto…Nos vemos, creo que hoy me toca castigo.- dijo el azabache sonriendo.
- Muévete.- dijo Gaara mirando a Sai. Ambos entraron a la casa y en cuanto la puerta se cerró se escuchó un grito desgarrador. El rubio tan solo se fue alejando de ahí un poco asustado pensando en lo que había dicho Gaara, pero al mismo tiempo imaginándose cosas extrañas entre el pelirrojo y su novio.
++++++++++++++++++++++
El Uchiha menor caminaba cerca de un parque cuando se encontró con su maestro del equipo siete.
- Hola Sasuke. ¿Cómo has estado?- preguntó el mayor.
- Hola. Estoy bien.- le contestó de mal humor.
- Con esa cara dudo que estés bien…- comentó Kakashi sonriendo nerviosamente.
- Mira, tengo problemas como todo el mundo. Y mi hermano me dijo que yo tenía la culpa de todo así que debía disculparme… de rodillas.-
- ¿Problemas con Naruto?- preguntó el hombre moviendo sus cejas de arriba hacia abajo. Sasuke solo lo miró aún más enojado.
- No pienso pedir disculpas de rodillas.- dijo el menor desviando la mirada.
- ¿Sabes Sasuke? Naruto ya se ha arrodillado por ti. Y no te estoy inventando. En esos tiempos en que tú estabas en Akatsuki y hubo una reunión con los Kages de las cinco aldeas, Naruto se arrodilló ante uno de estos y le suplicó para que no te matarán. Estaba realmente desesperado y triste. Deberías saber que Naruto no se arrodilla tan en serio por cualquiera, se trataba de ti y siempre has sido muy importante para él- dijo seriamente mientras lo observaba. - Ahora que sabes eso, deberías reconsiderarlo.
- “Parece que todos se pusieron de acuerdo para que yo le pida perdón a Naruto de rodillas.”- pensaba Sasuke un tanto molesto. –“Aunque, no debería esperar disculpas por parte de Naruto después de todo lo que él ha hecho por mi”-
- Bueno Sasuke, lamento decirte que no podré seguir hablando contigo, me tengo que ir ya que me asignaron una misión y debo estar en una par de días en la aldea de la arena para escoltar a Kankuro y a Temari…Y se supone que debía estar en la entrada de Konoha hace media hora para juntarme con mi compañero.- decía Kakashi riendo algo nervioso. – Iruka me va a matar.- añadió en voz baja antes de desaparecer.
Sasuke observó cómo desaparecía y suspiró. – Ese Kakashi nunca cambiará…- comentó mientras seguía caminado por el parque. Miraba el suelo fijamente y tenía sus manos en los bolsillos. De pronto alzó la vista porque ya se encontraba aburrido de mirar la tierra y pudo distinguir que un joven de cabello rubio, hermosos ojos azules y piel bronceada caminaba en dirección opuesta. Sus ánimos subieron tan solo ver a esa persona tan especial para él.
- ¡Naruto!- gritó el azabache que se encontraba al interior del parque y lo tapaban algunos árboles. El rubio tan solo miró hacia todos lados sin poder ver a la persona que lo estaba llamando.
- ¡Naruto! ¡Aquí!- volvió a gritar Sasuke apareciendo a pocos metros del rubio. Ambos se quedaron callados al cruzar sus miradas.
- “¡Maldición! ¿Y ahora qué digo? No se me ocurre nada…”- pensaba el Uchiha algo nervioso.
- “¿Cuánto tengo que esperar para escuchar unas simples palabras? Está al frente de mí y parece como si él estuviera esperando que dijera algo.”- pensaba el rubio empezando a impacientarse.
- ¿Por qué me llamabas?- preguntó finalmente el Hokage para romper el silencio. Sasuke abrió su boca, pero no le salían las palabras. - Tengo prisa…- comentó el rubio un poco molesto y dándose media vuelta bastante decepcionado.
- ¡Espera Naruto! No te vayas.- dijo el Uchiha tomando la ropa de su amado y jalándola para detenerlo. El rubio se dio vuelta y lo miró a los ojos.
- Por favor, perdóname…Nunca quise decir esas cosas.- dijo el azabache arrodillándose y abrazando una de las piernas de Naruto.
- Sasuke…no. No es necesario que hagas eso.- dijo el rubio agachándose para quedar a la misma altura que su novio para después abrazarlo tiernamente.
- Pero sé que te ofendí. Y no me acerqué a disculparme durante todo este tiempo…- decía el azabache muy arrepentido. – Haré lo que sea para que me perdones.-
- Cálmate Sasuke. Por supuesto que te perdono, pero no hagas tanto escándalo para decir unas cuantas palabras.-
- No sabes todo lo que me afectó estar sin ti.- dijo el Uchiha en voz baja.
- No empieces con las cursilerías…- comentó el Hokage sonrojándose.
- Está bien. Pero déjame decirte que estoy dispuesto a ser el pasivo si lo deseas, tan solo para que te des cuenta de lo arrepentido que estoy.- dijo el azabache avergonzado y desviando la mirada.
- ¿Qué?- preguntó el rubio asombrado. –Pero los papeles ya están determinados. No se pueden cambiar.- dijo Naruto algo confundido.
- ¿Qué te hace pensar eso?- preguntó el Uchiha más confundido que el mismo Naruto.
- Bueno, tú eres el mayor, y por eso tú debes ser el activo siempre. ¿No se supone que es así?- preguntó el rubio con una expresión de lo más inocente.
- “Qué lindo…Al parecer hay cosas que todavía no las tiene muy clara…”- pensaba el azabache sonriendo y abrazando a su amado.
- Oye, ¿me vas a dar la razón o qué?- volvió a preguntar Naruto.
- Puede que si…- dijo Sasuke antes de empezar a besar a su novio. El Hokage no siguió preguntando, ahora estaba más concentrado en ponerse al día con esos besos muy apasionados.
+++++++++++++
Luego de que hayan pasado unos minutos, Naruto y Sasuke se encontraban en el patio delantero de la nueva casa. También estaban Sai, Gaara, Neji, Tenten, Hinata y Rock Lee. Todos ellos habían ayudado a construir esa casa desde el primer día.
A unas cuadras del lugar estaba el Uchiha mayor junto a su novio.
- Todavía falta para que nuestra casa esté lista…Debemos comprar los muebles y la comida.- se quejaba el rubio.
- Ya te dije que eso lo solucionaré muy pronto…-
- Entonces por qué vamos en dirección a nuestra casa. No creo que lo soluciones hoy.-
- Ya verás.- dijo el azabache caminando hasta llegar donde estaban todos los ninjas. El rubio se sorprendió un poco al ver a toda esa gente esperándolos.
- Itachi, Deidara. Me alegra que hayan llegado. Hoy conocerán como quedó su casa por dentro. – decía el Hokage muy animado. – Además podrán dormir a partir de esta noche si así lo desean.-
- Oye, pero no tenemos nada…No tenemos muebles y nuestra ropa y objetos personales están en casa de Sasuke.- dijo Deidara.
- No te preocupes por eso…Los milagros existen.- dijo el Uchiha mayor que ya sabía que la casa estaba amueblada por dentro gracias a las “donaciones” que había hecho los aldeanos y que además sus ropas y lo demás estaría ahí porque el mismo se había encargado de llevarlo sin que su amado se diera cuenta. - Deidara, bienvenido a nuestro nuevo hogar.- dijo Itachi abriendo la puerta y dejando ver lo acogedora que era la casa que, además, estaba completamente equipada. Todas las personas que habían estado varios días construyendo ese hogar, aplaudieron mientras miraban a la pareja.
- Muchas gracias a todos…- dijo el rubio que estaba realmente feliz.
- Bueno, solo esperamos que disfruten la casa…No lo molestamos más.- dijo Naruto sonriendo. – ¡Vamos chicos! Vamos a descansar. Dejémoslos solos para que puedan ver con calma como quedó la casa por dentro.- decía el rubio retirándose con todos los ninjas.
Itachi y Deidara entraron a la casa y una vez que cerraron la puerta se abrazaron espontáneamente.
- No puedo creer que hayan personas que hayan hecho este tipo de donaciones.-
- Solo tienes que creerlo, y ahora debemos estar agradecido porque al fin tendremos nuestra privacidad…A todo esto, ¿quieres que prepare algo de té?- preguntó el azabache.
- Bueno, mientras tanto iré a ver nuestra habitación.- dijo el rubio separándose del Uchiha y entrando a su pieza.
Al entrar vio una cama de dos plazas, una mesita de noche a cada lado de la cama, un gran armario y la puerta que daba al baño. Empezó a revisar los cajones encontrando mucha ropa y varias toallas. Al ver esto último, se le ocurrió una idea bastante particular; Sacó un par de toallas y se las empezó a acomodar cerca del vientre simulando tener más de seis meses de embarazo. Luego se dirigió al baño y se acarició el vientre mientras sonreía mirándose al espejo. Tan solo lo hacía por curiosidad y sabía que no debía ilusionarse tanto, pero estaba aprovechando que Itachi no se encontraba para hacer ese tipo de cosas.
- No me veo tan mal.- decía el rubio levemente sonrojado y modelando ante al espejo.
- De hecho te ves hermoso.- dijo el Uchiha mayor que había llegado sorpresivamente al baño. Las mejillas de Deidara quedaron completamente rojas, sus ojos se abrieron exageradamente por la sorpresa y se volteó a ver al azabache.
- ¡¿Tú no estabas preparando té?!- preguntó el rubio casi gritando.
- Sí. Pero debo esperar que el agua esté lista.- le respondió con una sonrisa muy natural. – Y déjame decirte que ves muy bien con esa pancita.-
- ¡Cállate estúpido! ¡No deberías espiar cuando estoy en el baño!- se quejaba en tanto comenzaba a sacar las toallas que tenía debajo de su camiseta y su pantalón. – ¡¡¡Y-yo, m-me voy!!!- gritó el rubio saliendo del baño a paso rápido y entrando a la cocina para comer un plato de cereales con leche.
- Oye, se supone que íbamos a tomar té.
- Toma tu té solo…- dijo el rubio muy avergonzado mientras masticaba con enojo los cereales.
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Ocio, ven a mí
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Aunque me faltan 2 capitulos por leer, no pude resistirme: AMO TU FIC!
Me gusta mucho la idea del fic, la pareja que usaste (mi favorita, debo decir).
Ver a Deidara asi como tan enojon pero a la vez tierno me hace seguir leyendo, y ahora esperando un hijo ^^
Y ver a Itachi tan amable y dulce, uff! amo verlo asi.
Aunque tambien eso de meter otras parejas hace al fic dinamico.
Espero lo continues, y mientras, yo seguire leyendo lo que me falta.
Sayo!
Me gusta mucho la idea del fic, la pareja que usaste (mi favorita, debo decir).
Ver a Deidara asi como tan enojon pero a la vez tierno me hace seguir leyendo, y ahora esperando un hijo ^^
Y ver a Itachi tan amable y dulce, uff! amo verlo asi.
Aunque tambien eso de meter otras parejas hace al fic dinamico.
Espero lo continues, y mientras, yo seguire leyendo lo que me falta.
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
D A N I E L A: Agradezco tu comentario =) Me alegra saber que te guste la pareja y la idea de mi FF. Debo dejar claro que Deidara es y siempre ha sido enojón xD yo le puse el lado pervertido *que todo ser humano tiene xD* y es tierno porque está enamorado . Por otra parte, Itachi es un personaje frío y serio en el manga, pero todos sabemos que es super tierno *siempre he pensado que esa es la verdad esencia de Itachi* así que eso de ser amable y dulce es una característica propia de su persona... Solo que tal vez lo recalco mucho jeje
Un aviso: Puede que los siguientes capítulos te sorprendan por su contenido algo fuerte 8D o inesperado...solo espero que te siga gustando y que te entretengas =)
Saludos
Capítulo XIV: Amores apasionados
(ADVERTENCIA: lemon de personajes secundarios D:)
Un aviso: Puede que los siguientes capítulos te sorprendan por su contenido algo fuerte 8D o inesperado...solo espero que te siga gustando y que te entretengas =)
Saludos
Capítulo XIV: Amores apasionados
(ADVERTENCIA: lemon de personajes secundarios D:)
- Spoiler:
- Dos semanas habían pasado desde el día que inauguraron su nueva casa. Deidara estaba acostado en la cama sin mucho que hacer. Se había prometido ir a ver a Tsunade solo cuando pasara el mes de embarazo. Por lo que necesitaba matar el tiempo. Y para eso, hacía figuras de arcilla en una pequeña bodega que se encontraba a pocos pasos de su casa.
- Maldito Itachi, maldita vida…cómo los odio a todos.- se quejaba el rubio algo malhumorado y moldeando la arcilla con sus lenguas. – Hace dos semanas nada…No pienso decirle. De seguro si voy con él y le digo que tengo ganas, se burlará y luego aceptará. Pero no puedo aceptar el hecho de que se burle. Algún comentario dirá que haga avergonzarme. ¡Dios! Yo también soy hombre. Y también soy mujer…Tengo dos sexos, por eso mismo debo satisfacerme el doble. No puedo aguantar tantos días sin hacer nada. Necesito liberarme, ser amado. Este calor que tengo en mi cuerpo solo lo elimino con una ducha helada ya que ese desgraciado no me toca. Siempre pensé que Itachi sería el gran dominante en esta relación, que él se impondría ante mí y que me obligaría a hacerlo todas las mañanas y todas las noches… ¡Pero no! Él maldito espera que yo se lo pida. Todo para burlarse de mí y decirme, ¡¿quién sabe qué?! – decía el joven empezando a deformar la figura que tenía lista. -Yo no soy ningún pervertido. Solo, tengo fantasías como todas las personas…De todas formas, me pregunto cómo lo harán Sasuke y Naruto. Ellos parecen siempre felices, debe ser porque lo hacen todos los días, yo solo debo conformarme con mis lenguas cuando no quiero ducharme con agua fría. ¡¿Cuándo entenderá Itachi que no tengo esa maldita menstruación?! Es imposible que me den esos dolores de útero o que me den fuertes dolores de cabeza… Estoy dispuesto todo el día, maldita sea.- dijo finalmente arrojando su arcilla amorfa hacia la pared y saliendo de ese almacén.
El día era bastante frío. Había una gran ausencia de aldeanos. El molesto viento, que traía consigo algunas piedrecillas, molestaba la cotidiana vida de las personas.
- Esto se acabará de alguna forma. Iré a poner en marcha mi plan. Tengo que despertar a Itachi-sama. Pero no se lo pediré directamente, tan solo haré un par de cosas para ver su reacción.- decía Deidara sonriendo perversamente y entrando a la casa.
- Hola Deidara. Veo que ya te cansaste de hacer tus figuritas de arcilla.- dijo el Uchiha que estaba tranquilamente acomodando unos alimentos en la despensa.
- Si claro…En realidad me harté.- dijo el rubio enojado.
- Oye, hace días que te noto algo molesto. Pero más molesto que de costumbre. Si tienes algo que te inquieta, puedes decirme.- dijo el azabache amablemente.
- No.- respondió el joven mirándolo fríamente. – Espero que te des cuenta tú solito. Aunque viendo lo idiota que puedes llegar a ser, me imagino que tendré que hacer algo al respecto. Así que no te molestes en pensar…Solo espera y te haré entender.- añadió haciendo que Itachi se quedara con las ganas de saber a qué era eso que tanto le molestaba.
En otro lado de la aldea, se encontraba otro rubio, pero este no era, ni estaba, malhumorado, más bien era muy hiperactivo y sonriente. Era el Hokage que andaba con su capucha para protegerse de esas molestas piedrecillas y que además se encontraba esperando al Kazekage en la entrada de la aldea de la hoja.
A pocos kilómetros de ese sitio. Se hallaban Kakashi, Iruka, Temari y Kankuro. Los cuatro iban caminando en silencio. Y solo ese silencio se veía interrumpido por los murmullos de los dos ninjas de Konoha. Para Kankuro se le hacían cada vez más molestos con el pasar de los minutos.
- Oye hermano. Tu cara lo dice todo. No deberías enojarte por esas cosas tan simples. Si eres el Kazekage debes aguantar ciertas pequeñeces.- dijo la rubia seriamente.
- Eso lo se…Tengo muy claro que debo controlar mi furia y mi ira. Pero no he podido hacerlo. ¡Menos ahora que por culpa de esos molestos murmullos no me dejan pensar con tranquilidad!- exclamó haciendo que Iruka y Kakashi se callaran.
- ¿Qué tanto piensas?- preguntó Temari un poco fastidiada por la actitud de su hermano.
- Estaba pensando en nuestro hermano menor. Ese Gaara cree que se manda solo. Primero deja su puesto de Kazekage para irse con su noviecito y ahora no tenemos noticias sobre él. Se ha olvidado de nosotros.-
- Deberías estar agradecido que a ti te dejó el puesto. Si me hubiera tocado ese poder tan importante estaría realmente muy feliz.- dijo Temari bastante enojada. En el fondo, ella quería tener ese importante cargo, ella lo deseaba mucho más que Kankuro y el día en que Gaara le dio ese puesto al castaño, no pudo evitar molestarse.
- Sí, claro que estoy agradecido, pero a ti no te dejó a cargo de ninguna aldea así que no deberías andar suponiendo cosas, en todo caso, ese no es el punto. Gaara se ha malcriado bastante con ese pervertido de Sai. Estaba aceptando su relación, pero ahora veo que nuestro hermano ya se olvidó de nosotros. Desgraciado infeliz…- se quejaba el Kazekage apretando sus puños.
- No le digas infeliz a Gaara…Él debe estar mucho más feliz que nosotros en estos momentos. Es libre, no trabaja y solo se dedica a disfrutar la vida. Desde el día en que todo volvió a ser paz para el mundo ninja, no ha habido mucho que hacer. No hay peleas, disturbios ni villanos que afecten las aldeas, solo ha habido reuniones para mejorar la calidad de vida de las personas. Es decir, solo las personas que tienen puestos poderosos tienen que seguir trabajando arduamente. Además, Gaara tiene mucho dinero… No tiene problemas económicos ni nada de eso.-
- Deja de hablar tanto…- se seguía quejando Kankuro. – Ahora déjame caminar en paz. –
- Estúpido.- dijo la ninja en voz baja.
De esa forma, volvió a reinar el silencio. Todos parecían molestos por diferentes razones y estuvieron caminando por varios minutos hasta que llegaron a la aldea. Ahí los estaba esperando Naruto con una sonrisa muy traviesa.
- Bienvenidos a Konoha. Pensé que nunca llegarían.- decía ese joven mirándolos a todos. - Oigan, ¿por qué esas caras? ¿Estuvieron discutiendo?- preguntó el rubio.
- Ay Naruto…solo digamos que fue un viaje algo tenso. – dijo Kakashi acercándose al Hokage y despeinando su cabellera. – Aquí entre nosotros…Ese Kankuro es muy cascarrabias. Y su hermana también…ten cuidado. Y trata de no hacerlos enojar. Ya sabes que si te peleas con un Kage…será algo malo para la aldea.- comentó en voz baja y cerca del oído del rubio.
- Entiendo, Kakashi-sensei.- dijo sonriendo.
- Bien Naruto, nosotros nos iremos. Hemos caminado sin parar y la verdad es que eso no es lo mío. Prefiero estar en una academia enseñando.- dijo Iruka algo agotado y empezando a caminar hacia su casa.
- Oye Iruka. Te acompaño.- dijo Kakashi caminando a paso rápido y poniendo sus manos detrás de su nuca.
- Esos dos…Nadie los separa.- dijo el rubio mirando cómo se iban. – Por cierto. Pueden alojarse en el edificio central. Ahí estarán cómodos. Mañana en la mañana nos juntamos en mi oficina para conversar.
- Muchas gracias.- dijo Kankuro seriamente. – Pero ahora queremos ver a nuestro hermano.
- Gaara debería estar en casa de Sai…Bueno, ellos viven juntos hace más de un mes como todos sabemos.- dijo el Hokage. – Solo tengan cuidado al entrar.-
- ¿Por qué dices eso?- preguntó Temari sospechando algo raro.
- ¿Eh? Pues…por nada. – se le escapa una pequeña risa nerviosa. – No es que haya visto algo extraño.- dijo el joven antes de despedirse y desaparecer.
- Temari. ¿Qué es lo más extraño que has visto haciendo a Gaara con su novio?- preguntó Kankuro arrugando su cara.
- Pues, esa vez que los encontré desnudos, y Sai golpeaba las nalgas de nuestro hermano. También hablaban de una forma muy grosera.- dijo la mujer también arrugando su cara. Ese recuerdo no era muy agradable. - ¿Y tú?-
- Veamos…Creo que fue esa vez que lo estaban haciendo en el trabajo de Gaara. Por dios…lo estaban haciendo aun en mi presencia…además ambos se encontraban encima del escritorio. En esos momentos solo quería matar a ese maldito de Sai.-
- Mejor vamos a su casa. Nuestro hermano tendrá que aprender que mientras estemos nosotros, no pueden hacer ese tipo de cosas en nuestra presencia. Debe respetarnos.-
Dicho eso, ambos caminaron hasta la casa del azabache. Ya sabían dónde vivía, después de todo, una vez tuvieron la oportunidad de alojarse en su casa. Cuando llegaron, tocaron la puerta. Estuvieron esperando casi diez minutos y nada.
- Por dios…ni con portazos abren esta puerta. Deben estar sordos.- dijo la rubia mirando la casa. – Oye, Kankuro. La ventana de allí está abierta. Entremos por ahí.-
El Kazekage observó que la ventaba daba con la sala y era bastante grande, así que no habría problemas con entrar. Una vez que entraron sin mucha dificultad, ambos caminaron lentamente hasta la habitación. Era de esperarse que la puerta de la pieza de Sai estuviera abierta. Aunque en sos momentos hubieran deseado con toda su alma haber hecho caso a las palabras de Naruto.
+++++++++++++++
Gaara se encontraba solo en ropa interior, sus manos estaban atadas con cadenas en la cabecera de la cama y su cuerpo estaba apoyado sobre el colchón. Tenía sus piernas ligeramente abiertas y su mirada estaba llena de lujuria.
- Date prisa.- dijo el pelirrojo. – Ya te dije cómo debes hacerlo.-
- Cálmate, mi mapachecito. Sabes que detesto hacer esto. Y solo lo hago porque sé que te encanta.- decía el azabache mientras rompía la ropa interior de su novio con un kunai y empezaba a frotar su entrepierna sobre la de su novio. Ahora ambos estaban desnudos y Sai hacía esos movimientos tan sensuales para lograr que su miembro comenzara a despertar. No pasaron muchos minutos cuando ya estaba completamente erecto y tomando su hombría con ambas manos lo fue penetrando sin haber dilatado la entrada, ni mucho menos lubricarla. Gaara se sonrojó al sentir la dureza en su interior y empezó a gemir mientras arqueaba su espalda. Sai agarró los rojizos cabellos de su amado y lo empezó a acariciar, al mismo tiempo que empezaba a jalarlos. El pelirrojo parecía excitarse con ese dolor, además que su piel era bastante sensible y mientras el azabache hacía algo más doloroso, el placer le era más grande.
- Más fuerte…usa el kunai.- dijo Gaara abriendo su boca y suspirando entrecortadamente. Su miembro empezaba a crecer con las constantes embestidas que le propinaba su amante.
- Ahí va…solo dime cuando te empiece a doler mucho.- dijo Sai acercando la filosa arma al cuerpo del pelirrojo. Puso la punta cerca de su pecho y lo enterró superficialmente. Al hacer eso, Gaara volvió a arquear su espalda y gimió de una forma impresionante. El joven empezó a mover el kunai hacia abajo, abriendo la piel con solo pasar la punta del arma y dejando una herida en todo su abdomen. La sangre comenzaba a fluir por el cuerpo del menor, recorriendo parte de su torso para finalmente caer en diminutas gotitas al colchón. El azabache no paraba de mover sus caderas hacia adelante, la entrada era muy estrecha y le costaba llegar hasta el fondo. Con su mano libre le apretaba con fuerza uno de los rosados pezones mientras que con su boca, empezaba a acercarse al otro pezón para morderlo.
- Me encanta…Sai, sigue así.- decía Gaara reteniendo sus lágrimas y gimiendo placenteramente.
El azabache siguió apretando y mordiendo los pezones de su novio. Ya había terminado de hacerle ese enorme corte y con su mano libre empezó a masturbarlo con mucha rudeza en tanto caía la sangre de la reciente herida que todavía no cerraba. Además, con los bruscos movimientos del mayor, era imposible que cicatrizara.
Sai se percató que Gaara perdía sangre continuamente y acercó sus labios a la herida. La succionó suavemente mientras aprovechaba de pasar su lengua de forma muy lenta y hasta repartía besos sin dejar masturbarlo.
- ¡Ah! ¡Qué bien se siente!- decía el pelirrojo en voz alta y retorciéndose de placer al sentir que el miembro entrar por completo.
+++++++++++++++++
Los hermanos de Gaara justo vieron la parte en donde el menor empezaba a ser embestido salvajemente y donde además, parte de la herida empezaba nuevamente a sangrar. Ambos abrieron los ojos. Eso era lo más traumático que habían visto en sus vidas. Los pies del pelirrojo estaban llegando a su propia cabeza y además se notaban muy tensos. Su cuerpo se encontraba tan doblado que parecía contorsionista y ambos jóvenes no parecían avergonzados de gemir de esa forma tan fuerte y descontrolada. Lo único que agradecieron los mayores es que la sábana tapaba de la cintura hacia abajo.
- ¡Quítate de mi hermano!- gritó Temari dando un fuerte golpe a uno de los muebles.
- ¡¿Cómo eres capaz de herir a Gaara?! ¡Maldito mal nacido! ¡Eso no te lo voy a aceptar!- gritó Kankuro sacando una de sus marionetas.
El pelirrojo no le molestaba que sus hermanos lo vieran en esa situación, ya que no era la primera vez que lo pillaban en pleno acto, pero esta vez no iba a aceptar que lo interrumpieran. No ahora que lo estaba disfrutando como nunca. Por eso mismo, utilizó una de sus habilidades únicas; hizo que la arena, que tenía en su vasija, empezara a salir y a rodear la cama donde se encontraba con Sai. Ahora sí podrían terminar. Estaban totalmente seguros de los ataques, y de todos los ruidos externos.
- Maldición, siempre supe que esa vasija con arena la ocuparía para eso...- dijo Temari antes de soltar un suspiro.
La capa de arena que los rodeaba era sin duda una buena defensa contra los ataques de los hermanos de Gaara. Por otro lado, Sai sonrió al ver que estaban en total privacidad.
- Oye, ¿dónde tienes tu vasija?
- Debajo de la cama…al menos fue buena idea dejarla ahí...pero ahora solo concéntrate en mi. Después veremos cómo nos sacamos de encima a esos dos.-
- Oye, esos dos son tus hermanos… y mis cuñados.- dijo el azabache riendo y empezando a morder el cuello del joven. –Además el único que está encima, soy yo…
- Tienes razón.- dijo con dificultad mientras sentía la mordida. -¡Sai!... Muérdeme más fuerte.- dijo Gaara cerrando sus ojos y suspirando.
Temari y Kankuro se enfurecieron al ver esa enorme cortina de arena. Más bien era una especie de esfera que rodeaba toda la cama. Ambos se fueron a la sala a esperar que terminaran.
- Me llevaré a Gaara. No puedo soportar que esté con ese tipo.- decía el Kazekage caminando de un lado a otro.
- Si te lo llevas, Sai te seguirá…Además Gaara no se dejará llevar fácilmente. Es un ninja muy fuerte.
- Si lo sé…pero alguien debe parar con esto.
Cerca de una hora estuvieron esperando para que esa pareja terminar, y tuvieron que esperar otros minutos más mientras tomaban una ducha. De pronto apareció Gaara con una toalla amarrada a la cintura y se sentó en uno de los sillones.
- Hola Temari, Kankuro. Me hubieran avisado que vendrían. Los hubiera esperado en otras condiciones.- dijo el pelirrojo tranquilamente.
- Estamos por trabajo…No estamos aquí solo para verte.- dijo Kankuro.
- ¡Hermano!- exclamó la rubia mirando al Kazekage algo molesta. – No debes decir esas cosas.
- Tengo todo el derecho. Además a él tampoco parece importarle que estemos aquí.- decía el castaño antes de mirar a su hermano. - No sabemos nada de ti desde que decidiste dejar el cargo y te viniste a esta aldea. Podría haber enviado una carta.
- No estoy acostumbrado a escribir cartas…- dijo Gaara algo extrañado. – De hecho, nunca lo he hecho con ustedes… ¿por qué piensan que lo haré ahora? En todo caso, tampoco he recibido nada de ti.-
- ¿Eh? Ah, bueno…Lo de la carta, pues…- decía Kankuro algo avergonzado, pues él también tenía la culpa de no haber escrito nada. – ¡No me cambies el tema!- gritó desesperado.
- Por favor, les pido que no griten en mi casa.- decía el azabache mientras entraba a esa habitación con su ropa habitual.
- ¡¡¡Tú, maldito mal nacido!!! ¡Tú le estabas enterrando un kunai!- gritó mientras lo señalaba con el dedo. – Mira cómo has dejado a Gaara. Tiene una larga cicatriz por todo su abdomen.
- Tranquilo Kankuro. Yo se lo pedí. Aunque tuve que hacer mérito. Sai no quería.- dijo el pelirrojo cruzándose de brazos. El azabache se acercó a su novio y se sentó a su lado, para después rodearlo con un brazo.
- Mi lindo mapachecito…Sabes que me es complicado hacerle daño a tu hermoso cuerpo.- dijo Sai sonriendo.
- “¡¿Mapachecito?!”- pensaron los hermanos mayores del pelirrojo.
- Ya sé que te gusta el sadomasoquismo, pero nunca entiendes lo mal que me siento al tocarte de esa forma tan bruta.
- ¡¿Te gusta el sadomasoquismo?!- preguntó Temari muy sorprendida.
Gaara solamente desvió la mirada y se sonrojó un poco. – Sai…te he dicho algunas veces que no andes contando nuestra intimidad.- dijo el pelirrojo un poco avergonzado. Tanto como la rubia y el castaño quedaron con la boca abierta.
- “Supongo qué debí haberlo pensado antes”- se decía Kankuro en su mente. – “Eso explica muchas cosas…”-
- Perdón Gaarita, no quise avergonzarte al frente de tus hermanos…- le decía el azabache dándole un beso en su mejilla.
- Ya dejen de tener esas muestras de afecto al frente de nosotros.- dijo Kankuro más que molesto.
- No seas fastidioso.- dijo Gaara abrazando a Sai y mirando a su hermano con una expresión de enfado. – Menos ahora que nos vamos a casar; Sai me pidió matrimonio y acepté .-
- ¿Ah?- dijo el marionetista totalmente sorprendido
- ¡¿Dices que te vas a casar?!- preguntó Temari con una gran sonrisa en sus labios. – ¡Felicidades!- gritó algo emocionada. Y es que a pesar de que la rubia siempre se mostraba seria y temperamental, tenía su lado femenino como toda mujer.
- ¡¡¡No!!! ¡¡¡Eso no lo permitiré!!! – gritó Kankuro poniéndose las manos sobre su cabeza, eso de que su hermano se casaría tan solo lo dejó en estado de shock.
- ¿Y te pondrás un traje blanco?- preguntaba Temari bastante interesada. – “Se nota que Sai va en serio.”- pensaba mientras esperaba una respuesta.
- Bueno, en realidad quería ponerme un kimono.
- ¿Kimono blanco?
- Solo un kimono…no sé qué color ocupar.
- ¡¡¡De blanco no!!! ¡Gaara, tú hace rato que perdiste tu pureza! – gritó de pronto el castaño mirando a esa pareja con odio.
- Oye…No me vengas a decir esas cosas. El blanco representa la pureza del amor.- dijo el pelirrojo sonrojándose al decir eso. - No tengo por qué ser cien por ciento puro de cuerpo y de mente...
- Además no estaría mal que se casara de blanco conmigo, después de todo, yo le hice perder su pureza...- comentó Sai tranquilamente. Kankuro miró fijamente a su futuro "cuñado". Y es que con esa mirada lo decía todo, parecía que quería asesinarlo en esos momentos.
- Das miedo, hermano...Deja de ser tan amargado, de seguro estás molesto porque todavía no te casas.- dijo Temari burlándose.
- Cállate. No es que esté desesperado por casarme.- dijo Kankuro mirando hacia otro lado.
- Entonces no te molestes tanto.- dijo Gara mirándolo de reojo.
+++++++++++++++++
En cada de Deidara se vivía otra situación. El rubio estaba de lo más tranquilo durmiendo cerca del pecho de su amado. Al parecer su táctica había funcionado y logró su cometido. Por otro lado el Uchiha le acariciaba el cabello como de costumbre y le rascaba la barbilla con su dedo.
- Ya…No hagas eso.- dijo el joven de ojos azules un poco avergonzado.
- Me he dado cuenta que te pones de buen humor cuando lo hacemos…Al menos cuando lo hacemos de forma controlada. Supongo que me pasé un poco en tu primera vez. Fueron como seis veces seguidas y después en la ducha…Ya perdí la cuenta- dijo Itachi solando una pequeña risa.
- Sí. Esa vez sí que te pasaste. Me dejaste con un horrible dolor.- se quejó el rubio.
- Bueno…Ya aprendí mi lección. Siempre pensé que no querías porque te mostrabas desinteresado con ese tema. Además no te iba a obligar. En fin, desde ahora en adelante, dos veces al día.- dijo el Uchiha.
- Así está bien.- dijo Deidara acercándose a su amado y dándole un beso en los labios.
- Me pregunto si estarás embarazado…Hace varios días atrás lo hicimos, pero tú dijiste que cuando cumplas el mes irás con Tsunade.-
- Y así seguirá. Todavía no pasa un mes.- dijo el rubio.
- Mmm…ya quiero que pase el mes.- dijo Itachi quejándose.
- Yo también.
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Sigue porfa!!! *A*
Me encanto tu fic!!!...espero que continues pronto!!
Amo el ItaDei -w-
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ChisueoTemporal - =¬= ....yaoizando mi clase(?)
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22/02/2011
CachorroxChocobo ErikxCharles
AngealxGenesis SuFin Drarry TerraxVentus
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Hetalia, Zinpang, inuyasha...
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Chisueo: Wiii!!! Gracias por comentar :D Me alegra que te haya gustado n.n y créeme que subiré los capítulos muy seguidos 8D (es que tengo muy avanzada la historia )
Capítulo XV: Una gran bendición
Capítulo XV: Una gran bendición
- Spoiler:
- Habían pasado cerca de dos semanas desde que Kankuro y Temari había llegado a Konoha. En todo caso, su estadía no duró más de tres días y algo impactados por la noticia que le había dado su hermano menor, se fueron preparando, mentalmente, durante el largo regreso a casa.
A pesar de que la rubia era la más, y tal vez la única, interesada, Kankuro también tendría que aceptar que Gaara se iría a casar con ese “pervertido de Sai”, como él lo llamaba. Además el castaño se había llevado una enorme sorpresa ya que al comentarle la noticia de la boda a Naruto, este solo sonrió y dijo que como Hokage tendría el poder para casarlos y que incluso ya tenía una fecha determinada para esa ceremonia.
Por otro parte, un rubio muy enojón se encontraba dando los últimos toques para terminar sus figuritas de arcilla. Los problemas de intimidad que tenía con el Uchiha se habían terminado, pero aun así, su actitud explosiva no desaparecía por completo.
- ¡¡¡No me sale!!!- gritó Deidara desarmando la figura. Él era un artista demasiado perfeccionista y cuando algo no le gustaba, simplemente trataba de mejorarlo hasta convencerse en un cien por ciento. Además su paciencia no le jugaba a favor. – Maldición, otra vez tengo hambre…- se quejó el rubio en tanto metía su mano en una caja de cereales y sacaba un puñado de hojuelas de maíz. Se las metió a la boca e inmediatamente se tomó dos sorbos de una caja de leche. Masticó calmadamente mientras se tragaba toda esa gran porción de comida. – Mucho mejor.- dijo antes de suspirar y sobar su panza. – Creo que he trabajo lo suficiente…Iré a descansar.- agregó el rubio abriendo la puerta de la bodega y encontrándose cara a cara con Itachi.
- Deidara, ha pasado más de un mes. Acuérdate que el bebé se desarrolla más rápido, por lo que ahora tendrías cerca de tres meses de gestación…De todas formas, lo primero es lo primero…Debemos ir a confirmar tu embarazo y ver si todo marcha bien.- dijo el azabache seriamente y tomando la mano de su novio para llevárselo al hospital.
- Está bien, pero no me lleves, puedo caminar solo.- dijo el rubio soltándose del Uchiha. Ambos se pusieron a caminar.
- Oye, ¿es mi idea? ¿o te ha crecido un poco la panza? Es que te noto más gordito, ¿será que estás comiendo demasiado? Porque si tuvieras tres meses, no debería notarse mucho.-
- ¡No me digas gordo! Estoy alimentándome bien. Además el bebé es el que crece y crece. ¡Y eso es por tu culpa! ¡No deberías comprarme tantas golosinas! Nuestro bebé no nacerá sanito si me dejas una barra de chocolate en la mesa.- se quejó el rubio
- Así que tú fuiste el que se comió mi barra de chocolate. Lo había comprado para mí. Pensaba convidarte, pero solo un poco, no es que sea egoísta, más bien, intento controlar tus porciones de golosinas y no encuentro que esté mal que comas una vez en cuando…Pero veo que no tienes mucho control sobre los alimentos, así que seré cuidado al comprar ciertas cosas. En fin, solo deja de suponer que estás embarazado…que no es la mejor excusa para ocultar tu mala alimentación. Por otro lado, intentaré esconder mejor los alimentos dulces.-
- ¿Ves? Al final es tu culpa. No sabes esconder las golosinas.-
- Ay Deidara. Mejor discutamos ese tema en otra ocasión. Quiero ver cómo andas con tu embarazo… Sí es que estás.- dijo el Uchiha empezando a caminar más rápido.
Una vez que llegaron al hospital, fueron a hablar con Tsunade. Ella estaba un tanto ocupada, así que debieron esperar cerca de media hora. Deidara estaba que se iba, pero justo en ese momento apareció la rubia sonriendo y mirando a la pareja.
- Ya estoy lista, así que no es necesario que se vayan.- dijo la mujer.
- No pensaba irme.- dijo Itachi que aún estaba sentado en la sala de espera. Deidara que estaba dando unos pasos en dirección a la salida, regresó algo fastidiado.
- Si, ya sé que tú no te ibas a ir…Pero es Deidara la persona que necesito.- dijo la rubia tomando el brazo del joven artista y llevándoselo a un cuarto. El Uchiha tan solo suspiró un poco cansado y los siguió.
Deidara fue recostado en una camilla en cuanto Itachi apoyaba su espalda contra la pared y cruzaba sus brazos. No se notaba, pero ambos estaban ansiosos por tener buenas noticias. Tsunade frotó sus manos y las acercó al vientre del rubio. Cerró sus ojos y empezó a examinarlo internamente. No pasaron muchos segundos cuando abrió sus ojos y quedó muy impactada.
- ¿Qué sucede Tsunade?- preguntó el azabache acercándose a la camilla donde estaba su novio. Deidara se puso algo nervioso y se sentó.
- ¿Qué fue lo que vio?- preguntó el joven ilusionado. Lo único que quería era estar embarazado y que ese bebé naciera sano.
- ¡Dios mío! – exclamó la mujer sonriendo. – Espero que estés haciendo yoga.- añadió seriamente.
- ¡Eso es un sí!- exclamaron Itachi y Deidara al mismo tiempo.
- ¡Son cuatro sí! .... ¡Felicidades, Deidara espera cuatrillizos! –
- ¡No me jodas!- gritó el rubio más que pálido. – ¿Está segura? ¡No será que está algo ebria y ve mal?- preguntó el rubio mirando a la mujer.
- ¡Oye! ¡No me insultes! Yo no bebo antes de venir a trabajar, solo bebo después del trabajo. Bien lo sabe Sakura e Ino.- dijo la rubia un poco molesta por el comentario. – Si quieres asegurarte, te haré una ecografía.-
- Hecho.- dijo el rubio sudando un poco, puesto que esa noticia lo había dejado un poco nervioso. – Te imaginas Itachi.- reía el rubio algo inseguro. – Cuatro bebés… ¡Qué locura!- exclamó mirando a su novio y viendo la sonrisa de oreja a oreja que tenía el azabache, algo muy extraño en él. – ¡¿Pero qué!?- preguntó Deidara. – ¡¿Por qué pones esa cara?! ¡Me asustas!-
- Lo lamento…pero no puedo evitarlo. Mejor confirmemos lo dicho por Tsunade. Quiero asegurar mi felicidad.- dijo Itachi.
- Está bien, vamos, pero no creo que sean cuatrillizos, podrían ser gemelos…Pero cuatro, ¡por dios! ¡Soy humano, no un conejo!-
- Deidara, si se han registrado casos de cuatrillizos. Son muy raros, pero los hay.- dijo la mujer mientras todos se dirigían a otra sala donde el rubio se haría la ecografía.
-¿Y por qué tenía que ser justo yo?- preguntó el rubio siguiendo a la mujer junto al Uchiha.
- Créeme que un embarazo múltiple es algo que pocas madres pueden experimentar y no por eso debe ser algo malo, todo lo contrario, debe ser maravilloso.- dijo Tsunade entrando a la habitación junto a la pareja.
El rubio estaba de lo más tranquilo, o eso pare trataba de aparentar, puesto que sus manos sudaban como nunca y estaba algo impaciente por confirmar ese insólito hecho.
- Vamos a ver…vamos a buscar donde están estos bebés.- decía Tsunade algo emocionada por tener a cargo a un paciente tan particular como Deidara. Luego de que el rubio se bajara un poco los pantalones, la rubia le echó una especie de gel en la zona del vientre y luego pasó el transductor por encima para empezar a observar los fetos. Todo eso se podía apreciar en una pantalla. A los pocos segundos se podía distinguir solo dos bebés.
- Solo distingo dos.- decía la mujer un poco extrañada.
- Solo se ven manchas…No ande inventando-
- Esas manchas… ¡son tus hijos!- exclamó la mujer que seguía moviendo el aparato haciendo que se vieran los cuatro fetos. Obviamente esto hizo que Tsunade se alegrara bastante. – ¡Sí! ¡Ahí están todos! Observa bien, ahí hay uno, ahí está el otro, ese de allá es otro y ahí está el cuarto.- dijo la rubia indicando con el dedo en la pantalla. – ¿Viste bien Diedara?-
- No puede ser…es verdad, puedo verlos.- dijo el rubio que al fin notaba que esa manchas no eran simples manchas. – Es increíble…- añadió emocionándose un poco y soltando una que otra lágrima. Itachi se acercó a su amado y le dio un beso en la frente. Le tomó la mano y la acarició mientras Tsunade sacaba un aparato y lo acercaba a la pareja.
- Deidara, la vida es hermosa.- dijo el Uchiha abrazando a su amado de forma muy tierna. El rubio se sonrojó un poco y solamente sonrió en tanto le correspondía el abrazo.
- Seremos padres en dos meses…Espero que sean hijos sanos y hermosos.- dijo Deidara entrecerrando sus ojos y sintiéndose muy feliz en esos momentos. De pronto, un sonido que parecían pequeños golpes, empezaba a extrañar a ambos padres. Era un sonido que venía de un aparato que tenía la rubia.
- ¿Escuchan esos sonidos?-
-Pues si… ¿qué es eso?- preguntó Deidara mirando hacia todos lados.
- Sé que se escucha algo raro, después de todo es el latido del corazón de cada bebé.- dijo la mujer sonriendo. El rubio abrió sus ojos y unas las lágrimas se asomaron por sus ojos. No pasó ni medio segundo cuando empezaron a recorrer sus mejillas. Sonrió mirando a Itachi y su respiración parecía algo acelerada.
- Deidara, cálmate…No te agites mucho.- dijo Tsunade riendo.
- Déjelo. Es la primera vez que se siente así.- comentó el Uchiha sin dejar de ver a su amado en ese estado de felicidad y mucho menos sin dejar de oír los latidos de sus futuros hijos.
- No puedo estar más feliz. No se cómo explicarte, pero me siento el ser más poderoso del mundo. Tengo la posibilidad de tener tantos hijos… Son cuatro pequeños seres que crecen de apoco dentro de mi cuerpo. Cuatro corazoncitos latiendo.- decía el rubio tocando su vientre. – Esto supera al arte y muchas otras cosas.- añadió cerrando sus ojos y dando un suspiro para recostarse sobre esa camilla. La rubia limpió la zona donde había puesto el gel y una vez que terminó le subió un poco los pantalones a Deidara.
- Bueno, también debes saber que, debido a la extraordinaria capacidad que tiene tu cuerpo, lo más probable es que nazcan por parto natural.- dijo la mujer lavándose las manos cerca de un lavatorio que había en la misma habitación.
- ¡¿Qué mierda está diciendo?! – gritó el rubio abriendo sus ojos. -¡Ni crea que será parto natural! ¡¡¡Por la puta que te parió!!! ¡No me jodas maldita sea! - gritó el rubio.
- Cuida tu vocabulario.- dijo Tsunade empezando a enojarse.
- Tsunade, muchas gracias por atendernos, volveremos en cuanto Deidara esté más calmado. Y por favor discúlpelo, a veces se pone un poco grosero cuando se asusta. Nos vemos.- dijo el Uchiha cargando al rubio y saliendo del hospital lo más rápido posible. – Deidara, no vuelvas a hablar de esa forma. Hay ciertas cosas que deberás corregir para que nuestros hijos sean educados…Más que nada tu vocabulario y tus modales.- le dijo una vez que salió de ese edificio mientras corría con el rubio en sus brazos.
- ¡¿Qué clase de hijos serán si no se parecen a mí?! Parecerá cómo si yo no los hubiera criado…y lo quiero cuidar y educar como a mí se me antoje.- decía el rubio un tanto molesto.
- Está bien, pero al menos no les enseñes malas palabras. Ya vez cómo se puso Tsunade, acuérdate que siempre debes tratar bien a las personas.-
- Ya cállate…deja de regañarme, no soy tu hijo ni mucho menos tu hermano menor.- comentó el rubio sonrojándose un poco.
- Eso lo sé, pero debes cuidar eso.- dijo el Uchiha sin dejas de correr. Cuando llegaron a casa, bajó con cuidado a su novio y abrió la puerta. – Cuatro hijos Deidara…nunca pensé que seríamos tan afortunados.-
- ¡Afortunados tus huevos! Mira que por ahí surge el problema…tanta producción de espermatozoides hizo que ocurriera todo esto.- dijo el rubio antes de dar un suspiro de cansancio.
- No creo que sea por eso… De todas formas, ¿te imaginas que eso de tener hijos dependiera del tamaño del miembro viril?- dijo el azabache soltando una corta risa. Deidara solo se quedó callado, se había avergonzado por el comentario y bajó la mirada. - ¿Qué sucede Deidara?-
- ¿Eh?- preguntó el rubio confundido. – Solo abre la maldita puerta de una vez.- añadió volviendo a la realidad. Sus mejillas seguían algo ruborizadas. – “No quiero ni pensar cuantos hijos hubiéramos tenido si el tamaño importara…”- pensó algo preocupado y entrando a la casa una vez que el azabache abrió la puerta. Ambos entraron tranquilamente a su casa cuando vieron a Sasuke y a Naruto sentados en uno de los sillones.
- Al fin llegan, ¿cómo les fue? – preguntó el Hokage.
- Naruto, Sasuke, ¿qué rayos hacen en mi casa? No es que los esté echando, pero siento que pasaron a llevar mi privacidad.- le dijo el Uchiha mayor.
- Cálmate hermano. Deberías agradecer. Sabíamos que irían a ver a Tsunade, así que preparamos algo para comer cuando ustedes regresaran. - comentó Sasuke.
- No sabemos cómo habrán sido los resultados, pero sabemos que una buena comida los animará.-
- Gracias Naruto.- dijo el Uchiha mayor.
- ¿Y qué hay de mí?- se quejó Sasuke. Itachi se acercó donde su hermano menor y le tocó el cabello como si se tratara de un perro. El menor se avergonzó un poco y se quedó callado.
- Entonces vamos a comer.- decía Deidara sobándose la panza. – Mira que tener cuatrillizos da mucha hambre.-
- Cuatri… ¡¿qué?!- preguntaron los menores.
- Cuatrillizos. Cuatro lindos bebés. Eso nos dijo Tsunade. Ahora que lo pienso, a los tres meses tendrá una enorme panza y ahí lo podrán notar.- dijo Itachi.
- Ya deja de hablar de tamaños.- se quejó el rubio.
- Cuatro bebés… ¡Dios mío! Tremenda camada – exclamó Naruto sentándose en una silla. – ¿Tsunade ya les dijo si sería cesárea o parto natural?-
- ¡Cállate! ¡No me lo recuerdes!- gritó Deidara poniéndose pálido y empezando a ponerse nervioso. De pronto sus ojos se pusieron blancos y se desmayó. Al menos Itachi lo alcanzó a tomar para que no se golpeara en el suelo.
- Naruto, Sasuke, será mejor que no vuelvan a mencionar ese tema delante de Deidara. Eso lo pone un poco mal.- dijo el Uchiha mayor llevándose su novio al dormitorio para dejarlo en la cama reposando.
- Tal parece que Deidara no comerá con nosotros.- comentó el rubio.
- Así será Naruto, mejor vamos a la cocina. No podemos desperdiciar la cena.- dijo Sasuke saliendo de la sala seguido del rubio.
- Cuatro…cuatro bebés, ¿imagina qué pasaría si los cuatro defecan al mismo tiempo?- preguntaba el azabache a su novio.
- Qué mal olor. Yo abriría las ventanas…-
- No Naruto, bueno si, pero aparte de eso, tendrían que cambiar cuatro pañales. ¿Qué pasará cuando todos los bebés se pongan a llorar como a las tres de la mañana?-
- Pobre de ellos, espero que se las puedan.-
- Creo que tendré que ahorrar dinero para comprar algunas cosas y ayudarlos…-
- Qué buena persona te has vuelto últimamente con Itachi.-
- No sé de qué hablas.- comentó el Uchiha menor un poco sonrojado y sentándose en una de las tantas sillas que había en la cocina, para luego empezar a comer. – “Itachi es mi hermano, él ha hecho tanto por mí. De alguna forma tengo que demostrar lo agradecido que estoy”- pensaba Sasuke masticando un poco de pollo.
++++++++++++++++
En otro lado de la aldea, se encontraban Sai y Gaara. Estaban haciendo un listado de las cosas que comprarían para su boda. Aunque no sería para nada ostentoso, solo querían aprovechar de que tenían tiempo libre para formalizar su relación.
- ¿Blanco no?- preguntó Gaara.
- No, no te pongas uno blanco. No porque Kankuro lo haya dicho, sino porque prefiero mil veces que te vistas con un kimono verde, combinará con tus ojos.- dijo Sai sonriendo.
- Entonces será verde…- comentó el pelirrojo que se había ruborizado por el comentario. – Y tú, ¿qué color ocuparás? Podría ser uno azul. Tu piel es tan blanca que quedaría muy bien.-
- Lo que tú digas mi mapachecito.- dijo el azabache tomando por la cintura a su amado. Ambos estaban en la casa de Sai y en esos momentos se encontraban anotando todas las cosas para su boda. Aunque el azabache ya se había cansado de escribir todas las ocurrencias, por lo que ahora quería hacer otras cosas con su amado. Y eso hizo. Gaara fue llevado por su novio hasta la habitación, fue recostado en la cama y de apoco comenzaron las caricias.
- Oye, qué pretendes…La boda será en menos de dos meses. No adelantes la noche de boda…-
- ¿Adelantarme? No sé cuántas veces nos hemos adelantando. Supongo que no estará mal hacerlo de nuevo.- decía el azabache que empezaba a desvestir al pelirrojo.
- Sai, ya basta.- decía Gaara cerrando sus ojos y suspirando de placer. Adoraba sentir las manos de su amado tocándolo por todo su cuerpo.
- Esa carita no me convence…-
- E-estábamos ha-haciendo l-la lista.- dijo el joven de ojos verdes con dificultad.
- Tienes razón. ¿Entonces que ropa llevarás para la noche de bodas?- decía Sai besando el cuello de su novio.
- ¿Ropa? No necesitamos ropa.- decía entre gemidos.
- Mmm, qué travieso. ¿Acaso quieres llevar el kimono sin nada debajo?- le preguntó al oído haciendo que el pelirrojo se le escapara un suspiro muy largo.
- ¿Por qué no? Será más fácil desvestirme…Aunque si lo prefieres, puedo llevar algo provocador para esa noche.-
- Esa última opción me gusta. Prefiero que seas juguetón, te ves realmente lindo cuando te pones así.- dijo el azabache que había terminado de sacarle los pantalones y la camiseta, dejándolo en bóxers. – Ahora se me ocurre que podrías ocupar esa ropa interior semitransparente que tienes guardada…- sugirió el joven.
- Tengo algo mucho mejor que eso, pero ya verás ese día, ahora termina lo que empezaste- dijo Gaara bajándose la ropa interior y empezando a besar el pecho de su amado.
++++++++++++++++++
- Creo que al final Itachi y Deidara se quedaron en su habitación. Son unos malagradecidos después de todo lo que nos esforzamos en preparar esta comida.- dijo Sasuke limpiándose los labios con una servilleta. Naruto tan solo se limpió con su manga y suspiró de lo satisfecho que se encontraba.
- No importa. Hace tiempo que no comía algo tan delicioso.- dijo Naruto bastante contento. – Por cierto Sasuke…Hay algo que quiero hablar contigo. Tiene que ver con eso del pasivo y el activo.- añadió seriamente.
- ¿Eh? ¿Por qué tan de repente?- preguntó Sasuke comenzando a ponerse un poco nervioso.
- El otro día hablé con Deidara…y con Gaara. Ambos me dijeron que intercambiaban los papeles en la cama. ¡Incluso Iruka me dijo eso! – exclamó el rubio un poco avergonzado. – Cada uno me preguntó si había sido el activo contigo, y yo les dije la verdad. Por eso quiero que tú, ¡Sasuke Uchiha! Seas el pasivo, hoy mismo.- dijo el rubio poniéndose de pie y cruzando sus brazos. Se notaba que hablaba en serio. Su mirada y su tono de voz eran prueba de ello.
El Uchiha menor tragó saliva y se sorprendió de la actitud que estaba tomando su novio. Parecía muy convencido de que sería el activo.
- ¿Por qué hoy? Deberías avisarme con tiempo, yo te avisé cuando lo hicimos por primera vez.-
- Lo siento Sasuke, pero ese día en que te arrodillaste ante mí, me ofreciste tu cuerpo y después cambiaste de tema. Así que no te dejaré escapar y tendrás que cumplir tus palabras.- dijo Naruto mientras tomaba el brazo de Sasuke.
- Oye, ten calma Naruto. No te vuelvas agresivo.- decía el azabache sin dejar de mirar que su rubio estaba tomando la iniciativa. Ambos caminaron hacia la salida y se fueron de la casa de Deidara e Itachi.
+++++++++++++++++++++
- Entonces, ¿dónde estarán las habitaciones?- preguntaba el rubio mientras hacía un dibujo sobre los planos de la casa. – Debemos pensar en todas esas cosas. Son cuatro los que vienen en camino.-
- ¿Qué soñaste? No dejas de pensar en eso desde que despertaste.- comentó el Uchiha que estaba de pie observando cómo su novio hacía algunas bocetos de habitaciones para sus hijos.
- Si no me preocupo yo, entonces nadie lo hará. Tú siempre te quedas ahí observando. Tenemos que ampliar la casa.-
- Entiendo. Pero no creo que sea buena idea empezar mañana. Todos los ruidos serán muy molestos para ti.- dijo el azabache seriamente.
- ¿Y cuando se supone que empezaremos? ¿Dónde dormirán los bebés?- preguntó el rubio empezando a desesperarse.
- Deidara. Ellos dormirán en cunas, después compraremos camarotes y problema resuelto. Además cuando sean más grandes tendrán sus propias habitaciones, no es necesario apresurarse tanto.-
- Verdad…pero aun así ¡lo dejaré esto listo!- exclamó el joven de ojos azules terminando de hacer unos cuantos dibujos y guardando los planos de la casa dentro de un cajón.
- A todo esto… ¿qué nombre le vamos a poner?-
- ¿Nombres?- preguntó segundos antes de ponerse a pensar mientras miraba el techo. – ¡Por dios! ¡No se me ocurre nada! ¡Un hijo ya es tremendo problema! ¡¡¡Y cuatro!!! ¡¿De dónde sacaré cuatro nombres?!- preguntó el rubio.
- Cálmate…-
- ¡No pidas que me calme! Esto es serio, no ves que se tratmmm…- alcanzó a decir el rubio cuando el Uchiha lo empezó a besar. Movía sus labios lentamente junto con su lengua. Deidara se sonrojó enseguida y le correspondió el beso dejándose llevar. Cerró sus ojos y lo abrazó. Itachi se lo llevó a la cama que estaba a pocos pasos del escritorio.
- Deidara…Un hijo no es un problema, solo es una enorme responsabilidad. Además de ser una gran bendición para nosotros, sobre todo porque son cuatro.- dijo el azabache abrazando a su amado. Eso realmente calmó al rubio y por más histérico y cascarrabias que llegara a ser, no podía negar que estaba completamente enamorado de Itachi.
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05/06/2011
Viktuuri
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Ocio, ven a mí
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Hellows again primero te contesto lo de tu coment de arribita luego sobre el fic..lo pongo en spoiler xq si no me voy olimpicamente.. del tema XD
LOL mi nombre aparece en tu fic O.O.. creo q fue un error de dedo al momento de publicar el escrito.. y miren en que parte aparesco:
Bueno ahora al fic.. tachan!! al fin..bueno Itachi anda echo todo un cuidador nunca me lo imagine asi.. pero le queda bien!.. le sienta favorable, queda tierno pero sin perder su lado de playboy incurable..
Bueno que mas decirte.. que cada vez me gusta mas la historia.. a cada rato sales con algo nuevo q me sorprende, extiendes mas caminos en la relacion de ellos dos, lo narras de una forma que paresca un solo hilo de lectura entonces la verdad divierte mucho.. como siempre me encantan las "visitas al doctor" por los intercambios entre Tsunade y Dei.. eso ya te lo dije.. pero cada vez que Itachi dice "te llevare al doctor", y toma la mano de su novio... yo me digo.. ahora viene algo bueno muajaja..
Ahora lo de los cuatro niños en espera.. me ha dejado atonita.. ya vere como se desarrolla eso...hasta ahora -megustaface-, las partes SasuNaru tambien me gustan... bueno como a todos obviamente o como a un 80% del foro, el GaaSai no me convence del todo, pero como no tengo a ninguno de estos dos personajes encasillados con alguien mas, no me molesta... es algo distinto.. porque no
"Yo no bebo antes de venir a trabajar, solo bebo después del trabajo. Bien lo sabe Sakura e Ino" XDD jaja sigo quoteando pero es que me ha gustado mucho
bueno y nada.. mas se me ha echo largo.. hem espero conti
- Spoiler:
Mande lo quiero leer..Lo que si tengo es un FF SasuNaru xD aunque no te lo recomiendo si no te gusta mucho el yaoi
y tu..ganaste.. jaja ya lo lei, pero no sabia donde responder.. es como la caperuzita roja y el lobo feroz version moderna.. me gusto! en especial la forma en q haces q se conoscan siendo Konan aun una niña y luego el encuentro final cuando ya es toda una mujer y el intercambio de rosas de origami.. haha cuando encuentre el tema te respondere bien acerca de este fic..también tengo un one-shot Itakonan D: que hice para un concurso, que por cierto todavía no anuncian a los ganadores ¬¬
ese aun no lo lei.. pero ire por el al acabar este, despues de todo es un SasuSaku y es mi pareja favorita y tu escribes awesome!!Y por si te interesa, hice un one-shot SasuSaku D: para el concurso de pareja contrario...
LOL mi nombre aparece en tu fic O.O.. creo q fue un error de dedo al momento de publicar el escrito.. y miren en que parte aparesco:
en la cama junto a los dos XDDDDDDD ok nou.. bromeo, pero es cierto estoy en la historia XDDItachi dormía tranquilamente en la cama junto al rubio. Ambos estaban destapados y en calzoncillos.
Elena
Bueno ahora al fic.. tachan!! al fin..bueno Itachi anda echo todo un cuidador nunca me lo imagine asi.. pero le queda bien!.. le sienta favorable, queda tierno pero sin perder su lado de playboy incurable..
XDDD ese es el rubio q me gusta!.. jajajajaja q quejoso! se hace el arisco pero aun asi es abrasable..y luego de la reverenda explicacion de ItachiPalomita escribió:- ¡No me digas gordo! Estoy alimentándome bien. Además el bebé es el que crece y crece. ¡Y eso es por tu culpa! ¡No deberías comprarme tantas golosinas! Nuestro bebé no nacerá sanito si me dejas una barra de chocolate en la mesa.- se quejó el rubio
jajajajajaja casi me caigo de la silla cuando lo lei.. lo siento pero tenia que quotearloPalomita escribió:- ¿Ves? Al final es tu culpa. No sabes esconder las golosinas.-
Bueno que mas decirte.. que cada vez me gusta mas la historia.. a cada rato sales con algo nuevo q me sorprende, extiendes mas caminos en la relacion de ellos dos, lo narras de una forma que paresca un solo hilo de lectura entonces la verdad divierte mucho.. como siempre me encantan las "visitas al doctor" por los intercambios entre Tsunade y Dei.. eso ya te lo dije.. pero cada vez que Itachi dice "te llevare al doctor", y toma la mano de su novio... yo me digo.. ahora viene algo bueno muajaja..
Ahora lo de los cuatro niños en espera.. me ha dejado atonita.. ya vere como se desarrolla eso...hasta ahora -megustaface-, las partes SasuNaru tambien me gustan... bueno como a todos obviamente o como a un 80% del foro, el GaaSai no me convence del todo, pero como no tengo a ninguno de estos dos personajes encasillados con alguien mas, no me molesta... es algo distinto.. porque no
"Yo no bebo antes de venir a trabajar, solo bebo después del trabajo. Bien lo sabe Sakura e Ino" XDD jaja sigo quoteando pero es que me ha gustado mucho
bueno y nada.. mas se me ha echo largo.. hem espero conti
ElenaSin vida social - A-YO! motherfuckers /limonsita ♥
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12/02/2011
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Elena:
****Muchas gracias por comentar ***
Te daré una segunda advertencia sobre el FF SasuNaru D: Es yaoi-hentai-ecchi!!! O.O También puede contener OoC, groserías, alguna que otra parafilia ¬3¬ *silvando*, una Sakura un tanto celosa, muchas parejas yaoi, músicas Y referencias gringas (es que es algo interactivo en dos capítulo 8D), modismos, personajes pervertidos a toda hora (?), lenguaje en doble sentido...y cosas así O.O
Pasando a otro tema, gracias por leer mi one-shot ItaKonan, la verdad es que no hallo donde subirlo que no sea Fanfiction.net O.o Aquí no lo subí porque ya lo subieron en un tema, y pos...lo encontré innecesario subirlo por segunda vez...
Emmm...sobre el SaiGaa...jejeje, es una pareja algo curiosa, pero estoy planeando hacer un FF para hacer la pareja creíble (ñaka ñaka...aunque me voy a demorar en hacerlo...Primero a descansar...llevo más de medio año escribiendo sin parar...xD Es que cuando empiezo un FF tengo que terminarlo, no me siento capaz de hacer tres FF a la vez D: Sería un lío, así que primero terminar este, luego vacaciones *o* y finalmente empezar con SaiGaa D:)
En todo caso, aquí dejo el link de mi FF SasuNaru...O.O Están puesta las advertencias, pero en este post te dejé con más detalles las cosas con las que te encontrarás...
http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=56360&index=1
Léelo con mucha calma, se ven que son muchos capítulos pero son cortos..en todo caso si no te gusta, déjalo O.O No es recomendable para la gente que no le agrada mucho el yaoi 8D
Bueno, eso es todo...Saludos n.n
Capítulo XVI: Distintas formas de manifestar amor
ajajajaj, morí 8D Me estuve riendo por un buen rato...primero me reí al ver tu citación y eso de los calzoncillos (no pudo ser en otra parte más decente? xD) y luego me reí por tu comentario respecto a eso xDen la cama junto a los dos XDDDDDDD ok nou.. bromeo, pero es cierto estoy en la historia XDD
****Muchas gracias por comentar ***
Te daré una segunda advertencia sobre el FF SasuNaru D: Es yaoi-hentai-ecchi!!! O.O También puede contener OoC, groserías, alguna que otra parafilia ¬3¬ *silvando*, una Sakura un tanto celosa, muchas parejas yaoi, músicas Y referencias gringas (es que es algo interactivo en dos capítulo 8D), modismos, personajes pervertidos a toda hora (?), lenguaje en doble sentido...y cosas así O.O
Pasando a otro tema, gracias por leer mi one-shot ItaKonan, la verdad es que no hallo donde subirlo que no sea Fanfiction.net O.o Aquí no lo subí porque ya lo subieron en un tema, y pos...lo encontré innecesario subirlo por segunda vez...
Emmm...sobre el SaiGaa...jejeje, es una pareja algo curiosa, pero estoy planeando hacer un FF para hacer la pareja creíble (ñaka ñaka...aunque me voy a demorar en hacerlo...Primero a descansar...llevo más de medio año escribiendo sin parar...xD Es que cuando empiezo un FF tengo que terminarlo, no me siento capaz de hacer tres FF a la vez D: Sería un lío, así que primero terminar este, luego vacaciones *o* y finalmente empezar con SaiGaa D:)
En todo caso, aquí dejo el link de mi FF SasuNaru...O.O Están puesta las advertencias, pero en este post te dejé con más detalles las cosas con las que te encontrarás...
http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=56360&index=1
Léelo con mucha calma, se ven que son muchos capítulos pero son cortos..en todo caso si no te gusta, déjalo O.O No es recomendable para la gente que no le agrada mucho el yaoi 8D
Bueno, eso es todo...Saludos n.n
Capítulo XVI: Distintas formas de manifestar amor
- Spoiler:
- Aquel día, en que Deidara e Itachi se enteraron de que el rubio esperaba cuatrillizos, Naruto se dirigía a su casa con Sasuke. El Hokage estaba dispuesto a pasar una noche apasionada con su novio, siendo él el activo por primera vez.
El rubio solo sonreía al caminar por las calles, llevaba a su novio casi arrastrando, ya que, al parecer, al azabache no le agradaba mucho la idea.
— “No puedo creer que esté caminando detrás de Naruto. Está tan emocionado que dudo que tenga un trato gentil. Esto parecerá una violación. Cálmate Sasuke. Es solo Naruto. No debería intimidarte. Es tu novio después de todo. Además no escuchará mis gemidos. No voy a pedirle por más. Debo mantenerme firme. Soy un Uchiha y por más que se trate de mi novio, no debo hacer que me vea como alguien inferior”. - pensaba el Uchiha no muy convencido por sus palabras en tanto miraba el cabello de su amado. Estuvieron algunos minutos caminando, callados, hasta que finalmente llegaron a la morada del rubio.
— Pasa Sasuke.- dijo Naruto abriendo la puerta y esperando que entrara para después cerrarla.
El azabache entró tranquilamente. Ya no estaba nervioso ni mucho menos asustado. Había tomado una actitud muy particular de un Uchiha; la seriedad ante todo.
— “No tengo idea cómo empezar. Supongo que debo llevarlo a la cama mientras lo abrazo. Pero no me dan ganas de abrazarlo con ese rostro tan frío e inexpresivo. Parece como si hubiera cambiado desde que salimos de la casa de Itachi y llegamos hasta acá”. - pensaba el rubio empezando a incomodarse, puesto que no pensaba que el azabache se pondría difícil en este tipo de situaciones. A pesar de todo, no se iba a rendir y seguiría con su plan. Lo primero que hizo fue ir, disimuladamente, hasta el calentador de agua. Subió la temperatura y volvió con su novio.
— Sasuke, supongo que dormirás conmigo esta noche.- comentó el rubio tomando la mano del Uchiha y empezando a acariciarla.
— Claro. Dormir.- contestó el azabache mirándolo con una expresión vacía.
— “¡Ah! ¡Maldición! ¡¡¡Por alguna razón ya no tengo los mismos ánimos que antes!!! Todo se volvió aburrido cuando se puso serio. Es injusto, yo quería ver un Sasuke vulnerable”. - pensaba Naruto guiando a su amado por las habitaciones hasta llegar a su alcoba. Con algo de violencia lo arrojó a la cama y luego se le fue acercando, le dio un par de besos en la mejilla y por la zona del cuello, pero la reacción del azabache era tan fría, que no tenía mucho sentido hacer ese tipo de cosas. El rubio no se rindió, comenzó a desvestirlo con lentitud mientras le tocaba el cuerpo con mucha delicadeza. El Uchiha tan solo suspiró y cerró los ojos. Esa actitud incomodó a Naruto. Era una injusticia que él se diera el lujo de convertirse en una “piedra” en el momento que el Uzumaki tomara la iniciativa.
— ¡Sasuke!- se quejó el Hokage mirándolo un tanto molesto. – No seas así. ¿Por qué te comportas de esa manera?
— Simplemente no me nace eso de ser el pasivo. Pero no te preocupes, tómame de todas formas.- le contestó el azabache mirando hacia un lado.
—Eres un maldito.- murmuró el rubio frunciendo el ceño. Apretó sus dientes y unas burbujas anaranjadas empezaron a emerger de su cuerpo.
—Oye Naruto, cálmate. No es necesario que te transformes.- dijo el Uchiha muy sorprendido al ver los cambios de su novio. – Tranquilízate…No hagas nada de lo que te puedas arrepentir. Estamos en tu casa, podrías hasta destruirla.- decía el azabache empezando a retroceder en la cama. De alguna forma, al rubio le gustaba ver esa inseguridad en su amado, puesto que era más entretenido ver que se resistiera mostrándose asustado a que se entregara fácilmente.
—Sasuke.- dijo el Hokage sonriendo maliciosamente. – Hoy conocerás el poder del Kyubbi.- añadió mientras se lanzaba contra el Uchiha para luego morder las pocas prendas que le quedaban. Esto causó que su ropa se desgarrara y finalmente lo dejó desnudo.
— “Este Naruto es un salvaje…”- pensó Sasuke sonrojándose y comenzando a sentir, de a poco, la adrenalina en su cuerpo. El rubio lo empezó a besar intensamente mientras pasaba sus manos por la espalda de su amado y palpaba cada centímetro de su cuerpo.
— Hoy serás mío Sasuke…- le susurró al oído aprovechando de lamer la oreja del azabache. Luego fue bajando por su cuello repartiendo besos muy cortos, pero dejando muchas marcas rosadas que resaltaban en su piel blanca.
Tan pronto como el Uzumaki abrazó con cariño a su novio, el Kyubbi se esfumó de su cuerpo.
— ¿Por qué lo echaste?- preguntó el Uchiha con la respiración agitada y mirándolo con algo de extrañeza.
—No quiero que vea lo que estamos a punto de hacer. Además su única función era asustarte y desvestirte…- dijo Naruto sonriendo para luego dar vuelta su amado en la cama y tocarle el trasero. Sus manos fueron avanzando hasta llegar al miembro viril del azabache. Lo tomó con ambas manos y comenzó a masturbarlo lentamente. Eso logró unos suspiros muy placenteros por parte del azabache.
—Naruto…Lo haces tan bien.- decía con la voz entrecortada y cerrando sus ojos.
—Tú estás tan caliente.- dijo el rubio en tanto bajaba un poco sus pantalones para rozar su entrepierna con las nalgas de Sasuke.
A esas alturas ambos estaban con una gran erección. Toda esa previa logró excitarlos y solo deseaban seguir hasta el final
—“Utilizaré chacra del Kyubi. Creo que así Sasuke lo disfrutará más. De alguna forma debo aprovechar los poderes que tengo. Aunque no estoy muy seguro si debería ocuparlo para estas cosas…”- pensaba el Uzumaki al momento de concentrar toda su chacra y toda la energía en su erección. Tomó aire llenando sus pulmones de oxígeno y tomando las nalgas de su novio las movió un poco para dejar ver su entrada, tan estrecha y virginal. El rubio se ruborizó de inmediato cuando metió un dedo y vio la hermosa reacción del azabache. Parecía un ligero gemido mezclado con un poco de susto.
— Naruto, me está dando más calor que de costumbre…- comentó el Uchiha que tenía los ojos entrecerrados y sus mejillas sonrojadas.
— Eso es porque subí la temperatura de la casa. Quería que te fueras sacando la ropa de apoco. Pero no pude aguantar y quise empezar rápido.- decía el rubio mientras seguían moviendo algo temeroso sus dedos al interior de su novio. A veces los movía hacia los lados, otras veces hacía círculos y cada cierto lapso lo sacaba para ensalivarlos y dejar la entrada mucho más lubricada. Sasuke solo gemía al sentirse tan bien, aunque no podía negar que le era incómodo. Naruto que tenía gran parte del chacra concentrada en su erección, se fue acercando al azabache. Tomó su miembro con ambas manos y rozó su glande con la entrada. Esto solo hizo que el Uchiha quisiera aún más tener a su rubio dentro. El Uzumaki empujó con un poco de fuerza para al fin lograr introducirlo, a pesar de ser solo la punta. De todas maneras se escuchó un grito de dolor del azabache.
—Sasuke, si te duele mucho no seguiré.- dijo el rubio preocupado al escuchar ese fuerte grito.
—Ni se te ocurra parar.- contestó molesto, pero al mismo tiempo excitado.
Esa respuesta solo hizo que Naruto le dieran muchas ganas de embestir. Ya se sentía preparado, todo ese temor de ser el activo y de que saldría mal en su primera vez en esa situación, se había esfumado. Ya tenía la suficiente confianza para agarrarle con firmeza las caderas y moverse con fuerza hacia adelante para introducir toda su erección en la entrada de su novio con la ayuda de su chacra. Y así lo hizo, consiguiendo que Sasuke volviera a gritar por el dolor. Lo siguiente fueron embestidas muy fuertes y rápidas. Todo eso provocó que hasta la cama se moviera. El rubio parecía una verdadera bestia. Ya no necesitaba chacra para lograr esos fenomenales vaivenes. El Uchiha gemía y gritaba al mismo tiempo y se agarraba firma de las sábanas para soportar ese dolor mezclado con el placer más grande que nunca haya experimentado.
Cuando el Uzumaki se sintió cómodo al interior del azabache, tanto como en el movimiento y como la posición, comenzó nuevamente a masturbar a su novio por unos momentos para luego tocar su cuerpo con toda libertad. Le tomó los pezones con sus dedos. Y con sus yemas rozaba y apretaba constantemente esa zona hasta dejarlos erectos. A Sasuke se le escapaban gemidos muy tiernos por la acción del rubio.
—Ya casi Naruto…- dijo en voz baja el Uchiha que llevaba aguantando por tanto tiempo correrse después de sentir esas estimulaciones en su cuerpo. El Hokage tan solo lo abrazó y posó su espalda suavemente sobre el cuerpo de su amado. De esta manera sus cuerpos rozaba casi en toda su extensión y Naruto podía escuchar los gemidos de Sasuke más cerca y viceversa. El rubio aumentó la velocidad y los suspiros de ambos jóvenes se escuchaban entremezclados. Los vidrios de la habitación ya estaban empañados y el ambiente de ese lugar era muy cálido.
— Ya…Ya me vengo.- dijo el Uchiha soltando un gemido muy alto y prolongado. Eyaculó sobre las sábanas mientras que su orificio se estrechaba por esta acción. Eso mismo provocó que Naruto se corriera al interior del azabache y también gimiera de la misma forma que lo había hecho su novio.
Al final, los dos cayeron rendidos sobre el colchón, aunque como el rubio estaba sobre su amado, cayó sobre él.
—Na-naruto...- dijo con dificultad el azabache. —Esto ha sido lo mejor.- dijo Sasuke que seguía sonrojado y sentía el calor del cuerpo de su amado en su espalda.
— Me alegra saber que no te he decepcionado, aunque ocupé un poco de chacra porque necesitaba un impulso para entrar, de verdad estabas muy estrecho y no quería que salieras lastimado, además tampoco quería demorarme tantos minutos en prepararte…Oye, date vuelta, quiero ver tu cara.- dijo el Hokage levantando un poco su cuerpo para que Sasuke se diera vuelta y quedara de espalda sobre el colchón. – Así está mucho mejor.- dijo Naruto dándole un corto beso en los labios.
—Eres un buen activo.- dijo el Uchiha acariciándole el cabello. El rubio se sonrojó un poco e hizo un puchero.
—Tú. Eres un buen pasivo.- murmuró el Uzumaki.
—Gracias.- le contestó desviando su mirada un poco avergonzado.
— Sasuke, ¿me dejas intentar algo?
— ¿Qué cosa?
—Solo dime si o no.
— Está bien, pero espero que sea algo bueno.
Naruto sonrió al escuchar esa respuesta y abriéndole las piernas al azabache metió sus dedos en la entrada para agitarlos. Aun sentía su propio semen en el interior.
— ¡Oye! ¿¡Qué intentas hacer!?- le preguntó el Uchiha un poco nervioso y sintiendo el movimiento que hacía Naruto al interior de su cuerpo. —Saca tus dedos…ya me has tocado demasiado por ahí…- se quejaba algo avergonzado.
— Tranquilo.- dijo el rubio que ahora ponía la boca a la altura de la entrada de Sasuke y metía su lengua. La movió al interior y luego empezó a succionar el líquido que había. El azabache gimió al sentir como su amado movía la lengua y los labios en su orificio. Luego de unos segundos el rubio, se alejó de la entrepierna de su amado, y lo miró fijamente mientras algo de esa semilla salía por sus labios.
—Naruto…- dijo el Uchiha sonrojándose de inmediato al notar que su novio tenía semen al interior de la boca. — ¿Qué intentas hacer?
El rubio no dijo nada, tan solo se acercó y aprovechó que Sasuke tenía la boca semi abierta para darle un beso y traspasarle el líquido que tenía en su boca.
El azabache abrió los ojos muy sorprendido sintiendo el calor de la semilla de Naruto en su cavidad bucal.
—Trágatelo.- ordenó Naruto sonriendo. Sasuke se lo tragó de inmediato un poco asustado y muy avergonzado.
— ¿Qué tal estuvo?
—Eres un pervertido.- dijo el Uchiha mirando hacia un lado. – ¿De dónde sacas esas ideas tan pervertidas?
— Sai.- contestó el rubio. – El otro día conversé con ellos y me dijeron a que intentara a hacerlo contigo. Fue increíble, ¿no crees?
— Bueno, te mentiría si digo que no fue increíble.- murmuró el azabache.
— Sasuke…- dijo Naruto abrazando a su novio. – Te quiero.- añadió en voz baja, cerrando sus ojos y acostándose en la cama. El azabache sonrió y como era de costumbre le acarició el cabello. – “Yo también…”- pensó antes de quedarse dormido por el cansancio.
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Los días pasaron volando desde que Sasuke se “estrenó” como pasivo. Todos los aldeanos vivían tranquilos y hasta se habían enterado que Deidara estaba embarazado, lo que les pareció muy extraño, pero gracias a Tsunade, lograron comprender la situación a pesar de que la rubia le dio una explicación verdaderamente extravagante.
—Deidara. Eres tan hermoso.- dijo Itachi tocándole la pancita. Ambos se encontraban en su habitación, el rubio estaba sentando en la cama y el azabache estaba apoyando sus rodillas en el colchón mientras lo abrazaba por detrás. —El segundo mes de embarazo equivale a seis meses contigo.- dijo besándolo en la mejilla.
—Itachi, eso lo sé, pero ¿puedes creer lo rápido que ha pasado el tiempo?- preguntó el rubio mirando la pared.
—Pienso que ha pasado lento. Es que si te pones a recordar todas las cosas que hemos vivido. Son demasiadas y hasta me sorprende que todo haya ocurrido en tan poco tiempo.
—Puede que tengas razón… ¡Ay! Maldita sea, estos bastardos no dejan de dar patadas…Parece que todos se ponen de acuerdo para hacerlo al mismo tiempo.- se quejó Deidara un poco sonrojado porque en realidad adoraba sentir a sus bebés moverse. Aunque sabía que en las últimas semanas no sentiría tanto movimiento, puesto que no tendrían mucho espacio para moverse en el interior.
—No le digas eso a tus hijos…No son ningunos bastardos.- dijo el azabache un poco molesto.
—Se lo digo de cariño. Deberías darte cuenta de que a veces digo groserías cariñosamente…
—Entonces todas las veces que me decías “idiota” ¿me lo decías de cariño?- preguntó Itachi sentándose al lado de su rubio para verle la cara.
—No…Contigo no. Solo con nuestros hijos.- le contestó poniéndose completamente rojo. El Uchiha sonrió y le acarició el cabello.
—Eres tan adorable cuando te pones así.
—Ya cállate.- le contestó haciendo que el azabache riera un poco.
—Por cierto, quiero saber qué sexo tienen nuestros hijos. De eso dependerá el color de la ropa, y ya tenemos que empezar a comprar las cunas y los juguetes.
— ¿Acaso tienes dinero para comprar todas esas cosas?
—Mi hermano me dijo que lo compraría…Aunque Naruto también dijo que ayudaría con todo lo necesario. Al parecer otra vez los aldeanos nos prestarán su ayuda. Y tampoco debes olvidar que todavía tengo dinero de mi trabajo en la escuela.
—Eso es bueno. Me alegra saber que no les hará falta nada a estos pequeños.- dijo el rubio entrecerrando sus ojos. —Itachi. Ya vamos al hospital. Quiero saber qué cosa serán estos diablillos.
—Ay Deidara, vamos. Pero intenta darles un trato más lindo a nuestros hijos. ¿Por qué tiene que ser todo tan satánico y malo?
—Yo llamaré a mis hijos cómo se me dé la gana. Además todavía no podemos pensar en nombres. No sabemos si serán niñas o niños o alguna mezcla.- dijo el rubio un poco molesto.
—Está bien. Llámalos como tú quieras, pero nada de groserías.
—Eso lo tengo muy claro… ¡Ya vamos!- insistió el joven de ojos azules.
Itachi tomó la muñeca de su amado y con mucha delicadeza lo dejó recostado sobre la cama.
—No puedes hacerlo…Bueno sí, pero no quiero ahora.- dijo el rubio un poco avergonzado y rozando sus rodillas.
—Deidara…No te estoy obligando a nada. Tan solo quiero sentir a nuestros hijos.- dijo el Uchiha levantando la enorme camiseta de su novio y dejando al descubierto su vientre. Lo acarició suavemente mientras sentía que los bebés daban golpecitos desde el interior.
—Itachi…deja de hacer eso. Nuestros hijos dan patadas muy fuertes.- se quejó el rubio con una expresión de dolor.
— ¿Hablas en serio?- preguntó el azabache un poco preocupado.
- Vaya que eres idiota.- dijo el rubio empezando a reírse. Esto provocó que los pequeños bebés se volvieran “locos” al interior de la madre y se movieran dando patadas por todos lados.
—Eso es injusto. Todo porque no entiendo este tipo de cosas.- dijo el Uchiha un poco avergonzado por la broma que le hizo su novio.
—Ya deja de quejarte.- dijo el rubio rodeando el cuello de su amado y empezando a besarlo.
—“Deidara se ha vuelto muy cariñoso desde que sabe que está esperando cuatrillizos.”- pensó el azabache recibiendo los besos con mucho gusto.
—Itachi. Adoro que tú seas el padre de mis hijos.- dijo el rubio entre los besos que repartía.
—Me alegra saber eso.
—Cuatro es mejor que uno.
—De eso no cabe duda.- comentó el Uchiha riendo y acariciándole el cabello.
Después de unos cuantos minutos, ambos salieron de su casa para dirigirse al hospital. Con mucha suerte lograron encontrarse a Tsunade por uno de los pasillos.
—Hola chicos.- dijo la mujer sonriendo. Los dos la saludaron simultáneamente. – Me imagino que vienen por algo importante. Déjenme adivinar… ¿Quieren saber el sexo de los bebés?- preguntó la rubia sonriendo.
—Ya sabe con anticipación que veníamos por eso. No se haga la adivina. Acuérdese que el mismo Itachi le consultó hace un tiempo atrás y usted nos dijo que viniéramos cuando mi embarazo cumpla los seis meses…Dos meses realmente.- comentó Deidara.
—Vaya qué torpe.- dijo la rubia riendo nerviosamente. – Bueno, vamos a hacerte la ecografía. El padre también puede venir.- añadió caminando tranquilamente mientras entraba a la sala donde estaba la máquina. Luego de hacer todo el procedimiento de echarle una especie de gel al vientre del rubio y mover el aparato para ver la imagen, empezó a fijarse con mucha concentración en la pantalla. - Mmm, por el aspecto que ahí por esa zona. ¡Ah rayos! No dejan de moverse estos bebés. Son muy revoltosos. No puedo ver con mucha claridad.
— ¡Quédense quietos, bastardos!- gritó Deidara mirando su vientre. No pasaron ni dos segundos cuantos los bebés que estaban adentro dejaron de moverse.
—Veo que tus hijos saldrán obedientes.- dijo Tsunade riendo mientras observaba la pantalla. – ¡Oh!, ese de ahí, será niñito.
Ambos padres sonrieron esperando saber sobre los otros tres restantes.
—Niñito, niñito y niñito…Vaya, todos serán hombrecitos.- comentó la rubia. – No estoy segura si serán cuatrillizos idénticos, pero esos casos son muy extraños. Solo habrá que esperar.
—Eso no tiene mucha importancia. La verdad es que solo quería saber si eran niños o niñas para ir a comprar ropa adecuada. Con los pañales creo que estamos bien, Sasuke nos regaló cincuenta bolsas de pañales. Por cierto Tsunade, ¿Cómo alimentaré a mis bebés?- preguntó el rubio que desde hace tiempo estaba pensando en ese tema.
—Respecto a eso, te diré algo para tranquilizarte. Primero, no te crecerán los pechos.- decía la rubia en tanto Deidara suspiraba del alivio. – Segundo, de todas formas te sentirás un poco hinchado en la parte del pecho y eso es porque producirás leche, pero esa leche será insuficiente para satisfacer a los cuatro bebés por lo que deberás utilizar leche maternizada. Por si acaso, eso se ocupa para sustituir la leche materna y no tengas mayor preocupación, yo me encargaré de preparar la fórmula.
—Gracias Tsunade. Creo que ahora estaré más tranquilo.- dijo el joven de ojos azules mientras la rubia le limpiaba el vientre.
—Deidara, vamos a comprar la ropa para nuestros hijos.- comentó Itachi mientras ayudaba a ponerse de pie a su novio.
—Espero que les vaya muy bien, acuérdense que en un mes esos bebés ya estarán llorando.- dijo la mujer empezando a reír. Luego de eso, la rubia se fue de la habitación.
—“Es cierto, solo queda un mes…Joder, el tiempo no ha pasado rápido, más bien, mi embarazo ha pasado rápido.”- pensó Deidara preocupado, ya que también faltaba poco para el parto.
—Vamos, no te quedes ahí. No querrás que nuestros hijos estén solo en pañales. Hay que comprarle todo lo necesario para que no pasen frío.- dijo el Uchiha seriamente.
—Oye, ¿desde cuándo te volviste la mamá?- preguntó el rubio mirándolo un poco molesto.
—El papá también tiene que preocuparse por esas cosas. Además tengo más experiencia que tú en este caso. Se cambiar pañales, alimentar bebés, cargarlos, jugar con ellos. ¿Quién crees que ayudó a criar a Sasuke? – preguntó el azabache.
—Ya entendí…- dijo el rubio empezando a caminar con su novio hasta la salida.
—Itachi, tengo una pregunta algo indiscreta…- dijo Deidara cuando estaban a medio camino de llegar a la tienda de ropa.
— ¿Qué cosa?
— ¿A qué edad, Sasuke, dejó de mojar la cama? Tú lo criaste y me imagino que debes saber eso…- decía el rubio un tanto interesado.
—Vaya, eso resulta ser muy curioso…Podrás creer que fue cuando él tenía cerca de…- decía el Uchiha cuando un shuriken pasó cerca de su hombro, tan solo rozando.
— ¿Qué fue eso?- preguntó el rubio asustado y mirando hacia todos lados.
— ¿Sabes Deidara? Mejor hablemos de otra cosa. No creo que sea bueno andar contando la intimidad de mi tonto hermanito.- decía el azabache abrazando por un lado a su amado y sin dejar de caminar.
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En otro lado de la aldea se encontraba una joven pareja planeando algunas cosas que le faltaba para la boda. Ya habían enviado casi todas las invitaciones y el lugar de la ceremonia ya estaba reservado; sería en el edificio más importante de la aldea, el lugar de trabajo del Hokage, claro que no sería en su oficina, sería en un salón preparado para la ocasión y que además contaba con otro espacio para la fiesta.
— Sai, al final ¿dónde será nuestra noche de bodas? No quiero irme lejos de esta aldea.- dijo el pelirrojo escribiendo la invitación para sus hermanos.
—Veamos…El único lugar más cómodo y privado que puede haber cerca, es el hotel con aguas termales que hay a las afuera de la aldea.- dijo el azabache escribiendo el menú que se iba a servir en la fiesta.
—Qué bueno recuerdos me trae ese hotel. A todo esto, alguien debe estar esperando en el altar al otro ¿quién entrará primero al lugar? - preguntó el joven de ojos verdes. Sai dejó de escribir inmediatamente y se acercó a Gaara. Le quitó el bolígrafo y lo cargó en sus brazos.
— ¿Qué haces?- preguntó el pelirrojo un poco ruborizado.
—Solo te cargo.- dijo el azabache caminando desde la sala hasta la habitación. Se sentó en la cama y lo abrazó. – Gaara…te ves realmente muy lindo pensando en esas cosas, podemos hacer un sorteo, pero debes recordar que lo más importante en estos momentos es que los dos seamos felices y en un futuro podamos formar una familia.
— ¿Y cómo haremos eso?
— Tengo algo planeado. Pero antes de pensar en hijos, será mejor que nos demos unas largas vacaciones para viajar por el mundo.
—Eso estaría muy bien…
— Ahora descansa, hemos hecho muchas cosas hoy y merecemos dormir.- dijo el azabache recostando a su novio sobre la cama y cubriéndolo con mantas. Le dio un beso en la frente y le revolvió el cabello con mucha suavidad.
—Ya acuéstate.- dijo el pelirrojo cerrando sus ojos y abrazando su amado. Sai se metió debajo de las sábanas y también abrazó a su querido novio.
RasputinSin vida social - It's JJ Style!
34 1547
165
05/06/2011
Viktuuri
Hunter x Hunter (2011) | Ping pong animation | Full Metal Alchemist | Yuri on ice
Pokemon Sol y Luna | All Out!! | Sangatsu no Lion | Super Horny 2
12.380 円
Ocio, ven a mí
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Palomita Negra...hey...tu fic zta heneal...xfa...deberiaz zeguir ezkribiendo...me djazte kon la intrifa d q paza kon itachi y deidara...jeje...a x cierto...amo tu forma d ezkribir...jeje...y oye...itachi y deidara juntos son tan tiernos...jeje...weno...xfa ziguela...tngo eza intriga...kuidate...ohh y ze me olvidaba q amo el itadei...jeje...bye...
Duben UchihaNuev@ - 35 3
0
28/07/2011
Itachi x Deidara, Sasuke x Naruto, Gaara x Sai, Hidan x Kakuzu, Pain x Konan, Itachi x Konan, Kakashi x Iruka, Neji x Tenten, Shikamaru x Temari, Sasuke x Sakura
Naruto, Death Note, Ranma 1/2, Junjou Romantica, Ouran Host Club y Kuroshitsuji
5 円
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Hola Duben Uchiha =)
Gracias por dejar tu comentario, me alegra que te haya gustado >o<
Veo que eres un usuario nuevo 8D
Si te gusta mucho el ItaDei, deberías unirte al FC Aunque debes tener 30 post como mínimo x.x
Bueno, bienvenido y espero que la pases bien.
Saludos
+++++++++++++++++++++
Capítulo XVII: La boda
Gracias por dejar tu comentario, me alegra que te haya gustado >o<
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Capítulo XVII: La boda
- Spoiler:
- En el día anterior de la boda, se encontraba Gaara en casa de Sai, caminando de un lado a otro. Ya era de noche y no podía conciliar el sueño a causa del nerviosismo y preocupación que le causaba la ceremonia. Estuvo revisando su vestuario y la lista con las cosas que habían sido chequeadas. No había nada más por hacer, todo estaba en su lugar, pero el pelirrojo no pensaba lo mismo.
– Gaara.- llamó adormilado a su novio.
– Sai…- murmuró mirando a su amado. – Lamento haberte despertado.- dijo el joven de ojos verdes acercándose a la cama donde estaba el azabache. Luego se acostó y se acercó a él.
– Estás nervioso, ¿verdad?- preguntó Sai abrazándolo. El pelirrojo asintió con la cabeza. – No estés nervioso. Solo es una ceremonia.-
– Pero tengo miedo de que algo salga mal o que Kankuro cometa alguna estupidez.-
– Si sucede cualquier cosa, yo me haré cargo. Así que tú duerme tranquilo.-
– Aunque me digas eso, no me puedo tranquilizar. Estoy tenso hace minutos.- se quejó Gaara.
– Eso se arregla tomando una infusión. Espérame aquí mapachecito. Te traeré algo con lo que podrás dormir fácilmente.- dijo el azabache besando el cabello de su novio y destapándose de las sábanas para salir de la cama. Caminó por los pasillos de su casa hasta llegar a la cocina. Luego de hervir el agua, preparó la infusión y la llevó a la habitación.
– Aquí tienes, está caliente así que ten cuidado.- dijo Sai soplando cerca del líquido para luego pasarle el tazón.
– Gracias.- dijo Gaara sonrojándose y recibiendo la infusión. Al tomar un sorbo se quejó y arrugó la cara.
– Te quemaste. Te dije que tuvieras cuidado.- dijo el azabache posando su boca sobre los labios de su amado. Lo besó en el labio donde había sido tocado por el líquido caliente. – Ten más cuidado.-
El pelirrojo volvió a asentir con la cabeza y soplando el líquido fue tomando calmadamente hasta beberse hasta la última gota. Poco a poco sus ojos empezaron a cerrarse y mientras se iba acomodando en el colchón, sentía que su cuerpo se relajaba. No pasó ni medio minuto cuando se quedó dormido profundamente. Sai sonrió al ver a su amado durmiendo y él también consiguió hacerlo pocos minutos después.
Al día siguiente Gaara abrió sus ojos y miró el techo. Luego se dio vuelta en la cama para ver a su futuro esposo. Se acercó a abrazarlo y a darle un beso de buenos días. Al principio Sai no reaccionaba, pero tan pronto como el pelirrojo ocupó su lengua, el azabache empezó a gemir.
– Despierta Sai. Hoy nos casamos.- dijo el pelirrojo mirándolo fijamente al rostro.
– Verdad.- dijo abriendo sus ojos y encontrándose con la cara de su adorable novio. – Parece que dormiste bien… Ven acá.- dijo el joven abrazándolo y besándolo en la frente. – Hoy será un largo día. Será mejor que nos levantemos a desayunar. Luego iré a ver los lugares para ver que todo está como lo dejamos ayer. Tú tranquilo Gaara, solo preocúpate de recibir a tus hermanos que llegarán dentro de algunas horas.-
El pelirrojo sonrió y se levantó de la cama para ir con su amado hasta la cocina y desayunar con él.
Los minutos pasaban y ya con el estómago lleno, Gaara esperaba a sus hermanos en la entrada de la aldea. Una hora transcurrió cuando apareció a lo lejos Kankuro y Temari. Éstos también lograron divisar el cabello rojo de su hermanito. Cuando se reencontraron, la rubia sonrió y el castaño lo miró seriamente.
– Me alegra verlos hermanos. Podrán alojarse en el edificio central de Konoha. Espero que hayan traído sus kimonos.- dijo el pelirrojo.
– Por eso no te preocupes, Gaara. Tengo mi kimono y el de Kankuro en mi maleta. Este maldito no quería vestir kimono, todavía anda afectado por la noticia, pero trataré de mantenerlo en su lugar. ¡Eso sí! No prometo nada.- dijo Temari.
– Muchas gracias.- dijo el pelirrojo algo aliviado. – Entonces nos veremos en la ceremonia… Más tarde hablaré con ustedes, quiero saber cómo está funcionando la aldea de la arena y otras cosas.- añadió el menor para retirarse.
En otro lado se encontraba Sai. Ya había revisado el lugar donde sería la ceremonia. Todo estaba en su lugar como lo había dicho, así que se dirigió a su casa a darse un baño.
El azabache iba caminando tranquilamente por las calles, después de todo, podía darse ese gusto ya que no dejó nada para último minuto.
Entrando a su casa, se dirigió a la bañera, se sacó la ropa y se dio un baño con espumas. Hacía mucho tiempo que no lo hacía, pero quería estar presentable para su pelirrojo por lo que se fue limpiando cada parte de su cuerpo con mucho cuidado y atención. También se masajeó el cuero cabelludo lentamente para dejar su cabello lo más brillante y limpio posible. Ya cuando terminó su baño y se enjuagó, salió de la bañera totalmente desnudo. Buscó un par de toallas en su ropero y terminado de secarse, se vistió con su ropa interior y sus calcetines blancos, luego de eso, se puso un montsuki de color azul cuidadosamente.
– Este kimono es bastante elegante, hubiera preferido una yukata como lo hizo Gaara, pero él me eligió esta prenda.- decía el azabache mirándose en un gran espejo.
Ahora se estaba acomodando un hakama, que era una especie de pantalón amplio que caía hasta los tobillos. El color era más claro que el montsuki, pero aun así combinaban perfectamente. Finalmente, se vistió con un abrigo holgado de color negro llamado haori.
Ya estaba listo, y después de ponerse las sandalias, salió de su casa para ir al lugar de la boda que sería cerca del edificio central de Konoha.
En otro lugar de la aldea, se encontraba el Hokage acomodándose su kimono de color naranjo y con estampados del kyubi.
– Que bien te ves, Naruto.- dijo Sasuke asomándose por la puerta de la habitación del rubio.
El Uzumaki volteó sonrojado a ver a su novio que había aparecido de la nada. Se sonrojó aún más al verlo con un kimono morado.
– Ya te pusiste rojo. Solo dije que te veías bien. Bueno, en realidad te ves hermoso, mi amor.- dijo el azabache.
– ¡Cállate Sasuke! Siempre sales con tus palabras cursis. Deberías dejar eso, sabes que lo odio.- dijo Naruto avergonzándose, pero sin dejar de mirar a su apuesto novio.
– Sé que te molesta, por eso mismo lo hago…Aunque también digo la verdad.- dijo el Uchiha acercándose a su rubio y mirándolo seductoramente.
– Sasuke, no hagas nada, no puedo llegar agitado a la ceremonia…- dijo Naruto desviando la mirada algo nervioso. El azabache solo sonrió y soltó una corta risa.
– No pensaba hacer nada. Solo seguía el juego de molestarte.-
– Maldito…- dijo el rubio haciendo un puchero y molestándose un poco. – Ya vamos…que llegaré tarde.-
La hora para la ceremonia se iba acercando rápidamente. Los primeros invitados ya se encontraban afuera del lugar donde sería celebrada la unión de los ninjas. Aunque cuando los invitados iban llegando se daban cuenta que el lugar donde sería exactamente la ceremonia, sería al aire libre. Puesto que había unas telas blancas levantadas hacia metros del suelo, que formaban una especie de carpa, pero el suelo del interior era pasto, aunque un pasto bien cuidado. Estaba cortado uniformemente y además tenía un hermoso color verde. Eso le daba un toque natural al espacio junto a una pequeña laguna artificial donde flotaban velas que estaba envueltas en pantallas de papel de diferentes figuras geométricas, además habían bonzai en cierto lugares para darle ese toque cada vez más japonés y habían abanicos sobre las telas. Para los invitados había sillas de madera acolchonadas y había unas cuantas mesitas con alguno que otro bocadillo por si alguno le daba hambre.
Mientras los invitados conversaban entre ellos, apareció Deidara junto a Itachi vestidos con sus respectivos kimonos. El primero usaba uno de color dorado y el segundo de color gris. Ellos había sido los últimos en llegar, aunque todos sabían que se podía justificar su demora por el embarazo. De hecho muchos se sorprendieron que el rubio pudiera llegar caminando con esa panza tan grande. Aunque parecía algo pálido y cansado, y eso se debía principalmente que usaba su chacra para que su enorme vientre no le causara tanto dolor en la espalda, puesto que por el peso de los cuatro bastardos, como los llamaba la madre, era complicado andar de pie y más aún dar unos cuantos pasos.
Cuando el reloj marcaba las seis en punto, y junto al atardecer, todos estaban en la espera de los novios. Naruto ya había dado la orden para que los invitados se acomodaran en sus asientos.
Así en la espera, una brisa ligera había movido sutilmente las telas blancas que envolvían el lugar.
Justamente cuando esa brisa desapareció, Sai hizo presencia.
El azabache llegó caminando con la espalda recta, dando pasos lentos, pero continuos. Se notaba la seguridad que tenía en esos momentos y lucía muy bien el montsuki de color azul.
Los invitados estaban asombrados por la belleza de ese joven. Su cabello negro y corto, piel blanca y perfecta, una altura moderada, facciones delicadas y un físico saludable hacían de ese joven un verdadero galán.
Gaara, que vestía una yukata de color verde oscuro, estaba listo para entrar después de su novio, pero cuando estaba a punto de hacerlo, notó que sus manos sudaban. Buscó algo para secarse y luego de mirarse a un espejo notó que su cabello lucía demasiado desordenado. Parecía muy raro ya que a Gaara nunca le había importado esos detalles tan banales. Aun así, no pudo evitar pasar varios minutos cambiándose el estilo de peinado. Cosa que le costó y de todas maneras quedó como estaba desde un principio. El pelirrojo respiró profundamente y finalmente, para alivio de los invitados y sobre todo para Sai, hizo su aparición. Parecía la novia haciéndose esperar y llegando tarde. Aunque a lo lejos se notaba que era un hombre. La yukata le llegaba casi a los talones, pero era bastante abierto. Más que nada en la parte del pecho, y debajo de la cintura era un tanto más estrecho.
La música que había en el lugar calmó mucho a todos los presentes durante los minutos que Gaara se demoró en aparecer;
Ino tocaba el arpa japonesa como una profesional, la melodía era muy dulce y relajante al oído. Luego se unió el shamisen que lo tocaba Neji. Este instrumento de viento, posee un cuello muy alargado y delgado, además utilizaba solo tres cuerdas y la parte del cuerpo, era rectangular y pequeña.
Por otra parte, Hinata tocaba un shakuhachi, intrumento de viento, que se asemejaba a la flauta dulce, pero en cuanto a la medida, esta flauta japonesa era mucho más larga.
Y para completar la banda de música, se encontraba Sakura tocando un taiko. Un instrumento de percusión. Era bastante grande y percutía gracias a unos mazos de madera que la ninja usaba para golpear ese tambor.
Y retomando en el momento donde el pelirrojo había aparecido, los invitados sonrieron al ver al antiguo Kazekage. Su cabello brillaba como nunca. Su piel era reluciente. Sus ojos también tenían un brillo especial y su presencia denotaba alegría, pero a la vez tranquilidad. Justo se disponía a pasar por el pasillo, pero al dar unos cuantos pasos, una voz conocida interrumpió la acción de Gaara. Además la música de detuvo abruptamente, porque la voz a parte de ser fuerte y prepotente, correspondía al hermano del pelirrojo.
– ¡Escúchame mal nacido!- gritó un joven mirando al azabache. – Antes de que te cases con mi hermano menor, tendrás que pelear conmigo. ¡La idea de que tú te cases con Gaara me pareció una aberración! Y No estoy de acuerdo con esta boda. Si me logras vencer, te daré a mi hermano.- dijo Kankuro poniéndose de pie. Temari tan solo sacó un abanico y se tapó el rostro, si no hubiera sido por la vergüenza, lo hubiera detenido enseguida.
– Oye…cuida tus palabras, hermano. Nadie peleará en mi boda.-
– Momento Gaara. Acepto el reto. De hecho vine preparado. Sabía que algo como esto podía ocurrir. Solo déjame decirte que ni tú ni nadie podrá separarme de Gaara- dijo el azabache sacándose su haori y parte del montsuki en la parte superior, dejando ver su espada corta que tenía envainada en su espalda. También tenía su pergamino, pero en la cintura. El pincel lo tenía junto al arma cortante. Todos los invitados empezaron a emocionarse un poco ya que hace tiempo que no se veía una batalla tan en serio.
Kankuro, por su parte, sacó su pergamino e invocó a una de sus tantas marionetas. Para sorpresa de todos era Sasori.
– Ese era mi compañero.- murmuró Deidara con algo de nostalgia.
– Lo sé mejor que nadie.- dijo Itachi. – Pero no era nada más que una marioneta con alma.-
– Fue un gran artista y un buen compañero.- comentó el rubio recordando a ese pelirrojo tan particular.
Después de esa corta conversación, los ninjas que estaban dispuestos para luchar empezaron a correr lejos del recinto. No querían destruir nada, solo vencer al oponente por lo que la distancia entre ellos y el lugar superaban los 200 metros.
La música se hizo presente. Naruto había dado la orden de que tocaran un tema para la batalla.
Sakura empezó a tocar el taiko con fuerza y rapidez. Era una especie de redoble de tambores. Luego Hinata empezó a tocar el shakuhachi con sonidos graves y constantes. La joven ya estaba roja de tanto soplar. Y por último Neji tocaba el shamisen ocasionalmente. Unas cuantas notas y luego se detenía. Toda esa melodía aumentaba el suspenso de la pelea.
Volviendo con la batalla, el azabache, imitando la acción de su rival, también había sacado un pergamino extendiéndolo por el suelo y con su pincel empapado de tinta, hizo varios dibujos. Esa era su técnica más utilizada en las batallas: “Ninpo Choju Giga”. Al darles vida a estas bestias, salieron del pergamino varias quimeras rugiendo por los aires y acercándose a la marioneta de Kankuro.
El castaño movió sus dedos y eso causó que unas cuchillas giratorias salieran del cuerpo de Sasori.
La primera quimera seguía avanzando hacia la marioneta y cuando ambas criaturas atacaron una explosión, por parte de la marioneta, provocó que la quimera se destruyera. Eso acción hizo que Sai mandara todas sus bestias a pelear con Sasori. Aunque eso era una distracción para aparecer por detrás de la marioneta y atacarla con su espada corta.
– Ese maldito de Sai. No se saldrá con la suya.- dijo Kankuro moviendo la marioneta para hacer un ataque directo al azabache. Utilizó el lanzallamas del brazo de Sasori provocando que el fuego quemara el montsuki de Sai y empezara a envolverlo en llamas. Muchos de los invitados se sorprendieron al ver eso y quería intervenir. Pero a los pocos segundos se relajaron y siguieron en sus asientos al notar que era un clon de sombra. El verdadero Sai se había acercado hasta el mismo Kankuro para golpearlo con sus puños, pero antes de hacer cualquier ataque. Unas manos de madera rodearon su cuello, era la marioneta. El azabache también hizo lo mismo, pero con Kankuro. Ambos se miraban con odio.
– No te será tan fácil sobrevivir.- dijo el castaño cerrando un ojo por el dolor que sentía.
– Lo mismo digo.- comentó Sai apretando sus dientes y cerrando sus ojos.
– Quiero casarme maldita sea.- dijo Gaara acercándose a ese par. – Desde que confirmé la fecha para hacer esta ceremonia me he preocupado por todo los detalles. He querido que sea un momento especial. Pero ustedes no hacen más que arruinarlo todo. ¿Por qué los protagonistas de este disturbio tenían que ser los hombres que más aprecio? A ti hermano… Sé que me temías cuando era más pequeño, pero aun así hemos logrado ser buenos hermanos, amigos y compañeros de equipo. Tú Sai…Contigo he aprendido a vivir. No sonreía desde que era niño. No conocía el amor. Muchos sentimientos despertaron en mí ser gracias a ti. Y ahora. No puedo creer que ambos estén peleando durante el inicio de mi boda. No saben lo nervioso que estaba al entrar y ahora estoy asustado. No quiero que salgan lastimados.- dijo Gaara seriamente. Se notaba que estaba molesto. Además ese enfado se mezclaba con la decepción y eso se veía reflejado en las lágrimas que se desprendían de sus ojos verdes.
Sai sintió un dolor en su pecho. Nunca había visto a su pelirrojo llorar tristemente. Soltó al castaño y este hizo lo mismo.
– Kankuro. Si tenemos que pelear que sea en otro momento. No quiero ver a Gaara de esa forma…nunca.- dijo el azabache mirándolo fijamente.
– Claro que pelearemos. Pero solo porque Gaara intervino. Pero no te creas que te saldrás con la tuya. Esta vez mi hermano te salvó. La próxima no permitiré interrupciones.-
– Oye…pero que no sea justamente después de la ceremonia. Acuérdate que hay una fiesta…y Gaara se esmeró en todo. Además debo estar completo para la candente noche de bodas.- dijo Sai sonriendo. Kankuro lo miró enfurecido y acercó nuevamente sus manos al cuello del azabache. Gaara se acercó a ambos y miró a su hermano mayor. El castaño tan solo alejó sus manos y gruñó entre dientes.
– Solo quiero que este desgraciado no te haga sufrir…- dijo Kankuro molesto y volviendo a su lugar cerca de Temari. La rubia tan solo le dio un fuerte golpe en la cabeza, dejándole un chichón.
El pelirrojo suspiró, pero luego sonrió tímidamente y tomó la mano de su amado. La música nuevamente retomó su curso. Ambos caminaron por el pasillo que se formaba entre las bancas de los invitados y finalmente llegaron donde estaba el Hokage.
– ¡Qué bien!- exclamó Naruto. – ¡Llegaron los dos sanos y salvos!- volvió a exclamar con el entusiasmado de siempre. – Bueno, antes de dar inicio a la ceremonia. Solo quiero hacer un comentario. Cualquier persona que se oponga a esta boda, tendrá que hacerlo a su debido momento. Y eso será cuando yo dé esa indicación.- dijo Naruto mirando a Kankuro fijamente. El Kazekage volvió a gruñir. Pensaba contestarle, pero Temari había puesto su mano sobre la boca de su hermano para callarlo.
– Oye Naruto, ese momento en la ceremonia que tú dices, no se debe pronunciar. No quiero interrupciones durante las bodas que se celebren en Konoha. Quítalo ahora, acuérdate que yo ayudé en la ley que dice que los Hokage tienen el poder para casar.- dijo Tsunade seriamente.
– Está bien Oba-chan, pero no me regañe al frente de todos.- dijo el rubio rascándose la nuca algo nervioso. Los invitados rieron a carcajadas y los novios sonrieron más tranquilos. Parecía que Naruto nunca cambiaría su forma de ser.
– “Este niño no tiene remedio…Espero que la boda pueda calificarse de normal…”- pensaba la mujer antes de suspirar.
– Ahora que los novios están más tranquilos. Les doy la bienvenida.- decía el rubio leyendo un pequeño libreto. – Y les deseo un buen futuro.- hace una pausa. – En este día tan especial se verá unificada y formalizada su relación ante todos los presentes y ante mí; El Hokage de Konoha. Música por favor…- dijo el rubio para que Ino empezara a mover sus dedos de forma muy delicada y tocara el arpa japonesa. La melodía era muy relajante y hermosa. Todos los invitados cerraron sus ojos para sentirla. De pronto, la flauta japonesa se unió y la música sonaba cada vez más armoniosa. Después de terminada la canción inicial. Naruto leyó un decreto que consistía en la nueva ley para casar a personas del mismo sexo. Eso era algo nuevo en el mundo ninja y solo se había logrado aprobarla en Konoha por intervención de Naruto, puesto que él apoyaba este tipo de uniones y además consiguió los votos necesarios para que aceptaran la ley. De alguna forma el consejo de ancianos tenía que devolverle el favor que hizo el rubio a la aldea. Aunque eso no era gran cosa; Konoha estaría aún en deuda, y por mucho tiempo, con el Uzumaki.
– En este momento los novios dirán sus votos matrimoniales.- dijo el rubio leyendo y ojeando su libreta.
Sai tomó las manos de su amado, las acarició un poco y mirándolo a los ojos le dijo: – Yo, Sai, te quiero a ti, Gaara, como esposo y me entrego a ti, y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.-
Temari se puso a llorar, Kankuro puso los ojos en blanco y más de algún invitado pensaba que esa boda era una mezcla cultural que había sido ideada por Naruto. Aunque ya muchos sabían que el Hokage se hizo cargo de todo el “guión” y además asesoró a los novios en la decoración y la música muy al estilo japonés.
Gaara respiró profundamente antes de pronunciar alguna palabra y también no dejaba de mirar a su amado.
– Yo, Gaara, te quiero a ti, Sai, como esposo y me entrego a ti, y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.-
– Con el poder que me confiere la aldea y el país del fuego. Los declaró ¡recién casados!- exclamó el rubio. El azabache tomó por la cintura a su amado y lo apegó a él. Le dio un beso muy corto en los labios, pero eso era solo para empezar. Ambos entrecerraron sus ojos y se besaron de una forma verdaderamente apasionada llegando a disfrutar ese beso como si fuera el último.
Muchos de los invitados quedaron algo sorprendidos y hasta se sonrojaron.
– Chicos…se supone que debían besarse en la fiesta- interrumpió el Hokage un poco nervioso, pero sin resultado. – ¡Chicos!- exclamó nuevamente haciendo que los amantes se separaran. – Los anillos…- comentó el rubio mirando al azabache. Sai sacó de su bolsillo una cajita con el par de anillos.
Después de Naruto haya pronunciado unas palabras, dando el significa de los anillos, Sai le colocó el anillo a su amado, y viceversa.
– Hemos terminado la ceremonia. Pueden ir a celebrar con los invitados.- dijo Naruto sonriendo. –Viejo… ¡debe tomar más fotos!- exclamó el Hokage al fotógrafo.
Cuando los recién casados se fueron retirando, todos los invitados se disponían a ir al lugar de la celebración. Sería una gran fiesta, con mucha comida, baile y juegos. Kankuro estaba más que molesto. No logró impedir la boda, de todas formas, estaba Temari a su lado para impedir cualquier locura que hiciese el castaño posteriormente.
El edificio central de Konoha, donde sería la fiesta, estaba a pocos metros de ese lugar. Solo tendrían que caminar unos pasos, subir unas cuantas escaleras y llegarían a su destino. Todos los invitados caminaban detrás de los novios. Pero de pronto Deidara se detuvo entre la multitud. Tocó su vientre y sufrió un par de contracciones muy fuertes.
– Respira Deidara…ya sabes que Tsunade nos dijo que las contracciones serían cada vez más seguido. Sobre todo porque faltan tres días para el parto. Así que respira y si quieres yo te llevo para que no camines.- dijo Itachi acariciándole la espalda.
– ¡No! Tres días no…- comentó el rubio mirando el suelo y tratando de respirar tranquilamente. – Parece que ahora…- volvió a decir antes de sentir otra contracción que al parecer provocó el rompimiento de la fuente. Podía sentir en su entrepierna un líquido acuoso y caliente que con el pasar de los segundos recorría sus piernas.
– Tsunade!- gritó el Uchiha mayor. – ¡Hagan espacio! – volvió a gritar para que los ninjas retrocedieran e hiciera más fácil la llegada de la rubia.
– ¡Oh por dios! ¡¡¡Vamos a presenciar ahora un parto de cuatrillizos!!!- gritó Tsunade al ver el estado de Deidara.
– ¡¿Qué está diciendo?! ¡Mierda! ¡No voy a dar a luz delante de todas estas personas!- gritó el rubio enojado.
– Bueno… ¡entonces deprisa! Itachi llévalo al hospital. Sakura, acompáñame y no te preocupes por la fiesta…Tengo una corazonada. Y sé que este parto no será complicado y además durará muy poco.- dijo la mujer mientras el azabache se llevaba a su amado al hospital. Sai y Gaara fueron corriendo a ver que sucedía.
– ¿Qué sucede Tsunade? ¿Por qué tanto escándalo?- preguntó el pelirrojo.
– Deidara rompió la bolsa. Sus hijos nacerán hoy. Pero no se preocupen. Estaremos en su fiesta con los bebés dentro de algunas horas, ustedes sigan celebrando.- dijo la rubia empezando a correr junto con Sakura.
– Este día será inolvidable para muchos.- comentó Naruto observando toda la escena y sonriendo. – Oye Sasuke… ¿tú irás al parto?-
– Me imagino. Debo apoyar a Itachi. Aunque conociendo a Deidara, no querrá que haya mucha gente viendo el parto y no creo que me quiera ver a mí… Así que esperaré afuera de la habitación.- dijo el Uchiha menor antes de empezar correr y encontrarse con su hermano en el hospital.
RasputinSin vida social - It's JJ Style!
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05/06/2011
Viktuuri
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Ocio, ven a mí
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Capítulo XVIII: El milagro de la vida
Capítulo XIX: Bastardos adorables
- Spoiler:
- Itachi había llegado en menos de un minuto a una habitación del hospital de Konoha. Tenía a su amado entre sus brazos y lo dejó sobre una camilla soltándole un poco el kimono para que estuviera más cómodo. Por otro lado, el rubio respiraba con algo de dificultad. Parecía totalmente nervioso, además de asustado.
— ¡¡¡Dile a esa vieja que se apure!!!- gritaba el joven de ojos azules teniendo contracciones cada vez más fuertes.
—Ya viene en camino…Solo aguanta.- decía Itachi acariciándolo en la espalda para tranquilizarlo.
— ¡¿Cómo mierda quieres que aguante si estos malditos bastardos del demonio se mueven?!- gritaba el rubio desesperado y con las manos sobre su vientre. Los minutos pasaban y el rubio seguía desesperado.
—Creo que yo tendré que asistir el parto.- dijo el Uchiha poniéndose unos guantes quirúrgicos que había encontrado sellados en una cajita.
— ¿¡AH!? ¿¡Que estupidez estás diciendo!? ¡Ni muerto dejaré que hagas eso!- exclamó el rubio tratando de cerrar sus piernas.
—Lo lamento Deidara, pero no queda otra alternativa… ¡Esos bebés necesitan salir ya!- exclamó el azabache separándole las piernas. Inmediatamente le fue sacando los calzoncillos mientras el rubio se ponía pálido. Parecía que hablaba en serio y eso lo asustaba. – Veamos…- decía el Uchiha seriamente mientras veía la vulva del rubio además del aparato reproductor masculino. – No habrá problemas con tus testículos… Eso es bueno ya que no será ninguna molestia en el parto.-
- ¡Cállate de una vez! ¡Esperemos a Tsunade! Y deja de ser tan directo, ¡suenas como un pervertido!- gritaba el rubio lanzando patadas a la cabeza de su novio. El Uchiha logró esquivar todas mientras seguía pensando en cómo haría recibir los bebés. En eso llegaba Sasuke. Corría a toda prisa por los pasillos, pero debido a que vio la puerta abierta y escuchó los gritó del rubio, entró rápidamente viendo a Deidara sentando sobre la camilla, con las piernas abiertas y sin ropa interior. Se sorprendió bastante a pesar de ser la segunda vez que veía sus genitales. Itachi se volteó a ver y notó la presencia de su hermano.
—Sasuke, ¿cuándo llegaste?
—A-Ahora.- respondió aun con los ojos bien abiertos por la escena que veía.
—Bien, entonces ayúdame con el parto. Trae agua caliente, un par de toallas y algo para cortar los cordones umbilicales.
— ¿Y para que quieres agua caliente?- preguntó Sasuke confundido.
— ¡Solo tráelo!- gritó Itachi empezando a impacientarse. El Uchiha menor lo miró un poco molesto y fue a buscar esas cosas en los muebles que había a su alrededor.
— ¡Eres un estúpido! ¡Ya te dije que no daré a luz si tú recibes los bebés! Tú no tienes experiencia en partos… ¿Verdad?- preguntó Deidara mirándolo fijamente.
—Te mentiría si te digo que tengo experiencia…Tan solo le dije a mi hermano que buscara esas cosas porque es lo típico que se ocupa para un parto natural.
— ¡Te voy a matar en cuanto tenga a mis bebés! ¡Estúpido! ¡No me importa que queden sin padre! ¡Pero no mereces vivir idiota!- gritaba Deidara que ya no aguanta al espera y odiaba saber que Itachi intentara recibir a los bebés aun sin tener experiencia. El cuerpo del rubio sudaba como nunca y si uno le veía el rostro tenía una apariencia muy cansada.
—Cálmate…Debes respirar con calma si quieres tener a nuestros hijos. Tu cuerpo no debe estar tenso.- dijo el Uchiha esperando por su hermano. De pronto apareció Sasuke con unas tijeras.
—Están esterilizadas. Las encontré en una bolsa de plástico…Ahora espero que sepas cortarlo donde se debe.- dijo el menor.
— ¿¡Y por qué este infeliz sigue aquí!? ¡Sácalo ahora, mierda! ¡No quiero que me vea!- seguía gritando Deidara. El rubio estaba realmente enojado, pero a la vez adolorido. No podía creer que Tsunade se demorara tanto en llegar. De pronto gritó de dolor mientras cerraba los ojos y ponía sus pies tensos.
—¡¡¡Oh dios!!!- gritaba el rubio sintiendo que uno de los bebés quería salir. — Y-ya v-viene…u-uno.-
Tanto como Sasuke e Itachi se miraron horrorizados. No tenían idea que hacer. Estuvieron un par de segundos en crisis, cuando el Uchiha menor también se puso unos guantes quirúrgicos.
—Tú le agarras la cabeza y yo me encargo del cuerpo.- dijo Sasuke seriamente.
—Eso sonó como si se tratara de un asesinato...- comentó el Uchiha mayor algo nervioso.
—Hagan lo que sea…- dijo el rubio ya más que cansado. —Solo sáquenlo…-
— ¡¡¡Momento!!!- gritó una voz femenina. — ¡Aguanta Deidara! ¡Hemos llegado!- volvió a gritar la misma voz. Era Tsunade. Entraba a la habitación en los brazos de Sakura.
— ¡Maldita mujer! ¡¿Dónde rayos se había metido?!- gritó Itachi.
— ¡No me vengas a hablar de esa manera! Mira que a mi edad…es difícil correr tan rápido…y me cansé a medio camino. Si no fuera por Sakura, hubiera llegado en diez minutos más.- dijo la rubia antes de suspirar y empezar a buscar sus cosas. – ¡Sakura! ¡Ponte los guantes! ¡Vienen cuatro en camino y debemos sacarlos rápido!- gritó la mujer emocionada.
—Ya deje de hablar y haga algo.- se quejaba Deidara tratando de controlar su respiración. Repentinamente una contracción mucho más fuerte que la anterior le vino al rubio. Abrió sus ojos y apretó sus dientes. Gritó con todas sus fuerzas por el dolor que sentía. – ¡¡¡Tsunade!!! ¡¡¡Quiero cesaría!!!- gritaba el joven desesperadamente antes de gemir por el dolor incesante. – ¡¡¡Háganme una cesaría!!! – seguía gritando asustado.
—Tsunade…le duele demasiado. Debería hacerle caso.- dijo el Uchiha mayor muy preocupado y mirando a la mujer.
—Es normal que le duela… Déjalo que grite. El parto será natural para todos los bebés.- dijo la rubia acercándose a su paciente. Deidara otra vez se puso a gritar. — ¡Vamos Deidara! ¡Tú puedes! Itachi… ¡dale la mano y trata de calmarlo!- gritaba con entusiasmo. —Empiezo a ver su cabeza.-
— ¡Maldita sea! ¡Qué sea cesaría!- volvió a gritar.
—Ya te dije que no será cesaría. No es necesario, así que sigue gritando de dolor y trata de resistir.
—Maldición…entonces trate que estos bastardos se apresuren en salir.
— Eso depende de ti y de tus queridos bastardos. Solamente te ayudaré a sacarlos cuando vea la cabeza, pero aun así mi tarea principal es recibirlos y limpiarlos…Además de cortarle el cordón umbilical. Tú preocúpate del resto.- dijo la mujer tranquilamente mientras se sentaba en una silla esperar. Deidara gritaba mucho, pero la verdad es que no había mucho avance.
Sasuke, que ya estaba más calmado, decidió esperar afuera, pero antes de cruzar la puerta Tsunade gritó su nombre.
— ¡Ni se te ocurra salir! Ya estás aquí, así que deberás ayudarnos. Has algo productivo y quédate a recibir a algún bebé.- dijo la rubia. Sasuke no respondió al comentario de la mujer. Tan solo suspiró y se quedó junto a Itachi.
— ¡Tsunade-sama! ¡Miré! La cabeza ya se asomó… ¡haga algo! – gritó Sakura que por primera vez en su vida presenciaba un parto, pero sabía que en el momento que la cabeza salía, había que ayudar al bebé para que saliera en caso de que hubiera mucho dificultad por parte de la madre.
La mujer reaccionó inmediatamente y tomando la cabeza con cuidado, trató de moverla suavemente al exterior. Deidara ya empezaba a quedar sin voz de tanto gritar, Itachi solo le tomaba la mano a su amado y trataba de calmarlo.
— ¡Ya casi Deidara! Ya casi, está saliendo…está saliendo.- decía la rubia que notaba que el joven hacía un gran esfuerzo por sacar al bebé. Y así lo hizo. Tomó aire y lo ocupó para hacer fuerza, logrando de esta manera que el bebé salga por completo. El rubio se sentía más liberado y hasta se había asombrado al sentir que de su cuerpo había salido su primer hijo. Tsunade empezó a reír a carcajadas y Sakura miraba asombrada al bebé que se movía desesperadamente en busca de su madre.
— ¡Qué hermoso bebé!- exclamó Tsunade. Luego de eso, lo tomó con unos paños para limpiarlo, y luego lo envolvió con una pequeña manta para entregárselo a la madre y así, de esta manera, que ambos padres pudieran apreciar la hermosura y la buena salud del bebé. El menor se había puesto a llorar a pocos segundos de nacer. La mujer le pasó el pequeño a Sakura para poder limpiar la zona y preparar el segundo parto. El pequeño solo lloraba desesperadamente y trataba de moverse. Sus llantos pararon justamente después de posarse sobre el torso del rubio y escuchar las voces de sus padres.
—“Es igual a Itachi”.- pensó el rubio mirando a su primogénito. Se notaba que su cabello era negro y su piel era blanca. El menor se movía algo inquieto mientras era acomodado en el pecho del joven de ojos azules. – Es hermoso…es lo más lindo.- decía sin dejar de acariciarle la cabeza al recién nacido. El Uchiha mayor besó la frente de su novio y luego la frente de su hijo. Deidara repartía sus miradas entre su amado y su pequeño. Tenía una sonrisa en sus labios que no se la quitaba nadie y aparte de eso lloraba de la emoción. Abrazó a su hijito mientras sentía las molestas contracciones que iban y venían.
—Deidara, no te relajes, aún queda tres que quieren salir, ¡vamos! ¡Puja!- gritó la rubia muy animada.
—Por la misma mier…- alcanzó a decir el rubio cuando sintió una fuerte contracción. Gritó del dolor y nuevamente empezó a hacer mucha fuerza mientras respiraba pausadamente. El sudor le caía por la frente. Parecía un esfuerzo sobre humano.
Mientras Deidara seguía esforzándose, el azabache cargaba a su hijo en sus brazos. – “Qué fuerte será este bebé…Le pondré Deichi. Serás el orgullo de la familia, aunque tus hermanitos también. Aun así, siempre serás el mayor.”- pensaba Itachi mirando a su hijo por unos segundos y luego mirando a su novio. —Deidara. Ya lo hiciste una vez, ahora será más fácil.-
— ¡Maldito! ¡Tú no estás pariendo!- gritaba el rubio apretando los dientes, lo único que quería en esos momentos era golpearlo, pero no podía al ver a su pequeño hijo en los brazos de su amado.
—Este no es momento de andar discutiendo. Itachi solo te da apoyo. Eso es esencial para el parto.- decía la mujer mientras no dejaba de observar el aparato reproductor femenino del rubio. De pronto vio que se asomaba otra cabeza. —Al parecer ya se decidieron. Aquí viene el segundo Deidara, ¡prepárate!- gritó Tsunade mientras el rubio tan solo se quejaba de su situación y pujaba con todas sus fuerzas. No pasó mucho cuando el menor empezó a salir sin problemas. La mujer sonrió y tomó al bebé entre unas mantas. Lo empezó a limpiar cuidadosamente mientras lo acercaba a la ya cansada madre.
—Oh dios…tanta criatura linda junta…- decía Deidara con los ojos entrecerrados y con su respiración agitada. —Al menos tú no me diste tantos problemas como el primero.- añadió mientras lo observa con más atención y lo recibía en sus brazos. —Oye, tú también eres igualito a Itachi. Tu cabello es negro y tu piel es blanca. Cómo rayos los voy a distinguir…-
—Pero qué cosa más encantadora…Mira a tu hermanito.- decía Itachi acercando al hijo mayor con el otro. Ambos lloraban desesperadamente, lo más probable era porque no estaba con sus otros hermanos, pero se fueron calmando en tanto juntaban sus pequeñas manitas y se daban la mano. Todos presenciaron ese acto de ternura de los recién nacidos.
— “Qué maravilla… Me encanta la idea de ser padres. Cómo me gustaría que Deidara quisiera quedar nuevamente embarazado…”- pensaba el azabache sorprendido por el nacimiento de sus primeros hijos.
—Podríamos darnos un tiempo…Tsunade… por favor, denme un tiempo. Quiero descansar…He sudado como un cerdo.- se quejaba el rubio tratando de recuperar su respiración.
—Eso no lo puedo decidir yo…Si tus hijos quieren salir, tendrás que ponerle todo el empeño.- dijo la mujer mientras se lavaba las manos y se preparaba para recibir el tercero.
El Uchiha, que ya había dejado a su primer hijo cerca del pecho de su novio junto al otro bebé, fue a buscar una toalla y empezó a secar la cara de su amado.
—Gracias Itachi…Lo necesitaba.- dijo el rubio mientras se daba el gusto de ser atendido. Estaba bastante tranquilo cuando un movimiento brusco, desde su vientre, se hizo notar.
—Ahí viene el tercer pequeñín.- dijo la mujer frotando sus manos.
—Oiga…esto ya no es normal. Puedo con dos…pero tres tan seguidos.- decía Deidara mirando el techo. El azabache tomó cuidadosamente cada bebé y los besó en la frente.
—Acuérdate que tú eres diferente, tú no eres mujer, puedes aguantar más.- dijo el Uchiha sonriendo.
Este comentario no le gustó para nada a Tsunade, tan solo frunció el ceño y prefirió no decir nada al respecto. Por otro lado, a Deidara le agradó bastante lo que dijo su novio y hasta le subió los ánimos. Así que con mucha fuerza otra vez repitió el procedimiento. Milagrosamente ya se estaba acostumbrando al dolor y no demoró mucho en salir el tercer bebé, tenía sus ojos cerrados y lloraba con gran vitalidad. La rubia limpiaba al pequeño mientras Itachi le ponía un bebé a cada lado del pecho de su novio, el tercero lo acomodó entre medio, cosa que los tres estuvieran juntos y se sintieran cerca de la madre.
—Ya son tres…Solo falta uno- decía el rubio soltando un suspiro de alivio. —Pero qué lindo bebé.- decía el rubio alzando su mano y acariciando a su tercer hijo. Los menores ya habían dejado de llorar, pero no paraban de moverse. —Me da la impresión que es igual a los otros dos.-
—Tal parece que serán cuatrillizos idénticos.- dijo la rubia sonriendo de oreja a oreja.
—Vaya, yo quería que alguno se pareciera a mi…- dijo Deidara haciendo un puchero. – Supongo que intentaremos tener otro bebé…No quiero tener tantos itachitos dando vuelta por la casa…También quiero un pequeño Deidara.- dijo el rubio que miraba a sus tres pequeños con amor. – No por eso los querré menos mis lindos bebés, de alguna forma los cuidaré y les aseguraré que nada les faltará… ¿Saben? Ustedes me hostigaron todos estos tres meses, así que yo los hostigaré durante toda su vida…- dijo finalmente sonriendo.
—Oye, oye, nada de hostigarlos.- decía Itachi mirándolo de reojo.
—Hostigarlos a mi manera.- comentó el rubio un poco sonrojado.
—Comprendo. Por cierto, me parece realmente adorable que sean cuatrillizos idénticos. Serán igual a su padre.- decía el Uchiha mayor muy orgulloso.
—Todavía no entiendo por qué todos se parecen a ti.
—Es el gen dominante.- le respondió Itachi sonriendo.
—Pero si yo soy el dominante en la relación, me haces caso en todo lo que te digo.
—Puede que tengas razón…pero estos últimos meses he sido el dominante contigo en otras cosas…
—Cállate pervertido.- se quejó el rubio sonrojándose. — ¿No tienes vergüenza?
—No…
—Idiota.
—Vaya, el cuarto está flojito. Ustedes hablan y hablan y parece que no quiere salir.
— ¡No le diga flojo a mi hijo, Tsunade! Él cuarto debe ser el más considerado conmigo, después de todo, estos tres salieron seguidos y no me dejaban descansar.
—El tiempo lo dirá…- comentó la rubia antes de dar un suspiro.
— ¡Mira Deidara!, los bebés ya están más tranquilos. Incluso se acomodaron ellos solos.- dijo el Uchiha
—Sí, se ven hasta adorables.-
—Son adorables…-
—Claro, oye, ¿y qué nombre le pondremos a estos pequeños bastardos? No pensé en nada apropiado.- dijo el rubio riendo algo nervioso.
—El primero quiero que se llame Deichi, el segundo, Shisui, el tercero, Ichiro. El cuarto se llamará…Pues realmente no sé. Primero quiero verlo. Necesito confirmar algo. Aquí todos salieron hombres…No quiero encontrarme con una sorpresa.- dijo el Uchiha sonriendo y admirando a sus pequeños.
—Con que ya tenías pensando los nombres…Eres demasiado precavido. Ahora espero que puedas acordarte que nombre llevaban cada uno. Son tan parecidos…Los tres tienen unas pequeñas marquitas en sus mejillas. Iguales a las tuyas.
—Recordaré cual es cual. Tengo excelente memoria.
—Tú nunca puedes dejar de presumir.
—Lo lamento…- dijo Itachi acercándose a su amado y dándole un beso. El rubio se sonrojó al instante, pues como sostenía a los bebés y estaba acostado en la camilla dispuesto a dar a luz, no podía evitar ese beso. Tsunade, Sasuke y Sakura observan la escena algo nerviosos.
— ¿Acaso eres tonto? ¡No me beses cuando haya personas presentes! ¡Además estoy pariendo, maldita sea!
—Ya cálmate Deidara. Era un beso para tranquilizarte, pero veo que no resultó como esperaba…
—Tú no sabes comport…- decía el rubio antes de sentir otra contracción. — ¡Ah! ¡Ahhh!- gritaba mientras hacía fuerza.
—Al menos la discusión sirvió para que el último bebé se resignara a salir…- comentó Tsunade. Sakura tomó a un bebé y se lo pasó a Itachi.
—Necesitamos que Deidara pueda hacer fuerza. Si tiene tanto peso en su pecho será difícil.- dijo la joven de cabello rosado. Al escuchar esto, Sasuke tomó a un bebé algo inseguro y un tanto nervioso, lo miraba fijamente mientras el mismo bebé empezaba a abrir los ojos. Movió su pequeña boca haciendo que sus pequeñas y gordas mejillas también se movieran. El Uchiha menor estaba impresionado al ver eso. Sin duda un recién nacido era algo novedoso para él.
—Sasuke, ten cuidado con la cabeza.- dijo Itachi mirándolo fijamente.
—Eso lo sé. Créeme que he escuchado esa frase antes…
—Solo quería asegurarme.- respondió el azabache que en esos momentos sostenía a un bebé a cada lado, puesto que sus brazos eran grandes y fuertes. Mientras tanto el rubio empezaba a hacer fuerza, había salido la cabeza del menor, solo faltaba un poco más para que saliera el último bebé. A todo esto, su vientre estaba recuperando su tamaño normal. Y es que cuando Tsunade dijo, alguna vez, que Deidara podía tener un cuerpo ideal para la reproducción, tenía toda la razón. Su cuerpo ya se estaba normalizando. No tenía ninguna marca por el estiramiento de piel, cosa que impresionaba a todos. Mientras el último bebé salía, Sakura fue cortando los cordones umbilicales con mucho cuidado, esto solo lo empezó a hacer cuando notó que los cordones habían dejado de latir. Deidara seguía con las contracciones.
—Creo que tenemos a un bebé rebelde…Acaba de esconderse.- dijo la rubia algo extrañada. —Parece que se quedará ahí dentro…
— ¿Qué mierda dice? ¡Por supuesto que no! ¿Cómo se metió de nuevo?- decía el rubio empezando a desesperarse.
—Se volvió a meter, así de simple. Hace un rato atrás se veía la cabeza…
Deidara se enfureció al escuchar eso. Se sentó en la camilla y empezó a tocar su vientre.
— ¡Ahora vas a salir pequeño bastardo!- le gritó el rubio. —Serás mi hijo, ¡pero no aceptaré que me hagas sufrir más rato en este interminable parto!
—Oye, Deidara, es un bebé…No te entenderá.- comentó Sasuke mirando al rubio como si estuviera loco.
—Ay tonto hermanito. Tú no sabes nada.- le dijo Itachi antes de soltar un suspiro. Sasuke lo miró algo enojado, pero su enojo desapareció por completo cuando notó que las contracciones en el rubio volvían, y en menos de un minuto, el cuarto bebé ya había nacido.
—Retiro lo dicho.
— ¡Mira Deidara! Este bebé se parece a ti, es rubiecito, y además tiene dos aparatos reproductores…- decía la mujer muy emocionada y empezando a limpiar al bebé. Todos se sorprendieron que el cuarto recién nacido fuera hermafrodita. Al cabo de unos segundos empezó a llorar. Arrugaba su cara y trataba de moverse. Con ese ruido despertó a los otros bebés, pero estos no lloraron, tan solo abrieron sus ojos y estiraron sus manitas. Querían tener a su hermanito menor cerca.
—Oye, este bebé está algo inquieto.- se quejó el Uchiha menor mirando al pequeño que tenía en sus brazos.
—Solo tenlo un rato más…Hay que dejar que el último bebé vea su madre.- dijo Itachi sonriendo y sosteniendo a los dos bebés con cuidado, puesto que también se movían.
Sakura acercó al último recién nacido al rubio y lo dejó en su pecho.
—Pequeño…Yo sé que tú no sufrirás tanto cómo yo.- le dijo en voz baja y acariciándole la cabeza. El menor que estaba recostado sobre el pecho de su madre acercó su boca al pezón y empezó a succionar.
— Oye… ¿Qué estás haciendo?- preguntó Deidara mirando a su hijo con rareza. —No creo que encuentres nada…a pesar de que siento un poco hinchada esa zona…
— ¿De verdad te sientes hinchado?- preguntó Itachi. —Tienes el pecho como siempre…
—Sí, pero me está succionando y creo que algo sale…
—Es solo leche materna, deberías dejar que beba un poco…Luego turna a los otros pequeños para que también lo hagan…Debes ser equitativo con tus hijos.- dijo la rubia mientras se sacaba los guantes y se lavaba las manos. —Ahora a esperar para sacarle ese cordón umbilical al menor. Solo falta él. Por cierto, te felicito Deidara. Has hecho un buen trabajo.
El rubio solo sonrió y se acomodó en la camilla.
—Al fin todo terminó…- comentó el joven de ojos azules en voz baja.
—No, aún falta sacar la placenta.- dijo la joven de cabello rosado.
—Sakura tiene razón. La placenta habrá que sacarla en unos minutos más.
— ¿Qué?- preguntó el rubio extrañado. — ¿De qué rayos hablan?
—Creí que te habías informado de tu embarazo. Es lo mínimo que deberías hacer. ¿Cómo crees que los bebés se alimentan de lo que comes? ¿Cómo obtenían oxigeno?
—Gracias a mí. Pues por algo estaban conectados con el cordón…
—Ese cordón estaba conectado con la placenta y gracias a la placenta puedes otorgarle esas sustancias.
—Bien… ¿me la quiere sacar? Si ya no sirve no debería tenerla.- dijo el rubio algo fastidiado. Después de dar a la luz a cuatro bebés tan seguidos, lo único que quería era descansar.
Así fue, Tsunade retiró la placenta pasado unos minutos, todos los bebés se habían turnado para tomar un poco de leche, Sakura había salido de la habitación para traer unas cajas con un fórmula de leche materna que tendrían que preparar por si faltara, también, le había cortado el cordón umbilical al último bebé. La rubia se había preparado para ir a la fiesta junto con Sakura y Sasuke. Sabían que Deidara no podría ir en ese estado. Estaba un poco pálido, había sudado mucho y hasta se le cerraban los ojos del cansancio. Por lo que decidieron que el rubio debía descansar durante un largo tiempo en casa. Itachi lo llevaba en silla de ruedas mientras cargaba a dos de los recién nacidos. Deidara llevaba a los otros dos restantes en sus brazos. Un clon de sombra del Uchiha era el encargado de empujar la silla.
— ¿Dónde está la leche?- preguntó el joven de ojos azules.
—Están en el bolso que llevo…Tú solo preocúpate de estar despierto hasta llegar a la casa, debes sostener a los bebés con firmeza.
—Sí, eso lo sé…
—Por cierto, ya pensé en un nombre para el cuarto. Podría llamarse Kazuki.
—Suena bien. Me alegra saber que ya todos tienen nombre.- comentó sonriendo mientras miraba a sus hijos.
Después de algunos minutos llegaron a su casa y fueron directamente a la pieza. El Uchiha acomodó a todos los bebés en la enorme cama, y luego cargó a Deidara dejándolo sobre el colchón.
—Te traeré un vaso con agua…
—Está bien.
Dicho eso, el azabache caminó hacia la cocina, sacó un vaso de un mueble y lo llenó con agua. También había aprovechado de guardar las cajas que contenían fórmula de leche materna que había preparado Tsunade. Ya con el vaso en la mano regresó a la habitación. Antes de entrar, se detuvo a observar esa hermosa escena. Deidara estaba recostado en la mitad de la cama. Con su kimono puesto, aunque algo aflojado, ya que le quedaba grande. Tenía a los bebés alrededor suyo, cada uno con sus respectivos mamelucos celestes. A lo lejos se notaban que tres tenían el cabello negro y uno de color rubio. Todos, incluido el mayor, dormían plácidamente.
Itachi sonrió y se sentó en la cama. En esos momentos se sentía el hombre más feliz del mundo.
Capítulo XIX: Bastardos adorables
- Spoiler:
- Itachi seguía observando a sus pequeños y a su amado. Poco a poco se fue acercando al rubio para darle un beso en la mejilla. Luego de eso, se puso de pie y se dirigió hasta el armario para sacar una manta. Fue donde Deidara y lo cubrió, puesto que el kimono que llevaba estaba hecho de una tela delgada y no era muy abrigadora, a eso se le sumaba que esas ropas le quedaban grandes. Pasaron cerca de dos horas, cuando Kazuki empezó a abrir sus hermosos ojos azules y a mover sus pequeñas extremidades. Itachi se sonrojó levemente mientras observaba ese bello ser despertar. El menor balbuceaba despacio y trataba de moverse. El Uchiha lo tomó en sus brazos y lo miró con ternura.
— ¿Con que así sería Deidara de bebé?- se preguntaba mientras veía al pequeño. — Qué criatura más hermosa…Debes tener hambre, pero tendrás que esperar. Tsunade nos dijo que la poca leche que producía tu madre no sería suficiente para satisfacer tu hambre ni la de tus hermanitos. Debes saber que los hombres no tienen la glándula mamaria desarrollada como las mujeres, por lo que la leche será escasa. Eso sí, no te hará falta…iré a preparar la fórmula…Espérame aquí y no hagas mucho alboroto. No sería bueno que despertaras a tus hermanos.- decía Itachi sin dejar de mirar a su bebé. El menor solo lo miraba con sus grandes ojos azules y parecía no entender palabra alguna. Además movía sus labios haciendo un pucherito realmente agradable. El azabache acercó su dedo y el menor inmediatamente lo tomó con sus pequeñas manitas. Otra vez comenzó a balbucear mientras miraba a su padre. Su mameluco celeste lo hacía ver realmente adorable. El Uchiha no quería perderse ningún segundo de todo lo que hiciera su hijo menor, pero ya tendría que ir a preparar la leche, porque si no, el bebé empezaría a llorar. —Kazuki, te dejaré con tu madre…Espérame unos minutos.- dijo finalmente el azabache para retirarse de la habitación no sin antes dejar a su pequeño junto a Deidara.
Itachi llegó a la cocina y abriendo un mueble sacó la fórmula de leche materna que había preparado Tsunade.
—Y ahora qué se supone que haga… Creo que debería leer las instrucciones…- pensaba en voz alta el Uchiha mientras miraba el frasco de vidrio por todos lados, finalmente encontró unas instrucciones que venían con ilustraciones. Pudo notar que la leche se calentaba a baño maría y fue exactamente lo que hizo. Luego de algunos minutos vació el frasco con la leche caliente en los cuatro biberones y tomando uno de esos recipientes, sacó un poco de leche para probarla y sentir la temperatura. Al notar que estaba demasiado caliente, sumergió parte de los biberones en agua fría y esperó un tiempo. Cuando se percató que la temperatura estaba apta para el consumo de un bebé, se apresuró para llegar a la habitación. Al entrar vio como sus cuatros bebés estaban despiertos y todos balbuceaban. Algunos se estiraban, otros bostezaban. Era todo un espectáculo.
—Al menos he llegado a tiempo…Es un milagro que no hayan comenzado a llorar.- comentó el azabache antes de suspirar del alivio. Se acercó a la cama y se sentó. Deidara seguía durmiendo profundamente. De pronto los bebés sintieron el aroma de la leche y empezaron a quejarse todos al mismo tiempo. —Tranquilos…les daré leche por orden de llegada.- dijo el Uchiha algo preocupado y mirando que los bebés parecía cada vez más intranquilos. —Primero le tocará a Deichi…Él nació primero…- dijo el azabache mientras tomaba a su hijo mayor. Los otros bebés comenzaron a retener lágrimas en los ojos y no pasaron más de cinco segundos cuando comenzaron a llorar como condenados. El rubio despertó algo asustado por el ruido. Abrió sus ojos y miró a su amado que tenía a uno de los bebés en los brazos. Los demás se encontraban sobre la cama llorando.
— ¿Qué crees que haces, idiota?- preguntó el rubio enojándose al ver a su novio con la intención de alimentar a un solo bebé. —No puedes tener preferencias…Debes alimentar a todos a la vez… ¿Para qué crees que podemos hacer clones?- volvió a preguntar algo enojado, y es que su instinto maternal se había apoderado de él por lo que no dejaría que ninguno de sus hijos se sintiera menos preciado que el otro. Por eso mismo tomó a Shisui, luego a Ichiro y finalmente a Kazuki, los trató de calmar mientras esperaba, impacientemente, que el Uchiha hiciera los clones. Por otra parte, Itachi, se sentía culpable y triste por lo que había dicho el rubio, y creando cuatro clones tomó a cada pequeño. Acto seguido los alimentó durante varios minutos. Los bebés se tomaban la leche desesperadamente mientras cerraban sus ojos y movían su pequeña boca para succionar el líquido. Deidara suspiró y apoyó su cabeza sobre la almohada, estiró su brazo y tomó el vaso con agua. Bebió unos sorbos y dejó el recipiente sobre la mesita de noche para luego volver a su lugar. Ya cuando los bebés estaban satisfechos, Itachi le limpió los labios cuidadosamente. Luego empezó a acariciarle la espalda a cada uno. Fue en ese momento que Deidara puso atención a lo que los clones de su novio hacían.
— “¿Qué se supone que hace?”- se preguntaba el rubio algo confundido al ver la acción de su amado. Solo tuvo que esperar para saber la respuesta. Los recién nacidos empezaron a eructar, uno tras otro. —“Creo que Itachi sabe más sobre maternidad que yo…”- pensó el rubio algo avergonzado.
—Ya está pequeños… De esa forma, dormirán tranquilamente…- dijo el Uchiha dejando a los bebés sobre el enorme colchón. Los había acomodado al medio de la cama para mayor seguridad. Los pequeños ya empezaban a bostezar y es que la vida de un bebé era dormir la mayor parte del día.
Deidara seguía algo avergonzado por ese trato un tanto cruel. Solo fueron unas cuantas palabras, pero no podía evitar sentirse mal al ver el rostro de su novio que denotaba tristeza.
—Oye Itachi…
— ¿Qué necesitas? ¿Tienes hambre? Puedo…intentar preparar algo si quieres…- ofreció el azabache algo inseguro, pues no era muy talentoso en la cocina.
—No te molestes. Es que, bueno…No te tomes todo tan en serio…solo eso.- le dijo el rubio bajando la mirada algo nervioso. El Uchiha sonrió y se acercó donde su amado. Le dio un tierno abrazo y le besó los labios.
—Está bien. Entonces ahora estaré más tranquilo.- dijo Itachi acariciando el cabello del rubio.
—Oye…no soy una mascota.- se quejó el joven de ojos azules algo sonrojado.
—Lo sé, pero no lo tomes a mal. Solo quiero tocarte el cabello.
Deidara no respondió al comentario tan solo desvió la mirada y empezó a sacarse el kimono, quedando solo en ropa interior.
— ¿Qué haces Deidara?- preguntó el Uchiha sonrojándose levemente.
—Quiero darme un baño…Es lo mínimo que debería hacer después de sudar tanto.
— ¿Quieres que te lleve hasta el baño?...Me imagino que debes tener un dolor en tus caderas…
—Bueno…creo que lo necesitaré…Estos bastardos de verdad que me dejaron adoloridos.
Dicho eso, Itachi cargó en sus brazos a su amado y lo llevó a la bañera. Obviamente había preparado el baño.
—Me avisas cuando quieras salir…iré a ver a los bebés.- dijo el Uchiha sonriendo y regresando a la habitación. Esta vez acomodó a sus hijos uno al lado del otros y los cubrió con una sábana. Su plan sería dejarlos dormir al medio. Entre él y Deidara. De esa forma ninguno tendría peligro de caerse de la cama.
Pasaron algunos minutos cuando el rubio quería salir de la bañera. El Uchiha fue corriendo a asistir a su amado. Lo ayudó a cambiarse y lo dejó recostado sobre el colchón. El rubio miró a su lado y notó que los bebés dormían plácidamente.
—Oye Itachi…realmente son maravillosos. Solo mira como duermen esos bastardos.
—Deja de decirles bastardos.
—No, nunca lo haré. Pero no te enojes por eso…Además él único que tiene derecho a enojarse soy yo.
—Lo que tú digas, Deidara…- comentó en voz baja antes de soltar un suspiro puesto que sabía que sus esfuerzos, para que el rubio dejara de decirle bastardos a los bebés, serían en vano.
El Uchiha seguía algo desanimado, pero tan pronto como miró que el rubio sonreía, sus ánimos subieron. Deidara se notaba más relajado después de ese baño y realmente se veía hermoso mientras sonreía y acariciaba la frente de los menores. El azabache se acercó a él y se sentó en la cama para mirarlo a los ojos.
—Deidara.- dijo el Uchiha para captar la atención de su novio, cosa que consiguió a los pocos segundos. —Quiero decirte que, me has hecho feliz…siempre quise formar una familia. Y saber que tengo a mis bebés a mi lado y que además tengo el amor de mi vida al frente mío, es algo que no se compara con nada.
—Ya no digas esas cosas…- comentó el rubio desviando la mirada y rascándose la mejilla con un dedo. —Vas hacer que me avergüence...
—Es la verdad…
—Puede que sea la verdad, pero es mejor…demostrarlo con acciones. No con palabras.- dijo el rubio sonrojándose y bajando la mirada.
—Comprendo, ¿Quieres que te de un beso?- preguntó el Uchiha sonriendo amablemente.
— ¡¿Ah?! No…bueno, ¿por qué un beso?-
— ¿Quieres más de uno?
— ¡Sí!, digo ¡no!...No me refiero a eso, estúpido. No es necesario que me beses…
—Entonces, ¿un Abrazo? Dame un abrazo Deidara…
El rubio solo negó con la cabeza. Sus mejillas se habían puesto coloradas y hasta parecía algo tenso.
—No entiendo, ¿Qué te avergüenza tanto? Hemos experimentado de casi todo en la cama…
— ¡Cállate estúpido! No me recuerdes esas cosas...
—Oye, esas “cosas” no tienen nada de malo…si no lo hubiéramos hecho, no tendríamos nuestros hijitos…
—Tú de verdad no entiendes...- murmuró el rubio.
— ¿Entender qué?
—Pues que…Ya me siento parte de ti.- respondió el rubio seriamente. —Y que a estas alturas no deberías pedir ni preguntar nada…Si quieres besarme, puedes hacerlo. Si quieres abrazarme, tan solo abrázame.- añadió en voz baja. El Uchiha se sorprendió bastante por esa actitud tan adorable de su amado. Era obvio que Deidara trataba de decir que Itachi tenía permitido hacer lo que quisiera con él.
Por lo mismo, el azabache sonrió y le acarició la cabeza en muestra de agradecimiento. Luego Deidara se acercó a Itachi, sin pensarlo mucho, para darle un abrazo. El Uchiha le correspondió el abrazo cariñosamente y de a poco empezó a sentir como su amado sollozaba mientras se aferraba a su pecho.
— ¿Qué tienes?... ¿Te acordaste de algo?- preguntó preocupado y notando los pequeños espasmos que tenía su novio.
—De qué hablas. No estoy llorando…- respondió el rubio con la voz temblorosa.
—Sí, estás llorando, puedo sentir algo húmedo cerca de mi pecho…Dime qué te sucede…
—Solo…estoy feliz. ¿Qué tiene de malo?
—No tiene nada de malo.- dijo el azabache en voz baja mientras le acariciaba la espalda. —“Me alegra tanto saber que Deidara esté feliz como yo…Sin duda hemos pasado por momentos tristes, pero siento que nada sería capaz de opacar esta felicidad…”- pensaba Itachi cerrando sus ojos.
Pasaron algunos minutos abrazados cuando el Uchiha lo alejó un poco y empezó a besarle los labios de una manera muy delicada. El rubio le correspondió el beso y hasta se fue hacia atrás para apoyarse sobre el colchón. Cuando Itachi quedó sobre su amado empezó a acariciarlo por la cabeza desordenándole el cabello. El azabache le subió un poco la camiseta dejando al descubierto el torso desnudo de su novio. Deidara se sonrojó un poco y movió su cabeza a un lado mientras el Uchiha acercaba sus labios al pezón del rubio. Lo apretó con sus labios, los ensalivó con su lengua y comenzó a mover su boca, provocando con esto último, que unas cuantas gotas de leche salieran de la tetilla del joven de ojos azules. Itachi lo tragó sin ninguna queja y siguió jugando con el pezón del rubio. Deidara tan solo entrecerraba los ojos y disfrutaba ese momento con su amado.
—“Se siente tan bien…hace más de dos semanas que no me tocaba de esa forma…Más que nada era por los bebés. Ya que no me sentía cómodo cuando él trataba de tocarme…”- pensaba el rubio gimiendo muy despacio.
El azabache había empezado a besar el torso de su novio e iba subiendo por el cuello hasta llegar a los labios. Los besó apasionadamente y con las yemas de sus dedos acariciaba la cintura del joven. El rubio sintió un agradable escalofrío por su cuerpo. Con el silencio de la habitación, se podía escuchar la respiración agitada de esos enamorados y hasta oír los corazones latiendo con rapidez. Sin duda, estaban en el mejor momento cuando sintieron las miradas de cuatro pequeñas criaturas.
Los bebés estaban con sus ojos totalmente abiertos, sus pequeñas bocas estaban ligeramente abiertas. Tanto Itachi como Deidara se avergonzaron un poco y se sonrojaron al mismo tiempo. Se detuvieron inmediatamente y el azabache se sentó en la cama, dejando al rubio aun acostado.
—Bueno…son solo bebés, además no llegamos a otro nivel...- decía el rubio empezando a reír nerviosamente.
—Sí…exacto, son solo bebés.- decía el Uchiha mirando a su novio y luego mirando a sus hijos que seguían sorprendidos. —Oigan, no nos miren así. Su papá y su mamá solo se demostraban cariño. Y…Estás no son horas para que anden despiertos.
—Así es bastardos…Será mejor que se duerman o ¡se las verán con mamá!- dijo el rubio mirando a sus hijos y levantando el puño. Los bebés cerraron inmediatamente sus ojos.
—Tranquilo Deidara, no trates a los pequeños así. Nacieron hace unas horas.
—Eso lo sé y no me importa. Ellos seguirán siendo mis hijos y puedo tratarlos como quiera...-comentó el rubio haciendo un puchero y frunciendo el ceño.
—Bien…pero nada de golpes estos primeros años…
—Oye, seré agresivo y violento contigo, pero no golpearé a mis bebés…Estoy consciente que ahora no soportarán golpes…así que solo esperaré que sean más grandes para darles una paliza si es que no me hacen caso.
—Suenas demasiado violento…Deberías tomar las cosas con calma. Por qué no mejor me dejas a cargo su disciplina.
—Claro que no…También son mis hijos, yo los tuve tres meses en mi vientre, yo fui el que parió. Así que tengo el derecho de enseñarle disciplina como quiera. Y créeme que no seré blando...
—Deidara, no usaré protección si sigues con esas ideas…
— ¿De qué hablas? No he dicho que te golpearé. Tú no necesitas protección…- dijo el rubio algo confundido. El Uchiha tan solo sonrió y soltó una corta risa. — ¿De qué rayos te ríes?
—Está bien Deidara, entonces no habrá protección…
—Espera, ¿a qué te refieres?- preguntó el rubio sentándose en la cama y mirándolo algo asustado. De pronto comprendió a lo que se refería y su rostro quedó pálido en unos segundos. — ¡No me jodas! ¡Mira que con cuatro son suficiente! No podré con más…Oye, ¡Itachi!…No me mires con esa sonrisa tan diabólica. Ninguna persona normal querría tener más de cuatro hijos…
—Entonces no soy normal.- dijo el Uchiha sin dejar de sonreír y abrazando a su amado.
— ¡Usaré la abstinencia!
—Mmm…no aguantarás mucho. Tal vez termines haciendo lo mismo que hiciste la otra vez…
— ¿A qué te refieres?
—Esa vez que estábamos almorzando y tú saliste debajo de la mesa con un delammm…
—¡¡¡Cállate!!!- exclamó Deidara en voz baja y tapándole la boca con sus manos. —No me recuerdes eso. Fue vergonzoso… De todas formas no sé qué tanto me echas en cara de lo que sucedió, si al final tú no te resististe…parecías un animal.
—Nadie se podría haber resistido viéndote de esa forma tan sensual... aunque lo mejor fue cuando te subiste a la mesa y luego temmm….
—Cállate de una maldita vez…En ese tiempo estaba desesperado porque tú no me tocabas. Necesitaba estimularte de alguna forma…Siempre creí que tomarías la iniciativa, y que hasta me obligarías o me acosarías…Y como no hacías nada, llegué a pensar que no te parecía atractivo y que no despertaba nada en ti.- dijo el rubio sonrojándose y desviando la mirada.
—Deidara. Ya te dije que te respeto demasiado para hacer ese tipo de cosas.- dijo el Uchiha abrazándolo. —Aunque no lo creas, cuando quería hacerlo contigo me daba un poco de miedo preguntar…- comentó el azabache en voz baja. El rubio quedó asombrado, se llegó a sonrojar, puesto que Itachi no era de esas personas que se asustaran fácilmente.
—No puedo creerlo…- dijo Deidara sonriendo algo orgulloso. —No conocía esa parte tuya. Hasta la encuentro tierna…- añadió el rubio soltando una corta risa. —Nunca tengas miedo de preguntarme algo…Hace tiempo que dejamos de andar ocultándonos cosas. Así que eres libre de hacer la pregunta que quieras…
—Mmm, bueno, si eso dices…entonces me gustaría saber si alguna vez has ocupado tus lenguas para masturbarte pensando en mí…- dijo el Uchiha sonrojándose levemente.
— ¡Oye! ¡No te aproveches de la situación!- exclamó el rubio avergonzándose inmediatamente.
—Pero tú dijiste…
— ¡Nada! Retiro lo dicho…Es que tú haces preguntas muy vergonzosas…- dijo el rubio bajando la mirada. —Además es obvio…- murmuró a los pocos segundos.
— ¿De verdad?
— ¡Ah, Maldición! Sí…por supuesto que sí… ¿En quién más podría pensar?- volvió a preguntar esta vez con sus mejillas totalmente sonrojadas.
—Así me gusta Deidara…- dijo Itachi poniéndose de pie y sonriendo. — ¿Sabes? Se está haciendo tarde y deberías descansar…No vaya a ser que después andes demasiado cansado para cumplir tu contrato…
— ¿Ah? ¿De qué contrato hablas?
—Quedan cuatro días para víspera de año nuevo y tú eres el encargado de los fuegos artificiales… ¿Acaso has olvidado que aceptaste ese empleo?
— ¡Mierda! Tienes razón…Qué rápido pasa el tiempo...
—Por eso te digo que descanses…
—Está bien…pero yo dormiré a este lado de la cama…Ya tengo puesto mi pijama…- dijo el rubio metiéndose debajo de las sábanas y quedando de lado mirando a sus bebés que estaban al medio de la cama.
—Iré a cambiarme…- dijo el Uchiha saliendo de la habitación. Luego de ponerse su ropa para dormir regresó a la cama y se acostó al otro lado.
—Buenas noches Deidara, Deichi, Shisui, Ichiro y Kazuki…- dijo el Uchiha cerrando sus ojos.
—Buenas noches Itachi y pequeños bastardos.- dijo el rubio también cerrando sus ojos mientras los bebés empezaban a balbucear.
Deidara abrió sus ojos y miró a los bebés. Tal parece que ese corto balbuceo era una forma de decir “buenas noches”. El Uchiha se dio cuenta de la situación y tan solo sonrió.
RasputinSin vida social - It's JJ Style!
34 1547
165
05/06/2011
Viktuuri
Hunter x Hunter (2011) | Ping pong animation | Full Metal Alchemist | Yuri on ice
Pokemon Sol y Luna | All Out!! | Sangatsu no Lion | Super Horny 2
12.380 円
Ocio, ven a mí
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Graciaz...x tu bienvenida...y en zerio...amo la forma en la ke ezkribez...jiji...weno...zigue azi..t kuidaz...zaludoz...
Duben UchihaNuev@ - 35 3
0
28/07/2011
Itachi x Deidara, Sasuke x Naruto, Gaara x Sai, Hidan x Kakuzu, Pain x Konan, Itachi x Konan, Kakashi x Iruka, Neji x Tenten, Shikamaru x Temari, Sasuke x Sakura
Naruto, Death Note, Ranma 1/2, Junjou Romantica, Ouran Host Club y Kuroshitsuji
5 円
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Geniaaaaaal
Me guzta...me guzta
Felizidades ez grandiozo tu fik
Me guzta...me guzta
Felizidades ez grandiozo tu fik
Vampire_girl_gothicNuev@ - 27 7
0
01/11/2010
sasunaru,itadei,shikatema,narusaku,sasuhina,amuto
Naruto,Angel Beats!,Elfen lied,Chobits,death note otras
Disturdeb - Hell
5 円
Probar todo tipo de ADN
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Aww, perdon por no pasar antes pero me ausente y no podia terminar de leer u_u
Pero ya! ^^
Estaba ansiosa por saber que seguia, el saber de ese aborto me dejo , pero luego que resultaron 4 bebes me dejo , jajaja ya me los imagino! ^^
Espero que continues pronto!
Pero ya! ^^
Estaba ansiosa por saber que seguia, el saber de ese aborto me dejo , pero luego que resultaron 4 bebes me dejo , jajaja ya me los imagino! ^^
Espero que continues pronto!
D a n i e l aTemporal - Sugoi~ ^^
29 65
3
11/07/2011
SasuSaku|SoulMaka|Amuto|Spamano
Card Captor Sakura|Pandora Hearts|Hetalia: Axis Powers|Soul Eater
Shugo Chara|Katekyo Hitman Reborn|Kore wa Zombie desu ka?|Kokoro Conect
435 円
¡Tomate, Tomate, Tomate! (Spamano)
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Duben Uchiha: Gracias por el cumplido Tú también te cuidas, saludos
Vampire_girl_gothic: ¡Wiii! Adoro saber que te guste mi FF
D a n i e l a: No pidas perdón, mija. Nadie te obliga a leer, menos yo 8D. Pasa cuando quieras y puedas.Jajaja, a todos los deja en estado de shock o en estado de felicidad cuando se enteran de eso 8D
Muchas gracias a ustedes por comentar =)
++++++++++++++
Capítulo XX: Nuestra vida juntos *CAPÍTULO FINAL*
Hijole, creo que subí el FF en muy poco tiempo 8D
Pero bueno...Espero que lo hayan leído con calma y que también les haya gustado el final. Mira que si el final no les gusta, quedo mal, muy mal (cualquier queja será bien recibida)
Quiero agradecer a todas las personas que se tomaron su tiempo para leer y dejar un comentario a la historia. Solo por ustedes seguí subiendo el FF. Aunque a veces igual subía capítulos para que mi tema no se vaya a la segunda página...Ahí si que se hubiera quedado en el olvido D:
En fin, solo les deseo paz y amor 8D
Saludos
PD: Tengo un capítulo extra, pero no sé si ponerlo en esta página...Es que es puro lemon e.e y solo es para la perversión del lector xD Si lo quieren leer lo subo
Vampire_girl_gothic: ¡Wiii! Adoro saber que te guste mi FF
D a n i e l a: No pidas perdón, mija. Nadie te obliga a leer, menos yo 8D. Pasa cuando quieras y puedas.Jajaja, a todos los deja en estado de shock o en estado de felicidad cuando se enteran de eso 8D
Muchas gracias a ustedes por comentar =)
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Capítulo XX: Nuestra vida juntos *CAPÍTULO FINAL*
- Spoiler:
- Esa noche, mientras Deidara e Itachi dormían junto a sus bebés tranquilamente, una fiesta se celebraba en un enorme salón. Todos bebían sakes, bailaban y reían, ya que la fiesta estaba recién empezando para los invitados de la boda de Sai y Gaara.
— ¡Brindo por los novios!- exclamaba Tsunade sonriendo y algo sonrojada de tanto beber. —Vamos Naruto, bebe un poco, eres el Hokage y no puedes negarte a tomar aunque sea un vaso…
— ¡Oba-chan! ¿Qué ejemplo sería si ando bebiendo descontroladamente? Además le he dicho varias veces que detesto el alcohol.- se quejaba el rubio frunciendo el ceño y cruzando sus brazos.
—Eres aburrido…Deberías hacerle caso a tu oba-chan.- decía la rubia empezando a reír y acariciando el cabello del menor. —Necesito un compañero para beber…no seas malo.
—Ya le dije que no. Soy firme con mis decisiones.
La mujer tan solo cerró los ojos e hizo un puchero. Tenía una expresión de decepción en su rostro, pero pronto volvió a la felicidad cuando se puso a beber su cuarto vaso de sake.
En el salón había muchas mesas repletas de alimentos. También tenía una decoración japonesa y todos parecían celebrar con entusiasmo. Sai se encontraba sentando sobre un cojín, como todos los invitados, y Gaara estaba a su lado comiendo un poco de arroz.
—Con que así fue…Debió ser doloroso.- dijo el azabache sonriendo como de costumbre.
—Me imagino que si, Deidara fue muy fuerte y resistente para soportar el parto natural de cuatro bebés…Son hermosos, deberíamos visitarlos en un par de días más. De esa forma podemos llevarle algún obsequio a los bebés y aprovechamos de ayudarlos con su labor de padres…No creo que tengan mucho tiempo libre ahora que tienen tantos hijos que cuidar.- comentó Sakura mientras sacaba un pedazo de carne con algunas verduras y lo ponía en su plato.
—Por supuesto que iremos a verlos…No me perdería este acontecimiento tan único. Aunque no sé si Gaara quiera ir a casa de Deidara. No se llevan muy bien.
—Tienes razón. No se pueden ni mirar. Eso será problemático…Entonces solo vayamos sin él.
—Oigan, no se pongan de acuerdo en mi presencia.- comentó el pelirrojo que había tragado su porción de arroz y miraba de forma fría a la joven de cabello rosado. —No está bien visto que invites a alguien casado a dar un paseo. Sai es mi esposo y tiene que estar conmigo.
— ¿Eh? Tranquilo Gaara.- dijo la joven sonriendo nerviosamente. —No pensaba ir a solas…Pensaba invitar a Hinata o a Ino. Ellas adoran los bebés…
— ¡Espera Sakura!, deberíamos observar con atención esa escena de celos que hace mi Gaara.- dijo el azabache sonriendo.
—No estoy celoso…- se quejó el joven de ojos verdes empezando a comer otro bocado.
La joven soltó una corta risa y siguió preparando su platillo.
—No te enojes, Gaara. Aunque fuera a solas con Sai, no pasaría nada. Desde que lo conocí supe que tenía otros gustos…Además no puedo olvidar cuando me llamó de una forma muy grosera, y todavía estoy algo resentida por eso.- comentó Sakura mientras le aparecía una vena en su frente y cerraba los ojos. Había apretado su puño haciendo que Sai se pusiera nervioso.
—Cálmate Sakura, no recuerdes esos tiempos…Mira que no me gustaría salir lastimado para mi noche de bodas…Sé que con el tiempo te has vuelto muy fuerte, sobre todo con tus puños…
La joven soltó un suspiro y comenzó a comer.
—Está bien, pero sería bueno visitar a los bebés algún día de estos.
—Claro…
++++++++++
Durante esa noche, Deidara e Itachi dormían plácidamente, el lugar donde estaba situada su casa, era bastante tranquilo. Aunque sabían que tarde o temprano toda esa paz sería interrumpida por cuatro pequeñas criaturas. Cerca de las tres de la mañana un balbuceo empezó a escucharse de la boca de uno de los bebés. Empezó a mover sus bracitos y trataba de decir algo. Itachi abrió los ojos rápidamente y encendió la lamparita que tenía en su mesita de noche. Luego de sentarse en la cama lo tomó en sus brazos y empezó a mecerlo.
—Calma Ichiro, no llores o despertarás a mamá…- dijo el Uchiha mirando con ternura a su pequeño. —Creo que revisaré tu pañal…Debe ser eso…- pensó en voz alta mientras se levantaba e iba al baño donde había una mesa cubierta por una toalla. Dejó al bebé sobre el mueble y después le sacó el mameluco. Al hacer esto pudo notar que el pañal se encontraba húmedo, se lo cambió inmediatamente mientras el bebé comenzaba a cerrar sus ojos. Itachi lo volvió a vestir cuidadosamente para luego regresarlo a la cama. Cuando se estaba acostando para dormir, observó que los otros bebés empezaban a reaccionar de la misma forma. Fue así que les cambió el pañal a los tres bebés restantes.
Itachi sabía que los cuatro bebés no se quejarían en las próximas horas, a lo más, se despertaría por leche, pero sus pañales habían sido cambiados y estarían durmiendo como unos verdaderos angelitos.
A la mañana siguiente, cuando despertó el Uchiha, vio una escena muy enternecedora; sus bebés seguían durmiendo sin hacer ninguna queja. Sonreía mientras acariciaba con mucha delicadeza a sus bebés. Empezó por el que tenía más cerca. A Deichi. Luego, continuó con Ichiro y siguiendo el orden fue el turno de Shisui. Finalmente llegó el turno de Kazuki. Este se movió un poco al sentir las yemas de los dedos de su padre sobre sus robustas mejillas. Solo pasaron unos cuantos minutos cuando el menor despertó y empezó a balbucear para pedir algo. Fue en ese momento que el mismo bebé se metió un dedo a la boca. El Uchiha se dio cuenta enseguida que era lo que querían, por lo que fue a preparar inmediatamente la leche para sus hijos, ya que sabía que se despertarían de apoco.
Ya con los cuatro biberones repleto de leche, creó los clones para alimentarlos simultáneamente, pues todos los pequeños ya tenían un dedo dentro de la boca. El azabache le fue acercando lentamente el alimento a cada uno. Los pequeños labios de los bebés succionaban con fuerza y rapidez la tetina del biberón. Todos parecían muy animados mientras bebían su leche, aunque Itachi también lo estaba, después de todo, se sentía muy afortunado de poder ver a sus cuatro bebés sanitos, y además, de poder ayudar en su alimentación.
Una vez que los pequeños se saciaron, el Uchiha, repitió el mismo procedimiento de la otra vez. Parecían una orquesta mientras eructaban todos al mismo tiempo. Ya terminado de hacer todo eso, lo acomodó en la cama para que siguieran durmiendo. El azabache hizo lo mismo, pero se acostó de lado para poder observarlos con atención.
—“Son realmente una ternura…adoro a estos pequeños, me hacen recordar a Sasuke cuando tan solo era un bebé.”- pensaba Itachi mientras dejaba de mirarlos y dirigiría su vista a su amado novio.
El rubio dormía boca abajo en tanto respiraba calmadamente. —“Cuando está durmiendo se ve tan sumiso…Y ahora que lo veo mejor, su rostro luce algo cansado, después de todo, estos últimos días no ha podido dormir muy bien por los bebés…además solo ayer dio a luz y me imagino que debe estar agotado. Y debe tener hambre…lo noto delgado, de seguro perdió peso porque estos bebés absorbieron todos los nutrientes…Debo aprender a cocinar a pesar de que eso no sea lo mío. Es increíble que hayan pasado tantas semanas y no se hacer ni siquiera un huevo frito… Debo remediar eso cuanto antes, si aprendo a cocinar, Deidara podrá descansar tranquilamente…”- pensaba el azabache mientras lo destapaba un poco por el calor que había en la habitación. —“Ese pijama que se puso es de invierno…Se supone que estamos en invierno, pero hace calor a esta hora...”- decía en su mente al momento de ponerse de pie, para luego ir al otro lado de la cama y dejarlo completamente destapado. Acercó su mano a la cabeza del rubio y empezó a acariciarla en tanto se sentaba en la cama. Luego trató de hacerle algunos masajes suaves por su espalda. Con esto logró que el joven de ojos azules suspirara mientras seguía dormido. Itachi se sonrojó un poco al sentir el suspiro de su novio y el movimiento de su cuerpo.
—“No puedo negar que está perfecto…Después de ese embarazo quedó más delgado, pero sigue teniendo sus maravillas por aquí…es tan redondo… ¡No! ¡No puedo hacer eso! Deidara dijo que…espera, él dijo ayer que si lo quería besar, lo podía besar. Bueno, en realidad me dijo que podía hacer lo que quiera con él…No estaría mal hacer esto…es algo que siempre he querido hacer, pero no sé si sea lo mejor…Si se enfada, será algo malo. Qué extraño… Nunca me había metido en un dilema tan grande. Veamos, si lo veo por el lado en que Deidara me dijo esas cosas, pues, podría hacerlo… Entonces, lo haré.”- pensaba el Uchiha mientras acercaba pervertidamente sus dos manos al trasero de Deidara. Con cada mano agarró una nalga y comenzó a apretarlas y a soltarlas. Un leve sonrojo en sus mejillas había aparecido mientras hacía eso, y su boca la mantenía abierta en tanto gemía despacio.
Itachi seguía tocando libremente esa zona de Deidara, hasta que el mismo rubio despertó algo agitado y volteó su cuerpo. Después miró a su novio que estaba con los labios y ojos semiabiertos.
— ¿Qué rayos me estabas haciendo?- preguntó Deidara sonrojándose un poco puesto que estaba consciente de lo que había sucedido.
—Solo te tocaba…
— ¿Dónde me tocabas?
—En tu trasero.- respondió sonriendo amablemente y sin despegar su vista de los ojos azules de su amado. Deidara hizo una mueca de sorpresa al notar que lo decía con toda naturalidad. —Tú me dijiste ayer que podía hacerlo…Dijiste que si te quería tocar podía hacerlo, en realidad podría hacer lo que quisiera contigo, ahora tú me perteneces…
— ¡¿Ah?!- gritó el rubio sentándose en la cama y retrocediendo hasta llegar a la cabecera. Cuando notó que sus propias piernas estaban un poco separadas, las juntó y se puso una almohada en su regazo, pues tenía miedo, y es que el Uchiha parecía muy decidido en hacer “ciertas cosas” con su rubio después del privilegio que le habían otorgado. —No te aproveches…al menos espera a que despierte…además si lo hacemos ahora los bebés podrían despertar y deberíamos estar más pendientes de ellos que estar haciendo cosas indebidas…- decía el rubio mirando hacia otro lado.
—Vaya…solo pensaba tocar no creí que querías llegar tan lejos… ¿sabes? siempre he pensado que eres un pervertido, pero ahora lo he confirmado. Me he dado cuenta que te gusta mucho que te hagan cariño…- decía el Uchiha soltando una corta risa y acercándose a su amado. —Cuando empiezas a poner excusas es cuando más lo deseas, lo noto por tu rostro y por todas tus reacciones…
—No digas esas cosas…Ya es suficiente…- decía el rubio tratando alejarlo con sus manos, pero estas temblaban y su piel se erizaba al sentir el aliento de su amado cerca de su cuerpo.
—Supongo que me pondré pervertido contigo…Tal vez eso es lo que quieres…- dijo Itachi con una voz tremendamente seductora que hizo que Deidara se le escapara un gemido muy bajo. El rubio notaba las insinuaciones de su amado y evitarlo en esos momentos era lo que menos quería, tragando saliva lo tomó de los hombros y le dio un apasionado beso que no lo dejó respirar por varios segundos. Había dejado a Itachi debajo de él y además comenzó a despeinarlo mientras lo seguía besando. El Uchiha se sorprendió por la actitud salvaje del rubio, pues no se la esperaba, era muy raro que reaccionara de esa forma cuando ponía una actitud sumisa con anterioridad, pero no le importó, se dejó llevar. Deidara juntó sus manos con las de su novio y entrelazó los dedos, acto seguido, sacó las lenguas que tenía en sus manos y empezó a humedecer las palmas de su amado. El azabache no lo podía negar, se sentía muy bien que le tocaran esa parte de sus manos con un par de lenguas, la sensación la encontraba hasta excitante. Ahora el rubio había tomado la camiseta de su amado con sus dientes y se la subió para empezar a tocar su pecho con sus labios. El Uchiha empezó a gemir con su voz grave, cosa que le encantaba al rubio. De repente, el joven de ojos azules se detuvo para observar el rostro de su novio. Itachi también lo quedó mirando, e imitando lo que había hecho su amado, tomó una parte del pijama de Deidara y lo movió para dejar el pecho descubierto.
—Saca los hilos…- ordenó el rubio. El azabache se sonrojó un poco y acercándose al torso desnudo de su amado, tomó el hilo que había en el pecho y lo jaló para dejar al descubierto esa gran boca, con esos dientes un tanto filosos y una enorme y húmeda lengua. El rubio sonrió y luego se posó sobre el cuerpo de su novio para besarlo en los labios. Esta vez todas sus lenguas hacían contacto con alguna parte del Uchiha; Sus manos, su pecho, su boca eran tocadas por las cuatro lenguas que tenía Deidara. Con solo hacer eso, Itachi podía sentirse feliz. No muchas veces su novio se había atrevido a usar las lenguas para satisfacerlo, y es que el artista prefería hacer un poco de arte antes que ocuparlo para otras cosas. Fue así que siguieron besándose apasionadamente mientras el rubio utilizaba su boca del pecho para morder a Itachi en el torso.
— ¡Ah! ¡Deidara!…- se quejó el Uchiha cerrando los ojos y soltando un suspiro. El joven de ojos azules lo quedó observando detenidamente. Lo abrazó con cariño y le besó la mejilla un par de veces.
—Te ves demasiado adorable cuando te quejas…- dijo el rubio que tenía la respiración agitada por ese largo beso. —Siempre he preferido al Itachi dominante en la cama, pero a veces no está mal cambiar los roles…- añadió mientras se le escapaba un bostezo. En ese momento fue que el azabache notó las ojeras y la piel seca que tenía su novio.
—Deidara, no creo que sea bueno continuar. Al menos tómate un tiempo para descansar tu cuerpo. Deberías alimentarte bien y reposar mucho.- le dijo mientras le besaba la frente.
—Sí, la verdad es que no creo que podamos continuar, pero eso de descansar y comer tendré que dejarlo para más tarde…Me acabo de acordar que tengo que terminar el trabajo…Faltan tres días para año nuevo y debo dejar listo los fuegos pirotécnicos. Les dije que haría figuras asombrosas y también les dije que sería un espectáculo único…Y solo llevo la mitad…
—Lo lamento Deidara, pero no permitiré que andes saltándote las comidas. Tendrás que alimentarte y descansar aunque no quieras. Y también deberás pasar tiempo con tus hijos.
—Por supuesto que pasaré tiempo con ellos, pero también necesito cumplir con mis deberes…Tengo un contrato.
—Tu gran deber es cuidar tu salud, así que más vale que comas de forma adecuada.- dijo el Uchiha sentándose en la cama y mirando seriamente al rubio.
—Tú no me mandas…-se quejó el rubio frunciendo el ceño.
—Ya sé que no te mando, pero si tengo que ocupar la fuerza para que hagas todo lo que estoy diciendo, entonces lo haré. Y sabes muy bien que no quiero que te pase nada malo…- dijo el Uchiha mirándolo con algo de tristeza. Deidara seguía molesto, pero no pudo evitar sentirse mal por preocupar tanto a su novio. Lo que hizo fue acostarse sobre la cama y taparse con una par de sábanas y luego hizo un puchero.
—Entonces espero que ahora me traigas el desayuno…Eso es lo más fácil de preparar…- dijo el rubio mirando hacia otro lado. Itachi sonrió al escuchar esa respuesta y fue inmediatamente a la cocina.
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Los días transcurrían, y Deidara pasaba unas cuantas horas en la tarde preparando su trabajo que sería presentado en año nuevo. Estaba avanzando muy rápido y esto se debía a que tenía más fuerzas gracias a la buena alimentación y al continuo descanso. Hasta le alcanzaba el tiempo para pasar horas y horas con sus bebés. Meciéndolos en sus brazos, alimentándolos, cambiando pañales y jugando con ellos. Estas actividades siempre las compartían con Itachi y estaba muy agradecido de que los bebés no se largaban a llorar a las tres de la mañana. Aunque Itachi era el que se preocupaba de que los bebés no hicieran ruido mientras su amado dormía.
El último día del año había llegado. El trabajo de Deidara había sido situado cerca de las esculturas de piedra de los Hokages, ya que, cuando se diera la señal, los fuegos artificiales aparecerían iluminando toda la aldea.
Ese día mucho celebraban en sus casas con grandes banquetes, otros salían y veían toda la aldea llena de luces de colores, lámparas de papel y puestos de comida. Parecía una especie de festival, y es que hace tiempo que no se celebraba algo en Konoha.
Mientras muchos se encontraban en sus respectivas casas y otro salían por las calles para divertirse o pasar el rato, Deidara e Itachi estaban en una colina, una zona privilegiada para ver los fuegos artificiales. Los bebés vestían unos mamelucos de color amarillo. Estaban bien abrigados y cómodos sobre una manta. El Uchiha estaba sentando a un lado, y su novio estaba ubicado al otro lado acariciando la mejilla del pequeño que todavía no se quedaba dormido.
—Todos somos tan pequeños e inocentes cuando nacemos, es increíble saber que hasta la gente más cruel y malvada fue alguna vez tan frágil y pequeño…Ese no será el caso de ustedes mis lindos bastardos. Ustedes lucharán por el bien…serán ninjas excepcionales.- dijo el rubio mirando a cada hermosa criatura que se encontraba sobre la manta. —Sabes Itachi, cuatro está bien, pero podríamos tener uno más, no sé…- decía el rubio en voz baja.
— ¿Qué dijiste?- preguntó el Uchiha en voz alta.
—Lo que escuchaste Idiota…Ya sabes que eres el único que puede embarazarme porque jamás me atrevería a meterme con otro tipo que no seas tú. Espero que te sientas privilegiado por lo que te digo…Mira que no encontrarás personas como yo. Además deberías sentirte aún más privilegiado porque has sido el único hombre que ha llegado tan lejos conmigo. He hecho y dicho cosas que jamás pensé que haría o diría. A veces pienso que tú naciste para quererme y para hacerme caso en todo lo que diga. Y solo por eso no estaría mal tener otro bebé...- decía Deidara sonrojándose al decir esto. —No me mires con cara de idiota…
—Es la única que tengo…- dijo el Uchiha riendo.
—De verdad que eres idiota…
—Tal vez lo sea y no sabes todo lo que me agrada escucharte decir esas cosas.- comentó mientras lo miraba a los ojos y le seguía sonriendo. —Oye Deidara, ven aquí, siéntate en mis piernas.- dijo el azabache. El rubio dudó en hacer eso al principio, hasta pensaba contestarle con alguna grosería, pero no tenía nada que perder, por lo que se sentó en sus piernas un tanto sonrojado.
— ¿Y ahora qué?
El Uchiha le dio un fuerte abrazo mientras le daba unos cuantos besos en su cabeza.
— ¿Qué haces?
—Solo te estoy mimando…
—Idiota…- dijo entre dientes.
—Oye, si mal no recuerdo, cuando nos reencontramos hace varios meses, dijiste que sentías algo por mí… ¿En qué momento te diste cuenta?
— ¿Eh? Yo no dije nada de eso…
—Si…dijiste que te gustaba. Me acuerdo perfectamente porque algo como eso jamás se me olvidaría.
—Bueno…sí, me gustaste ese día que nos conocimos… ¿Contento?- pregunto con un poco de vergüenza.
— ¿Hablas en serio?
—Si…- respondió agachando su cabeza.
—Lo sabía.
— ¿Ah?
—Era demasiado obvio, todos lo notaron, además llegaste a obsesionarte, lo cual lo encontré algo muy encantador de tu parte. Creo que al ver tu perseverancia y tu esfuerzo me fui enamorando de ti, y es que, después me di cuenta que eras hermoso…Tus facciones, tu cabello, el color de tus ojos, tu cuerpo y tu explosiva personalidad…Por un momento pensé que eras mujer. Solo Sasuke me confirmó que eras hombre. Fue una gran sorpresa, ya que no suelo equivocarme, aunque si eres hermafrodita, supongo que no me equivoqué del todo…
—Tú siempre buscas excusas para estar en lo correcto…
—Puede ser, pero no me importa. Nada me importa que no sea tu bienestar y el de nuestros hijos. Ahora que recuerdo, me estabas diciendo algo sobre un bebé…
—Sobre eso…- decía mientras se ponía pensativo. —Tener más no nos vendría mal…Es que, no lo puedo evitar. Me agrada la idea de tener muchos niños. Tal vez así nunca me sienta solo...
—Sí, la verdad, es que, yo también tenía esa razón. No quiero quedarme solo. Ya sabes lo que pasó con mi clan, y desde ese día, del día en que me fui de Konoha, no pude evitar sentir esa soledad. Mi hermano era la única familia que tenía, pero él estaba destinado a odiarme. Así que prácticamente estaba solo. Las cosas ahora al fin se han arreglado, pero nada que haga ahora ni nada que haga el consejo de ancianos, hará que mi familia regrese…Solo por eso, quiero tener muchos hijos. Para tratar de llenar ese vacío.- dijo el Uchiha apoyando su mentón en el hombro de Deidara. —Ya sé que no te puedo obligar a tener tantos bebés, créeme que con los cuatros que tenemos son más que suficiente, ellos me hacen muy feliz…Además será un lío cuando estén en su etapa de rebeldía…-comentó mientras sonreía.
—Estúpido…- dijo Deidara en voz baja. —Eres tonto, ya te das por vencido en menos de un minuto…Si quieres cumplir ese sueño, debes trabajar para conseguirlo. Además te acabo de decir que quiero más hijos…Me gustó la idea de tener cuatrillizos y quiero más…Me siento capaz de tenerlos y criarlos contigo. Quiero oír ruido todo el día, poder gritarles a mis hijos lo que está mal y enseñarles un poco de mi arte. Quiero que estos bastardos tengas más hermanitos. Con doce me conformo…- comentó el rubio bastante decidido. El azabache se sorprendió al principio, pero luego se sintió muy feliz por lo que decía su amado.
—Deidara, tú si me consientes en todo…- dijo el Uchiha sonriendo y cerrando los ojos. —Ya escucharon mis adorables angelitos, tendrán sus hermanitos en tres meses…
— ¿Qué? ¡¿Oye?! ¿Quién te dijo que ahora empezaríamos?...Esperemos que estos bastardos dejen de usar pañales…no quiero andar pendiente de eso todo el año…
—Bien, esperaremos que cumplan dos años y nos pondremos en campaña…
—Si es así, está bien, además hay que disfrutarlos mientras estén chiquitos, mira que después se volverán peludos y serán una carga…
—Ahora dices eso, pero estoy seguro que querrás tanto a tus hijos a esta edad como cuando tengan 20.
—Soy distinto…no me compares con una persona media.
—Deberíamos apostar…
—Ya cállate y mejor observa los fuegos artificiales…mira que yo los hice y quedaron estupendos…- dijo el rubio mientras se empezaba a escuchar los fuegos pirotécnicos. El Uchiha levantó su mirada y apreció un cielo adornado con figuras de animales y bestias asombrosas.
—Tienes razón…son fenomenales. Todavía no entiendo cómo logras crear esas figuras tan detalladas…y ocupar colores tan llamativos. Son asombrosas…- decía Itachi acariciando la espalda de su amado.
—Lo sabía…Pero eso no es todo…Escribí un mensaje para ti, pero lo dejé para el final, aunque en realidad lo haré explotar por aquí ya que no es algo que quiera que todo el mundo vea…es un poco vergonzoso…- comentó el rubio mientras se rascaba la mejilla.
—Ya quiero verlo, ¿por qué no me lo muestras ahora?- preguntó el Uchiha.
— ¡No! Espera a que termine estos fuegos artificiales…no seas impaciente.- se quejaba Deidara un poco nervioso y avergonzado. El azabache observó esa reacción y no pudo aguantar las ganas de abrazarlo posesivamente.
—Tú eres mío…- dijo Itachi.
— ¡Hey!- exclamó el rubio algo sorprendido. —Por supuesto que soy tuyo, pero tú también eres mío. ¡Pobre de ti que me dejes! Ya tenemos a los bastardos y no pienso dejarlos sin papá. Así que si se te ocurre abandonarme te buscaré por cielo mar y tierra. Y créeme que te ataré con cadenas a la casa.
—Sería incapaz de dejar a mis bebés y al amor de mi vida. Tendría que estar loco…
—Si te vuelves loco te dejaré encerrado en una habitación…
—Ya deja de pensar en cómo retenerme…Mira que en estos momentos yo soy el que te está sujetando para que no te vayas…
—No pensaba irme. Sería un estúpido si te dejara, puesto que… ya encontré mi razón de vivir.- dijo Deidara en voz baja y abrazando a Itachi. Este le correspondió el abrazo mientras sus ojos se les humedecían al escuchar esas palabras. —Tenía miedo de quedarme solo, pero ahora no…ahora sé que no estaré solo. Tú estás acompañándome, tengo a los bebés…y si todo sale bien, tendremos más hijos. Seremos una familia muy numerosa y siempre tendré a alguien que proteger…
—Así es Deidara, pero eso será una responsabilidad de ambos. Trataré de ser un buen padre para nuestros hijos y un buen novio. Ya te dije que sería capaz de todo por verte sonreír.
—Gracias…- le susurró al oído mientras cerraba sus ojos. Apoyó su rostro contra el pecho de su amado y comenzó a escuchar los latidos de Itachi. Su corazón latía rápido y es que el Uchiha se sentía algo emocionado y feliz por todo lo que estaba viviendo.
En cuanto los fuegos artificiales habían acabado el azabache se percató de ello inmediatamente.
—Ya es hora…- dijo el Uchiha separándose de su novio. —Quiero ver lo que tenías preparado…
—Oye, tú sí que eres impaciente…- se quejó el rubio algo avergonzado. —Ya, te lo mostraré, pero pobre de ti que te burles.
— ¿Acaso será un mensaje escrito donde diga “te amo”?- preguntó Itachi algo pensativo mientras veía que su amado sacaba una arcilla moldeada de su bolsillo. Deidara escuchó esa pregunta y sus manos empezaron a sudar, se puso algo pálido y luego su rostro fue cambiando de colores hasta llegar a uno completamente rojo.
—No me digas que eso decía.- dijo el Uchiha mientras se le escapaba una carcajada. —Vamos Deidara…muéstralo…Por favor.
— ¡¡¡No!!! ¡Ahora no! ¡Y no dice eso! ¡¡¡Eres un maldito!!!- gritaba Deidara totalmente avergonzado. — ¡No te mostraré ni una mierda!
—“Parece que acerté…”- pensó el azabache sonriendo. —No seas malo, lanza esa bomba.
— ¡Te la lanzaré a la cara si sigues insistiendo!
— Deidara…no seas así…- dijo el Uchiha mientras lo abrazaba por detrás.
— ¡Suéltame desgraciado! ¡Ya te dije que no mostraré nada!- gritaba mientras se movía. Justo en esos momentos pasaba Sasuke con Naruto y ambos se detuvieron a ver esa extraña escena.
—Oigan, en vez de estar tanto tiempo peleando deberían ver a sus bebés. Los niños crecen rápido y además necesitan atención…- dijo Naruto molesto al ver a los dos peleando. Itachi soltó a su novio y se sentó a lado de sus bebés que seguían durmiendo.
—Sasuke, ven a mi lado…- dijo el azabache seriamente. El Uchiha menor quedó algo confundido con la petición, pero decidió acercarse a su hermano solo por curiosidad mientras era observado por los rubios. Itachi tomó del brazo a su hermano y lo jaló a su cuerpo para abrazarlo. Le susurró un par de cosas al oído y luego le acarició el cabello cuando vio que Sasuke, un tanto molesto, asentía con la cabeza.
— ¡Oye! ¿Qué rayos se estaba diciendo?- gritó Deidara completamente furioso.
—Nada del otro mundo, solo que, me gustaría ver tu arte en estos momentos.- dijo Sasuke poniéndose de pie. —Parece muy interesante, además tu espectáculo estuvo increíble…
Naruto que no entendía nada la situación se sintió algo molesto al ver a su novio halagar a Deidara de esa manera.
— ¿Lo dices en serio?- preguntó el artista mirándolo de reojo. —Me alegro por ti, Sasuke. Al fin entiendes lo que es el verdadero arte.- decía mientras sacaba un poco de arcilla de su bolsillo. Luego sacó sus bocas y con sus lenguas empezó a humedecer la arcilla para darle una hermosa forma. Al terminar de hacer la figura, la lanzó al aire y juntó sus dedos para completar su técnica.
— ¡Katsu!- gritó el rubio haciendo que explotara la arcilla en varios colores, y figuras de distintas criaturas. Naruto que lo vio de cerca se sorprendió y hasta aplaudió por ese pequeño espectáculo.
Itachi sonrió maliciosamente y se puso de pie.
—Naruto, ¿podrías quedarte aquí? Si despiertan los bebés me llamas, necesito saber algo…- dijo el Uchiha mientras se ponía de pie. El Hokage seguía sin entender la actitud de los azabaches y solo le hizo caso porque quería observar a los recién nacidos.
—Deidara.- decía Itachi mirando a su novio. —Eres realmente un artista…- agregó mientras el rubio se sonrojaba. Fue en ese momento en el que el joven de ojos azules bajó la guardia y el Uchiha mayor se le vino encima. Con mucha destreza le logró quitar la arcilla que tenía escondida en su bolsillo. Esa misma arcilla que el rubio pensaba mostrársela como sorpresa a Itachi, pero que a último minutos se había arrepentido porque le daba vergüenza.
Ya con la “bomba” en su poder, se la lanzó a su hermano. Fue en ese instante en que Deidara se percató del plan de los Uchihas: Itachi le había ordenado a su hermano menor que copiara la técnica de Deidara con su sharingan para luego hacer explotar la bomba de arcilla y observar el mensaje.
Fue todo tan rápido…El rubio solo pudo presenciar todo lo que ocurría, estaba lejos de evitarlo. Sasuke ya tenía la arcilla con el vergonzoso mensaje en sus manos. Lo lanzó con mucha fuerza hacia arriba, haciendo que la bomba se perdiera en el cielo.
— ¡¡¡No!!!- gritó el rubio lanzándose contra Sasuke. Pero fue en vano.
— ¡¡¡Katsu!!!- gritó el Uchiha menor pegando un largo salto hacia atrás para evitar ser empujado por el rubio. Naruto observaba sorprendido toda esa escena y hasta le parecía entretenido.
— ¡¡¡Maldición!!!!- volvió a gritar el rubio viendo la enorme explosión en el cielo de todo Konoha. Itachi sonrió de oreja a oreja y esperó a leer el mensaje.
“Te amo mi comadreja linda” era el cursi mensaje que había ideado Deidara. El Uchiha se sonrojó inmediatamente y luego sonrió mirando a su novio. Sasuke se le escapó una corta risa que luego se transformó en una prolongada carcajada que se volvía más bulliciosa porque el mismo Naruto lo acompañaba. Ambos se habían echado al suelo a reír descontroladamente. Deidara apretó su puño y miró de forma agresiva a su novio.
—Eres un… ¡¡¡Maldito miserable!!! - gritó el rubio pegándole un puñetazo en la mejilla. Itachi salió volando con una sonrisa en sus labios y cayó en el suave pasto. Deidara se cubrió con una manta para no dejar ver su rostro. Estaba avergonzado y al mismo tiempo enojado. Todo Konoha había visto su mensaje y ya no sabía qué hacer…
—No deberías golpear a Itachi de esa forma.- dijo Naruto un poco más calmado, pero riéndose de vez en cuando.
—Oye, Naruto, será mejor irnos, parece que Itachi tendrá más problemas…
—Tienes razón, vamos a comer ramen…Pero tú invitas.- dijo el rubio poniéndose de pie y retirándose con su amado.
Deidara hacía un puchero mientras trataba de olvidar todo lo que había sucedido. Pero le era imposible. Fue en ese momento cuando Itachi apareció a su lado y le sacó la manta que le cubría el rostro.
—Devuélvelo…- dijo el rubio que tenía sus mejillas algo ruborizadas.
—No quiero…- dijo el Uchiha que tenía un poco hinchada la zona de su mejilla. Deidara no siguió insistiendo. No parecía tener humor para gritarle. —No te sientas mal…Eso quita toda la alegría que tengo en estos momentos.
—Lo vio todo Konoha…eso es seguro. Además tu hermano y Naruto se rieron…
— ¿Y? ¿Acaso yo me reí?- preguntó el Uchiha mientras miraba el cielo. —No podría reírme de algo como eso. Sé que lo hiciste con la mejor intención y ese gesto lo encuentro muy adorable. Sinceramente no lo esperaba y haberlo visto, me hizo muy feliz.- decía el Uchiha antes de soltar un suspiro. —Este será un buen año a pesar de que me diste un golpe muy fuerte el primer día. Por cierto, debo admitir que tus golpes se han vuelto más fuertes. Debe ser porque tuviste a nuestros hijos y te has vuelto más sobreprotector.
—Yo siempre he sido fuerte…Ahora que recién te des cuenta, no es mi culpa…Y perdón por haberte dado ese puñetazo. Es que estaba enojado y algo confundido. No me gusta que los demás se rían de mí.
—No creo que se hayan reído de ti. Más bien se rieron de mí. Creo que desde ahora me empezarán a llamar comadreja por tu culpa, así que yo debería estar avergonzado. Tú quedaste como el tierno y yo quedé como una comadreja...
—Tienes razón…- dijo Deidara sorprendido. —Creo que ya no estoy enojado contigo…- añadió mientras se recostaba sobre el pasto junto a sus hijos. Itachi hizo lo mismo, pero quedando al lado de su novio, luego le tomó la mano y lo miró.
— ¿Cómo están los bebés?- preguntó el Uchiha. El rubio volteó a ver a sus hijos y sonrió.
—Esos bastardos siguen durmiendo.
— Son lindos.
—Sí, son maravillosos. Podrán llorar todos al mismo tiempo, pero siguen siendo maravillosos…
El Uchiha se acercó aún más para poner su brazo debajo del cuello de su amado. Le dio un beso en la mejilla y luego uno en los labios. Deidara sonrió cuando su amado volvió a su lugar, luego, miró el cielo estrellado.
—Esa noche… ¿te acuerdas?- preguntó el azabache que también miraba el cielo.
—Claro que sí. Esa noche estaba el cielo estrellado, tal como ahora… Ambos estábamos observándolos.
—La diferencia está en que ahora se nos unieron cuatro personitas…- dijo el Uchiha mientras se sentaba en el pasto y desde ahí podía observar a los bebés que tenían sus ojos abiertos. Todos parecían asombrados al ver esa hermosa noche llena de estrellas. Deidara también se sentó y apoyó su cabeza cerca del hombro de su amado. —Siempre soñé con esto, Deidara. Quería que en el mundo ninja hubiera paz. Ahora puedo dormir tranquilo con mis hijos, pues no hay peligro. Ellos nacieron en momentos de paz y espero que eso se mantenga.
—Lo mismo estaba pensando. Nunca me había sentido tan, tranquilo. Estar sentado en el pasto mirando las estrellas con los niños al lado de nosotros. Solo preocupándonos de sus necesidades y de nuestra felicidad. Creo que mi deseo se cumplió…
— ¿De qué deseo hablas?- preguntó el Uchiha mirándolo con cierta duda.
— ¿Eh? Pues…cuando pasó una estrella fugaz ese día que estábamos mirando las estrellas…Le pedí algo…y ya se cumplió hace rato y todavía sigue funcionando.
—Yo también pedí algo…y también se cumplió. Ahora espero que vuelva a parecer otra porque me gustaría pedir otro deseo.
—También me gustaría pedir algo, uno nunca sabe…- dijo Deidara.
Justo en esos momentos una estrella fugaz pasó por el cielo de Konoha. Ambos abrieron los ojos y se tomaron con fuerza de las manos.
—Quiero vivir siempre junto a él- dijeron al mismo tiempo en voz baja, pero como estaban tan cerca lograron escucharse. Lo primero que hicieron fue sorprenderse, luego se rieron y finalmente se acercaron para abrazarse con ternura.
Ese era el primer día del año, y esperaban pasar toda su vida como en ese momento; juntos y cuidando sus maravillosos hijos.
Fin
Hijole, creo que subí el FF en muy poco tiempo 8D
Pero bueno...Espero que lo hayan leído con calma y que también les haya gustado el final. Mira que si el final no les gusta, quedo mal, muy mal (cualquier queja será bien recibida)
Quiero agradecer a todas las personas que se tomaron su tiempo para leer y dejar un comentario a la historia. Solo por ustedes seguí subiendo el FF. Aunque a veces igual subía capítulos para que mi tema no se vaya a la segunda página...Ahí si que se hubiera quedado en el olvido D:
En fin, solo les deseo paz y amor 8D
Saludos
PD: Tengo un capítulo extra, pero no sé si ponerlo en esta página...Es que es puro lemon e.e y solo es para la perversión del lector xD Si lo quieren leer lo subo
RasputinSin vida social - It's JJ Style!
34 1547
165
05/06/2011
Viktuuri
Hunter x Hunter (2011) | Ping pong animation | Full Metal Alchemist | Yuri on ice
Pokemon Sol y Luna | All Out!! | Sangatsu no Lion | Super Horny 2
12.380 円
Ocio, ven a mí
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Hola...jeje...enzerio kede maravillado kon el final...kazi lloraba...en zerio amo la forma en la q ezkribez...y puez t digo q me enkanto tu hiztoria...me guztaria q haya maz...pro zi zta bn...enzerio me enkanto...y mira ke para ke kede konmovido x una hiztoria zta mui dificil...jeje...me entristece q ia no hay maz...pro ztoi zatizfecho x tu trabajo....zpero en un futuro pueda leer otra hiztoria tuya...y x lo del kapitulo extra...adelante zubelo...klaro, zi kierez...jeje..."El ke no arriesga, no gana nada"...jeje...me voi...bye...t kuidaz...zaludoz....y felicidadez x tu hiztoria...ez muy conmovedora...saludos...baiii...
Duben UchihaNuev@ - 35 3
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28/07/2011
Itachi x Deidara, Sasuke x Naruto, Gaara x Sai, Hidan x Kakuzu, Pain x Konan, Itachi x Konan, Kakashi x Iruka, Neji x Tenten, Shikamaru x Temari, Sasuke x Sakura
Naruto, Death Note, Ranma 1/2, Junjou Romantica, Ouran Host Club y Kuroshitsuji
5 円
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Wiii! >w< me alegro que te haya gustado el final :DDuben Uchiha escribió:Hola...jeje...enzerio kede maravillado kon el final...kazi lloraba...en zerio amo la forma en la q ezkribez...y puez t digo q me enkanto tu hiztoria...me guztaria q haya maz...pro zi zta bn...enzerio me enkanto...y mira ke para ke kede konmovido x una hiztoria zta mui dificil...jeje...me entristece q ia no hay maz...pro ztoi zatizfecho x tu trabajo....zpero en un futuro pueda leer otra hiztoria tuya...y x lo del kapitulo extra...adelante zubelo...klaro, zi kierez...jeje..."El ke no arriesga, no gana nada"...jeje...me voi...bye...t kuidaz...zaludoz....y felicidadez x tu hiztoria...ez muy conmovedora...saludos...baiii...
Muchas gracias por el halago y por el hecho de tomarte el tiempo de comentar n.n
Y creo que te haré caso de subir el capítulo extra. Aunque pondré advertencias ya que es puro lemon 8D y es para que los lectores disfruten jejeje.
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¡EXTRA EXTRA!
CAPÍTULO EXTRA: Cómo seducir a Itachi
ADVERTENCIA: LEMON DE PRINCIPIO A FIN, LENGUAJE VULGAR Y DEIDARA HACIENDO DE LAS SUYAS PARA LLAMAR LA ATENCIÓN DEL PERVERTIDO DE ITACHI
Lo que no se vio en el capítulo donde Deidara hace algo para que sucedan esos encuentros cariñosos más seguidos xD
- Spoiler:
- Ese mañana, Deidara estaba realmente enojado con Itachi. Hacía mucho tiempo que no pasa nada en la cama, pero el joven de ojos azules ya había ideado un plan que seguramente iba a dar resultado. El momento en que se llevaría a cabo, sería un poco antes del almuerzo. El rubio había logrado preparar todo cuidadosamente sin que el Uchiha se diera cuenta. Tenía que ser una sorpresa y además tendría que ser el momento perfecto.
—“Itachi…ya verás, con unas cuantas palabras y vestido con esto no podrás decirme que no…”- pensaba el joven de ojos azules mirando un delantal de color blanco. Era bastante corto y solo le cubría parte de su pecho y su entrepierna, aunque solo lo estaba observando, en un rato más lo ocuparía, y es que faltaban cinco minutos para que su amado llegara a la casa después de comprar unas cuantas verduras.
El comedor, donde empezaría todo ese “espectáculo”, lucía bastante ordenado. Un mantel rojo cubría el mueble, había dos platos, con sus respectivos servicios a los costados, dos vasos y un jarro con jugo.
En cuanto Deidara se sacó toda la ropa escuchó la puerta cerrarse de golpe. Se sobresalto enseguida y se escondió debajo de la mesa. Había tomado precaución de hacer un clon de sombra para distraer a Itachi y ponerse el delantal con tranquilidad.
—Ya llegué Deidara, ¿qué almorzaremos hoy?- preguntó el azabache asomándose al comedor que estaba a un lado de la sala de estar.
—Primero deja las verduras en la cocina y luego sabrás que tendrás de almuerzo…- dijo el clon de sombra que parecía molesto.
—Está bien, pero no sigas enojado conmigo.- le respondió antes de retirarse. —“Me pregunto que habré hecho…”- pensaba en tanto acomodaba las verduras sobre un mueble y regresaba al comedor para sentarse en la cabecera, al otro extremo del rubio. —No deberías sentarte tan lejos…siempre te sientas junto a mí…
—Tú solo quédate ahí…No te vayas a mover…- dijo el rubio un poco avergonzado.
—Desearía saber que es lo que está pasando por tu cabeza…Hoy en la mañana estabas tan molesto, pero todavía no entiendo. Que sepa, no es nuestro mes aniversario, tampoco es tu cumpleaños, y hoy no existe alguna celebración de los enamorados…
—Cierra tu boca…Si sigues hablando la comida se enfriará…
— ¿Eh?- preguntó el Uchiha mirando su plato vacío. —Pero no tengo nada…Además si la comida está en la olla, entonces debe seguir caliente, no deberías preocuparte por eso…
—Caliente está…- dijo el rubio en voz baja antes de desaparecer con una pequeña explosión. Itachi se sorprendió bastante al notar que todo ese tiempo estuvo hablando con un clon de sombra. No entendía nada y antes de que se levantara para ir a buscar a su amado, una voz se escuchó debajo de la mesa.
—Te dije que no te muevas, tonto…
— ¿¡Deidara?! ¿Estás…?- preguntó moviéndose, desde su silla, a un lado para meter su cabeza por debajo de la mesa.
— ¡Qué no te muevas, idiota! – exclamó molesto el rubio haciendo que su novio se detuviera. —Eso es. Quédate quieto…- dijo con un tono suave, provocando que un escalofrío le recorrería a la piel de Itachi.
— “Qué rayos…”- pensaba el Uchiha algo nervioso. Su espera no llegó muy lejos. Por la cabecera opuesta donde el azabache se encontraba sentado, unas manos, más bien unos brazos aparecieron tocando el mantel que cubría la mesa. Luego la silla se corrió hacia atrás y de ese lugar, Deidara asomó su cabeza. Su cabello lo llevaba suelto y, con el más mínimo movimiento, rozaba por su espalda. Finalmente se puso de pie y se subió a la mesa. Itachi, no lo podía creer, su rubio comenzaba a gatear sobre el mueble tan solo vistiendo un delantal y además de eso, tenía una hipnotizante mirada totalmente salvaje que no podía dejarlo indiferente. El Uchiha había quedado con los ojos totalmente abiertos. No quería perderse ningún detalle de esa actitud tan sensual y mucho menos del disfraz de Deidara. Ese delantal blanco, con algunos vuelos en la parte inferior y superior. Un par de lazos que empezaba a los costados de su cintura y llegaban en la espalda uniéndose en un nudo que no lograba cubrir el redondo trasero del joven de ojos azules. Para alegría del Uchiha, eso era lo único que vestía, y mientras el azabache observaba con detalle esa figura, el rubio destapó la única olla que había en la mesa. Con cada movimiento que hacía, el Uchiha estaba atento para lograr ver más centímetros de piel. Ya que todavía no veía la parte trasera, pero suponía que no llevaba nada puesto ya que no se podía apreciar ningún tipo de ropa interior...
—De seguro quieres que me de vuelta…Quieres ver por atrás, ¿verdad?
Itachi seguía sonrojado y solo quería responder a gritos que si quería ver esa parte de Deidara, pero su estado de sorpresa era tan grande que solo asintió torpemente con la cabeza. Además un delgado hilito de sangre que caía por su nariz y el calor que empezaba a sentir en cierta parte de su cuerpo lograban delatar las ganas que tenía de verlo. En todo caso, toda su piel estaba empezando a calentarse.
—Deberías almorzar primero… ¿Quieres saber que fue lo que preparé para ti?- preguntó el rubio con su grave, pero sensual voz. Itachi se mordía los labios cada vez que su amado pronunciaba una palabra con esa voz tan atractiva y nuevamente tuvo que asentir con la cabeza mientras agarraba una servilleta y se limpiaba su nariz que estaba manchada con algo de sangre.
— ¿Por qué estás quieto? Mmm…Parece que solo quieres ver. Buena elección.- decía el rubio mientras quedaba en cuatro sobre la mesa. Se había acomodado de tal forma que solo dejaba ver su cuerpo de perfil a los ojos de su novio. El Uchiha abrió su boca. Lo que estaba viendo era algo celestial. La luz que provenía de afuera entraba por la pequeña ventana y chocaba con la silueta de Deidara. Los rayos del sol le daban un brillo especial a su piel y a su cabello, era simplemente mágico. Se veía tan hermoso y candente al mismo tiempo.
Lentamente movió su mano a su entrepierna y comenzó a masturbarse mientras veía a su novio en cuatro revolviendo la olla con un cucharón.
—Itachi…ya te estás tocando…De seguro quieres saltar sobre mi, pero sigue observando…
—Dei-dara…- pronunció con dificultad el Uchiha mientras seguía tocándose y mirando a su amado con ese atuendo tan provocador.
— ¿Qué sucede?
—M-me gustaría…Sa-saber que hay para comer…- dijo el azabache en tanto metía su mano por debajo de sus pantalones, no sin antes bajarse el cierre para seguir masturbándose cómodamente. El rubio tan solo rió y llenó su cucharón con el contenido que había en la olla.
— ¿No es obvio?...Yo estoy incluido en le menú. En estos momentos soy comestible…- decía en tanto levantaba sus caderas y separaba sus piernas. Seguía de perfil e Itachi podía notar cada movimiento. El rubio, que tenía el cucharón en una de sus manos, lo acercó a su trasero e inmediatamente lo volteó para que el contenido empezara a caer sobre su cuerpo. Era salsa blanca, y estaba tan caliente que logró que Deidara se quejara un poco mientras sentía que ese líquido caliente se metiera entre sus nalgas.
—Ah~ Itachi…quema, maldita sea…Se está metiendo muy a fondo...Huuu~
El Uchiha no podía creer lo que veía y tampoco podía seguir escuchando a su amado decir esas cosas con ese tono de voz tan varonil. El ritmo de sus manos hasta se había acelerado al ver toda esa escena y si tuviera que explicar lo que estaba viendo, era como ver un sabroso trozo de carne. Tan delicioso, jugoso y tierno. Solo para él. Sin pensarlo mucho se puso de pie y siguió viendo el ligero vapor que salía del líquido, y también podía apreciar la salsa blanca manchando las nalgas de su rubio. Eso simplemente lo dejó atónito, y subiéndose sobre la mesa con su enorme erección a la vista se lanzó contra el rubio.
— ¡Ya basta Deidara!- gritó mientras lo abrazaba por detrás y apegaba toda su humanidad con el cuerpo semi desnudo del rubio. —No deberías jugar con la comida…Y no deberías vestirte de esa forma tan provocativa…- decía mientras movía sus caderas.
— ¡Ah~! Itachi…no frotes tu erección sobre mi cuerpo…Harás que me caliente aun más…
—Si sigues así…creo que tendré que tomarte. Y créeme que mientras más me provoques, será más fuerte…
—Maldición…eso quiero.- murmuró el rubio antes de que se le escapara un gemido acompañado de un espasmo.
—Lo conseguiste…- dijo el Uchiha con su grave voz. —Te tocaré cada parte de tu cuerpo.- decía en tanto empezaba a besarlo en el cuello y pasaba por su espalda. —Te ves realmente sexy con ese delantal…Si cocinaras así, tal vez dejaríamos sucia toda la cocina. No podría evitar ponerme detrás de ti y hacerte mío mientras preparas algo. ¿Te gustaría eso?
—Qué pervertido, Itachi…pero…mmm…Yo quie-ro e-so…Todos los días.- decía el rubio con su voz entrecortada y su respiración totalmente agitada. Sus piernas todavía las tenía abiertas y esto logró que el Uchiha empezara a lamer cerca de sus muslos, y metiéndose, como el líquido, entre sus nalgas hasta llegar a su orificio que tenía un sabor algo salado por la salsa. Deidara no pudo aguantar tanto tiempo sin gemir, sentir la lengua de su amado recorrer cada centímetro de su piel y sobre todo en ese lugar donde tenía tantas terminaciones nerviosas, logró que su excitación aumentara y sus gemidos empezaran a escucharse cada vez un poco más fuertes.
—Habrá que limpiar todo por aquí…No me queda otra.- dijo Itachi mientras movía sus labios en la entrada de Deidara y succionaba con fuerza. El rubio se sentía en la gloria, era un placer tan grande que no lograba tranquilizarse. Todo su cuerpo estaba totalmente extasiado. Hasta podía oír el ruido que hacía la lengua de Itachi y eso lo excitaba aun más.
—I-Ita-Itachi…más. ¡Ahhh!, maldición, más, ¡quiero más!…P-por favor, Itachi…apresúrate… ¡ahhh~!- decía el rubio entrecerrando sus ojos y respirando por la boca.
—“Qué hermoso se ve suplicando por eso…No podré aguantar seguir escuchándolo suplicar…Necesito hacerlo mío. No todos los días me lo pide de esta manera…”- pensaba el Uchiha totalmente ruborizado mientras pasaba su lengua limpiando parte de la salsa blanca que quedaba.
—Prepárate Deidara …- dijo Itachi mientras repetía la posición anterior. Pegó su entrepierna con el trasero de su amado y lo abrazó. A los pocos segundos comenzó a frotar su húmeda erección entre las nalgas del rubio. Deidara sintió la dureza y lo cálido que era el miembro de Itachi, pero aun así lo sentía superficialmente, y es que quería sentirlo en su interior.
— ¡Oye! ¡¿Lo vas a hacer de verdad o solo me tocarás?!
—Deidara, eres tan impaciente. Primero quiero escuchar tus gemidos…Quiero oírte gritar bien fuerte. Solo de esa forma estarás listo para que empiece a introducirlo…- decía el Uchiha mientras seguía frotando su entrepierna y aprovechaba de tocar el miembro de su novio lentamente para lograr que Deidara se transformara en un verdadero pasivo.
—Eres un pervertido…Igual que tu hermano cuando tenía ese extraño sueño…N-no creas que gemiré con tanta facilidad, y-yo no soy fácil…
—Me encanta esa actitud que tienes…Siempre haciéndote el difícil, pero al final terminas haciendo todo esto para provocarme…Así que veremos que tan complicado es soltarte un gemido…, Deidara.- dijo Itachi mientras acercaba su boca al oído de su rubio y lo lamía lentamente. El joven de ojos azules se sonrojó por completo mientras sentía ese húmedo músculo en su oído y tuvo que apretar sus dientes para no soltar un gran gemido de placer. El Uchiha sabía que con otra acción parecida a esa lograría que Deidara se volviera sumiso. Y es que a pesar de que el rubio quería ser poseído, no pensaba comportarse como un verdadero pasivo tan fácilmente. Él no era tan fácil, y siempre estaba su orgullo de macho por sobre todas las cosas.
Mientras el rubio se resistía, el azabache masturbaba a su amado con una sola mano; le tocaba todo el largo y ancho de la erección y con las yemas de sus dedos masajeaba el glande, esto lograba que Deidara ya no tuviera muchas fuerzas para seguir resistiéndose y menos ahora que la mano libre del Uchiha masajeaba el pezón del rubio. Lo tironeaba con delicadeza y lo pellizcaba suavemente.
Con esto último logró que el rubio no aguantara más. Su fuerza de voluntad había desaparecido. Gimió tan fuerte que solo podía compararse con un orgasmo y se corrió por su aparato reproductor femenino manchando parte de la mesa y del mantel que estaba totalmente arrugado por tantos movimientos. Sus mejillas ya no podían estar más rojas y su cuerpo parecía tan manso que siguió con sus caderas levantadas y apoyó su pecho contra el mueble.
—Ya lo conseguiste…Ya conseguiste que gimiera, ahora solo haz lo que tanto quiero…- decía Deidara algo avergonzado.
—Eres realmente adorable cuando te avergüenzas. Esa actitud te queda realmente bien cuando lo hacemos…- dijo el Uchiha sonriendo mientras acariciaba el cabello de su amado y le besaba la espalda. Fue en ese instante que introdujo dos dedos en el orificio anal. —Deidara, ¿quieres por aquí o por otro lado?
—Por el lugar donde estás metiendo tus dedos, tonto…Deberías saber que me gusta más por detrás ya que está siempre estrecho...- respondió en voz baja mientras cerraba los ojos y abría su boca sintiendo como su amado movía sus dedos hacia los lados para ensanchar esa zona.
—Entonces estás casi listo…Solo te pido que aguantes el dolor, porque hace tiempo que no lo hacemos y ya sabes que mi erección es algo grande…- decía Itachi en tanto rozaba la punta de su miembro por el trasero del rubio y con lentitud lo iba introduciendo con dificultad. Deidara había apretado sus dientes y agarrado parte del mantel. Ya podía sentir el dolor de ser penetrado y sumándole el hecho de que Itachi tenía un aparato más grande de lo normal, era siempre molesto al comienzo. Aunque en realidad al joven de ojos azules no le molestaba. Para él era algo que disfrutaba a pesar del horrible dolor que sentía. Y el placer era mayor cuando Itachi lograba meterlo por completo.
—Y-ya e-está dentro…- dijo el rubio soltando suspiro tras suspiro.
—"Todavía falta un poco..."- pensaba Itachi posándose sobre la espalda del rubio y abrazándolo con fuerza.
—Ita...Itachi, estás demasiado duro…
—Lo sé, fue por tu culpa. Ahora quieres que me mueva, ¿cierto?- preguntó el Uchiha acercándose al oído de su novio. El rubio tan solo comenzó a gemir en señal de que eso era lo que quería. El azabache escuchó esa reacción y sonrió en tanto comenzaba a moverse lentamente al interior. Sacando e introduciendo su enorme miembro dentro del cuerpo de Deidara. El joven de ojos azules tan solo podía seguir gimiendo mientras sentía que sus nalgas estaban separadas a causa del tamaño del miembro de Itachi. Además podía sentir el continuo roce de su piel contra la ropa del Uchiha que con los segundos se hacía cada vez más rápido.
Ya cuando el ritmo se había vuelto brusco, tal y como quería Deidara, Itachi tomó las caderas de su amado y siguió con esos sensuales movimientos de caderas hasta llegar a tal punto de que el rubio empezara a gritar de puro placer.
Ambos seguían sobre la mesa gimiendo y moviéndose como unas verdaderas bestias, Itachi era el que controlaba todo y ya estaba esperando ansioso por correrse al interior de Deidara. Por otra parte, el rubio meneaba sus caderas siguiendo el ritmo de su amado.
—Itachi…ya estoy, casi.- decía el rubio entre gemidos.
—Qué bien, porque ya quiero correrme en tu interior…Ya verás que te dejo completamente lleno…- dijo el Uchiha soltando una pequeña risa. Deidara tan solo se sonrojó y abrió más sus piernas en tanto sentía ir y venir la erección del azabache. Llegó un momento en que le tocó cierto punto de su cuerpo que logró llevarlo al clímax. Sus ojos se abrieron, sintió su entrada contraerse y, por ende, el miembro de Itachi aun más atrapado en su interior. Eyaculó manchando el mantel mientras soltaba un largo orgasmo, que pocos segundos después se hizo más prolongada cuando sintió que Itachi se corría en su interior. Y es que el Uchiha también había llegado al orgasmo y en tanto se venía, movía sus caderas hacía adelante para lograr que todo su líquido caliente quedara dentro del cuerpo de su amado. Al sacar su miembro soltó un grave gemido. Las nalgas del rubio ya no estaban separadas y su cuerpo se había desplomado sobre la mesa manchando su abdomen con su propio semen. Itachi se apoyó sobre su novio y le besó la nuca.
Ambos estaban agotados y con la respiración agitada.
—Quedó todo adentro…
—Cállate imbécil…lo sé mejor que nadie.- dijo el rubio avergonzándose y cerrando sus ojos.
—Deja tus piernas juntas…Ahora descansa, que la segunda ronda me excitaré en cuanto te vea abrir tus piernas con todo mi semen recorriendo tus muslos y saliendo de tu entrada…
—Realmente deberías callarte…Pareces un degenerado.
—Tú me haces comportarme así…Ahora date vuelta que quiero ver tu cara…
—No…no quiero.
—Vamos, quiero ver tu hermoso rostro.
—Ya te dije que no me daré vuelta…Estoy agotado, así que déjame descansar…
—Está bien, no seguiré insistiendo, pero tendrás que darme la cara en la segunda ronda…Quiero ver tu expresión cuando te corres y cuando eres penetrado.
—Si sigues hablando de esa manera no habrá otra ronda...- se quejó el rubio que ya estaba lo suficientemente avergonzado como para seguir escuchando a su amado.
—Sé que en el fondo lo deseas, no por algo te pusiste este delantal tan sexy para provocarme.- decía en tanto le desataba el nudo del delantal.
—Era obvio que te iba a provocar… Después de todo soy yo. Me hubieras atacado incluso si me hubiera puesto desnudo en la cama, o me pusiera en cuatro al interior de la bañera o si me vistiera como algún otro traje erótico…
—Tienes buenas ideas…y tienes toda la razón…Tú persona realmente me provoca…Eres y te haces el difícil. Pero conmigo logras dar a conocer ese lado tan sumiso que tienes.- dijo el Uchiha mientras le acariciaba el cabello.
—Yo…no soy sumiso…Además yo tomé la iniciativa primero… ¿Acaso no te acuerdas esa vez que te hice el amor?
—Si, pero si contamos las veces en que te he hecho el amor, yo gano. Tú siempre terminas debajo y disfrutando de todo el amor que te doy…
—Eres estúpido…- dijo el rubio tratando de moverse y rozando su parte trasera con la entrepierna del azabache. Al hacer esto no pudo evitar separar un poco sus piernas y sentir un líquido caliente recorrer su piel.
—Mmm, esta vista es magnífica, creo que empiezo a excitarme. Quiero seguir dándote… mucho amor.- dijo el Uchiha con su voz varonil mientras frotaba su entrepierna, que empezaba a calentarse, sobre las nalgas de su rubio. Mientras hacía eso le sacaba el delantal para dejarlo completamente desnudo sobre la mesa.
—No…ya, no hagas eso…- decía Deidara sonrojándose y escapándole un fuerte gemido.
—Ya no hay vuelta atrás, pero iremos a terminar esto a la pieza…Quiero hacer sonar el colchón nuevo.
—Itachi…deja de decir esas cosas vergonzosas…Además si tenemos hijos ellos dormirán ahí…debe ser un lugar limpio…
—Claro que no…Esa cama será testigo de todas las veces que intentemos hacer un hijo y de todas las veces que nos amamos...Ahora ven conmigo que iremos a la cama…- dijo el Uchiha poniéndose de pie. Lo primero que hizo fue sacarse por completo los pantalones y luego se fue sacando todo el resto de ropa que le quedaba. Al quedar desnudo cargó a su amado en sus brazos y se lo llevó a la habitación. Una vez ahí, dejó a Deidara recostado sobre la cama y luego el mismo se subió, quedando con sus rodillas separadas y apoyadas sobre el colchón. Su cuerpo lucía extremadamente hermoso. Todo estaba bien trabajado, además su gran altura le daba un aire de un hombre corpulento. Si se comparaba con Deidara, era una gran diferencia. En tanto el rubio tenía una apariencia algo normal y un cuerpo relativamente pequeño, Itachi era un hombre bien dotado en todos los sentidos.
Deidara no pudo evitar observarlo descaradamente. Cada parte expuesta por el Uchiha era observaba por esos hermosos ojos azules. Aunque Itachi también inspeccionaba a su amado.
De pronto, el rubio dejó sus ojos entrecerrados, aquello le dio un aire un tanto seductor y coqueto, sus mejillas se enrojecieron levemente al estar acostado y desnudo debajo de su amado. El azabache se quedó contemplando esa imagen tan espectacular y poco a poco se posó sobre su cuerpo para darle un corto beso en los labios.
—No sabes lo bien que te ves…Pareces una criatura muy adorable, es como si tuvieras cierto miedo o vergüenza.
—Solo tengo un poco de vergüenza…Todavía no logro comprender cómo llegué a hacer esto…Eso de vestirme con un delantal…
—Yo te lo explicaré…- sonrió. —Eso lo hiciste para impresionar a tu macho. - dijo Itachi abrazando a su amado y besándolo en los labios. Deidara le correspondió el abrazo y el beso tímidamente. También aprovechó de revolver los cabellos oscuros de su amado y mirarlo fijamente a los ojos.
-"Puede que sea verdad...Siempre he intentado impresionarte. Aunque al principio lo hacía para que me tomarás en serio como un rival. Solo ahora hago estas cosas para que sepas que estoy dispuesto a todo. Y quiero complacerte en todo lo que esté en mi alcance."- pensaba el rubio volviéndolo a besar por varios segundos más.
-Tienes unos ojos hermosos.- dijo repentinamente Itachi en tanto le acariciaba el cabello. -Tus labios también son lindos.- añadió mientras pasaba sus dedos cerca de la boca de su novio. Deidara mordió el dedo del Uchiha en señal de incomodidad, y el azabache no le quedó otra que alejarlo y reirse de la situación. - No seas mordelón.
- No trates de meter tu dedo en mi boca...Me haces ver como un tonto.- se quejó el rubio.
- No pensaba hacer eso. Solo quería tocar tus labios.
- Deberías tocar otra cosa...- murmuró el rubio desviando la mirada.
- Entiendo.- dijo el Uchiha posando sus manos sobre el miembro de su rubio y empezando a masturbarlo lentamente. Deidara soltó un gemido despacio mientras cerraba los ojos. Adoraba sentir las manos de su amado recorrer su cuerpo y más aun cuando se trataba de partes tan sensibles.
Itachi, estando sobre su amado, podía apreciar cada movimiento que hacía su novio. Esos suspiros que se le escapaban, su espalda arqueada, su piel erizada y sus mejillas ruborizadas.
—Creo que deberíamos intentar otra cosa- decía el Uchiha acercando su miembro contra la erección del rubio. —Si los frotamos, será más placentero…- añadió en tanto comenzaba a rozar ambos miembros. Deidara movía un poco sus caderas para lograr mayor contacto y al mismo tiempo observaba toda la acción que hacía su amado.
—“Por qué Itachi lo tendrá tan grande. Es enorme, tan grueso y venoso. En todo caso, me gusta que sea así.”- pensaba Deidara sonrojándose, mirando ambos miembros, y gimiendo al mismo tiempo. Sin darse cuenta abrió un poco sus piernas y dejó que el semen de la primera ronda escurriera de su entrada.
—Realmente me agrada saber que eso es mío y que solo yo tengo permitido correrme en tu interior…
—Cállate tonto…Deja de ser tan posesivo. Esto es vergonzoso y no lo haría con otra persona…- se quejó Deidara tomando los hombros de Itachi y jalándolo hacia su cuerpo.
—Parece que tú quieres tomar la iniciativa.- dijo el mayor abrazándolo y empezando a besarlo en los labios apasionadamente. Su lengua la metía en la boca del rubio en tanto le separaba las piernas e iba introduciendo su miembro. Una vez que dejó de besarlo en los labios, pasó su boca por su mejilla y cuello, para repartirle unos besos cortos. Cuando llegó cerca del pecho, comenzó a succionar su piel. Quería dejarlo con una ligeras marquitas de color rosado por todo su abdomen. De alguna forma tenía que márcalo, y dar a entender que era suyo, a pesar de que no era necesario.
Ya con su miembro adentro, comenzó a embestirlo. No dejaba de abrazarlo fuertemente, pues cada vez que empezaban, el rubio sentía un ligero dolor. En todo caso, Itachi no pensaba detenerse, pues era lo normal que sintiera un dolor al momento de introducirlo.
Luego de varios minutos moviéndose pausadamente sobre Deidara, se sentó sobre el colchón, esto solo lo hizo llevándose a su amado consigo.
El rubio se había sorprendido al sentirse “sentado” sobre Itachi y que además, todavía siguiera siendo penetrado.
— ¿Qué rayos estás haciendo?- preguntó Deidara algo nervioso.
—Esta es otra posición…Tu puedes controlar los movimientos.
—Pero, ¿no será complicado?
—Eso lo tienes que ver tú. Ahora muévete…
Deidara se enojó y se avergonzó por la orden que le había dado su novio. Aunque en esa situación no pensaba dejarla pasar. Apoyando sus manos sobre los hombros del azabache, empezó a bajar su cuerpo para introducir el miembro de Itachi más a fondo. No podía evitar gemir con fuerza y sentir el aliento de su amado cerca de su rostro. Además era obvio que Itachi observaba de cerca el rostro de su rubio.
—Duele…
El Uchiha se sonrojó al escuchar eso, le agradaba saber que le dolía por el simple hecho de que parecía como si fuera la primera vez de su amado.
—Vamos Deidara, solo un poco más…- le dijo al oído suavemente.
El rubio que seguía con su respiración agitada, hizo un gran esfuerzo para bajar un poco más, esto consiguió que un grito muy fuerte se le escapara de su boca ya que al fin había logrado introducir por completo el miembro de Itachi en su interior. El azabache, al notar esa reacción de dolor, abrazó a su novio y le acarició la espalda. El joven de ojos azules le correspondió el abrazo y soltó un par de lágrimas. No pasó mucho cuando Deidara comenzó a moverse de arriba hacia abajo para sentir las penetraciones del Uchiha. Ambos seguían en la cama, el mayor, sentado sobre el colchón con las piernas ligeramente abiertas, y el menor, moviendo sus caderas para sentir el placer al sacar y meter la erección que tenía debajo.
—Ahora te noto mucho más apretado…- decía el azabache sin dejar de abrazarlo. El rubio no contestó al comentario, estaba demasiado concentrado en seguir. Y eso fue lo que hizo. Esta vez apoyó sus manos sobre el colchón y comenzó a moverse hacia arriba y hacia abajo. Meneaba su cintura del tal modo que Itachi no pudo evitar mirarlo con deseo. Le tomó las caderas para que le movimiento sea más rápido. Ambos gemían al mismo tiempo mientras sentían que llegaban a su límite. Llegó un momento en que Deidara se aferró a Itachi. El dolor y el placer era demasiado, y con la energía que le quedaba continuó moviendo sus caderas con fuerza hacia abajo.
- I-Itachi...¡Ahhh! Tú también muévete...- dijo el rubio con dificultad. El Uchiha sonrió ante ese comentario y comenzó a mover sus caderas hacia arriba, haciendo un contacto mucho más profundo, además aprovechó de besarlo apasionadamente dejándolo repleto de saliva alrededor de su boca. Fue en ese instante que el joven de ojos azules comenzó a apretar su cuerpo en cierta zona. Los dos gemían con pasión, pero sobre todo Itachi que le agradaba sentirse tan aprisionado en el cuerpo del rubio. Deidara no paraba nunca de moverse, hasta que finalmente, y después subir y bajar sobre el Uchiha durante varios minutos, eyaculó sorpresivamente, manchando el pecho del azabache. Itachi se corrió al cabo de unos segundos, dejando nuevamente el interior repleto de su semilla. Deidara volvió a gemir al sentir como el miembro de su novio empezaba a salir lentamente rozando con su entrada.
El miembro del Uchiha había salido algo flácido y húmedo, cubierto por su propio semen. El rubio tenía ese líquido blanquecino recorriendo sus muslos y de paso manchando un poco las sábanas. Pero no le importó, nada más le importaba acomodarse en el colchón para descansar un rato después de ese agotador momento. Una vez recostado, cerró sus ojos y respiró un poco más pausado. Su corazón latía rápido y su cuerpo tenía un poco de sudor. Sus piernas estaban algo separadas. Su larga cabellera estaba totalmente desordenada y tapaba parte de sus hombros.
El Uchiha vio el momento en que su amado se fue a descansar, y él hizo lo mismo, quedando a su lado. Lo miró con cierta ternura, y le dio un beso en la mejilla.
— ¿Sabes?... No sé demostrar muy bien mis sentimientos, pero creo que cuando hacemos el amor, puedo demostrarlo por completo…- dijo el azabache acariciando el cabello de su novio.
—Eso suena como algo que solo diría un pervertido…- murmuró el rubio mirando hacia un lado.
—Puede que suene pervertido, pero es la verdad. Supongo que debe ser porque es un momento íntimo entre nosotros, donde hacemos cosas que nos hace sentir bien, pero que al mismo tiempo, es algo que nos une en todo sentido…
—Bueno…creo que tienes razón. Estamos más unidos que de costumbre al hacerlo. Eso no lo puedo negar…- dijo el rubio sonrojándose levemente.
—Es raro cuando estás de acuerdo conmigo…- comentó un poco sorprendido. —Por cierto, me gustaría saber por qué se te ocurrió todo ese cuento de vestirte con un delantal… ¿Acaso querías experimentar?
—Ah…Sobre eso, verás… ¡No tuve otra opción!- exclamó avergonzándose. —Tú, no me tocabas… Hace tiempo que no me mirabas deseoso de tener mi cuerpo, tampoco dabas indicio de querer hacerlo. Yo no pensaba abrirme de piernas para que te acercaras, tampoco pensaba pedírtelo de rodillas…Estuve esperando que tomaras la iniciativa para luego hacerlo. Pero como estuve esperando demasiado, tuve que poner en marcha mi plan para seducirte… Ahora espero que te des cuenta de que como ser humano, y por el hecho de ser hermafrodita, necesito que me complazcas en todas mis necesidades…Y créeme que habrá una próxima vez con delantal o con algún otro traje erótico con la condición de que lo hagamos más seguido…Dos veces al día, en realidad…y que sea en la mañana y en la noche…- comentó finalmente mientras se cubría con las sábanas.
—Ya veo…Creo que debo cambiar mi forma de pensar sobre este tema- dijo el Uchiha algo sorprendido por las palabras de su amado. Pasado algunos segundos le dio un beso en la frente y volvió a su lugar. El rubio vio que se había alejado un poco y se acercó al pecho de su amado para luego acomodarse en ese lugar. Itachi comenzó a acariciarle la cabeza mientras ambos descansaban. Después de un rato, le rascó la barbilla.
—Ya…No hagas eso.- dijo el joven de ojos azules un poco avergonzado.
—Me he dado cuenta que te pones de buen humor cuando lo hacemos…Al menos cuando lo hacemos de forma controlada. Supongo que me pasé un poco en tu primera vez. Fueron como seis veces seguidas y después en la ducha…Ya perdí la cuenta- dijo Itachi soltando una pequeña risa.
—Sí. Esa vez sí que te pasaste. Me dejaste con un horrible dolor.- se quejó el rubio.
—Bueno…Ya aprendí mi lección. Siempre pensé que no querías porque te mostrabas desinteresado con ese tema. Además no te iba a obligar. En fin, desde ahora en adelante, dos veces al día.- dijo el Uchiha.
—Así está bien.- dijo Deidara acercándose a su amado y dándole un beso en los labios.
—Me pregunto si estarás embarazado…Hace varios días atrás lo hicimos, pero tú dijiste que cuando cumplas el mes irás con Tsunade.
—Y así seguirá. Todavía no pasa un mes.- dijo el rubio.
—Mmm…ya quiero que pase el mes.- dijo Itachi quejándose.
—Yo también.
—Será mejor esperar pacientemente… Debemos aprovechar ese tiempo para seguir demostrándonos nuestro amor.- dijo el Uchiha abrazando a su rubio y besándolo varias veces en la mejilla.
— ¡Oye! ¡Compórtate!...No hagas eso, no es algo común en ti reaccionar de esa forma…
—Deidara, te dejaré de besar si tanto te molesta, pero quiero al menos dormir contigo abrazado…
—Trato hecho, pero ponte ropa…
—No…
—Póntela ¡ahora!, o si no, no habrá trato...
—Ya bueno, pero espera…- dijo el Uchiha al notar la seriedad con la que hablaba su amado.
Cuando se levantó de la cama, buscó ropa interior limpia. Se vistió con eso y regresó a la cama para acostarse por debajo de las sábanas junto a Deidara y lo abrazó suavemente.
—Oye, más te vale que te despiertes cuando te diga, mira que no quiero cenar solo…
—Lo que tú digas, Deidara…- dijo Itachi cerrando sus ojos y acercando su amado a su cuerpo. El rubio tan solo se sonrojó y se acomodó cerca de su novio. Ambos quedaron dormidos por el cansancio.
Última edición por PalomitaNegra el Miér Sep 07, 2011 6:10 am, editado 1 vez
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Ocio, ven a mí
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Hola hace poquito encontré tu fic y ya llegué al final.
Esta pareja me agrada bastante y tu fic te quedo genial <3
Narras muy bien, espero ver más historias tuyas :D
Esta pareja me agrada bastante y tu fic te quedo genial <3
Narras muy bien, espero ver más historias tuyas :D
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Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Hola LucyHola hace poquito encontré tu fic y ya llegué al final.
Esta pareja me agrada bastante y tu fic te quedo genial <3
Narras muy bien, espero ver más historias tuyas :D
Gracias por tu comentario.
No sé por qué se me hace raro que leas mi historia *Como que eres bien fan de otras parejas 8D* Pero aun así gracias por tomarte el tiempo de leerlo y dejarme tu impresión =)
Saludos
RasputinSin vida social - It's JJ Style!
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Ocio, ven a mí
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Grrr me faltan los dos últimos pero ya me corren de la pc así que pasare a comentar el final depués.
Trás la eliminación del foro MY me decidi a terminar de leer tú FF aquí C:
y de verdad quede encantada con los pequeños bastarditos aaw osea que lindos *A*, si amo a los bastardos :3~
Palomita ~ que lindo se me hizo de lo más lindo aww 3 Itachitos y un Deidarita, que lindo, me los robare *U*... ok no xD
Pero ahí que lindo~ soñare bonito *u* xD, mañana me leo los dos caps finales dess *3*
Edit
Ya pudí *3* oh yeah el final esta hermoso *A* que lindo los niños aww y ese Itachi con sus planes jaja aww quiere a la comadreja <3.
Y ese extra OMG =W= hasta puse musiquita para ambientar lo que leía xD!
Muy bien palomita me alegro de aver terminado de leer tú Fic ;U;~
Ahí luego nos leemos~ cuando hagas otro xD de preferencia ItaDei o3o~
Eso~ lindo fic -lorepitepordecimavez-
Trás la eliminación del foro MY me decidi a terminar de leer tú FF aquí C:
y de verdad quede encantada con los pequeños bastarditos aaw osea que lindos *A*, si amo a los bastardos :3~
Palomita ~ que lindo se me hizo de lo más lindo aww 3 Itachitos y un Deidarita, que lindo, me los robare *U*... ok no xD
Pero ahí que lindo~ soñare bonito *u* xD, mañana me leo los dos caps finales dess *3*
Edit
Ya pudí *3* oh yeah el final esta hermoso *A* que lindo los niños aww y ese Itachi con sus planes jaja aww quiere a la comadreja <3.
Y ese extra OMG =W= hasta puse musiquita para ambientar lo que leía xD!
Muy bien palomita me alegro de aver terminado de leer tú Fic ;U;~
Ahí luego nos leemos~ cuando hagas otro xD de preferencia ItaDei o3o~
Eso~ lindo fic -lorepitepordecimavez-
Re: [Terminado] Las cuatro lenguas de Deidara
Kamui_Bronik_Trancy escribió:Grrr me faltan los dos últimos pero ya me corren de la pc así que pasare a comentar el final depués.
Trás la eliminación del foro MY me decidi a terminar de leer tú FF aquí C:
y de verdad quede encantada con los pequeños bastarditos aaw osea que lindos *A*, si amo a los bastardos :3~
Palomita ~ que lindo se me hizo de lo más lindo aww 3 Itachitos y un Deidarita, que lindo, me los robare *U*... ok no xD
Pero ahí que lindo~ soñare bonito *u* xD, mañana me leo los dos caps finales dess *3*
Edit
Ya pudí *3* oh yeah el final esta hermoso *A* que lindo los niños aww y ese Itachi con sus planes jaja aww quiere a la comadreja <3.
Y ese extra OMG =W= hasta puse musiquita para ambientar lo que leía xD!
Muy bien palomita me alegro de aver terminado de leer tú Fic ;U;~
Ahí luego nos leemos~ cuando hagas otro xD de preferencia ItaDei o3o~
Eso~ lindo fic -lorepitepordecimavez-
Aw!!! Broniquita de mi corazón
Me alegra leerte por estos lados =w=
Shii...los bastarditos son realmente hermosos (ya me los imagino dando sus primeros pasos snif snif)
Y claro...un lindo (o más bien feliz) final para esta historia. No iba a ser cruel O.O no me gusta escribir cosas crueles :(
Creo que a nadie le gusta sufrir, excepto a Gaara (?)
Oye! si lees esto, espero que me digas qué música escuchaste *3* colecciono ese tipo de música *** a pesar de que mi amiga hermosa del alma me lo descubrió y me puse roja como un tomate 8D Es que hay canciones muy buenas y las voces también xD ***
Muchisimas gracias por tu comentario :3
Saludines
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Ocio, ven a mí
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